Capitulo 29
Si tan solo
Habían pasado no menos de tres días desde el "evento" forma en la que todos los involucrados se estaban refiriendo a lo sucedido en el barco, nadie realmente se atrevía a decir nada, a comentar o si quiera nombrar a quienes estuvieron, un silencio pesado, sofocante y tenso se sumía entre todos los estudiantes de Durmstrang, mientras que la sospecha, el miedo y la desconfianza consumía al cercano y pequeño grupo de cierta castaña, a la cual se le había visto muy poco últimamente.
Asen iba todos los días a desayunar, rompiendo una de las absurdas reglas de Karkaroff, si bien su ingles era evidentemente patético, el ya conocía el pequeño secreto de la chica… bueno, ex chica de Viktor, ella hablaba búlgaro, y probablemente hablase ruso también, por lo que en caso de verla no tendría problemas en hablar con ella. Sabía que era absurdo, que debía ser Viktor quien dijese algo, quien se defendiese, pero es que el muy idiota se había confinado en su habitación desde hace tres días y solamente Karkaroff había podido entrar, y sabrá Merlín que se dijeron esos dos que Karkaroff salió molesto, pero no molesto a Viktor más.
Y al parecer la chica había optado por la misma técnica, pues en tres días no la había podido ver, si bien el chico Potter seguía bajando a las comidas, junto al sequito de pelirrojos que parecía siempre estarle oliendo el culo, la única medianamente ausente era la menor de todos ellos, la cual aparecía por muy pocos momentos y luego se esfumaba. La única clase que el compartía con Hermione era transfiguración y no había vuelto a verla, lo cual se había vuelto un chisme inmenso, al parecer la chica jamás perdía clases.
Como todos los días anteriores, sin falta se había aparecido en el comedor y pensaba seguir su rutina de siempre cuando una voz que él conocía a la perfección lo hizo detenerse por completo.
"Ella no está aquí" dijo la suave voz aterciopelada, logrando que Asen la observase entre asombrado, fascinado y aterrorizado "No sé qué demonios le hizo Krum a Hermione, pero te prometo que nunca la había visto tan desolada"
Mientras hablaba, la chica miraba ausente el asiento libre entre Potter y otro chico pelinegro en la mesa de los leones "lleva tres días sin comer, Ginny esta comiéndose el cerebro para intentar descifrar lo que paso, incluso Harry comienza a notar que algo no está bien. Hermione ha faltado a tres días completos de clases, lo cual es equivalente a que alguien murió en su mundo"
Asen vio a la chica acomodar un mechón de su largo cabello negro, haciéndolo ver su mano con envidia y con ojos de un hambriento viendo comida por primera vez en meses, hasta ese momento el se había mantenido en silencio, solo escuchando cada palabra que salía de sus exquisitos labios.
Fue en el instante en que las siguientes palabras abandonaron los labios de la chica que Asen se sintió enfermo consigo mismo, y maldijo el segundo en el que sus propias decisiones lo había llevado a vivir la tortura que el solo se había impuesto.
"Ni si quiera sé por qué te digo todo esto, es obvio que tú ya sabes todo, pues estás tratando de encontrar a Hermione…" y la chica comenzó a caminar, pero se detuvo y clavo sus perfectos ojos marrones en él, causando que un escalofrío recorriese todo su cuerpo "Por cierto, Parvati me dijo que te espera donde siempre, lo que sea que eso signifique" y sin si quiera darle una última mirada, Padma Patil se perdía entre el mar de estudiantes que se dirigían a clases, haciendo que su corazón se arrugase del dolor al pensar que ella supiese algo de él y su hermana. Asen tomo una decisión en ese instante, Parvati podría ser parecida a su hermana, pero él no quería sentirse enfermo consigo mismo, no podía seguir acostándose con ella, no cuando su corazón ardía por una sola mirada de su hermana.
