Gracias por el comentario fabaguirre167, tienes razón para algunas personas que tienen mucho dinero y tienen ansias de más poder en cuanto ven que están en juego billones de dólares, las vidas de los demás dejan de importar.
Gracias por los favs Xime05, judithtorres, marcita196677, sayuri1707, settale y yadymony. Gracias por haberle dado una oportunidad a este fic, me alegro de que os haya gustado.
Gracias lectoras de EEUU, México, España, Italia, Perú, Colombia, Japón, Venezuela, Nicaragua, Chile, El Salvador, Brazil, Canadá, Grecia, Paraguay, Francia, Guatemala, Panamá, Romania, Ecuador, Argentina, Taiwan, Dominican Revar, Costa Rica, Reino Unido, Alemania, Ucrania, Belarus y China. Gracias infinitas. Ojalá podáis dejarme algún comentario sobre este fic. Y espero que me sigan en mi último fic Picture this. Un abrazo a la distancia. Os dejo con el capítulo final.
Capítulo 25.
En la mansión de los McGregor
Los meses pasaron muy rápido, el escándalo había sacudido a la Alta Sociedad, numerosos viajes se realizaron con tanta discreción que los periódicos no se enteraron nunca de lo que había ocurrido realmente, aunque sus portadas anunciaban en primera plana diferentes hechos que no se ajustaban a la realidad con la precisión que se podría suponer, pero como siempre la nobleza siempre opta por no aclarar los hechos, distanciarse de lo que los períodicos publicaban como titulares era una estrategia generalizada, era de esperar su silencio, algunos ejemplos de esos titulares podrían ser: "El duque Colin Campbell es enviado a la cárcel por error y ha sido asesinado por el empresario Alexander Briand". "Detenidos los cómplices del estafador y asesino Alexander Briand", "La actriz Susana Marlow fallece cuatro años después del fatídico accidente que la condenó a una silla de ruedas y a ser sometida a varias operaciones", "Terry Grandchester y Karen Kleiss vuelven a interpretar a Romeo y Julieta, en esta ocasión el actor no abandona la gira." "El duque de Grandchester se divorcia de Olena Campbell y desherada a sus hijos". "La corona inglesa ha decidido que el actor Terry Grandchester asuma el ducado de los Grandchester". "Se confirma que la leyenda es cierta la actriz Karen Kleiss y el ex-actor, ahora duque Terry Grandchester se casan tras terminar la gira de Romeo y Julieta". "Eleanor Baker dice adiós a las tablas tras su matrimonio con un caballero inglés". "Estados Unidos es el refugio de los aristócratas ingleses, se presenta en sociedad al duque Thomas Briand Campbell". "Por fin Archibald Cornwell se compromete con la paciente Annie Britter". "La condesa Dorothy Salisburry se casa con el empresario George Johnson, administrador del corporativo Andrew", "Se firma el mayor acuerdo comercial entre ingleses y escoceses en suelo americano: los Grandchester, McGregor, Campbell, Argyll y Andrew unidos por la amistad y por los ducados", "El empresario y duque William Albert Andrew anuncia su boda con la duquesa Candice McGregor Argyll". "Reaparece la condesa Margaret Campbell, aunque ha manifestado que pasará sus últimos días en Escocia tras la boda de los duques". "La rica heredera Patricia O'Brian forma parte de la filarmónica de Vienna, y ha sido catalogada como la mejor violinista de occidente".
- Candy, hija ¿qué ocurre? Estas pensativa.
- Papá es que me parece todo como si fuera un sueño, tantas cosas han pasado en tan poco tiempo, que me cuesta asimilar todo lo ocurrido. La carta que le dejó el chófer de Alexander al señor Britter nos dice tantas cosas, tantos crímenes horribles, entre ellos la muerte de los padres de mi amiga Patricia O'Brian, si es que está claro que somos amigas porque nos unió el destino. Y la muerte de Priscilla, ella podría haber sobrevivido, pero el chófer dice que ella le reconoció, que sabíá que si aceptaba irse con él, ella estaría bajo el yugo de Colin y que prefirió quedarse abrazando a su marido, debió ser todo tan horrible, no me lo imagino papá, no puedo. Y luego lo de Annie, yo siempre supe que había una química especial entre la señora Britter y ella, sentí celos, porque sentí que la señora Britter no me quería, pero ahora entiendo que el instinto es el instinto, aunque la señora Britter no lo supiera, su instinto sí, y Annie es su hija, me alegro mucho por ella papá, porque pudo vivir una infancia con sus verdaderos padres.
