Los personajes de Magical Girl Lyrical Nanoha no me pertenecen… son propiedad del estudio Seven Arcs.
Capítulo 1
.
Nanoha
.
Soy la princesa Nanoha Takamachi, hija del emperador Shiro Takamachi, a pesar de que mi abuelo no había sido el mejor emperador, mi padre era un hombre leal y piadoso con su pueblo, y bueno con gran paciencia para aguantarme a mí, su hija más joven.
Es que tener veinticuatro años de edad y no estar casada aun es una total deshonra, pero desde los dieciséis me he escapado brillantemente de cada uno de mis compromisos arreglados, mis hermanos mayores ya están casados y tienen hijos, yo por otro lado hasta me he arrancado a otros pueblos con tal de no casarme, la historia más chistosa fue cuando tenía diecinueve, llene el traje de mi pretendiente de arañas y serpientes porque les tenía fobia, lo sé, puede parecer cruel, pero era necesario, después de eso todos se la pensaban dos veces antes de pedir mi mano en matrimonio, hasta que mi padre se dio por vencido cuando tenia veintidós, sé que podría obligarme, pero al ser la menor y parecerme tanto a mamá, se podría decir que soy su debilidad, además creo que debe tener miedo de que de verdad desapareciera lejos de aquí. Pero esa vez me dio un ultimátum, a los veinticinco años me casaría aunque tuviera que llevarme amarrada a mi boda, y cuando lo dijo mirándome a los ojos supe que seria verdad. Asi que he disfrutado estos últimos años de libertad, para después caminar a mi muerte el día de la boda.
Bueno, no me puedo quejar, mi familia es especial y única, los amo con todo mi corazón.
.
Estoy en uno de los cuartos aledaños al salón principal, el cual que está escondido, es un cuarto privado que usamos con mamá y Miyuki de vez en cuando. De pronto un fuerte ruido se desata en el salón del trono, y cuando escucho los gritos me levanto enseguida a ver que esta ocurriendo, pero nada me preparaba para la imagen de mi familia arrodillada en el piso, mientras hombres vestidos de negro los tenían allí.
Luego un hombre joven entro caminando como si fuera el dueño de todo, vestía elegantemente y se detuvo justo enfrente de mi padre, en las afueras había tanto ruido de espadas y batalla que no lograba escuchar que decía ese hombre.
Por lo que después mientras corría en mi caballo por el bosque, solo podía pensar en lo ultimo que me había gritado mi padre antes de morir atravesado por la katana que tenía ese misterioso hombre, junto a mi madre y hermana.
"Corre" grito, mientras yo observaba impotente desde una puerta que no habían visto los hombres que asesinaron a mi familia, pero que obviamente encontrarían, mi padre le grito a la nada, pero sabiendo que donde sea que estuviera podría quizás tener una oportunidad.
Sali por unos pasadizos que había en el palacio, donde con mis hermanos jugábamos de niños. Y desde entonces solo he corrido sin rumbo, con un nudo en la garganta al pensar como mi familia había sido cruelmente asesinada enfrente de mis ojos.
Mi hermano estaba en el sur del imperio, junto con gran parte de las tropas en una batalla contra quienes yo creo fueron los que atacaron hoy el palacio real acabando con su emperador y familia.
Por lo que imagino, soy la única sobreviniente de la familia Takamachi.
A lo lejos escucho como están buscándome en caballos, asi que acelero a mi caballo con el fin de perderlos, esta anocheciendo cuando los escucho gritar mas cerca, solo puedo rogar por no terminar como el resto de mi familia, y en honor a mi padre seguir con nuestro apellido y legado, entonces una flecha alcanza a mi caballo empezando a caer, asi que salto de él para seguir corriendo, estoy tan concentrada en ello, que no me doy cuenta de que no escucho nada más, nadie me persigue, entonces miro hacia atrás y solo observó el bosque oscuro, pero no puedo darme el lujo de dudar en este momento, asi que reanudo mi paso intentando alejarme lo mas que pueda, de pronto salgo del bosque, al que parece ser un camino extraño, escucho un sonido a mi izquierda y al voltear solo logro ver una gran luz que me encandila, despues siento el golpe y todo se vuelve oscuro.
.
.
Fate
.
.
