Capítulo 22
Al día siguiente…
Mi torpeza era una característica muy resaltante en mi desde que tenía uso de razón, y por ese motivo siempre le había atribuido a esto el hecho de que no era demasiado buena para los deportes, y cuando decía que no era demasiado buena era porque siempre había sido terriblemente mala al punto de que en la escuela era la última que solían escoger para los equipos de voleibol, y es que digamos que las pelotas y yo no éramos muy amigas.
Por esa razón el hecho de que se les haya ocurrido ir a jugar bolos no me emocionó al primer momento.
Miré mis pies un poco frustrada, el plan de venir a jugar bolos había salido completamente improvisado al punto de que solo estábamos Syaoran, Tomoyo y yo, solo faltaban dos días para que mi amiga volviera a Osaka y queríamos disfrutar el mayor tiempo posible con ella, sin embargo, no todos los chicos habían podido venir, por lo que eso nos dejaba a nosotros tres teniendo una velada en los bolos, la cual empezaba a hacerme enojar por no haber podido derribar un solo pin aún.
Vi cómo era el turno de Tomoyo, por lo que Syaoran volvió a su asiento junto a mi e inmediatamente al ver mi cara dedujo lo que me pasaba, por más que intenté disimularla.
-Puedes hacerlo – Dijo él animadamente haciendo que apartara la vista de mis pies – Solo debes lanzar la bola con un poco más de fuerza y más hacia el centro.
Bufé incrédula y lo miré – Lo he intentado durante la última hora y aun no logro hacer una sola jugada ¡soy malísima para los deportes!
Syaoran rodó los ojos – No se trata de ser buena o no, solo debes ponerle actitud.
Bueno, aunque no quisiera admitirlo él tenía un buen punto y estuve por decirle algo al respecto, sin embargo, Tomoyo regresó a la zona de los asientos y le habló a Syaoran mientras tomaba su celular para revisarlo – Fallé esa última, creo que mis posibilidades de ganarte se han esfumado, Li.
-Aún queda bastante juego por delante, así que ya lo veremos – Dijo el ambarino levantándose de su asiento y dejándome bastante confusa, se suponía que era mi turno, sin embargo, se dio cuenta de ello y decidió aclarar sus intenciones – Vamos, te explicaré paso a paso como hacerlo.
Torcí mi expresión mientras me levantaba y caminaba junto a él – Tu y Tomoyo ya me han explicado todo y aun así no lo logro.
Syaoran ignoró por completo mi protesta y espero a que tomara la bola para hablarme – Escucha, el secreto es lanzar la bola con un poco de rabia.
Esta vez quedé completamente desconcertada y estoy segura de que mi cara habló por si sola – ¿Rabia?
-Si, sé que suena descabellado, pero funciona – Respondió con total naturalidad mientras se ponía en posición – Debes poner tu brazo de esta forma y tratar de dejarlo justo así mientras te flexionas un poco para lanzar la bola con fuerza, además el truco es mantener la bola en el centro mientras mueves tu cuerpo un poco hacía la izquierda.
-Me está costando un poco procesar tantos pasos a la vez – Le dije con sinceridad viendo hacia los pines – ¡Mis brazos y piernas no tienen coordinación en lo absoluto! ¿Recuerdas lo que comenté una vez sobre la envidia que le tengo a los bateristas?
-Inténtalo – Respondió Syaoran ignorando mis protestas y dándome ánimos – Voy a estar justo aquí… Solo haz exactamente lo que te dije.
Suspiré resignada mientras veía la bola color verde entre mis manos, sentí la mirada de Syaoran sobre mí haciendo que el nerviosismo aumentara, sin embargo, decidí seguir sus indicaciones lo mejor que pude e intenté acatar sus instrucciones al pie de la letra, pero apenas logré lanzar la bola supe que no lo había hecho con la fuerza, o más bien la "rabia" suficiente, por lo que volví a fallar en mi tiro, sintiéndome realmente frustrada.
