¡Aquí me presento con un nuevo capítulo!

Otro capítulo más que contiene lemon, aunque a comparación del anterior no abarcará la mitad del capítulo. Más que nada porque este va a ser un poco más largo.

En esta ocasión será el desarrollo romántico final con Penemue. Recuerden que hay un aviso para todos aquellos que no quieran leer el lemon, así que pueden leer sin miedo.

Como en esta ocasión no hubo tantas reviews, este apartado será bastante rápido:

Diamants Proust: Imagínate que incluso quería representan un poco de sexo fuerte por ser DxD. Ya debes imaginarte como serán mis lemons en las demás historias, debido a que son momentos full románticos. En lo personal también he leído ciertas escenas sexuales, y es cierto que muchas veces se desarrolla de una manera violenta, y no soy para nada fan de eso. Creo que hacer eso sería arruinar todo lo que he construido entre los protagonistas hasta este punto, por lo que me alegra que a ti tampoco te guste ese tipo de contenidos. Y para responderte, tengo pensado hacer un IsseixRaynare cuando termine esta historia, pero aun faltan algunos capítulos para eso, además de los capítulos extras que tengo pensado hacer una vez la termine.

Carlos118: Me alegro que te haya gustado a pesar de que no eres muy fan de las escenas lemon. ¡Espero que el reencuentro con Penemue sea de tu agrado!

Sin nada más que agregar, es momento de comenzar.

¡Disfruta!

Una enorme mansión que resaltaba sobre cualquier otra había sido construida hace muy poco en una de las ciudades más concurridas de Inglaterra. La edificación era muy ostentosa y gigantesca, por lo que cualquiera pensaría que allí viva una gran familia rica o algún famoso que había decidido mudarse en esa zona.

Lo curioso de esto es que ninguna de las opciones era correcta, ya que esa enorme mansión pertenecía únicamente a Azazel y Penemue.

Después de lo que fue la destrucción de Grigori, ellos decidieron mudarse lo antes posible. Aunque la realidad es que Azazel hizo todo el trabajo, ya que Penemue estaba demasiado afectada como para hacer algo después de la "muerte" de Issei. Y lo peor de todo es que por cada día que pasaba, ella se encontraba aún peor.

Azazel se había percatado de la gran depresión que estaba atravesando su antes secretaria. De hecho, tenía las dudas de que Penemue sea la que peor esté sobrellevando la muerte de alguien tan importante para ella a causa de todo su pasado. Sabía a la perfección que se estaba culpando cada segundo por haber matado a Ludmiel y por no haber estado con Issei en el momento que él más la necesitó.

Por esa misma razón es que no podía evitar sentir más que felicidad. Era algo contradictorio después de todo lo que se había mencionado, pero Azazel sabía muy bien que las fuentes de sus angustias desaparecerían al instante en ella tras ver con sus propios ojos que Issei sigue con vida.

Lo malo de esto es que Azazel se encontraba algo impaciente, ya que había pasado un tiempo desde la gran noticia secreta de que Issei estaba con vida y no quería arruinar semejante sorpresa diciéndolo así sin más.

Pero lo cierto de eso es que este día era clave, por lo que era imposible que este evento se atrasara.

El Cadre golpeó la puerta de la habitación de Penemue, quien solo salía de ella para aventurarse a encontrar el escondite y cazar a todos los Demonios y Ángeles Caídos. Después de eso, ella solo dormía y ni siquiera hablaba con Azazel.

Después de tocar la puerta por segunda vez, esta por fin se abrió con cierta brusquedad.

"¿Qué quieres?" Estaba claro que Penemue no se encontraba muy entusiasmada ante la presencia de Azazel, aunque el susodicho no se fijó en eso.

"Las marcas debajo de tus ojos en estos días no han hecho más que aumentar, ¿en serio estás durmiendo bien?" Declaró Azazel con cierta seriedad al ver las grandes bolsas negras debajo de los ojos de la Cadre, sumado a su tono de piel un tanto más pálido de lo normal.

"Ya te dije que estoy bien." Penemue le respondió con sequedad, dejando a entender que no era la primera vez que tenían una conversación por el estilo.

Justo cuando ella iba a cerrar la puerta con fuerza, Azazel colocó el pie en el medio para que no lo hiciera, algo que Penemue no tomó muy bien.

"Espera, todavía tengo que decirte algo muy importante." Azazel le entregó una carta a la mujer, quien reemplazo su enojo con gran interés.

"¿Es algo acerca de la ubicación de ellos?" Penemue prácticamente le arrebató la carta de las manos, y cuando la abrió no tardó en decepcionarse. "¿Un regalo?" Su mirada se enfocó automáticamente en Azazel, entregándole una mirada cansada.

"Sé que no tienes tiempo para eso ahora, pero prometo que solo será un momento y te encantará." Aclaró Azazel con una media sonrisa, viendo como Penemue volvía su mirada a la nota.

"¿Tiene que ser en ese lugar?" La Cadre pareció algo reacia por algún motivo.

"Lo siento, pero tendrás que ir." Fue la respuesta contundente del Cadre, logrando que Penemue arrugara la carta.

"Más te vale que sea algo importante…" Declaró con un pequeño suspiro cubierto de fastidio al final.

"Lo es, pero debes prepararte bien. Quiero decir, te vez bastante desalineada." Aclaró Azazel, haciendo clara referencia al aspecto algo descuidado de la mujer, sumado a las ropas algo sucias que llevaba puestas.

"Muy bien, lo haré." Penemue volvió a suspirar una vez más, para luego cerrar la puerta con una fuerza tal que casi la rompe.

"Tan borde como siempre…" Pensó Azazel en voz alta, para luego comenzar a caminar por el pasillo, hasta que finalmente llegó a su habitación.

Después de asegurarse de haber cerrado la puerta adecuadamente, Azazel invocó un pequeño circulo mágico sobre su oreja.

"Issei, ¿me escuchas?"

El joven abrió lentamente sus ojos con cierta somnolencia tras escuchar la voz que resonaba sobre su oreja.

"¿Qué sucede, Azazel? Apenas está amaneciendo por aquí y solo pude dormir unas pocas horas." Declaró Issei con cierta molestia mientras acunaba a Tiamat con su brazo, quien le estaba abrazando con gran calma mientras dormía acobijada bajo las sabanas que siempre pertenecieron a Issei.

"¡¿Cómo dices?!" El tono de Azazel se notaba realmente sorprendido. "¡¿Me estás diciendo que estuvieron follando por tres días seguidos?!"

"¡¿TRES DÍAS?!" Issei saltó del futón, algo que despertó a Tiamat de inmediato.

"¿Acaso perdiste la noción del tiempo, mocoso?" Azazel negó con su cabeza bastante entretenido por lo que había descubierto. "Volviendo al tema principal, es algo que debes escuchar."

Al escuchar que el tono de Azazel se volvió a poner serio, el castaño no tardó en prestarle atención.

Tiamat se sentó sobre el futón y se frotó sus hermosos ojos mientras daba un dulce bostezo. Las sabanas se deslizaron por debajo de sus pechos, dejando ver que estaba completamente desnuda, al igual que Issei.

