Al conocer la información dada por el único hermano vivo del Clan de las 7 Montañas, Umi se dirigió hacia el lugar sabido, el día amaneció bonito, con un clima bastante agradable, así como un cielo azul despejado.

La samurái estaba debajo de un árbol relajándose un poco antes de seguir con su marcha, los pajaritos bajaban a donde estaba ella quien solo dejaba que hicieran lo que quisieran.

Un papel voló hacia donde estaba ella y al verlo, se trataba del festival anual que hacían en ese sitio, dándose cuenta de que era el nuevo año, más específico, el primer día.

Podía ser que le costara encontrar información sobre ese tal Shichigoro, incluso podía ser que ese no fuera su nombre real al ser un ronin que poseía la Cinta Número 2, es más, Umi sabía que eran escasísimas personas que sabían su nombre real.

Ya luego de pensar eso, la peli azul se levantó de donde estaba y siguió su camino, esto por varias horas que hasta Umi no se dio cuenta de que el Sol se estaba ocultando mostrándose el manto naranja en el cielo.

La samurái estaba caminando por un pequeño paso de tierra en medio de un río, en eso, escuchaba los llantos de un niño el cual estaba siendo llevado por un sujeto quien no tenía buena pinta, la oji avellana dedujo que era un ladrón de niños.

- ¡Quítate de mi camino! – el tipo se dio cuenta de quién era la persona frente a él – mierda, es Ao Samurái… ¡sal de mi camino!

- … - la peli azul no respondía ante eso, de lejos se escucharon pasos de una persona, el tipo sacó su arma apuntándole a la samurái.

- Ya te dije que te quites de mi camino sino quieres que te vuele la estúpida cabeza – en eso, apareció la persona que lo venía siguiendo, el ladrón ya acorralado, disparó hacia Umi, pero esta ya había cortado su brazo, así como la mitad de su cara, dándole una muerte rápida, además de horrible.

- ¡Kotaro! – el hombre llegó a donde estaba el niño que estaba llorando, pero al escuchar su nombre este volteó.

- Papá, ¡llegaste! – el niño fue hacia el hombre que poseía el cabello negro algo largo, ropa como de samurái sencilla, así como una espada.

- No te preocupes por eso, ya estoy aquí – el joven miró a Umi y solo le sonrió un poco – te invito una bebida, conozco un lugar en el barrio.

- … - la peli azul no notó maldad en este, pero decidió hacer caso y fue con el tipo hacia el barrio mencionado.

La noche acabó cayendo y el festival de año nuevo se desarrollaba de forma amena, había puestos de todo tipo, desde algodones de azúcar y comida, hasta tiendas de juegos y ventas de máscaras.

El desfile fue algo que todo el mundo esperaba y cuando comenzó, no se decepcionaron, tenían un DJ el cual con su música a través de una carroza gigante transmitía alegría a los residentes de ahí, muchas personas salían con trajes coloridos, así como tradicionales a animar más la fiesta.

Incluso había personas que iban a rincones apartados del lugar a tener relaciones sexuales, desde hombres con mujeres hasta con personas del mismo sexo.

En uno de los puestos algo alejados de donde estaban, justo entraba el sujeto con Umi al lugar.

- He vuelto, viejo.

- Oh, has traído una amiga contigo.

- Salvó la vida de Kotaro – el tipo miró a la peli azul – a lo mejor es lo suficientemente fuerte como para sobrevivir a tu orden, viejo.

- Ten cuidado de las cosas que dices Shichigoro o encontrarás un pimiento extra picante en tu comida.

- Vamos, no te enojes. Como sea, dame lo de siempre y dos copas de sake.

- Salen en camino – el ambiente entre el anciano, el espadachín y el pequeño era bonito, Umi lo notaba estando al lado de ellos.

- ¿Y tú? ¿Qué vas a querer?

- Sukiyaki.

La comida entre el grupo siguió de forma normal, el espadachín llamado Shichigoro le invitó un sake a Umi, pero esta rechazó beber y solo bebió algo de té de gencha para refrescar la comida que había ingerido.

- No estás aquí por el festival ¿verdad? Yo solo estoy de paso – el peli negro tomó su sake – pero creo que me quedaré un poco más, nos la hemos pasado bien en el festival, pero hay que seguir moviéndonos.

