Disclaimer: Ever After High no es de mi autoría, es autoría de Shannon Hale, y pertenece a Netflix y Matel

La Reina, El Caballero Y La Damisela

By: LupitaAzucena

Capítulo I: El Lamento Del Caballero

Lo más natural gracias a lo que había sucedido en los juegos de dragones es que estuviera preocupada, su corazón latía aterrado por todo lo que la rodeaba, pronto sus pensamientos comenzaron a conectar mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas.

¿Por qué ella? Se preguntaba una y otra vez mientras soportaba la ira del látigo castigando su espalda, ¿por qué Apple White? Hija de blancanieves, la dueña de todo, incluso de su propia vida, arañó entonces el suelo mientras erguía la espalda, no iba a darle el gusto de verla débil luego de que derramara lágrimas.

Recordó entonces la primera vez que la miró, era tan solo una niña de seis años pero entonces ya sabía que el destino de Daring su hermano mayor estaría con esa joven de hermosos ojos azules. ¿Cómo no pre destinarlos? Los dos eran perfectos.

No lo supo pero desde el momento que la miró la amó, su corazón latía con fuerza y a pesar de todo la cuidó, cada que Daring la hacía llorar cuando eran pequeños Apple corría a los brazos de ella, pero era ingenua al decir que quizás Daring no era tan malo, aún sabiendo que su hermano solo se amaba a sí mismo. ella continuaba lanzándola a los brazos de él, ese engreído.

Conforme comenzó a crecer supo que lo que ella sentía hacía la heredera de los White era más que admiración, Darling estaba enamorada de Apple, solo quería estar cerca de ella y la única manera de hacerlo era siendo solo su amiga, mirando de cerca como Daring no paraba de hacerle daño, lo odiaba, detestaba verla con lágrimas cayendo de sus ojos todo por culpa de Daring ¿Pero que podía hacer? Daring era el príncipe de Apple, no ella, había nacido condenada al destino de damisela, así eran las cosas.

O así fueron hasta que se enteró de la existencia de Raven Queen y su inspirador discurso de seguir su propio destino, como nunca su corazón brincó de alegría porque si ella podía cambiar su destino quizás sería igual su caso, dejar de ser una damisela en apuros y ser un caballero… Quizás ser su caballero.

Aquel anhelo en su corazón era un soplo de esperanza que la invitaba a levantarse todos los días de la cama, estaba pérdida, a la par que ese enamoramiento que guardaba no era más que el causante de su sufrimientos cada noche de insomnio que podía recordar y ver las actualizaciones de estado de su platónica.

Rosabella Beauty podía escuchar los suaves sollozos de la Charming y aunque sabía que no aceptaría sus palabras solo dejaba ser a su compañera a sabiendas de la verdadera causa de su dolor.

Fue entonces que después de tanto esperar vio llegar el final de Apple para que Daring la despertara durante el juego de dragones, agachó la mirada derrotada para no mirar y derramar lágrimas frente a todos aunque pudiese decir que eran de alegría. Pero no sucedió nada, el, la besó de nuevo pero no despertaba de manera en que lo único que atinó a hacer fue a darle RCP cosa que había aprendido por su cuenta, hasta el día de hoy se dio cuenta de que no fue más que cosa del contacto de labios, y del amor que sentía por la princesa, no la técnica médica.

A diferencia de todos los pretendientes que la joven tenía ella no la deseaba por su cuento, sus cualidades físicas o la fortuna de su familia, no, nada de eso, Darling la quería a ella por su forma de ser, por su aura tan cálida que lograba hacerla sentir tan bien y cálida.

Después de esos sucesos todo iba bien hasta que recordó un minúsculo detalle, la reacción de la madre de Apple que si bien su reputación de hacer lo necesario para obtener su final feliz la precedía, cosa por la cual no pudo sentir nada diferente al terror y el miedo de lo que pudiese sucederle.

Como ella había predicho estuvo en paz hasta que fue llamada a la oficina del director notando que la reina estaba allí y no Milton Grimm, su corazón se aceleró y comenzó a sentir nervios pero si algo le había enseñado las clases de caballero era que debía mantener la calma, claro ante una bestia, no ante la madre de la chica que había despertado con un beso siendo chica ella igual.

Darling Charming, es un placer volver a verte— Saludó con calma— Pasa, anda toma asiento.

Que sorpresa, aunque francamente yo esperaba encontrarme con el director.

Lo sé querida, lo sé, pero no debes preocuparte, he venido solo a hablar contigo— Sonrió.

Entiendo, ¿Qué cosa desea hablar conmigo?— Miró con cierta reserva a la mujer frente a ella.

Como sabes bien tras los acontecimientos con la reina malvada mi hija cumplió una parte de su destino, la cuál era ser envenenada por un manzana— Suspiró— Pero hubo una cosa que llegó a mis oídos y quiero constatar que sea verdad… ¿Es cierto que no fue Daring Charming quien despertó a Apple?

Es verdad— Aseguró la chica.

Ahora tengo otra duda ¿Tú la despertaste?— La miró inquisidora.

Si— Suspiré con pesadez— He sido yo pero lo único que hice fue darle RCP— Me excusé.

