TWO HEARTS IN A FISHBOWL

DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.

...

Capítulo 16. Inesperado despertar.

Sakura y Neji eran conscientes de que esa era la última vez que se verían en su punto de reunión personal para conversar de todo y nada a la vez.

Los últimos días, la pelirrosa había estado oscilando entre la positiva perspectiva de que podría mantener con éxito una relación a distancia con Sasuke y la negativa posibilidad de que sus vidas y ocupaciones separadas los terminaran alejando.

Tenía a su favor el inmutable hecho de que sus sentimientos por él eran lo suficientemente fuertes como para resistir el no tenerlo cerca todo el tiempo, como lamentablemente se había llegado a acostumbrar luego de tanta convivencia juntos.

Pero, al mismo tiempo, no podía evitar pensar que estaban encaminándose a un momento de sus vidas en el que las responsabilidades o la cotidianidad que su llegada a la adultez conllevaba podría ser más que suficiente para hacer cambiar los sentimientos de su novio por ella o tal vez incluso los suyos por él.

Además, Sakura no podía dejar de lado que tenía demasiadas cosas en que pensar y que arreglar respecto a su futuro y su complejo panorama familiar.

—¿A qué universidad piensa ir Sasuke? — Neji

Interrumpió sus cavilaciones mentales con un interesante cuestionamiento.

—Va a tomarse un sabático, mientras averigua a qué quiere dedicarse — respondió con una sonrisa al evocar la seguridad con la que él le había comentado sus planes —. Se rehúsa a tomar una decisión tan importante como esa sin estar listo y sin experiencia en el mundo real. Sé que suena despreocupado, pero a mí me parece que está tomando el camino más sabio.

—Pienso igual ¿Y sus padres están de acuerdo con lo que va a hacer?

—No creo que tengan elección si no lo están, porque Sasuke-kun no se molestó en enviar ninguna solicitud a alguna universidad — ella soltó una pequeña risa que su acompañante imitó, porque eso justo sonaba como algo que un tipo como él haría —. ¿Qué hay de ti?

—Mi padre y mi tío habían estado insistiendo en que probara suerte en la facultad militar de medicina en Iwa, pero me negué ya que estoy un poco harto de toda esta estructura y disciplina y quiero probar vivir de una manera diferente — respondió sin titubeos y luego levantó la galleta mordida que estaba consumiendo frente a su rostro —. Como esto, por ejemplo, quiero poder como lo que quiera cuando quiera, sin restricciones impuestas por los demás. Por eso aplique a la facultad de literatura de Kumo. — la mención de la ciudad donde había estado viviendo los últimos años dejó a Sakura sorprendida y al mismo tiempo contenta, aunque él no sabía que residía en ese lugar ya que nunca se lo había contado —. Aún no recibo los resultados, pero, en caso de que no me acepten pienso hacer un voluntariado en otro país mientras me preparo para volverlo a intentar.

—Eso suena tan... Maravilloso — ella comentó genuinamente tocada por la valentía de Neji para tomar las riendas de su vida y dedicarse a vivir como siempre había querido hacerlo.

—¿Y tú que plan tienes? — él la increpó ya que estaban en el tema.

—¿Yo? ¡Oh no! Yo... Aun me falta un año de preparatoria y... — lo que estaba por decir se le escapó en cuanto se dio cuenta de que antes de prepararse para su futuro tenía que ocuparse de su presente —. Y bueno, primero necesito averiguar qué haré cuando nos vayamos de aquí.

Anteriormente, Neji ya había escuchado con atención todo su relato sobre su complicada vida familiar fuera del campamento, así que comprendía que debía ser el doble de difícil para ella saber cómo proceder con su vida cuando tenía ese tipo de falta de apoyo.

Fue entonces que la pregunta perfecta para ayudarla apareció en su mente.

—Dime ¿Qué harías si tuvieras total libertad y ni un solo problema que te aquejara?

En cuanto lo escuchó, la joven volteó a verlo ligeramente confundida, tanto por su inesperada pregunta como por la respuesta que debería darle a algo así y necesitó un momento para reflexionarlo.

Aunque no se había puesto a pensar en profundidad sobre ello, era consciente de que iba a tener que apañárselas completamente sola llegado cierto momento, como en el inicio de su educación universitaria.

Pero, aunque admitía sentirse tonta por considerar la posibilidad, hasta antes de llegar a "Atlantis" llegó a esperar que su padre o su hermano le tendieran una mano se ofrecieran a guiarla cuando iniciara su etapa hacia la adultez.

Solo que eso se veía cada vez más lejano e improbable.

Su padre no podía ver nada que tuviera que ver con ella como algo más que un problema y Sasori ni siquiera había podido poner la atención necesaria para llenar correctamente su solicitud al campamento.

Así que, aunque no quisiera, iba a tener que vivir e ingeniárselas por si sola en un futuro próximo.

Y si tenía que estar por su cuenta, sin darle explicaciones o viviendo bajo el yugo de alguien más...

—Tal vez, estudiaría fotografía — respondió con la mirada fija en el atardecer frente a ambos.

—Es una gran idea, tienes mucho talento y es algo que te hace feliz — Neji sonrió por su acertada decisión —. Además de que ser fotógrafo es un trabajo que te permitiría viajar a muchas partes y conocer muchas personas. Que es básicamente lo has hecho aquí en "Atlantis". — ella no dijo nada, prefiriendo guardar silencio para que él elaborara más sobre el tema —. Solo piénsalo, tomaste esta experiencia de ser una campista y la convertiste en la perfecta oportunidad para canalizar y plasmar tu talento y conectar con todos los amigos que has hecho gracias a él, dime ¿Cuantos pueden decir que han hecho algo así de provechoso en su estadía ahí?