Me giré y vi a Syaoran – Te dije que era un fracaso en esto.
-No le pusiste suficiente rabia a esa jugada, pero lo demás lo hiciste bien – Contesto él ignorando mis quejas y sin dejar su ánimo, y, a decir verdad, creo que tenía más fe en mí de la que yo misma me tenía – Tienes una segunda jugada por hacer.
Aunque tuviera muchas ganas de abandonar el juego para no aumentar más mi frustración, decidí usar toda la rabia que había acumulado por no haber podido derribar ni un solo pin esa noche y la llevé al juego, no tenía demasiadas esperanzas y hasta creo que lo hice sin muchos ánimos, sin embargo, seguí las indicaciones de Syaoran y al lanzar la bola por primera vez vi un poco de esperanza cuando esta se mantuvo en el medio del canal y casi en cámara lenta vi cómo se derribaban varios de los pines, y creo que hacía mucho tiempo que no me emocionaba tanto por algo como cuando me di cuenta que solo quedaron en pie dos pines de los diez que en total formaban la torre, había derribado ocho de un solo golpe ¡apenas y lo podía creer!
Di un brinco de felicidad y miré hacía donde estaba Syaoran, quien estaba incluso más feliz que yo, sin embargo, llevó su emoción a otro nivel ya que lo siguiente que supe fue que se acercó a mi rápidamente y me abrazó al punto de levantarme del suelo por la diferencia de altura y haciendo que mi corazón se disparara en el proceso, ni siquiera pude asimilarlo del todo ya que decidí devolverle el abrazo al mismo tiempo que me mantenía agarrada de su cuerpo para no caerme, sabía que mi rostro debía estar completamente sonrojado, pero por primera vez no me importó porque había logrado algo pequeño, pero significativo para mí y él había sido parte de eso.
-Te dije que podías hacerlo – Dijo Syaoran poniéndome en el suelo de nuevo y sin dejar de sonreír de oreja a oreja – ¡Ocho de diez está más que bien!
- ¡No tengo idea de cómo hice eso! – Admití entre risas nerviosas sin dejar de verlo ¡tenía tantas ganas de besarlo!
-Sabía que ibas a hacerlo tarde o temprano.
-Pues ahora me siento menos perdedora que hace un rato – Dije tan emocionada como si Syaoran y Tomoyo no me llevaran la delantera con los puntos, aunque eso poco me importaba.
Syaoran y yo volvimos hacia donde estaba Tomoyo, quien, por cierto, apenas y se había dado cuenta de mi gran hazaña ya que seguía pegada a su celular, aunque eso no fue impedimento para alardear un poco de lo que acababa de pasar – ¿Viste eso? ¡Casi no puedo creerlo!
Tomoyo sonrió amablemente y se removió un poco incómoda mientras apartaba su celular – Si lo vi, aunque quería preguntarles algo a ambos.
Syaoran y yo nos miramos un tanto confundidos, Tomoyo no solía ser misteriosa y esta vez se veía hasta un poco nerviosa, había notado que desde que llegamos a los bolos no se había despegado de su celular al menos que fuera su turno para jugar y ahora necesitaba decirnos algo a ambos.
¿Acaso nos perdimos algo?
La amatista nos miró aleatoriamente y tras soltar un suspiro nos habló – Quería saber si al salir de aquí les importaba si invitaba a alguien a pasar el rato con nosotros.
- ¿Alguien? – Se adelantó a decir Syaoran aun algo confuso – ¿Te refieres a Eriol?
-Sabes que no tienes que pedirnos permiso si quieres verte con Eriol, era tu novio después de todo – Respondí aun sin entender porque estaba tan nerviosa.
Entonces fue cuando Tomoyo negó con su cabeza cuando entendimos la razón de su actitud – No es Eriol, se trata de alguien más.