"¡¿Lo dices en serio?!" Issei apretó sus puños con fuerza tras escuchar al Cadre, algo que llamó bastante la atención de la dragona. "¡De acuerdo, iré de inmediato!" Esa última frase llamó aún más su atención.

"¿Qué sucede?" Tiamat se acomodó en el futón para volver a dormir mientras veía como Issei materializaba su ropa de un segundo al otro.

"Tengo que ir con Penemue, hoy es un día muy importante." Aclaró Issei con seriedad.

"Ella también te ama tanto como yo. Y estaría muy contenta de que Penemue también pueda ser feliz a tu lado." Esa declaración sorpresiva hizo que Issei fijara su mirada en la dragona con mucho asombro. "Pero también es la que más afectada está entre nosotras dos." Concluyó, su expresión sonriente pero solemne daba a entender que sus palabras no debían tomarse a la ligera.

"¿Qué quieres decirme con eso?" Issei se sintió muy feliz al saber que Penemue compartía esos sentimientos por él, pero era evidente que esas palabras causaron más confusión que felicidad.

"Solo te estoy advirtiendo." Ella aclaró, tomando una de las manos de Issei con cuidado. "Ambas fuimos afectadas por el amor, aunque ella experimento un tipo de amor diferente antes de conocerte, además de que su pasado es mucho más oscuro bajo su propia perspectiva." Las cejas de Tiamat se fruncieron un poco por lo que estaba a punto de decir. "Lo que quiero decir con esto, es que Penemue puede negar tu amor incluso aunque ella te ame."

"Aunque me rechace mil veces, lo intentaré mil y una veces." Esa respuesta de Issei hizo que los ojos de Tiamat se ensancharan un poco ante la sorpresa. "Ya deberías saber que soy muy terco cuando se me mete algo en la cabeza, ¿no?" Declaró Issei con una leve sonrisa cuando se agachó frente a ella.

La dragona posó su mano sobre su mejilla y le respondió la sonrisa.

"Tienes razón."

La charla de ambos culminó con un profundo beso al final.

CAPÍTULO 80: ¡QUIERO AMARTE! (+18)

Penemue se movió en silencio, adentrándose en aquel extenso bosque bastante peculiar que le traía tantas memorias.

"¿Por qué justo tuvo que ser en el Bosque Maldito?" La seriedad de la Cadre fue reemplazada por una mirada cubierta de mucha melancolía.

Penemue se detuvo entre uno de los tantos árboles. Su mirada pareció estudiar todo a su alrededor mientras aun lucia esa expresión bastante decaída. Todos los recuerdos que había pasado junto con Issei en aquel lugar comenzaron a golpearla con aun más fuerza, por lo que se vio obligada a bajar su rostro con una expresión cubierta de depresión.

"Ya no quiero recordar más…" Fue lo primero que emergió de sus labios luego de tomarse el pecho, sintiendo como su cuerpo estaba muriendo lentamente por dentro.

Las facciones de la Cadre se tensaron visiblemente cuando apretó los dientes para detener las lagrimas que amenazaban con rodar por sus mejillas. Su rostro volvió a alzarse, abriendo sus ojos una vez más para dar un gran suspiro, siendo un claro intento de desahogarse.

Desafortunadamente, nada sería capaz de desahogar todo ese dolor que sentía.

"Odio sentirme así…" Penemue se dijo a si misma al mismo tiempo que cerraba sus ojos para escuchar el sonido del arroyo que se encontraba cerca. "Estoy cansada de intentar enfrentar este dolor..." La mano se aferró aun más sobre su pecho, sintiendo como la sensación desoladora la estaba destruyendo por dentro. "Apenas puedo dormir, porque siempre sueño contigo. Esos sueños siempre se sienten tan vacíos, porque tu toque es lo que más anhelo. Y mientras más intento no dormir, siento que más me alejo de ser yo misma…" Las lagrimas amenazaron en caer de sus ojos cuando sus dientes se apretaron con mucha fuerza, al mismo tiempo que sus ojos carmesíes cubiertos de dolor volvían a abrirse.

"¡Ya no quiero dormir, ya no quiero soñar!" Penemue cayó de rodillas cuando sintió que el dolor en su pecho la estaba matando. "¡Porque mis sueños no me confortan como la forma en que tú me hacías sentir!" Ella gritó con una voz ahogada cuando sus manos se aferraron al suelo. "¡Realmente…!" Un pequeño sollozo salió de sus labios sin su consentimiento, haciendo que se tomara el pecho con ambas manos una vez más.

Ella comenzó a respirar muy profundo para intentar calmarse, algo que lentamente pareció funcionar.

"Realmente te extraño…" Penemue dijo esto último como un susurro, y por fin pareció retomar el control sobre ella misma.

La Cadre se sentó en el suelo para quitarse las lágrimas, sin darse cuenta como una figura se posaba detrás de ella.

El sonido extraño hizo que ella finalmente se percatara del intruso, por lo que no tardó en voltear su mirada a la defensiva para ver de quien se trataba. Lo primero que vio fue un ramo de flores, pero lo siguiente…

Lo siguiente que distinguió hizo que su dolor creciente se esfumara de un segundo a otro. Ese dolor se transformó en una conmoción sin igual al notar quien estaba detrás de ella.

Eso era algo normal, considerando que Penemue nunca seria capaz de olvidar el rostro de ese hombre que tanto quería y amaba.

La sonrisa de Issei se ensanchó un poco más al ver que la mujer estaba completamente en shock ante su presencia, por lo que decidió romper ese silencio que se había generado con la briza.

"¡Feliz cumpleaños!"

Los ojos de Penemue se ensancharon aun más si es que eso era posible, y esas simples palabras hicieron que volviera a la realidad una vez más. Por esa razón, esa conmoción que dominaba cada centímetro de su cuerpo comenzó a transformarse en felicidad.

Una felicidad que nunca antes había atravesado en su vida, era algo único.

Por eso es que no pudo controlar la gran cantidad de lagrimas que empezaron a caer por sus mejillas.

Ella respondió a los deseos de su cuerpo y se puso de pie tan rápido como pudo, y después comenzó a correr hacia él mientras las lágrimas generaban una pequeña estela en su figura.

"¡ISSEEEEI!" Ella gritó con gran felicidad y lo abrazó con mucha fuerza. Sus pares de alas negras aparecieron sin su consentimiento y lo encerraron en ese cálido y afectuoso abrazo, rodeándolo por completo.

Issei simplemente sonrió y correspondió el abrazo como pudo, sintiéndose completamente acunado ante el abrazo sumado a las cálidas y suaves alas que lo rodeaban.

"¡ISSEI, ISSEI!" Penemue continuó gritando su nombre en repetidas ocasiones mientras lo abrazaba con aun más fuerza, asegurándose de que esto era algo real.

"Perdón." Fue lo único que salieron de los labios de Issei al ver como la mujer se ahogaba en su propio llanto.

Al final, ambos cayeron de rodillas ya que Penemue perdió las fuerzas en sus piernas, pero eso no impidió que lo siguiera abrazando con tanta fuerza mientras lloraba sin parar.

