Los días pasaron bastante calmados ahí, Yuzu y Mei fueron las únicas que quedaron a estarse unos días, esto para ver cómo era el primer periodo de días del nuevo reinado en Edo.

Pero ese sería marcado por algo que nadie esperaría.

- Aquí reportándome mi Señora – Yuzu decía frente a la Shogun, la peli morada estaba de rodillas como lo hacían los que estaban frente a una entidad como lo era la peli rosa.

- Gracias por haber venido mi hatamoto, ¿escuchaste todo lo que pasó con el incidente del aceite?

- Sí, me enteré por el bugyo de Minamimachi que era toda una conspiración por el precio del aceite, eran unos idiotas que estaban causando incendios en Edo, pero de suerte todo se resolvió y un inocente salió de la cárcel y está con su hija.

- Así es, de suerte se comprobó la inocencia de ese ciudadano que es lo importante – Yoshimune se quedó callada un momento – pero dime, ¿es cierto que andarás con tu familia a Edo?

- Sí mi señora, espero que no sea una molestia.

- Para nada, es la familia de mi hatamoto más confiable de quien hablamos – mientras la peli rosa decía eso, a su mente vino aquella conversación con Nico la cual le dijo sobre su antigua relación con Maki.

- ¿Pasa algo mi Señora?

- No, no pasa nada, ve con cuidado – la colombiana asintió, sin más, se retiró, Yoshimune se quedó en silencio pensando un poco en lo que la peli morada exclamó – Sukehachi, Osono.

- Sí – aparecieron los dos gatos mágicos y espías de la Shogun.

- Por favor, quiero que vigilen a una de las esposas de mi hatamoto Araki, quiero saber cómo es ella ya que no confío luego de que mi madre dijera eso – alguien vino a la mente de la peli rosa – y por favor, también fíjense en la hermana gemela de mi hatamoto, tengo interés en ella.

- De acuerdo, a sus órdenes – ambos asintieron y se fueron de ahí.

En la entrada de Edo, Yuzu fue a recibir a sus chicas quienes al verla fueron a darse un abrazo grupal por lo que fue un lindo momento para la familia Araki.

- Me gusta cómo es que todo marcha bien para ti – Shaina dijo – mira que siendo una guerrera que sirve directo al Shogun.

- Bueno, es cierto, pero igual soy una de muchos hatamotos que sirven a la Shogun, pero creo que me tiene una buena estima mi señora – río Yuzu – aunque bueno, al ser líder del clan Tamaki es un honor para mí.

- ¿Es tu clan de gatos mágicos?

- Sí, están los espías reales de la Shogun, así como mi sobrina Matsuri, pero igual podemos decir que es un gusto tenerlas como parte del clan – mientras un poco lejos del grupito, Sukehachi y Osono estaban mirando los movimientos del grupo Araki.

- Realmente entiendo porque Yuzu es la líder del clan, así como la hatamoto de confianza de nuestra señora – la chica decía – Sukehachi, ¿acaso es la de cabello rojo que tenemos que investigar?

- Sí, no sé porque la Shogun quiere saber de ella, supongo que es algo de ella, pero solo sigamos ordenes – y ahí fue cuando vieron como la peli roja y la peli lavanda se daban un pequeño beso, así como a las demás chicas de su harem.

De lejos, la menor de las gemelas, Mei, estaba paseando por ahí y los gatos al servicio de la Shogun la vieron pasar como si nada, pero esta se detuvo de golpe.

- ¿Me pueden decir porque me están siguiendo?

- ¿Te diste cuenta?

- Hay muchas cosas que no saben de mí, pero el hecho es que pude sentir muy levemente sus cosmos, aunque intentaron ocultarlo, lo segundo fue que mis orejas están muy desarrolladas y sentí cuando me siguieron – la peli blanca decía – mi amante es un ninja y él sabe cómo ser escurridizo ya que no lo puedo detectar, les falta práctica.

- Creo que podemos aprender un poco.

- No han respondido a mi pregunta, ¿Por qué me estaban siguiendo?

- Solo investigamos a la hermana gemela de nuestra líder del clan Tamaki, además, nuestra Señora quería saber más de ti – Osono decía.

- Bueno, los dejo entonces y más vale que dejen de seguirme, no soy una ratera para que me hagan eso – exclamó esta yéndose del sitio, los espías volvieron a donde estaba la familia Araki, aunque como les indicó la peli rosa, seguirían la relación de Maki y Yuzu de cerca.