Syaoran y yo abrimos los ojos de par en par y Tomoyo al darse cuenta de nuestra reacción volvió a tomar el mando de la conversación – Sabía que iban a reaccionar así, y sé que no he sido muy abierta con ustedes sobre Eriol y yo, pero la verdad es que desde que me mudé a Osaka las cosas cambiaron como no tienen idea… y conocí a alguien.
-Sabes que no íbamos a juzgarte de todas formas – Se adelantó a decir Syaoran – ¿Qué paso con Eriol?
-Caímos en la monotonía – Respondió Tomoyo bajando la mirada hacia sus pies – Juro que intenté que funcionara.
-Nos dimos cuenta de eso en el viaje a la Bahía de Tokio – Dije mientras tomaba su mano para animarla – Pero nunca mencionaste que las cosas estuviesen así.
-Pensé que podían tener solución, pero en este viaje Eriol ni siquiera me ha invitado a salir o algo – Admitió la amatista suspirando – Las relaciones a distancia apestan, aunque en serio quería que funcionara… pero conocí a alguien.
-Supongo que es con quien has estado mensajeándote todo el rato – Dijo Syaoran levantando los hombros – Sabes que soy partidario de hacer lo que te haga feliz, así como también estar con quien te haga sentir como tal.
-Sigo queriendo un montón a Eriol, pero las cosas ya no son iguales – Contestó Tomoyo suspirando pesadamente – De cualquier manera, este chico nuevo quiere verme al menos un rato.
La miré confusa – ¿Y no vive en Osaka como tú?
-Si, de hecho, lo conocí en el trabajo, pero también vino de vacaciones a Tokio – Dijo Tomoyo volviéndonos a mirar aleatoriamente – Entonces ¿qué dicen?
Syaoran y yo nos miramos aleatoriamente, por suerte sin siquiera decir una palabra ambos entendíamos un poco la situación de Tomoyo, aunque por mi parte no me terminaba de quedar muy claro si seguía saliendo con Eriol, sin embargo, preferí no entrometerme demasiado ya que era mi amiga y solo quería pasar un rato con el chico en cuestión, por lo que yo asentí con la cabeza al igual que Syaoran.
- ¡Genial! ¡Gracias, chicos! – Respondió Tomoyo acercándose para abrazarnos.
Syaoran y yo intercambiamos miradas por última vez mientras le devolvíamos el abrazo, aunque por alguna razón, algo dentro de mí me decía que aquello tal vez no era una buena idea, sin embargo, preferí no hacerle caso a esto porque lo que menos quería era entristecer a Tomoyo.
No obstante, a veces lo ideal era seguir tu instinto y esa noche me di cuenta de eso a las malas.
oOo
-Ese es el auto – Dijo Tomoyo indicando el vehículo que se había parado justo al lado del de Syaoran – Vamos, se los presentaré.
Syaoran y yo bajamos del auto para seguirla al mismo tiempo en que nos fijamos que un chico rubio se bajaba del vehículo, este era casi de la misma altura que Syaoran y se veía prácticamente de nuestra edad. Vimos como Tomoyo lo saludó efusivamente y de inmediato para mí fue obvio que quizás hayan pasado más cosas de las que Syaoran y yo sabíamos, sin embargo, preferimos no decir nada al respecto.
-Chicos él es Hiro – Dijo Tomoyo haciendo las presentaciones mientras nosotros estrechábamos nuestras manos con el rubio – Hiro, ellos son Sakura y Syaoran.
-Es un gusto conocerlos – Respondió Hiro amablemente.
-Syaoran y yo fuimos compañeros de trabajo antes de mudarme a Osaka y Sakura ha sido mi amiga de toda la vida, crecimos juntas – Explicó Tomoyo aun presentándonos.