"¡¿Tienes alguna idea de cómo me sentí en estos días…?!" Penemue se aferró aun más a Issei y apoyó su rostro en el pecho de su amado. "¡Pensé que te habías ido para siempre! ¡Estaba destruida!" Ella sollozó y habló como pudo, ya que su propio llanto la estaba sacudiendo tan fuerte que apenas podía pensar con claridad.

"Ya estoy aquí, y nunca más volveré a dejarte." Issei apoyó su mano sobre el sedoso cabello negro de la hermosa mujer sollozante y le trasmitió todo el amor posible mediante ese acto.

Ninguno de los dos supo cuánto tiempo habían estado abrazados en esa misma posición, pero lo más seguro es que habían pasado unos largos minutos. Unos largos minutos en los cuales ya no se dijeron nada más, solo se abrazaron y él dejo que ella descargara todo ese llanto cubierto de desahogo y felicidad. Tanto el uno como el otro continuaron acariciándose sin fin, con la esperanza de compartir todo ese amor y afecto que se tenían por el otro, hasta que la noche comenzó a llegar.

Así es, ambos estuvieron abrazados por horas y no se habían percatado de ello.

Pero Penemue pareció tener suficiente por fin, y su llanto ya se había relajado casi por completo. Ahora solo se escuchaban unos pequeños sollozos ocasionales mientras continuaba aferrada a él como si su vida dependiera de ello.

Issei continuó acariciando sus alas con tranquilidad, viendo que la mujer continuaba con los ojos cerrados mientras unas lágrimas ocasionales caían de sus ojos.

"Oye…" Issei por fin rompió el silencio, posicionando una mano sobre su mejilla para que ella lo mirara. "Creo que será mejor volver."

Penemue apartó sus alas lentamente, viendo que de hecho ya era muy tarde. Ella dejó que un último sollozo se escapara de sus labios cuando se limpió sus lágrimas.

"Estoy de acuerdo." Una sonrisa apareció en el rostro de Penemue después de tanto tiempo. "Además, creo que Azazel me debe varias explicaciones, casi tantas como tú." La sonrisa de la Cadre desapareció casi tan rápido como apareció, y claramente no estaba muy contenta.

"Bueno, no es de extrañar que quiera varias explicaciones…" Pensó Issei con una sonrisa nerviosa, viendo que Penemue seguía siendo tan firme como siempre a pesar de encontrarse tan emocionada.

El castaño salió de sus pensamientos cuando Penemue extendió una mano hacia él. Ese gesto le trajo el recuerdo de cuando ambos se habían conocido, por lo que no tardó en aceptar la ayuda con una sonrisa.

"Vamos." La sonrisa de Penemue volvió a hacer acto de presencia cuando lo ayudó a ponerse de pie.

Aparentemente, ella también había recordado ese momento un tanto gracioso de cómo se habían conocido.

En la mansión de Azazel…

Penemue entró repentinamente junto a Issei, y su mirada se enfocó directamente en la gran sala de estar. Después de todo, ella sabía a la perfección que Azazel siempre estaba allí sentado viendo su serie favorita o haciendo diversos estudios en sus Sacred Gears.

Issei no pudo evitar ponerse un poco nervioso cuando la mujer tomó su mano sin previo aviso y lo arrastró hasta la sala de estar, o ese era su plan, ya que Azazel apareció frente a ellos sin previo aviso. Además, también estaba acompañado por alguien. Esa compañía hizo que los ojos de Penemue se ensancharan.

"¿Te gustó tu regalo de cumpleaños?" Declaró Azazel con una sonrisa subjetiva en su rostro.

Penemue no prestó tanta atención a sus palabras, ya que su atención estaba enfocada completamente en la otra persona.

"Si que se tomaron su tiempo, ¿eh?" Comentó Tiamat con una leve sonrisa mientras permanecía con las manos sobre su cintura.

"Tú…" Penemue no tardó en dar un paso hacia el frente para tomar de la camisa a Tiamat, quien no pudo evitar sorprenderse ante tal acto. "¿Acaso sabías que él estaba con vida y no me dijiste nada?"

"Hum, no es lo que crees. Yo también me enteré hace poco." Declaró, logrando que Penemue la soltara para escuchar su explicación. "Hace apenas tres días me enteré de que Issei está con vida."

"¡¿Tres días?!" Penemue no pudo hacer otra cosa más que gritar. "¡¿Cómo es que no se les ocurrió decírmelo antes?!" Ella concluyó, denotando que estaba muy indignada.

"No es que quisiéramos guardar ese secreto contigo. El problema es que nuestro encuentro fue demasiado." Penemue no entendió las palabras de Tiamat, aunque comenzó a entenderlo cuando ella se acercó a Issei y lo abrazó con fuerza.

"¡Veras, nosotros no pudimos controlarnos y tuvimos tres noches de pasión consecutivas!" La dragona exclamó con mucha felicidad mientras frotaba su mejilla contra la de Issei con mucho cariño.

"Espera, tres noches seguidas…" Los hombros de Penemue se cayeron, logrando que Azazel se riera por lo bajo.

"Te mentiría si te dijera que no tuve la misma reacción cuando me enteré." Comentó el Cadre con bastante gracia.

"Entonces…" Penemue volvió a mirarlos con ligera intensidad mientras se cruzaba de brazos. "¿Eso quiere decir que ustedes ahora son pareja?"

Tiamat detuvo su acto tierno y fijó su mirada en la Cadre. Una sonrisa radiante emergió de los dos amantes, indicando que estaban muy feliz de confirmarlo.

Penemue no necesitó palabras, con tan solo ver esa reacción era más que suficiente para ella.

"Ya veo…" Comentó la Cadre, para luego esbozar una sonrisa que nadie se esperaba. "En ese caso, espero que sean muy felices."

Un silencio un tanto incomodo se presentó tras sus palabras, algo que Penemue no esperaba en absoluto.

Ese silencio se rompió en el momento que Azazel aclaró su garganta.

"¿Querías saber que sucedió exactamente con Issei, verdad?" La pregunta de Azazel llamó la atención de todos, rompiendo ese ambiente extraño que se estaba generando entre ellos.

"De hecho, tampoco me has contado nada acerca de eso." Aclaró Tiamat, colocando un dedo sobre sus labios.

"¿Estuviste follando tres días seguidos con Issei, pero no fuiste capaz de preguntarle algo tan clave?" Declaró Penemue con ambas manos en su cintura, logrando que Tiamat se sonrojara hasta la muerte.

"¡No es mi culpa! ¡Me sentía realmente bien y solo quería disfrutar el momento junto a él!" Ella se escusó rápidamente, logrando que una pequeña sonrisa apareciera en el rostro de Issei y Azazel tras ver la interacción entre las dos damas.

"En ese caso, sería genial que nos contaras tu historia mientras cenamos algo. Tiamat preparó mucha comida para todos." Declaró Azazel, logrando que esa pequeña discusión entre amigas se aplazara para otro momento.

La cena comenzó y el castaño se encargó de narrar todo lo que había vivido desde su supuesta muerte, obviando ciertos detalles bastante importantes. También se habló acerca de la reunión que se daría dentro de una semana, y la suposición de que Ophis ya sabía todo lo que iba a ocurrir desde un principio.

