Con Luan era diferente. Desde que iban a bañarse juntas, llegó a entrar cuando esta estaba entrando a la tina. Lucy se escandalizó en su silencio, y su nerviosismo era muy visible. A medio desnudar, Luan le decía que se ducharía con ella bajo cero debate, se quita sus zapatos y sus calcetas en lo que la faz de la pequeña se cubre de un rubor poco marcado.
Se quitó la camisa y la falda. El sujetador deportivo y las bragas en lo que la menor se encoge en la esquina, cubriéndose ligeramente su cuerpo semidesnudo, que pronto pasa a desnudo por la insistencia de su hermana.
"¡Eres muy flaca Lucy!", declaró Luan riendo, en lo que apartaba sus brazos para verla. "No te preocupes por tu desnudez. Si yo también estoy desnuda, ¿ves?"
Metiéndose juntas, Lucy queda mirando su cuerpo lozano y desnudo. Los montecitos coronados por las aureolas lívidas, la curvas a su cadera y sus piernas tenues. Agarrando sus ropas, la pequeña se fijó en el culo pronunciado de su hermana, el culo el cual había visto varias veces a Lincoln prendarse a mirarlo descaradamente cuando creía que no lo miraban, con esos ojos lujuriosos que no eran de hermano, y de cómo ella se inclinaba para que viera por debajo de la falda, enseñándole y fingiendo no enterarse.
"¿Me haces un espacio Lucy?", ella asiente y deja de estar debajo de la regadera. Luan pasa a un lado suyo pegándose toda y sonriendo. Su piel es suave y parecía que no pasaba, se deslizaba casi imperceptiblemente, y la piel de Luan brilla con todas las gotas escurriéndose continuamente por su cuerpo mojado. Parecía algo como esas chicas de esas revistas promocionando bikinis de Lori.
Luego recordaba a sus hermanos en el sillón; sus cuerpos restregándose, besándose, Lincoln moviéndose, embistiéndose a Luan con las piernas abiertas recibiéndolo enroscándose a él, y luego viéndola a ella.
"¿Puedes pasarme el jabón?" Se sonroja y acata a su hermana que le pasa la botella y pronto se llena las manos y la esponja del líquido, empezándola a rallarla toda.
Enjabona su cuerpo flaco, concentrándose en sus pezones, en sus labios vaginales y sus pompis con movimientos circulares y más en ocasiones examínales, que la sonrojan de sobremanera en conjunto a una sensación extraña que se concentra en las piernas y un cosquilleo por el vientre.
—¿Tu me quieres enjabonar Lucy?
Lucy la mira confundida y asiente.
Pone jabón en la esponja y en su mano y lo frota. Se acerca a ella que se para bien y expone su cuerpo, un cuerpo de bailarina, lista para el ballet como ella o cómo más precisamente Lola que es la única que va a clases extracurriculares, y empieza a enjabonar su cuerpo, la herencia. Flaca igual, pero con una curvatura finas que confieren a su desarrollo de crecimiento. La comediante se le ve que los senos son más pronunciados, por decir que antes eran inexistentes, y que se ocultan a sus prendas habituales.
—¿Tú nos viste haciendo eso Lucy? ¿Nos viste haciendo el amor a mi y a Lincoln no?—pregunta Luan melosa y ella se congela.
Luan lo nota y la abraza con rapidez yéndose a las gotas de la regadera.
—A mi me gusta mucho Lincoln —le confiesa Luan bajando la cabeza para mirarla y sosteniendo la suya —. Me gusta muchísimo. Me encanta de hecho. ¿Sabias que me encanta mucho Lincoln? —pregunta pero no espera respuesta —Por eso debes de guardar el secreto, ¿entiendes Lucy?
Lucy no puede verla claramente, el riego de la regadera difumina su vista, pero escucha y hace un gemido y un gesto que parecen como respuesta, y siente que las manos de su hermana la acarician con la agua escurriéndolos. Luego Luan baja su cabeza con ella, y le da un beso en los labios.
Un beso sencillo que le dio a la pelinegra un respingo que hizo que se riera Luan.
Pronto se secaba y la secaba y se secaban en conjunto con las toallas. Sus pieles secas reflejaban la luz eléctrica que recibían de dos distinguibles maneras. La piel de Lucy era muy pálida y Luan no aguantó comentárselo como si fuera la primera vez que lo notara a Lucy, y Lucy no dijo nada.
—¿Es porque eres alérgica al sol como una vampiresa verdad? —cuestionó bufonesca mostrando sus prominentes dientes alambrados.
Desnuda y con frío Lucy solo se sonrojó.
—Puede ser...
La beso dos veces deliberadamente, y pidió que tratará de regresarle el beso.
Ya vestidas salieron tomadas de la mano, deteniéndose por las escaleras y escuchando un jolgorio que venía del primer piso. Se miraron sin decir nada, y se encaminaron al cuarto de Lincoln sin que se diera cuenta la menor, solo percatándose al pasar de su cuarto.
—¿Vamos con Lincoln? —preguntó Lucy deteniéndose sin soltar la mano de Luan.
—Lincoln no está. Solo usaremos su cuarto.
—Oh... Ok... —pronunció Lucy bajando la intensidad de su rubor y sintiendo una especie de alivio.
