Creo que ya nos concentramos lo suficiente en la tradicionalidad de Johto, es hora de comenzar a hacer avanzar la trama, y como siempre pasa cuando la trama debe avanzar, hay que meternos de lleno en liberar el caos. Este capítulo es precisamente eso, algo caótico, y que pretende acomodar de poco en poco las motivaciones de todos los personajes principales, que ya son 5 gracias a la incorporación de Ayane. Cada personaje necesita comenzar a jalar para su propio lado, y es precisamente eso lo que necesitamos dejar sentado en este capítulo. Me encanta complicarme, con la cantidad de subtramas nacidas de este capítulo, definitivamente 50 capítulos para Johto no serán suficientes, pero veremos qué pasa.
liuterazagi: Te contesto el review del capítulo 54, sin darte spoilers del 55. A mí también me cae bien Ayane, jajaja. Y bueno, no puedo mantener una relación antagónica entre ella y Zawako por Yuuji. Como bien dices, no va a ser para nada sencillo equilibrar la investigación de Zawako, con los Retos de Gimnasio de Yuuji, con las expectativas de Ayane, con la amnesia de Anabel, con la misión de Looker… ¿qué te digo? Espero que se adecúen las cosas en este capítulo. Que lo disfrutes.
Crónicas de un viaje Pokémon.
Temporada 3: Johto.
Capítulo 56: La confianza entre nosotros.
Región Johto. Mares al Norte de Ciudad Caña Dorada. Ruta 35. Dentro del Soul Silver.
-¡Atención miembros del Soul Silver! ¡Les habla su capitana! ¡Todos a puestos de inmersión! ¡Lastre, comience secuencia de ascenso a superficie! ¡Liberen presión de popa! -ordenaba Kris desde el cuarto de control, lugar donde, hasta entonces al menos, dormía Looker, utilizando a Electrode de almohada, y con Croagunk durmiendo también sobre el mismo- ¡Eleven la proa a 45 grados, disminuyan la velocidad a 30 nudos! –continuaba con sus órdenes Kris, mientras las puertas del cuarto de control se abrían, y Silver entraba con un café. Looker intentó incorporarse, pero al parecer el submarino estaba emergiendo bastante rápido, lo que le causó a Looker, a Croagunk y a Electrode un dolor en sus oídos indescriptible, mismo que Electrode no podía zafarse, por lo que comenzó a golpearse contra las paredes del submarino.
-¿Café? –ofreció Silver a Kris, quien aceptó el vaso de café que le ofrecía Silver. Looker notó entonces que, aparentemente, el único que se quejaba del cambio de presiones era él y sus Pokémon- ¿Tenemos señal de Gear? Quiero a esos Pokémon fuera de mi submarino cuanto antes. Estoy cansado del olor a establo –se quejó Silver.
-Señal de Gear reestableciéndose –comenzó una de los miembros del cuarto de mando-. Señal de Gear reestablecida –continuó ella, Looker escuchó su Pokégear, se viró al mismo, y notó que tenía bastantes llamadas perdidas tanto de Yuuji como de Anabel, pensó en contestar en ese momento, pero el dolor en sus oídos era demasiado para concentrarse-. Mensaje de su hija Ayane, capitán, eligió a Cyndaquil –sonrió la chica.
-¡Ja! ¡En tu cara! –se burló Kris, molestando a Silver, quien se cruzó de brazos ignorando a su esposa, quien se acomodó el sombrero de capitán y prosiguió- ¡A los miembros de la tripulación, preparados para emerger! –Looker notó que todos en el cuarto de control se ajustaban unos protectores de hombros, y que incluso Kris y Silver se sentaron en sus respectivos asientos, y se colocaron los mismos, Looker buscó donde sentarse, pero para su desgracia, emergieron primero, por lo que el detective y sus Pokémon sintieron el fuerte golpe del agua cuando la nariz del Soul Silver salió a flote, y su azote al agua tras estabilizarse, por lo que Looker terminó en el suelo, y arrollado por su Electrode, que rodó sin control por la cabina- Soul Silver a tierra firme, preparen transporte terrestre para la Ruta 36 y 37 con capacidades de cargamento biológico. 100 Stantler y 50 Growlithe para la Ruta 36, 50 Growlithe para la Ruta 37 –pidió ella.
-Corrección, 100 Growlithe para la Ruta 36 –declaró Silver, preocupando a Kris-. Lo dije antes y lo repito, no somos guardería Pokémon. Suficiente hacemos con llevar a los Pokémon a sus respectivos hábitats naturales. Quiero a todos esos Pokémon fuera de mi submarino, y no dispondremos unidades para acomodarlos como se deba hacer. Se hará solo un viaje por grupo de Pokémon, así que quiero a otro par de unidades para transportar a los Scyther al Parque Nacional, y a los Electrode y Voltorb a la Planta de Energía de Ciudad Olivo, además de un transporte camuflado para Looker, Ursaluna, y los tres Teddiursa, y si alguien se atreve a hacerme un chiste de eso último, lo lanzo como torpedo al mar. Quiero mi submarino limpio, en aguas cercanas a Ciudad Violeta, y vigilando a Lugia inmediatamente –ordenó Silver fríamente.
-Nuestro submarino amor, y pienso que deberíamos ser más cuidadosos con la relocalización de especies –insistió Kris, pero Silver no dijo nada, solo se cruzó de brazos en una negativa-. Silver… -pidió ella, pero el líder de Soul Silver hizo una mueca, aparentemente molesto-. Solo estás molesto porque Ayane no eligió a Totodile –discutió ella.
-Oigan, ¿puedo opinar al respecto? –preguntó Looker, pero la mirada fulminante de Silver fue su respuesta- Creo que no… -sudó frio Looker, escuchando entonces los pasos de varias personas por fuera del cuarto de control, en una movilización rápida, y llevando consigo a varios de los Pokémon rescatados con ellos.
-Aquí es donde bajamos, detective –comenzó Silver, realzando la curiosidad de Looker-. Ya he dado mis órdenes, los Pokémon serán liberados en sus respectivos hábitats. Y le brindaremos transporte para Ursaluna –prosiguió él, pidiendo con su mano a Looker que los siguiera a él y a Kris, Looker así lo hizo tras regresar a Electrode y a Croagunk a sus respectivas Pokébolas-. Sostengo que no es mi problema si los Pokémon regresan a salvo o no a sus respectivos hábitats. Pero, como acto de buena fe, he pedido el favor a un amigo de que se reúna con usted y le apoye en la entrega de Ursaluna al Monte Plateado -prosiguió Silver, tecleando en su Pokégear.
-¿Un amigo? –preguntó Looker, en su Pokégear sonó una alerta, y Looker se asomó al mismo, encontrando otro nombre en clave reflejado en la pantalla- ¿Gold? ¿Otro agente especial? –preguntó Looker curioso.
-Nada como eso, es solo un colega. Uno que entrena día a día en el Monte Plateado y lo conoce perfectamente –le comentó Silver, aunque Looker no entendía del todo el cambio de planes-. Me contaba que tiene familia, ¿no detective? Haga el favor de no desatender a su hija Lila… los padres desatendidos son de lo peor… -admitió Silver.
-Qué lindo… -susurró Kris, apenando a Silver, mientras ambos caminaban por los largos pasillos metálicos del submarino-. Nosotros también tenemos una hija, señor Looker, su nombre es Ayane –comentó Kris, Silver ignoró la situación, mientras el grupo de tres llegaba a una clase de hangar, donde los agentes del Soul Silver ayudaban a los Pokémon rescatados por Looker a entrar dentro de unas jaulas, aunque estos no lo hacían de muy buena gana, en especial Ursaluna, quien corría por todo el lugar perseguida por los agentes de Silver-. No la vemos muy seguido por nuestro trabajo, pero la amamos de verdad. Pensamos reunirnos con ella en Ciudad Caña Dorada, por lo que dejaremos el Soul Silver a cargo de nuestros allegados. Estaremos en la superficie por un par de meses aproximadamente. Si requiere de mayor asistencia, llame a mi Pokégear –terminó Kris, enviando su información a Looker.
-¿Cristal? –preguntó Looker, la capitana asintió, Looker estuvo por preguntar algo, pero fue envestido por Ursaluna, quien tras derribarlo, le mordió la gabardina, parándolo a la fuerza, y ocultándose detrás de Looker utilizándolo como escudo ante los ya cansados agentes que la perseguían con un montacargas llevando una jaula de su tamaño- Ursaluna, casi me matas con ese embiste. Y tranquila, solo entrarás en una jaula para transportarte a tu nueva casa -intentaba explicar Looker, mientras un trio de agentes de Silver llegaban con tres Teddiursa que pataleaban no queriendo entrar en la misma jaula-. Todo va a estar bien –los tranquilizó Looker-. Solo entren allí, confíen en mí –pidió Looker, Ursaluna bajó la cabeza intranquila, pero asintió, y entró en la jaula junto a los tres Teddiursa. Una vez hecho aquello, Silver hizo un ademán con su mano, y pidió a Looker seguirlo nuevamente, el pelirrojo y Kris se dirigieron a las inmensas puertas dobles del hangar, que se abrieron dejando entrar una potente brisa marina, mientras fuera de aquellas puertas, se llegaba al portaviones del submarino, y permitiendo la vista a Ciudad Caña Dorada, desde donde un grupo de navíos se dirigían a recibir al Soul Silver. Antes de que los navíos llegaran, los hombres de Silver ya llevaban las jaulas sobre montacargas a sus puertos de carga, donde las grúas ya se alistaban para subirlos, mientras los barcos de carga se acomodaban para recibir a los Pokémon ya siendo transportados en su dirección-. Que eficiencia –se impresionó Looker, mientras los barcos recibían a los Pokémon. Todas las jaulas, salvo la de Ursaluna, ya se encontraban dentro de un barco diferente.
-Detective Looker –saludó uno de los oficiales del Soul Silver, de cabellera morada y corta, aunque con unos mechones más largos, y cubriendo sus ojos con su gorra-. Almirante Will del Soul Silver, segundo al mando de nuestra capitana. Por aquí, lo llevaremos a tierra –pidió el almirante, llevando a Looker hasta uno de los botes. Las maniobras para subir la jaula de Ursaluna comenzaron, y la aterrada Pokémon se abrazó de sus tres Teddiursa, mientras se realizaba la carga.
