Capitulo 28

El elefante enorme, rosado y con brillos en la habitación

Enero pasaba velozmente y para Hermione cada día se volvía aun más pesado e insoportable que el anterior. Su relación con Ron seguía siendo bastante tibia, evitaban hablar, evitaban estar juntos ellos solos, pero cuando les tocaba coincidir bien fuera por Harry, Ginny o alguno de los chicos, Ron mantenía la tendencia de realizar comentarios desagradables o inapropiados acerca de su relación con Viktor.

Viktor había comenzado a comportarse distante y extraño con ella por semanas, desde su misteriosa desaparición junto a todos los demás estudiantes de Durmstrang simplemente no había sido el mismo, habían tenido un par de citas y aun iba a estudiar o pasar tiempo con ella en la biblioteca pero cada vez esos momentos eran más esporádicos. Hermione no lograba comprender que sucedía, pues en cada ocasión que el tema había sido mencionado Viktor negaba fervientemente cualquier tipo de problema. Y ella no terminaba de poner el dedo en que es lo que sucedía, pero el hecho de que el búlgaro se negara a mirarla a los ojos o a mantener su mirada por más de unos segundos le encendía las alarmas, sin contar que Lorenzo tenía demasiado que ver en lo que estaba pasando.

Hablando de Lorenzo, si bien no se había vuelto un idiota al estilo de Malfoy, si se convirtió en una pequeña pesadilla. Durante transfiguración la profesora McGonagall había tenido que separarlos como compañeros, lo cual le jodió muchísimo por el hecho de que estaba jugando con sus estudios, y por más que estaban separados el chico se dedicaba a lanzarle miradas extrañas y comentar cosas entre dientes en lo que claramente era italiano. Lastimosamente Hermione nunca aprendió italiano más allá de lo básico.

Así que teóricamente nada estaba realmente mal, pero se podía sentir la tensión constante en el aire, el elefante rosado,, gigante y cubierto de brillos en la habitación y Hermione no tenía la menor idea de cómo lograr explotar el tema, como traerlo a la mesa si no tenía pruebas de nada más que el rechazo y mala actitud de Lorenzo.

Debido a que todo se había estado jodiendo últimamente, incluso sus padres habían dejado de enviar cartas, lo cual estaba haciendo mella en su salud mental, por lo que Hermione se encontraba esa tarde cerca del lago junto a Ginny, aunque ambas se encontraban congelándose al parecer la castaña no era la única con ganas de desahogarse pues Ginny paseaba ausente por la horilla del lago mientras Hermione vomitaba todo lo que la estaba molestando.

"No es posible que Lorenzo venga, me trate de esa forma y Viktor simplemente haga la vista gorda acerca de lo que dijo, súmale a eso el hecho de Viktor se niega a verme a los ojos, cada vez que estamos juntos se nota totalmente distraído y…" Hermione miro que Ginny ni si quiera la estaba escuchando "Y Viktor me dijo que se va a retirar del Quidditch y quiere tener doce hijos conmigo…" Ginny seguía completamente inmersa en sus pensamientos "¡GINNY!"

Ginny se sobresalto y giro rápidamente para ver a Hermione, la cual la observaba con la preocupación bañando sus facciones.

"¿Estás bien, Ginny?" pregunto Hermione caminando hasta su amiga.

"Termine con Neville" dijo Ginny de golpe, causando enorme sorpresa en Hermione.

"¡¿Terminaste con Neville?! ¿Ustedes estaban juntos?" pregunto Hermione.

"Si, luego del baile de navidad comenzamos a pasar más tiempo juntos y luego nos besamos y…"

"¡¿Se besaron?!" grito Hermione, logrando que Ginny rodara los ojos.

"Exclamo la misma que encontré comiéndose a Viktor Krum en la biblioteca" dijo Ginny causando el rubor de Hermione mientras boqueaba como pez fuera del agua.

"Pero, digamos que estábamos saliendo, como seriamente saliendo, y entre en pánico" dijo Ginny mientras gemía lastimera entre sus manos "Yo… Neville es dulce, es un gran chico, pero…"

"Pero no es Harry" afirmo Hermione, abrazando a Ginny.