-Eso es genial – Respondió el chico para luego señalar su auto – Saben, mi hermano esta adentro y podemos estar un rato ahí con él antes de decidir ir a algún otro lugar – Seguido de eso miró a Tomoyo y la abrazó por la cintura sin ningún tipo de pudor –Además, quiere conocerte.
Me di cuenta como Tomoyo se sonrojaba y sonreía, por lo que cuando nos dimos cuenta de que estaban por entrar a la parte trasera del auto, decidimos seguirlos, aunque me descoloqué un poco cuando Hiro habló dirigiéndose a Syaoran – Puedes ir en el asiento del copiloto.
A decir verdad, esto me causó un poco de nerviosismo, ya que no conocíamos al tipo en cuestión, sin embargo, Syaoran no puso objeciones al respecto y se dirigió al asiento del copiloto mientras yo iba en el asiento trasero junto a Hiro y Tomoyo. Al estar ahí fije mi vista en el piloto, era un hombre claramente mayor que todos nosotros y sostenía una cerveza en su mano, su cabello tan rubio como el de Hiro resaltaba incluso en la espesura de la noche del domingo.
-Chicos, él es mi hermano Shouta – Dijo Hiro animadamente – Shouta ella es Tomoyo, y ellos son sus amigos, Sakura y Syaoran.
Traté de estar serena, sin embargo, apenas crucé miradas con el sujeto algo no me cuadraba del todo, de hecho, me intimidó mucho y hasta sentí miedo por alguna razón, sin embargo, estaba con Syaoran y Tomoyo, además ella conocía a Hiro y si fuese alguien peligroso dudo que nos habría involucrado en algo como esto, por lo que traté de relajarme, o lo más relajada que podía estar cuando me di cuenta de que Hiro empezó a pasar sus manos por las piernas descubiertas de Tomoyo y esta lo abrazaba.
Casi pude verme a mí misma con Syaoran solo unos meses antes en la casa de Yamazaki, y lo sentí como una especie de karma, sin embargo, preferí llevar mi vista hacia el frente. Todavía no me sentía del todo cómoda por alguna razón y sinceramente, contaba los minutos para que volviéramos al auto de Syaoran.
Pasó un rato en el que solo hablábamos de cosas banales, aunque siendo sincera, yo simplemente hacía cortos comentarios y prefería estar en silencio, no sé porque me sentía tan incómoda en comparación con Syaoran, quien aparentemente había encontrado temas en común con Shouta, sin embargo, creo que todo esto quedó en segundo plano cuando este decidió hablarnos a todos.
-Saben, me considero una persona sincera, por lo que no les voy a mentir con esto – Dijo Shouta rebuscando algo entre sus cosas y luego de eso sacando lo que parecía ser un extraño polvo color blanco para el cual no necesité ninguna explicación y de inmediato lo aspiró sin ningún tipo de pudor – Espero que no les moleste.
Sentí como mi cuerpo empezaba a temblar de inmediato, jamás había estado tan cerca de las drogas en mi vida y era muy paranoica sobre los efectos que estas causaban en las personas, respetaba lo que todo el mundo hiciese con su vida, pero la sola idea de saber que yo estaba en un auto con un hombre que acababa de aspirar algo raro siendo este el piloto solo hizo que mi nerviosismo fuera en aumento y que por desgracia ahí se mantuviera.
Intercambié miradas rápidas con Tomoyo, quien seguía entre los brazos de Hiro, aunque a pesar de esto me di cuenta de que sus ojos también reflejaban miedo y un grito de auxilio, era exactamente la misma sensación que yo estaba experimentando y sabía que solo una persona tendría una buena excusa para sacarnos de ese auto lo antes posible, por lo que con las manos temblorosas tomé mi celular y texteé.
Vámonos de aquí, por favor… No me gusta como se ve esto – Sakura
Levanté la vista de mi celular y me decidí llamar la atención de Syaoran tocando su hombro rápidamente y le susurré en el oído en un tono apenas audible para mí misma – Revisa tu celular.
