La leona quedó muda ante la huida de Parkinson, se sintió extraña, el beso que se dieron había despertado en ella demasiadas preguntas y reacciones en su cuerpo. Entre ellas, nunca se había imaginado que más que curiosidad, la ojiverde le generaba deseo, una necesidad impía de sentirse una con ella. En la época y en el mundo en el que se encontraban, era muy aceptadas las parejas del mismo sexo, sin embargo, desde muy pequeña, en el mundo muggle, había visto demasiada discriminación hacia las personas homosexuales, incluso había crecido con comentarios bastante fuertes hacia ellos. A pesar de ello, sus padres siempre le enseñaron a tratar bien a los demás y aunque siempre sintió demasiado cariño hacia sus amigas de infancia, nunca se imaginó tener esa atracción por una mujer. No tenía una explicación sobre el impulso que tuvo, nada le ocasionaba más desconcierto que desconocerse a sí misma en esa situación. Y aunque ya se había besado antes con Krum y había tenido muchisimo más con Ron, ese beso le había movido más que cualquier otra experiencia de su pasado.

Se tocó los labios con suavidad y haciendo un encantamiento del almohadón, se dejó caer en el suelo, sin dudas esto la había hecho olvidar las noticias que le habían dado, se sentía tranquila ahora, sin presiones, ni pensamientos sobre lo que podría pasar, ahora todo se había vuelto demasiado simple, había besado a Parkinson.

Un par de horas después empezó a sentir escalofríos, estaba bajando el sol y era momento de regresar al castillo, se puso de pie y se dirigió hacia el gran comedor, tenía hambre, quería comer algo antes de ir a su habitación.


En el gran comedor había pocas personas, la castaña entró y se sentó en una espacio vacío al ver que no estaban sus amigos y decidió comer algo suave, pero al ver unas tajadas de pavo y queso, se armó un sándwich enorme, cebolla, pepinillos, tomate y lechuga. Se dio cuenta que no había comido bien en todo el día y era necesario alimentarse bien, el hambre la estaba dominando.

Empacó unas tartaletas y luego de terminar, optó por ir a la biblioteca, necesitaba leer algo sobre leyendas entre sangre puras porque, aunque Pansy no quería que ella investigara, le había dado pistas para iniciar su búsqueda cuando la estaba intimidando anteriormente, con esa información no tendría que pedir ayuda a nadie, ella misma descubriría lo que estaba pasando.

Con pasos decididos caminó hacia la biblioteca y buscó en la sección de leyendas y criaturas mágicas. Allí busco con ahínco historias de toda clase y permaneció en un rincón escondido hasta el tiempo de marcharse. Se llevó 5 tomos grandes y se los llevó para seguir con su investigación en la habitación.

Cuando llegó a la sala común, se encontró con Ginny y las gemelas Patil, estaban hablando de hechizos y sus planes a futuro. Hermione intercambió unas palabras con ellas subió a su habitación, se cambió y continuó leyendo ávidamente hasta que encontró algo que la hizo congelarse.

La historia de Dominique Davies y la maldición del único amor:

Aunque no se tenga muy claro el origen de los magos y brujas en esta tierra, se tienen registros de magia de hace más de 5,000 años. Se dice que la historia de Dominique Davies inició porque era una de las brujas más inteligentes y hermosas de su época, con cabellos rizados y facciones gatunas, podía hacer que cualquier persona, criatura u objeto hiciera lo que ella deseara. Sin embargo, tenía un corazón muy noble, ayudaba los heridos y era conocida por tener grandes conocimientos en herbología. Sin dudarlo, por largo tiempo fue considerada algo más que humano por los muggles y esto siempre terminaba siendo un problema para su propia seguridad, existían incluso demasiadas personas que cuestionaban su poder y quisieron aprovecharse de ella.

Siendo una bruja tan astuta fue díficil para la gran mayoría de hombres conquistarla, incluso hombres sabios y criaturas mágicas la pensaban como un trofeo, el que pudiera doblegarla se convertiría en el ser más prestigioso de la aldea. No fue hasta tiempo después que conoció a un hombre inteligente, conocedor de la época, con conocimientos básicos para sanar y mostrándose amable y sin intenciones dobles logró captar a Dominique. Iniciaron una linda amistad que por mucho tiempo la dejó en calma y sin pretendientes que quisieran llevársela, eran muy respetados en la aldea y todos presuponían que estaban juntos como una pareja después de meses de estar juntos. No obstante, cuando su aldea fue atacada por un grupo de hombres guerreros, bélicos y exterminadores, se llevaron a la única persona que Dominique pensó querer.

Las comunidades se fueron haciendo más grandes, así como las enfermedades; las pocas brujas y magos que vivían en la región decidieron dividirse y alejarse a lugares inhospitos y seguros para crear las comunidades mágicas que se conocen al día de hoy. Dominique en algunas ocasiones se acercaba a las aldeas asentadas en el medio oriente y se dice que influyó en la creación de algunas formas de escritura. Aún con su gran influencia y conocimiento, nada la preparó para una maldición que marcaría todas las generaciones venideras de magos y brujas.

Una noche de luna llena, se escuchó un intento de intromisión a sus casas protegidas con los primeros trazos de mágia de protección. Varias brujas se levantaron dispuestas a defender su lugar sagrado y se encontraron con una parerja de magos obscuros, con caras deformes y con un olor fetido lleno de maldad, pues incluso en esa época habían magos que practicaban magia para hacer daño y por el poder sin varitas para canalizar la mágia, el cuerpo mostraba las secuelas de lo bueno y malo que podrían cargar. De inmediato inició una pelea para poder evitar la destrucción de sus posesiones.