—N-no lo sé, pero... Tal vez tengas razón, Sasuke-kun dice que mis fotografías no solo congelan los recuerdos en el tiempo, sino que también son capaces de transmitir sentimientos e Ino me ha dicho muchas veces que siempre se siente muy bien consigo misma cuando la fotografío — contó con un positivo tono de voz.

—Imagina lo que lejos que podrías llegar si consigues hacerle sentir eso a las personas con las que trabajaras en el futuro — el soldado la animó a reconocer su alcance —. ¿Quién sabe? Tal vez un día incluso seas famosa.

—Pero... ¿Y si realmente no soy tan talentosa como creo y no llego a tener éxito?

—Entonces serás como yo y el resto de simples mortales, llevando una modesta pero plácida vida haciendo lo que amas — él se encogió de hombros para luego filosofar algo que la dejo aún más reflexiva —. La vida no se trata de tenerlo todo en grandes cantidades o de llegar a lo que se considera lo más alto, sino de disfrutarla y hacer funcionar los dones con los que nacemos para sobrevivir y, al mismo tiempo, vivir.

La impresión que sus palabras le causaron a la pelirrosa fueron visibles en su expresión y, luego de internalizar el mensaje de esperanza que él quería darle, la hicieron dedicarle una dulce sonrisa.

—Tienes razón Neji, como siempre... — lo abrazó poniendo un brazo alrededor de sus hombros para atraerlo hacia ella hasta que sus cabezas pegaron una con la otra —. Espero tú también puedas llegar a más criaturas perdidas y necesitadas como yo cuando transmitas tu sabiduría en tus libros.

—Gracias, voy a esforzarme por ello — él sonrió al tiempo que mordía otra galleta —. ¿Tú prometes esforzarte por ti misma también?

—No tengo de otra... — ella fue sincera, aunque luego le dio una mejor respuesta que pudiera satisfacer lo que su amigo quería escucharla decir —. Pero sí, te prometo que voy hacer todo en mi poder para estar bien.

—¿Y vas a seguir siendo mi amiga aun a la distancia? — la presionó con algo más que también necesitaba saber.

—¡Por supuesto! Así que prepárate, por qué soy de las que envía mensajes todos los días y en cuanto tenga mi teléfono y te agende vas a desear poder bloquearme.

—Hasta el momento en que podamos hacernos visitas el uno al otro, voy a agradecer que sea así.

Ese día ninguno de los dos se dijo adiós, a pesar de que sería el último día de ese verano en el que se verían, pues estaban seguros de que como buenos amigos que eran terminarían por reunirse en un futuro próximo.

Además, Sakura hablaba en serio sobre mantenerse en contacto insistentemente, porque ahora no visualizaba su vida sin ese amigo al que deseaba con todo su corazón poder emular en sabiduría y seguridad.


Días después de esa útil conversación con Neji, la pelirrosa despertó muy temprano por la mañana para alistarse, sorprendiendo a su novio, que muy apenas podía abrir los ojos cuando la alarma sonó, apareciendo aseada, vestida y peinada con gran esmero.

—Te ves hermosa — y aunque él no se encontraba completamente despierto y en sus cinco sentidos, elogió su apariencia, consciente del trasfondo detrás de ella.

A una semana de que su estadía en "Atlantis" llegara a su fin, el campamento había organizado un día de convivencia familiar para el que todos los seres queridos de los campistas estaban invitados. Esto con el propósito de pasar un agradable rato conociendo el lugar donde sus hijos se habían desenvuelto durante el verano.

Lo que quería decir que los Uchiha, liderados por Mikoto, quien manifestó que no se perderían la fecha por nada del mundo, estarían ahí.

Ellos no tenían idea de su relación, en cambio creían que eran solo buenos amigos, pero dado que sabían de su existencia y se habían mantenido en contacto con Sakura, la pelirrosa quería dar una buena impresión.

Incluso, aunque ella misma se decía una y otra vez que sus padres eran adorables y que no debía tener miedo de conocerlos, era obvio que estaba nerviosa.

Algo que quizá él entendería si estuviera en su posición, pero la realidad era que no lo estaba ni lo estaría.

De parte de su novia nadie iría a dicha reunión, lo que ella manifestó que era lo mejor debido a que así podía concentrarse únicamente en conocer a sus padres. Tanto era su compromiso con esa tarea que había estado ignorando las sospechosas llamadas que su padre le había estado haciendo, para así no contarle del evento.

Aunque también cabía la posibilidad de que eso se debería a que no quería escucharlo negarse a asistir.

De cualquier manera, ahora tenía muy fijo en la mente el propósito de pasar un agradable día para agradecer la atención que los amables Uchiha tuvieron con ella a través del teléfono, así que no era momento de increparla sobre sus propias cuestiones familiares.

Cuando Sasuke dijo que ella se había esmerado en verse hermosa ese día lo decía en serio.

El muy conocido vestido largo, color hueso y con la espalda descubierta que había usado el día de su primera cita se veía impoluto sobre su delicado cuerpo; había rizado sus pestañas deteniéndose de usar mascara para no verse muy recargada y coloreó sus labios con un tono rosado que los hacia lucir naturales y más voluptuosos y a su largo cabello lo había dejado caer suelto sobre sus hombros sin ningún arreglo.