-Esta es la despedida, detective –interrumpió Silver, mientras a Looker le brindaban un salvavidas, que en esos momentos se colocaba-. La misión principal del Soul Silver es la de desmontar todas las operaciones del Equipo Rocket, y la de proteger a Lugia. Nada más… -insistió él-. Pero tiene nuestro número de contacto, si llegara a necesitar apoyo, llámenos, y veremos si nuestros objetivos se alinean nuevamente –admitió Silver.
-Tenía la esperanza de que Soul Silver y BIA inc. Se aliarán en más misiones, pero supongo que tienen las manos muy ocupadas, así como están las cosas –comentó Looker, aceptando un apretón de manos con Silver, y escuchando las quejas de Ursaluna-. Ya voy Ursaluna, me estoy despidiendo –explicó Looker, pero Ursaluna estaba demasiado desesperada-. Mejor me apresuro antes de que Ursaluna hunda el bote –se burló Looker, Silver asintió, y comenzó a retirarse a su propio barco, cuando las alarmas del Soul Silver comenzaron a sonar-. ¿Qué ocurre? –preguntó Looker preocupado.
-¡Capitana! –escucharon los tres, mientras una oficial se acercaba a Kris- ¡Los radares detectaron una invasión al espacio aéreo no autorizado! ¡Contacto visual en breve! –comentó la oficial, apuntó, Kris, Silver y Looker se viraron a ver al cielo, lo que no era sencillo ya que miraban en la posición expuesta al amanecer, notando que, precisamente, utilizando al sol de escudo visual, un grupo de Pokémon voladores se dirigía al submarino.
-¡Los encontré! ¡Pulso Umbrío Honchkrow! –se trataba de Karen, la Miembro del Alto mando y Administradora del Equipo Rocket de Johto, quien llegaba con un pequeño ejército de Honchkrow, con más miembros del Equipo Rocket sobre ellos, y todos atacando con sus Pulsos Umbríos al submarino- ¡Karen a Base Rocket! ¡Encontramos el submarino! ¡Procedo a recuperación de los Pokémon robados! –comentó Karen usando su comunicador, mientras Silver daba sus órdenes en el submarino, y ordenaba a sus agentes a subir a lomos de sus Skarmory y comenzar con un combate aéreo, liderando Silver mismo la avanzada- ¡Confirmo contacto visual! ¡El detective del que me hablaron está entre el grupo! –sonrió Karen divertida.
Base Secreta del Equipo Rocket.
-Así que, Looker está en Johto… -dentro de una oficina corporativa, que más parecía una habitación de hotel, dentro de una base secreta del Equipo Rocket, Sabrina, la líder del Equipo Rocket, descansaba sobre un sillón, vistiendo nada más que una bata de seda blanca, con una copa de vino en su mano, y con un carrito de comidas con su desayuno a su derecha. En su cabeza llevaba una diadema, misma con la que daba sus órdenes a Karen-. Eso explica muchas cosas, principalmente el retraso en la operación de introducción de especies –sonrió Sabrina divertida, y girando su dedo alrededor de los bordes de cristal de su copa, mientras escuchaba en su diadema la batalla aérea teniendo a lugar.
-Son más de los que habíamos anticipado, Ama Sabrina –comentaba Karen, se le escuchaba agitada, mientras Sabrina estiraba su mano para alcanzar su tenedor, y tras notar que este le quedaba muy lejos, utilizaba sus poderes psíquicos para levantar el mismo, al menos esa era su intención, cuando una mano en guante morado atrapó el tenedor.
-Te he dicho que desperdicias tus poderes en pequeñeces –le reprendió Koga, clavando el tenedor en una pieza de fruta, y entregándosela a Sabrina, antes de dirigirse a las enormes ventanas de la oficina, y mirar por fuera de ellas, y en dirección al mar-. Están demasiado cerca. Si siguen a los Honchkrow en su retirada –comentó Koga.
-No soy ninguna tonta, Koga, ya sé eso –admitió Sabrina divertida-. Karen, concentra tus esfuerzos en Ursaluna –comentó Sabrina divertida, del otro lado de la línea, Karen se quejó por la orden-. Olvida a los Growlithe, a los Stantler, a los Scyther y los Electrode. Salvo estos últimos, los demás ya están intervenidos. Puedes dejarlos ir –aseguró Sabrina.
-Pero ama Sabrina… -comenzó Karen, aunque de tiempo en tiempo se le escuchaba gritar, como si tuviera que sostenerse mejor de su Pokémon para no caerse-. Destinamos tantos esfuerzos para movilizar a todos estos Pokémon… perderlos de esta forma… ¿no perderíamos una increíble oportunidad? –preguntaba Karen.
-No necesito darte explicaciones, solo debes hacer lo que te digo –se quejó Sabrina, ya molesta-. Olvida al resto… recupera a Ursaluna. ¿Te ha quedado claro, o necesito una nueva Administradora Rocket? –preguntó Sabrina, del otro lado de la línea se escuchó un gemido de desprecio, mismo que divirtió a Sabrina.
-A sus órdenes… ama Sabrina… -escuchó Sabrina, y una vez que aquello estuvo resuelto, la Líder del Equipo Rocket apagó su comunicador, y se estiró a sus anchas, regresando a su descanso, según ella, bien merecido.
-¿Estás segura? –preguntó Koga, sin quitarle la mirada de encima a la ventana. Sabrina, divertida, se puso de pie y fue a donde él, abrazándolo por detrás, y ofreciéndole de su copa de vino- Es algo temprano para mí, date gusto –declaró él.
-Te preocupas demasiado amor –continuó ella, pasando su brazo por alrededor del cuello de Koga, para beber de su copa de vino mientras lo abrazaba-. Salvo los Electrode, el 90% de los Pokémon transportados son hembras ya preparadas. ¿Y qué si perdemos algunos sujetos? Que se propaguen sirve a nuestros fines, solo debemos ofrecer al público lo que quieren –le recordó.
-Um… ese genetista que conseguiste, me intriga bastante… -pensó Koga al respecto-. Pero sigue sin agradarme. Darle acceso a la población a nuestros Pokémon experimentales –insistió el, mientras Sabrina se separaba de él para volverse a servir vino.
-No sirve de nada si no tienen los medios para aprovecharse de los Pokémon experimentales –le recordó ella, con una mirada coqueta, que Koga notó desde el reflejo de la ventana-. Pero, si se corre la voz, y los entrenadores comienzan a capturarlos. Tendremos un monopolio bastante interesante al llevarles a los demás bastantes años de investigación genética –bebió Sabrina nuevamente de su copa, ya mareándose un poco-. Giovanni puede pensar en el Equipo Rocket como una forma de crear a los Pokémon más poderosos de todos, mi visión es diferente, la visión de hacerme más asquerosamente rica de lo que ya soy. Te repito, perder a unos Pokémon experimentales no importa, si la ganancia de perderlos, nos beneficia –aseguró ella, muy segura de sí misma.
-Así que… el gran Equipo Rocket… ha bajado sus estándares de conquista global, a la del enriquecimiento masivo… -meditó Koga al respecto, no estando satisfecho del todo-. Tendré que meditar sobre esto… -pensó al respecto, cuando escuchó a Sabrina cubrirse la boca, dejando escapar un poco de hipo-. Supongo que es un Equipo Rocket más ambicioso, en cierto modo… -concluyó él.
Ciudad Caña Dorada. Mares de Ciudad Caña Dorada.
-Esa bruja de poca ambición… no puedo creer que ella sea la nueva líder del Equipo Rocket… -se quejaba Karen desde su Honchkrow, evadiendo a Silver, quien le daba persecución sobre su Skarmory-. ¡Concentren esfuerzos en Ursaluna! –ordenaba Karen utilizando su comunicador, el equipo de miembros del Equipo Rocket sobre Honchkrow obedeció y se separó de ella, lo que confundió a Silver- Yo seré tu diversión, malnacido agente Silver –se quejó ella, y viró a Honchkrow en dirección contraria, volando hasta uno de los botes que llevaba a los Growlithe- ¡Tajo Umbrio! ¡Y sujétalos bien! –ordenó Karen, Honchkrow obedeció, los agentes sobre el barco que llevaba a los Growlithe se defendieron con unos Magnamite, pero Honchkrow evadió sus ataques grácilmente, y encajó sus garras contra una jaula conteniendo a una pareja de Growlithe, y a algunos cachorros.
-¡No te lo permitiré! –la persiguió Silver, mientras Honchkrow se alzaba al aire con los Growlithe aterrados en su jaula, subiendo alto, y en dirección a los bosques cercanos a Ciudad Caña Dorada- Rayos… es más rápida que mi Skarmory, aun transportando una jaula –sentenció Silver, mientras su Pokégear sonaba-. ¡Estoy ocupado! –respondió él.
-¡Es una distracción, Silver! ¡Tienen a Ursaluna! –escuchó Silver a Looker, se viró, y notó a un grupo de Honchkrow llevando la jaula con Ursaluna y los tres Teddiursa por los aires, y dirigiéndose a Ciudad Caña Dorada- ¡Silver! ¿¡Qué hacemos!? ¡Silver! –preguntó Looker preocupado, y Silver se mordió los labios, furioso.
-¡Yo responderé por ti, niño bonito! ¡Suéltalos Honchkrow! –ordenó Karen con malicia, Silver se aterró, y obligó a Skarmory a volar más rápido, mientras Honchkrow lanzaba la jaula con los Growlithe al bosque, forzando a Silver a seguir la jaula en su caída, mientras Karen, divertida, viraba en dirección a Ursaluna- ¡El Equipo Rocket no se anda con jueguitos, Silver! ¡Lo sabrías si hubieras seguido los pasos de tu padre! –insultó ella, Silver la ignoró e intentó llegar y atrapar la jaula, el bosque estaba cada vez más cerca, y al final, Silver viró, dejando a la jaula caer, antes de que Skarmory se estrellara en el denso bosque- ¡Son solo unos Pokémon inútiles, Silver! –le gritaba Karen mientras se alejaba- ¿En verdad pensabas que mi discurso sobre los Pokémon favoritos era real? ¡A los inútiles hay que dejarlos ir! ¡Igual que hizo tu padre contigo! ¡Ajajajaja! –terminó ella, y voló lejos, enfureciendo a Silver.