- … - Umi no dijo nada y solo siguió comiendo, aunque en su mente sabía que este era el hombre que según se decía, poseía la Cinta Número 2, de eso siguió un un buen rato, Shichigoro pidió otra botella de sake.

- Siempre es lo mismo después del festival.

- Bueno, no te preocupes, sería la última vez que pruebo tu veneno para ratas – río el peli negro, el dueño del establecimiento solo sacó una botella de sake.

- Bueno, te burlarás, pero hago el mejor cocinado a dos millas de distancia, cuando vuelvas te cobraré el doble – el anciano también sirvió más té para Umi ya que a ella le gustaba, aunque no lo manifestara, justo cuando iba a tomar su taza, Shichigoro habló.

- ¿Sabes la razón por la que ese hombre que asesinaste intentó raptar a Kotaro? ¿Quieres saber porque un borracho como yo se preocuparía por un niño de la calle?

- Shichigoro…

- No te preocupes anciano – el tipo tomó algo de sake – tengo algo que todo el mundo quiere.

- … - antes de que siguiera, el niño fue con Shichigoro acostándose en su regazo.

- Vaya, apenas comes y luego te duermes, que lindo eres – el chico continuó contando – él no es mi hijo biológico, es huérfano, de hecho, es un hijo de un gran amigo mío que fue asesinado, le prometí que lo cuidaría si se metía en problemas o lo mataban. Yo y el viejo maestro éramos como hermanos, es cierto que era medio estúpido, pero era una buena persona. Lastimosamente, murió siendo muy joven, la persona que lo mató poseía un aspecto algo peculiar, es más, poseía el cabello azul oscuro, muy parecido al tuyo.

- … - silencio de Umi.

- Ahora me escucharás y lo harás bien. En este mundo hay huesos más profundos que la sangre – el ronin calló un momento – mi amigo estaba loco al igual que otros que querían la cinta legendaria y eso le costó la vida. ¿Sabes lo que me dijo cuándo lo encontré agonizando?

- …

- Me susurró "No más". Entonces, tomé la Cinta Número 2 y la escondí y he huido desde ese momento – el peli negro tomó un poco más de sake antes de fijar su mirada en Umi – pero ahora has llegado.

- Demonios – el anciano tomó algo de su pipa fumando, Shichigoro dejó el dinero de la comida ahí, se puso de pie tomando su espada.

- Continuemos esto entonces – ambos estaban saliendo del establecimiento con espadas en mano.

- Shichigoro.

- No te preocupes anciano, vuelvo enseguida – el ronin dijo antes de ver por última vez a su hijo quien dormía plácidamente, el peli negro sabía que no debía perder si quería continuar vivo.

Los dos se fueron a una zona alejada del barrio, más específico a la orilla de un pequeño lago en donde podrían batallar sin temor de matar a personas inocentes, además de poder librar todo su poder sin necesidad de controlarse.

- Creí que, si me mantenía en movimiento con Kotaro, quizás podría olvidar todo lo que tenía y cumplir el deseo de mi amigo, paz para su hijo, pero tal parece que las cosas no salen como uno las planea – el ronin sacó la cinta y se la amarró en el brazo izquierdo – lo único que estas cintas hacen son muertos y huérfanos. ¿Me escuchas Ao? Muertos y huérfanos. No te daré por nada del mundo la Cinta Número 2, si la deseas, pues tendrás que asesinarme.

- … - Umi sacó su espada, aunque no usó su pose tradicional, tal parece que esta vez iría con un nuevo estilo de combate, Shichigoro hizo lo mismo siendo este el primero en atacar.

Ambas espadas chocaban sacando chispas, era un combate igualado en donde parecían ir uno contra uno, aun así, Shichgoro tendría una sorpresa para Umi justo cuando estaba logró encontrar un punto muerto, su espada chocó contra la mano del ronin, pero este traía unas cadenas fuertes que detuvieron el impacto de la espada.

- No creas que no sé quién eres Ao Samurái, vi lo que hiciste en ese puente, como fue que mataste a ese hombre sin pensarlo dos veces. Ese tipo era no era más que una molesta mosca para ti.