- Pero ella no supo que lo eran hasta ahora, así que también debió sufrir mucho Candy.
- Papá, muchas gracias por ayudar al señor Britter, él es un buen hombre, lo sé.
- En realidad fue Tom, Candy... Cuando Margaret Campbell, Christopher Kleiss, Simon Stevens y el señor Britter se enteraron de la muerte de Colin Campbell vinieron enseguida a la mansión, cada uno me contó su versión, y cada uno de ellos me pidió que protegieramos a Tom. Teníamos que acordar cuándo, cómo y dónde revelarle la verdad. Margaret y yo acudimos a la finca de Sir Stevens.
- ¿Sir Stevens?
- No me mires así Candy, aunque no te lo parezca Sir Stevens forma parte de la aristocracia, mi padre estudió con él en el colegio San Pablo y por lo que sé estaba enamorado de Jane Andrew, ella le correspondía, pero la obligaron a casarse con otro hombre, así que él se marchó de Londres y decidió quedarse en Michigan. Pocas personas sabían que había emigrado a Estados Unidos, uno de ellos era Thomas Briand. Elizabeth, la hermana de Duncan, había sido prometida a Thomas y semanas antes de la boda ella tuvo la poca fortuna de conocer a Alexander, él la sedujo y ella quedó embarazada de Sara, al principio pensó que su padre anularía el matrimonio con Thomas, pero no fue así, y luego se dio cuenta de que Alexander en realidad estaba obsesionado con Priscilla, entonces intentó ser honesta y decirle a Thomas la verdad, pero Alexander al descubrir sus intenciones empezó a amenazarla con matar a Duncan o contarle lo ocurrido a su padre, durante muchos meses ella fue ultrajada y si se liberó del yugo de Alexander fue porque Olena se encaprichó con él, y este decidió dejar en paz a Elizabeth, a partir de entonces, Elizabeth decidió que tenía que darle un heredero de verdad a Thomas, así que tras muchos años intentándolo se quedó embarazada, Alexander la mató el mismo día que nació Tom, Elizabeth sabía de lo que era capaz Alexander así que en cuanto nació Tom le pidió a su mucama que se llevara al niño con ella, y al mayordomo que le entregara una carta a su marido. Fue ahí cuando Thomas se enteró de la verdad y escribió a Duncan, Elizabeth y Camila. Thomas le había dado las copias de su nuevo testamento a Sir Stevens y al señor Britter. Pero no fue hasta que vino Camila que Sir Stevens pudo adoptar a Tom. Los años pasaron y Simon tuvo un infarto, cuando se enteró que tu abuelo, que era su amigo del colegio, había fallecido. Entonces tuvo miedo, los años pasaban y no parecía que Tom pudiera recuperar su apellido, así que pensó que lo mejor era casarle, no quería morirse sin saber que Tom estaría bien, pensó que Dayana era una buena chica, y no se equivocó. Todavía nadie lo sabe pero se van a casar.
- ¿Qué? hahaha papá sabes más cosas de mis amigos que yo.
- Bueno, la cuestión es que cuando llegamos a la finca de Simon Stevens, Margaret no pudo contener la emoción y fue directamente a abrazar a Tom en cuanto le vio, por supuesto, él la reconoció, el cabello rojizo y los ojos, los Campbell se parecen mucho. Le contamos lo ocurrido, todo, incluso que Britter no pudo cumplir con su promesa, Tom es un buen muchacho, nos dijo que Annie y tú eran sus hermanas. Y que entendía los motivos del padre de Annie para no mantener su palabra. Le perdonó, y dijo que no le denunciaría en caso de que mis auditores encontraran alguna operación irregular. Y eso demuestra los buenos valores que se os inculcaron en el Hogar de Ponny. Sin embargo, todo fue triste porque a pesar de que él ahora sabía que tenía una familia, un apellido, y que sus padres le amaban, él sentía que seguía siendo huérfano. Y lo es. Pero no está solo ¿verdad?
- No papá, no lo está. Él es el hermano que nunca tuve. Y no te lo conté pero fue él quien escuchó los llantos de Annie y míos, el día que nos dejaron en las afueras del Hogar de Ponny. Tom intentó avisar a la señorita Ponny y la hermana Maria de que se escuchaba a unos bebés llorar pero con el ruido de los niños, que estaban cenando, ellas no le hicieron caso, Tom tuvo que romper el cristal de la ventana para que ellas nos oyeran y nos encontraran. Así que a Tom le debo mi vida.