Yuzu junto con sus chicas dieron un paseo por todas partes del reino, además de que miraron como es que su chica tenía mucho respeto de parte de la población del reino.

Y las cosas se complicarían cuando pasaron por el barrio de Megumi, ahí donde estaba la estación de bomberos de Nico.

- Creo que no debí venir por aquí, Maki-chan y Nico no se han hablado desde que el grupo se desintegró y puede que las cosas no sean nada buenas – pensaba Yuzu quien iba con algo de nervioso, en eso, como si las noiras se estuvieron riendo de ella ya que la peli negra salió.

- ¿Qué pasará con Yazawa-san? – Sukehachi preguntó, Osono estaba igual de esa forma.

- Nico-chan – susurró Maki mirando a la peli negra.

- Maki-chan – las demás sabían de la relación pasada de estas dos por lo que pensaron que la tensión estaba respirándose, pero grande fue la sorpresa a lo que siguió – ¿Qué hacen aquí en Edo?

- Más bien, ¿Qué haces aquí? – preguntó Ren mirando a Nico quien solo se hundió de hombros.

- Soy la jefa de la Estación de Bomberos de Megumi, no por nada somos los mejores en lo que hacemos – decía esta.

- ¡Jefa, vamos a comer!

- Bien, ya voy. Las dejo, tengo que ir a comer con mis chicos, ¡vamos! – los bomberos de ahí se emocionaron por eso, realmente se notaba el cariño que le tenían a la peli negra.

- Al menos no está molesta ni nada por verme – susurró Maki.

- Puede ser porque como se ha reencontrado con la Shogun, sus emociones negativas bajaron y ahora tiene a su hija… o a lo mejor es que está con Fran y eso la ha calmado mucho – pensó la colombiana mientras seguía caminando con su harem, Maki la tomó de la mano.

- Pensé que algo malo iba a pasar en todo esto – susurró la peli roja.

- Tal vez sea porque le va bien en su vida, eso o que Fran parece que está con ella también.

- ¿En serio?

- Sí, no lo hacen mucho público, pero supongo que todo está bien entonces – el paseo siguió.

Por otro lado, Mei estaba en un bar justo cuando alguien entró ahí, las personas se asustaron un poco, pero no huyeron ya que pensaba que algo les pasaría.

- Vaya, vaya, que lindo regalo me he encontrado, una hermosa gatita – Candy era la responsable de eso – ¿Qué me dices? Conozco un buen hotel en donde podríamos estar las dos solas.

- No me jodas con eso, solo estoy tomando un poco.

- Vamos, no seas tímida gatita, no muerdo… mucho.

- No me interesa.

- Aunque me digas eso, me gusta tu actitud – Candy río pidiendo un trago igual al de Mei – dime gatita, ¿Qué se siente ser como tu hermana?

- No sé de qué hablas – la peli blanca le dio un gran sorbo a su trago de alcohol – la verdad es que soy una parte de ella, Alejandra no habrá tenido la mejor vida, pero al menos la vivió, yo hasta no hace mucho logré ser alguien independiente de mi hermana, tengo a mis hijos que quiero mucho ya que son algo que genuinamente puedo considerar mío.

- Vaya, no sabía que poseías hijos – la rubia miró como le servían su trago – ¿sabes? Puedo entender un poco tu dolor, desde pequeña he sido huérfana, además de que en el pueblo me ven como un demonio, alguien con quien no debes meterte, estuve en prisión por delitos menores y otras cosas, tengo contactos con el bajo mundo, bueno, que no tengo.

- ¿Y así eres feliz?

- No soy feliz con lo que ustedes dicen eso, pero al menos vivo mi vida a mi estilo, además de que tengo a algunas chicas con las cuales me puedo ir a divertir un rato jeje – la raijin le dio un buen trago a su bebida – y una de las chicas que me he fijado y no me sale de la mente eres tú, gatita.

- Deja de decir eso.

- Es que es lo que siento mi gatita, eres muy sexy, además ambas poseemos pasados duros, podríamos estar muy bien juntas – Candy la tomó de la barbilla mirándola fijamente – créeme, podemos hacer un buen equipo de amantes.

- Es tentador, pero paso – Mei dejó el dinero en el mostrador y se fue de ahí, Candy solo gruñó un poco, pero segundos después comenzó a reír.