Antes de salir de su cabaña para colaborar con lo poco que faltaba de preparar para la llegada de los padres, Sasuke tomó a su novia por las mejillas y le dio un casto beso en los labios seguido de uno más tierno en la frente, recordándole al oído que sus padres ya la apreciaban y que no tenía nada que preocuparse.

Lo cual resultó ser más que verdad cuando alrededor del mediodía los Uchiha hicieron aparición en "Atlantis".

A diferencia de su novia, lo máximo que Sasuke había hecho por lucir presentable fue quitarse los aretes y esconder en la medida de lo posible sus tatuajes, lo que fue un gesto que agradó a su padre en cuanto lo vio.

—¡Oh mi Sasuke! — Mikoto caminó desde la entrada con los brazos extendidos mientras se acercaba hasta él para tomarlo por las mejillas y apretárselas, avergonzándolo al ser visto por Naruto y Kiba.

—Hola mamá, gracias por venir — consiguió decir dándole un respetuoso asentimiento a su padre, quien apenas lo miro distraído por su escrutinio al lugar y luego dirigiéndose a Itachi con una media sonrisa.

—Así que este es el famoso paraíso en el que has estado viviendo — Fugaku reflexionó en voz alta.

—Yo lo escogí — Itachi le guiñó un ojo a su padre juguetonamente, algo que no le hizo la menor gracia al hombre.

—Es un lugar muy bonito — su madre reconoció enganchando su brazo al de su hijo menor para comenzar a caminar y ver más del campamento —. Y yo sé que quisieras quedarte aquí, pero de verdad estoy impaciente porque regreses a casa, te extrañamos mucho.

—¿Todos? — pregunto irónicamente dándole un vistazo a su padre.

—Sí Sasuke, todos — él mantuvo la paciencia a pesar del jugueteo de sus hijos.

—¿Y bien? ¿Dónde está Sakura? — Itachi lo increpó mientras volteaba en todas direcciones buscando a la joven que había visto en fotos.

—¡Sí Sasuke-chan! ¡Llevanos con ella ya! ¡Estoy ansiosa por conocerla! — el ánimo de su madre se disparó cuando la recordó.

—Debe estar en la cocina, se ofreció a ayudar un rato allá adentro — a sabiendas de que por el momento su novia estaba ocupada, Sasuke los llevó a dar un recorrido por el puente de madera.

—Su cabello... ¿Es natural hijo? — Fugaku preguntó genuinamente dudoso, algo extraño viniendo de un hombre rígido, seguro y que se creía que lo sabía todo como él —. Porque me parece demasiado extravagante que una niña de su edad se lo pinte de ese color y...

—Si papá, es natural y aunque no lo fuera ese no es asunto nuestro — el chico respondió con recelo, volviendo a esa dinámica de tira y afloja que eran tan habitual entre su padre y él.

—Ni se te ocurra preguntarle eso a esa criatura, vas a hacerla sentir rara — su madre se adelantó a cualquier comentario incómodo que su marido pudiera hacer, recibiendo un gruñido como aceptación a su orden —. Ay Sasuke todo aquí es precioso hijo, pero de verdad quiero...

Antes de que pudiera completar su frase, la mujer de cabellos negros y facciones elegantes a la que su hijo menor tanto se parecía, se encontró con la aparición a lo lejos de la persona que tanto quería ver.

—Ahí tienes lo que buscas Mikoto — su padre también divisó a la joven delgada de cabello rosado, que estaba en el muelle tomando una foto familiar de Ino y sus padres con un teléfono.

Sin decir ni una palabra o esperar a nadie, la matriarca emprendió camino a un paso considerablemente rápido para ir a ver a la chica, siendo seguida de inmediato por Sasuke, quien tenía miedo de dejar a su novia en manos de su incomoda familia.

—¡¿Sakura-chan?! — la pelinegra llamó a la joven cuando está estaba regresando el teléfono a Ino y despidiéndose de sus padres, haciéndola voltear en automático, siendo tomada por sorpresa al instante por un fuerte abrazo —. ¡Me alegra mucho por fin conocerte cariño!

—¿U-Uchiha-san? — Sakura parpadeó impresionada cuando la mujer la soltó, encontrándose de frente con una versión femenina, aunque más madura de su novio.

—Llamame Mikoto cariño — la emocionada mujer le ahueco el rostro por las mejillas para verla con detenimiento.

—Sakura, ella es mi mamá — Sasuke se la presentó con una mueca, apenado por la efusividad de su progenitora. Detrás de él también llegaron Fugaku e Itachi por lo que también tuvo que introducirlos a ellos —. Y él es mi padre y este de aquí mi hermano mayor.

—Es un placer conocerlos a todos — ella se separó con delicadeza de la mujer para inclinarse en una respetuosa reverencia, volviendo a ser apresada por Mikoto al instante en que se incorporó.

—Mamá por favor... — el menor de la familia no quiso sonar suplicante, pero fue justo, así como lo hizo.

—¡Es que mírala, Sasuke-chan! ¡Es toda una muñeca!

—Eres aún más hermosa en persona que en fotos, Sakura-chan — Itachi apoyó la afirmación de su madre con una carismática sonrisa que hizo sonrojar a la joven.

