Yuko se encontraba caminando tranquilamente por las calles, era un día precioso lleno de luz, pero sin llegar a ser muy caluroso, el viento refrescaba lo suficiente para ser un día más que perfecto; no tenía escuela y podía disfrutarlo jugando con Takemichi en el parque cerca de su casa.
Pero su querido hermano no estaba a su lado ¿Que había pasado? Pues como todos los sábados, se encargaban de limpiar toda la casa, Takemichi le había suplicado que ese día lo dejara salir temprano a jugar y a cambio el limpiaría toda la casa el solo. Yuko solo se rio imaginándose a un niño de 5 años limpiar toda una casa solo, cuando le pregunto el porqué de su insistencia en irse, este solo le dijo:
"Tengo que ver a Kaku-chan"
Yuko estaba sorprendida, pues hasta donde recordaba, sus amistades siempre han sido Takuya y algunos chicos de su salón de clases y no recordaba ninguno con ese nombre, era un nuevo amigo y no sabía en qué momento lo había conocido, pero ver la alegría en los ojos de Takemichi al mencionar a su amigo fue suficiente para confiar en él y dejarlo salir.
"Está bien Take, puedes irte temprano y no te preocupes yo limpiare la casa por hoy"-Respondió calmada Yuko.
Takemichi pardeado no esperaba que su hermana aceptara tan rápido: "Pero hermana…"
Pero para Yuko no le parecía nada del otro mundo, los niños debían divertirse.
"Nada de, pero, tu ve a divertirte, cuando termine iré por ti ¿ok?"
"!Si¡ eres la mejor hermana del mundo"-Dijo Takemichi emocionado, lanzándose a sus brazos para darle un fuerte abrazo.
Y ahí estaba ella, después de limpiar toda la casa y bañarse para quitarse el sudor y la tierra, estaba de camino al parque con la intención de espiar al nuevo amigo de su hermano. Pero se asustó cuando escucho el sonido familiar de Takemichi llorando, asustada fue corriendo a la entrada del parque y fue recibida por una imagen que la asusto.
En el suelo estaba un niño como de la edad de Takemichi lleno de moretones y tierra y a su lado estaba su hermano llorando, ella temió lo peor y sin pensarlo dos veces se lanzó hacia el pequeño herido y con mucho cuidado, coloco su cabeza en su regazo.
"Hermana"-Dijo sorprendido Takemichi sin saber que decir.
"Ahora no Take, busca ayuda, yo lo sostendré para que no pueda lastimarse más"-Dijo con voz autoritaria sosteniendo con suavidad la cabeza del niño.
"Pero..."
"Pero nada, ¿no ves que está muy malherido?"
"Etto ¿señorita?"-Dijo una voz tímida desde abajo. Yuko miro hacia abajo y vio al niño herido mirarla con una mezcla entre pena e incomodidad.
"En realidad estoy bien, no hay necesidad de buscar ayuda"-Dijo el chico tomándola por sorpresa
Yuko grito: "! Ah ¡Me asustaste"- Respira hondo calmándose, ahora mirándolo con seriedad - "Pero bueno ¿Se puede saber porque estas herido?"
El niño no dijo nada, no sabía en qué situación se había metido, primero estaba jugando con su amigo Takemichi cuando llegaron esos chicos mayores a molestarlos, siguiendo el ejemplo de Izana en esas situaciones, lanzo el primer puñetazo, pero aún no era lo suficientemente fuerte.
Y ahora estaba recostado en la cómoda suavidad del regazo de la chica, aunque esté actuando rudo, se sentía seguro como cuando sus padres seguían vivos. Había pasado tanto tiempo desde que alguien lo había tocado con tanta delicadeza, la última vez fue por su mama.
Takemichi movía las manos nerviosas, intentando desviar la atención de su hermana: "Yuko no te enojes con Kaku, solo estábamos...!¿Estas llorando?¡"-Dijo lo último sorprendido al ver a su rudo amigo llorar a moco tendido.
"N..ngh..no estoy llorando"-Negaba el joven, intentando, sin éxito, secarse las lágrimas con el dorso de la mano.
Yuko estaba callada, miraba al niño en sus muslos llorar a moco tendido, sentía que no era los golpes lo que lo hacía llorar, siguiendo sus instintos lo tomo con delicadeza y acomodo al chico en su pecho, abrazándolo.
"Oye, pero ¿Qué...?"
"Shh, está bien"-Dijo con voz maternal, acariciando su espalda como un bebe.
"Debió ser duro, pero ahora puedes llorar, te tengo"-Susurro tan bajo que solo el y ella escucharon.
Kaku no sabía si fue por el recuerdo aun fresco de sus padres en su mente o la chica que lo abrazaba emitía esa misma calidez que su madre, pero se sentía seguro y después de mucho tiempo, pudo permitirse llorar.
Yuko no se preocupaba por la humedad que crecía en su camisa, seguía abrazándolo, susurrando palabras suaves, dejándolo desahogarse.
Después de mucho momento, solo se escuchaban los hipos entre cortados de Kaku, dando señal que había terminado de llorar.
"¿Mejor?"
"Si, gracias"-Sorbe sus mocos mirándola de frente- "Perdona por ensuciar tu blusa señorita"-Dijo avergonzado con las mejillas rojas
Yuko negó con la cabeza sin perder su sonrisa: "No te preocupes por eso, ahora debemos curarte, Take dame tu mochila"
El mencionado salió de su ensoñación y con movimientos rápidos le entrego su mochila de Superman. Yuko abrió la mochila y saco un mini kit de primero auxilios, era muy útil con un hermano hiperactivo que le encantaba treparse a todos lados.
Primero saco una toalla para manos y una botella de agua, mojo la toalla y empezó a limpiarle la cara llena de mocos con suavidad, terminando saco el alcohol y algodón para desinfectar sus raspones.