El rubio camino apresurado hasta el salón del segundo piso, su sitio habitual con Parvati y si no hubiese estado tan concentrado en la decisión que había tomado se habría dado cuenta del revuelo que comenzó en la mesa de profesores, quizás habría notado la preocupación en los ojos del director o la sorpresa en los ojos de la profesora McGonagall. Quizás habría notado la llorosa mujer rubia y el serio hombre junto a ella los cuales eran escoltados por uno de los profesores, quizás hubiese podido detectar la presencia un poco más atrás de un hombre muy conocido para él. Pero no, Asen nunca noto nada, por lo que no pudo advertir lo que se venía.
Lorenzo se encontraba terminando su desayuno cuando el silencio inesperado que se poso en la mesa lo hizo levantar la mirada. Justo en el marco de la puerta que dividía el comedor con la salida del barco se encontraba Viktor, su piel estaba pálida, sombras oscuras debajo de sus ojos denotaban lo agotado que se encontraba y el ligero, casi imperceptible modo en el que su uniforme colgaba de su cuerpo, denotaba, solo si te fijabas bien que su amigo había perdido un poco de peso.
Lorenzo amaba a Viktor, al igual que a todos sus amigos, era difícil no amar al hombre, cuando tenía más corazón que sentido común, y la culpa lo consumía al saber que su egoísmo era lo que había llevado a sus amigos al estado en el que estaban, ninguno se dirigía la palabra, incluso Asen, quien siempre había estado con él desde el día que nació se negaba a hablarle. Pero, por más que la culpa lo estaba matando, no se arrepentía de nada de lo que hizo, era su familia de la que hablaban, esa chica… su sola existencia había sumido a su madre en años de depresión, había vuelto a su padre una sombra de lo todos decían que fue, y había hecho su vida una constante sombra, buscando siempre a la hija perdida de su padre, sin ponerse a pensar en lo mucho que eso estaba partiendo a su familia.
Él jamás imagino que Viktor se enamoraría de ella, que ella sería… que Hermione… le costaba odiarla, pero lo hacía, o eso era lo que se intentaba decir desde hace semanas, desde que la primera carta llegó.
Mientras Lorenzo se mantenía en sus cavilaciones no noto el semblante decaído de todos sus compañeros, ni las miradas de pena dirigidas a Viktor, el cual de forma automatizada se dirigía hacia la salida, ignorando a todo y todos los que pasaban cerca de él.
Y si Lorenzo hubiese tomado la decisión de seguir a Viktor, habría podido llegar a tiempo para presenciar todo con más claridad, pero no, Lorenzo decidió terminar su desayuno y salir unos cuantos minutos después que su amigo.
Ginny se levanto al no sentir a Hermione en la cama. Ginny no sabía con exactitud que sucedió, aunque estaba segura de que Viktor era el motivo por el que su mejor amiga ni si quiera comía, por lo que hace tres días cuando Hermione llego llorando de forma desconsolada a la torre, Ginny la llevo hasta su habitación y desde entonces ella y Crookshanks había dormidos apretujados en la cama de Hermione, mientras la castaña se dedicaba a llorar sin emitir palabra alguna. Incluso Harry la había interceptado en uno de sus viajes a clase y la interrogo acerca de lo que pasaba, pero no tuvo realmente una respuesta que darle.
La única con la que Hermione había hablado era la profesora McGonagall, y nadie sabía que habían hablado, pero al parecer fue lo suficientemente bueno como para que Hermione tuviese permiso de no asistir a clases sin ningún tipo de consecuencia, lo que hacía que Ginny se preocupase aun más por el estado de su amiga, porque en los años que llevaba conociendo a Hermione Granger absolutamente nada la había hecho no ir a clases.
