Capítulo 1

Destrucción. Era la única palabra que se le venía a la mente a Goten en ese momento. Hace apenas unos momentos, había estado mal fusionado con Trunks en su forma de Gotenks gordo, y la falta de práctica en la danza metamoru los había llevado a una coordinación deficiente. Ahora, frente a él, estaba un Cell gigante que destrozaba todo a su alrededor. El objetivo principal de Cell era la destrucción de todo a su paso, el señor Piccolo, quien incluso con su nueva transformación y en su forma gigante no era rival para el monstruo.

En un instante, Cell conecta un golpe directo en la cara del señor Piccolo, enviándolo volando a gran velocidad hacia su hermano, Gohan, quien también se encontraba gravemente herido.

"Necesito hacer algo..." Goten veía a su hermano y al señor Piccolo en peligro inminente, ambos cansado de sus peleas anteriores, habian logrando descubrir el puntk debil de ese monstruo y aun no hemos podido darle el golpe definitivo.

Cell comienza a rugir con ferocidad, mientras en su boca se comienza a forma moléculas de enrgia que crean en cuestión de segundos una esfera de energía letal.

Goten busca desesperadamente alguna ayuda en su entorno. Krillin se encuentra protegiendo a Pan y a Número 18, quien está herida. Trunks está apartando a la señora Bulma del peligro. El señor Piccolo y Gohan están temporalmente fuera de combate.

"Papá... Hermano... señor Vegeta... ¡necesito ayuda!" Goten piensa con angustia. Pero sabe que su padre no está en el planeta, ya que se encuentra entrenando en el planeta del Dios de la Destrucción junto con el señor Vegeta. Parece casi imposible que puedan acudir en su auxilio y Gohan esta herido, despues de su combate con los androides esos y ahora contra cell, lo dejaron gravemente lastimado.

En ese momento, una enorme esfera de energía con bordes verdes y negros apunta directamente hacia el herido Gohan, quien apenas está recuperándose del último ataque. El señor Piccolo habia vuelto a su forma de tamaño normal, pero seguía transformado, lo cual era una señal que todavia tenia energia para pelear.

Goten siente una mezcla de miedo y angustia, no importa cuanto lo pensará el era el único que podia detener a Cell en este momento, al menos para darle suficiente tiempo a gohan o al señor piccolo de recuperarse, Goten trago saliva por lo que está a punto de hacer. Aunque es consciente de que está en desventaja contra Cell, la diferencia de poder estaba papable, el señor piccolo jamas dejo de entrenar, ni su hermano que es la persona mas fuerte en la tierra en la ausencia de su padre fueron rival para él.

no puede simplemente quedarse de brazos cruzados mientras sus seres queridos están en peligro.

Reuniendo todas sus fuerzas, Goten se cubre con una poderosa aura dorada, su mirada fija en cell, desapareciendo en un destello de velocidad. Se coloca frente a de él, con los puños apretados y el ceño fruncido.

Aunque sus poderes como Super Saiyajin aún no están completamente desarrollados, su instinto de protección y su espíritu de lucha se hacen evidentes en ese momento. Está dispuesto a proteger a su familia a cualquier costo.

Cell dirige su mirada hacia Goten, con una mirada de ira pura.

"¡No permitiré que destruyas a mi familia y amigos!" exclama Goten, su voz cargada de determinación. Comienza a formar un círculo de energía de ki con las manos. "Kame... hame..."

Goten echa hacia atrás sus manos, creando una esfera celeste de energía.

Cell no pierde tiempo y lanza un rugido estruendoso, liberando al mismo tiempo la gigantesca bola de energía en dirección a Goten.

"HAAAAAAAAAAAAAAAAA" Goten reúne hasta el último de sus recursos y lanza el kamehameha más fuerte de su vida hacia Cell.

Las dos grandes energías chocan en una batalla de poder, cada una luchando por dominar a la otra. Goten está dando todo de sí, pero aún no es suficiente. El ataque de Cell avanza sin problemas, acercándose peligrosamente.

"Maldición... toma esto, HAAAAAAAAAAAAAAA" Goten rasga más ki de sus reservas e intenta evitar lo que parece inevitable.

El gran impulso de poder de la ultima ola de energía de Goten, logra hace retroceder uno cuantos metros el ataque de Cell.

"hermano... apresurate", Goten no resistiria mucho más, años de ocio por fin le estaba pasando factura, no podia culpar a nadie mas que a asi mismo por su penoso estado.

logro contener durante un corto tiempo el ataque de cell, Sin embargo, sus esfuerzos resultan en vano. La poderosa bola de energía, del tamaño de una mini luna, absorbe por completo el kamehameha, dirigiéndose directamente hacia Goten.

"Tengo que hacer algo... no podré resistirlo..." Goten abre sus palmas para recibe el ataque de lleno con sus brazos abiertos, mientras intenta desesperadamente contenerlo.

Pero Cell tiene otros planes. Lanza una fuerte ola de poder que se conecta con la gran bola de energía, rompiendo la endeble resistencia de Goten. Finalmente, Goten es absorbido por la fuerza destructiva.

"¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh!!!"

Fue el último grito de dolor que se pudo escuchar de Goten antes de ser lanzado en una bola de energía verdosa a gran velocidad, rumbo al espacio. Mientras atravesaba todas las capas de la atmósfera, la bola de energía parecía a punto de explotar, emitiendo un resplandor intenso y vibrante.

La Bola de energía se comprimía cada vez más, emitiendo un zumbido ensordecedor y dejando en su estela un rastro de destellos luminosos. A medida que se acercaba al punto de explosión, el espacio a su alrededor comenzó a distorsionarse, creando ondas de energía que alteraban la realidad misma.

En medio de esas distorsiones, el cuerpo de Goten fue arrastrado por una de ellas. Justo en el momento en que la gigantesca explosión estalló en la atmósfera terrestres, Goten fue arrastrado hacia una de las distorsiones espaciales.

Goten sintió que era arrastrado a velocidades vertiginosas, sin ningún control sobre su destino.

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Weiss se sentía abrumada por los pensamientos y las emociones que la atormentaban, decidio salir al jardín trasero de la mansión Schnee para tomar aire fresco y tratar de despejar su mente.

Paseaba entre los arbustos y las flores, tratando de encontrar un poco de paz en medio del caos que la rodeaba. Los recuerdos de la caída de Beacon seguían frescos en su mente, como una herida abierta que no cicatrizaba. La desaparición de Blake, la herida de yang y el estado de Ruby... no habia abandonado su mente ni un dia, ademas el peso de las expectativas que recaían sobre sus hombros la consumían.

Mientras sus pasos la llevaban más adentrada en el jardín trasero de la mansión Schnee, el aire fresco acariciaba su rostro, trayendo consigo un breve respiro de alivio. Cerró los ojos por un momento, dejando que el viento susurrara en sus oídos y calmará su inquieta mente.

Pero incluso en ese momento de tranquilidad, los pensamientos seguían persiguiéndola. La sombra de su padre, Jacques Schnee, se cernía sobre ella, recordándole la carga que llevaba como heredera de la familia Schnee. Sentía el peso de las expectativas de restaurar el prestigio y el poderío de la compañía familiar, pero también luchaba con la noción de que tal vez había más en la vida que simplemente cumplir con el legado de su linaje.

Weiss se adentró más en el jardín, dejando que sus pies la guiaran por los caminos empedrados y las flores exquisitamente cuidadas. Observó cómo la luz del sol se filtraba entre las hojas, creando un juego de sombras y luces en el suelo. Era un contraste con su mundo interior, donde la oscuridad y la confusión parecían dominar.

En medio de su paseo solitario, su mirada se posó en un rincón apartado del jardín. Entre los arbustos y las enredaderas, algo captó su atención. Una figura yacía allí, oculta entre las ramas y las hojas, apenas visible a simple vista.

Weiss se acercó con cautela, sus pasos resonando suavemente en el silencio del jardín. A medida que se acercaba, los detalles se hicieron más claros. Era un chico joven, no muy lejano en edad a ella, pero su estado era preocupante. Sus ropas estaban destrozadas y manchadas de sangre, y su cuerpo mostraba signos evidentes de violencia y dolor.

Un escalofrío recorrió la espalda de Weiss al ver el estado en el que se encontraba el chico. Su instinto de protección se activó de inmediato, y su corazón se llenó de compasión por él. Sin embargo, también se inundó de una sensación de impotencia. ¿Quién podría haber dejado a alguien en tal estado deplorable? ¿Qué tipo de brutalidad podía causar heridas tan profundas?

"¿Quién pudo dejarlo en este estado?"

Weiss miró a su alrededor, buscando desesperadamente alguna señal de quién podría haber dejado al chico en ese estado. Pero no encontró ninguna pista, ninguna pista visible de lo que había sucedido. El jardín permanecía tranquilo, como si hubiera preservado el secreto de la violencia que había tenido lugar allí.

Inmediatamente, Weiss sacó su pergamino de comunicación y llamó a Klein, el leal mayordomo de la mansión Schnee.

"Klein, te necesito en el jardín trasero, trae unos medios contigo, es urgente" la voz de Weiss temblaba ligeramente. "No te preocupes, estoy bien."

Mientras esperaba la llegada de Klein, Weiss permaneció junto al chico herido, sintiendo una mezcla de preocupación y curiosidad. ¿Quién era él? ¿Qué había sucedido para dejarlo en ese estado? ¿Cómo seguía vivo? Nunca había visto alguien tan herido y que aún siguiera respirando. Las preguntas pululaban en su mente, pero por el momento, su enfoque estaba en asegurarse de que el chico recibiera la atención médica necesaria.

Weiss esperaba ansiosamente la llegada de Klein, sabiendo que él sería una presencia confiable y capaz en medio de la incertidumbre. Mientras tanto, se mantuvo junto al chico, mirando su rostro pálido y lleno de dolor. Sabía que estaba en sus manos hacer todo lo posible por ayudarlo, y no iba a permitir que nadie más sufriera en su presencia, no de nuevo.