"¿Soy una idiota, cierto?" murmuro Ginny.

"Si, y no" logrando una mirada ofendida de la pelirroja, a lo cual Hermione le dijo que le permitiera explicarse "Eres una completa idiota por enfrascarte en un amor por Harry que no existe, también por entrar en una relación en donde obviamente no querías estar. Ginny… te adoro, eres una de mis mejores amigas, pero si hay algo que he comprendido a través de todo, de la vida siendo vida, de mis amigas, de sus fracasos, de los míos propios es que el hecho de que alguien te quiera, de que alguien te ame no significa que tu debas corresponder, no vinimos al mundo para hacer felices a los demás, Ginny" compartió la castaña mientras veía a su amiga derramar lagrimas silenciosas.

"Pero Harry…" Balbuceo la menor.

"Ginny yo mejor que nadie he visto tus sentimientos por Harry pasar de un simple flechazo a algo más. Que más deseara yo que el torpe de mi mejor amigo pudiese ver la increíble chica que eres y todo fuese perfecto, pero tienes trece años, Ginny, tienes una vida por delante, todos tenemos una vida por delante. Tu, Harry, Ron, Neville… Yo. No puedes negarte la oportunidad de vivir y experimentar solo por estar esperando una historia de amor que puede que llegue más adelante, como puede que no llegue nunca"

"Oh Hermione" sorbió Ginny mientras se soltaba a llorar, acunándose en los brazos de la castaña, la cual no estaba muy lejos del estado de su amiga. Había estado tan enfrascada en su dilema con Viktor que no fue capaz de ver el sufrimiento de su amiga, siendo en parte una solución a sus mismos problemas. Ella era joven, ese año cumplía 16 años, como su madre diría, tienes mil años más por delante y preocuparse por los conflictos existenciales de chicos no era la forma en la que deseaba pasar esos años.

Si Viktor deseaba hablar de lo que sucedía ella estaría abierta a la posibilidad de resolver lo que sea que estuviese pasando, pero si el chico se negaba a aceptar que algo no estaba bien, ella no sería quien lo trajese a la mesa. En cuanto a Lorenzo, le dolía profundamente el rechazo del chico, lo había llegado a considerar un potencial buen amigo, un compañero de estudios, alguien con el que tuvo una extraña conexión desde el principio, pero si él consideraba su amistad algo desagradable o a ella no lo suficientemente digna para estar cerca de él, no sería el primero ni tampoco el ultimo y ciertamente ella no moriría por ello.

Y así, ambas chicas se quedaron abrazadas en la horilla del lago por un buen rato, todo sin saber que eran observadas por un par de ojos curiosos, y que las palabras de Hermione habían sido escuchadas no solo por la pelirroja, haciendo que muchas cosas fuesen replanteadas.


Viktor se encontraba caminando hacia el barco, se negaba a estar un segundo más dentro del castillo, podía sentir con cada paso que daba como las rocosas paredes lo asfixiaban. El tener que mentirle a Hermione lo estaba matando en vida, no dormía por las noches aun cuando pasara horas ejercitándose en un estúpido plan de agotarse y dormir por agotamiento, pero lo único que había logrado había sido estar extremadamente cansado, con ojeras y que su rendimiento en todo sentido disminuyese considerablemente.

Sus notas habían bajado, lo cual había enfurecido a Karkaroff, su preparación para la segunda prueba pasó de ir viento en popa a caerse a pedazos frente a él, lo que hizo que Karkaroff se enfureciese aun más. Sus amigos se encontraban distantes, taciturnos y gruñones. Asen se limitaba a hablar lo necesario, vigilando de cerca a Lorenzo, este último era una bomba de tiempo sin explotar, supimos por Asen que Lorenzo había logrado interceptar las cartas de su padre y con cada carta que llegaba simplemente su rabia crecía aun más. Valentín desaparecía por horas y nadie sabía muy bien a donde, mientras que él estaba tratando de mantener las apariencias de que todo estaba bien, cuando evidentemente no lo estaba.