Luego de más embarazosos cumplidos que era difícil concluir si tenían más nerviosa y avergonzada a Sakura o a Sasuke, todos se sentaron una de las mesas de picnic que habían distribuidas por el centro del campamento, en las que una serie de aperitivos y bebidas ya estaban disponibles para ser disfrutadas por quienes quisieran ocupar cada mesa.

La mayoría ya estaban ocupadas teniendo a más de dos o tres invitados por campista, mientras estos compartían con sus familiares sus experiencias del verano o recibían las de sus padres sobre cómo estaban las cosas en casa sin ellos.

—¿Tus padres no vienen cariño? — Mikoto, quien estaba sentada a un lado de la joven, prensada a su brazo con afecto, la cuestionó inocentemente.

Por el rabillo del ojo la pelirrosa divisó a su novio, quien nada más escuchar la pregunta se odio a sí mismo por no haber alertado a sus padres sobre no hacerla, pero, entendiendo que el pelinegro no tenía ninguna culpa, Sakura sonrió para la mujer eligiendo responder con sinceridad.

—Me temo que no Mikoto-san, este tipo de cosas no son algo a lo que les pueda pedir venir.

—Todos somos personas ocupadas, no te sientas mal — Fugaku intervino en pro de los ausentes padres de la chica, aún si no sabía si realmente no les había sido posible asistir o simplemente no habían querido hacerlo.

—Lo sé, gracias señor, por eso creo que es muy lindo que vinieran a ver a Sasuke-kun — ella hábilmente cambió el tema —. Me ha hablado mucho sobre ustedes y según sé también son personas con una agenda apretada.

—Bueno, teníamos que venir a comprobar la maravilla que este lugar hizo en nuestro bribón — Itachi abrazó por los hombros cariñosamente a un irritado Sasuke —. Dinos Sakura-chan, ¿Realmente ha sido tan bueno contigo como expresaste por teléfono? Siéntete libre de decir la verdad, no dejaremos que te amedrente si te obligó a mentir.

—No, de verdad ha sido muy gentil y considerado conmigo — ella repitió con una suave risa observando con un tenue rubor en las mejillas a su novio —. Aunque admito que a veces es algo complicado adivinar cuando está o no de humor, pero por lo demás es muy respetuoso, dulce y amable.

Mientras ella continuaba enumerando las cualidades de Sasuke como compañero y amigo, los Uchiha internamente reflexionaron sobre la calidez y gran estima que la pelirrosa tenía para el chico normalmente duro, terco y apático con el que ellos convivían cuando estaba en casa.

Tal vez su comportamiento se debía a que Sakura era una presencia femenina con una marcada personalidad afable, pero, aun así, resultaba increíble que esa persona que ella describía fuera el mismo que ellos conocían desde la cuna.

Después de comer y conversar un poco sobre las cosas que habían hecho mientras estuvieron en el campamento, obviamente omitiendo sus peleas más fuertes y reconciliaciones más apasionadas, la pelirrosa se retiró respetuosamente de la mesa para darles un tiempo a solas.

Cosa con la Mikoto e Itachi no estuvieron muy de acuerdo, pero que Fugaku agradeció enormemente pues deseaba conversar con su hijo a solas.

—Te has portado realmente bien aquí ¿Verdad Sasuke? — su padre lo cuestionó observándolo fijamente. No se lo había dicho, pero fue constante al llamar a Kakashi para averiguar el comportamiento de su hijo, no recibiendo más que elogios de él, parecidos a los que la niña de ojos verdes proliferaba con tanta seguridad —. Dime ¿Piensas seguir así cuando volvamos a Oto?

—Ese es mi plan, supongo — el joven se encogió de hombros no muy seguro de poder afirmar que así sería, aunque también quería aclarar que esas eran sus intenciones independientemente de resultado —. Descubrí aquí que puedo estar bien y en paz sin causar problemas y tengo el propósito de hacer que en casa sea igual, solo que no tengo claro cómo.

—Descuida Sasuke-chan, vamos a ayudarte en lo que nos pidas, así requiera mudarnos al campo si lo que te hace bien es la naturaleza — Mikoto era muy dada a apoyar y mimar a su hijo menor sin restricciones o si su marido estaba de acuerdo o no.

—Sí o también te apoyaremos si decides recluirte en un convento — Itachi agregó con humor haciendo sonreír a su hermano menor, expresión que desapareció paulatinamente hasta volverse reflexiva.

—Gracias, pero, solo... Solo necesito que tengan un poco más de paciencia — el joven pidió bajando la mirada, antes de morderse el labio e inclinarse en una leve reverencia que más que nada se dirigió a su padre, dejándolo francamente sorprendido —. Por favor.

—Hijo...

—Sé que puedo cambiar papá — el joven interrumpió a su padre para seguir con su discurso, sin incorporarse —. Me gusta como soy ahora y me siento cómodo conmigo mismo como nunca lo he estado antes, así que... Si me das un poco de tiempo para descubrir cómo mantenerme así, podré conseguir que sea permanente.

—¡Ay, mi niño! — su madre se levantó de su asiento para abrazarlo obligándolo a dejar de ver al suelo —. Por supuesto que sí.

—Por ti esperaríamos hasta el fin de los tiempos, Otouto — Itachi imitó la emoción de su madre uniéndose al abrazo de oso.

Sasuke los estrecho a ambos contra sí como agradecimiento por su apoyo y una vez que se separaron observó a su padre expectante y ligeramente nervioso por recibir una respuesta.