"Perdona, esto te puede arder un poco"-Advirtió antes de colocar el algodón en su herida
"Auch"-Siseo
"Perdona"- Entonces Yuko soplaba sus raspones cuando le ponía el alcohol, aliviando un poco el ardor que sentía, pero, sobre todo, se sentía esponjoso al ver que ella intentaba hacerlo sentir mejor y evitar que sufriera más, era raro ver a un adulto tan consciente de los otros, pero le gustaba ese cambio.
"Listo, perdona que solo tenga curitas con figuritas de Sanrio pero a Take le gusta "-Dijo Yuko
"! Hermana ¡, prometiste guardar el secreto"-Exclamo todo rojo Takemichi escandalizado
Yuko soltó una carcajada: "Jajaja perdona"-Le dijo sin arrepentimiento, mientras su hermano se enojaba porque, según sus palabras, había arruinado su imagen frente a su amigo.
Su momento fue cortado por el sonido de un estomago gruñendo, los hermanos Hanagaki miraron al susodicho, quien se sonrojaba y con sus brazos intentaba callar su estómago.
"Creo que es hora de comer, ¿Vienes pequeño?"-Yuko levanto al chico por las axilas, ayudándolo a pararse.
"No soy pequeño, me llamo Kakucho"-Contesto Kakucho cruzando los brazos para parecer rudo pero el rugido de su estómago lo delato.
Takemichi se rio de su amigo: "No seas tímido Kaku-chan, la comida de Yuko esta deliciosa que consiguió un novio por ella"
"¡ Take ! Eso no es cierto, no digas mentiras"-Lo regaño escandalizada. Takemichi la miraba confundido, porque en su mente, verla hablar con alguien del género opuesto automáticamente los hacían pareja.
Yuko suspiro derrotada por la idiotez de su hermano, mejor se enfocó en Kaku quien la miraba inquieto.
"No le hagas caso, pero ¿Te dejaran ir con nosotros? No quiero que piensen mal"-Pregunto preocupada
"Puedo ir a cualquier lado hasta las 7:00"-Yuko no comento el claro desvió a la pregunta, se veía inseguro en contarle toda la historia, pero sabía que era mejor confiar en él.
"¿Seguro?"-Kaku asintió con la cabeza- "Muy bien, entonces vamos a comer ¿Eres alérgico a algo? ¿Algo que no te guste?"
"No señorita, todo me gusta y hasta donde recuerdo no soy alérgico a nada"-Dijo Kakucho muy correctamente
"Eres muy educado, ojalá Take aprendiera más de ti ¿Sabes que aun esconde sus zanahorias?"-Le susurro Yuko
Kakucho resoplo soportando la risa: "Prr, que infantil resultaste Takemichi y te dices ser un valiente héroe"
"! Oigan, no se burlen ¡"-Takemichi se quejó haciendo un enorme puchero. Yuko y Kaku soltaron la carcajada mientras el de ojo azul echaba humo por las orejas indignado.
"! Dejen de reír ¡"
Después de una caminata, disculpas y una promesa de postre extra a Takemichi, llegaron todos contentos a la residencia Hanagaki. Yuko los obligo a limpiarse mientras ella calentaba la comida, croquetas de atún de oferta, las comidas de los sábados cuando ella no quería cocinar.
"Señorita déjeme ayudarla"-Kaku se acercó corriendo a ayudarla con los platos, pero la mayor lo detuvo con la mano.
"Eres muy amable Kakucho, pero eres nuestro invitado"-Dijo suavemente sin dejar de acomodar la comida.
"Pero..."
"No digas nada más, solo siéntate y relájate, además, dime Yuko"-La chica dijo lo último con un guiño, en broma.
Kakucho podía admitir que se sentía incomodo por la sensación hogareña de la casa, pero sobre todo porque lo integraban a ella. Inseguro se sentó en la silla, dejando a la mayor servirle, en el orfanato cada uno debía servirse y al terminar debían limpiar toda su área, las comidas eran frías y en silencio, pero en esta casa podía servirse las veces que quisiera, podía hablar en la mesa y no lo regañarían.
"! Itadakimasu ¡"-Dijeron todos para empezar a comer
"Esta delicioso"-Dijo Kakucho muy contento.
"¿En serio? Me alegre que te guste, puedes repetir cuanto quieras"
"La comida de mi hermana es deliciosa, siempre que me hace obentos me como todo, aunque me da vergüenza como sigue poniéndole caritas a la comida"
"¡¿Eh?¡ Pero se ve lindo"-Dijo Yuko indignada y haciendo pucheros
"Yo creo que a Michi le debe gustar, sigue siendo un bebe"-Bufo Kakucho
"Oye, eso no es cierto, soy muy maduro"-Exclamo enojado Takemichi
"Lo dice quien aún usa su capa de Superman para dormir la siesta"-Se metió Yuko a la conversación
Kkaucho intento no reírse sin éxito: "Pff Baka-michi eres todo un bebe"
Takemichi se puso rojo del coraje y la vergüenza, pero a los dos les dio gracia su cara, Yuko y Kakucho soltaron una carcajada, sin aguantarse las risas, este en venganza le robo un tomate cherry del plato de Kakucho.
"¡Ahh! Maldito"-Kakucho le grito a Takemichi golpeado la mesa con sus palmas.
"Lenguaje"-Reprendió Yuko. En ese descuido su hermano le roba un pedazo de croqueta.
Yuko deja de reír: "¡Oye!"
"Jum según ustedes soy un bebe, necesito más comida para crecer ¿no?"-Takemichi lo dijo con una sonrisa descarada, cara que no le quedaba por el diente faltante en su boca.
