¡Hola otra vez! ¡Espero estén teniendo un lindo miércoles! ¡Aquí les dejo un nuevo capítulo! Reitero que la historia pertenece a Mizuki e Igarashi, y ésta es solo una adaptación hecha para hacerle justicia a un amor que, aún hoy, hace eco en muchos de nuestros corazones! ¡Comenzamos!

"MI REALIDAD"

CAPÍTULO VI

Candy y Anthony estaban sentados en una banca en el vivero de la mansión Andley. Anthony había pedido se trasplantaran varios de los rosales Dulce Candy desde Lakewood a ese lugar, antes de su accidente. Y los verdes rosales los saludaban ahora ajenos al clima inclemente de inicios de diciembre en Chicago.

"Están preciosos, Anthony", le decía Candy, tras terminar de regarlos entre los dos, ahora que Anthony se movilizaba más sin la silla, la usaban ahora como un medio de transporte cuando la distancia era mucha dentro de la mansión, pero llegado a su objetivo, la dejaba y se movilizaba normalmente, con cuidado. ¡Candy se sentía tan orgullosa por su avance!

"Mi padre me escribió que llegaría el 8 de diciembre a puerto, y luego se trasladaría en tren hasta la residencia Brower aquí mismo en Chicago. Sabes cómo es él. No aceptó quedarse con nosotros aquí. Creo que las antiguas rencillas no han quedado todavía atrás entre la tía abuela y él."

"Es comprensible, Anthony", le dijo Candy con cariño. "Ella ha defendido tanto a los Legan todos estos años… y con lo sucedido, no ha de ser fácil para él actuar con ella como si nada hubiese sucedido."

"Tienes razón. El juicio de Sarah aún la tiene mal."

"30 años en prisión es bastante." Comentó Candy.

"El tío abuelo se aseguró de conseguir la pena máxima. Y eso que el atentado contra mi padre será un juicio por separado. Sabes Candy, a veces no sé qué pensar. Me siento demasiado feliz por verla pagar en prisión como lo hace, y sin embargo, en cierta forma, también me hace sentir mal."

"Es porque tienes un buen corazón, Anthony." Ella le sonrió. "Pero no pienses más en ello." Ella tomó su mano. "La señora Legan solo está cosechando lo que sembró, Anthony."

"Elisa me llamó esta mañana." Dijo el muchacho de pronto. Candy se sorprendió. "Me pidió que intercediera por su madre ante el tío abuelo William. Y por ellos también, tengo entendido que George les avisó que los ingresos para su familia serían reducidos a una cuarta parte. No podrán conservar las propiedades en el país."

"¿Desde dónde te llamó?"

"Canadá." dijo Anthony. "Estarán unos meses más allá antes de trasladarse a Australia".

"Es un alivio." Confesó Candy.

"Le dije que lo lamentaba mucho, pero que no podía intervenir. Por primera vez en su vida me maltrató y colgó." Anthony sonrió divertido. No quiso comentarle todos los improperios que dijo en contra de Candy por estar a su lado y la gran pelea que él tuvo con ella por eso al final de la llamada.

Candy guardó silencio.

"¿Quieres que volvamos a la mansión?" preguntó él después de un momento.

"Sí." Concedió su novia, y -aunque los demás aún no lo supieran- su prometida en secreto.

Cuando llegaron al frente de la mansión, la Tía Abuela venía bajando de la suntuosa limosina. Stephan, el elegante chofer abría la portezuela para ella.

"Buenas tardes, tía abuela." Dijo Anthony nuevamente en la silla de ruedas, mientras Stephan gentilmente, tras ayudar a la señora Elroy, se aproximaba a ellos para subir la silla por la rampa, ayudando a Candy.

"Gracias, Stephan" sonrió Candy.

"No hay de qué, señorita Andley." Le dijo amablemente.

Anthony estaba distraído con la expresión de preocupación de la tía abuela al subir los escalones de la mansión. "¿Sucede algo, tía?" Se animó a consultar. La dama solo negó tratando de sonreírle "Nada, Anthony. No te preocupes", y entró por la puerta ya abierta por el señor Collins, el mayordomo principal. Anthony y Candy la siguieron.

Se escuchaba una risa familiar en la sala del Té. Los jóvenes Cornwell reían a sus anchas compartiendo con el amable administrador de la familia, el señor George Jonhson. La risa cesó al verlos entrar al salón, los tres caballeros se pusieron de pie.

"Buenas tardes, señora Elroy". Dijo solemne el administrador, recuperando su semblante profesional. "Joven, Anthony. Señorita Candy." Hizo una breve inclinación.

"George." Dijo la dama, a modo de saludo.

"Buenas tardes, George." Saludó Anthony. Candy le sonrió. "Buenas tardes."

"Veamos la documentación en el despacho." Dijo la tía abuela y se dio la vuelta esperando la siguiera. Una mucama se le aproximó para recibir su elegante abrigo y sombrero de calle. El caballero de cuarenta y tantos años, traje impecable y fino bigote, saludo con una sonrisa a los presentes, "Con su permiso." dijo.

"Pasa, George." Dijo Stear, y lo vieron retirarse con su maletín en mano.

Conocía el camino al despacho como si él mismo fuera parte de la familia.

"Y bien, ¿y de qué se reían tanto?", preguntó Anthony, levantándose de la silla de ruedas y caminando hasta el sillón doble junto a sus primos, para sentarse seguido por Candy. El segundo mayordomo retiró la silla de ruedas y la colocó cerca de la pared.

"Gracias, Joseph." dijo Anthony. El joven mayordomo asintió y se retiró, dándoles su privacidad.

"Comentábamos el berrinche que armó en Canadá Neil cuando le confiscaron el Rolls Royce de la familia Andley que la tía abuela le había prestado y que él embaló sin permiso cuando se fueron de la ciudad." Sonrió Archie.

