La habitación en penumbra yace en un silencio sepulcral. Weiss, la heredera de la prestigiosa compañía Schnee, se encuentra de pie junto a la cama del ala médica de su opulenta mansión. Frente a ella, el intruso que habia irrumpido en su hogar, yace recuperándose de sus heridas.
Sus ojos pálidos, usualmente serenos y distantes, se posan ahora en el joven que se hacen llamar así mismo Son Goten, Weiss no perdió tiempo, y investigo cuando fue a pedirles a sus sirvientes que le hicieran algo de comida, aprovecho su puesto como heredera, para acceder a la vasta red de registros de la compañía, por lo que buscó información sobre Goten en la extensa base de datos. Sin embargo, para su desconcierto, no encontró nada que indicara quién era él. Ningún archivo, registro de empleo o conexión familiar aparecía en los datos, lo que agregado a la incógnita de cómo había logrado acceder a su casa sin ser detectado en el estado en que lo encontraron, era algo casi inverosímil dado el alto nivel de seguridad de la mansión.
¿Quién era realmente este chico? ¿Y qué lo llevó a irrumpir en su hogar de esa manera?
La misma persona que había provocado esa intrusión ahora estaba frente a ella, convertido en un manojo de nervios al recibir la orden de revelar cómo había terminado en ese estado y cuál era su verdadero propósito.
El joven solo le daba una sonrisa nerviosa que, paradójicamente, a Weiss le parecía un tanto linda, aunque a la vez, le generaba desesperación ante la demora en su respuesta. Era evidente que él habia recordado lo sucedido, pero se mostraba reticente a compartir la información.
"¿Cómo terminaste en mi jardín?" Vuelve a pregunta Weiss con una voz que, aunque calmada, contiene un matiz de autoridad.
Goten suspirar, nada lo iba a salvar de esta conversación.
"Para serle sincero, señorita Weiss, estaba inconsciente después de la pelea" confiesa Goten. Se incorpora levemente en la cama, intentando mostrar respeto haciendo una reverencia, pero una mueca de dolor cruza fugazmente su rostro, indicando que sus heridas aún lo aquejan. "Pero quiero disculparme por entrar sin permiso a su casa. No tenía la intención de causar problemas".
Weiss frunce ligeramente el ceño mientras escucha la disculpa/respuesta de Goten.
Aunque su respuesta pueda parecer evasiva o poco esclarecedora, ahora veía una pista que podría enlazar los eventos. El hecho de que estuviera en una pelea con alguien llamado Cell, como el mencionó en su conversación anterior y luego despertara en su jardín apuntaba a una posible conexión entre ambos sucesos.
Tal vez estaba enfocando mal sus preguntas. No debería centrarse en cómo terminó en su jardín, ya que no había resultado muy fructífero, sino en lo que estaba haciendo antes de llegar allí. Quizás eso arrojaría más luz sobre la situación.
"Antes de llegar aquí, mencionaste que estabas en una pelea con alguien llamado Cell", comenta Weiss, cambiando el enfoque de la conversación. "¿Podrías contarme más sobre esa pelea? ¿Quién es este Cell y qué ocurrió?"
"Bueno... yo estaba en una pelea", comenzó Goten. El nerviosismo era evidente en su voz. "El sujeto llamado Cell era increíblemente fuerte y con un poderoso ataque me dejo inconsciente."
Aunque el dolor seguía presente en todo su cuerpo, había mejorado un poco desde que despertó hace un par de horas. Sin embargo, parecía que la señorita Weiss no iba a preocuparse por sus heridas en este momento; su severa mirada no dejaba duda de que iba a insistir más.
"¿Noquear? Creo que ese sujeto hizo mucho más que dejarte inconsciente, te dejo al borde de la muerte", resaltó la heredera con cierto sarcasmo mientras rodaba los ojos.
"Eh, sí. esa era su intención, supongo." Confirmó Goten con una mano en su mentón, mientras recordaba la situación. "Después de recibí su ataque, perdí el conocimiento, y cuando me desperté, estaba aquí."
La expresión de Weiss se tornó enigmática, dificultando para Goten discernir lo que estaba pensando.
"¿Y qué Semblante tenía ese sujeto para dejarte en ese estado? Nunca había visto alguien tan herido." Pregunta Weiss, mostrando cierta inquietud en sus rostro al recordar el estado de Goten.