"Descarado"- Pensaron los dos al mismo tiempo mirando como Takemichi se cruzaba los brazos como si fuera mayor que ellos.
La comida termino con todos satisfechos y de buen humor, una pelea de comida entre Kakucho y Takemichi por el ultimo pedazo de croqueta, con victoria de Yuko, ignorando las quejas de los dos más pequeños, termino bien la comida.
"Chicos ayúdenme a recoger los platos, los lavare mientras van a jugar"-Les pido la mujer a los chicos
Rápidamente Kakucho se levantó, deteniéndola: "No es necesario Yuko, Takemichi y yo lavaremos los platos"
"¿Nosotros?"-Kakucho le clava el codo en el estómago -" Auch, está bien, que violento"
"¿En serio? No quiero que te sientas obligado"-Dijo preocupada
"No es nada, además, llevas todo el día con la blusa mojada, deberías cambiártela o te enfermaras"-Kakucho apunto la mancha de lágrimas que seguía aferrada al cuerpo de Yuko
"Tienes razón, bueno, te tomate la palabra y los dejare con los platos"-Se despidió para subir las escaleras hasta su cuarto.
"Ehh ¿Por qué tengo que lavar los platos?"-Se quejaba Takemichi pero sin dejar de lavar.
"Cállate y mejor dime ¿Desde cuando tienes una hermana? Y ¿Por qué no me contaste nada? Pensé que eras hijo único"-Pregunto curioso Kakucho secando los paltos.
Kakucho noto que por un momento su amigo se quedó quito por un momento, pensando, para después ver la sonrisa más brillante que había puesto su amigo.
"Bueno, en realidad me entere hace unos meses que tenía una hermana mayor, llego un día con papa y desde ahí hemos sido hermanos"-Kakucho se sorprendió, no entendía muy bien el porqué, pero sabía que era algo serio.
"Tengo una buena hermana ¿No Kaku-chan?"-Takemichi tenía la mirada brillante mirando a su amigo.
Kakucho lo miro un buen rato, para bajar la mirada: "Ten envidio"
"¿Eh?"
"Tu estabas solo pero ahora tienes a alguien que te cuida, te prepara la comida y te abraza cuando te sientes mal"-Dejo de secar el plato -" Yo...quisiera sentir el abrazo de mamá otra vez"-Susurro lo último con la voz entrecortada.
"Kaku"-Susurro Takemichi. Soltó la esponja en su mano y con las manos resbalosas sujeto a Kakucho.
"No digas eso Kaku-chan, no estás solo, me tienes a mí y yo sé que estarás rodeado de gente que te quiera, solo debes ser paciente"-Dijo mirándolo a los ojos con decisión.
"Definitivamente Kaku-chan encontraras una nueva familia y recibirás muchos abrazos"-Esas palabras resonaron en él, la mirada azul le decía que esas palabras eran verdad y por un momento, se permitió creer en un futuro feliz.
"Take"-Susurra con los ojos llorosos. Se seca los ojos con la mano y sonríe- "Realmente eres otra cosa"
Se giro tomando la toalla para seguir con su labor: "Ahora terminemos esto y vayamos a jugar a tu cuarto"
"¿No podemos dejarlo a la mitad e irnos a jugar ya?"-Se quejo Takemichi
"! No seas tan irresponsable, Baka-michi ¡"-Le grito su amigo, rompiendo la imagen de héroe que tenia del peli negro.
En respuesta, Takemichi le grito indignado por el insulto: "! Ahh ¡No me digas idiota, idiota"
"Tú eres el tonto, no yo"
"! Cállate ¡"
En una esquina cerca de la cocina, estaba Yuko escondida, escuchando la plática desde un inicio. Con los brazos cruzados y mirando al techo seria, pensando en que debería hacer.
Yuko sonríe y mira la escena de Kakucho gritándole a Takemichi mientras este le lanzaba espuma a la cara.
"No somos tan diferentes Kaku-chan"-Fue lo único que se escuchó por los pasillos, perdiéndose en el aire.
"Bueno chicos ya es hora de regresar a Kaku a casa"-Interrumpió Yuko en el cuarto de su hermano, deteniendo a los chicos de su juego de mesa.
"¿Ya? Pero aun es temprano"-Se quejaba Takemichi, secundado por Kakucho.
"Lo siento Take pero Kaku dijo que debía estar antes de las 7:00, reglas son reglas"
Takemichi refunfuño haciendo pucheros, Kakucho rodo los ojos por lo dramático de su amigo, empujándolo por el hombro.
"Tranquilo Takemichi, puedo regresar otro día"-Le aseguro su amigo
"Eso sería fantástico Kaku, deja te doy el numero de la casa por si un día quieres venir, siempre serás bienvenido"-Yuko le entrego un pedazo de papel al chico, palmeado su cabeza con cariño.
Kakucho miro el papel con los números con letra color rosa y arriba el nombre Los Hanagaki 3 con una bonita caligrafía. Tener ese papel lo hizo sentir seguro, que podía confiar en ellos y lo recibirían con los brazos abiertos, lo hizo sentir feliz y nervioso, notablemente por sus mejillas rosas.
"S..Si, yo...llamare"-Tartamudeo nervioso
"Jajaja que lindo eres Kaku"-Dijo Yuko pellizcándole más mejillas enternecida. Kakucho se retorcía intentando escapar de las manos de Yuko.
Takemichi disfruto el espectáculo contento, era su venganza por obligarlo a lavar los platos y ganarle en Uno, cuando se cansó de ver a su amigo avergonzarse a sí mismo, pareciendo un pez fuera del agua, se acercó y sujeto por la cintura a su hermana.
"Ya hermana, suéltalo, le saldrán moretones en las mejillas"
"Oh perdona, creo que me emocione"-Dijo apenada Yuko sosteniendo su mejilla.