Tener treinta años de edad y ser la mujer más influyente y multimillonaria de Japón no es algo fácil, mi familia es la mejor que uno podría pedir, mis madres nos aman profundamente a mi y a mi hermano, pero las circunstancias llevaron a que yo con tan solo veinticinco años tuviera que ascender a la presidencia de las empresas Testarossa.
Mi madre Precia llevaba una gran carga encima después de que mi abuelo falleciera, ella nunca quiso la empresa, a pesar de tener todos los estudios necesarios y ayudar a mi abuelo, no era su sueño tener la presidencia, por lo que solo diez años estuvo a cargo cuando colapso, la crisis nerviosa que tuvo la afecto en gran medida, asi que decidí que me haría cargo de todo haciendo que se retirara a descansar junto a mamá, gracias a eso ella está totalmente bien y se ve feliz.
Por otro lado, mi hermano que tiene treinta y ocho años no habría podido, ya que él siguió los pasos de la familia Harlaown, que poseen la clínica más grande y famosa de Tokio, asi que además de graduarse con honores como cirujano, es el director de esta.
Asi que yo con veinticinco años adquirí la presidencia de una de las más grandes empresas en Japón, sin presión. Mi mejor amiga Hayate tomo la vicepresidencia hace tres años, y sinceramente a pesar de que puede ser muy odiosa a veces, es tremendamente buena en su trabajo, ayudándome muchísimo.
La verdad es que mi vida se centra en mi trabajo, solo comparto con mi familia y la familia de Hayate que trabajan tanto o en mi empresa o en el hospital. De hecho, ni siquiera he visto a mi familia estos últimos dos meses, demasiados problemas.
Si mi yo adolescente me viera ahora no me reconocería, soy completamente fría, no me gusta desperdiciar el tiempo hablando con personas que no valen la pena, soy muy seria cuando se trata de trabajo, al punto que nadie respira cuando paso a su lado, lo sé, suena horrible, pero no puedo evitarlo, muchas cosas pasaron para que terminara asi, y sé que todos los que me quieren se preocupan por como llevo mi vida, pero es mi vida, ya vere yo como la manejo.
Hoy tuve que salir a cenar a las afueras de la ciudad con unos clientes de Alemania que empezaran a trabajar con nosotros en la sucursal que tenemos allá, pero que deseaban hablar directamente conmigo, asi que es de noche cuando me dirijo en mi auto por la carretera que se encuentra vacía.
Veo que uno de los ejecutivos me está llamando, y al ver la hora en que llama solo pueden significar problemas, suspirando me coloco mis manos libres y contesto.
- ¿Qué sucede? – pregunto fríamente.
- Lamento molestarla – responde nervioso – pero me acaban de informar que la fabrica de autos tuvo un problema, y por lo visto habrá un retraso de cinco días en la producción.
Siento como la sangre empieza a hervir en mi interior.
- ¿Qué dijiste? – digo seria.
- Se retrasará la producción – contesta tragando.
- Me da lo mismo que maldito problema tuvieron – le digo – les doy un día para que arreglen el problema, ¿me escuchaste? – grito.
- Pero…
- No hay peros – lo interrumpo – O lo arreglas o atente a las consecuencias – amenazo.
- Si presidenta – dice derrotado – iré inmediatamente a arreglar el problema.
- Mucho mejor – respondo.
Al cortar la llamada de repente miro que hay una persona parada en plena carretera, apareció de la nada, inmediatamente freno mi auto, veo que ella mira en mi dirección justo antes de que la alcance a golpear, rebota en mi capo y cae al suelo.
Estoy en shock unos segundos, acabo de atropellar a alguien, me desabrocho rápidamente el cinturón y salgo corriendo a verla.
Dios, dios… tiene sangre en la cabeza, se ve muy dañada, si llamo a una ambulancia se demorarán mucho en llegar, seria mejor acomodarla en mi auto, es más rápido y podría llevarla a la clínica de mi familia, pero no debería moverla, vamos Fate algo sabes de todo esto, creciste en una familia de médicos.
Tomo sus signos vitales, luego me acerco a revisar su cuello, que seria el principal problema en caso de moverla, saco unas vendas que siempre traigo en mi guantera, para envolver su cabeza, luego la levanto con cuidado y la acuesto en el asiento del copiloto, extendiéndolo completamente como una cama.