"Pude entenderlo todo, pero hay ciertas cosas que son bastante raras." Aclaró Azazel, llamando la atención de Issei. "El sector que debiste atravesar es considerado el lugar más peligroso entre los Reinos, por lo que me parece bastante asombroso que lograras avanzar sin haber muerto. Especialmente si tenemos en cuenta que prácticamente te dejaron al borde de la muerte."

"En realidad, no les he contado todo. Ddraig dice que sería mejor narrar toda la historia cuando nos reunamos con Ophis, ya que ella parece saber que es exactamente lo que me está sucediendo." Aclaró Issei, y todos parecieron entender, a excepción de cierta dragona que se mostró un tanto curiosa.

"¿Eso tiene algo que ver con el cambio de tu aura de dragón?" Preguntó Tiamat, logrando que Issei se pusiera un poco nervioso.

"Esa es una larga historia…" Fue lo único que comentó, encendiendo el interés de Penemue y Azazel, pero Tiamat pensó en otra cosa en esos momentos.

"Hablando de la Lagartija Subdesarrollada, me parece curioso que no haya molestado cuando nosotros…" Tiamat se detuvo allí, esperando la típica respuesta quejumbrosa de Ddraig.

Era evidente que no solo ella se sorprendió cuando no hubo ninguna respuesta.

"Él dice que se quedó dormido ni bien comenzamos ya que respeta mi privacidad. Además, dice que dejes ese nombre tan degradante de una vez por todas." Aclaró Issei, llamando la atención de todos los presentes.

"¿Tanto se molesto que ni siquiera quiere decírmelo a la cara?" Tiamat se rio burlonamente, logrando que Issei sudara un poco tras escuchar como Ddraig gritaba maldiciones hacia ella con la remota esperanza que pudiera oírlo.

"Lo que sea. Creo que hay una pregunta más interesante…" Las palabras de Azazel hizo que todos le prestaran atención. "¿Solo nos has visitado a nosotros 3? ¿Todavía no fuiste con Rossweisse?"

"No podía hacerlo. Sabía bien que la conexión con Tiamat podría haberla afectado demasiado, así que quise ir primero a ella para saber si se encontraba bien. Después tú me dijiste acerca del cumpleaños de Penemue, así que aquí estoy…" Issei se inclinó de hombros al final, dejando las cosas bien claras.

"¿Eso quiere decir que no hablaste con ella acerca de tú y Tiamat?" Penemue indagó con una ceja alzada.

"Ella me había dicho de antemano que no le molestaba. En Asgard es común que las Valquirias compartan a un solo hombre por la escasez de guerreros masculinos." Fue la simple respuesta de Issei, haciendo que Penemue apoyara una mejilla sobre su mano.

"Aunque Ross esté de acuerdo, deberías haber hablado con ella primero. Esto te puede generar algunos problemas." Concluyó la Cadre, esbozando una diminuta pero visible sonrisa.

"Creo que ella lo entenderá." Aclaró Issei mientras se frotaba el cabello con una sonrisa dentuda.

"Yo no estaría tan segura, será mejor que te prepares." Las palabras finales de Penemue hicieron que la sonrisa de Issei vacilara bastante.

"En cualquier caso, creo que sería mejor ver como se encuentra. Hace un tiempo que no voy a verla." Tiamat se levantó de su asiento, preparada para marcharse.

"¿Tú no piensas ir?" Azazel fijó su mirada en Issei, quien aún estaba sentado.

"Aún tengo que darle un último regalo a Penemue." Ese comentario encendió la curiosidad de Penemue hasta niveles increíbles.

"Hmmm, creo que lo entiendo…" Azazel asintió para si mismo, emitiendo un aura misteriosa a su alrededor.

"¿De que se trata eso?" Le preguntó Penemue, luciendo ligeramente impaciente.

"Lo sabrás cuando vayamos a dormir, si es que me dejan quedarme aquí, claro." Explicó Issei, ganándose un pequeño asentimiento por parte del Cadre.

"Mi casa es tu casa, mocoso." Declaró el hombre con una sonrisa, sabiendo que Issei no tenía un hogar al cual volver.

"¿Tanto tiempo necesitas quedarte? Es decir, no me molesta, pero…"

"Es un secreto." Issei interrumpió a Penemue, logrando que la curiosidad de la mujer aumentara aun más, si es que eso era posible.

"¡Espero que disfrutes tu regalo!" Exclamó Tiamat con una pequeña risita, para luego enfocar su mirada en Issei.

Su expresión cambió drásticamente y se enfocó en agacharse frente a él para demostrarle una gran cantidad de afecto y amor desde sus hermosos ojos celestes.

"Te amo mucho, Issei." La dragona tomó su mejilla, haciendo una pequeña pausa. "Y muchas gracias por aceptarme. Incluso por todos esos defectos que poseo."

"Ya te lo dije antes, para mi no son defectos." Issei también acarició su mejilla, lo cual Tiamat ahuecó su rostro amorosamente ante su tacto. "Eres muy especial, y por eso te amo tanto." La dragona no pudo hacer otra cosa más que sonrojarse un poco ante tales palabras, aunque su expresión de felicidad demostraba lo emocionada que estaba tras escuchar esas palabras.

Ella le trasmitió todas esas emociones con un profundo y casto beso ante los ojos de Azazel y Penemue.

El Cadre pareció contento al ver esto, pero cuando enfocó su mirada en su compañera, éste se dio cuenta como una expresión bastante incomoda la adornaba al mismo tiempo que su rostro comenzó a girarse en contra de su voluntad para no verlos.

La sonrisa de Azazel se ensanchó un poco tras presenciar esto, ya que era obvio lo que sentía Penemue al ver como su mejor amiga podía besar al hombre que amaba, pero ella era completamente excluida de ese amor.

Por supuesto, ella no sabía que eso solo ocurriría hoy.

Unos minutos más tarde…

"¿Por qué estás en mi habitación?" Penemue fijó su mirada en Azazel, quien tan solo permanecía apoyado en la puerta con una media sonrisa un tanto engreída, algo que claramente no le hacia ni un poco de gracia.

"¿No vas a decirle lo que realmente sientes?" El Cadre le respondió con otra pregunta, logrando que Penemue se sentara en su cama al mismo tiempo que le entregaba una pequeña mueca cubierta de fastidio.

"Ya sabes bien mi respuesta, así que no me molestes." El tono de la Cadre se presentó muy cortante, aunque en vez de incomodar a Azazel, solo hizo que expulsara una corta carcajada.

"¿Tan encismada estás para querer que tu pasado siga arruinando tu futuro?" Esa sonrisa burlona que estuvo en el rostro del Cadre se transformó repentinamente en una expresión cubierta de seriedad, por lo que Penemue se vio obligada a mirar hacia otro lado.

"Nunca debería haberte dicho que lo amo…" Ella susurró por lo bajo, aunque fue lo suficientemente alto como para que Azazel la escuchara.

"Te dejaré sola por ahora para que puedas pensarlo." Declaró Azazel, despidiéndose de la mujer. "Por lo menos lograste tener un cumpleaños decente después de siglos, ¿no es así?" El hombre se detuvo en la puerta por unos segundos para decirle esas palabras.