Kakucho solo se sobaba las mejillas con las manos, mirando con desconfianza a Yuko.
"Es que eres tan lindo, no pude detenerme"-Arrullaba Yuko mirándolo con ternura
"No soy lindo"-Se quejo Kakucho sin atreverse a mirarla por los nervios
"Si lo eres, eres adorable"-Dijo con las manos en las mejillas coloreadas de rosa por la ternura que le causaba Kakucho apenado.
"Hermana"-Se quejo Takemichi con los brazos cruzados, poco impresionado por el comportamiento de su hermana.
Yuko salió de su ensoñación: "Es cierto, se nos hace tarde"-Miro a Kakucho que intentaba irse- "Vamos entonces Kaku"
Kakucho la miro negando con la cabeza: "Puedo ir solo"
"¿Y dejar a un niño caminar solo a esta hora? Ni creas, voy contigo"-Sentencio seria con las manos en las caderas
Kakucho quería replicar, pero, vio como Takemichi le hacía gestos de negación, moviendo con la boca que se rindiera, no ganaras. Con un suspiro acepto su destino.
"Está bien"
"Muy bien, vamos"-Se giro a su hermano -"Take regresare un poco tarde, no salgas ni le abras la puerta a nadie"
"Si"-Canto Takemichi despidiéndolos con la mano.
"Nos vemos Kaku-chan"-Dijo Takemichi viendo como su hermana y amigo bajan las escaleras hacia la salida
"Nos vemos Take"-Se despidió Kakucho agitando la mano desde debajo de la escalera
Los dos salieron en silencio de la casa, Yuko le ponía seguro en la puerta, y con eso, se dirigieron a su destino.
"Bueno Kakucho ¿Por dónde es?"-Pregunto Yuko con una sonrisa
"Esta algo lejos, pero si quieres regresar no me molestare"-Dijo Kakucho algo inseguro en su tono
Yuko negó con su dedo índice: "Creo que debes aprender que soy igual que terca de Takemichi, voy contigo"
Kakucho asintió, algo inseguro en su tono: "Está bien, yo guiare el camino"
Mientras caminaban Yuko aprovecho para liberarse de una duda que rondaba por su mente: "Y dime Kaku ¿Cómo conociste a Take?"
"Bueno, fue hace tiempo, yo estaba en el parque jugando cuando llegaron unos chicos de secundaria a molestarme, me defendí, pero eran más fuertes y me estaban dando una paliza"-Dijo frunciendo el ceño, recordando el dolor que sintió en ese momento, pero su mueca se transformó en una sonrisa
"Hasta que llego un niño saltando para ayudarme, nadie se había acercado por miedo, no sé si por mi cara o por los chicos que me golpeaban, pero a él no le importo, no me conocía, pero fue el único que me ayudo"
"¿Y ganaron?"-Pregunto curiosa Yuko, poco sorprendida por las acciones de su hermano.
"Jajajaja No, nos dieron una paliza a los dos, pero cuando se fueron, Takemichi se levantó como si nada y lo primero que dijo fue ¿Estas bien?"-Sonrió mirando al cielo- "Nunca había conocido a alguien con la nariz rota que se preocupara primero por la persona de alado que por sí mismo"- Los dos se miraron y sonrieron, era algo típico de Takemichi.
"Pensé que era un estúpido, pero se veía realmente preocupado por mí y no dejaba que me levantara hasta que me llenara la cara con curitas de Hello Kitty porque según, él me estaba curando, supongo que alguien tan tonto no podía ser mala persona"-Kakucho no dejo de sonreír en recordar como la cara de Takemichi se veía orgulloso de su obra médica y como se dejó regañar por el cuándo fueron los dos a comprar más curitas porque uso toda la caja que tenía en Kakucho.
"Jajaja pero al final lo importante es que tu estas bien"-Fue lo que le dijo, dejándose curar por el chico de la cicatriz, cuando termino su regaño sobre su imprudencia, sonriéndole con los ojos cerrados.
Kakucho lo miro con los ojos abiertos de sorpresa, resoplando con su boca: "Realmente eres un tonto"
"Oye"-Se quejo Takemichi, replicando más por las risas de Kakucho, siendo lo único que se escuchaban en la banca del parque donde estaban. De ahí empezó una nueva amistad para los dos.
"Me alegro que Takemichi hubiera conocido a alguien como tu Kakucho"-Dijo Yuko mirándolo con ternura. Kakucho salió de sus recuerdos, incomodo por como lo miraba la chica, giro la cabeza, intentando actuar genial.
"Si, bueno, supongo que tiene mucha suerte de tenerme"-Coloco sus brazos atrás de su cabeza sin mirarla, pero con sus mejillas rosadas.
Yuko tapaba su risita con su puño, no importaba la edad, los hombres siempre querían aparentar ser fríos e interferentes, pero le daba gusto saber que su hermano tenía alguien confiable con quien contar, además de Takuya, su querido hermano siempre acercaba a gente con buen corazón.
Cuando llegaron a la estación de tren, Kakucho volvió a recordarle a Yuko que estaba bien, que desde aquí podía seguir solo, pero Yuko es más terca que persona y lo arrastro adentro del tren, ignorando las protestas de que lo bajara por parte del menor.
"Oh, no te enojes Kaku-chan ve lo positivo, están libres muchos asientos"-Dijo corriendo a sentarse cerca de la puerta. Kakucho la imito, pero con un ritmo más tranquilo.
"No queda tan lejos, solo debemos pasar por 2 estaciones y llegaremos"-Explico tranquilo, moviendo los pies colgantes.
