¡Hola! Aquí les comparto otro capítulo más de esta humilde historia. ¡Feliz domingo!

"MI REALIDAD"

CAPÍTULO II

"Si tan solo el cielo me diera el alivio de seguirlo…"

"Ven, Candy". La voz de Dorothy interrumpió su triste divagación. Sintió cómo la ayudó a levantarse gentilmente del sillón donde sentía llevaba sentada desde siempre. Casi percibió el que la ayudara a vestirse como si fuese una triste muñeca de porcelana que no presentaba resistencia alguna a nada, y luego sintió cómo la dejaba sola sentada en el silencio de su habitación. No supo cuánto tiempo pasó, pero en algún punto escuchó la puerta abrirse para luego verla reaparecer con un abrigo puesto y sosteniendo en su mano una maleta café oscuro.

"Ven, Candy" Volvió a repetir, tomando su mano con gentileza. "Los jóvenes Cornwell nos esperan."

"¿A dónde vamos, Dorothy?" logró preguntar la rubia aún sin ánimo.

Dorothy la miró a los ojos y sonrió con tristeza, "A devolverte lo que es tuyo." Y guiando a la joven hacia la puerta, ambas salieron de la habitación.

Recordar el resto del viaje fue como despertar de un largo sueño. Recordaba vagamente el que Archie la ayudó a entrar a los asientos traseros de un auto que no reconoció. Todo era confuso, Dorothy hablaba, pero ella parecía ausente a su conversación. Pero cuando a lo lejos Candy comenzó a discernir el relato de lo sucedido el día de la cacería, cuando su querido Anthony muriera, fue como si de pronto las luces se encendieran a su alrededor, y el mundo que parecía antes tan vacío, ¡se llenara nuevamente de luz!

"¡¿Que está vivo dices?!" exclamó Archie mirando a Dorothy sorprendido desde el asiento del copiloto hacia el sillón de atrás, donde viajaba junto con Candy. A Stear, por un momento, se le descontroló el timón pero recobrando pronto el control de vehículo, optó por estacionarse de inmediato al lado de la carretera que los conducía esa noche hacia Chicago.

"¡Dorothy, ¿pero qué dices?!" Se volvió pálido el joven inventor, tan en shock como su hermano.

La mano de Candy se aferró con fuerza al brazo de Dorothy, su respiración de pronto agitada… "Dime que no mientes, Dorothy" susurró, "¡dime que es verdad!" gritó con desesperación la rubia.

"Es verdad, Candy." Confirmo la pelirroja apenada. "El joven Anthony está con vida, fue llevado desde Lakewood hasta el Hospital de Chicago tras el accidente. Como les decía, la señora Elroy nos ordenó so pena de despido e incluso de prisión a los pocos que le ayudamos a prepararlo para el traslado, que no mencionáramos nada a nadie. Incluso a ustedes. No comprendo bien lo que sucedió, pero a estas alturas, no puedo seguir manteniendo más una promesa así. No después de ver su sufrimiento todo este tiempo, sobre todo el tuyo, Candy."

"Quiero verlo." dijo Candy "¡Debo estar con él!" exclamó con angustia. "Stear, ¡apresúrate! ¡Antes que decidan trasladarlo a otra parte!"

"Sí", reaccionó el muchacho de lentes y encendió nuevamente el motor de su auto.

Nadie habló por un buen rato mientras avanzaban por la carretera. La sorpresa era demasiado grande, las preguntas eran abrumadoras…

"Los otros dos miembros del personal presentes fueron trasladados la semana pasada a otros lugares del país" continuó Dorothy. "No sé a dónde. A mí me avisaron ayer que en una semana debería presentarme a la mansión Andley de Florida, para servir allí. Sin embargo, no podía irme sin decírselos. El señorito Anthony no merece que le hagan algo así, ni tampoco ustedes." Dijo refiriéndose a ambos hermanos Cornwell, se volvió hacia la rubia "Sobre todo a ti, Candy."

Los ojos de Candy se desbordaban con lágrimas que ya no sabía si eran de absoluta felicidad y alivio o de total indignación y rabia. ¡¿Cómo les pudo hacer eso la tía abuela a ellos?! ¡¿A Anthony?! Es cierto que su relación con ella nunca había sido la mejor, pero ocultarle que Anthony seguía con vida y llegar hasta el punto de hacerla creer que estaba muerto, era más de lo que ella podía asimilar.

"Dime una cosa, Dorothy", dijo Candy "¿él estaba bien la última vez que lo viste?"

"Estaba grave, Candy. No sabría decirte más. Solo sé que fue trasladado al Hospital de Chicago, aprovechando que todos asistirían en ese momento a su funeral".

"¡Dios!" exclamó Archie indignado. "¿Cómo pudo la tía abuela hacernos esto?!"

"Debe haber una explicación, Archie." dijo Stear conduciendo. "Esto no puede ser solo una ocurrencia de la tía. ¡Debe haber algo más!"

"Pero si es así, no lo reconocerá de inmediato ante nosotros y hasta puede negarse a que lo veamos." Insistió Archie. "Tenemos que tener algún tipo de plan. No podemos solo llegar al hospital y preguntar por Anthony. No nos darán razón."

"Es verdad" reconoció su hermano.

"¡George!" exclamó Candy. "¡Él debe de saber dónde está!"

"Pero si la tía abuela le dio instrucciones, se negará a decírnoslo."

Candy se angustió. "Pero podríamos seguirlo. Todos piensan que estamos aún en Lakewood."

"No sospecharán nada durante algunos días." dijo Archie. "Como nos pediste Dorothy, dijimos que llevaríamos a Candy a quedarse un tiempo con sus madres al Hogar de Pony y que nosotros pasaríamos unos días a solas en la cabaña del bosque."

"Y yo dejé una nota despidiéndome, diciendo que iría a Chicago a tomar el tren hacia Florida, tal como ordenó la señora Elroy." Comentó Dorothy.

"Eso nos da un margen de acción." dijo Stear. "¿Qué te parece, hermano, si en vez de ir a la mansión de Chicago, le damos una sorpresa a nuestro personal y nos quedamos en la mansión Cornwell? Está en las afueras de la ciudad, eso nos dará más privacidad."

"¡Excelente idea, Stear!"

"Yo preparé una maleta con suficiente ropa para Candy, espero no haber olvidado nada."

"Gracias, Dorothy", dijo Candy agradecida y abrazó a su amiga totalmente conmovida "Gracias", repitió con sentimiento.

"Perdóname por no decírtelo antes." Susurró la joven mucama. Luego de unos momentos al incorporarse y quitar sus lágrimas dijo "Si no les importa, jóvenes Cornwell, ¿podrían dejarme cerca de la estación al llegar a la ciudad? Esperaré allí a tomar el primer tren de la mañana hacia Florida."

"¿Segura, Dorothy?" Se preocupó Candy.

"Es lo mejor, Candy. La señora Elroy no debe sospechar nada si quieren encontrarlo." Candy asintió.

Continuará….

GeoMtzR: ¡Mil gracias, Georgy, por tu apoyo y por animarme a compartir esta historia! Agradezco tus comentarios al primer capítulo! Y me alegra mucho que te haya gustado y logrado hacerte sentir la desesperación de nuestra Candy en esta primera escena. Como te dije, eres ahora mi madrina en este mundo Candy Candy! Ji, ji, ji! Gracias por ayudarme a publicar! Ojalá el resto de la historia te guste también. ¡Un abrazo!

lemh2001

14.05.2023