La estoicidad habitual de Penemue se torció a una pequeña sonrisa, algo que aparentemente fue suficiente para Azazel, quien simplemente sonrió y cerró la puerta.

El Cadre se cruzó casi de inmediato con Issei en el pasillo. Ambos compartieron una mirada, la seriedad absoluta del castaño se vio un tanto opacada ante la sonrisa siempre relajada de Azazel.

Ambos caminaron sin decirse una sola palabra, hasta que el Cadre pasó a su lado y tomó su hombro. Ese gesto hizo que se detuvieran por un corto segundo.

"Buena suerte, mocoso." Fue lo único que dijo Azazel para luego continuar con su andar.

Esas palabras entregaron un poco más de confianza a Issei, quien miró la figura del hombre por un corto segundo, esbozando una leve sonrisa.

Penemue se acomodó con su típico camisón blanco que tapaba su voluptuoso cuerpo, y se cubrió debajo de las sabanas. La Cadre dejó ver un lado un tanto curioso de ella cuando se arropó hasta tapar la mitad de su rostro, mostrándose algo ansiosa por la pronta visita que estaba al caer en su habitación.

Penemue no tuvo que esperar mucho más, ya que varios golpes provenientes de la puerta no tardaron en ser escuchados.

"Pasa." Ella descubrió su rostro y se sentó sobre la gran cama matrimonial, viendo como el castaño entraba en su habitación.

Issei se detuvo para admirarla por un segundo, ya que se había olvidado lo hermosa que se veía con ese largo camisón que intentaba cubrir su cuerpo.

"Entonces, ¿vas a darme el regalo ahora?" Ella preguntó con condescendencia, pero sus ojos reflejaban bastante curiosidad y algo de ansiedad para saber de qué se trataba.

"Aun no. Primero me gustaría hablar contigo." Issei se quitó la bata que llevaba puesta, haciendo que un tenue rubor se dibujara en el rostro de la Cadre al verse sorprendida de que Issei solo estaba con su ropa interior.

Era algo natural, ya que solo fue una vez que ellos durmieron juntos casi sin ropa, y esa única vez casi termina violando a Issei.

"¿No te incomoda que durmamos juntos?" Issei se sentó en la cama, notando cierta inseguridad en la mujer.

"¡Para nada!" Esa inseguridad se esfumó tan rápido como apareció después de haber escuchado esa pregunta. "Quiero decir…" Penemue bajó un poco su mirada y tomó uno de los brazos de Issei. "Después de todo lo que sucedió, yo…"

"Lo entiendo. También estoy muy ansioso de poder estar junto a ti esta noche. Especialmente después de haber estado al borde de la muerte." Declaró Issei con un tanto de gracia al final, algo que evidentemente no causo la más mínima gracia en Penemue.

"No es gracioso." Esa declaración llamó un poco la atención de Issei, viendo como la Cadre estaba completamente seria tras decir esas palabras. "Acuéstate." Prácticamente fue una orden, pero Issei no tuvo problemas en acatarla.

Issei se acostó lentamente, para luego ser abrazado por Penemue, quien apoyó una mano sobre su pecho.

"En el momento que te fuiste…" La mirada de Penemue se tornó algo triste cuando comenzó a acariciar su pecho. "Aunque intente explicártelo, no encuentro una manera de hacerlo. No puedo decirte como realmente me sentí, pero puedo decirte la sensación…" Los ojos de Penemue se cerraron con fuerza tras recordar esos días que tuvo que afrontar.

Unas lagrimas comenzaron a emerger de sus ojos, ya que, aunque él ahora estuviera con ella…

Solo la idea de atravesar algo parecido de nuevo…

Solo con pensar esa idea…

La aterra por completo.

"Sentía como si alguien me hubiera extraído mi corazón con una navaja." Ella suspiró para intentar calmarse, aunque no funcionó. "Por esa razón, no quiero que vuelvas a bromear con eso nunca más."

Los ojos de Penemue se abrieron lentamente al sentir como una mano acariciaba su espalda. Un tenue rubor decoró sus mejillas al sentir como Issei apoyaba su frente con la suya.

"No te preocupes, nunca más volverá a pasar algo como esto." Issei se movió para poder abrazarla más fuerte, haciendo que sus cuerpos se apretaran bastante. "Recuerda que no importa que tan lejos estemos. No puede haber distancia entre nuestros corazones."

Penemue cerró sus ojos, aunque en esta ocasión, ella los cerró no por el miedo o por tristeza. Ella los cerró al sentir como era acobijada entre mantas de amor y cariño.

Ahora no estaba triste, ahora solo se sentía querida.

"¿Me lo prometes?" Ella volvió a abrir sus ojos, y su cuerpo se acercó inconscientemente, haciendo que sus pechos se apretaran con más fuerza sobre el torso de Issei.

"Lo prometo. Además, también quiero prometerte otra cosa…" Penemue se vio algo sorprendida cuando Issei se movió de forma repentina, colocándose sobre ella.

El castaño la miró por unos cortos segundos. Su mano se encargó de limpiar esas lagrimas que se habían formado en los ojos de Penemue, dejando presenciar una escena bastante memorable entre ellos dos.

"A partir de ahora confiaré en quien soy, y en lo que siento respecto a ti." Esa declaración solo confundió a Penemue, quien no pudo descifrar del todo su significado.

"No necesitas demostrar nada. Ya me trasmites todo lo que sientes por mí." La Cadre le sonrió, ahuecando su rostro en la mano de Issei que estaba acariciando su mejilla.

"Eso no es cierto." Esa respuesta tomó por sorpresa por segunda vez a Penemue, quien dibujó un lindo rostro confundido cuando agarró la mano que estaba acariciando su mejilla con sus dos manos. "Comencé a entender lo que realmente sentía por ti aquella vez que nos besamos en ese juego, ¿lo recuerdas?" Las manos de Penemue se apretaron con fuerza y un leve sonrojo apareció en su rostro tras el recuerdo.

Era imposible para ella no recordar algo tan maravilloso, aunque solo había sido un simple juego.

"Quiero seguir besándote. Quiero seguir acariciándote. Quiero seguir abrazándote." A estas alturas, los ojos de Penemue estaban muy ensanchados, pero lo que realmente la sacudió fueron las siguientes palabras:

"Solo quiero amarte."

Penemue no sabía como reaccionar ante semejante declaración de amor. Solo podía sentir como su cuerpo deseaba aceptar a Issei con todo su ser, pero su mente tenía una idea completamente diferente.

"Issei…" Penemue por fin pudo hablar, sintiendo como Issei estaba esperando una respuesta inmediata.

La Cadre no pudo evitar desviar su mirada hacia otro lado. Su corazón y su cuerpo entero se estrujó por lo que estaba a punto de decir.

"Perdóname, pero yo no siento lo mismo…" Penemue cerró sus ojos con fuerza, sintiéndose completamente devastada tras decir esas palabras.

Lo primero que pensó es que la relación de ambos nunca más podría ser igual que antes. Ella pensó que a partir de este momento es donde Issei se alejaría de ella.

Pero eso era lo correcto.

Era la forma de pagar sus pecados.