- Oh cariño, eso no lo sabía. Creo que hay lazos que no se pueden romper. Estábamos todos predestinados a unirnos por la amistad. Con Tom al mando de los Campbell solo pueden suceder buenas cosas ya lo verás. Ahora bien, ¿ya estás lista? Sé que a las señoritas les gusta hacer esperar al novio, pero Albert ya te lleva esperando mucho rato. Así que será mejor que nos vayamos.
- Oh, es verdad, llegaremos tarde.
Colina de Ponny
Candy y Albert se casaban en la colina en dónde vio por primera vez a su príncipe. Las sillas estaban preciosamente decoradas y dispuestas alrededor de los árboles, y allí en donde ella se cayó al ir tras la carta de Annie, allí estaba de nuevo Candy, esta vez de pie. Albert estaba vestido con el kilt de los Andrew y llevaba puesto el mismo broche que le dio a Candy, en el mismo sitio en el que le dijo "eres más bonita cuando ríes que cuando lloras". Ella estaba en un sueño, escuchándo a su príncipe decir "prometo serte fiel, estar a tu lado en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida". Y no pudo evitar recordar el día en el que compartieron aquel bocadillo y él le dijo lo mismo, que le prometía que desde ese momento compartirían sus alegrías y sus penas. Candy se sentía tonta, Albert le había dicho en ese momento que la quería y ella ni se había dado cuenta, cómo hubiera querido retroceder el tiempo y haberle dado un beso en ese momento, pero si hubiera sido así quizá nunca hubiera conocido sus orígenes, sus ojos empezaron a llenarse de lagrimas y Albert mientras deslizaba el anillo en su dedo anular, la miró fijamente y le volvió a decir aquella frase "eres más bonita cuando ríes que cuando lloras". Candy se sintió tan afortunada de tener a su príncipe con ella, dijo sus votos, deslizó el anillo sobre el anular de Albert, y en cuanto el cura les dio su bendición, se besaron.
Los invitados se pusieron de pie y empezaron a aplaudir. Todos aquellos que habían sido parte de la vida de Candy estaban allí, los que conoció cuando estaba en el Hogar de Ponny, en la mansión de los Legan, en la mansión de los Andrew, en el colegio San Pablo, en el hospital de Marie Jane, en el hospital de Chicago. Se había acondicionado una zona para hacer un brindis y para deleitarse con unos bocadillos, una orquesta se hacía presente para amenizar el momento, un poco antes de las 16:00 todos se retiraron, todavía quedaba la recepción que se haría en la Mansión de Lakewood y tenían que cambiarse de ropa para la ocasión.
Mansión de Lakewood
La novia estaba en su habitación con Dorothy, quien la ayudaba a cambiarse, aprovecharon el momento para darse un fuerte abrazo de despedida, Dorothy volvería a Reino Unido, empezaría una nueva vida, ahora que estaba esperando un bebé, quería que su abuela, que vivía en una de las casas que los Andrew tenían en Glasgow, conociera a su bisnieto o bisnieta, quería pasar todo el tiempo que pudiera con la baronesa de Salisburry, y Candy lo entendía, para ella los días que pasó cuidando a su abuelo fueron lo mejor y sabe que todos los momentos que compartieron juntos los atesorará siempre. El abrazo se vio interrumpido por una inesperada visita.
- ¡Capitán Brown! qué alegría verle, gracias por haber venido.
- Candy, gracias por invitarme. Me alegra mucho ser parte de este acontecimiento. No sé si tienes un momento Candy, me gustaría hablar contigo.
- Por mi no te preocupes Candy, me retiro.
- Nos vemos ahora Dorothy. Siéntese, por favor, capitán Brown, dígame, ¿en qué puedo ayudarle?
- Ya me has ayudado Candy, gracias a tu familia, he descubierto lo que pasó con Rosemary y con Anthony, ellos merecían que se hiciera justicia. Candy, sé que mi hijo te quería mucho, y sé que Rosemary quería mucho a William. Yo no tengo herederos, nunca quise volverme a casar, Rosemary era para mi el amor de mi vida y me dediqué a viajar sin parar para olvidarla, sin darme cuenta de que Anthony me necesitaba, pensé que con la Señora Elroy tendría una infancia más estable, pero ahora me doy cuenta que en realidad él me necesitaba a mi, a su padre. Si él estuviera vivo todavía, quizá tú estarías casada con él, y en ese caso serías como una hija para mi. El día que te vi en el entierro de Stear, yo modifiqué mi testamento. Candy, eres mi heredera. Te pido gestiones mi patrimonio por el cariño que le tuviste a Anthony, y que dispongas de mis propiedades pensando en lo que hubiera hecho él. Yo quería Anthony, sé que era un niño bueno pero me perdí su infancia, y siento que realmente nunca supe lo que le motivaba o lo que realmente le hacía feliz.