—Ya te he esperado más de 10 años, no me voy a morir si necesitas un tiempo más — el hombre finalmente respondió adornando sus palabras con la sonrisa más agradable que Sasuke lo había visto dedicarle en toda su vida.

Volviéndose así la exacta representación del padre gentil, amoroso e interesado en su bienestar que Sakura siempre opinó que era.

No hubo otro gesto meloso de su parte luego de eso, cosa que el menor de los Uchiha agradeció porque eso ya hubiera sido demasiado, por lo que continuaron conversando de otras cosas.

—¡Sasuke! Te juro que, si saliendo de aquí no haces a esa preciosa muñeca tu novia, voy a darle toda tu herencia al perro del vecino — en un momento dado, su madre prometió mientras miraba con adoración a la joven pelirrosa que había sido invitada a sentarse en la mesa de los coordinadores.

—O si él no está interesado, yo puedo hacerla tu nuera mamá — Itachi comentó inocentemente, ganándose una mirada hostil de su hermanito.

Tal vez si no fuera porque arriesgaba mucho su recién obtenida confianza y buena imagen les hubiera dicho que en realidad ella ya era su pareja desde hacía un tiempo, pero lo mejor era dejarlos con la expectativa hasta que no hubiera problema alguno en decir la verdad.

—Quizá lo haga — aceptó fingiendo considerar la posibilidad —. Sakura sería una buena novia para mí.


El resto del evento transcurrió entre actividades y juegos para que todos convivieran con sus hijos y conocieran el tipo de compañerismo que estos habían desarrollado como campistas.

Sabiendo que la pelirrosa estaría sola durante el día, tanto Sasuke como Temari e Ino se pegaron a ella, esforzándose por hacerla sentir incluida, algo de lo que incluso los adultos se dieron cuenta.

Sakura no había manifestado sus pensamientos en voz alta respecto a lo triste que era no tener a nadie que quisiera crear esas buenas memorias familiares, en una etapa en la que los hijos estaban por volar del nido y había que aprovechar cada momento disponible con ellos.

En cambio, había hecho a un lado cualquier reflexión sobre su vida cada que veía al amoroso padre de Ino llenar de cumplidos y mimos a su hija, al extenso grupo que había venido para ver a Chouji o a la pequeña y, a pesar de todo, muy unida familia de su novio.

Aunque siendo sincera no había tenido tan difícil la tarea de distraerse, pues Mikoto e Itachi todo el tiempo estuvieron pendientes de ella preguntándole todo tipo de cosas e incluso suplicando por un tour por la cabaña que había compartido con Sasuke durante su estadía ahí.

Sakura accedió a pasar su tiempo con ellos de buena gana, siempre con una sincera sonrisa que le era inevitable contener debido a lo agradables que eran e incluso olvidándose de que su novio le había manifestado que era muy incómodo para él quedarse a solas con su padre, porque nunca tenían algo de que hablar.

El tiempo pasó rápido entre risas y diversión mientras conocía a los Uchiha y para cuando se dieron cuenta, el sol ya estaba cayendo por el horizonte, marcando el fin del evento.

—Antes de irnos, mi niña ¿Podrías tomarnos una foto juntos? — Mikoto le suplicó con ojos de cachorro entregándole su teléfono.

—Sera un placer — ella aceptó de inmediato tomando el aparato y preparando la cámara alrededor de su cuello para también capturar el momento con ella, mientras ellos se reunían debajo del árbol donde las campanas de botellas que habían hecho al principio del verano seguían colgadas.

Poniéndose rápidamente de acuerdo en que posición iría cada quien, los cuatro Uchihas posaron como si de un retrato formal se tratara, con rostros serenos y una elegancia que parecía natural en ellos.

Sakura tomó la fotografía, pero, decidida a sacar un recuerdo el doble de lindo y especial, la pelirrosa se acercó hacia ellos y los junto uno mucho más, cambiando de posición a Itachi para que Sasuke estuviera entre ambos padres y, al ser más alto que su novio, colocarlo detrás de él.

Con suavidad le indicó a Mikoto que se recostara en el hombro de su hijo menor, mismo caso para Fugaku quien aceptó hacer lo mismo dejando caer su cabeza sobre la de Sasuke, mientras que Itachi recargó su barbilla en la parte superior.

—Ahora sonrían — indicó antes de tomar una fotografía con ambos artefactos, siendo atendida de inmediato para capturar un perfecto plano de los cuatro Uchihas sonrientes, externando para la cámara lo que ella sabía que eran: gentiles, amigables y amorosos.

Despedirse fue todo un tema después de eso, Mikoto estaba más renuente a irse y dejar a Sakura que a su hijo, haciéndola prometer que seguiría en contacto con ellos cuando las vacaciones finalizaran y que iría a visitarlos.

Fugaku, como siempre, le recordó que podía hablar con él si acaso Sasuke se llegaba a comportar mal y le agradeció por tener paciencia con él.

Mientras que Itachi aprovechó para molestar un poco a su hermanito coqueteando abiertamente con la joven hasta dejarla roja como un tomate.

La joven entonces se dio la vuelta para dejarlos despedirse apropiadamente de su hijo, teniendo la intención de ir a ayudar a Chiyo a la cocina para ocuparse de toda la vajilla sucia que había por lavar, aunque a medio camino fue detenida por una gentil mano cubriéndole los ojos.