- …

- Creo que ya es hora de que alguien acabe finalmente contigo y tal vez sea yo quien lo haga – Shichigoro sacó las cadenas de su brazo – sayonara, Ao Samurái.

La pelea se reanudó, pero esta vez la cosa era diferente ya que las cadenas del ronin le hacían la vida imposible a la samurái de cabello azul, la detenían de un brazo o sencillamente evitaban golpes directos de ella.

Una jugada del peli negro fue atar su espada con la cadena evitando así movimientos fluidos con esta, cosa que Shichigoro decidiría aprovechar lanzándose contra Umi y darle con su espada, sin embargo, no contaba con que Umi usaría eso a su favor y cuando la espada del ronin chocó con la de ella, fue justo en donde la cadena la tenía, rompiéndola.

Umi decidió llevar la pelea a otro lado y corrió mientras Shichogoro la seguía, llegando sin darse cuenta al festival en donde continuaron su lucha, aunque había un toque extra y es que justo Ruby parecía haber calculado que Umi estaría ahí por lo que mandó sicarios ninjas al festival.

Incluso el DJ estaba de aliado con la peli roja, justo recibiendo una llamada de la peli roja.

- Ponlo baby.

- Destruyan a Ao Samurái – este colocó un disco en su mesa de DJ y esto pareció ser la señal para que los lacayos atacaran ya que comenzaron a lanzar granadas de humo en todo el festival.

La pelea de Shichigoro con Umi se vio interrumpida por esto, así como varios de los sujetos que vestían de traje negro comenzarían a lanzarse contra los dos espadachines, estos tuvieron que pelear contra estos, pero era más que obvio cual sería el resultado.

Umi enfrentó a más los cuales acabaron con múltiples cortes en todo su cuerpo, uno de ellos fue atravesado de par a par por la espada de la peli azul y así fue hasta que no quedó ninguno, el DJ estaba escondido con un arma esperando el momento oportuno para salir.

- Esto fue una distracción innecesaria – Shichigoro decía limpiando la sangre de su espada – dime, ¿todavía quieres morir?

- … - Umi no dijo nada y empuñó su arma sin limpiar la sangre que esta tenía.

- Todavía quieres seguir con el combate, es solo un trozo de tela, idiota – este también empuñó su arma – si te sientes con suerte, ven por ella.

La pelea se reanudó con ambos guerreros chocando espadas, era una danza mortal que hacían, no había un posible ganador ya que ninguno daba tregua. Umi y Shichigoro corrieron en lados distintos por una de las casas del barrio, justo cuando apareció el DJ.

- ¿Qué mier…? – este fue tomado por Umi, tirando su pistola y llevándose consigo, Shichigoro iba listo y al ver una figura rápidamente bajó su espada atravesando el cuerpo.

Sin embargo, este se dio cuenta de que no era Umi, sino el DJ.

Y lo peor fue que luego sintió una fuerte punzada del corazón y se dio cuenta de que fue una trampa de Umi, usar al DJ como cebo y distraer al ronin, atravesando su corazón con su espada, hiriéndolo de muerte.

Shichigoro solo se tomaba la zona herida la cual sangraba mucho, aparte de vomitar una gran cantidad de sangre, Umi solo lo veía fijamente, este solo la miró fijamente.

- Ko… taro – finalmente, sus fuerzas lo abandonaron y cayó muerto. Umi tomó la cinta poniéndosela en la frente, de nuevo era la Número 2. Al hacerlo, justó sus manos frente al cuerpo del ronin.

- Sumanai – rezándole un poco por su descanso, Umi notó a alguien detrás de ella, dándose cuenta de que el hijo del peli negro había despertado y fue por él, pero solo se encontró con lo peor.

Su padre yacía muerto y el que parecía el culpable a sus ojos poseía el cabello largo y azul, además de la cintura con la leyenda "Número 2" en ella.

La samurái decidió irse de ahí mientras que el chico solo fue a donde estaba el cadáver de su padre y comenzó a llorar fuerte, implorando porque se levantara, cosa que nunca haría.

Para Umi, esto le parecía una escena muy familiar, entendió el mismo dolor que ella pasó, pero esto no la detendría, seguiría adelante.

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Continuará…