- Realmente esa gatita es dura, pero juro que algún día estará en la misma cama mía.

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Pasó todo el día en calma, no hubo ningún incidente en Edo, todo estaba bien, incluso Yuzu se volvería a encontrar con su sobrina Matsuri con quien hablaba amenamente, así como presentarle a su familia.

- Tal vez no se las presenté chicas, pero ella es mi sobrina Matsuri Kochiyama.

- Un gusto – la peli negra de ojos naranjas hizo una reverencia.

- Igualmente – el harem de la colombiana hizo lo mismo.

- No pensé que tuvieras una sobrina tan linda – Izumi exclamó acariciando la cabeza de la peli negra.

- Muchas gracias, mi tía me ha hablado de ustedes y parecen ser buenas chicas para ella, por favor cuídenla.

- Eso estamos haciendo – Homura dijo.

- Así es, lo hemos hecho bien o al menos eso queremos hacer – Sayaka continuó.

- Por cierto, Matsuri, ¿Cómo van las cosas con Kaen? – al decir eso, la peli negra se sonrojó un poco.

- ¿Y ella quién es? – Asuza preguntó.

- N-No es nadie, es solo…

- Es la enamorada de Matsuri, la tiene loquita.

- N-No lo digas así – susurró esta sonrojada – e-ella es solo mi amiga y por más que le tire directas, parece que ella no las comprende o no las acepta.

- Depende de ella, pero es cuestión de tiempo para que ella se decida, además, es una buena chica, no le importa si alguien es pobre o rica – Yuzu decía – espero que Kaen pueda ver lo genial chica que eres.

- Eso espero.

- ¿Tú también eres una gata mágica? – preguntó Shaina.

- Sí, aunque no tenga mis orejas como las conocen como tal, sí las tengo así – esta elevó su energía mágica creando unas orejas hechas de fuego, así como el brillo de sus ojos.

- Increíble.

- Sí, una más de nuestras gatas mágicas, de hecho, ella forma del clan de los gatos mágicos que comando, Tamaki.

- ¿No que estaban casi extintos?

- Eso pensé, pero con el tiempo me di cuenta de que en realidad muchos gatos mágicos vivieron asentados en Edo luego de huir del exterminio por la reina Agrat, hay muchas otras especies también aquí, es una de las razones por las que amo Edo – Yuzu decía con una sonrisa en su cara – aunque igual hay especies que…

- Por fin las encontré – se escuchó una voz, Matsuri puso mala cara, aunque Yuzu lo disimuló bien, igual no le caía tan bien la dueña de esa voz – ya dejen de huir de mí.

- ¿Y esta quién poronga es?

- Es Mizune – Matsuri escupió a un lado – mouse-ul magic.

- ¿Un qué?

- Una ratona mágica, es una pequeña especie la cual como se podrán imaginar no es tan amistosa con nosotras las gatas mágicas.

- Bueno, son ratones y gatos, entonces no se llevarán bien.

- Desde el principio de los tiempos, los ratones y los gatos no se han llevado bien, y esa rivalidad ha trascendido más allá de la magia y míranos.

- Quiero pelear con esta gatita y ganarle en este encuentro – la peli rosa mágica exclamó elevando su energía, Matsuri no se quedó atrás.

- No sé porque, pero me dieron ganas de comer un ratón el día de hoy y me han servido la cena en bandeja de plata – parecía que un encuentro se llevaría a cabo, no obstante, Yuzu se puso en medio de estas evitando la pelea – ¿tía?

- ¿Qué haces gata?

- Entiendo la rivalidad, yo también me siento mal con los ratones mágicos, pero estamos en Edo y no puedo permitir que batallen, si lo harán que sea aparte, así no espantan a la gente, recuerden que aquí mantenemos el orden y como hatamoto, no puedo permitir eso.

- De acuerdo – la peli rosa bajó su magia al igual que la peli negra – hm, un día de estos, quiero pelear y verte en el suelo rogando por tu vida.

- Lo mismo digo – sin más, Mizune se fue de ahí, Matsuri solo suspiró un poco luego de eso.

- Creo que las cosas en este mundo nunca cambian – Ren dijo con una sonrisa – pero así me gusta.

- Yuzu – los gatos espías llamaron a la peli morada.

- Sukehachi, Osono.