Evidentemente, nunca esperó lo que estaba a punto de suceder.

"Eso es mentira."

Penemue abrió sus ojos de golpe tras escuchar tales palabras, pero de lo que más se sorprendió era ver el rostro completamente serio de Issei mientras continuaba acariciando su mejilla.

"Lo sé, no es necesario que lo niegues. Deja de hacer lo que hice durante todos estos meses. Deja de intentar ocultar tus sentimientos por algo que sucedió en el pasado." Issei se detuvo allí, viendo como Penemue estaba completamente sin habla ante semejantes palabras.

Pero era obvio que eso estaba lejos de ser suficiente para liberarla de su propia sombra del pasado.

"Escúchame, la vida es nuestra, solo nuestra y la vivimos a nuestra manera. Esas palabras no son solo un decir, ya que realmente no importa nada más que eso. Esto fue algo que tu misma me enseñaste." Issei dejó de acariciar la mejilla de Penemue los ojos cubiertos de negación que ella tenía estaban comenzando a romperse lentamente.

"Pero…pero, aun así…" Penemue intentó hablar, sintiendo como las imagines de su pasado no paraban de golpearla, generando un gran muro alrededor de su corazón. "Aunque yo te quiera, debes saber que no soy…"

"Busco confianza, busco amistad, busco simpatía, busco amor, y todo eso lo encuentro en ti." Issei la interrumpió, haciendo que los hermosos ojos carmesís de Penemue se pusieran vidriosos. "Quizás no seas perfecta bajo tu propia perspectiva, pero para mi lo eres. Tu eres todo lo que busco en una mujer. Siempre lo supe, siempre te he querido y siempre he creído que eres simplemente maravillosa como ninguna. Porque no hay otra que sea igual que tú, no hay otra que tenga todos los encantos que tú tienes."

Las lagrimas comenzaron a caer por los ojos de Penemue al sentir como el muro que había creado alrededor de su corazón se estaba rompiendo ante las palabras que siempre había deseado escuchar de Issei.

Pero aún no era suficiente.

Penemue cerró fuertemente sus ojos, y los sollozos no tardaron en aparecer junto con su voz.

"¡Pero mi pasado…!"

"¡Nunca me importó lo que hiciste en tu pasado!"

Issei la interrumpió con un grito, logrando que los ojos de Penemue se abrieran a más no poder.

"¡Nunca me importó a cuanta gente mataste!"

"¡Porque yo lo sé…!"

Issei detuvo su arrebato, viendo como Penemue parecía completamente conmocionada ante sus palabras, siendo decorada por las lágrimas que no paraban de salir de su bello rostro.

"Porque yo sé quien eres realmente." Issei terminó en un tono mucho más tranquilo, sintiendo como las manos de la Cadre se aferraban fuertemente a la mano que estaba acariciando su mejilla.

Eso le dejó a entender que solo necesitaba una cosa más para que ella dejara de torturarse a sí misma.

"Además…" Issei inclinó su rostro lentamente al de ella, sintiendo como el cuerpo de Penemue se tensaba por completo.

"Sabes bien que Ludmiel nunca hubiera deseado que te torturaras de esta manera, Penemue."

En ese momento, el cuerpo de Penemue se relajó lentamente, dejando a entender a Issei que por fin se había aceptado a sí misma.

Entonces, no lo dudó y continuó bajando su rostro.

Penemue cerró sus ojos inconscientemente cuando sintió como la respiración de Issei golpeaba sobre ella, hasta que por fin sintió como una sensación húmeda cubría sus labios.

Las manos de la Cadre se aferraron con fuerza a los hombros del joven que la estaba besando, pero esa poca resistencia que quedaba en su cuerpo se esfumó en poco segundos cuando sus manos comenzaron a aceptar el beso, hasta que finalmente terminó abrazándolo tiernamente por la espalda, sus manos se apretaron sobre su piel de una forma bastante linda mientras aceptaba todo el amor que estaba entrando en su cuerpo.

Las lagrimas de Penemue continuaron saliendo, pero ahora eran de felicidad absoluta. No podía evitar sentirse tan increíble, incluso se sentía mucho mejor que aquella vez donde compartieron su primer beso. Eso era algo obvio, ya que ahora no se trataba de un juego, ahora se trataba de algo completamente real.

Y ella no podía hacer otra cosa más que derramar infinita felicidad ante eso.

Después de lo que pareció un largo minuto, sus labios finalmente se separaron, generando un pequeño sonido a lo largo de toda la habitación.

Penemue no dejó de abrazarlo ni siquiera por un segundo, por lo que sus cuerpos aún permanecían muy juntos.

"Entonces, ¿ahora si puedes decirme lo que realmente sientes?" Issei se encargó de limpiar las últimas lagrimas que salieron del rostro de Penemue, quien lucia algo agitada por el reciente beso que habían tenido.

"Te amo." Las manos de Penemue se aferraron con aun más fuerza sobre su espalda. "Te amo tanto que no serías capaz de entenderlo." Ella concluyó, entregándole una sonrisa repleta de amor al final, una sonrisa que Issei no tardó en corresponder.

"Lo entiendo muy bien." Issei tomó sus mejillas con cuidado ante la mirada atenta de Penemue, quien ya estaba deseosa de probar sus labios una vez más.

"Después de todo, yo siento exactamente lo mismo por ti."

Esas fueron las últimas palabras de Issei antes de sellar sus labios con Penemue una vez más.

En esta ocasión, la Cadre lo abrazó con aun más fuerza, y enredó sus piernas alrededor de su cintura para asegurarse que no se alejara ni un centímetro de su cuerpo. Ella definitivamente quería aprovechar este momento intimo para intentar demostrarle todo lo que lo amaba, aunque sabía que necesitaría siglos para poder demostrárselo por completo.

Sus labios se estuvieron devorando sin un final con la necesidad de trasmitir todos esos sentimientos de amor. Mientras tanto, las manos de la Cadre se dirigieron lentamente hasta las manos de Issei.

Su beso se rompió ante la falta de aire. Un hilo de saliva conectaba sus labios al mismo tiempo que sus manos se entrelazaban. La mirada de ambos no reflejaba más que amor y pasión mientras intentaban recuperar el aire perdido.

Finalmente, sus labios volvieron a juntarse sin previo aviso. Las piernas de Penemue se comenzaron a frotar con las de Issei, generando una fricción bastante provocativa. El cuerpo de la Cadre no tardó en calentarse ante la gran pasión que su cuerpo estaba soportando, por lo que sus alas de Ángel Caída no tardaron en aparecer y rodear a su amado en un lindo abrazo cubierto de suavidad.

Al sentir como las alas de la Cadre lo rodeaban, Issei comenzó a acariciarlas, logrando que gemidos silenciosos comenzaran a oírse por parte de ella, quien no podía evitar que el movimiento de sus piernas se acelerara más y más.

Los labios de ambos se separaron por tercera vez, y en esta ocasión el sonido final distintivo del beso fue opacado por un tierno gemido de la Cadre.

¡AVISO!

¡AVISO!

¡AVISO!

¡COMIENZO DE LEMON!

"Quiero pedirte algo." Comentó Penemue, posando sus manos en las mejillas del castaño, quien la miró con atención después de su pedido.