"¿Y tomas esta ruta todos los días? Debe ser pesado"-Dijo sorprendida Yuko
"No lo hago siempre, solo los sábados para ir a jugar con Takemichi, casi siempre me quedo jugando con mi rey"-Soltó Kakucho sin pensar en lo último.
Yuko enmarco una ceja confundida: "¿Tu rey? ¿Es un amiguito tuyo?"
"Soy su sirvo y él es mi rey"-Fue su respuesta, recordando las palabras de Izana.
"Está bien"- Pero en su mente pensó: "Que lindo son los niños cuando se toman enserio sus juegos de rol" - Pensó ingenuamente Yuko
Los altavoces les señalaron que habían llegado a su destino, a paso tranquilo caminaron con calma, disfrutando el silencio. Yuko pudo notar como a cada paso, el cuerpo de Kakucho se tensaba en los hombros, manteniendo una distancia entre ella y el.
"Kaku ¿Qué...?"- Pero antes que pudiera preguntar el porqué de su actitud, el chico se adelanta con paso rápido, para mirarla desde el hombro.
"!Oh ya llegamos¡, pero no es necesario que me dejes en la puerta, yo puedo llegar solo, gracias por lo de hoy, adiós"-Lo dijo tan rápido que Yuko apenas pudo entender lo que decía y para eso, Kakucho empezaba a correr de ella.
"!Espera¡"-Grito Yuko siguiéndolo. A un que Kakucho tuviera ventaja, no le ganaba a un cuerpo más grande que un niño de 6 años; siendo alcanzado cuando quería girar en un portón.
"Te tengo"-Yuko atrapo por los hombros, quien se sacudía como un pulpo en un intento de escaparse.
"Kaku ¿Qué pasa? Actuaste muy raro y saliste corriendo, dime que tienes"
Pero el chico no decía nada, se había rendido en intentar escapar y solo miraba al suelo, pero ella pudo notar lágrimas en la esquina de sus ojos. Yuko pensó lo peor por la actitud del niño, arrodillándose a su altura, con delicadeza, limpio los rastros de lágrimas de sus ojos con sus pulgares y levanto su rostro.
"Kaku-chan sé que apenas me conoces y comprenderé si no quieres decirme nada, pero necesito que me digas si en tu casa de hacen algo, si es verdad te sacare de ese lugar y puedes quedarte con Takemichi y conmigo hasta que esa gente mala este en la cárcel, pero necesito que confíes en mí y me cuentes que pasa, por favor"-Suplico con voz suave sosteniéndolo por las mejillas como si fuera algo delicado de tocar.
Kakucho fijo su mirada en los ojos de la fémina y comprendido, él porque era la hermana de Takemichi. Sus ojos azules como los de su amigo, brillaban como si acabara de llorar, pero mostraban tanta decisión sobre sus palabras, lista para llevárselo a lejos de ahí con la primera afirmación de él. Era la misma determinación que tuvo Takemichi el día que lo conoció, lleno de heridas, pero sin rendirse, como su hermana frente a él.
Kakucho estaba tan impresionado por los ojos de Yuko y como estaba dispuesta a hacer de todo para protegerlo aun sin conocerlo totalmente, hasta que llegaron sus palabras a su cerebro, procesando lo que pensaba la mayor; preocupado intento zafarse de los brazos de Yuko, negando con las manos y la cabeza.
"!No sé qué piensas, pero estas equivocada, no es eso¡"-Dijo Kakucho nervioso, pero para Yuko, su comportamiento solo hacía que pensaba peor.
"No necesitas defenderlos, yo te voy a creer a ti y no dejare que te manipulen para que pienses que debes ser tú el avergonzado"-
"Por favor, solo escúchame un momento"-Dijo Kakucho un poco más calmado. Yuko se mostraba indecisa, pero se relajó e hizo un gesto con la cabeza para dejarlo hablar.
Kakucho suspiro frotándose la cara con las manos: "No sabía que eras tan dramática como Takemichi pero supongo que no subestimar el poder de la genética Hanagaki"
"No existe ninguna de las cosas que te estas imaginando, no pasa nada en donde vivo y ahora que lo pienso me siento como un tonto por intentar escapar y verme más sospechoso, pero no es pro lo que piensas es que yo..."
"...Tengo miedo que cambias al saber que vivo en un orfanato"-Desvio la mirada Kakucho sin valor a mirar a la cara a la chica.
Como no escucho respuesta de Yuko, siguió.
"Odio cuando los papas de los chicos que conozco descubren que soy huérfano, me tratan diferente o los obligan a que me dejan de hablar, no quería que se fueran ustedes también de mi lado"-Lloraba a moco tendido al imaginar otra separación.
Para la mente de alguien tan joven que había pasado por tanta soledad, lo único coherente que pensaba que pasaría seria lo único que había vivido, una mirada de lastima y asco, para después alejarse y nunca volver. Pero contra cualquier pronostico, lo único que paso fue el abrazo de unos brazos delgados y suaves, acomodándolo, como pieza de rompecabezas en el hueco del cuello de la mujer.
"Lo siento por todo lo que tuviste que pasar tu solo, soportar gente tan mala y que perdieras la esperanza en la gente"
Yuko lo sostuvo por los hombros, mirándose fijamente por los ojos.
"Nunca creas eres poca cosa por quién eres, yo nunca te tratare de diferente forma solo porque vivas en un orfanato, eres y siempre serás Kakucho, debes sentirte orgulloso de ser tu"
El niño solo reía mientras lloraba: "Jajaja soy tonto ¿Verdad?"-Se limpia con su antebrazo, sonriendo.
"Gracias, realmente necesitaba eso"-Dijo más tranquilo Kakucho
Yuko negaba con la cabeza, su cabello rebotando en sus mejillas: "No es nada, en cierto sentido puedo entender lo que es ser separado de tu familia para entrar a otro lado"
"¿Sí?"