Me subo al auto asegurándome de que ella está segura, para luego manejar rápidamente a la clínica, voy esquivando todo auto y obstáculo que allá en el camino.
A penas logro llegar a la clínica salgo corriendo a pedir que traigan una camilla y ayuden a la mujer que atropelle, en cuestión de unos minutos ya está en cirugía, Shamal estaba de turno, asi que ella me dice que hará todo lo posible.
Mientras yo me dedico a llamar a la estación de policía informando sobre el accidente, y ellos dicen que estarán en unos minutos mas acá.
Escucho que me llaman y veo que es mi hermano, y que se acerca caminando hasta que llega a mi lado.
- Fate, ¿qué paso? – pregunta – me dijeron que habías llegado toda llena de sangre con una mujer.
Suspiro.
- Tuve un accidente – le contesto – venia de una reunión en las afueras cuando esta mujer apareció de la nada en medio de la carretera, frene, pero aun asi fue inevitable golpearla – termino de explicar agarrando mi cabeza entre mis manos.
- Lo siento hermanita – me dice sentándose a mi lado – debió ser impactante.
- La hubieras visto Chrono, tendida allí en el pavimento con sangre y toda dañada – digo, dios solo espero que se recupere, la culpa me golpea fuerte.
- Fate – me dice suavemente poniendo una mano en mi hombro haciendo que lo mire – si lo que me cuentas es verdad, fue un accidente, no habías bebido, ¿cierto? – yo niego - y lamentablemente fue inevitable como dijiste, al menos reaccionaste, imagina que alguien mas la golpea a toda velocidad, no habría tenido la oportunidad de estar acá.
Se que mi hermano quiere consolarme, siempre ha sido protector conmigo, pero aunque sé que tiene razón, no puedo evitar sentirme culpable, quien quiera que sea esa persona no merecía ser golpeada asi, aunque mi curiosidad sobre porque estaba en medio de la nada me hace pensar mucho mas de lo que quiero aceptar.
- Gracias – le digo dándole una pequeña sonrisa.
- Entonces ¿qué harás? – pregunta.
- Ya me comuniqué con las autoridades – contesto – deberían estar aquí pronto.
- Tranquila, yo me quedare contigo – me asegura.
- Gracias, pero deberías ir a casa – le digo – es tarde.
- Puedo acompañar a mi hermanita por más tiempo – dice – no me gustaría irme tan pronto.
- A todo esto, ¿qué haces tan tarde en la clínica? – miro la hora y ya son casi las doce de la madrugada.
- Tenia que terminar cierto papeleo para tener libre la tarde de mañana – explica – con Amy le prometimos a los niños que iríamos al cine y a comer fuera.
- Con mayor razón deberías irte.
- Eres tan cabezota – me dice sonriéndome – desde que eras una niña – y me desordena el cabello.
- Hey – me alejo – ya no soy una niña.
- Lo sé – suspira – a veces desearía que lo fueras, asi volverías a ser la Fate cariñosa y para nada seria y fría.
- No empieces Chrono – le advierto poniéndome seria.
- Solo estoy preocupado por ti Fate – me dice – llevas una vida solitaria, a pesar de tenernos o tener a Hayate no te abres a los demás, manejas la empresa con mano dura, no volviste a tener una relación desde los veinticuatro años y solo tienes mujeres de una noche, debes seguir adelante hermana, volver a enamorarte, disfrutar la vida.
Me rio sin el más mínimo humor en mi risa.
- ¿Enamorarme? ¿Abrirme? ¿Manejar la empresa de manera diferente? – pregunto – No perderé el tiempo en confiar en personas que no valen la pena, y la empresa debe manejarse adecuadamente, no sabes nada de ello, y si me acuesto con alguien es mi asunto, no tuyo.
- Hay hermanita – suspira – todos deseamos que seas feliz, y esta versión de ti misma en la que te encerraste no es la verdadera Fate.
- Te equivocas – le digo – esta soy yo, y si tu o los demás no lo aceptan no es mi problema.
Antes de que Chrono volviera a hablar, dos oficiales de policía se acercan y me hablan.
- Señorita Testarossa, buenas noches – me saludan – estamos aquí para tomar su declaración sobre el accidente que informo.