-Detective… -comenzó Silver, utilizando su Pokégear-. Considere a Soul Silver… a su entera disposición. ¡Quiero a Karen del Alto Mando capturada y castigada por lo que acaba de hacer! ¡Me entendió! ¡Soul Silver! ¡Tras ella! –ordenó Silver, y los Skarmory comenzaron la persecución, mientras Ursaluna y el Equipo Rocket, se perdían a la distancia.
Dentro del bosque, la jaula conteniendo a los Growlithe se encontraba destrozada, pero vacía. Había caído sobre las ramas de un árbol, y su puerta, al recibir el peso combinado de los Pokémon que había dentro, se había abierto. Los Pokémon, entre los cuales destacaba un par de Growlithe adultos, un macho y una hembra, se sacudieron tras haber caído sobre unos árboles de bayas. El Growlithe macho ladró, preocupado por la hembra, quien ladró de regreso, pero comenzó a buscar a sus crías aterrada. Macho y hembra se unieron en la labor de búsqueda olfateando por los alrededores, y no tardaron en escuchar los gemidos de sus cachorros. Los Growlithe se apresuraron a seguir los gemidos, y encontraron a un grupo de tres cachorros de Growlithe, junto a los restos de varias ramas que, aparentemente, habían partido con sus cuerpos tras la tremenda caída. En circunstancias comunes, los Growlithe no hubieran sobrevivido tras estrellarse contra las ramas, que se habían partido bajo sus respectivos pesos. Pero, estos no eran Growlithe ordinarios, y en lugar de estar heridos, meneaban sus colas, mientras torpemente intentaban encontrar a sus padres con el olfato, ya que no podían ver muy bien, por las pronunciadas melenas que les cubrían los ojos. Los cachorros, no eran Growlithe comunes y corrientes, los cachorros, eran una especie diferente, cuyo tipo Roca había endurecido sus pelajes tanto, para sobrevivir a la caída.
Ciudad Violeta. Centro Pokémon de Ciudad Violeta. Restaurante del Centro Pokémon.
-¡Dale, no te dejes, Mankey! –temprano por la mañana en el Centro Pokémon de Ciudad Violeta, Ayane y Zawako desayunaban, al igual que hacían sus Pokémon debajo de la mesa. Ayane sin embargo, estaba más concentrada en su Tablet, y en el video en la misma, que sus Pokémon, Cyndaquil, Ledyba y Dunsparse veían de igual manera, mientras la emocionada de Ayane lo disfrutaba más incluso de lo que Zawako pensaba que lo haría- ¡Oh no! –gritó Ayane, viendo a Mankey ser envestido por un Onix al rojo vivo, y dejando a Mankey clavado en la pared de la arena de batallas en la que se encontraban, derrotado- No es posible, Mankey era su carta del triunfo –lloró Ayane preocupada.
-Sé que se ve mal, pero Yuuji puede hacerlo, estoy segura –comenzó Zawako divertida, y de la grabación en la Tablet de Ayane salieron las mismas palabras-. Si no sabes lo fuerte que son mis Pokémon, entonces guárdate tus opiniones –continuó Zawako, imitando la voz de Yuuji, e intercambiando miradas con Espeon, y sonriendo con ella. Torchic, debajo de la mesa y también desayunando, también se burló.
-Yo también hubiera dudado si el único Pokémon que me quedaba en un encuentro de gimnasio del tipo Roca, era un Beedrill –sentenció Ayane preocupada, Zawako tan solo continuó comiendo su fruta-. Cuando me dijiste que habías grabado todos los encuentros de Yuuji, pensé que solo me mostrarías sus victorias –agregó ella entristecida.
-Yo dije que había grabado todos los encuentros televisados de Yuuji, no que había sido selectiva, y sigue mirando –sonrió Zawako, en pantalla Ayane notó al Beedrill de Yuuji logrando derrotar al Onix de Forrest usando Doble Ataque-. Sorpresa –sonrió Zawako.
-¿¡Cómo!? –se quejó Ayane, impresionada- Pero si es un Beedrill, nadie pensaría que un tipo Bicho podría ser una amenaza en un gimnasio de tipo Roca, sin ofender Ledy –agregó Ayane, deprimiendo a Ledyba por la poca confianza de su entrenadora.
-Sigue mirando –continuó Zawako, mirando su reloj de mano, y comenzando a preparar una taza de café. Ayane regresó su atención a su Tablet, continuó viendo la batalla, y a un Kabuto tomar el lugar de Onix, lo que sorprendió a Ayane, no así al Yuuji en el video quien lo vio como solo un Pokémon más-. Esa es la reacción de todo mundo al escuchar a Yuuji desestimar a Kabuto, él no era muy brillante al principio –aseguró ella, comenzando a colocar dos cucharadas de azúcar en la taza, y a revolver.
-Definitivamente no me lo parece –prosiguió viendo su video Ayane, Zawako asintió y comenzó a preparar un pan tostado con algo de mantequilla, las reacciones de Ayane iban entre la preocupación, a la sorpresa, y finalmente a la incredulidad, luego a la alegría, cuando vio a Kabuto caer, y a Yuuji ganando su primer medalla-. ¡No lo creo! ¡Pero si es un Beedrill! ¿Cómo? –preguntó Ayane sorprendida.
-Es Yuuji, dile que no puede hacer algo, y por terco lo va a hacer. El ejemplo más cercano va entrando por la puerta, después de que le dije que no estaba siendo lo suficientemente constante con su ejercicio –se burló Zawako, mientras un agotado Yuuji llegaba, sin aire, al restaurante del Centro Pokémon, con unos agotados Totodile y Teddiursa, Zubat no estaba tan mal, pero principalmente porque él no corría-. Buenos días. ¿Café y pan tostado? Conseguí mermelada de baya Nanab –sonrió Zawako, mientras Yuuji aceptaba, Zawako se recorría en su asiento, y Yuuji, sin aliento, se sentaba a su lado.
-No puedo más… necesito un respiro… Anabel no me está supervisando, podría llevármela con calma… -se quejó él, Zawako tan solo le sirvió algo de jugo en un vaso, mismo que él vació de un solo movimiento-. Más por favor –pidió Yuuji.
-Ya sé, ya sé, pero no te atragantes que te va a dar un aire –pidió Zawako, volviéndole a servir a Yuuji, y después colocando un plato de fruta frente a él-. La fruta primero… -ordenó ella, Yuuji hizo una mueca-. No es opcional, necesitas más fruta, siempre la dejas disque de postre y después no te la comes porque ya estás lleno, así que, empiezas con la fruta –volvió a ordenar ella, y Yuuji, aunque refunfuñando, comenzó con la fruta.
-¿Saben? Más que novios parecen una parejita de recién casados –apuntó Ayane, lo que incomodó a Zawako, Yuuji solo desestimó el comentario mientras continuaba desayunando-. ¿Qué es eso de prepararle el café y el desayuno? Además de que estabas al pendiente de la hora sabiendo que llegaba. Hazte un poco la difícil, o se aburrirá de ti –susurró la última parte Ayane.
-Se llama mostrar aprecio por una persona a la que estimas, no es gran cosa –se defendió Zawako-. Además, solo lo dices porque no se te ocurrió a ti primero –la descubrió Zawako, notando que Ayane ya miraba por toda la mesa buscando algo que ofrecerle a Yuuji-. Te pillé… no es que estés en contra del gesto, es que te molesta que no lo hayas hecho tú –se burló ella.
-Jum… obvio no, ni que fuera una chiquilla desesperada buscando atención –tomó una servilleta Ayane, y sin previo aviso, limpió algo de mermelada del rostro de Yuuji, escandalizando a Zawako, y molestando a Yuuji-. Los gestos se hacen porque te nacen, no porque lo consideres una obligación de novia –desafió ella, molestando a Zawako.
-Podías solo darme la servilleta, no mal limpiarme la cara –se quejó Yuuji, arrebatándole la servilleta a Ayane de la mano, y limpiándose él mismo-. El punto es que Zawako y yo ya teníamos una rutina, por decirlo de una forma, y nos estamos acostumbrando a compartirla. Y hablando de rutinas, hay una que me preocupa. Entiendo que quieres competir en la Conferencia Plateada –comentó Yuuji, Ayane asintió-. Entonces habrá que movernos rápido si ambos vamos a retar a los Líderes de Gimnasio –le recordó Yuuji.
-Sobre eso, estaba leyendo el Libro de Reglas de la Conferencia Plateada. Tal parece que hay más formas de clasificar a la Conferencia Plateada, que el Reto de los Gimnasios –les explicó Zawako, sacando el mencionado libro, y buscando una parte que había marcado con un separador-. Verán, hace unos 20 años aproximadamente, la Liga de Galar tenía un sistema de competición más estricto que el del resto de regiones. Se consideraba altamente desafiante al nivel de que se decía inclusive, que los Líderes de Gimnasio de Galar tenían el potencial de ser Campeones Regionales de cualquier otra región. En Galar inclusive, se llegó a decir que no podías competir en su liga si no tenías una recomendación ya fuera del Director de la Liga Pokémon, o del Campeón de Galar mismo. Aquello causó descontento en el resto de Ligas Pokémon. ¿Cuál fue la respuesta de Galar? La instauración del Campeonato Mundial Pokémon, que ya lleva 5 exhibiciones, con la Región Galar siendo Pentacampeona –les mostró Zawako una página de Bulbapedia, en la cual se hablaba de los Campeonatos Mundiales, y tenía a Galar como el primer lugar en campeonatos con 5, estando Unova como la región en segundo lugar con 3 subcampeonatos, un subcampeonato de Sinnoh, y el más reciente subcampeonato siendo el de Hoenn-. El descontento generalizado de las demás Ligas Pokémon, escaló a mejorar el nivel de exigencia del resto de ligas, todo por quitarle la corona a Galar. Se forjaron reglas más estrictas, como el sistema de clasificaciones mejorado, el que se tuviera un torneo por el derecho a retar al Alto Mando, y el que un gimnasio perdiera su clasificación si acumulaba un número de derrotas consecutivas. Todas estas reglas se implementaron con la finalidad de volver a las Ligas Pokémon más competitivas, y resultaron en menos retadores clasificando por año, ya fuera porque no eran lo suficientemente buenos, o porque no les alcanzaba el tiempo. Así que cada liga instauró medios adicionales para clasificar –comentó ella.