En ninguno de los combates que tuvo en Beacon nadie terminó ensangrentado con heridas por todo el cuerpo y al borde de la muerte, ademas de los muertos...
"¿Semblante? ¿Qué es eso?" preguntó Goten con duda, desconociendo por completo término, no sonaba como ningún plato que haya probado
La expresión de incredulidad en el rostro de Weiss le aseguró que no se trataba de comida.
"¡¿Me estás hablando en serio?! ¡¿No sabes qué es un Semblante?!" grita con frustración Weiss, sin poder creer lo que acababa de oír.
Goten miró hacia otro lado, claramente avergonzado por su falta de conocimiento.
La heredera solo puede suspirar con frustración, este chico le recuerda demasiado alguien.
"Un Semblante es la manifestación del poder innato de una persona. Es una habilidad única que surge en cada individuo." Explica Weiss, al notar la expresión confundida de Goten. "El Semblante funciona por medio del Aura, la cual es la manifestación del alma de una persona o animal"
"Bueno, no estoy seguro de haber escuchado alguna vez eso." Pensó en voz alta Goten, sintiéndose un tanto incómodo por su ignorancia en ese aspecto.
El había aprendido sobre el Ki, una energía tangible que reside dentro de cada ser vivo que puede ser extraída para manipularla y usarla fuera del cuerpo. Esto le permite a un individuo realizar diferentes técnicas y ataques. Sin embargo, nunca había oído hablar de esta "Aura" que Weiss menciona. Ni su padre, ni su hermano Gohan, ni siquiera el señor Piccolo, quienes conocían bien el mundo de las artes marciales, habían mencionado algo parecido. Las únicas energías que él conocía eran el Ki, el Ki Divino y la magia que experimentó durante su batalla con Buu.
Entonces esta extraña energía conocida como "Aura" era lo que envolvía a la señorita Weiss, había logrado percibirla a duras penas en su primer encuentro. Al menos ahora quedaba descartada la posibilidad de que fuera un androide, similar a Número 17 o 18. ¿Por qué ella poseía esa energía y no el Ki que él estaba acostumbrado a sentir en todos los seres?
No sabía si quería escuchar la respuesta a esa pregunta, pero una parte interior de él ya se lo estaba imaginando.
En cambio, Weiss frunció el ceño ligeramente, reflexionando sobre la extraña situación. ¿Cómo era posible que alguien no supiera sobre los Semblantes? Era un conocimiento básico y fundamental en este mundo, hasta los campesinos sabían lo que era un Semblante y muchos tenian conocimiento del Aura.
"¿Acaso eres un ignorante? ¿Has vivido debajo de una piedra o en la cima de una montaña?" Gimió Weiss, mostrando su exasperación ante la aparente ignorancia de Goten.
"Bueno... en realidad yo..." El joven Saiyajin iba a afirmar esa declaración, pero fue interrumpido por la heredera.
"Sabes qué... No respondas eso. Nos estamos desviando del tema", susurró weiss con voz apagada. No era momento de cuestionar su aparente falta de sentido común. "¿qué Semblante tenía ese sujeto?"
Cuestionó Weiss, volviendo a centrarse en el asunto principal.
"En realidad no era un sujeto, era más bien como un monstruo gigante" corrige Goten. La imagen que tenía de Cell era más cercana a la forma humanoid que había visto en los videos de Internet, no el monstruo irracional construido por el Doctor hedo."Y no semblante no.."
Nuevamente fue interrumpido por la heredera.
"¿Un monstruo? ¿Te refieres a un grimm?" Pregunta weiss, es normal que muchas personas usen la palabra monstruo como sinónimo de grimm, pero en el caso de este chico duda que fuera el caso.
"¿Un grimm?" La expresión en el rostro de confusión de Goten se había vuelto muy recurrente en esta conversación.
Una expresión que estaba comenzado a frustrar a weiss más de lo que había estado en mucho tiempo. ¡¿como no puedes saber nada?! ¡¿cuanto más no sabe?! ¡¿esta jugando con ella?! ¡nadie podía ser tan estúpido!
Decidió que sería mejor explicar estos conceptos de manera clara y concisa, esperando que Goten pudiera encontrar algún punto de referencia o señal de reconocimiento en sus palabras, tal vez solo tenian nombres diferentes.