Siguió metido en su mente hasta que llego al barco, pero no logro dar dos pasos dentro del pasillo de las habitaciones cuando sintió que era jalado dentro de una de ellas. Al darse cuenta de quien había sido, se limito a suspirar. Otra carta había llegado.


Hermione se encontraba en la biblioteca terminando uno de los ensayos de pociones cuando escucho a alguien sentarse frente a ella, y la chica no logro sorprenderse más cuando se dio cuenta de quien estaba delante de ella. No era un alumno buscando ayuda, no era Viktor buscando pasar tiempo con ella, era el chico más indescifrable que Hermione había tenido el displacer de conocer jamás. Valentín Volkov.

El pelirrojo la observo por largo tiempo como tratando de buscar algo en ella, con expresión seria y ojos duros como el acero, parecía estarse debatiendo internamente y cuando Hermione se disponía a romper el incomodo silencio que se formase al segundo en el que él llego a su mesa, Valentín pareció obtener respuesta a lo que sea que haya sido su debate.

"Ven, debes venir conmigo" dijo Valentín mientras hacia el ademan de levantarse.

Al principio Hermione se sintió sorprendida, luego vino la risa y luego un muy claro enojo acompañado de un sentimiento de incredulidad al ver el rostro serio del mejor amigo de Viktor. Él realmente no pensaría que ella iría con él solo porque lo dijese… ¿Ó sí?"

"¿Qué esperas? Vamos" repitió el joven. A lo que Hermione torció los ojos en un gesto que su madre le recordaría lo poco elegante que eso era para una señorita.

"Viktor siempre dijo que eras un chico sumamente inteligente, pero veo que se equivoco" dijo Hermione "Debes estar demente si de verdad crees que voy a ir contigo a ningún lado, Valentín"

"No estoy aquí porque lo desee, Viktor me pidió que te buscara. Hay algo que desea hablar contigo" dijo Valentín marcando un poco su acento, lo que denotaba que se estaba impacientando.

Y aunque Hermione se sorprendió cuando escucho que era Viktor quien la estaba llamando, no pudo evitar fruncir el seño cuando se dio cuenta de lo extraño que era toda la situación.

"Mi respuesta sigue siendo la misma, no iré contigo a ningún lado. Si Viktor desea hablar conmigo, él solito puede venir y decírmelo, no necesita mandar a su perro guardián" dijo Hermione recogiendo sus cosas.

"¡Yo NO soy su perro guardián!" dijo Valentín visiblemente molesto.

"Lo eres. Desde el segundo que llegaste aquí lo único que has hecho es ir ladrándole a cualquiera que se acerque a Viktor, lo cual es bastante raro" dijo Hermione comenzando a caminar hacia la salida, pero se detuvo cuando escucho las siguientes palabras del chico detrás de ella.

"Como tú con Potter" Hermione se giro bruscamente al escuchar eso "No es lo mismo, Harry es…"

"Tu mejor amigo, tu hermano, él y esa insufrible niña pelirroja que te sigue como tu sombra. Te he visto defenderlos y protegerlos a capa y espada. Sé que darías lo que fuese por verlos felices, protegidos, que nadie les haga daño. Viktor es mi hermano, forma parte de mi familia, se que podrás entender que todo lo que he hecho ha sido por protegerlo"

Hermione lo miro sorprendida, a sus ojos Valentín había sido un enigma, un completo extraño cuya descripción no concordaba con lo que Viktor y Lorenzo le habían dicho de él. Pero luego de esas palabras le era imposible no ver el hecho de que quizás tenía razón. El hecho de que ella olvidase que Viktor era famoso no quería decir que no lo fuese, y como su amigo… evitaría que nadie le hiciera daño. Justo como ella a Harry.

Se quedo un rato observándolo, realmente planteándose el ir con él. Había dicho que Viktor quería hablar con ella, y quizás esta sería su oportunidad para conocer mejor al distante ruso.