-¿Como el convertirse en el Maestro de la Frontera? –preguntó Yuuji, y Zawako asintió, Ayane no entendió aquello, lo que Yuuji notó- En Hoenn existe una isla llamada la Frontera de la Batalla, donde existen 7 estructuras llamadas las Instalaciones de Batalla –le explicó Yuuji, tomando su celular, y mostrándole algunas imágenes de la isla, la más sorprendente siendo la estructura de un Seviper gigante-. Dentro de estas instalaciones te enfrentas a varios entrenadores hasta clasificar para enfrentar a un Cerebro de la Frontera, algo así como un Líder de Gimnasio en esteroides –bromeó Yuuji-. Si vences al Cerebro de la Frontera, obtienes el Símbolo de Oro como prueba definitiva de tu victoria, y si obtienes los 7 Símbolos de Oro, te otorgan el título de Maestro de la Frontera de la Batalla –le explicó.
-Así como tu clasificación a la Liga Hoenn –prosiguió Zawako-. En otras palabras, en lugar de viajar por toda Hoenn realizando el reto de los Líderes de Gimnasio, puedes optar por participar en el Reto de la Frontera de la Batalla en su lugar. Ambos desafíos tienen las cualidades pertinentes para demostrar la valía de un Entrenador Pokémon, y en algunos casos, los Entrenadores Pokémon prefieren los métodos alternativos ya que se viaja menos, o son más sencillos. Por ejemplo, en Alola se realiza el Desafío de las Islas en lugar de un Reto de Líderes de Gimnasio, y en Paldea hay dos desafíos diferentes, la Vía Stardust, que se hizo popular como un método alternativo de clasificación a la Liga de Paldea y que consiste en la conquista de ciertas Bases Pokémon, y el Camino de las Leyendas, que trata de dar casería a ciertos Pokémon especiales. No todas las regiones han establecido un método de clasificación alternativa, pero aquí en Johto hay uno, el convertirse en un Pokéatlonista Certificado –prosiguió ella.
-¡Los Pokéatlonistas, claro! –se alegró Ayane, conociendo sobre ellos- Una de mis Pokétubers favoritas es Konatsu, denme un segundo, creo que hay un video donde ella lo explica también –buscó Ayane en su Tablet, y tras encontrar el video correcto, pulsó a iniciar, volteando la Tablet para mostrarle a Zawako y a Yuuji, mientras una chica de cabello negro y corto, usando lentes naranjas de deportista, y vistiendo un uniforme de ciclismo en colores negros, amarillos y blancos, modelaba con una bebida energética de la marca Ionergy, lo que recordó a Yuuji de su nueva mochila, que tenía el mismo logotipo.
-¡Electrícense entrenadores, con Ionergy! ¡Patrocinador oficial de los Pokéatlonistas más electrizantes! –comenzaba la chica en el video, con demasiada energía, y con una producción que disfrutaba mucho de los efectos especiales eléctricos al parecer, mientras la chica participaba en diversos deportes, con efectos de rayos, electricidad, y demás explosiones con descargas de fondo- ¡Mi nombre es Konatsu, Pokéatlonista Profesional y Campeona Mundial en esta división! ¿Qué es ser una Pokéatlonista dicen? Significa entrenar a sus Pokémon en 5 categorías físicas: Velocidad, Poder, Habilidad, Estamina, y Salto –enumeró Konatsu en el video, y por cada categoría mencionada, un Pokémon participando en un evento deportivo se mostraba-. Un Pokéatlonista debe ingresar junto a un equipo de 3 Pokémon por evento, participando en tres competiciones por categoría: Salta Obstáculos, Fuera del Ring, Nieve Cruzada, Botaluces, Carrera de Relevos, Rompelosas, Pisacírculos, Atrapadiscos, Atrapabanderas, Metegoles –enunció los eventos la chica, quien tomó aire por quedarse sin el mismo, antes de continuar, pero volviendo a su papel de hiperactiva deportista casi de inmediato-. ¡Compite y hazte con las 5 Medallas del Pokéatlon, y Clasifica para la mayor competencia Pokémon de toda Johto! ¡La Conferencia Plateada! ¿Piensas que el Reto de Gimnasios es difícil? ¡No has visto nada! ¡Si crees que tienes lo necesario te espero en el Domo Pokéatlon de Ciudad Caña Dorada para tu inscripción! ¡Y si te falta energía, Ionergizate con Ionergy! ¿¡Qué estás esperando, holgazán!? –terminó el video, y tanto Zawako como Yuuji sudaron frio.
-Konatsu es mi heroína, ah, pero no me he olvidado de ti, Yuuji, tú eres mi héroe también, pero espero que entiendas que entre chicas hay una conexión especial. Konatsu es la heroína de todas las chicas quienes la admiramos por lo enérgica y fuerte que es –se regocijó Ayane mientras pensaba en su ídolo, Zawako se regocijó por las reacciones de la pequeña.
-Ow… la amo, es tan linda… -admitió ella, preocupando a Yuuji, Zawako entonces se aclaró la garganta, disimulando-. Lo que intento decir es que, tal vez alguno de ustedes podría intentar el ser Pokéatlonista, en lugar de realizar el Reto de Gimnasio. Ambas clasificaciones llevan a la Conferencia Plateada, y requieren de diversas estrategias, sin mencionar que el Pokéatlonismo es una forma más sencilla de encontrar patrocinadores –les explicó Zawako.
-Umm… ser un Pokéatleta… -lo pensó Yuuji-. Ya tengo el uniforme, y los patrocinadores, y por lo que puedo leer sobre los eventos, se necesita de bastante estrategia –prosiguió Yuuji, leyendo la descripción de cada evento-. Me gusta hacer estrategia, pero no sé si me interesa como especialidad, estoy más a gusto donde estoy –admitió Yuuji.
-¡A mí me interesa! –exclamó Ayane emocionada, sus ojos en forma de estrella, mientras se imaginaba a sí misma, compitiendo al lado de su ídolo, Konatsu, y siendo la envidia de otras niñas de su edad, especialmente de Solexia, yendo tan lejos como imaginarla diciendo: "Ayane, eres tan genial, por favor se mi amiga, cuando sea grande quiero ser como tú", la sola idea dibujó una gran sonrisa en su rostro- ¡Lo he decidido! ¡Quiero ser Pokéatlonista! –terminó ella.
-¿Estás segura? –preguntó Zawako preocupada- Sé que yo misma lo sugerí, pero para ser Pokéatlonista no solo tus Pokémon deben estar en forma, sino que tú debes estar en forma también –admitió Zawako, pero Ayane se puso de pie, muy segura de sí misma.
-Con Yuuji como mi maestro por supuesto que puedo –agregó ella sorprendida, Yuuji solo hizo una mueca, pensando que le daban demasiado crédito-. ¿Me ayudarás Yuuji? Sé que, si alguien puede ayudarme a diseñar un buen equipo y una buena estrategia de Pokéatlonismo, ese es mi ídolo Yuuji –aseguró ella.
-Qué manera de sonsacarme, si no sé absolutamente nada de Pokéatlonismo –se quejó Yuuji, pero Ayane comenzó con una de sus herramientas de manipulación, haciendo ojitos, cerrando sus manos a manera de plegaria, y forzando a sus lagrimales a intentar llorar, lo que estaba consiguiendo, ya que sus ojos comenzaban a humedecerse, Yuuji sudó frio-. Eres una pequeña manipuladora, ¿lo sabías? –se quejó Yuuji, Ayane tuvo el descaro de asentir pese a las acusaciones- Está bien… te ayudaré… -admitió Yuuji, y Ayane celebró emocionada-. Suficiente tengo con estudiar sobre mis responsabilidades estudiantiles… ahora tengo que estudiar sobre Pokéatlonismo… que molestia –se quejó Yuuji para sus adentros.
-Yo ayudaré también en lo que pueda –comentó Zawako, mirando a los Pokémon de Ayane-. Igual que hice con los Pokémon de Yuuji, investigaré sobre las mejores técnicas alimenticias para tus Pokémon, así estarán en forma para las competencias, ¿te parece? –preguntó Zawako, y Ayane asintió en ese momento, agradecida por la ayuda de Zawako, mientras Yuuji en su lado de la mesa, al parecer realizaba una compra en línea, evidente por el sonido de uso de fondos, lo que llamó la atención de Zawako-. ¿Compraste algo? –preguntó ella curiosa.
-Un libro de Pokéatlonismo, nada barato, por cierto –se quejó Yuuji, Ayane se apenó, Zawako solo sudó frio por la peculiar forma de Yuuji de mostrar su descontento-. ¿Puedes hacerme el favor de recogerlo en la Biblioteca de la Academia de Ciudad Violeta? Con todos estos gastos, necesitaré hacer horas extras en la Torre Bellsprout, sin mencionar que aún necesito de más entrenamiento para que Kaze no vuelva a humillarme. Andando hermano Torchic –pidió Yuuji, Torchic asintió, y saltó al hombro de Yuuji, quien entonces tomó sus Pokébolas, regresando a sus Pokémon a las mismas-. ¿Qué harán ustedes mientras trabajo? –preguntó Yuuji.
-Bueno, yo tengo trabajo que hacer realmente –comenzó Zawako, llamando la atención de Yuuji y de Ayane-. Si bien me gustaría ayudarte, Ayane, con lo del Pokéatlonismo, las cosas se complicaron un poco en la región –comenzó Zawako, buscando algunas noticias en su celular, y compitiéndoselas a Ayane y a Yuuji-. Al parecer, temprano por la mañana, se avistaron a manadas enteras de Pokémon movilizándose por hábitats que no les corresponden. El Profesor Elm se puso en contacto conmigo temprano por la mañana, y me pidió recopilar información sobre un incremento masivo en la población de Stantler, que han comenzado con disputas territoriales en la Ruta 36, y se han extendido hasta una zona conocida como las Ruinas Alfa –les explicó ella, y tanto Ayane como Yuuji se sorprendieron de los reportes periodísticos que les compartía Zawako, Yuuji estando un poco más preocupado por tener una posible idea de lo que ocurría-. El Profesor Oak sigue ocupado monitoreando a los Qwilfish, y la cosa se le está saliendo de las manos ya que se están multiplicando a una velocidad alarmante. Así que me asignaron el ocuparme de los Stantler. Afortunadamente, las Ruinas Alfa están muy cerca, no afectará a nuestro viaje –comentó ella alegremente.