"Los Grimm son una manifestación de la oscuridad y la negatividad del mundo." comenzó Weiss, adoptando un tono más didáctico para asegurarse de que su explicación fuera comprensible. "Son criaturas que surgieron a raíz de la desesperación y la tristeza de la humanidad. A diferencia de nosotros, los seres humanos, Faunos y otros seres vivos, los Grimm no poseen un alma. Esto significa que están desprovistos de la chispa vital que nos permite utilizar el Aura."
Goten asintió lentamente, mostrando una mirada pensativa mientras procesaba las palabras de la señorita Weiss. Estos conceptos eran totalmente nuevos para él, y aunque quería comprenderlos completamente, se sentía abrumado por la cantidad de información que estaba recibiendo. La pasión y naturalidad con la que señorita Weiss hablaba sobre el Aura y el Semblante hacían que parecieran conceptos genuinos y no meros inventos.
Aunque Goten nunca se ha consideraba tan listo como su hermano Gohan, había recibido una educación estricta con ciertas libertades que le permitieron desarrollarse, logró obtener una beca en una de las mejores escuelas de Ciudad Satán. Si bien sus calificaciones eran buenas y se encontraba entre los primeros de su clase, nunca había escuchado términos como "Aura" o "Semblante" en sus estudios, y con la forma que la señorita Weiss habla de ellos eran conceptos comunes en este lugar.
Mientras reflexionaba sobre su pasado, Goten se preguntaba cómo es posible que, a pesar de dar la vuelta al mundo en innumerables ocasiones y sentir el ki de la población entera en sus viajes, nunca hubiera encontrado indicios de estas extrañas tierra. Parecía inverosímil que existiera un lugar tan grande donde no pudiera sentir el ki de nada.
Ese sentimiento que había experimentado al despertar y darse cuenta de que no podía sentir el ki de sus amigos estaba empezando a crecer nuevamente en el interior de Goten. Cerró los ojos por un momento, recordando las enseñanzas de su padre y su hermano. Ambos habían enfrentado situaciones mucho peores en el pasado, y siempre habían mantenido la calma y la compostura.
Solo necesitaba más información.
"Entonces, ¿Esta aura es lo que les permite a las personas utilizar sus habilidades únicas, que sería el Semblante, verdad?"
Weiss asintió, contenta de ver que Goten estaba empezando a entender. "Exacto. El Aura es una energía que fluye dentro de todos los seres vivos y nos conecta con nuestro ser más profundo. Es lo que nos permite canalizar nuestras emociones y energía para manifestar habilidades únicas y poderosas. Cada individuo tiene su propio Semblante, una habilidad especial que se manifiesta a través del Aura y que es única para cada persona."
"Parece que le gusta hablar de estos temas, a dejado de insultarme"
La forma en que Weiss se refería a los poderosos grimm le recordaba a los temibles Dracorex que Clean God había enfrentado en su película. Esas criaturas se alimentaban de los desechos humanos y aumentaban su fuerza a medida que la contaminación de una ciudad crecía. Afortunadamente, Clean God siempre ponía la basura en su lugar y mantenía el mundo limpio y seguro.
Sacudiendo ligeramente la cabeza para alejar esos pensamientos, Goten se centró nuevamente en la explicación de Weiss. No era momento de pensar en Clean God o en películas
"Entonces, si los Grimm no tienen Aura, ¿cómo es que son tan peligrosos y pueden causar tanto daño?" preguntó Goten con genuina curiosidad.
Weiss asintió de nuevo, satisfecha con las preguntas de Goten. "A pesar de que no pueden usar Aura, los Grimm poseen una fuerza y ferocidad naturales que los hacen increíblemente peligrosos. Además, se sienten atraídos por las emociones negativas de los humanos, como el miedo y la tristeza. Cuanto más fuertes sean esas emociones, más atraen a los Grimm, lo que los convierte en una verdadera amenaza para la humanidad."
Sí, definitivamente no era algo que él hubiera escuchado. El concepto de Grimm era uno globalizado, al parecer, por lo que era casi imposible que Goten no tuviera conocimiento de estas criaturas tan peligrosas para la humanidad.
"Vaya... eso tampoco lo sabía..." logró decir Goten, sus ojos evitando la mirada furiosa de Weiss.
"¡Esta bien, basta de juegos! ¡Dime por qué no sabes nada!" gritó Weiss, gritándole toda la frustración que había acumulado. "¡¿Te golpeaste la cabeza y olvidaste todo?! ¡¿Ahora me vas a decir que no sabes lo que es el polvo?!"