- Buenas noches – saludo parándome a fin de hablar con ellos.
Explico toda la situación, le digo en que parte exacta fue el accidente a fin de que ellos puedan ir y corroborar mi historia, y quizás investigar que hacia una mujer sola en esa parte. Ellos siguen el típico procedimiento haciéndome el alcotest y preguntándome más detalles.
- Bueno señorita, una vez que revisemos la escena del accidente procederemos con el papeleo – me informa – pero tal como relata usted la historia no tendrá que preocuparse, fue un accidente, no tiene alcohol en su sistema y siguió con todas las responsabilidades, solo quedaría hablar con la victima y ver si ella desea algo más, pero sinceramente yo creo que será algo que podrán arreglar entre ustedes.
- Muchas gracias oficial – le digo.
- No hay de que señorita Testarossa, solo hacemos nuestro trabajo.
Luego ambos se retiran.
- Creo que eso resuelve todo Fate – me dice Chrono – deberías ir a descansar.
- No – le digo – me quedare acá hasta que Shamal me informe como esta.
- Podrías estar toda la noche esperando.
- No me importa – le digo – tu por otro lado deberías irte a casa.
Suspira.
- Bueno – dice – cualquier cosa me llamas.
- Lo hare – digo – ahora ve a casa y saluda a Amy de mi parte.
Me abraza fuertemente y sonriéndome se despide.
.
Cuando ya son las cinco de la mañana no tengo idea de cuantas tazas de café me he tomado, siento mi cuerpo pesado, fue un día muy ocupado y pesado, luego esto.
Entonces veo que Shamal sale por la puerta de cirugías después de seis horas allí. Me ve, y camina directamente hacia mí.
- La operación salió bien – me dice y siento que respiro – no tiene ninguna hemorragia interna, la contusión que tuvo en la cabeza era pequeña y rápidamente la arreglamos, el problema fueron las piernas – me explica – por eso la cirugía se alargó.
- ¿Qué sucede con sus piernas? – pregunto.
- Una de ellas recibió todo el impacto rompiéndose en el tendón y rodilla, por lo que la recuperacion será lenta, debemos esperar que sus huesos sanen, pero aun asi deberá tener terapia física una vez lo logre si desea caminar.
Dejar a una persona sin poder caminar me golpea fuerte.
- En cuanto a la otra pierna la operación pudo hacer más, por lo que con un mes de reposo y tratamiento ya podrá tener su pierna derecha bien.
- ¿Cuánto tiempo calculas que tomara que ella se recupere totalmente? – pregunto.
- Sinceramente – suspira – en el mejor de los casos tardara un mes sin poder mover la pierna, luego podremos inmovilizar solo el tendón que es lo peor, quizás unos dos meses más, y luego unos cuatro a seis meses de terapia, lo que te da entre siete a nueve meses en total.
- Es mucho tiempo – digo.
- Lo siento Fate – me dice – fue todo lo que pudimos hacer, y créeme que arreglamos todo, pero la recuperacion tomara tiempo.
- Gracias Shamal – le digo de verdad agradecida – lo importante es que ella este viva y que va a poder recuperarse.
- De nada – dice – pero solo hice mi trabajo.
- Aun asi – le sonrió – quiero que la trasladen a la mejor habitación VIP que allá.
- Informare sobre eso – me dice – ahora bien, necesitamos sus datos, los paramédicos que la ingresaron no pudieron ingresar su nombre, de casualidad ¿tú tienes sus documentos?
- No – contesto – ella no traía nada.
- Mmm… bueno habrá que esperar que despierte para rellenar el papeleo, ella solo usaba un yukata, asi que tendremos que preguntarle a ella.
- ¿Cuándo crees que ella despierte? – pregunto curiosa.
- Quizás en dos horas más – me responde – aunque tendrá mucho dolor, asi que lo más probable es que la tendremos con medicamentos para suprimir estos, lo que la hará dormir más.
- Entiendo – me pongo a meditar que hacer – creo que iré a mi departamento, debo darme una ducha y cambiar mi ropa, esta toda manchada de sangre.
- De acuerdo – me dice Shamal – entonces nos vemos – empieza a alejarse, pero la freno.
- Volveré – digo – estaré aquí antes de las dos horas, quiero ver si despierta.