—La pequeña pulguita sí que ha crecido.

—¿Sasori? — ella se dio la vuelta inmediatamente al reconocer su voz.

No pudo evitar entreabrir la boca sumamente sorprendida de verlo, ni mucho menos quedarse congelada mientras lo observaba de pies a cabeza.

Hacia un año que no se veían o hablaban más allá de cortas llamadas y ahora de repente estaba ahí, frente a ella, asistiendo al evento familiar en el que tuvo que pasar todo el día sola porque no tenía a nadie que quisiera acudir a ese tipo de cosas por ella.

—¿Q-qué haces aquí?

—Oh bueno supe que había esta reunión entre familiares y campistas y quise venir a saludar — él tuvo la consideración de lucir apenado mientras miraba como todos ya se estaban despidiendo —. Pero llegué tarde ¿No es así?

Sakura no dijo nada, en cambio su rostro pasó de lucir afligido por la inesperada visita de su hermano a auténticamente nervioso cuando vio a su novio a la lejanía sorprenderse por el hombre pelirrojo que estaba junto a ella y que por historias podía reconocer que se trataba de Sasori Haruno.

Con la mirada él le preguntó si estaba bien o si necesitaba que se acercara, recibiendo una negación con la cabeza a modo de respuesta.

—¿Él es tu compañero de cuarto? — el hermano de la chica preguntó al darse la vuelta y divisar al joven pelinegro con el que estaba teniendo una discreta comunicación.

—Ah... Sí — ella le respondió tímidamente, bajando la mirada a sus manos que se retorcían en su regazo.

Ya no sabía cómo comportarse alrededor de él. Nunca había sido muy hábil con las palabras cuando se trataba de mantener conversaciones con él y desde niña siempre había sido más bien tímida cuando estaban juntos.

Por lo que, en esas circunstancias, con su inesperada visita, luego de tanto tiempo sin verse, se sentía aún más cohibida y confundida respecto a qué postura tomar.

Sasori tampoco tenía dominio de la compleja dinámica que siempre había mantenido con su hermana menor, pues, aunque era una chica amable y dulce siempre había sido un completo misterio para él.

Entre más que quisiera acercarse a ella y conocerla, Sakura más se negaba a darle la oportunidad.

Pero entendía que se debía a la forzosa distancia que sus padres le habían exigido que tuviera con él y que nunca los dejó comportarse como verdaderos hermanos.

—Sé que llegué tarde y que te sientes incómoda de tenerme aquí... — él reconoció hablándole con cautela —. Pero... ¿Podríamos conversar un rato?

Ella naturalmente cedió a su pedido y escogió el muelle como sede para dicha charla.

Ambos se sentaron con las piernas colgando a la orilla de la vieja madera, contemplando el atardecer. Inicialmente Sasori comenzó a cuestionarla sobre su estadía en "Atlantis", si se había divertido, si había hecho amigos, si estuvo cómoda con Sasuke o si era necesario que fuera a darle una lección al muchacho.

Sakura poco a poco fue desenvolviéndose con naturalidad y confianza, contándole todo lo que quería saber y sonriendo a cada descuidada broma que salía de boca de su acompañante.

—Me alegro mucho de que estuvieras bien aquí — Sasori reflexionó en voz alta mientras la miraba con afecto —. Te ves diferente y me agrada eso.

—Te lo debo a ti — él negó con la cabeza al tiempo que apretaba los labios con incredulidad —. Tú me enviaste aquí.

—Pero no sabía que iba a ser un lugar que te haría tan feliz — la pelirrosa reconoció que él estaba a la defensiva sobre aceptar el crédito que se merecía, dado que enviarla a "Atlantis" había sido toda obra suya —. Sólo tenía la esperanza de que sirviera como refugio para ti.

—Pues sí lo fue, así que gracias — insistió ganándose un cariñoso beso del pelirrojo en la sien, al tiempo que la abrazaba por los hombros —. Al final salió bien para todos el que estuviera aquí... Sobre todo, para papá.

—Tsk, ni me menciones a ese sin vergüenza — la antes cálida expresión de Sasori se volvió amarga.

—¿Pelearon?

—Mas que una pelea fue una muy necesaria conversación — él deshizo el abrazo, prefiriendo en cambio jugar con su pequeña mano entre la suya sumiéndolos en un profundo silencio antes de continuar —. Una en donde decidí ponerle fin a nuestra relación.

—¿Por qué hiciste eso?

—Porque estoy muy harto de él y de su hipocresía? — Sasori aludió como si fuera lo más obvio.

—P-pero cortar lazos con él... No lo sé, no me parece lo correcto — su tono de voz disminuyó al considerar que había sido un poco duro con su padre —. Él te quiere tanto.

—Él no sabe querer a nadie, lo que sucede es que conmigo se esfuerza en fingirlo — contraatacó con franqueza —. Además, esta vez realmente dijo algo de lo que no puedo perdonarlo. — Sakura no dijo nada, estaba un poco confundida por tantas revelaciones juntas y solo podía escuchar con atención lo que su hermano tenía que decir. Algo que él aprovechó para pensar y repensar si debía contarle lo que sucedió, eligiendo hacerlo al final —. Ese cretino arrogante se atrevió a llamarme para agradecerme haberte enviado aquí como "regalo de bodas".

—¿Q-qué? — aun sabiendo que de su padre debía esperar hasta el insulto más furtivo y cruel, la pelirrosa no pudo evitar quedar consternada.