Por suerte, entendió lo que dije y aunque no tuve respuesta en el celular, si la tuve en vivo y directo ya que Syaoran de inmediato se dirigió a Shouta.
-Sabes amigo, creo que ya debería estar de regreso a casa y debo dejar a las chicas – Dijo cuidadosamente – Aunque en serio nos hubiese gustado pasar más tiempo con ustedes.
-Si, y Tomoyo y yo ya deberíamos estar en casa o mi madre se preocupará por nosotras – Agregué tratando de que mi voz no sonará tan temblorosa como en realidad estaba.
-Oh vamos, solo un rato más – Casi suplicó Hiro abrazando a Tomoyo.
-Este es el problema de seguir viviendo con los padres – Dijo Shouta arrastrando sus palabras mientras tomaba un sorbo de su cerveza – Todo es un jodido problema.
Fruncí el entrecejo ante esto, si bien sé que sabía que los 24 años no era precisamente bien visto seguir viviendo con tus padres, en mi caso no me molestaba ni me avergonzaba, además de que ese no era su problema, sin embargo, preferí guardarme mis comentarios y por suerte, Tomoyo saltó a hablar antes.
-Si, pero supongo que tendremos que irnos – Respondió ella sonriéndole al rubio que la abrazaba – Lamento que haya sido tan corto.
Vi como Hiro ponía cara de pocos amigos, sin embargo, vi luz al final del camino cuando él y Tomoyo abrieron la puerta del auto y seguido de eso Syaoran y yo los imitamos y luego de despedirnos de Shouta caminamos hacía el auto del ambarino mientras esperábamos por Tomoyo. Estuve a punto de dirigirme a Syaoran para desahogarme un poco de mi nerviosismo, sin embargo, para sorpresa de ambos, Hiro se subió al auto seguido de Tomoyo, dejándonos completamente desconcertados.
-Ehm… Hiro insiste en acompañarnos hasta que Syaoran nos deje en tu casa – Dijo mientras me miraba – Si no les molesta.
-Shouta nos seguirá y luego ya nos iremos a casa – Respondió Hiro sonriente mientras abrazaba a Tomoyo.
Sentí como un nudo se formaba en la boca de mi estómago ante esta nueva información, Shouta nos seguiría hasta mi casa ¡y juro que lo que menos quería es que ese sujeto supiera donde vivía! Supongo que también estaba sobreactuando un poco, sin embargo, no podía evitar estar completamente nerviosa sobre cualquier cosa que se tratara sobre él, simplemente lo quería lejos.
Por desgracia no pudimos encontrar ninguna excusa para deshacernos de Hiro esta vez, por lo que Syaoran empezó a conducir con dirección a mi casa mientras una canción de Paramore sonaba de fondo, y creo que por primera vez la música no me pudo calmar del todo.
Hiro bufó – ¿Qué es eso que está sonando? Nunca lo había escuchado, pero suena un poco depresivo.
Creo que si no hubiese estado tan asustada y ansiosa porque todo esto terminara creo que me habría puesto a debatir con él sobre porque consideraba Paramore depresivo, lo encontré hasta un poco ofensivo, sin embargo, estaba demasiado asustada como para pensar esto, por suerte, Syaoran me respaldó esta vez.
-Es Paramore, son nuevos y son bastante buenos – Se limitó a decir tranquilamente y envidié como es que podía estar tan sereno cuando yo estaba que me echaba a llorar en cualquier momento.
Hiro no dijo nada más acerca de la música de momento y simplemente seguimos en un camino silencioso hasta que por fin vi el inicio de la calle donde vivía, aunque, por otro lado, sabía que Shouta nos seguía en el auto que estaba detrás de nosotros y solo quería que aquello terminara de una vez por todas.
-Puedes dejarnos aquí – Dije cuando solo quedaba una cuadra para llegar al apartamento – No quiero que se te haga tarde para llegar a tu casa.
