Disclaimer: Twilight le pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de LozzofLondon, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.
Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from LozzofLondon, I'm just translating with the permission of the author.
Capítulo beteado por Yanina Barboza
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Chicas.
Se ciernen sobre él, absorbiendo cada una de sus palabras, sus dedos temblando, tan desesperadas por tocarlo. Les sigue la corriente a sus charlas y coqueteos, pero lejos de su alcance. Mantiene la distancia y aun así se las arregla para mantener su atención.
No me doy cuenta de que mis ojos están entrecerrados en su dirección hasta que un carraspeo me saca de golpe de mi trance, la tensión en mi rostro se disipa, mi mandíbula se afloja cuando me giro.
―¿Cuál es tu problema? ―pregunta Rose, sus ojos parpadeando entre mí y el grupo de zorras risueñas congregadas alrededor de Edward.
Me encojo de hombros, tomo un sorbo de mi agua, tratando de actuar con indiferencia. Fallando.
―Parece que no eres tan inmune como dices ―canta Alice, conteniendo la risa.
Mis ojos se estrechan de nuevo, esta vez en su dirección.
―Por favor ―gruño―. Él ya quisiera.
No me creen, me conocen demasiado bien. Soy un libro abierto, claramente.
Mierda.
―Quiere. ―Rose se mete un tomate cherry en la boca, sus labios rojos se fruncen, sus ojos azules conocedores―. Él te está mirando.
Mi espalda se endereza, pero no miro. Mis ojos más abiertos de lo que me gustaría. Sería demasiado obvio si lo viera ahora, pero eso no disminuye el impulso de hacerlo.
―La ha estado mirando mucho ―agrega Alice, como si yo no estuviera aquí, tomando un sorbo de su agua como si no fuera la gran cosa.
―Bueno, no estoy interesada. ―Ambas chicas estallan en una risa exagerada, echando la cabeza hacia atrás. Me retuerzo, no puedo evitarlo―. Váyanse a la mierda, chicas ―espeto, pero no puedo contener mi sonrisa, mis labios se tensan, fruncidos.
―Él te va a joder, B. ―Las palabras de Rose son un poco burlonas, un poco protectoras. Es una advertencia. Su cara mucho más seria de lo que era segundos antes.
Suspiro, con los hombros caídos. Ella está en lo correcto. Pero estoy decidida a no dejarlo. Sin ataduras, diversión en la escuela secundaria. ¿Cuál es el daño? No es más que un jodido ida y vuelta del que me reiré dentro de diez años mientras recuerdo los problemas en los que me metí en mi último año.
Estoy destinada a mucho más que Edward Cullen. Su poder sobre... todo el mundo está siendo severamente sobreestimado.
Lamiendo mi labio inferior, lo observo salir de la cafetería, arrojando una manzana al aire mientras camina, agarrándola con sus largos dedos sin esfuerzo. Recuerdo esos largos dedos, mi piel aún ardiendo por su toque.
No sé por qué no les digo a mis amigas que ya me lo he follado.
