Disclaimer: Twilight le pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de LozzofLondon, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.

Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from LozzofLondon, I'm just translating with the permission of the author.

Capítulo beteado por Yanina Barboza

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Mike se mueve para pararse frente a mí, de manera protectora. Edward observa, echando la cabeza hacia atrás y riéndose del gesto.

―Lindo ―espeta furioso en dirección a Mike.

―Está bien ―le digo a Mike, colocando mi mano en su antebrazo, sabiendo que Edward está observando cada uno de mis movimientos―. Solo vámonos. ―Miro a Edward, entrecerrando los ojos―. Mi embriaguez se está desvaneciendo.

―Diablos, cariño ―interviene uno de los amigos de Edward―, puedes quedarte.

―No, gracias ―me burlo, mirando al tipo alto y bronceado con dientes tan blancos que brillan en nuestro entorno oscuro. Estoy casi sorprendida de ver a Edward haciendo lo mismo, aunque elijo ignorarlo.

Agarrando la mano de Mike, hago el primer movimiento, arrastrándolo detrás de mí mientras pasamos al grupo que se entromete en nuestra diversión. Edward hace un movimiento para bloquear nuestra salida, mirándome, sus ojos brillando con alegría, tan engreído como siempre.

―¿Segura que quieres irte? ―me pregunta, ignorando a Mike por completo.

Una breve ráfaga de aire escapa de mi nariz mientras me río por lo bajo. Asiento, sin romper nunca el contacto visual con Edward.

―Mike y yo podemos divertirnos en cualquier lugar. Pueden quedarse con las sobras de nuestra noche.

No me pierdo el infierno ardiente en sus ojos cuando paso, llevándome a Mike conmigo, el resto de nuestro grupo siguiéndome de cerca.


Mike me deja en casa, ninguno de nosotros está de humor para calentarse de nuevo. Es casi una pena, pero no presiono.

Sabiendo que todavía es relativamente temprano, decido ducharme, mimándome de pies a cabeza, quitándome la decepción de la noche.

Apago la luz, me meto en la cama, me acurruco de lado, sonriéndome a mí misma en la oscuridad cuando la luz de la habitación de Edward se enciende. Desde aquí, nuestras casas no parecen estar tan separadas; puedo verlo moverse, enfocando mis ojos con más fuerza cuando se quita la sudadera con capucha por la cabeza, revelando el costado de su tonificado torso. Muerdo mi labio inferior cuando sus largos dedos bajan hasta su cinturón, desabrochándolo lentamente y bajando sus vaqueros por sus fuertes muslos, exponiendo pulgada tras pulgada de gloriosa piel para mí.

Como si supiera que estoy mirando, se vuelve hacia la ventana, vestido solo con sus ajustados calzoncillos negros y se inclina, apoyando las manos a ambos lados del cristal de la ventana, mirando fijamente durante mucho tiempo. Me quedo allí, en la oscuridad, observando cada uno de sus movimientos, observando cada detalle de su cuerpo: sus brazos fuertes y tensos, sus hombros anchos, los músculos ondulantes de su estómago, su cintura estrecha, esos muslos pecaminosos...

No puedo ver ningún detalle de su rostro, está demasiado lejos, pero imagino que su expresión es engreída, feroz. La mía también lo es mientras lo contemplo bajo el velo de la oscuridad, sabiendo que no puede estar seguro de que estoy al tanto de su presencia en la ventana. Mi mano se desliza por mi cuerpo, dentro de mis bragas húmedas, mientras mis ojos permanecen fijos en su cuerpo.

Es como el maldito Peter Pan, y en cualquier momento, estaré volando.