-Claro… no afectará… -se preocupó Yuuji, llamando la atención de Zawako, Ayane estaba distraída leyendo los artículos-. Tengo… que irme ya. Y creo que pasaré yo mismo por mi libro, así que no te preocupes por ir a recogerlo –agregó Yuuji, sudando frio.
-Me queda de paso, no me molesta –comentó Zawako, pero Yuuji lo negó, mientras intentaba sonreír para Zawako, lo que disparó las alertas de Zawako-. ¿Pasó algo? ¿Estás bien? –preguntó ella preocupada.
-Yo estoy, bien, solo… debo llamar a Courtney, es eso, no la he llamado en mucho tiempo –mintió Yuuji, Zawako definitivamente se dio cuenta, y Yuuji definitivamente sabía que Zawako se había dado cuenta, Ayane solo parpadeó un par de veces y los miró a ambos, confundida-. Debo irme… -comentó él.
-Sí, está bien, solo… -comenzó Zawako, un poco incomodada-. No olvides que confío en ti plenamente. ¿Está bien? –comentó ella, como una forma de tranquilizar a Yuuji, pero en lugar de aquello, solo terminó deprimiéndolo aún más.
-Realmente debo irme –comentó Yuuji, Zawako asintió, con algo de sudor en la frente, ya que no encontraba la forma de decirle a Yuuji que, aún si tenía algo que ver en lo de los Stantler, ella confiaba en él. Yuuji por su parte, no solo sabía que si le explicaba a Zawako ella se molestaría de alguna forma, sino que, además, no podía decirle porque significaba poner al descubierto su trabajo con Looker, trabajo que Zawako conocía, pero Yuuji simplemente quería ahorrarle preocupaciones a Zawako, por lo que se despidió, y comenzó a teclear en su Pokégear-. ¡Looker! ¡Por fin contestas! –se fastidió Yuuji, saliendo del Centro Pokémon con Torchic al hombro.
Ciudad Caña Dorada. Comisaría de Ciudad Caña Dorada.
-Alola Yuuji –saludó Looker, dentro de la Estación de Policías de Ciudad Caña Dorada, junto a Silver y Kris, esta última reprendiendo a la Oficial Jenny por atreverse a detener a una miembro de las fuerzas armadas de Johto, mientras la Oficial Jenny le discutía que no existían fuerzas armadas en un mundo en paz-. Oye, si estás en la cárcel por entrada ilegal a la Región Johto… primero déjame arreglar mi situación y procedo a arreglar la tuya… -le comentó Looker, mientras un par de oficiales de policía llevaban a Croagunk, esposado, a una celda-. Me tomó una semana salir de aquel submarino, lo siento si te dejé solo –se disculpó Looker.
-Olvide eso Detective, yo sé que está ocupado –le respondía Yuuji, mientras Looker se viraba a ver a Croagunk, con ojos llorosos y ya tras las rejas de su celda de contención-. Tan ocupado como para no recolocar a los Pokémon rescatados correctamente. ¿Qué es eso de liberar a todos los Stantler en el mismo lugar y al mismo tiempo? –se quejó Yuuji.
-Mis asociados actuales no son tan cooperativos, Yuuji –susurró Looker, mientras Silver continuaba de brazos cruzados ignorando la situación, y Kris y la Oficial Jenny estaban a punto de pasar de la confrontación verbal a la física-. Lo intenté, pero no conseguí una liberación más controlada, y no solo eso… -se alejó un poco Looker, aprovechando la situación para escabullirse dentro de una oficina, lo que solo Silver notó ya que Looker al parecer se permeaba con los alrededores de una forma impresionante, lo suficiente para esconderse de los policías estando dentro de su estación y supuestamente bajo custodia-. Tuvimos un altercado con el Equipo Rocket… nos quitaron a Ursaluna –le explicó Looker.
-¿¡Cómo dice!? –se quejó Yuuji, mientras Looker se sentaba en la silla de la Oficial Jenny, y bebía su café, y se comía sus rosquillas- ¿¡Cómo se robaron a Ursaluna del interior de un submarino!? –se quejó Yuuji.
-Nos intervinieron recién salimos a superficie, lo que no es de mi agrado tampoco, para lograrlo, significa que sabían exactamente donde y cuando íbamos a salir a la superficie, y para lograr eso, se requiere de un infiltrado en la Organización Soul Silver –le comentó Looker, notando el cómo se abría la puerta de la oficina de la Oficial Jenny, y preparándose para un enfrentamiento, solo que quien entraba era Silver.
-Kris ya solucionó el asunto, despreocúpese, Detective Looker –comentó Silver, la Oficial Jenny entró furiosa detrás de él, llegó ante su caja de rosquillas, y se las quitó a Looker, antes de salir furiosa de la misma-. Kris tiene un puesto militar importante en la fuerza. Acaba de mandar a la Oficial Jenny a tomarse vacaciones obligadas –sentenció Silver.
-Lo que significa que podemos usar su oficina a nuestro placer –llegó Kris orgullosa de haber abusado de su autoridad, y mientras le sacaba la lengua a la Oficial Jenny, quien le sacó la propia de regreso, antes de azotar la puerta de la estación y hacer una rabieta-. Sobre Croagunk, me temo que lo obligaron a volver a su lugar de registro. Looker… ¿investigation office? –preguntó Kris.
-Mi oficina en Kalos, es Kaliense –le respondió Looker-. Afortunadamente, Electrode estaba autorizado por la Planta de Energía de Ciudad Olivo, así que no me quedé sin Pokémon –les mostró Looker su Pokébola, pero entonces escuchó a Yuuji aclararse la garganta-. Oh, cierto. Lo lamento nuevamente, pero no pude hacer nada. Zawako tendrá que lidiar con las consecuencias –apuntó Looker despreocupadamente.
-Claro, claro, y cuando se entere de que yo ayudé a este desastre… -se fastidió Yuuji, Looker solo sudó frio-. ¿Qué sigue, detective? Desafortunadamente, me obligaron a deportar a mis Pokémon… mi equipo actual no sirve de mucho contra el Equipo Rocket –comentó Yuuji.
-Entonces, concéntrate en fortalecer a tu equipo –le respondió Looker-. Yo me pondré en contacto con Anabel y comenzaremos a idear un plan de acción junto a Silver. Tu responsabilidad de momento, es la de volverte más fuerte. Me pondré en contacto contigo después –terminó Looker, y colgó la llamada-. Ya que eso ha quedado resuelto, denme un momento para hablar con mi esposa, de preferencia en privado –pidió Looker.
-Claro, esperaremos en la recepción –comentó Kris, Silver la miró con molestia, pero ella insistió, y jaloneó a Silver fuera de la oficina, permitiéndole a Looker algo de privacidad, mientras él intentaba contactar con Anabel.
-Alola Anabel –saludó Looker divertido, del otro lado de la línea se escuchó un escándalo, mismo que preocupó a Looker, quien entonces escucho el sonido de gente pidiendo silencio-. ¿Estás en alguna clase de biblioteca? –preguntó Looker.
Biblioteca Central de Ciudad Caña Dorada.
-¡Looker! –exclamó Anabel, poniéndose de pie de su silla en la biblioteca, y levantando varios libros con la ayuda de Eusine y de Morty, mientras la bibliotecaria, molesta por el escándalo, refunfuñaba a la distancia, y mientras Lila dejaba de prestar atención a sus clases, para mirar a su madre confundida, y descubriendo la razón de sus reacciones.
-¡Papá! –abandonó Lila sus clases, molestando a la bibliotecaria por el ruido, y forzando a Eusine a ponerse de pie y distraerla, primero intentando disculparse, pero cuando notó que aquello no funcionaba, Eusine hizo un comentario sobre sus hermosos ojos, apenando a la bibliotecaria, quien quedó impresionada por Eusine, y se distrajo de reprender a Anabel- ¡Quiero hablar con papá! –pidió Lila emocionada.
-En un momento amor, dame un segundo –terminó de levantar los libros Anabel, y se sentó en su silla, Lila no perdió el tiempo y fue a apagar su Tablet, para concentrarse en intentar hablar con su padre-. Te van a volver a poner falta… esta niña… -se quejó Anabel, pero posó su atención en Looker-. Looker, estaba preocupada, el submarino tomó bastante tiempo en salir a la superficie –se quejó Anabel.
-Y, aun así, el Equipo Rocket sabía exactamente dónde encontrarnos… -le comentó Looker. Morty acomodó los documentos sobre la mesa, y se sentó, Eusine por su parte, ya llevaba a la bibliotecaria al primer piso, lo que sobresaltó a Morty-. Nos atacaron, se llevaron a Ursaluna. En estos momentos estoy con Silver intentando idear un plan de rescate. ¿En dónde estás tú? –preguntó él.
-En la Biblioteca Central de Ciudad Caña Dorada, intentando que Lila tome sus clases –le explicó Anabel, mientras Lila bailoteaba queriendo hablar con su papá-. En un momento amor, necesito hablar con tu padre primero –le susurró ella.
-Bien, los veremos allí en unos minutos –le comentó Looker, y colgó el teléfono, Anabel sudó frio, y miró a su hija, quien aspiró por la nariz con tristeza, lo que preocupó a Anabel, quien rápidamente levantó a su hija y comenzó a acariciarle la cabeza, mientras ella lloraba por no poder hablar con su padre.
-¿Esto significa que vamos a cancelar nuestros planes? –preguntó Morty, con varios mapas extendidos sobre la mesa de trabajo, Anabel pensó al respecto- Si le explicas, él tal vez… -intentó decir Morty.
-Si le explico, solo voy a preocuparlo, y no pondrá atención a su trabajo –le comentó Anabel. Morty solo tenía una idea superficial sobre el trabajo de Looker, sabía que era un detective, y por las imágenes que vio en la mente de Anabel, sabía que se metía con criminales muy peligrosos, pero no sabía nada de su misión actual-. Pero, al mismo tiempo, no puedo mentirle… él es un detective muy bien entrenado, y si le miento… lo sabrá… -comentó ella preocupada.
-Entones, no le mienta –escuchó Anabel a Eusine llegar, limpiándose algo de labial de la mejilla, lo que molestó a Morty-. Quiero decir… Looker también debe tener presente, que se acerca la fecha prometida, ¿no es así? ¿Acaso a él no le preocupa? –preguntó Eusine.