Por lo que cuando Ginny se removió y no sintió a Hermione junto a ella se levanto somnolienta, reconociendo la hora únicamente cuanto observo el reloj colgando en una de las paredes de la habitación, eran las 6 de la mañana. Lavender y Parvati seguían durmiendo, pero el sonido del agua corriendo le indico que Hermione debía estar tomando una ducha, lo cual alegro a Ginny porque eso significaba que quizás su amiga bajaría a comer, incluso a clases, lo cual era una señal de que Hermione podía estar tratando de superar lo que sea que la pusiera en ese estado.
Ginny se maldijo internamente al recordar que Hermione había tratado de hablar con ella varias veces, pero tan metida estaba en su dilema tonto con Neville que no reconoció las señales extrañas en su amiga, porque de algo estaba segura, lo que sea que sucedió no era algo que unos días, eso llevaba tiempo ocurriendo, pues Padma y Luna le comentaron como vieron a Hermione distraída o ausente en más de una ocasión durante las últimas semanas, y que incluso las veces en las que se le veía con Viktor, ambos parecían ni si quiera dirigirse la palabra. Lo cual llamo mucho la atención de Ginny.
De pronto, la puerta del baño se abrió y Ginny vio a una impecable y perfecta Hermione emerger de él, su uniforme pulcro y planchado, su cabello amarrado en una coleta alta, dejando todo su rostro al descubierto, y fue exactamente esto último lo que hizo que Ginny se sorprendiese, hace menos de doce horas que Hermione había estado con ojeras enormes de no dormir y el rostro hinchado por tanto llorar, pero ahora su amiga lucia un rostro de porcelana, sin ojeras, sin mejillas hinchadas, solo el usualmente normal brillo de labios y mejillas pecosas y rosadas de su amiga. Ginny sintió un enorme pesar al comprender que Hermione había recurrido a la magia para ocultar su verdadera apariencia.
"No me mires tanto Ginny, vas a desgastarme" dijo Hermione, cuya voz no era suave y alegre, si no pesada y rasposa debido al constante llanto.
"No era mi intención incomodarte Hermione, solo me sorprendió el ver que usas el uniforme" dijo Ginny apenada.
"Es día de clases, no encuentro la sorpresa en llevar el uniforme" comento tajante la castaña mientras recogía su mochila y llenaba el plato de Crookshanks de comida.
Ginny se observo con tristeza a Hermione. Ver como se esforzaba para ignorar hablar de lo que estaba pasando le hacía recordar a ella misma cuando paso lo del diario hace dos años.
"Hermione…"
"¡No! Por lo que más quieras en esta vida Ginny, te pido que no te atrevas si quiera a formar esa frase…" dijo Hermione con ojos rojos nuevamente "No estoy lista, quizás nunca lo este, o quizás te diga mañana que paso, pero justo ahora no… No puedo" dijo con voz quebrada.
Y así, Ginny la vio abandonar la habitación. Recostándose nuevamente en la cama observo curiosa la mesa junto a la misma. Fotos de Hermione con sus padres, con ellos, pero se sorprendió al ver que la foto del baile que ella y Viktor se habían tomado ya no estaba. ¿Qué mierda estaba pasando?
Hermione se dirigía sin prisa a la biblioteca, dejando que el frío que parecía penetrar en los pasillos de Hogwarts nublara cualquier rastro de dolor de ella. Aunque esto fuese completamente imposible.