"Si, pero yo tuve un héroe que me salvo de mi miedo y ahora prometo cuidarte a ti"-Sonrió para después abrir los ojos nerviosa- "B..buen si tú me dejas claro"-Respondió nerviosa
"Dios, que vergüenza, actúe impulsivamente, ahora actuó como Take"-Pensó apenada la chica por quedar como ridícula.
"Ahora actúas apenada, después de semejante discurso digno de un superhéroe, sí que eres hermana de Baka-michi"-Se burlo Kakucho apuntándola con el dedo.
Yuko se sonrojo, mientras Kakucho reía con más fuerza, ella intentaba negar nerviosa que no quería imitar un discurso sacado de Superman para, según él, para quedar como alguien genial frente a un niño de 5 años, algo patético para alguien de su edad.
Los dos sabían que nada de lo que decían era verdad, pero gracias a la risa pudieron calmar sus corazones.
Kakucho sostuvo su estómago, recuperando el aliento, más calmado se sacudió la camisa: "Bueno creo que es hora de regresar al orfanato o me ganaran mi mesa para comer"
"Bien, pero déjame llevarte hasta la puerta al menos"-Dijo Yuko contenta, dándole la mano para que la sujete. Kakucho primero miro fijamente la mano, rápidamente lo sostuvo con fuerza.
El camino fue corto, unos cuantos pasos, pero para joven, el calor de su suave mano fue suficiente para memorizarla.
"Supongo que nos veremos después ¿verdad?"-Pregunto con un deje de inseguridad sin soltar su mano.
"Sabes que sí, mientras tengas mi número, puedes avisarnos cuando tengas ganas de ir"
"Muchas gracias Nee-san me divertí mucho hoy"-Se dio cuenta de lo que dijo-" se me salió"
Pero Yuko estaba sonriendo con las manos entrelazadas y su mirada vidriosa por lágrimas de felicidad no derramadas.
"! No te disculpes ¡ Me hace tan feliz"-Dijo lazando aire con las manos en los ojos.
Kakucho rio, dando una rápida inclinación "Muchas gracias por hoy, espero salir otra vez con ustedes"
"Igual yo Kaku-chan"-Se despidió con la mano, mirando al chico meterse por la gran puerta de vidrio del orfanato, imitando su despedida hasta que no pudo verlo.
Yuko giro sobre sí misma, caminando hacia la salida que daba los pequeños muros de concreto; a lo lejos de la entrada/salida, vio dos figuras, una más pequeña y otra masculina.
"¡Oh! Yuko ¡Que sorpresa encontrarte por aquí!"-Dijo el hombre, quien, gracias a su voz ronca, pudo reconocer a Shinichiro caminar hacia a ella, con un niño de cabello palteado y una bonita piel oscura.
Yuko estaba igual de sorprendida por ver a su nuevo amigo en un lugar como este, pero mirando de reojo al niño pudo darse una idea, aun que tenía muchas dudas, pero no era correcto preguntar ahora.
"Es igual una sorpresa verte Shinichiro"-Sonrió para después mirar al pequeño que la miraba curioso
"¿Y tú como te llamas pequeño?"-Se agacho para verlo de cerca
"No tengo porque decirte nada"-Respondió cortante el chico
"! Izana ¡No puedes decir eso, no es amable"- Lo regaño Shinichiro.
"No te preocupes Shinichiro, no me ofendo, me da gusto que no le dé su información a cualquier extraño, muy bien"-Lo último se lo dijo guiñándole el ojo juguetón, sin ofenderse realmente.
Shinichiro aun no parecía muy convencido por sus palabras: "A un así, no está bien ser tan grosero"-Le dijo mirando al chico, quien miro al suelo apenado por ser regañando por su hermano.
Yuko sintió que debía cambiar la imagen triste que tenía el niño, eran su debilidad después de todo.
Dio un aplauso llamando su atención: "Bien, entonces estará bien si yo primero me presento y después el, ¿no crees Shin?"
"Me parece buena idea ¿Estás de acuerdo?"-Le pregunto al niño, quien asintió esperando complacer al mayor.
"Está bien, yo soy Hanagaki Yuko pero me puedes decir Yuko, mucho gusto"
El niño no muy convencido se cruzó de brazos: "Yo soy Kurokawa Izana"-Contesto desinteresado
Pero Yuko no lo noto porque con las palmas juntas se agacho a su altura: "¿Izana? ! Que hermoso nombre ¡ Tanto como tú, pequeño"-
Izana abrió los ojos sorprendidos, para intentar esconder su cara sonrojada, siendo delatado por sus orejas rojas.
Shinichiro soltó una carcajada estruendosa, le daba gusto que Izana pudiera experimentar más emociones de las que se ha privado, además que era gracioso ver a alguien tan serio como su hermano, todo avergonzado por un halago de una chica.
"No seas tímido Izana, debes contestar cuando te hacen un cumplido y más si es parte de una linda chica"-Codeaba Shinichiro en las costillas al chico que se escondía, sin dejar su sonrisa burlona.
Izana estaba confundido por lo que sentía, no era común que alguien ajeno a su círculo, pudiera hacerlo "sentir" algo fuera de su confort, pero por suerte su hermano sabía que hacer, si decía que debía contestarle a la rara chica entonces debía ser lo correcto, Shinichiro no debía equivocarse con las mujeres.
Con pena se quitó las manos de la cara, aun con rastro de manchas rojas: "Gracias señorita"
"Mucho mejor"- Shinichiro le revolvió el cabello con su mano. Yuko noto como Izana se relajaba con el contacto del chico, como si quisiera que nunca terminara el momento, como un gatito bebe.