—Me llamó cuando regresó de su luna de miel para decirme esa estupidez y yo me enoje tanto que colgué y tome el primer tren a Kumo que encontré para ir a encararlo — el pelirrojo hizo una pequeña pausa, frunciendo el ceño afectado ante el recuerdo de lo que pasó ese día, algo que no pasó desapercibido para su hermana —. En el segundo en que me abrió la puerta de su casa le dije todo lo que pensaba de él: que era un padre horrible y un hombre despreciable por el que no sentía ningún respeto. Ni siquiera pudo decir una palabra de lo impresionado que estaba por mi rabia.

Sakura podía imaginarse la reacción de su padre, pero no a su hermano diciendo esa clase de cosas. Sasori nunca había sido en lo absoluto dado a dejarse llevar por sus emociones o permitirse expresar de mala manera cuando no estaba de acuerdo con algo, por lo que resultaba difícil de creer que fuera capaz de confrontar a su papá luego de años simplemente soportándolo.

—¿Y él de verdad no...? — temerosa por escuchar el resto de la historia ni siquiera pudo completar su cuestionamiento.

—Juro que no reaccionó, por eso me sentí con la seguridad de decirle que no quería que me volviera a buscar.

La pelirrosa entendía que su padre siempre había sido un hombre con comportamientos y de moral cuestionables al que su hermano estaba en su derecho de querer lejos de su vida, pero seguía sintiendo que borrarlo de su vida era ir demasiado lejos. Después de todo, los malos tratos y las peores facetas del hombre al que llamaban "papá" se los había llevado ella, mientras que a Sasori siempre lo había tratado con interés y gentileza.

—Sé que lo que dijo estuvo mal, pero, ya estoy acostumbrada a que me trate así, no es necesario que pelees con él por mi culpa — ella intentó convencerlo de no alejarse de su padre, a quien por años había escuchado presumirle cuanto amaba a su hermano, sin importar que de ella solo pregonaba desprecio.

—Su comentario fue la gota que rebasó el vaso Sakura, en realidad, él no ha hecho más que usarme como un medio para llegar a mi madre. Me ve como una extensión de ella o algo que si trata adecuadamente conseguirá que le dé el visto bueno y no se aparte muy lejos de él.

Sasori contó sus motivos para tomar esa decisión con una mirada lejana, rememorando todas esas veces que entendió que el cariño de su padre estaba condicionado a cuantos puntos podía ganar a través de él hasta conseguir llegar a su madre. De hecho, estaba seguro de que, si no fuera porque ella sí lo quería, lo trataría de la misma forma que a Sakura.

—No tenía idea.

—¿Cómo podrías? Nunca se te permitió estar con nosotros cuando estábamos juntos — el pelirrojo le recordó con una mueca burlona para aligerar el ambiente —. Pero descuida, ahora que corte relación con él, puedo dejar esos días atrás y caminar hacia mi futuro sin preocupaciones.

—Fuiste muy valiente — ella reconoció el gran paso que Sasori se había atrevido a dar al tiempo que lo abrazaba por los hombros otra vez.

—Espero tú también puedas serlo hermanita — esa declaración la hizo estremecerse y mirarlo con un poco de timidez —. En serio.

—Yo no sé si...

—Ya has perdido toda tu infancia y adolescencia atrapada por su crueldad y de verdad pienso que debes salir de ahí — él la interrumpió con firmeza, apartándose para tomarla con ambas manos por los hombros y fijar su atención en su rostro —. Eres una niña hermosa, brillante y maravillosa de la que estoy muy orgulloso por haber resistido todos estos años bajo su yugo sin corromperte. — Sakura quería bajar la mirada, avergonzada por su reconocimiento, pero él no se lo permitió —. Hermana, sé que nunca he podido ponerte la atención que requieres y que ahora más que nunca mi tiempo contigo es limitado, pero si decides salir de ahí, te prometo que seré mucho mejor, que estaré presente y que te apoyaré en todo lo que necesites.

—Y-yo...

—Piénsalo ¿Sí? — Sasori se rehusaba a dejarla decir que no podía si quiera considerar abandonar a su detestable padre —. Ambos sabemos que él no va a cambiar nunca, pero tú sí lo has hecho y yo pienso hacerlo a partir de ahora, así que tengo la certeza de que vamos a avanzar y estar bien, independientemente de a donde nos lleve la vida. Mientras no estemos atados a nuestro pasado sé que todo estará bien ¿No lo crees tú así?

—Puede ser — fue lo único que ella pudo responder a su certero monólogo.

—Así que Sakura, cuando el verano termine y tengas que irte de aquí, por favor considera venir a vivir conmigo.

—Pero... ¿Y si tu madre se molesta?

—Ya soy un adulto, ella no me manda más y aunque así fuera no debes preocuparte por ella, cuando le conté todo lo que había pasado y mis razones para echar a papá de mi vida ella misma lo llamó y terminó de hacerlo papilla... ¿Quieres saber que le dijo? — aunque un poco temerosa por la información ella asintió lentamente —. Fue algo como: "Vas a quedarte solo porque es lo que te mereces, porque ni yo, ni nuestro hijo y mucho menos Sakura sentimos algo más que desprecio por ti."

La joven se quedó sin palabras al escucharlo citar a Mina. Ella no podía considerar que lo que sentía por su padre era odio, pero tampoco podría decir que era amor.