Goten no supo cómo responder al arrebato de la heredera. Había lidiado con mujeres furiosas toda su vida, y sabía que no era una buena idea intentar calmarlas, porque eso las empeoraba. El silencio era su mejor carta de juego en este momento, pero no sabía si las preguntas eran retóricas o literales, y no quería arriesgarse a suponer, pero tenía que hacerlo, necesitaba respuestas y una chica histérica solo lo iba a seguir insultando.
"¿Qué es lo que quieres que diga?" preguntó Goten finalmente, estaba claro que no tenía los conocimientos para responder a las preguntas de la forma que ella quiere.
Weiss suspiró y tomó una respiración profunda. "Quiero que me digas la verdad", dijo. "¿Qué sabes sobre los Grimm? Además de lo que te he dicho."
Para Weiss, esto ya había pasado todos los niveles de frustración posible. Este chico no sabía nada de lo que ella había aprendido desde niña. Parecía casi irreal que hubiera una persona en el mundo que no supiera sobre la existencia de los Grimm. Eran criaturas que habían estado presentes desde tiempos antiguos, acechando en la oscuridad, a hombres, mujeres y faunos sin ninguna clase de discriminación. Eran criaturas de pura oscuridad, y que existiera alguien que no supiera de su existencia era imposible.
La posibilidad de que el chico estuviera pasando por un choque cultural al no reconocer la palabra Grimm era algo plausible hace algunos minutos para Weiss, pero ahora no tanto.
Goten parpadeó. "¿Los Grimm?" preguntó. "Nunca había oído hablar de ellos".
Weiss frunció el ceño. "¿Cómo es eso posible?" preguntó. "Todos saben sobre los Grimm".
"No lo sé", dijo Goten, sintiendo la presión de las miradas de Weiss sobre él. "Crecí en una pequeña casa en el monte Paoz, un lugar apartado y tranquilo. Allí no existían estos grimm, ni nada parecido a lo que he visto en este mundo."
Weiss arqueó una ceja, claramente desconcertada. "¿Monte Paoz? No tengo registro de un lugar así en Remanente, y he revisado detalladamente los mapas y archivos de toda la región en innumerables ocasiones."
"Me sorprendería si lo hiciera", murmuró Goten con un tono triste. Las palabras de Weiss solo confirmaban lo que él ya sospechaba: que el lugar de donde venía era muy diferente y distante de Remanente.
"¿A qué estás jugando?" Pregunta Weiss con cierto tono de cansancio en su voz. Estaba agotada de toda la intriga y misterio que rodeaba a Goten.
"No estoy jugando", respondió Goten con seriedad. "No soy de aquí."
Weiss frunció el ceño, intentando comprender lo que eso significaba. "¿Eres de afuera de los reinos?" Indagó, considerando la posibilidad de que Goten pudiera venir de algún lugar lejano o desconocido, lo que explicaría su falta de conocimiento sobre los conceptos de grimm y otras cosas en este mundo. Sin embargo, esa explicación aún no cubría el hecho de que no supiera sobre los grimm, ya que existían tanto dentro como fuera de los reinos.
"No... bueno, sí. En realidad no soy de este... planeta", reveló finalmente Goten, sintiendo que era hora de compartir la verdad con Weiss. Aunque estaba seguro de su origen, sabía que sus palabras podrían sonar increíbles e inverosímiles para alguien que no conocía su realidad.
Weiss entrecerró los ojos, claramente escéptica ante la declaración de Goten. "¿Un planeta? ¿Estás diciendo que vienes de otro mundo o algo así?"
Goten asintió con seriedad. "Sé que suena increíble, pero es la verdad. Desperté aquí y no tengo idea de cómo sucedió, pero puedo asegurarte que ya no estoy en la Tierra."
La incredulidad se reflejaba en el rostro de Weiss. Como heredera de la compañía Schnee, había aprendido a ser escéptica y cuestionar todo lo que parecía inverosímil. La idea de que alguien viniera de otro planeta era más propia de las leyendas y los cuentos de ciencia ficción que de la realidad.
"¿En serio crees que puedo creer eso?" dijo Weiss, cruzándose de brazos. "Esas historias sobre viajes interplanetarios son pura fantasía. No existe manera alguna de que hayas venido de otro mundo."