"Bueno creo que debo irme ya, deje a Take solo en casa y me da pendiente, un gusto conocerte Izana"
"¿Y a mí? ¿No te da gusto volverme a ver Yuko-chan?"-Se quejo Shinichiro amputándose con el dedo.
Yuko rio: "Te veo en la escuela Shin y sabes que siempre me da gusto verte"
Ahora era el turno de sonrojarse de Shinichiro, pero en cambio del menor, este se veía presumido. Antes que pudiera preguntar que le pasaba, sonó una campana desde arriba del orfanatorio, la señal de que debían entrar todos los niños para la cena.
Izana se veía decepcionado de que se terminara el día con su hermano, pero aceptándolo, como todos los días que salía con Shinichiro, este le dio un abrazo corto y le prometía volverlo a ver.
"¿Volverás?"-Preguntaba Izana sujetándolo con fuerza
Shinichiro le palmeaba la cabeza: "Sabes que sí, no puedo dejar a mi hermano solo"
Esas palabras calentaban el solitario corazón de Izana, haciéndolo sentir especial, con fuerza renovada, le dio un último abrazo y se fue corriendo hacia la entrada, despidiéndose con la mano de todos.
Yuko sonrió para sí misma por la tierna escena que presenciaba, pero sabiendo que no debía meterse en su privacidad, salió a paso tranquilo del orfanatorio.
"Hoy fue un lindo día, ojalá pronto podamos salir todos junto a Kaku-chan, creo que sería buena idea tener un picnic"-Pensaba Yuko entusiasmada con su próxima salida, estaba pensando en el menú de su futuro picnic que no escucho los pasos que la seguían.
"!Yuko¡"-Grito Shinichiro a su lado. Yuko dio un brinco por el susto, gritando como loca.
"Jajajaja hubieras visto tu cara, parecías que te ibas a desmayar"-Se sujetaba el estómago, incapaz de aguantarse la risa.
A Yuko con venas marcadas en su frente se cruzó de brazos: "Shinichiro eso no fue divertido"-Dijo molesta dándole la espalda para alejarse de él.
Shinichiro dándose cuenta que ya no estaba a su lado, se paró correctamente y la siguió: "Espera Yuko, no lo decía en serio, no te enojes"
Yuko no lo miro: "No me sigas, mejor sigue riéndote de mí, asustando a una pobre chica indefensa debe ser muy divertido"-Lo último lo dijo haciendo un puchero enojado.
Shinichiro la tomo por los hombros, sin ejercer ninguna presión en ella, Yuko se detuvo, pero no se dignó a mirarlo, solo cruzando los brazos aun enojada.
"Vamos Yuko perdóname, fue un accidente, llevaba rato hablándote, pero no me hacías caso y por eso te grite, perdón"-Le dijo colocándose frente a ella con las manos en suplica.
Yuko abrió un ojo, mirando su cara arrepentida, incapaz de guardar rencor suspiro y le sujeto las manos entre las suyas, haciéndolo mirarla.
"Muy bien pero no vuelvas a asustarme y menor gritarme porque te dejare de dar de mi comida"-Amenazo pasivo-agresivo Yuko, porque mientras decía eso no soltaba su risa.
"Eres malvada"-Dijo Shinichiro con una gota de sudor. Yuko solo rio más fuerte en respuesta.
"Bueno para compensarte el susto, deja de acompaño a tu casa"-Sugirió Shinichiro mas cómodo.
"¿Trajiste tu motocicleta?"
"Si, pero la deje un poco lejos, no quería dar mala imagen en el orfanato si me vieran como delincuente"
A esto Yuko no pudo sostener una risa: "Pero lo eres Shin"
"Si, pero ellos no tienen que saberlo"-Contesto Shinichiro con una risita complice.
"Jajaja Entonces te aceptare tu invitación, estoy un poco cansada y no quiero esperar parada en el tren lleno de Salari-man"
"¿Viniste caminando hasta acá?"-Pregunto abriendo los ojos de sorpresa.
"Si, pero no quería mostrar mi cansancio a Kakucho o se sentiría culpable"-Le explico sin importarle que Shinichiro no conoce a Kakucho.
"Ese Kakucho ¿Es por quien viniste al orfanato?"-Pregunto suavemente Shinichiro
"Si, ¿Y tú por Izana?"-Dijo Yuko probando las aguas
"También"
Hubo un silencio incomodo, los dos querían preguntar más pero no querían incomodar al otro con las preguntas, pero la curiosidad fue más fuerte para Yuko.
"Oye Shin sin afán de ofenderte ni de hacerte sentir incomodo, ¿Qué es Izana tuyo? Obviamente no tienes que contestar si no quieres"-Dijo lo último nerviosa, moviendo los brazos.
"Bueno, Izana es mi hermano y me entere hace tiempo"-Fue una respuesta cortante, pero lo suficientemente clara para Yuko.
A un no confió totalmente en ti para decirte la verdad.
Yuko no se ofendía, al contrario, fue una buena señal que le respondiera y no solo dejara el tema en blanco, ella sabía lo difícil que era abrirse con una persona nueva, aun que te agradara mucho, Shinichiro aun no la conoce completamente, pero es un inicio.
"Bueno entonces serás un gran Nii-san para todos tus hermanitos"-Dijo mirando al cielo con voz dulce.
Shinichiro se congelo un momento, mirándola sorprendido, pero recuperándose rápido: "Eso espero"-La mira de reojo -" ¿Y también tu estas aquí por un hermano?"
Yuko negó con la cabeza: "No, Kakucho es un amigo de Takemichi que decidí acompañar, pero ya me encariñé con él"-Mira a la cara a Shinichiro - "Supongo que puedo entender lo que se siente estar solo tan joven"
Ninguno de los dos dijo nada, pero los dos sentían un aura de entendimiento, los dos compartían
"Entonces te convertirás en una buena Nee-chan para tus nuevos hermanos"
Ella lo mira con los ojos abiertos, Shinichiro le da una sonrisa cómplice, Yuko se la devolvió cruzando sus manos en su espalda.