- La Shogun la llama a su presencia y que es necesario, vayan ellas también – el chico señaló a las mujeres de la peli morada.

- ¿Nos quiere ver? – minutos después, todos estaban en el castillo real esperando a la llegada de la gobernante, estas estaban en pose de respeto.

- ¡La Shogun está aquí! – se anunció a la peli rosa quien llegó.

- Mi Señora.

- Mi hatamoto, tengo algunas cosas que decirte, he averiguado unos detalles que quería hacer, así como quitarme algunas dudas – Yoshimune guardó silencio un momento para dirigir la mirada a alguien – Maki Nishikino.

- ¿S-Sí?

- Créeme que tuve una mala impresión de ti, sin embargo, mis gatos mágicos espías me han informado que no eres la persona que creí, por lo que espero que sigan cuidando de mi hatamoto por mucho tiempo.

- Sí – la peli roja exclamó, Yuzu no entendía que pasaba.

- Además, detuviste una pelea que pudo haber ocasionado la gata mágica Matsuri y la ratona mágica Mizune.

- Realmente lo siento mucho – Matsuri decía con la cabeza en el suelo.

- No hay de que disculparse, tu tía fue lista en parar esto y recordar que Edo es una tierra en donde la paz y la felicidad de mis habitantes es lo más importante – la peli rosa se puso de pie – por eso he tomado una decisión.

- ¿Y cuál es mi señora?

- Hatamoto Yuzunosuke Tamakinokami Araki, a partir de hoy, dejas el cargo de hatamoto para ser Kita-machi-bugyō.

- Yo… ¿Bugyō?

- ¿Qué es un Bugyō? – Sayaka preguntó por lo bajo.

- Es uno de los puestos más importantes – Osono le explicaba a su lado – es como un gobernante de una determinada región, obviamente el título del Shogun es la más grande del reino, pero sus manos derechas son los Bugyōs.

- El título que le ofreció es el título de Kita-machi-bugyō, o sea, magistrado del sur de Edo.

- ¿P-Por qué me da ese título?

- Porque me he dado cuenta de que eres alguien de confianza y que vela por el bienestar de mi pueblo, por lo que quiero que tomes este cargo – Yoshimune decía estando frente a la peli morada quien hizo una reverencia.

- Si usted dice que soy la indicada, entonces le demostraré que puedo – Yuzu exclamó.

- Queda decidido mi hatamoto, no, Bugyō del sur de Edo – la peli rosa fue por una caja envuelta con una cinta rosa – por cierto, quisiera pedirte un favor.

- ¿Y qué es?

- Bueno, este regalo… quisiera que se lo dieras a tu hermana gemela, es como una forma de decirle que quiero en verdad al menos tener una cita con ella, me honraría su presencia.

- Se lo daré, solo que no sé cómo reaccionará, ella es impredecible.

- Y lo sé, pero eso me gusta de ella al final de todo, por eso al menos quisiera eso, es un capricho mío que tengo.

- Lo intentaré mi Señora.

La reunión acabó, se haría fiesta en Edo por el nombramiento de la nueva Bugyō del reino, cuando Yuzu tuvo un momento de paz, fue con Mei a charlar con ella para lo del regalo.

- ¿En serio me lo manda la Shogun?

- Sí, dice que es una forma de decirte que te quiere, sé que no es mi obligación decírtelo u obligarte a eso, pero al menos deberías darle una oportunidad.

- ¿De salir con ella? ¡¿Acaso todo Edo me quiere coger?!

- No es eso, ven una chica linda como tú y realmente quieren ligar contigo, vamos Alejandra, piensa que eres muy sexy – Yuzu fue a ella tomándola de la cintura – y para mí también lo eres.

- Bueno, no hay quien se resista a estos pechos y este culazo que me cargo – río la peli blanca, al final solo quedaría esperar si Mei algún día acepta ir con Yoshimune.

Pero por el momento, la mayor de las gemelas ahora pasaba a ser alguien de alto rango en el reino de Edo, como la Bugyō del sur de Edo.

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de hoy.

Con esto finalizamos el arco de Edo en donde han pasado cosas desde que Mei es la más solicitada en Edo, así como que tienen una nueva ministra y es Yuzu, bien hecho.

Ahora seguiremos con las aventuras habituales que siempre tenemos XD.

Sin más, este ninja se despide.

Bye.