Cuando escucho la conversación entre los chicos en el barco hace tres días todo su mundo se vino abajo, Viktor le había mentido, sus padres… Debía haber un error, pero no fue hasta que escribió a casa y su única respuesta fue una carta en donde su madre le decía que debían hablar y que ella y mi padre me amaban cuando supe que no había ningún error. Cuando su mente comenzó a enviarle todos los recuerdos de su infancia fue que comenzó a atar cabos. Sus misteriosos sueños, la aversión de su madre a ir de vacaciones a Italia, las discusiones esporádicas de sus padres cuando era más niña y la preocupación de su madre cuando le preguntaba acerca de por qué su cabello era diferente. La segunda noche comenzó a buscar como desesperada todas las fotografías que ella tenía junto a sus padres; ni el largo y laceo cabello rubio de su mamá, ni el rubio cenizo de su padre. Si bien no podía negar el parecido físico a su madre, había cosas que simplemente no estaban ahí, o que parecían fuera de lugar, cosas a las que nunca le dio importancia pues asumió que quizás había heredado rasgos de algún pariente, como un bisabuelo o algo así. Pero no, todos y cada uno de los miembros de ambas familias eran rubios, con ojos claros y piel excesivamente pálida, mientras que ella conservaba la mayoría de esos rasgos, pero su cabello, de un par de tonos más oscuro de lo habitual en su familia, con una piel ligeramente más tostada que la de su madre y sus cambiantes ojos avellanas. ¿Cómo no se dio cuenta antes?
Cuando consiguió la fotografía del profeta en donde ella, Viktor y Lorenzo salían juntos, fue cuando comenzó a obsesionarse por encontrar alguna similitud entre ella y el chico, y fue cuando noto la misma nariz respingada. Luego comprendió la actitud cortante y ofensiva del chico, entendió el despectivo "bastarda" que le había dado en transfiguración, todo tenía sentido, todo estaba ahí. Pero ella nunca supo porque jamás creyó tener que buscar algo.
Llego a la biblioteca y se adentro en su mesa habitual, pero cuando sus pasos se fueron acercando las lágrimas comenzaron a caer, lo único que pudo ver fue a Viktor, Viktor riendo, Viktor recostado en sus piernas mientras ella leía para él. Hermione se sentía flotando, era como si todos esos momentos, mirabas, besos a escondidas y sus momentos de estudios pasaran frente a ella como una película en donde ella ya no era la feliz protagonista, no, ella ahora era la destrozada espectadora de una historia que ya no le pertenecía.
Se negó a seguir reviviendo al chico y en su intento de sacarlo de su mente simplemente camino hasta una mesa diferente en donde abrió un libro cualquiera y comenzó a leer. Pero, no pasaron ni diez minutos cuando Hermione se dio cuenta que había leído la misma página unas diez veces y aun no sabía de qué trataba, ya que sus pensamientos seguían volviendo a cierto jugador de quidditch.
Hermione nunca se había enamorado, y ahora comprendía el por qué, dolía demasiado cuando te das cuenta de que todo es una mentira como para que valga la pena el mero acto de amar. Ella había confiado ciegamente en Viktor, y sin darse cuenta el hosco y esquivo búlgaro se había adueñado de cada pensamiento, de cada latido, no importaba cuantos besos tontos había dado antes, ninguno le erizaba la piel como él. No importaba cuantas fiestas y cuantos vestidos lindos uso en el pasado, nada fue tan mágico como el baile de navidad. Nunca disfruto tanto de huir de los fotógrafos como cuando era con él, o de un picnic si no estaban los deliciosos postres de su tierra natal.
Pero Viktor había agarrado todo eso y lo arrojo a la basura, le mintió, le agacho la mirada, la esquivo. Y si bien ella podía comprender la lealtad hacia Lorenzo, el cual era su amigo de años, pero estaban hablando de su familia, el no era el único involucrado, habían jugado con sus raíces, con su familia. Y no se creía capaz de perdonarlo por eso.
Luego estaban sus padres, ¿En qué mierda estaban pensando cuando le mintieron por tantos años? Ella merecía saber la verdad, ella era quien debía decidir si quería buscar o no a su padre biológico. Aunque ciertamente no creía querer realmente saber de él.