Goten se sintió desalentado por la reacción de Weiss, pero comprendía su escepticismo. Él mismo había tenido dificultades para aceptar su nueva realidad cuando despertó en este mundo desconocido.
"Lo entiendo, sé que suena ireal ", dijo Goten con calma. "Pero es lo que recuerdo y lo que creo. No estoy mintiendo. Solo sé que ya no estoy en la Tierra y que necesito encontrar una forma de regresar."
Weiss suspiró, aún sin estar convencida. "Está bien, supongamos por un momento que lo que dices es cierto. ¿Cómo demonios terminaste aquí? ¿Y por qué?"
Goten se encogió de hombros. "No lo sé. Como te dije, desperté aquí sin ninguna explicación. Lo último que recuerdo es el ataque de Cell"
Weiss frunció el ceño, tratando de encontrar una explicación lógica para todo esto. Pero por más que lo intentaba, no podía comprender cómo alguien podría aparecer de la nada en un mundo completamente diferente.
"Esto es demasiado extraño", murmuró Weiss para sí misma. "No puedo creer que todo esto esté si quiere considerando esta ridiculez."
Goten asintió con comprensión. "Lo sé, es difícil de aceptar. Pero es la realidad con la que estoy lidiando en este momento."
Weiss reflexionó por un momento, su mente luchando entre el escepticismo, las ganas de llamar a la policía para que atrapen a este mentiroso y su curiosidad. Finalmente, decidió que necesitaba más tiempo para procesar toda esta información.
"Voy a necesitar más tiempo para investigar y comprender todo esto", dijo Weiss finalmente. "Por ahora, te quedarás aquí en la mansión y veremos que pasa después."
Goten asintió, agradecido por la oportunidad de tener un lugar seguro mientras resolvía sus problemas. Sabía que iba a ser difícil convencer a Weiss de su verdadero origen, pero estaba decidido a encontrar una forma de volver a casa, sin importar lo increíble que pareciera su historia.
"Gracias, señorita Weiss", dijo Goten con gratitud. "No sé cómo agradecerte por tu ayuda."
Weiss asintió con gesto serio, estaba cansada de esta conversación, ya era tarde y necesitaba descansar, una parte de ella quería olvidar que esto pasó y continuar con su vida, pero siendo sincero, este acontecimiento a mantenido su mente lo suficientemente ocupada para no recordar todo lo que había pasado los últimos meses.
La tensión en la habitación pareció disminuir un poco. Goten se recostó en la cama, sintiendo cómo el cansancio y el dolor de sus heridas empezaban a pesarle. Estaba agradecido por tener un lugar seguro donde descansar mientras buscaba una solución.
Weiss se quedó un momento observándolo, sintiéndose intrigada por la presencia de este misterioso joven en su vida. No sabía cómo iba a manejar toda esta situación si descubría que era verdad que venia de otro mundo, porque como fuera mentira estaba bastante segura de cómo proseguir.
La peor cárcel de Atlas lo estaría esperando por infiltrarse en la gran mansión Schnee, y podría agregar algunos cargos más.
"Descansa por ahora", dijo Weiss con un tono más suave. "Hablaremos de esto mañana."
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En los pasillos de la mansión, weiss caminaba con rumbo a su habitación, el silencio reinaba siendo únicamente interrumpidos por el sonido provocado de los tacones a besar el mármol del suelo. Mientras Weiss reflexionaba sobre todo lo que acababa de escuchar. Se frotó ligeramente las sienes, sintiendo la presión y el agotamiento acumulado en su mente. Estaba cansada de la conversación anterior, de este misterio que había irrumpido en su vida y la había mantenido inquieta y en vilo durante los últimos días.
El reloj en la pared del pasillo marcaba las horas que se habían desvanecido sin que se diera cuenta. Ya era tarde y necesitaba descansar, pero una parte de ella sabía que sería difícil olvidar todo esto y continuar con su vida como si nada hubiera pasado. No podía ignorar la verdad que Goten afirmaba, aunque su mente luchaba por asimilarlo.
"Esto es absurdo", pensó para sí misma, Por un lado, quería descartar toda esta historia como una locura, pero por otro, no podía ignorar la mirada en los ojos de Goten, se veía perdido. Recordó las innumerables veces que su familia había intentado patrocinar viajes al espacio, impulsados por el deseo de explorar más allá de Remanente. Sin embargo, todos esos intentos fracasaron debido a la imposibilidad de hacer funcionar el polvo en el espacio.