Syaoran me miró confuso – ¿Estás segura?
-Si – Respondí mirando de reojo a Tomoyo – Vamos.
Tomoyo ni siquiera me debatió aquella decisión y tomó la mano de Hiro para sacarlo del auto, sin embargo, antes de que esto sucediera el chico se dirigió a Syaoran – Hey amigo ¿no quieres venir a una fiesta con Shouta y conmigo?
Después de que vi a Shouta aspirando aquello pensé que nada podría ponerme más nerviosa esa noche, pero claramente me equivoqué, ya que un nuevo miedo se desbloqueó en ese instante. No quería que Syaoran se fuera con esos sujetos, creo que no podría dormir tranquila solo de saberlo.
-Syaoran debe volver a su casa, está bastante retirado de aquí – Se adelantó a decir Tomoyo mientras salía del auto y jalaba la mano de Hiro para sacarlo a él también.
Syaoran y yo nos quedamos solos y creo que pudo darse cuenta del miedo que estaba experimentando ya que de inmediato se acercó a mí y me abrazó, pero esta vez el abrazo era completamente diferente a los que habíamos compartido, de hecho, era todo lo contrario al que habíamos compartido solo unas horas antes en los bolos cuando logré hacer una jugada, y sinceramente, ese momento se veía bastante lejano y me costaba creer que solo habían pasado unas horas desde eso.
-Ya puedes tranquilizarte, todo va a estar bien – Dijo susurrando en mi oreja mientras seguía abrazándome.
Las palabras no salieron de mi boca en ese momento, de hecho, se quedaron atoradas en mi garganta, la cual quemaba a estas alturas anunciándome que estaba al borde de las lágrimas, sin embargo, quería hacerle saber que estaba preocupada por él, por lo que llevé mis labios hacia su mejilla recreando la misma escena de la noche anterior, pero esta vez era en un contexto completamente diferente.
Me separé de Syaoran para darme cuenta de que nuestras manos estaban entrelazadas, ni siquiera sé en qué momento ocurrió o quien lo empezó, pero no me importó, simplemente levanté la mirada y le hablé – Por favor, escribe un mensaje cuando estés en casa.
Ni siquiera me sentía en la posición de prohibirle ir con ellos, después de todo Syaoran era un adulto y podía tomar sus propias decisiones, sin embargo, creo que mis acciones hablaron por sí solas y simplemente me dirigí a salir del auto aun un poco temerosa de lo que fuera a suceder. Mi mano seguía sosteniendo la de Syaoran y no fue hasta que salí completamente del auto que estas se separaron y tuve que se sintió extraño.
Vi como Tomoyo se despedía de una forma no tan sutil de Hiro y seguido de eso ambas empezamos a caminar con dirección al edificio donde vivía, aunque apenas nos alejamos de los autos hasta que llegamos a mi casa Tomoyo no pudo dejar de disculparse por lo que paso.
-En serio lo siento muchísimo – Dijo ella viéndose también sobresaltada – Prometo que Hiro es un buen chico, pero yo no tenía idea de que su hermano hacia estas cosas, que vergüenza.
-No te culpes por esto, tu no tenías ni idea – Respondí sonriéndole de medio lado – Por suerte no pasó nada.
-En serio lo lamento – Dijo Tomoyo bajando la mirada avergonzada.
Esta vez fui yo quien se acercó a abrazarla, sabía que estaba lejos de tener la culpa de lo que pasó y que solo quería ver al chico. Llegamos a mi casa en cuestión de minutos tratando de no hacer ningún ruido para no despertar a mis padres o Akiho, y por suerte fue solo cuestión de un rato para que ambas estuviéramos recostadas en mi cama.