"Está bien, iré contigo. Pero te juro que la próxima vez que Viktor mande un mensaje contigo voy a hechizar su bonito rostro de aquí a Bulgaria y de regreso" dijo Hermione, causando que Valentín elevara una ceja curioso ante el comentario de la joven bruja.


Habían estado a punto de llegar a las puertas de salida de la escuela y todas las preguntas que Hermione había hecho habían sido completamente ignoradas. Si bien ella no era de rendirse fácil, Valentín se le estaba haciendo un reto un tanto imposible de cumplir, por lo que luego de lograr obtener un "Al barco" poco amistoso como respuesta a donde la estaba llevando, deicidio que lo mejor era continuar la caminata en silencio.

Al llegar frente al barco Hermione se detuvo abruptamente. Viktor quería hablar con ella dentro del barco. ¿Por qué? ¿Acaso deseaba terminarle y evitar un drama en público? ¿Ó es que había sido castigado nuevamente y por eso necesitaba que ella entrase? ¿Quizás tenía que ver con Lorenzo…

"¿Vas a entrar o te quedaras toda la noche ahí como idiota?" le dijo Valentín mientras la miraba desde dentro del barco. Hermione quiso replicar al hecho de que la había llamado idiota pero decidió que trataría de llevar la fiesta en paz con el imbécil del mejor amigo de Viktor. Al menos por ahora.

Hermione se movió en dirección al barco y comenzó a seguir al chico por los laberinticos pasillos, y fue ahí cuando una especie de alarma se prendió en su cabeza. Horas más tarde Hermione se reprocharía el no haber escuchado a esa alarma, pero cuando se fueron acercando a una puerta, la cual Valentín abrió con sumo cuidado, lo que escucho la dejo helada.

"… Debes hablar con Herm-my-nini, ¿ó que pretendes decirle cuando tu padre llegue? ¿Hola papá, descubrí tus cartas por accidentes y me negué a decirle a Hermione que es mi media hermana solo porque soy un maldito malcriado?"

"Lorenzo, por favor… esto esta destruyéndonos a todos, no puedo seguir mintiéndole a Mina. No más"

"Mira a Viktor, Lorenzo. Hace semanas que se ha estado auto flagelando por mantener tu absurdo secreto, estas acabando con la salud mental de tu mejor amigo solo porque no quieres decirle a la chica que es la hija de tu padre…"

"Lorenzo, Mina no puede saber que le he mentido por semanas, va a odiarme…"

Hermione se quedo de piedra hasta que el primero sollozo escapo de ella, llamando la atención de los chicos dentro de la habitación.

¿¡Hija!? ¿¡Media hermana?! ¿¡De que mierda estaban hablando! Hermione podía sentir la sangre corriendo por su cuerpo, el retumbar de su corazón en sus oídos. No era posible, sus padres… su padre, ella ya tenía un padre. No podía ser…

"Mi amor…" escucho Hermione la voz de Viktor, y no fue hasta que vio su mano cerca de ella que reacciono.

"¡NO ME TOQUES!" prácticamente gritó. Viktor la vio completamente dolido mientras retiraba la mano.

"Mina…"

"¿Cómo… Cómo pudiste?" sollozo "Me mentiste"


"Me mentiste" sollozo Hermione.

Viktor la observo sin darse cuenta de sus propias lágrimas. Si hubiese sido posible morir del dolor por un corazón roto, justo en ese momento el habría muerto. Pudo escuchar como cada pedazo de su corazón y su alma se volvía añicos al ver el dolor en los verdosos ojos de su amada Mina.

"Mi amor yo…"

"¡NO ME LLAMES ASÍ! Tú no tienes ningún derecho de llamarme así" Lloro Hermione "Tú no puedes mirarme a la cara y decirme que me a… No puedes"

"Mina, por favor…" Intento Viktor, tratando de acercarse a ella nuevamente.

"¡Aléjate de mí!" dijo Hermione dando un paso hacia atrás "En tu vida vuelvas a acercarte a mi Viktor Krum" Dijo la chica antes de darse la vuelta y comenzar a caminar fuera del barco.