-Él… está al tanto… tan solo… -comenzó Anabel, preocupada-. Como rara vez nos separamos, si el reseteo ocurre él solo… está allí para atenderme. Estoy convencida de que Looker ya tiene la fecha exacta en la cabeza –agregó ella preocupada-. Pero… como Detectives que somos, él sabe que debe perseguir una pista cuando la tiene. Si lo distraigo de su misión… -intentó decir ella.
-La misión de Looker es importante, no la conozco, pero me queda claro que debe de serlo, para encontrarse dentro de un submarino –le explicó Eusine, y Anabel asintió para él-. Pero también debe entender la otra parte de su misión… debes decirle la verdad… si no lo haces, ni él podrá concentrarse en su misión, ni tú en recuperar tus memorias… -le explicó Eusine, y Anabel meditó al respecto-. Dile la verdad… -le pidió él.
-No puedo… -aceptó ella, mirando a Lila, quien aún se lamentaba el no poder hablar con su padre-. Pero puedo convencerlo… de no participar en sus misiones está vez… -continuó mientras le frotaba la cabeza a Lila-. Si no miento al decirle una verdad, aunque esta verdad no sea la verdadera razón… tal vez… pueda evadir los instintos de Looker… aunque no va a gustarme para nada… -aceptó ella, y abrazó a su hija con fuerza.
Ruta 36. Sendero a las Ruinas Alfa.
-Entonces… ¿te ocultas en algún lugar, y registras a cuantos Stantler veas pasar? –preguntó Ayane, aburrida, y mientras miraba a Zawako oculta entre unos matorrales, con Eevoli a su lado y buscando donde dormir, y con unos binoculares sobre el puente de su nariz. Tras escuchar las quejas de Ayane, Zawako se viró, y pidió silencio-. Esto aburre… -se quejó Ayane en un susurro.
-No tienes que acompañarme si no quieres… Yuuji normalmente no lo hace… -le comentó ella, volviendo a observar con sus binoculares, buscando entre la maleza, y encontrando unas astas sobresaliendo entre unas ramas. Ayane suspiró aburrida, se acercó a Zawako, y notó que dibujaba en una libreta con su mano derecha la forma de las astas del Stantler que veía, mientras con la mano izquierda sostenía los binoculares-. Las astas de este Stantler también están listas para el desmogue… qué extraño… -se quitó los binoculares Zawako, y se sentó en el suelo, molestando a Ayane.
-¡Te vas a ensuciar! –recriminó Ayane, sobresaltando a Zawako, y al Stantler que Zawako estaba espiando, quien asustado y sin saber de dónde vino el grito, escapó dando saltos y golpeando su cornamenta contra una rama. La cornamenta se cayó, aterrando a Ayane- ¡Oh no! ¡Hay que atrapar a ese Stantler y llevarlo a un Centro Pokémon! –se quejó Ayane, intentando correr tras el Stantler.
-Eevoli, por favor y gracias –pidió Zawako a Espeon, quien ya intentaba dormir sobre una rama, y despertó para mover su cola y atrapar a Ayane con su Fuerza Psíquica, y obligarla a regresar, donde Zawako la esperaba de brazos cruzados-. Si vas a acompañarme, tienes que hacer silencio. Y discúlpame si me ensucio, soy una Bióloga Pokémon en entrenamiento, mi trabajo es ensuciarme –se quejó Zawako, Espeon liberó a Ayane, quien cayó de sentón al suelo-. Y no es necesario llevar a Stantler a ningún Centro Pokémon, el proceso de desmogue es de lo más común, aunque hubiera sido preferible que una hembra se la comiera, no que la perdiera escapando de sus posibles depredadores –levantó la cornamenta Zawako, analizando la misma-. No está hueca, aún tiene grandes niveles de calcio y minerales, pero aun así ocurrió el desmogue… están en etapa reproductiva, pero eso no es posible, si el Festival del Viento se celebra a la llegada de la primavera, y los Stantler se reproducen recién iniciado el invierno, el ciclo reproductivo de los Stantler está desfasado tres meses, tal vez por eso hay más Stantler de lo habitual –meditó Zawako para sí misma.
-¿Estás segura de que Stantler no se va a desangrar? –preguntó Ayane preocupada, y mientras miraba la cornamenta en manos de Zawako, quien se regocijó por lo linda que era Ayane- No quiero un Stantler, pero aunque Yuuji diga que me limite a atrapar solo lo que vaya a entrenar, si es por salvar a un Stantler, aún puedo alcanzarlo –pidió ella.
-Ni corriendo lo más rápido que puedas podrías hacerlo –sudó frio Zawako-. Mira, si quieres acompañarme en mi trabajo, necesito que seas silenciosa, y no asustes a mis sujetos de investigación –le pidió Zawako, y Ayane asintió-. Si lo haces, yo prometo explicarte por qué Stantler no está herida, y además me cuidaré de no ensuciar mi ropa, con esto –sacó su bata de laboratorio Zawako, molestando a Ayane. Zawako se colocó la misma, y se sentó en el suelo- ¡Ya extrañaba mi batita! –agregó ella alegremente.
-Te dije que tiraras esa cosa… -se molestó Ayane, Zawako sudó frio por sus reacciones-. Pero ya me queda un poco más claro por qué siempre estaba toda mugrosa. Puedo aceptar la bata, solamente si la usas en tus estudios de campo –continuó ella, abriendo su mochila, sacando un pañuelo, colocando el mismo en el suelo, y sentándose justo sobre el pañuelo-. Entonces, ¿Stantler está herido? –preguntó.
-Herida, era una hembra, y al parecer estaba preñada –le comentó Zawako, sorprendiendo a Ayane, quien no se explicaba como Zawako sabía eso-. Te explico, los Stantler cuidan de sus cornamentas todo el año, aunque los machos suelen perderlas con mayor facilidad que las hembras. Verás, las cornamentas de los Stantler no son hueso, son estructuras dérmicas que pierden la epidermis mientras crecen su tegumento –explicó ella, Ayane hizo una cara de molestia ante la explicación-. Bueno… veamos… es más parecido a una uña que a un hueso… -resumió ella, Ayane asintió, comprendiéndolo-. Las astas crecen en tanto los machos como las hembras, aunque los machos suelen tener astas más pronunciadas, y con más orbes inclusive. ¿Ves esta perla oscura? –le mostró, y Ayane asintió- Esta es una esfera de queratina, más suave al tacto que la asta, y tiene una doble función. La primera, es la de parecer la pupila de un animal más grande para asustar a sus depredadores, la segunda, la de expeler un olor placentero que tranquilice a sus depredadores, o cause un efecto alucinante. En este caso corrimos con suerte, como Stantler no sabía por dónde veníamos, no liberó sus fragancias corporales, lo que hubiera sido peligroso, insisto que debes mantener el silencio –reprendió ella.
-Ya entendí, no me fastidies con eso –picoteó con su dedo Ayane la asta, estremeciéndose por la sensación entre suave y peluda-. Ew… ¿cómo puedes tocar esta… cosa? –se quejaba ella, y se limpió el dedo con la falda de su vestido.
-Hasta allí llegó el quedarse limpia… -sudó frio Zawako-. Las astas de los Stantler macho pueden caerse por combatir a otros machos por territorio, pero aún si se les cae, estas pueden volver a crecer con el tiempo. La asta normalmente es muy fuerte, y no llega a caerse tan fácilmente, ni siquiera en algunos combates. Pero la asta, además, suele pasar por un proceso llamado desmogue, proceso en el que la asta se desprende de forma natural, y que suele ocurrir en el periodo reproductivo de los Stantler –le explicó Zawako, lo que apenó a Ayane-. El macho se desprende de sus astas, y se las ofrece de comer a la hembra. La asta contiene grandes cantidades de calcio y minerales que la hembra necesita para el correcto crecimiento de sus crías, y después de nacidas estas, la hembra puede desmogar sus propias astas también ya sea para darlas de comer a sus crías, o para recuperarse de dar a luz. Lo que significa que, lo mejor que podemos hacer, es volver a dejar la asta en el lugar donde la encontramos, debido a que esta hembra ya eligió este territorio para alimentarse y cuidar de sus crías –le explicó ella.
-Los Pokémon son demasiado raros… -se quejó Ayane, mientras Zawako volvía a colocar la asta donde la había encontrado, e incluso restregaba algunas hojas sobre la misma para enmascarar su olor-. Pero, aunque no mostraste preocupación por Stantler, también te preocupaba otra cosa, ¿no es así? –preguntó Ayane.
-Sí, las fechas no coinciden… -se sacudió las manos Zawako en su bata, lo que molestó a Ayane, quien seguía molesta por lo poco femenina que le parecía Zawako, y comenzó a sentirse enferma por lo sucia que siempre debía estar su bata-. El ciclo reproductivo de los Stantler en esta parte del mundo, inicia a principios del invierno y termina a inicios de la primavera, cuando hay más alimento para sus crías –le explicó Zawako-. Pero estamos a inicios de la primavera, y los Stantler apenas están en su etapa reproductiva, lo que significa que las primeras crías nacerán a inicios del verano, cuando hay menos comida, y los depredadores están más activos. ¿Por qué los Stantler cambiarían sus hábitos reproductivos? Es casi como si… –se preguntó Zawako, tomó su celular, y comenzó a investigar algo.
-¿Descubriste algo? –preguntó Ayane, mientras Zawako leía algunas páginas de información sobre los Stantler, Ayane incluso se asomó, algunas de las páginas que Zawako leía estaban en Kaliense, por lo que Ayane no entendía lo que estaba pasado.