Shamal asiente viéndome, con una sonrisa que no sé qué significa, luego desaparece por la puerta.
Observó mi reloj y ya son las cinco de la mañana con veinte minutos, me apresuro a salir hacia mi vehículo, entonces veo mi hermoso Bentley Batur, solo hace dos meses me lo entregaron, tendré que mandar a que lo revisen, este es uno de mis tesoros, después de todo solo existen dieciocho en el mundo, cuando Hayate me pregunto porque me gusta comprar autos en vez de tener los que fabricamos que son igual de valiosos, le dije que no habia nada divertido en ello.
Me subo y conduzco directo hacia mi pent-house, estaciono en mi garaje privado y tomo mi ascensor directo a mi hogar. A veces se siente demasiado vacío, mi familia nunca entendió porque compre este apartamento, y honestamente a veces también me lo pregunto, más de dos quinientos mil metros cuadrados es exagerado para alguien sola, pero simplemente me enamore cuando lo vi, y además siempre hacemos las cenas o fiestas aquí, con mi familia y la de Hayate todos juntos ya que pueden quedarse a dormir si asi lo desean, tiene cinco dormitorios, cada uno con su propio baño y vestidor, obviamente el principal es mucho más grande y tiene muchas más cosas, quinientos metros solo son de la terraza, donde está la piscina larga, mesas y sofás para relajarse y cocinar afuera con la familia, donde mis sobrinos siempre juegan en cosas que instale solo para ellos, el gimnasio está totalmente equipado, y el comedor con la sala tienen concepto abierto, luego tengo mi estudio que contiene una biblioteca de la que me enorgullezco. Reconozco que la mapache igual influyo, insistiendo en que la sala de cine, la de juegos, el bar y el enorme jacuzzi eran absolutamente necesarios por el bien de nuestra amistad, por eso mismo a veces se viene a instalar como si fuera su casa. Al menos debo decir que disfruto demasiado de la enorme piscina, y poder relajarme en la terraza leyendo algo.
La señora Sara llega a las siete a hacerme el desayuno, asi que me tendré que duchar rápidamente y arreglarme para salir de nuevo al hospital, creo que solo tomare un poco de cereal y una energética que me ayudara a mantenerme en pie.
Apenas termino de vestirme en esta ocasión informalmente, solo unos jeans, camiseta y chaqueta. Decido llamar a Hayate.
- Buenos días Hayate – saludo.
- Aun estoy medio dormida – me dice.
- Bueno, es tarde y debes llegar a tiempo – le digo.
- Te odio a veces – gruñe.
- No es cierto – le digo – ahora escúchame que tengo que decirte algo importante.
- ¿Qué paso?
- Tuve un accidente ayer en la noche – le cuento – por lo que hoy no iré a la oficina, me encargare de las cosas urgentes desde mi laptop.
- ¡Accidente! – grita ya despierta - ¿Estás bien?
- Tranquila mapache – contesto – regresando de la cena que tuve atropelle a una mujer que apareció en medio de la carretera.
- Diablos – exclama – pero ella ¿está bien?
- Si – respondo – dentro de lo que se puede estar, Shamal la opero durante la madrugada y a pesar de que demorara su recuperacion total, está bien.
- Mi hermana es la mejor – dice orgullosa.
- Lo sé – digo – ahora te dejo, debo volver a salir, te encargo la empresa por hoy.
- Tranquila, que yo me encargo.
- Eso no me tranquiliza para nada – suspiro – pero no queda de otra.
- Me ofendes Fate-chan, soy perfectamente capaz.
- Lo que digas – digo – nos vemos Hayate.
- Cualquier cosa llámame.
- Lo hare.
Y con eso acaba la llamada.
Miro la hora y ya son casi las siete, voy rápidamente a la cocina, agarro una energética del refrigerador y luego me sirvo cereal con leche, trago todo y cuando voy saliendo la señora Sara viene llegando.
- Señorita Fate – me dice sorprendida.
- Hola – digo besando rápido su mejilla – voy saliendo, no se preocupe por el desayuno y almuerzo, con tal que me deje lista la cena todo está bien.
- Mi niña – suspira – al menos prométame que comerá algo.
- Lo hare – digo ya subiendo al ascensor – nos vemos.
