*La mayoría de los personajes que aparecen en esta historia pertenecen a Mizuki e Igarashi, TOIE Animation, Co., 1976. Tokio*

*Esta historia está escrita exclusivamente por mi, y solo por entretenimiento, sin remuneración económica para la autora*

Capítulo 1.

En el estudio de la mansión de Lakewood

No quiero verte partir otra vez... pero ahora no puedo retenerte, no cuando tengo que asumir esta pesada carga, ser el patriarca de los Andrew, asumir el ducado... cuántos negocios, cuántas decisiones, cuántos viajes. No, yo no puedo obligarte a renunciar a tu libertad. Prefiero mil veces sacrificarme por ti. Candy... No hay ninguna dama comparable a ti en la familia Andrew. Tú edificas tu existencia por tus propios medios.

- William... ¡William!

- Lo siento George, dime ¿qué ocurre?

- Debería ser yo el que realice esa pregunta, es por la señorita Candy ¿verdad?

- Otra vez la tengo que dejar ir, George. Ahora cuando sé que siente algo por mí, cuando sus ojos me dicen que me ama... ¿Sabes? cuando estuvimos en la casa de campo, antes de que vinieras a buscarla, tejió una guirnalda de flores y la colocó sobre nosotros formando un corazón... es tan dulce. Y yo... yo no puedo decirle lo que siento, no puedo, no sería justo. ¡Maldita sociedad! (se escuchan los cristales del vaso de whisky contra la pared).

- William, se vienen años difíciles, es cierto, pero Candy se merece saber lo que sientes, deja que ella decida qué hacer. Si callas, te arrepentirás, de no haberlo intentado, y no solo te estarías condenando a la infelicidad, sino que también condenarías a Candy.

- Cancela todas mis citas de las próximas dos semanas, o encárgate tú de ellas. Necesito pensar...

- Muy bien William, se hará como digas.

- George... avisa a Archie, Annie y Patty, tengo algo en mente y es necesario contar con ellos.

- Les pediré que mañana vengan a la mansión.

- Gracias George.

Días después... de camino al Hogar de Ponny

Te amo, ¿cómo es posible?... ¿cómo no me dí cuenta antes?, antes podríamos haber sido felices juntos, ahora... ahora es imposible... soy tu hija adoptiva. Antes podría haber luchado por tu amor... Albert, si fuéramos de nuevo paciente-enfermera, yo... yo podría amarte. Qué difícil ha sido decirle adiós al departamento, fuimos tan felices Albert... Mis madres, el padre árbol, los niños del Hogar de Ponny, siempre regreso cuando no me siento bien, ellos me dan fuerzas... Fuerzas para seguir en pie, esta vez no será fácil, siento un gran vacío dentro de mí. Quise despedirme de Annie y de Archie pero no estaban, otra vez sola.

- ¡Guau! ¡Guau!

- Miena, jajaja... ¡Oh Miena! ¡Vamos!... ¡Señorita Ponny! ¡Hermana María! ¡Buenos días! ¡Jimmy cómo has crecido!

- Bienvenida a casa Candy... ¡Es verdad que has regresado! De hecho ¡hay visitas para ti! ¡Vamos entra!

- ¿Visitas?... Archie, Annie y Patty, pero ¿cómo?

- Queríamos darte una sorpresa, fue idea de Albert.

- ¡Voy a buscar a Albert!... Estoy de vuelta en la Colina de Ponny... mi hogar... Anthony... Terry... Esta colina me trae tantos recuerdos...

- Pequeña ¿sabes que eres más linda cuando sonríes que cuando lloras?

- Esa dulce voz... esos cabellos rubios... y esos ojos azules... mi Príncipe de la Colina... Albert... Tio abuelo William... y luego mi Príncipe de la Colina.

- Candy... amo tu sonrisa... jamás olvides cómo sonreír... Candy jamás te olvidaré.

- Albert... oh Albert, yo nunca te olvidaré... me encanta estar entre tus brazos, sentir tu aroma a maderas y sentirme protegida.

- Candy ven, subamos al padre árbol...

- Si Albert

- Candy recuerdo perfectamente el día que te vi por primera vez, yo... yo me escapé de la mansión, Rosemary había fallecido y no me dejaron estar con ella en el velorio... lo vi todo de lejos, no lo soporté, no soporté que por esta carga a la que estaba predestinado no pudiera estar cerca de la única persona que estuvo conmigo e hizo de mis días los más felices de mi infancia. Ese día escapé, llovía, pero te oí, Candy llorabas, y yo... tus ojos verdes intensos y tu sonrisa, dieron paz a mi corazón. Este broche que llevas contigo, te lo dejé para encontrarte de nuevo. No fue mi intención dejarte sin más, pero vi a lo lejos a George y a Sam, y pensé que era mejor resguardarte de todo esto. Candy desde ese día siempre he pensado en ti, hasta que te vi de nuevo en la cascada, siempre te quise, y cuando viajé a Londres fue por estar cerca de ti, pero tú... tú estabas con Terry.

- Shhh, no digas más, Albert, yo... yo te amo, siempre te amé, cuando estaba contigo perdía la noción del tiempo y del espacio. Creo que fui un poco tonta por no darme cuenta de lo que me hacías sentir. Yo lo siento, hemos sufrido absurdamente.

- Candy, no cariño, piensa que lo que hemos vivido ha servido para darnos cuenta de lo que sentimos y de lo hermoso que es. Te amo.

- ¡Albert! Te amo

- Candy cómo he deseado besarte, tus movimientos torpes me indican que he sido el primero, quiero ser el primero en todo... Candy... Candy es mejor que bajemos, estarán esperándonos todos para la fiesta, seguro que ya vino Tom, con su padre el Sr. Steven y el Sr. Cartwright.

- Tienes razón, está a punto de atardecer.

Los amigos de Candy, sus madres, los niños, fue una tarde encantadora, llena de risas y bromas... Candy estaba feliz, era correspondida. Patty anunció su deseo de permanecer con Candy una temporada, a lo cual ella gustosa aceptó, compartirían habitación, Patty necesitaba superar el dolor de haber perdido a Stear y ella la ayudaría, necesitaba cambiar de ambiente, aunque Candy empezó a dudar pues quería estar con Albert y eso significaba tener que volver a Chicago.