- Capitán Brown, yo no sé qué decir.
- Di que sí, por segunda vez hoy.
Candy no pudo evitar sonreír, se había casado hace unas pocas horas atrás, le había dicho sí a Albert. Y ahora el Capitán Brown le pedía que aceptara su legado en memoria de Anthony, por supuesto que diría que sí. Anthony, las rosas, las gaitas, los rodeos, las fiestas del pueblo, las joyas, las esculturas, el arte, él tenía unos gustos tan diversos, ella mantendría el legado de los Brown. Dijo que sí por segunda vez, y el señor Brown le informó que las copias del testamento y de las propiedades y negocios le llegarían en breve. Acordaron reunirse una vez a la semana para poder explicarle el funcionamiento de sus empresas.
El momento de bajar al salón había llegado y Albert fue a buscar a su esposa. Ambos bajaron juntos por aquellas escaleras preciosas decoradas con rosas dulce Candy, Albert se paró en el último escalón y dio un pequeño discurso, la orquesta empezó a tocar y los rubios bailaron la primera pieza. Sin darse cuenta de lo que acontecía en el exterior.
Cuando Dorothy salió de la habitación de Candy, bajó por las escaleras que daban al salón del té, vio una extraña figura de pie al lado de los ventanales, no vestía con traje de etiqueta asi que no era un invitado, pero ella reconocía a esa persona, la forma de moverse, el porte era el mismo, de pronto rememoró lo ocurrido el día que intentaron secuestrar a Albert, un encapuchado había intentado sujetarla pero llegó George y le golpeó, cuando empezaron los disparos ese hombre huyó, ese hombre ¡eres tú!.
- ¡Neil! ¿Qué haces aquí?
- Dorothy, no grites. No te conviene. ¿Crees que soy malvado por venir a ver a Candy el día de su boda?
- Creo que todos fuimos ilusos al pensar que habías cambiado, ¿en dónde está Eliza?
- Eliza está en un burdel, en donde debe de estar por desobedecerme.
- Eres cruel, ninguna mujer se merece eso, liberala.
- No tienes ningún poder sobre mí, tía.
Neil se acerca poco a poco y Dorothy sabe que tiene que huir, retrocede y sin darse cuenta tropieza con una mesita, el florero que estaba encima se cae al suelo y se rompe en mil pedazos. Neil está a punto de tocar a Dorothy cuando un enloquecido George aparece para darle tantos golpes que le deja inconciente, si ha parado, es porque su esposa se lo ha pedido. A los pocos minutos llegan Archie y Tom seguidos por el personal de seguridad y los agentes de policía que custodiaban la entrada principal. Neil es llevado a comisaría y obligado a revelar el paradero de Eliza, los agentes logran rescatarla, ella testifica contra su madre Sara y Neil, los años que ambos pasarán en la cárcel son demasiados, Eliza sabe que nunca les volverá a ver, y para ella mejor. Ha decidido viajar a Francia y empezar una nueva vida, será diseñadora de vestidos, y no le ha ido mal, su marca es de las más cotizadas por la burguesía occidental.
Dorothy ya ha dado a luz y su pequeño hijo se llama Duncan, en honor a la persona que la devolvió a sus orígenes, su primo. George y ella no han perdido el tiempo y otro pequeño más se incorporará a la familia. Y pensar que meses atrás durante la boda de Candy, Neil quería hacerle daño, George sigue sin entender por qué Neil se acercó a la mansión, ¿qué era lo que planeaba? Nunca lo sabrán, lo único que saben con certeza es que ya nadie podrá hacerles daño. A pesar del contratiempo, pudieron todos disfrutar de la boda, los rubios por suerte no se enteraron de lo ocurrido hasta el día siguiente. El problema había sido neutralizado, y los rubios se merecían una noche de bodas espectacular.
Candy y Albert van a ser padres, han pensado que si es niña la llamarán Clarise, en honor a la madre de Candy, y si es niño le llamarán William Duncan, en honor al hombre que la devolvió a sus orígenes.
- Albert, esta historia nuestra es tremenda.
- Lo es cariño, nos han pasado tantas cosas, pero nuestro amor es más fuerte que nunca, soy realmente feliz.
- Y yo Albert, yo he sido devuelta a los orígenes. Y entonces todos empezamos a conocer nuestras verdaderas historias. Todo lo que nos une desde mucho antes de nacer. Todo me ha llevado a ti. Te amo Albert.
- Y yo Candy, y yo.
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