-Algunos Pokémon existen en más de una región… -comenzó a explicarle Zawako, y Ayane asintió-. Por las condiciones climáticas de las diferentes regiones, en ocasiones los Pokémon presentan variaciones. Estas variaciones son un área muy estudiada actualmente, y que ha llevado a los biólogos que investigan a estos Pokémon a concluir que genéticamente hablando el Pokémon no cambia de región a región, pero sí cambia a nivel conductual. Los Pokémon de la misma especie en ocasiones, aprenden movimientos en algunas regiones, que no aprenden en otras regiones, ya que enfrentan diferentes condiciones de vida. Por ejemplo, el Pokémon Stantler no aprende el movimiento Plancha, de tipo Bicho, en Johto, porque en la Ruta 36, que es su hábitat natural, no hay Pokémon de tipo Psíquico o Siniestro de los cuales tenga que defenderse, todo lo contrario, su principal depredador es Growlithe, un tipo Fuego, así que el movimiento Plancha, de tipo Bicho, no le sirve de nada. Donde sí le sirve es en Sinnoh, donde el movimiento le sirve para defenderse de los Meditite, que son muy violentos, y parte Psíquico –le comentó, y tanta explicación ya mareaba a Ayane, lo que Zawako comprendió, por lo que decidió ir al punto-. Otro cambio en los hábitos de los Pokémon que existen en diversas regiones, es el periodo reproductivo, y este tiene que ver más con el clima. En Sinnoh, Stantler habita las cercanías del Monte Corona, y por su altura, es un lugar más frio. Stantler entonces, no se reproduce al inicio del invierno en el Monte Corona, cuando la temperatura es muy baja, sino que opta por reproducirse al inicio de la primavera, para tener a sus crías en verano, en una temperatura más templada y adecuada –le explicó, y Ayane, aunque Zawako diera muchas vueltas a sus explicaciones, comenzó a comprenderlo-. Sospecho que estos Stantler… no son de Johto… sino de Sinnoh… sus ciclos reproductivos no encajan… -se preocupó Zawako, pensando en lo que ocultaba Yuuji, y deprimiéndose un poco.
-No me agrada esa mirada… ¿va a pasarle algo malo a los Stantler? –preguntó Ayane preocupada, en su rama, Espeon sintió las emociones de su entrenadora, y se preocupó de igual manera, haciéndoselo saber a Zawako con ladridos tenues. Zawako miró a Ayane, y después a Espeon, y sonrió para ambas.
-Los Pokémon, se adaptan mucho más rápido que los humanos a sus entornos –les comentó Zawako, mirando en dirección al sendero por el cual Stantler había huido, y divisando algunas ruinas ocultas entre la maleza y el bosque-. Presiento que voy a tener mucho trabajo, y me gustaría comprobar mis preocupaciones, pero… aún si mis preocupaciones están fundamentadas o no, el trabajo de un Biólogo Pokémon es descubrirlo. No es como que pueda ir a preguntarle a un Stantler, ¿verdad Eevoli? –guiñó el ojo Zawako, y Espeon sudó frio- De momento es suficiente con lo que ya recabé de información. Si quieres acompañarme mañana, eres bienvenida –agregó ella.
-Te acompaño mañana, pero esa te me la quitas inmediatamente –apuntó Ayane a la bata de Zawako, quien sudó frio por las acusaciones de la chica-. Dámela, voy a lavarla. ¡No descansaré hasta que esté reluciente de limpio, que asco! ¡Está llena de mugre! ¡Ew, ew, ew, ew! –pataleaba Ayane, mientras Zawako se quitaba la bata, y se la entregaba, Ayane se cubrió la mano con su pañuelo, y tomó la bata con este, negándose a que la bata la ensuciara, aunque arrastrándola mientras se retiraba.
-La vas a dejar peor… -se preocupó Zawako, pero Ayane ya se retiraba haciendo rabietas por lo sucia de la bata, mientras Espeon bajaba de la rama, y se reunía con su entrenadora, hablándole en su idioma peculiar-. Sí… es un caso complicado… -le comentó Zawako-. Si lo que creo que está pasando es cierto, no solo tendremos problemas con los Qwilfish y los Overqwil… todo esto empata con las preguntas que me hacía Anabel, y con la llegada de Yuuji a Johto. Él… estaba al tanto de esto… pero no me lo dijo… -admitió ella, entristecida, Espeon habló con ella intentando animarla-. Ya lo sé, no necesitas explicarme nada… sé que Yuuji no es malintencionado, y si no me dice las cosas es porque no quiere preocuparme… pero… bueno… no me gusta que nos guardemos secretos, pensaba que desde lo de mi habilidad, y él siendo un príncipe del crimen, ya lo habíamos solucionado todo… es… triste ver que no es así… -admitió Zawako preocupada, Espeon solo se frotó contra las piernas de Zawako, intentando animarla-. Estoy bien, y debo adelantarme o Ayane va a preocuparse –agregó ella, Espeon sin embargo, continuó preguntando cosas a Zawako-. ¿Ayudarme? No lo sé… es poco ético… aún no me recupero de lo sucia que me sentí por la investigación de los Mewtwo que, por cierto, no terminé… aunque… es demasiado trabajo para una aspirante a Bióloga Pokémon… -meditó Zawako al respecto, frotándose la barbilla, pensativa. Espeon entonces exclamó con orgullo-. ¿Ah sí, sabelotodo? ¿Crees que por ser un Pokémon puedes descubrirlo tú misma? Adelante entonces, pero ten cuidado, los Growlithe de Johto son un tanto más agresivos que los de Kanto, y te recuerdo que estás en su menú –le apuntó Zawako, cuando escuchó el grito de Ayane llamándola a la distancia-. ¿Estás segura? –preguntó Zawako, Espeon asintió- Ve entonces, pero ten cuidado… -le pidió Zawako, y comenzó a correr rumbo a la ciudad-. ¡Ya voy Ayane! ¡Estaba registrando unas muestras de Stantler…! –comentó Zawako, apresurándose a llegar con Ayane.
-¿Qué clases de muestras? –escuchó Espeon a Ayane preguntar con curiosidad, seguido de los gritos de molestia de la chica- ¡Eeeeewwwww! ¡Los Biólogos Pokémon son asquerosos! ¡No me toques hasta que te laves las manos! –se quejó Ayane, Espeon sudó frio por aquello, y comenzó a caminar por el sendero en dirección contraria, dirigiéndose a las Ruinas Alfa.
Usando su olfato fue fácil para Espeon encontrar a una pequeña manada de Stantler, entre los cuales se encontraba la Stantler sin una de sus astas. Espeon se movió sigilosamente, trepando uno de los árboles, con cierta dificultad gracias a su barriga, algo pronunciada por la falta de ejercicio, de hecho, apenas pudo subirse a la rama, comenzó a respirar pesadamente, falta de aire. Aun así, Espeon se las arregló para treparse a varias ramas, y seguir a la manada de Stantler por una parte más elevada.
Espeon, como perteneciente a una clase depredadora, y sabiendo gracias a Zawako que los únicos depredadores de la zona eran los Growlithe, sabía que los Stantler no mirarían arriba, ya que sus principales depredadores estarían en el suelo, no en los árboles. Desafortunadamente para Espeon, quien intentaba espiar a los Stantler para ayudar a su dueña con su trabajo, falló en darse cuenta de que los árboles de las ruinas eran frecuentados por otro tipo de Pokémon, no depredador, pero que sí gustaba de marcar su territorio con pintura, resbalando al pisar una rama humedecida con pintura verde, y estrellándose contra un Smeargle, Pokémon que en ese momento pintaba el árbol por el que Espeon pasaba de verde, y haciéndolo perder el equilibrio.
-¡Smear-smear-smear-smear-smear! –se quejaba Smeargle intentando no caer de la rama y ganar equilibrio, Espeon notó lo que ocurría y mordió la cola de Smeargle intentando ayudarlo a mantenerse sobre el árbol, pero solo terminó cayendo junto con él al suelo, y alertando a los Stantler, quienes comenzaron a reunirse, y a juntar sus cuerpos, apuntando sus astas en dirección al preocupado Smeargle, y al asustado Espeon.
El Stantler líder de la manada bramó agresivamente, el Smeargle, exigiendo que dejaran su territorio, le arrebató a Espeon su cola, pintó al aire, e iluminó su mandíbula con energías Siniestras, aprendiendo gracias a su movimiento, Esquema, el ataque de Mordisco de Espeon, que solo había utilizado para prevenir que Smeargle cayera del árbol. Smeargle mordió, incomodando a Stantler, pero este saltó al aire, y pateó con fuerza, lo que impresionó a Espeon, mientras Smeargle quedaba noqueado por el movimiento de tipo Lucha, Patada de Salto Alto. El Stantler entonces se dirigió a Espeon tras haber lidiado con Smeargle, y Espeon, aterrada, comenzó a mover sus patitas pidiendo clemencia, pero cuando se percató de que no la obtendría, comenzó a pedir ayuda mientras se rodeaba a sí misma con sus poderes psíquicos.
De entre los árboles, y acudiendo en auxilio de Espeon, llegaron otros Pokémon psíquicos que reaccionaban a los poderes de Espeon, una parvada de Natu, que comenzaron a revolotear alrededor de los Stantler, molestando al líder, que iluminó sus cuernos de un tono verdoso, e impactó a algunos Natu con su ataque de Plancha, justamente el ataque de tipo Bicho que Zawako había descrito, confirmando, al menos para Espeon, las sospechas de su entrenadora. Con su ataque de Plancha, Stantler dispuso de los Natu, quienes comenzaron a huir de regreso a los árboles, aunque uno de ellos, recordando el pedido de auxilio de Espeon, se posó sobre Espeon, habló en el idioma Pokémon, y Espeon mordió la cola de Smeargle, despertándolo de su estado de debilitamiento por el dolor. Natu entonces miró a Stantler, quien preparaba un nuevo ataque de Plancha, pero en lugar de que Natu lo enfrentara, este aplaudió un par de veces, y se tele transportó, dejando a Stantler estamparse contra el árbol más cercano.
Una vez que el Stantler alfa se percató de que ni Espeon, ni Smeargle, ni los Natu, se encontraban en los alrededores, y que por ello, ya no corrían peligro, el Stantler se dirigió a su manada, y les pidió seguirlo, cuando de pronto, un sonido extraño llamó la atención de Stantler, un sonido que se repitió varias veces, como campanas, pero extrañas, más bien parecían los chirridos de un Pokémon que podía comunicarse en diversas frecuencias, y que comenzaba a llamar a los Stantler, en dirección a las Ruinas Alfa. El Stantler alfa, pareció comprender lo que los sonidos indicaban, y comenzó a guiar a su manada en dirección a las ruinas, entrando incluso en la primera que encontró.
Fuera del bosque de la Ruta 36, y más cerca de Ciudad Violeta que nada, Natu materializó a Espeon, y a un Smeargle que se quejaba por la mordida de su cola. Natu se despidió, y volvió a teleportarse, Espeon agradeció, aún con la cola de Smeargle en el hocico, notando la misma, y virándose al Pokémon furioso y que lo miraba con desprecio. Espeon se apenó y soltó la cola de Smeargle mientras intentaba disculparse, solo para terminar con Smeargle tomando su cola, y pintarrajeando a Espeon por todas partes.