Más bien se trataba de una rara mezcla de miedo y arraigo, porque, aunque no le gustaba estar cerca de él por el terror y ansiedad que la hacía sentir, tampoco podía separarse de él.

O hasta ahora nunca había considerado que pudiera hacerlo.

Porque, tal y como le había contado a Sasuke, también le daba miedo comprobar lo beneficiosa que sería su desaparición para la vida de sus familiares y no se sentía lo suficientemente fuerte como para alejarse y afrontar la vida por su cuenta.

Aunque, cuando estaba por retomar ese tema con su hermano y expresarle que no creía estar lista para irse de casa y sacar a su abusivo padre de su vida, de la boca de Sasori salieron mágicas palabras que rápidamente tiraron esa creencia a la laguna que estaba frente a ellos.

—A tu abuelo le hubiera gustado verte siendo fuerte y emprendiendo tu propio camino sin esa cadena que él te ha atado alrededor del cuello — el pelirrojo tocó una fibra sensible al recordarle lo que la persona que la había criado efectivamente hubiera querido para ella —. Porque él siempre decía que prefería nuestro padre lejos de ti para que te dejara brillar con libertad.

Su conversación con su hermano hubiera podido prolongarse un poco más, hasta que ella le diera una positiva respuesta a su ofrecimiento de ser su red de apoyo en caso de que tomara la decisión de separarse de ese hombre que tanto la dañó y seguiría dañando, de no ser porque tímidamente Iruka le indicó al invitado que ya era hora de irse.

No dejándole más remedio al pelirrojo que aceptar y comenzar a caminar con su hermana hasta la salida del campamento para despedirse, siendo interceptados en el camino por un joven de cabellos negros que lo miraba con evidente recelo.

—Sasuke ¿No es así? — el mencionado simplemente asintió en respuesta —. Mi hermanita me habló mucho de ti hace un rato y debo darte las gracias por haber sido tan bueno con ella y por cuidarla tan bien.

—No fue nada, es fácil estar con ella — las palabras del Uchiha fueron dichas en un hostil tono de voz, como si quisiera recordarle a su cuñado que no se necesitaba demasiado esfuerzo para hacer lo mínimo por ella.

—Lo es, pero aun así muchas gracias — el pelirrojo le hizo una profunda reverencia al Uchiha que lo dejó innegablemente asombrado —. Disfruten mucho esta última semana que les queda y... Si ella acepta mi oferta, eres bienvenido a verla en Shimo cuando tú quieras.

Antes de que Sasuke pudiera aceptar o agradecer, el Haruno se dio la vuelta para agacharse hasta la altura de su hermana y contemplarla un momento bajo la amarilla luz iluminación del campamento, interrumpiendo la oscuridad de la noche.

Sakura lo miró expectante y extrañada por su escrutinio, no teniendo la voluntad de apartarse o preguntar que pasaba, mientras que Sasuke contemplaba interesado como el hombre pelirrojo parecía estarse conteniendo de echarse a llorar.

—Sí... Te has vuelto muy diferente, mi pequeña pulguita... Y yo no estuve ahí para ver el proceso — reflexionó en voz alta más para sí mismo que para ella —. Perdóname por llegar siempre llegar tarde a ti.

—No tengo nada que perdonarte, me enviaste a tiempo aquí e incluso, gracias a tus descuidos, conseguí un valioso mejor amigo — la pelirrosa no apartó la mirada de su hermano, pero Sasuke sabía que se refería a él y se sintió como un intruso en un momento íntimo cuando la chica se lanzó a los brazos de su hermano y le permitió estrecharla con fuerza —. Así que gracias por todo, hermano.

Se necesitó de un momento más hasta que Sasori se sintiera listo de separarse de ella y marcharse, pero al hacerlo tenía el rostro húmedo por un par de lágrimas que no pudo aguantarse.

Y mientras el hombre pelirrojo desaparecía en su auto por la carretera que llevaba a "Atlantis", Sasuke se quedó al lado de Sakura todo el tiempo en que ella permaneció parada en la entrada. Reflexionando todo lo que su hermano la había hecho sentir y pensar, hasta que quiso regresar a su habitación.

Rompiendo en llanto cuando, al llegar, se dio cuenta de que uno de sus peces dorados flotaba sobre la superficie de la pecera.

Esta vez tomando el fallecimiento del animalito como un mensaje triste, aunque al mismo tiempo esperanzador, de que debía dejar morir a la vieja Sakura y abrazar la posibilidad de renacer en una nueva.

Una mucho mejor, más fuerte, más valiente y, sobre todo, libre.

Porque ahora ya no estaba sola como antes.

...

NOTAS FINALES:

Otro de esos capítulos que me hacen darme cuenta de que lo mío es escribir hurt/confort, jaja.

No, pero en serio, es lo que mejor se me da y en lo que fluyo con rapidez al escribir, así que este tipo de asuntos en mis historias siempre me dejan muy satisfecha cuando los termino de plasmar.

¿Díganme que les pareció este capítulo? Como ya saben, esto está por terminar y quisiera saber hasta ahora que emociones o pensamientos les ha traído este fic.

Sus opiniones siempre son importantes para mí y no hay nada como recibir su apoyo cuando ya estamos por llegar a la recta final.

Como en cada ocasión quiero agradecerles millones por darse el tiempo de leer y comentar, los aprecio muchísimo.

Eso es todo por la actualización de hoy, nos vemos pronto. BYE!