El rubor de la Cadre se intensificó un poco más, y sus labios se fruncieron por un corto segundo. No estaba segura si debía pedirlo, pero la realidad es que Issei ya se había dado cuenta de sus intenciones por como se movían sus piernas.

Finalmente, la mujer encontró el valor y se lo dijo directamente.

"Quiero que me toques los pechos mientras me besas." Penemue por fin pudo decirlo, logrando que una leve sonrisa apareciera en el rostro de Issei.

"¿No crees que deberíamos disfrutar un poco más de nuestros besos?" El castaño se burló un poco de ella, algo que Penemue no recibió muy bien.

"Soy una Ángel Caída. Tocaste el interruptor y ahora debes hacerte responsable." Ella ordenó con una mirada solemne en su rostro, para luego aferrar su agarre en las mejillas de Issei ante la sorpresa del mismo.

Esa sorpresa incrementó aun más cuando la Cadre arrastró su rostro a la fuerza y lo encerró en un beso bastante tierno que contrarrestaba con sus acciones y palabras previas.

Penemue tomó la mano de Issei y la llevó con cuidado hasta sus pechos. Issei no pudo evitar presionar su pelvis contra las bragas de su segunda amante con fuerza cuando sintió como su mano se escurría entre el escote gigantesco de la mujer hasta que finalmente llegó a la parte principal de sus senos. El gemido de Penemue fue ahogado por el beso cuando la estimulación anteriormente recibida se sumó a un gran apretón sobre uno de sus pechos.

Los labios de ambos se separaron rápidamente y los jadeos de Penemue tomaron un tono mucho más lascivo, algo que sacó una sonrisa en Issei.

"¿Aun estás segura de continuar? Te advierto que una vez que comienzo ya no puedo controlarme." Issei decidió seguir bromeando con la Cadre, aunque esta vez, ella no le tomó tanta importancia en sus palabras.

Estaba mucho más centrada en querer besarlo y quitarse esa prenda que en estos momentos solo estorbaba.

"Tampoco puedo controlarme, y no quiero hacerlo." Penemue empujó un poco a Issei para que se sentara sobre ella. "Ayúdame a quitarme el camisón."

Issei hizo caso de inmediato ante tal petición, comenzando a desabotonar el primer botón. Lo malo es que el escote era tan tenso que desabrochar los botones era bastante complicado, y Penemue siendo Penemue, perdió rápidamente la paciencia y terminó arrancando todos los botones ante la vista impresionada de Issei, quien sintió como su erección casi explota al ver como los grandes y suaves pechos de la Cadre rebotaron en libertad.

Issei no tuvo mucho tiempo para seguir admirándolos, ya que Penemue se sentó y lo encerró en un fuerte abrazo, para luego volver a besarlo. Las manos de Issei rodearon la espalda de la mujer con ligereza, sintiéndose completamente atrapado entre la cantidad de pasión y lujuria que estaban compartiendo en ese profundo beso.

Las manos de Penemue se hundieron en el cabello de Issei mientras lentamente comenzaba a caer hacia atrás, haciendo que él estuviera arriba de ella una vez más. El castaño se movió un poco hacia un costado sin separar sus labios en ningún momento, para luego comenzar a acariciar con cuidado uno de sus senos. Fue un tacto delicado y simple, pero incluso así Penemue no pudo evitar gemir.

Aun así, era algo que ella podía soportar. Por lo menos, hasta este punto.

Issei no era tonto en esto, y al notar sus reacciones tan sensitivas, el castaño no tardó en entrar en acción para hacerla sentir en el cielo.

Los ojos de Penemue se abrieron de golpe y el beso ahogó un profundo y largo gemido cuando sintió como el dedo de Issei se introdujo dentro de su pezón invertido, para luego apretar su seno con mucha fuerza. La Cadre se vio obligada a cerrar sus ojos con fuerza una vez más y su beso se rompió de manera sorpresiva cuando hizo su rostro hacia atrás para expulsar un gran gemido. Su cuerpo también reaccionó de forma violenta, haciendo que sus piernas se agitaran y desordenaran toda la cama.

"¿Qué fue lo que me hiciste…?" Ella le demandó con una respiración muy agitada mientras veía como Issei le sonrisa seductoramente.

"Solo estoy trabajando tus puntos débiles. Tú me dijiste que tus pechos eran muy sensibles cuando me aceptaste como alumno." Aclaró Issei, para luego acomodarse sobre el cuerpo de su amante mientras desmaterializada su ropa interior, haciendo que los ojos de Penemue se ensancharan bastante ante la sorpresa.

El gemido salió involuntariamente de sus labios al sentir como el gran y caliente pene de Issei golpeaba sobre su abdomen desnudo, y sus muslos comenzaron a frotarse ante la simple idea de pensar cómo se sentiría eso dentro de ella.

"¿Co-cómo puede ser tan grande…? Estoy segura que no era así..." Pensó la Cadre para sus adentros, quien no pudo evitar morderse el labio inferior al sentir como la erección de Issei recorría sobre su pelvis hasta llegar a sus senos.

"Si, Tiamat también pensó que era muy grande…" Comentó Issei al ver las reacciones de la Cadre, pensando que estaba más asustada que excitada, aunque era claramente lo contrario. "Esto va a doler, y más si es tu primera vez. Por eso debo estimularte todo lo posible para que te sientas genial."

"Espera, ¿Qué quieres decir con eso?" Penemue se mostró un tanto curiosa y dudosa de sus declaraciones, aunque rápidamente supo a que se refería cuando él posicionó sus dos manos sobre sus pechos.

Penemue enfocó su mirada en Issei, quien estaba a pocos centímetros de su rostro.

"Cuando digo eso, me refiero a…" Issei le dio un pequeño beso en los labios, para luego besar su mejilla, e ir bajando lentamente hasta llegar a su cuello y la base de sus pechos.

Penemue colocó un dedo sobre sus labios para intentar contener los gemidos que amenazaban con salir de sus labios, y la anticipación de sentir como los besos de Issei bajaban más y más hacia sus pezones invertidos solo hacia que se calentara aún más.

Finalmente, Issei junto ambas manos, y colocó los pezones frente a sus labios.

"¡ME REFIERO A ESTO!"

Issei prácticamente se comió los pezones de Penemue, y comenzó a chuparlos y succionar con gran fuerza.

"HHYYYYYAAAAAAAAAAAA!"

La espalda de Penemue se encorvó de una manera anormal y su rostro se fue hacia atrás. Sus piernas rodearon la cintura de Issei con mucha fuerza.

"¡AAAAAAAAHHHMMMM!"

Los gemidos de Penemue no se detuvieron en ningún momento, ya que Issei continuaba succionando y apretando sus pechos con gran entusiasmo. Eso hizo que su espalda se encorvara aun más y sus piernas comenzaron a temblar un poco cuando sintió como un gran orgasmo estaba formándose dentro de ella.

Issei observó su reacción con viveza, por lo que la abrazó por su espalda con mucho cuidado y lentamente se hizo hacia atrás, disfrutando ver como Penemue estaba en completo éxtasis y solo podía centrarse en sus gemidos y placer, por lo que no se dio cuenta de lo que estaba haciendo Issei.

