Disclaimer: Twilight le pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de LozzofLondon, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.

Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from LozzofLondon, I'm just translating with the permission of the author.

Capítulo beteado por Yanina Barboza

Grupo en Facebook: Tradúceme un Fic


―Perra, vamos... vamos a salir.

Rose me hace a un lado para entrar en la casa sin mirar atrás. Es sábado por la noche y estoy en mi vieja y cómoda pijama. Estaba viendo repeticiones de Friends en la televisión.

―No lo sé, Rose ―gimo, siguiéndola de todos modos.

―Es hora de volver al juego, B. Te estás ahogando en la autocompasión y es... simplemente triste.

Me paro al final de las escaleras, observándola irrumpir en mi habitación, con una ceja levantada.

―¡No puedes obligarme a hacer nada! ―le digo.

―Solo obsérvame ―advierte. Me río, no puedo evitarlo. Ella puede, y lo hará.

Resignada a mi destino, sigo sus pasos.

―¿Cuándo fue la última vez que Charlie estuvo en casa? —pregunta, rebuscando en mi armario.

Pienso por un momento, mordiéndome el labio inferior.

―Um... ¿el domingo pasado?

―Joder ―murmura, arrojando un montón de ropa a mis pies―. Qué idiota. ―No puedo estar en desacuerdo, pero tampoco puedo encontrar dentro de mí que me importe.

No preocuparme es lo que mejor hago.

A menos que Edward Cullen esté involucrado.


La música vibra a través del piso, reverberando a través de mis piernas y latiendo al compás de mi corazón.

Una semana lejos de las fiestas se siente como toda una vida. Pero nada ha cambiado.

La gente me sonríe, gritando mi nombre cuando paso. Soy amable, educada, emocionada, viva. Es liberador, en cierto sentido.

Tyler y Mike golpean la mesa de la cocina cuando entro, creando un fuerte redoble de tambores mientras gritan y chillan. Me río, guiñándoles un ojo, levantando mi cerveza en un silencioso saludo de agradecimiento.

―Ves. ―Rose me da un codazo―. Todos te han extrañado.

Pongo los ojos en blanco, pero no puedo ocultar mi sonrisa.

―Ha pasado una semana. Y no es como si no estuviera en la escuela.

―No ―coincide―, estabas allí, pero realmente no estabas allí, ¿sabes?

Ella tiene razón, por supuesto. Pero tenía mucho en qué pensar. A veces, la única forma en que logro despejar mi mente es apartándome de todo lo demás. Retirarme. Edward es claramente igual.

―Nunca me dijiste qué pasó entre tú y Cullen. ―La miro, descansando mi barbilla en mi hombro―. Se subió a tu auto después de la pelea y luego...

Niego con la cabeza, sonriendo suavemente.

―No es gran cosa. No pasó nada.

Entrecerrando los ojos sospechosamente, me mira por un rato.

―Entonces, ¿no te lo volviste a follar?

―No ―respondo, girándome, notando a Alice mientras entra a la casa con Jasper. Se ven felices.

No les toma mucho tiempo vernos a Rose y a mí. Alice saluda dramáticamente, con la mano por encima de su cabeza mientras salta.

―¡Bella! ¡Chica, te he extrañado!

Pongo los ojos en blanco.

―¡Qué demonios, chicos! Me ven en la escuela todos los días.

―No es lo mismo. ―Ella se encoge de hombros, tomando un trago de Jasper.

―Te lo dije ―dice Rose engreída.

Estoy a punto de discutir cuando mis ojos se fijan en un nuevo grupo de personas que ingresan a la casa. Edward entra primero, al frente y al centro como siempre, flanqueado por su amigo alto y bronceado, Jacob, que luce algunos moretones que se están desvaneciendo, y algunas otras personas que no reconozco.

Trato de no reaccionar, pero claramente lo hago. Rose se inclina y me susurra al oído.

―Ignóralo.

Quiero reír.

¿Ignorarlo? Como si alguna vez fuera capaz de hacer eso. Me doy cuenta de eso ahora, he estado pensando mucho después de todo.

Sus ojos se encuentran con los míos, vacíos, apagados y... negros. El verde se ha ido, al igual que esa noche en el bosque cuando me folló sin piedad y amé cada maldito segundo. Excepto que en este momento, estamos adentro y puedo ver todo lo demás que acompaña a esos ojos oscuros: la piel demacrada y sin brillo; la tensión en su mandíbula cuando aprieta y afloja los dientes repetidamente, la arrogancia adicional en su caminar...

¿Qué mierdas ha ingerido?