"No puede ser posible", se volvió a decir a sí misma, pero su mente seguía volviendo a los intentos fallidos de su familia por explorar el espacio. Si Goten realmente venía de otro planeta, eso cambiaría todo lo que creía saber sobre el mundo.
Sentía la necesidad de protegerse. Estaba acostumbrada a vivir en un mundo donde la ciencia, razón y la lógica eran la base de todo, y la idea de que alguien viniera de otro planeta desafiaba todo lo que creía saber. Quería olvidarse de todo, cerrar los ojos y dejar que esta locura desapareciera, pero una parte de ella se resistía a dejarlo ir tan fácilmente.
En ese momento, un hombre bajo, ligeramente corpulento, con cabello castaño calvo y un bigote grande, hizo su entrada con la elegancia y el sigilo propios de un mayordomo experimentado. Sus ojos marrones claros, siempre alerta y atentos, escaneaban el ambiente con discreción. La camisa de manga larga de cuello blanco resaltaba su profesionalismo y dedicación, mientras que el chaleco negro y la corbata de cian aportaban un toque de sofisticación a su impecable atuendo. Los pantalones negros, perfectamente planchados, y los zapatos negros pulidos hasta brillar, completaban su apariencia pulcra y elegante.
Klein portaba con gracia un reloj de bolsillo, un accesorio que siempre llevaba consigo para mantener un riguroso seguimiento del tiempo. Con sus años de experiencia, sabía la importancia de la puntualidad y la organización en su papel como mayordomo.
Para Weiss Schnee, el mayordomo era mucho más que simplemente un empleado de la mansión. Había sido parte de su vida desde que era una niña, cuidándola y protegiéndola como si fuera un miembro de la familia. Siempre había estado allí para ella, ofreciendo apoyo y consejo en los momentos más difíciles.
"Señorita Weiss", dijo Klein con su característica voz tranquila y serena mientras se acercaba a ella con pasos silenciosos. Su presencia calmaba los nervios y la inquietud que habían estado atormentando a la joven heredera. "He venido a informarle que su padre a llegado y la solicita en su oficina."
Weiss agradeció internamente la llegada de Klein en ese preciso momento. Su aparición oportuna le brindó un respiro ante la situación tan desconcertante que enfrentaba con Goten. El mayordomo siempre parecía saber cuándo era necesario intervenir sin que ella tuviera que pedirlo, lastimosamente esta vez no portaba buenas noticias.
El regreso de su padre a la mansión Schnee no era exactamente una buena noticia para Weiss. Sabía que las cosas no estaban en su mejor momento, y la llegada de Jacques Schnee solo añadía más presión a una situación ya complicada.
Desde la caída de Beacon, el mundo había cambiado drásticamente. Los sucesos que llevaron al ataque a Vale y la implicación de la compañía Schnee al ser socia directa del general en esos eventos habían dejado una huella imborrable en la reputación de la empresa. Los videos que mostraban la participación activa de Atlas en aquel fatídico día habían generado controversia y desconfianza en los demás reinos.
Weiss sabía que su padre había estado ocupado en importantes reuniones para intentar mitigar el daño causado por los acontecimientos recientes. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, la imagen de la compañía Schnee seguía afectada negativamente, y las repercusiones eran evidentes en todos los ámbitos.
La joven heredera se sentía frustrada y preocupada por la situación. Era difícil para ella entender cómo la gente podía ignorar o pasar por alto el hecho de que la compañía Schnee o Atlas no tenía ninguna razón lógica para querer participar en el ataque a Vale. Su presencia en Beacon durante esos días debería haber sido una clara indicación de que no estaban involucrados en aquellos actos devastadores.
Pero, debido a la caída de la torre de comunicaciones durante la batalla, cualquier intento de aclarar el malentendido a los demás reinos se había visto obstaculizado. La falta de comunicación y la desinformación habían contribuido a empeorar la situación, y Weiss se sentía impotente ante la dificultad de cambiar la percepción de la compañía Schnee.
La joven heredera sabía que había mucho trabajo por hacer para reconstruir la reputación de la empresa y restaurar la confianza en ella.
"Gracias, Klein", respondió Weiss con una leve sonrisa, sintiéndose aliviada de tener a alguien en quien confiar en esos momentos de incertidumbre. "Iré de inmediato."