Ella solamente se percató de ello cuando su orgasmo explotó justo al mismo tiempo que algo bastante grande entraba dentro de ella.

En ese momento, sus gemidos dejaron de escucharse y solo se escuchó una respiración ronca cuando sus ojos rodaron hacia atrás y su lengua apuntó hacia afuera sin su consentimiento.

Sus piernas temblaron con gran intensidad y un poderoso orgasmo salió despedido de su entrada junto con un poco de sangre.

El placer extremo no tardó en bajar los niveles, por lo que su cuerpo comenzó a procesar el dolor de ser penetrada por primera vez. Eso hizo que bajara rápidamente del clímax más placentero que había tenido en su vida, pero Issei no tardó en reclamar sus labios para que ese dolor no dominara su mente.

Penemue abrazó a Issei y correspondió el beso lento que se estaba gestando entre ellos. Sus ojos cerrados comenzaron a derramar lagrimas cubiertas de felicidad después de haber tenido la conexión que siempre había esperado con Issei.

Sus labios se separaron lentamente, aunque la distancia apenas era perceptible, ya que ambos habían juntado sus frentes para permanecer lo más cerca posible. Las manos de Penemue abrazaron la espalda de Issei con cuidado y el castaño la sostuvo de su cintura con delicadeza para que se sintiera lo más cómoda posible.

"¿Te duele?" Issei preguntó con bastante preocupación al ver como las lagrimas de la Cadre no paraban de caer.

"Duele, pero no me importa." Penemue llevó sus manos lentamente al cabello de Issei y lo apretó con cariño. "No me importa, porque ese dolor está a varios escalones por debajo de la felicidad que estoy sintiendo ahora mismo. Así que, sígueme cuidando de esta manera y no me sueltes…" La Cadre juntó sus labios con los de Issei una vez más, el beso lento y profundo se intensificó un poco más cuando Issei posó una mano sobre su mejilla.

El beso comenzó a ser cada vez más rápido y profundo a medida que la pasión comenzaba a desbordarse de sus labios. Las manos de Penemue se aferraron con fuerza a los hombros de Issei y comenzó a mover sus caderas lentamente.

Las cejas de ambos comenzaron a temblar cuando la estimulación de sus partes más intimas lentamente comenzó a inundar sus mentes. El poco dolor que tenía Penemue comenzó a transformarse en un placer sin igual a medida que el movimiento de sus caderas aumentaba cada vez más, hasta el punto de que sus fuertes gemidos cubiertos de placer y lujuria eran silenciados por los labios de Issei, quien no quería separarse ni un centímetro de la mujer que amaba tanto.

Ese acto silencioso pero intenso continuó por varios minutos, hasta que sus labios se separaron por fin. Un fuerte gemido ahogado se desprendió de los labios de Penemue cuando eso sucedió. Issei actuó casi al instante y le jaló el camisón, haciendo que Penemue alzara sus brazos para que pudiera quitárselo.

La prenda húmeda fue arrojada lejos y Issei no perdió la oportunidad de abalanzarse sobre ella, haciendo que quedara nuevamente debajo de él.

Issei volvió a juntar sus labios con Penemue, y los gemidos de la Cadre llegaron hasta el punto más alto cuando las caderas de Issei comenzaron a moverse muy rápido y fuerte, haciendo que el sonido de sus cuerpos húmedos chocando resonara por toda la habitación.

La cama matrimonial comenzó a agitarse bastante al mismo tiempo que hacia diversos sonidos un tanto extraños, indicando que estaba a punto de romperse.

El movimiento de caderas se profundizó aun más y los fluidos comenzaron a dispararse de la entrada de la Cadre cuando llegó a su clímax por segunda vez, un clímax que no parecía tener final.

Al sentir como las paredes de su amada se habían apretado demasiado, Issei separó sus labios de Penemue y dio un fuerte gruñido que fue acompañado por gemidos ahogados de su mujer que apenas podía procesar todo el placer que estaba sintiendo.

"¡Aquí viene!" Issei volvió a gruñir, para luego besar su cuello.

Issei separó sus caderas lo que más pudo y volvió a entregarle una profunda y última estocada tan fuerte que la espalda de Penemue se encorvó hasta más no poder, al mismo tiempo que sus piernas se estiraban con desesperación.

"¡AAAAAAHHHH HUMMMMMMMMM!"

Su gemido se fue apagando lentamente al sentir como su tercer clímax la golpeaba cuando una gran cantidad de semen fue disparado en su interior, haciendo que su cuerpo entero temblara y que sus ojos se perdieran por varios segundos.

Una gran cantidad de fluidos fue disparada casi de inmediato, manchando una gran cantidad de la cama.

Issei no se separó en ningún momento y continuó llenándola hasta la última gota, haciendo que el placer nublara por completo la mente de Penemue, quien apenas podía procesar lo bien que se sentía su cuerpo.

Sus alas volvieron a aparecer involuntariamente y rodearon a Issei, para asegurarse de que se corriera todo lo posible dentro de ella.

Después de estar disfrutando el clímax por varios segundos, Issei por fin se detuvo y sacó su pene aun completamente erecto, haciendo que Penemue diera un pequeño jadeo cubierto de placer.

"¿Estás bien?" Issei se sentó y la acomodó encima suyo, sintiendo que quizás se había dejado llevar un poco para ser la primera vez de Penemue.

"¿Bien? Eso fue increíble." Penemue lo volvió a abrazar, ahuecando su rostro en el hombro de su amante. "Hace tiempo que soñaba hacer esto contigo. Pero ni siquiera mis sueños se acercaron a lo que realmente fue." Esas palabras hicieron que Issei sonriera.

"Desde que nos conocimos, tú eres una de las únicas mujeres que siempre me produjo ese sentimiento de querer llegar tan lejos. Por eso puedo decir que siento lo mismo, y espero que podamos seguir disfrutando este momento tan especial por toda la noche. No solo eso, quiero que estemos juntos durante toda nuestra vida." Issei le dio un beso en la mejilla, para luego abrazarla con más fuerza. "Te amo."

Penemue se acurrucó aun más en el cuerpo de Issei tras ese gesto, y una bella sonrisa adornó su rostro.

"Yo también te amo."

¡FINAL DEL CAPÍTULO!

Siempre pensé que hacer lemons sería la parte más sencilla de esta historia, pero he de decir que son una de las cosas que más me ha costado hasta ahora. Escribir dos escenas sexuales seguidas no fue fácil, así que espero que ambas hayan quedado bien y que puedan disfrutarlas.

Como dije anteriormente, si tienes alguna queja, critica, o consejo que darme acerca de los lemons, soy todo oídos. Llevo muy pocas escenas sexuales y cualquier cosa puede ayudarme a profundizar y mejorar más en ello.

En general espero que hayan disfrutado el capítulo, y espero que nos veamos pronto para el tercer reencuentro.

Evidentemente, Ross no estará muy feliz de que Issei se haya acostado con Penemue y Tiamat sin su consentimiento, así que de seguro le deparará algo un tanto "oscuro" en el siguiente capítulo.

¡Muchas gracias por leer!