"Dice George que hasta a llorar se puso cuando la policía se lo quitó por estar reportado como robado." Se rió Stear. "Agradecido debería estar de que no lo consignaron."

"Más leña al fuego." Dijo Anthony sin sonreír. "Ojalá nuestros primos sean lo suficientemente listos como para no meterse en más problemas con nosotros."

"¿Qué quieres decir, Anthony?" dejó de sonreír Archie.

"Nada." Exhaló cansado el rubio. "Mejor cuéntenme cómo les fue ayer en la cena en casa de los Britter." Sonrió.

"¡Muy bien!", dijo el joven de cabello negro. "Archie se portó a la altura! Contestó todas las preguntas que le hizo el señor Britter con mucha agudeza. ¡Te aseguro que ahora el señor Britter está tan convencido como Annie de que es el hombre perfecto para su hija!"

"¡Stear!", protestó Archie.

"Estoy segura de que Annie te aprecia mucho, Archie." Dijo Candy contenta.

"Es una buena persona, Candy." Concedió el elegante joven. "Y debo aceptar que muy culta también. Nos deleitó interpretando una obra al piano después de la cena."

"El concierto No. 5 de Beethoven, si no estoy equivocado. Archie no podía dejar de verla…!" se burló su hermano.

"¡Deja de decir tonterías, Stear! ¡No más de lo que tú no podías apartar la vista de su joven invitada!"

"¿Había alguien más en la cena?" preguntó curiosa Candy.

"Sí." Dijo Archie. Era su oportunidad de desquitarse de los comentarios de su hermano. "Su nombre es Patricia O'brien. Un joven de la edad de Annie, muy discreta, que asistió junto con su abuela, la señora Martha Miller O'brien, -si recuerdo bien-, una señora muy interesante y amena, que no dejó de lanzarle indirectas a Stear sobre lo perfecta que sería su nieta para él." Dijo complacido con la cara de molestia de su hermano mayor.

"Eso está muy bien, Stear. Es bueno conocer gente nueva. ¿Ella es de Chicago?" continuó interesada Candy.

"No, Candy." Respondió Stear. "Vino a pasar el cambio de año con su abuela aquí en América. Ella es inglesa. Usa lentes como yo, y por lo que puedo ver, es bastante tímida."

"E interesada en ti." Agregó Archie.

"¡Basta, Archie!" protestó Stear.

"Entonces deja de hacer comentarios inapropiados sobre Annie y yo." Contraatacó su hermano.

"¡Tú empezaste!"

"¡No!, ¡fuiste tú, Stear!"

"Bueno, ya," se puso de pie Anthony, "los hermanos no deben pelear." Les dijo con paciencia, y ambos hermanos se contuvieron, distraídos por la intervención de su primo. "Creo que ambas damas parecen ser unas jovencitas muy distinguidas."

Candy se puso de pie, "A mí me gustaría invitarlas a tomar el té." Se acercó a Anthony y tomando su brazo, le sonrió. Era una buena oportunidad de acercarse a su antigua casi hermana. Los Legan ya no estaban allí para que ella tuviera que fingir, aunque Annie, las pocas veces que se había cruzado con ella, había mantenido la distancia social entre ambas. Sin embargo, su corazón le pedía intentar un acercamiento nuevamente. Anthony lo comprendió inmediatamente.

"¿Por qué no las invitamos a pasar las fiestas navideñas con nosotros, a ellas y sus familias?" sugirió su Príncipe, sorprendiendo a sus primos y a la misma Candy. "Apuesto a que los señores Britter y la señora Martha se sentirían honrados en recibir una invitación de parte de la Tía Abuela en esas fechas, así podríamos compartir un poco más, antes de que la señorita O´brien regrese a su país" dijo, "O que a nosotros nos envíen lejos." Concluyó con decepción.

"La tía abuela no ha vuelto a tocar el tema, ¿cierto Anthony?" dijo Stear.

"No. Cada vez que trato de retomarlo, lo aplaza." Suspiró. "Ojalá mi padre ya estuviera aquí." Se lamentó.

Alguien bajó de un automóvil de lujo y entró en una casa residencial desconocida. Cruzó una pequeña sala entregando su abrigo a una joven mucama y salió a la parte de atrás hacia un jardín que lucía dos grandes cedros en otoño.

Una figura de espaldas se distinguía en medio de ellos, viendo hacia el jardín detrás de la propiedad. Al escuchar los pasos tras de sí se volvió.

Su rostro pensativo se suavizó. "Nos volvemos a encontrar, ¿no es así?"

"Es un gusto verte otra vez." Su interlocutor le sonrió "Aunque no lo creas, he extrañado mucho nuestras charlas."

"Yo también. Me dicen que estás decidido esta vez." Le comentó el hombre de mayor edad.

"Lo estoy." Respondió el más joven.

"Bien." El hombre de expresión taciturna le sonrió amable, "Ven, vamos a la casa, te invito a una copa. Hay mucho de qué hablar."

El alto muchacho se dejó llevar hacia la lujosa residencia, sintiendo una familiar calidez en su corazón que no sabía que extrañaba desde hace mucho tiempo.

Continuará…

¡Muchas gracias a todas por sus comentarios! ¡Me alegra mucho que les esté gustando la historia! Y para algunas que manifiestan cierto temor, ¡no sufran antes de tiempo! Ji, ji ji! ¡Nos vemos en la próxima! ¡Gracias, GeoMtzR, Mayely león, Sharick y Gues por acompañarme en esta aventura!

¡Y gracias a todos los demás lectores que se detienen un momento a disfrutarla!

¡Bendiciones!

lemh2001

24.05.2023