Disclaimer: Twilight le pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de LozzofLondon, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.

Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from LozzofLondon, I'm just translating with the permission of the author.

Capítulo beteado por Yanina Barboza

Grupo en Facebook: Tradúceme un Fic


Me siento mal, salgo de biología con la cabeza gacha; la cola metida entre mis piernas, por así decirlo.

Mientras camino, una palabra de los labios de Edward resuena en mi mente, susurrada solo unos minutos antes.

Por favor.

Mis ojos encuentran su cuerpo alto tan pronto como entro a la cafetería. Me tomé mi tiempo para llegar aquí, una sensación pesada en la boca del estómago sofocó cualquier hambre que pudiera haber sentido.

Miedo.

Ignorando a Rose y Alice, me dirijo hacia donde él está hablando con Ben y Connor. Es gracioso, nunca me imaginé estando celosa de un chico, pero los rumores de Edward y Connor todavía se murmuran de pasada y si son ciertos, le romperé la nariz a Connor.

Su conversación se detiene tan pronto como me detengo frente a ellos.

Edward mira directamente a través de mí.

―¿Puedo hablar contigo un segundo? ―le pregunto, ignorando a los otros dos que de repente se ven incómodos y dan un paso atrás, dejándonos a Edward y a mí tan solos como podemos estar en este momento.

Sus ojos se encuentran con los míos, gloriosamente verdes.

―¿Por qué?

Tomo una respiración profunda y la libero lentamente por la nariz. No hace ningún movimiento para moverse, no me da ninguna indicación de que planea hacerlo.

Es un enfrentamiento, y todos los que nos rodean se mueven nerviosos. Bella Swan, la chica dorada que todos aman; divertida, inteligente, amable, feliz —si tan solo supieran— y Edward Cullen, el misterioso pícaro de puños rápidos y temperamento más voluble.

Puedo sentir cada par de ojos sobre nosotros, tenedores congelados en el aire, a medio camino de las bocas. Esperando el enfrentamiento proverbial.

―¿Quieres hablar un poco más, solecito? ―gruñe, frío, distante―. ¿Que lleguemos a conocernos? ¿Puedo trenzar tu cabello después? ―Su voz gotea con desprecio.

Permanezco en silencio, inquebrantable. Ojos cerrados mientras da un paso más cerca, invadiendo mi espacio personal de la peor manera, nada de esta situación me excita.

Ben se ríe detrás de mí, cubriéndolo con una tos tan pronto como mi mirada se vuelve hacia él.

»Ya sé todo lo que necesito saber sobre ti ―continúa Edward, bajando la cabeza para que estemos cara a cara.

―No sabes nada de mí ―mascullo, tragándome el pánico, escondiéndolo.

Él sonríe, enderezando su espalda, elevándose sobre mí. Mi cerebro me grita que huya, pero no puedo. Mis pies no se moverán.

Chica obstinada y estúpida.

―Al contrario. ―Sus manos desaparecen en sus bolsillos―. Sé todo lo que necesito saber.

Trato de pararme lo más alto posible.

―Patrañas.

―¿Qué más hay? ―Su voz es demasiado calmada, pero lleva a la habitación que nos rodea a un silencio inquietante mientras todos enfocan su atención en Edward y en mí. Se encoge de hombros―. Tienes buenas tetas y eres fácil de follar.

Los cubiertos se estrellan cuando la gente deja caer sus utensilios en estado de shock, con los ojos muy abiertos, respirando con dificultad; los estudiantes se estremecen ante la insoportable humillación pública que acabo de soportar, algunos se ríen, en su mayoría mujeres.

Asiento con la cabeza lentamente, asimilando todo, dejando que se asiente, sin mirar a ningún lado en particular, decidida a no desmoronarme en una habitación llena de personas cuyas atenciones están enfocadas de esta manera, mordiéndome el labio con tanta fuerza que sangra.

Sus palabras flotan en el aire, fuertes y claras.

¿Qué esperaba? Un paso adelante, nueve pasos atrás.

Sin una palabra, doy media vuelta y me alejo.

Es todo lo que tengo ahora.