"Espero que no te moleste que te pida consejos para mejorar como hermana"-Dijo Yuko algo seria.
"Siempre listo para ayudar a las damas en apuros"-Su tono era juguetón, mirándola con picardía.
Yuko reía, empujando su hombro en broma: "Jajajaja tonto"
Llegaron a un estacionamiento, resaltaba una motocicleta entre tantos carros de familia; como si fuera costumbre, Shinichiro le acomodo el casco y la subió a la moto como su primera vez y se fueron.
Para Yuko, los viajes en motocicleta fueron lo que más disfruto, perdió su miedo y ahora disfrutaba el viento peinando sus cabellos, las luces que brillaban como luciérnagas en la profunda noche como si fuera una pintura y, sobre todo, el calor del cuero esbelto de Shinichiro en sus brazos.
Al principio le daba mucha vergüenza aferrarse a Shinichiro pero cada momento que pasaban juntos, se sentía más cómoda a su lado; la fría cortesía con que se trataban se derretía con cada broma, con cada obento que le preparaba, con cada caminata que hacían a su casa por las tardes después de la escuela y cada vez que le regalaba una sonrisa después de regresarle el envase del obento y como le decía todas las veces que era lo más delicioso que había probado, desando que fuera el día siguiente para probar más de su comida.
Ella podía admitir que confiaba en Shinichiro y que ya no solo era un simple conocido, ahora eran amigos, solo esperaba que el estuviera en la misma frecuencia que ella.
El silencioso viaje termino llegando a su destino, como acostumbraban, Shinichiro la bajo sujetándola por la cintura, mientras Yuko se desabrochaba el casco, él ya le había reclamado por qué seguía subiéndola y bajándola si ella ya sabía cómo hacerlo, Yuko solo alegaba que aún le daba miedo las motos sin querer admitir frente a nadie que le gustaba que la sujetara por la cintura, aunque fueran unos momentos, era lo más cerca que ha llegado respecto a contacto con un chico y aun que era triste le gustaba fingir que era un abrazo, no te juzgues tan duro Yuko, pensaba.
"Bueno supongo que te vere el lunes Shin, muchas gracias por el aventón, lo aprecio mucho"
Shinichiro le restó importancia moviendo la mano: "No le tomes importancia, sabes que no me molesta"
"Lo sé pero aun así me siento que me aprovecho de que tienes moto"-Respondió rascándose la nuca algo apenada.
"Jajajaja eres una exagerada Yuko, si fueras una molestia nunca te hubiera dejado subirte a mi querido Babu"-Shinichiro acaricio su preciada moto mientras lo decía.
"¿Babu?"-Pregunto confundida Yuko.
"Además entre tú y yo, eres la primera chica que subo a mi motocicleta"-Dijo Shinichiro rascándose avergonzado la nuca.
"¿En serio?"
"Si, ninguna de las chicas con quien he hablado ha querido subirse a él, eres la primera que lo hace"-Dijo serio mirando al frente.
Yuko no comento por su perfil serio, tomándolo normal, debía estar tenso con cosas de su pandilla. Pensando que la plática había terminado, se despidió con la mano, girando para entrar; fue detenida por su mano de dedos largos.
"! Espera ¡"-Dijo Shinichiro soltándola del hombro.
"Yo...yo quería decirte algo"-Yuko nunca lo había visto tan inseguro, Shinichiro miraba al piso con una cara que no supo identificar.
"Hoy te vi con una luz diferente y siendo sincero me gusto ver el tipo de persona eres"-Miro al cielo- "No hablo mucho sobre Izana porque se cómo la gente juzga y ver como no te importo de donde venia, me hizo darme cuenta de que eres más de lo que pensaba"
Recostado en su motocicleta, con una mano floja sujetando el manubrio, la miro con esos ojos oscuros profundos: "Quiero que seamos amigos más cercanos Yuko-chan, hoy me hizo darme cuenta que eres una buena persona y quiero que nos conozcamos más, si me dejas"
Como si todo se pusiera en silencio, solo rondaban los sonidos de sus pensamientos en su mente, Yuko no esperaba que fuera tan importante para Shinichiro, aunque no era el único, ella ya sentía un respeto por el desde la primera vez que le hablo, pero ver como cuidaba a Izana siempre refiriéndose a él como su hermano, demostraba una lealdad que admiraba,
Shinichiro se sobresaltó al sentir la mano de Yuko en su cabeza, con cuidado de no despeinar su copete; mirándose fijamente los dos.
"No seas tan serio Shin, no te queda esa mirada, yo también quiero ser tu amiga, desde que te conocí"-Dijo Yuko mirandolo con ojos suaves. Retira su mano de su cabeza.
"Tengo el presentimiento que seremos muy buenos amigos, entonces"-Le ofrece su mano.
" Cuidémonos uno al otro Sano Shinichiro"-Finalizo con una sonrisa que, para los ojos de Shinichiro, brillaba con el reflejo de la luna.
Saliendo de su ensoñación, el hombre le devolvió la sonrisa: "Lo prometo Hanagaki Yuko"-Le estrecho su mano, abarcando con su gran palma, la pequeña mano de ella, sintiendo la piel callosa con la delicada, compartiendo el calor uno del otro como promesa jurada en la noche fría.
Y así de fácil, quedo jurado una promesa frente la luna, acostumbrada a las palabras de los jóvenes entusiastas, pero el escalofrió que sintió en su pecho, fue la primera advertencia que recibió Shinichiro de sus palabras, ignorándola, solo por ahora.
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