Disclaimer: Twilight le pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de LozzofLondon, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.
Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from LozzofLondon, I'm just translating with the permission of the author.
Capítulo beteado por Yanina Barboza
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―¿Crees que habrá otra pelea después de la escuela? ―pregunta Rose, cerrando su casillero, girando su alto cuerpo hacia el mío y apoyando su hombro contra el frío metal.
Me encojo de hombros, indiferente.
―¿A quién le importa?
Una parte de mí contempla unirse a las masas hoy, desesperada por vislumbrar mi nueva fascinación en toda su furiosa gloria.
Ella chasquea la lengua contra el paladar antes de hablar.
―Eso es cierto. ―Empujándose fuera del casillero, comenzamos a caminar por el concurrido pasillo, agarrando nuestras tazas de café, preparándonos mentalmente para el día que tenemos por delante.
―¡Hola, Bella!
Me detengo, girándome hacia la voz. Rose hace lo mismo.
―Hola, Mike ―sonrío cortésmente, esperando a que me alcance―. ¿Qué pasa?
Mueve los pies con nerviosismo, jugueteando con los libros que sostiene con fuerza en sus brazos.
―Uh, hay una fiesta esta noche. Me preguntaba si... ¿vas a ir?
Rose resopla, pone los ojos en blanco y le envío una rápida mirada mordaz antes de volverme hacia Mike.
—Lo haré —le digo, sonriendo demasiado cortésmente―. ¿Te veré allá?
Él sonríe y asiente con entusiasmo, sus suaves ojos azules están eufóricos. Sonrío ampliamente antes de disculparme y caminar hacia la clase, mi mirada se encuentra brevemente con la de Edward cuando paso. Ojos verdes. Rompo primero el contacto visual, mirando a Rose, que me está estudiando de cerca.
―¿Qué? ―inquiero.
―¿Newton? ―se burla―. ¿En serio?
―Diablos, no. ―Me río, sacudiendo la cabeza.
Ella echa la cabeza hacia atrás y se ríe fuerte.
―¡Eres lo peor!
—No lo soy —argumento.
―Sí, lo eres. ―Me mira de reojo, frunciendo los labios―. Juegas a ser dulce. Eres tan malditamente linda y bonita y eres tan... amable. Todos te aman, pero los engañas. En realidad, no tienen ninguna posibilidad. Tú, Bella Swan, eres una provocadora, de la peor y más brutal clase.
No puedo evitar reírme con ella, porque tiene razón. Disfruto coqueteando, me encanta que me deseen; me hace sentir poderosa, pero no siento la necesidad de ser una perra al respecto, demándame.
―Un día ―continúa―, vas a conocer a alguien igual y será una patada en el trasero.
Pongo los ojos en blanco.
―Si tú lo dices.