Me di cuenta como Tomoyo se durmió casi al instante mientras que yo no podía conciliar el sueño hasta saber que Syaoran estaba en casa. Las escenas de esa noche golpearon en mi mente y se reproducían como una película, desde mi pequeña victoria en los bolos hasta lo que vivimos hacía solo una hora y me costaba entender que todo había pasado solo en cuestión de una noche, por suerte, el mensaje que más había estado esperando apareció en la pantalla de mi celular.
Ya estoy en casa… ¿Cómo estás? – Syaoran
Tomoyo logró tranquilizarme un poco… y tu acabas de tranquilizarme diciéndome que ya estás en casa, y lamento como actué hoy – Sakura
Bien entonces es hora de que hablemos… Sé honesta conmigo ¿pensaste en que me iría con esos chicos? – Syaoran
Si, juro que jamás había esperado con tantas ansias un mensaje tuyo como este… Lo siento, estaba en medio de un ataque de nervios y paranoia – Sakura
No te estoy juzgando, de hecho, te entiendo bastante bien ya que me ha pasado, pero puedes despreocuparte, no voy a aspirar nada – Syaoran
Juro que llegué a sentir el corazón en la garganta y estaba al borde de las lágrimas… y en serio lamento haber actuado así, creo que todos notaron que estaba nerviosa – Sakura
No te preocupes por eso… después de todo, la primera parte del día fue bastante buena ¿no crees? – Syaoran
Admito que ese último mensaje me hizo sonreír de oreja a oreja e hizo que mi ánimo cambiara un poco ¡él estaba hablando de cuando nos abrazamos en los bolos!
Si, fue bastante buena… gracias por enseñarme a jugar bolos y por no dejarme sola hace una hora – Sakura
Para eso estamos, creo que deberías dormir un poco… Que descanses – Syaoran
Estuve tentada a decirle algo más, sin embargo, creo que esa noche mis acciones habían hablado mucho por sí mismas, y es que creo que las situaciones de peligro o adrenalina sacaban cosas que en otras circunstancias me hubiese cohibido a hacer o decir, por lo que me limité a responderle solo dos palabras.
Tú también – Sakura
Este sin duda había sido un día de locos, pero, así como Syaoran, yo prefería quedarme solo con la primera parte del día, donde yo lograba hacer una jugada en los bolos y él me levantaba por los aires entre sus brazos haciéndome sentir como la única chica en el universo.
Y con ese pensamiento logré conciliar el sueño tranquilamente.
oOo
N/A: ¡Hola a todos! Espero que su semana haya sido buena.
Por aquí les traigo este nuevo capitulo lleno de muchas emociones para Sakura, tanto buenas como malas.
Como les había mencionado en la N/A, habría un giro inesperado para Tomoyo, y es que como pueden ver visitar a sus amigos en Tokio no era su único objetivo ya que se ha estado viendo con alguien nuevo, pese a que la situación con Eriol no esta muy clara. Me pareció que sería interesante añadir una situación de este tipo (incluso si no es en los personajes principales), ya que me parece que es algo que pasa con muchísima frecuencia en la vida real.
Ahora yendo a lo del hermano de Hiro, quiero decirles, aunque se vea un poco random todo lo que pasó, es basado en una experiencia personal, por lo que todas las sensaciones de Sakura fueron muy reales. Y bueno, con Syaoran podemos ver que el día empezó muy bien y pasó por una baja cuando estuvieron en aquella situación, sin embargo, su lado positivo se mantuvo muy presente hasta el final.
Espero que les haya gustado y les agradezco a todos los que leen y comentan esta historia sin falta en cada publicación, hasta la más pequeña interacción me pone feliz :D
Nos leemos en el siguiente.
Un abrazo enorme.
ACLARATORIA: Esta historia es de mi autoría, no existen colaboraciones con nadie y en el caso de que las hubiese se le darían sus respectivos créditos. Esta historia solo es publicada a la fecha en las plataformas FanFiction, Wattpad y AO3; si está en alguna otra es porque no está autorizada por mi persona y se considera plagio. No se permite la copia y/o adaptación de esta historia.