Viktor la siguió pero se detuvo cuando la vio girar y sintió su varita clavada en su cuello.

"Tú nunca me amaste, maldito mentiroso" escupió la castaña con profundo rencor plasmado en sus ojos.

Luego de eso Viktor la vio desaparecer en la oscuridad de la noche. Dejándolo con el alma completamente desolada.

Asen vio a Viktor plantado en el medio de la sala, completamente perdido y fuera de sí, también escucho los reclamos de Lorenzo a un indiferente Valentín. Pero mucho más importante, escucho las claras palabras en búlgaro de la novia de su amigo. ¿Desde cuándo ella hablaba búlgaro?

"¡Maldito cretino!, ¿Quién te crees que eres? ¿Quién te dio el derecho de decirle nada a ella?"

"Yo no le dije nada, fuiste tú. Tú eras el único hablando acerca de que ella es tu hermana" dijo Valentín en tono despreocupado, causando la rabia de Lorenzo, provocando que el primer puñetazo impactara de lleno en el rostro de Valentín.

Asen quiso meterse pero el sollozo de Viktor lo detuvo en seco. Al girarse encontró a su enorme amigo arrodillado en el frio suelo de madera llorando como un niño pequeño. Asen solo ignoro al idiota de su primo y al aun más idiota de su amigo y se dirigió al pelinegro.

Asen abrazo a Viktor y lo sintió aferrarse a él. Esa mierda le partía el corazón. Viktor era uno de los hombres más fuertes y resistentes. Era enorme, le pasaba en altura por mucho, con sus marcados rasgos y esa mirada que podía hacer que cualquiera se orinara en los pantalones. Verlo llorando en el suelo como un bebe porque la chica que amaba lo había mandado a la mierda era la cosa más insólita del mundo.

Mientras tenia a Viktor capturado en un abrazo, recorrió con la mirada el resto del barco. Sin darse cuenta todo el escándalo había hecho que sus compañeros salieran de sus habitaciones y que todos presenciaran el momento en el que Viktor fue dejado, la discusión entre su primo y su amigo y ahora se encontraban tratando de detener la golpiza que se estaban dando esos dos.

Asen sintió la tristeza invadirlo. Esta no era la forma en la que debían terminar su último año. Años de amistad se estaban viniendo abajo porque ninguno de los idiotas que tenia por amigo sabía el significado de la palabra "Comunicación asertiva" Valentín se había convertido en el enemigo, Lorenzo irradiaba toxicidad, mientras que Viktor se había enamorado por primera vez y no tenía ni idea de qué hacer con todo lo que sentía, a lo cual no podía no entenderlo.

No fue hasta que sintió unas manos tratando de levantarlos a él y a Viktor que se dio cuenta que al fin habían logrado detener la pelea y que la mano amiga era de un apenado Timotei, el cual observaba la situación con el mismo pesar que él y que estaba tratando de ayudarlo a cargar con el peso de Viktor. Debían desaparecer todo antes de que Karkaroff llegara y se diese cuenta de que algo había pasado.

Entre Timotei y él cargaron con Viktor hasta su recamara, aun se podían escuchar los sollozos de su amigo y por más que desde su habitación no pudiesen oírse, el estuvo completamente seguro mientras se encontraba acostado en su cama, que Viktor seguiría llorando. Y que lastimosamente lloraría mucho más. Él la cago, él le mintió, y ahora le tocaba pagar con las consecuencias de elegir la lealtad a Lorenzo antes que a su chica.


Por los clavos de Cristo bendito, que capitulo. Me mato. Me morí muerta mientras escribía esto. Se siente tan bien ver como toda mi condenada creatividad fluye nuevamente, además de que al fin estamos llegando a las partes emocionantes de esta historia. Si bien vamos por mitad de año escolar, las cosas van a comenzar a ponerse P-I-C-A-N-T-E-S.

Un beso enorme a todos, comenten, dejen sus opiniones, teorías, pensamientos, y demás. Yo más que feliz de leerlos.