El mayordomo asintió con una inclinación respetuosa de cabeza y un atisbo de complicidad en sus ojos. Conocía bien a la joven heredera y comprendía que necesitaba un espacio para reflexionar en este momento, pero la llegada de su padre iba a dificultar eso.
"Entendido, señorita Weiss." afirmó Klein con una mezcla de cortesía y devoción en su tono de voz.
Con la presencia tranquilizadora de Klein a su lado, Weiss se sintió un poco más segura y reconfortada. Sabía que podía confiar plenamente en su leal mayordomo, quien siempre había sido un pilar de apoyo en su vida.
Pero ahora era momento de hablar con su padre.
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Unas horas despues de la conversación con la señorita Weiss,en la tenue penumbra de la habitación, Goten luchaba por conciliar el sueño. El día había sido una montaña rusa de emociones, y ahora se encontraba en un lugar desconocido, intentando asimilar todo lo que había sucedido. Despertar después de lo que parecía un encuentro cercano con la muerte, solo para encontrarse vivo en un lugar completamente desconocido, era algo que lo tenía sorprendido.
La confusión agobiaba sus pensamientos mientras intentaba descifrar dónde estaba exactamente. Los conceptos de universos, realidades alternas y dimensiones desconocidas no era desconocidas para el y aparecían como posibles respuestas a este lugar pero ninguna de las opciones parecía ser clara o definitiva.
Su mente se remontaba a las lecciones de su hermano sobre el Ki y la percepción de energía a su alrededor. Si estuviera en su universo natal, debería ser capaz de sentir el Ki de las personas y seres vivos que lo rodean. Pero hasta ahora, no había sentido nada de eso.
¿si quiera se encontraba en el Universo 7? sí aún estuviera allí, ¿por qué no podía sentir el Ki de los habitantes de este lugar? El hecho de que haya estado muerto y regresado también lo hacía dudar de si se encontraba en un plano real o en algún tipo de después vida, pero esa idea pronto se desechaba, ya que solo había un Más Allá en el universo 7 y estaba seguro de que no era el caso.
La incertidumbre y la falta de respuestas concretas eran abrumadoras. Goten estaba atrapado en un mar de posibilidades, y ninguna de ellas parecía tener una solución definitiva.
Mientras la frustración aumentaba, Goten se acurrucó en la cama, abrazando una almohada con fuerza. Quería encontrar una respuesta, una pista que lo guiara en este laberinto de misterios, pero por ahora solo había confusión y desconcierto.
La nostalgia y la añoranza se mezclaban con la preocupación y la inquietud. Goten deseaba con todas sus fuerzas volver a casa, reunirse con su familia y amigos, y volver a la vida que conocía. Pero por ahora, eso parecía una posibilidad lejana y fuera de su alcance.
"Al menos este día no puede empeorar.."
Las pensamientos de Goten fueron interrumpidos por un fuerte golpe en la puerta, que hizo eco en toda la habitación. Antes de que pudiera reaccionar, la puerta se abrió de golpe y entraron media docena de robots, seguidos de cerca por un par de guardias humanos, todos ellos armados hasta los dientes.
Goten observó con cautela a los recién llegados, sintiendo la tensión en el ambiente. No podía ver completamente los rostros de los guardias debido a los cascos que llevaban puestos, solo podía distinguir la comisura de sus labios apretados.
"¿Usted es Son Goten?" preguntó uno de los hombres, su voz filtrándose a través del casco con tono autoritario.
Goten asintió con la cabeza, sin saber qué esperar. Incluso herido podía tomarlos a todos, pero eso seria contraproducente, ya que podía lastimarse más, además que tampoco conocía el potencial de ellos al no sentir su ki. Estaba rodeado de extraños armados, en un lugar desconocido y sin entender cómo había llegado allí.
El líder de los guardias intercambió miradas con los robots, y luego volvió su atención a Goten. La habitación se llenó de un silencio tenso, solo roto por el zumbido de los robots y la respiración de Goten.
"Queda bajo arresto por invasión a la propiedad privada y tentativa de homicidio", declaró el guardia con voz firme y determinada, recitando las acusaciones como si fueran una rutina. "Tienes derecho a permanecer en silencio. Todo lo que digas puede y será utilizado en tu contra en un tribunal de justicia, Por el momento su custodia estará bajo la supervisión de la seguridad de la mansión hasta un futuro trasladó."
¿Qué?
Fue lo único que puedo pensar Goten.