Al llegar al garaje, decido usar mi Mercedes GT en esta ocasión, es rápido y llegare pronto a la clínica.
La verdad no pensé que terminaría estando tan pendiente de la mujer misteriosa, sé que podría mandar a alguien o dejar todo a los doctores, pero necesito saber que está bien la persona que atropelle, al menos verla calamara un poco la angustia que sentí al verla tirada en el pavimento.
A penas llego pregunto por ella y me indican donde se encuentra la habitación de la misteriosa mujer. Camino por los pasillos de la clínica tomando luego el ascensor hacia las habitaciones VIP, cuando al fin llego a la de ella, tomo una gran respiración y abro la puerta para entrar.
La habitación es bastante grande, con sofás, mesa e incluso una zona de trabajo. Pero yo me concentro en la mujer acostada en la cama en el centro de esta, tiene la cabeza vendada y sus piernas inmovilizadas. Me acerco lentamente como con miedo de que me reclame, lo cual es ridículo porque aún esta dormida.
Al estar ya parada al costado de su cama por fin logro observarla mejor, ayer apenas la vi entre la adrenalina y la oscuridad. La miro fijamente, y me doy cuenta de que tiene un rostro hermoso a pesar de los rasguños, su cabello es cobrizo y aunque su cuerpo esta todo cubierto, se apreciar que debe tener una muy buena figura.
¿Qué rayos te pasa Fate? Estas aquí viendo a una enferma, no deberías estar pensando en como luce.
Mientras estoy con mi lucha interna ella empieza a despertar, la miro y escucho como gime de dolor al moverse un poco, rápido aprieto el botón que llamara a la enfermera, entonces veo como ella abre sus ojos lentamente y me mira.
Que ojos tan hermosos, como si te hipnotizaran, sacudo mi cabeza y le hablo.
- Señorita, ¿cómo se siente? – pregunto, lo cual es idiota, obvio que no está bien – ¿quieres agua?
Ella solo parpadea confundida. Tomo la jarra de agua para llenar un vaso de agua con bombilla y lo acerco para que ella pueda beber, mira curiosa lo que le estoy acercando, pero luego toma el agua que le estoy ofreciendo.
La enfermera llega enseguida revisando los signos de las maquinas, las bolsas de suero y medicamentos, para luego dirigirse a ella.
- Buenos días – le dice – se que debe estar sintiendo mucho dolor, pero no se preocupe, el doctor recetara que podemos administrarle – informa – ¿puede decirme su nombre?
La mujer acostada en la cama se ve tan confundida, y asustada diría yo. ¿Por qué?
- N… nano… Nanoha – logra decir finalmente – Nanoha Takamachi.
Nanoha Takamachi, asi que al fin tengo tu nombre.
.
.
Nanoha
.
.
Me siento tan adolorida, en realidad el dolor es terrible, solo recuerdo unas fuertes luces y un fuerte golpe, esa debe ser la razón del dolor, empiezo a abrir mis ojos lentamente porque está muy brillante.
Apenas logro abrirlos por completo lo primero que veo son unos profundos ojos rojizos que me observan fijamente, luego miro todo su rostro, es hermosa, definitivamente jamás había visto a alguien como ella. ¿Quién esta mujer que me mira preocupada? ¿Qué sucedió?
Entonces ella me habla, me pregunta como me siento y me ofrece agua, todo esto es tan extraño, ella me ofrece agua, y yo miro todo confundida, pero de verdad necesito el agua, asi que bebo rápidamente.
Entonces entra otra persona por una puerta tan extraña, todo esto es demasiado confuso, la habitación es… no se ni como describirla, hay cosas sonando, y las vestimentas que llevan son totalmente desconocidas para mí.
Ella maneja esas bolsas raras que están conectadas a mi brazo y otras cosas, luego pregunta mi nombre, me cuesta hablar en un principio, pero finalmente logro decir mi nombre.
- Bueno señorita Nanoha – habla la mujer que acaba de entrar – ayer por la noche sufrió un accidente, fue atropellada, por lo que tuvo que entrar a cirugía.
- ¿Atropellada? ¿Cirugía? – pregunto aún más confundida y asustada, de pronto por el movimiento que realice siento el dolor – Ah duele – exclamo.
- Iré por el doctor de turno para que le explique mejor todo y le administremos el medicamento para el dolor.