Estos magos parecían dominados por las fuerzas más infames porque aunque los aventajaban en número, pudieron asesinar a tres brujas y un mago. Dominique al ver la gran perdida deicidó pedir ayuda las criaturas que vivian cerca, entre ellos seres de la noche y pudieron terminar con la bruja. Tal fue la rabia que sintió el mago restante que sin pensarlo dos veces la agarró y sometió en un intento de torturarla hasta la muerte.

Creó una esfera de obscuridad absorbente e impenetrable y la torturó para descubrir sus más profundos secretos, se dio cuenta de lo mucho que amó al muggle que tenía como amigo y le quitó todos los recuerdos felices de su mente, instauró recuerdos violentos y perversos y cuando por fin los demás pudieron penetrar la esfera obscura, con fuerza la maldijo diciéndole:

- Ningún hombre para ti será suficiente y tu estirpe morirá contigo, pues en la locura de tu tristeza morirás sola y atormentada, solo tu verdadera alma gemela con sangre mágica corriéndole por las venas podrá salvarte.

En un último aliento, pensando que le daría el peor final, agregó las últimas palabras:

-Y si fuera el caso, ni tus hijos, ni quién se enlace con ellos podrán encontrar paz sin su otra mitad. Y por esas horribles criaturas que asesinaron a Mitha tendrás que vivir transformada una vez cada noche en luna llena, para recordar su muerte y el mal que heredas- y sin pensarlo dos veces tomó un hueso de Mitha y se lo clavó en el vientre.

Finalmente atacando sin piedad, destruyeron al mago, y trataron de recuperar a Dominique pero no lo lograron, pues aunque su herida fue curada, ningún mago de la aldea, ni ninguna bruja parecía traerla de vuelta de las sombras. Vivió varios meses torturada por malos recuerdos, parecía un ente sin alma, sin nada por lo cual apegarse a la vida. Esos magos utilizaron magia tan terrible que ni si quiera pudieron hacerla hablar, solo se escuchaban sus gritos de noche cuando la hacían dormir. La aldea estaba de luto y se dieron cuenta que el peor enemigo de los magos no eran los muggles, eran los propios magos. Sintiendo agradecimiento por todo lo que había logrado, se dedicaron a cuidarla de sí misma y los demás, e intentaron por todos los medios conservar su basto conocimiento, pues sabían que la maldición que corría en su sangre, podría hacerle daño a los demás magos y brujas.

Un día un grupo de magos de Asia, llegaron buscando nuevas formas de protección y se encontraron con mucha información para crear magia de combate. Uno en especial era vivaz e intrépido, un mago inquieto y curioso. Una noche, con mucha cautela fue a investigar el gran secreto de la aldea y se topó de frente con Dominique, con los ojos abiertos mirando a la inmensa nada. Sin miedo, entró a su hogar y se presentó.

- Soy Tux, mago y guerrero, a sus servicios- la tomó de las manos y las besó. En ese instante sintió una gran electricidad y se asustó.

Nadie sabe si fue un golpe de suerte o la la vida dándole una segunda oportunidad a Dominique pero como si de un bálsamo se tratara, ella pudo responder con una sonrisa que lo dejó sin aliento. Su toque se sentía como un rayo cayendo a la tierra, llenando de energía cada espacio y bañando de luz su alma. Sin miedo, Tux se propuso conocerla escondiéndose de sus compañeros, pues sabía que si se enteraban se irían de inmediato, no había tiempo para el amor siendo guerreros.

Cada noche que pasaban juntos era una aventura, Dominique parecía estar reconociendo apenas a quienes la rodeaban y sin poder creérselo, la comunidad mágica creía que se trataba de la maldición revirtiéndose. En cuestión de semanas Dominique era la misma, pero por miedo a perder al único hombre que la hacía feliz, lo ocultó con recelo.

Un día antes de luna llena, Dominique cedió a sus instintos y sin pensarlo besó a Tux y se entregaron con amor, a la esperaza de un futuro y al deseo ardiente. Sabían que querían estar juntos y les iban a revelar a todos su gran amor, aun conociendo las posibles consecuencias que Tux enfrentaría en el futuro. Tal fue la sorpresa de todos al encontrar la noche siguiente a la pareja, transformados dolorosamente en criaturas de la noche. Solo ellos pudieron entender que por dicha entrega se había cumplido cada palabra del mago obscuro. Sin nada más que esconder, Dominque apeló por todo lo que habían logrado como comunidad y pidió la aceptación de su unión. Uno de sus ojos cambió para ser igual al de Dominique y a ella le ocurrió lo mismo para igualar el de Tux, siendo llevado a lo literal, aquello de su alma gemela.

Con miedo de las consecuencias de la maldición, los ayudaron a cuidarse y dejaron que sus hijos crecieran allí. Dichos hijos se encontaron con otras brujas y magos y así se vivió durante mucho tiempo la maldición del único amor. Muchos magos dicen que el linaje de Dominique y Tux ya desapareció, pues se tienen registros de hace 1000 años y luego de ello, nada. Sin embargo, se cree que aún en muchas familias sangre puras, en el silencio y la privacidad de sus mansiones, hay herederos de la maldición del único amor.


Después de leer esto, Hermione se sintió asustada, pues no entendía cómo era posible que ella estuviera sintiendo chispas con Parkinson, si ella no era una bruja sangre pura. La castaña no pudo ir más lejos con sus pensamientos pues empezó a sentir demasiado dolor en todo su cuerpo y mirando por la ventana una última vez, notó que la luz fuerte de la luna llena la cegaba y la dejaba inconsciente. Lo último que alcanzó a oir fue a McGonagall cerrando toda la habitación y poniendo algo más junto a ella en el suelo.