Darling… Ambas sabemos que no ha sido así— Sonrió la reina— Ha sido el beso de amor verdadero, y aunque Apple no te ama y te ve solo como la hermana Charming tú al parecer si la amas… La has amado desde la primera vez que la viste… Por eso mismo no puedo dejar que amenaces el destino de mi querida hija.— Sentenció mientras su mirada se iba oscureciendo.

Darling se levantó a la defensiva y miró como la reina se mantenía tranquila y serena mirándola con una sonrisa su corazón dio un vuelco mientras se veía a si misma rodeada de enanos, cosa que no le hizo gracia y por la cual comenzó a esquivarlos para tratar de llegar a la salida y cuando tocó la perilla de la puerta una corriente eléctrica la derribó, todo había sido una trampa y se dio cuenta demasiado tarde.

Su cuerpo se encontraba demasiado aturdido pero esa no la detuvo de intentar levantarse y cuando casi lo lograba una descarga más el envío al suelo a cuenta nueva, luchó hasta que la última descarga eléctrica que recibió la noqueó por completo.

Darling había perdido la noción del tiempo de cuanto llevaba atada a esos grilletes recibiendo torturas, había comido cinco veces una manzana ayudada de uno de los enanos y había bebido agua de un sabor sospechoso. Se sentía sumamente débil y cansada.

Hacía un rato le habían soltado los grilletes y la reina en persona había alzado el látigo contra su castigada espalda flajeandole con fuerza repitiéndole lo que ya estaba dentro de su conocimiento por ejemplo que Apple no la amaba idea a la que estaba tan acostumbrada.

—Es una lástima que esto allá tenido que terminar de esta manera, todo gracias a la reina malvada— Sujetó su mentón levantando su rostro aperlado de sudor y lleno de lágrimas— Pero no te preocupes querida— Sacó de sus ropas un pañuelo blanco, con este comenzó a limpiar la sangre que le salía por la nariz, pasando por la que llevaba rato escurriéndole por la ceja y el labio— Cuando Daring firme el libro se convertirá en la llave para romper la maldición a pesar de no amar a Apple.— Sentenció.

—Ese no es el destino de mi hermano, si ama a su hija ¿Por qué atarla a alguien que no la amará?— Exclamó con debilidad.

—Nunca ha sido el destino de todos los príncipes encantadores ¿Por qué crees que no tengo un príncipe a mi lado? Estamos divorciados, solo cumplimos nuestro destino— La miró— El amor no existe en los cuentos de hadas.

—Usted es la bruja malvada… No aquella que ostenta ese título y se encuentra encerrada en el mundo de los espejos— Gruñó haciendo esfuerzo de levantarse, debía salir de allí a toda costa y alertar a Apple aunque no fuera a creerle.

—Daring firmando su destino, Apple cumpliendo el suyo, solo haría falta convencer a Raven Queen de que cumpla el suyo y tú… bueno, tú desaparecerás sin dejar rastro, ¿qué mejor cuartada para tu desaparición que la de que huiste para ser el caballero que deseabas?— soltó su mentón— Tú sola cavaste tu propia tumba con tus absurdas actitudes y aires de caballero.

La reina comenzó a reírse de la muchacha a voz alzada y soltó su rostro, la miró y lo último que hizo fue darle una patada en el abdomen haciendo que la rubia de doblará del dolor, tras esta acción solo salió del calabozo sin dirigirle la palabra.

Darling no pudo solo quedarse inmóvil por el dolor que recorría casi cada parte de su ser, esperando su muerte, pero no, ella debía luchar, no se dejaría vencer, prefería morir luchando su espíritu no sería doblado tan fácilmente como la reina creía, no sabía que de todos los Charming del mundo se encontró con la más terca.

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Todos en Ever After High se preguntaban lo mismo; ¿Dónde estaba Darling Charming? Puesto que luego de una visita a la dirección no se le volvió a ver, sus hermanos la buscaban como locos, salían de clases para buscarla y regresaban después del toque de queda con rostros cada vez más afligidos.

La verdad era que eso había sido tan extraño que mantenía intrigados a todos al respecto hasta que decidieron reunirse, aunque casualmente Apple se había disculpado enormemente al no poder estar presente a esa reunión por tener que ir con su madre de manera "urgente"

—Bien— Comenzó Raven— Hemos buscado en el pueblo, en los bosques, los maravillosos han ido al país de las maravillas, mi padre ha buscado en su reino que es el más cercano a este, Daring, Dexter sus padres la han buscado en su reino— Prosiguió— Y después de una semana desde que esto pasó no hemos logrado encontrar ni un rastro de Darling.

—El problema es que no pudo solo esfumarse— Mencionó Daring.— A menos… De que este en el mundo de los espejos… Por accidente.

—No lo está, mi madre ha buscado y nada— Respondió Raven.

—Esto es demasiado preocupante como una serpiente en un pastelillo— Dijo Maddie— Porque la hemos buscado por cada tierra, debajo de cada piedra y taza de té y el ave no se encuentra en su cardumen.

—Sin mencionar que lo preocupante es que no hay manera en que fuera sin avisar a nadie— Constató Dexter.