- Por favor apúrese – dijo la otra persona a mi lado.
La enfermera salió y me volví a fijar en esos extraños, pero hermosos ojos rojizos, que a pesar de todo me hacían sentir un poco más segura.
- Hola – me dijo – me llamo Fate Testarossa, yo… - se detiene agarrando su cabeza con una mano, como no sabiendo que más decir – yo te atropelle anoche, y lo siento mucho – dijo – de verdad, pero hare de todo para que puedas estar completamente bien – me asegura.
- ¿Dónde estoy? – pregunto.
- En la clínica Harlaown.
- ¿Clínica? – pregunto, entonces me llega la angustia por mi familia y aguanto las ganas de llorar - ¿Sabe que paso con los hombres que me seguían? – le digo, quizás al menos los atraparon - ¿Qué es este lugar? – pregunto también.
- Tranquila – dice confundida – No sabía que te perseguían, malditos, pronto estará la policía aquí para tomar tu declaración, entonces puedes decirles y ellos se encargaran de buscarlos, yo también vere como ayudo con eso, no te preocupes – me dice, se nota que está preocupada, además de que no parece gustarle lo que le dije sobre que me perseguían y ofrece ayudar, una noble mujer – y bueno, como dije estas en una clínica.
- Señorita Testarossa – empiezo intentando mantener la compostura como me enseñaron – yo no sé qué es este lugar, quizás usted no me conozca, pero soy la princesa Nanoha Takamachi, hija del emperador Shiro Takamachi, de verdad deseo una clara explicación de esta situación, en especial en las circunstancias en las que mi país se encuentra… – deseo continuar pero siento un nudo en la garganta, estoy tan confundida, este lugar me asusta, no se que sucede, y mi familia ha muerto, ¿qué debo hacer? – solo quiero a mi familia – termino de decir para después romper a llorar.
- No llores – me ruega, luego busca algo y me lo pasa para secar mis lagrimas – señorita Takamachi, usted está en una clínica o hospital, aquí trabajan los doctores que se encargan de curar y ayudar a las personas cuando están enfermas – luego me mira como estudiándome – no se si el golpe que recibió habrá afectado mas de lo que Shamal me dijo, pero actualmente no existe ningún emperador llamado Takamachi, de hecho, Japón tiene un sistema de gobierno totalmente distinto.
¿Gobierno? Esto no tiene sentido, pero por la habitación donde me encuentro y como se visten las personas, no se si es un sueño o estoy en otro lugar muy lejos de donde vivo. Entonces recuerdo una clase que tuve hace un tiempo con un filosofo y sabio que adoraba estudiar las estrellas y ciencia como decía el. Asi que decido preguntar algo que considero una absoluta locura, pero que estoy segura mi maestro preguntaría.
- ¿En que año estamos?
- Estamos en el 2023 – me responde.
No, imposible, definitivamente me volví loca, debí haber muerto o algo. No puedo estar trescientos años en el futuro.
- No – niego – Imposible – me empiezo a desesperar, ya no importa el decoro o educación – me estas mintiendo, no puede ser – de pronto siento a esas extrañas maquinas sonar, y mi cuerpo duele de una manera horrible, pero no puedo parar.
Lo único que se es que ella grita por ayuda, y luego entran otras personas corriendo, entonces mientras grito y me retuerzo siento algo que me vuelve a dormir.
.
.
Tantos años que no escribía de mis queridas Nanoha y Fate, por lo que espero que les guste esta loca historia que se me pego en mi cabeza, tiene un poco de todo. En este capitulo pudimos conocer brevemente a las protagonistas, tenemos a una Nanoha que acaba de perder a su familia cruelmente asesinados y que por cosas del destino termina viajando trescientos años hacia el futuro, donde se encuentra con una Fate que debido a su pasado se ha transformado en una mujer fría y seria, que preocupa a su familia con cómo lleva su vida, además carga con una enorme responsabilidad. La forma de encontrarse no fue la mejor, pero ha hecho que Fate deje de lado un poco su faceta al estar preocupada por el accidente. Una princesa del pasado y una poderosa empresaria. ¿Qué pasara con estas dos? Ojalá les haya gustado este primer capitulo y quieran seguir a estas dos en su viaje por la historia.