Y luego volvió a Lorenzo, a su medio hermano. Aun no procesaba el hecho de que tenía un medio hermano, de que ya no era ella sola, de que había alguien más en todo el mundo que compartía parte de sus genes. Ella siempre quiso hermanos, pero nunca supo el por qué sus padres no tuvieron más hijos, pero cualquier alegría de saber que ya no estaba sola en el mundo se había esfumado al recordar el "bastarda" que Lorenzo le había prácticamente restregado en la cara, y no fue difícil sacar cuentas, sabía que sus padres seguían juntos, y ella era menor que el por tres años si no contaba su pequeña aventura con el giratiempo, por lo que no necesitaba de física cuántica para descubrir que ella posiblemente era el producto de una aventura fuera del matrimonio de su padre, por lo que no era capaz de odiar al chico tampoco.
Ella solo quería respuestas, quería toda la historia y ya no podía ni quería aguantar más tiempo, por lo que su único propósito al levantarse esa mañana y asistir a clases era el poder solicitar un permiso al director para poder regresar a casa, necesitaba encontrar paz. Si bien su relación con Viktor se había ido al mismísimo infierno y era probable que no hubiese vuelta atrás, quizás y solo quizás, aun pudiese salvar todo lo demás.
Pasaron unas cuantas horas hasta que el primer periodo de clases comenzó y como Hermione no tenía ninguna clase durante esas dos horas decidió ir a buscar algo de comer, ya que no había caído en cuenta de que tan hambrienta estaba hasta que abandono su habitación, pero como no tenía deseo alguno de encontrarse con ninguno de los estudiantes de Durmstrang, o con los chicos en general decidió esperar a que todos estuviesen en clase para ella ir por algo de comer. Grande seria su sorpresa al comprender que ese pequeño cambio generaría un encuentro que marcaria un antes y un después en la vida de muchos.
Pasadas las 8, Hermione recogió sus cosas y comenzó su camino hacia el gran comedor y tan distraída iba que no se dio cuenta de todos los ojos que se posaban en ella al mismo tiempo y no fue hasta que choco contra algo, o mejor dicho alguien y todos sus libros terminaron en el suelo que abandono el trance donde se encontraba y se fijo en los intensos ojos grises que la miraban.
El hombre frente a ella le causo un escalofrío que no supo explicar, era alto, con rizado cabello castaño, una tez ligeramente bronceada y un rostro que Hermione juraría que había visto antes pero no supo identificar de donde.
Pero cuando el hombre hizo el amago de recoger sus libros que Hermione recordó que estos se encontraban esparcidos por todo el suelo, así que rápidamente comenzó a juntarlos sin darle tiempo al hombre de si quiera reaccionar y murmurando un "lo siento" comenzó a caminar cuando el sonido de pisadas la hizo observar realmente su alrededor.
A unos cuantos pasos de ella se encontraba Viktor, el cual la miraba con un centenar de emociones que hicieron sus piernas temblar, pero la presencia de Lorenzo justo detrás de él con evidente pánico fue lo que hizo que Hermione girara a observar al hombre con el que se había tropezado. Seguía de pie en el mismo lugar que antes, pero ahora su mirada se encontraba clavada en ella, giro nuevamente hacia Lorenzo y una vez más al hombre y fue cuando todo hizo click. Ese hombre… ese rostro, eran prácticamente idénticos… él…
Hermione sintió como todo se volvía borroso a su alrededor y simplemente de un segundo a otro todo se volvió oscuro, lo último que logro ver antes de que todo se apagara fue la rubia cabellera de su madre corriendo hacia ella. Y después nada.
Asen salía del salón en donde se encontraba una furiosa Parvati, no se arrepentía en lo más mínimo de terminar esa locura que jamás debió empezar en primer lugar. Pero, mientras caminaba por uno de los pasillos vio a alguien que en definitiva no debía estar ahí.
La inconfundible figura de su tío Enrico caminaba apresurado por el mismo pasillo que él, e incluso cuando el hombre se encontraba de espaldas, simplemente Asen supo que era él, y supo que justo en ese momento todo lo que Lorenzo tanto había querido evitar pasaría. Pero, no fue hasta que escucho la voz molesta de su primo que se dio cuenta de que Viktor y Lorenzo venían en la dirección contraria, caminando por un tercer pasillo. En ese instante Asen vio en cámara lenta como todos los acontecimientos parecían caer como fichas de domino. Viktor y Lorenzo se frenaron al instante en el que Hermione abandono la biblioteca y comenzó a caminar en dirección a Enrico sin si quiera notarlo.