—además todo está intacto en nuestra habitación lo cual indica que alguien debe tenerla— Suspiró Rosabella.

—No me miren a mí, mi madre no ha sido esta vez… Aunque no hasta donde sabemos— Dijo poniendo una mano bajo su mentón— Esperen un momento— Busco entre sus pertenencias hasta encontrar un libro y miró página tras página— ¡Eso es!

— ¿Qué?— La miró Cerise.

—Un hechizó de rastreo, pero Rosabella debemos ir a su habitación, necesito algo que haya pertenecido a Darling o cualquier cosa que sea de ella— Mencionó.

No hizo falta que dijera nada más cuando Rosabella se levantó con rapidez caminando a pasos apresurados por los pasillos hasta dar con su dormitorio dejando entrar a todos.

La hija de la reina malvada encontró con rapidez un cabello rubio de la joven a quien buscaban y sin perder tiempo, rogando a que sus poderes no lo echaran a perder comenzó a conjurar el hechizo ante la atenta mirada de todos notando que se formaba una esfera de color rojiza flotando con velocidad media por los pasillos.

— ¡Síganla!— Exclamó apresurándose a seguir la estela de energía que la esfera iba dejando detrás.

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Para Apple era un día especial, su madre había adelantado la visita que solía hacerle cada mes, claro que en los últimos dos meses no había podido verla y aunque le preocupaba mucho lo que ocurría con Darling, los chicos la excusaron conociendo el origen de la situación.

Había llegado a la sala del té donde normalmente esperaba a su madre aunque lo que la dejaba algo ansiosa era el hecho de que su madre aún no estaba allí, claro que le inquietaba puesto que la reina era sumamente puntual, así que algo importante debió surgir para tener quince minutos de atraso.

Cuando la miró entrar por el balcón un escalofrío cruzo por toda espina dorsal al notar la expresión poco inusual en su madre cosa que la hizo pensar que le daría una mala noticia, aunque la reina solo suspiró y la miró sonriéndole y abrazándola.

—Hija, te he echado tanto de menos— Sonrió la reina con calma.

—Yo igual madre— La abrazó con fuerza— Me alegra saber que al fin has tenido un momento para mí.

—Lamento que no haya sido antes pero luego de lo sucedido con la reina malvada el mundo entero se ha vuelto loco— Sonrió y acarició el rostro de su hija para abrazarla nuevamente.

—Me lo imagino— Suspiró Apple.

—Sabes, lo que quiero mostrarte hoy es algo que quizás te agrade— La reina hizo una seña sutil para que le siguiera.

Apple iba detrás de su madre confundida, generalmente tomaban el té cuando se veían pero si le decía que eso le gustaría quizás sería una sorpresa, algo por el tiempo que estuvo ausente quizás.

Los pasillos del palacio donde ella pasó su infancia entera eran enormes, con techos que ella siempre describía como suficientemente altos para que un gigante pasara de hechimaravilla, si bien el lujo y la comodidad era algo que podía notarse con solo mirar la fachada del palacio a ella personalmente le parecía ligeramente excesivo, no era que no le gustara pero algunas cosas eran un tanto exageradas, como por ejemplo las perillas de oro en cada puerta.

Saliendo de sus pensamientos, Apple notó que jamás había ido por esa zona del palacio, que comenzó a volverse más fría hasta que entraron por una puerta de metal bajando unas escaleras de caracol, que conforme avanzaban podía sentir como el ambiente se volvía húmedo y frío, así como la oscuridad se hacía más intensa.

Su cuerpo sintió un escalofrío pasarlo de arriba abajo erizándole la piel por completo, ese lugar era francamente desagradable, no podía entender porque su madre la llevaba allí.

—Apple— Se detuvo su madre frente a una puerta de metal con una pequeña abertura para los ojos— Te he traído aquí porque quiero que entiendas una lección, la más importante de todas las que soy capaz de enseñarte.

— ¿Cuál madre?— Interrogó Apple con cierto gesto de preocupación.

—Nadie debe interponerse en tu final feliz— Sentenció— Lo cierto es que he indagado mucho sobre lo sucedido durante lo de la reina malvada y descubrí algo que me sorprendió, que Daring tu aparente príncipe encantador no te despertó de la maldición de la reina.

—Bueno eso ya lo sabía en realidad— Desvió la mirada incomoda.

— ¿Pero te has preguntado quien te ha despertado en realidad?— Sonrió su madre.

—Bueno si pero…

—Fue la pequeña Darling Charming… Así que me encargué temporalmente de las cosas— Sonrió con satisfacción abriendo la puerta de metal.

La reina entró al cuarto que era iluminado tenuemente por antorchas, Apple White sintió como sus piernas casi fallan, al notar la silueta tirada en el suelo reconociendo inmediatamente ese cabello pálido, se trataba de Darling.

—Madre— Contuvo un grito asustado— ¿Qué has hecho?— Cubrió con sus manos su boca.

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Continuará…

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N.A: Pues he aquí mi primera historia de este bellisimo fandom, espero que puedan disfrutarla tanto como yo escribiéndola y puedan dejarme un pequeño review con su opinión