Asen vio como la chica se estrello de frente con el que sin saberlo era su padre biológico. La vio observarlo y recoger sus libros esparcidos por el suelo, vio como Viktor comenzó a dar pasos dudosos hacia ella y la vio registrar la presencia del chico, la forma en la que frunció el seño cuando la figura de Lorenzo le hizo voltear con dudas hacia Enrico, el cual la miraba con desesperación, no fue hasta unos segundos después que Asen vio la realización y comprensión inundar las facciones de la chica, y si no hubiese sido por los increíbles reflejos de Viktor la chica habría terminado en el suelo, porque Asen supo que la pobre chica había colapsado finalmente, perdiendo el conocimiento en brazos de Viktor.
Y al parecer Asen también fue el único en registrar la desesperada rubia que corría en dirección de la chica, gritando entre lagrimas su nombre. Y de pronto, Asen fue testigo de cómo una inconsciente Hermione era abrazada por sus desesperados padres, mientras tío Enrico la miraba con adoración, Lorenzo observaba con rencor toda la escena y Viktor sufría al ver a su amada Mina en ese estado.
Al fin todo había pasado, al fin todas las cartas estaban sobre la mesa.
Boom Shaka Laka, he aquí el capitulaso, la última escena para mí es como el meme de Spiderman rodeado de un monton de Spidermans y todos se señalan entre sí, se nos destapo el guisado mi gente.
Ahora, quiero responde unas cositas: Sí, Lorenzo es un estúpido, pero también entiéndame al pobre, una cosa es saber que en algún lugar del mundo tienes una media hermana pero otra muy diferente es descubrir que la habías tenido en tu cara por meses, que es la novia de tu mejor amigo, que se ha vuelto tu amiga y que en tu cabeza ella sea la culpable del dolor de tu familia. Quiero también que comprendan que Lorenzo es un personaje complejo, en las interacciones que ha tenido con Hermione quizás sea complejo darse cuenta, pero si realmente prestan atención se dan cuenta de que Lorenzo está dolido, el hecho de que su padre siempre este buscando a su otra hija lo ha hecho crecer con el pensamiento de que no es suficiente, es como que, por que la buscas tanto si aquí me tienes a mí, o es que acaso no soy suficientemente bueno para que te desistas de ella.
Pero, a mi amado Lorenzo aun le falta comprender que el amor de su padre es de él, pero que el buscar a su otra hija no lo hace menos amado, Hermione y Lorenzo son hijos únicos por lo que quizás les sea difícil comprender lo que es compartir el amor y la admiración de un padre.
Viktor, mi bebe precioso de Viktor, al parecer me encanta hacerlo sufrir, pero es que el pobre hizo su cama y ahora le toca acostarse a dormir en ella, no puedes ir por la vida mintiéndole a tu chica y esperar que esto no tenga consecuencias, aun y cuando lo hizo por lealtad a su amigo. Digamos que aquí Viktor no es el único que ha mentido, Hermione tiene su cuota de mentiras bien escondidas, y así como no perdonamos mentiras por lealtad, tampoco lo haremos por el bien mayor, mentira es mentira y ninguna relación se construye de esa forma. Aun les falta mucho por madurar a todos, son adolescentes que creen que tienen la razón, si bien los amo y no les quito crédito en sus emociones, recordemos que aun en este punto los horrores de la guerra, la muerte y la pérdida del ser querido no los han impactado, por lo que aun les permito que tengan sus momentos de inmadurez.
Ahora sí, díganme que les pareció, no olviden dejar su comentario y les mando todo mi amor.