Centro Pokémon de Ciudad Violeta. Área de Lavandería.
-No se quita… giak… -se quejaba Ayane, mientras restregaba la bata de Zawako contra las tejas de la lavandería, sacudiéndole el jabón, y refiriéndose a una mancha que Zawako no sabía explicar de qué se trataba, pero que Ayane ya tenía ideas muy asquerosas de lo que podría ser, mientras con sus manos enguantadas restregaba con todas sus fuerzas-. Juro que cuando termine con esta bata, estará tan blanca que parecerá nueva –restregó Ayane con más fuerza.
-Ten cuidado Ayane… esa bata tiene un valor sentimental… -pidió Zawako preocupada, mientras miraba a Ayane tallar y tallar, como si su vida dependiera de ello-. Al menos sentimental para mí, es la bata de mi padre, que tomé sin preguntarle por cierto… por favor no la rompas… -suplicó Zawako a Ayane.
-¡No la voy a romper! ¡Pásame el blanqueador! –exigía Ayane, Zawako buscó el mismo entre los utensilios de limpieza en el Centro Pokémon, y mientras lo hacía, notó a un Espeon varicolor paseándose deprimido por las afueras del Centro Pokémon.
-¡Un shiny! –gritó Zawako impresionada, asustando a Ayane, quien terminó lanzando el jabón por los aires, y pisando el mismo cuando cayó al suelo, por lo que cayó de sentón. Otros entrenadores en el área de lavandería viraron en dirección al Espeon, sorprendiéndose y dejando lo que estaban haciendo, y preparando sus Pokébolas, cuando el Espeon aterrado llamó el nombre de Zawako- ¿Eevoli? –preguntó Zawako, tomó su Pokébola, y llamó a Espeon, quien desapareció antes de ser embestido por una multitud de Pokémon que se lanzaron para atraparlo, Zawako entonces abrió la Pokébola, y Espeon respiró pesadamente pensando que no la libraba- ¿De qué te manchaste? ¿Es pintura? –preguntó Zawako, Espeon recriminó furiosa- ¿Un Smeargle? –preguntó, Ayane alzó una ceja en señal de sorpresa, Zawako lo notó- Creo que me apresuré a decir que era un Shiny, solo es pintura de Smeargle, lo siento chicos –se apenó Zawako, los entrenadores, molestos, regresaron a sus Pokémon, y continuaron con sus cosas, Zawako tomó un cepillo y un jabón- Después me cuentas qué descubriste, primero hay que bañarte –susurró Zawako.
-¿Cómo supiste que era Eevoli? ¿Y cómo supiste que estaba cubierta de pintura de Smeargle? –preguntó Ayane, Zawako sudó frio al respecto, mientras Ayane la miraba con sospecha- Eres… más rara de lo que pensaba. ¿Todos los biólogos son tan observadores? –preguntó.
-Doy gracias a que te parezcas tanto a Yuuji en estos momentos –admitió Zawako, alegre por la inocencia de Ayane-. ¿Me ayudas a bañar a Eevoli? La pintura de Smeargle es muy difícil de quitar cuando se seca –pidió Zawako, Ayane asintió, y las tragedias de Espeon, quien esperaba todo menos un baño, continuaron.
Ciudad Caña Dorada. Afueras de la Biblioteca de Ciudad Caña Dorada.
-¡Papá! –gritó Lila emocionada tras ver a su padre por fin después de tanto tiempo, Looker se agachó para recibir a su hija, que corría desde la entrada de la biblioteca, y se lanzaba a sus brazos. Detrás de Looker, Kris lloró conmovida, Silver solo hizo una mueca ignorando la situación. Anabel lo observó todo desde la entrada, tomó aire nerviosa, y comenzó a caminar en dirección a su marido y su hija.
-Hola amor –saludó Anabel, Looker se incorporó con su hija en brazos, y plantó un beso a Anabel, quien regresó el mismo entusiasmada, aunque también preocupada por lo que iba a intentar decirle más tarde. Pero, mientras agarraba valor, debía aparentar, por lo que posó su atención sobre los acompañantes de Looker-. ¿Agente Silver? –preguntó Anabel.
-Salvatore mientras estemos en público –respondió Silver-. Y ella es mi espora, Kris… -presentó Silver, Kris saludó militarmente, Anabel sudó frio, y regresó el saludo militar-. Ella es una figura pública, no tiene seudónimo –aclaró él.
-No lo necesito cuando paso la mayor parte de mi vida dentro de un submarino militar rodeado de soldados muy bien entrenados –admitió Kris-. Es aburrido… pero no debo preocuparme por los enemigos de mi esposo cuando se mete en problemas de los que seguro conoces muy bien –admitió Kris divertida.
-Los conozco perfectamente bien, no podemos estar en un mismo lugar por mucho tiempo, a riesgo de represarías –admitió Anabel, y por el rumbo de la conversación, supo que debía anclarse a su excusa en esos momentos-. Lo que me recuerda, Looker, tenemos que hablar. ¿Podemos dejar a Lila con Salvatore y Kris por unos momentos? –preguntó ella, llamando la atención de Looker.
-No soy niñera… -se quejó Silver, Kris solo codeó su estómago haciéndolo callar, y extendió sus brazos para Lila, quien se cohibió y enterró su rostro en el pecho de su padre. Looker acarició la cabeza de Lila, tranquilizándola, y convenciéndola de ir con Kris, quien entonces recibió a Lila, divertida-. Niños… -se quejó Silver.
Anabel sonrió, y pidió a Looker que la siguiera, entrando con él a la biblioteca, y dirigiéndose al segundo piso sin decir nada. Looker intuía que algo pasaba, sus instintos de detective manteniéndolo en alerta, y descubriendo que dos individuos lo miraban mientras ocultaban sus rostros detrás de unos libros, Eusine y Morty, para Looker fue fácil identificarlos, el Campeón Regional y un Alto Mando. Cuando llegaron a la pequeña sala de estudio separada por Eusine, en esos momentos vacía, pero llena de libros de consulta, Anabel invitó a Looker a pasar, y cerró la puerta con llave. Looker, siendo el detective experimentado que era, ya sabía que algo andaba mal, Anabel, con sus casi 8 años de experiencia y entrenamiento bajo su mano, sabía que él intuía algo, pero, haciendo acopio de sus habilidades, y soltando aire, se tranquilizó, se concentró, y actuó lo más natural que le era posible.
-Perdona si te traigo aquí con engaños, ya sé que se ve sospechoso, pero no quería mostrar debilidad ante Silver y su esposa –admitió ella, notando que Looker analizaba todos sus patrones de comportamiento, pero Anabel continuó actuando con naturalidad-. Es sobre Lila… no se está concentrando para nada en sus clases… siento que el ritmo de movernos de un lado al otro la está afectando –admitió ella, Looker analizó lo que Anabel decía, y sonrió.
-Es natural… -admitió Looker-. Nuestra línea de trabajo es muy exigente. Por eso dejamos a Lila en Kalos con Emma, pensábamos que era mejor para ella concentrarse en un solo lugar, hacer amigos, y ser una niña normal. Las cosas cambiaron un poco claro. Nos dejamos convencer de que podía tomar clases en línea después de todo… -admitió él.
-Sé lo que acordamos –meditó Anabel al respecto-. Volver a dejar a Lila en Kalos, no era justo. Las clases en línea parecían buena idea, pero… siento que va a retrasarse demasiado –admitió Anabel, Looker asintió-. Creo… que lo mejor es inscribir a Lila a clases presenciales. Pero si hacemos eso… -comenzó ella preocupada.
-Uno de nosotros tendría que quedarse a cuidarla, ¿es eso? –preguntó Looker, Anabel asintió, sentándose sobre la mesa, pensando al respecto, mientras Looker se sentaba con ella- Y piensas que esa persona deberías ser tú –comentó él.
-Nada se le escapa, Detective Looker –sonrió Anabel, y entonces se apenó-. Lila merece una vida normal… una familia normal… sé que nuestra misión, nuestro trabajo, es importante. Pero… ya la abandoné por 7 años… no puedo abandonarla de nuevo –comentó ella.
-Comprendo… -le respondió Looker, y meditó al respecto-. Hay buenas escuelas aquí en Ciudad Caña Dorada. Solo es cuestión de hacer unas llamadas, y tendremos a Lila inscrita en alguna escuela local. ¿Segura que podrás con un trabajo de oficina y no de campo? –preguntó Looker.
-La Biblioteca Central de Ciudad Caña Dorada tiene acceso a los archivos policiacos de toda la región –le comentó ella-. Además, es la capital de Johto, y se conecta muy fácilmente con el resto de ciudades. Sé que jamás he hecho trabajo de oficina, pero podría adaptarme. Ya hasta creo que podría instalarme en alguna oficina aquí –admitió ella.
-Si es lo que quieres, dedicaré algo de tiempo a buscar una pequeña casa en renta. Aunque el alquiler de Ciudad Caña Dorada no es nada barato –le sonrió con preocupación Looker, Anabel sonrió de igual manera.
-De verdad lo siento mucho, Looker… pero creo que ambos sabíamos que este día llegaría. En la línea de nuestros trabajos, era imposible llevar una doble vida –le recordó Anabel, y Looker asintió-. No dejaré de investigar, pero, ¿estás seguro de que está bien? ¿No te molesta? –preguntó ella preocupada.
-Anabel… confío plenamente en ti –le contestó Looker, lo que fue una puñalada en el corazón de Anabel-. Si crees que es lo mejor para Lila, yo te creo, y yo te apoyo –prosiguió él, el dolor en el corazón de Anabel volvió a hacerse presente-. Iré a hablar con Silver y Kris… o Salvatore y Kris, lo que sea. Les diré que tengo que atender a algo importante primero. Silver no va a estar nada contento, él querrá seguir la pista de Ursaluna antes de que se pierda, pero esto es importante, y redoblaré esfuerzos para encontrar al Equipo Rocket. Créeme que te entiendo, esto de intentar llevar una doble vida es muy complicado, pero él tendrá que entender, ya regreso… -comenzó Looker, retirándose, cuando Anabel extendió su mano, y atrapó la gabardina de Looker, quien se detuvo.
-Basta… sé que sabes que estoy mintiendo… -comenzó Anabel, Looker no dijo nada, solo esperó-. O, mejor dicho, sé que sabes que estoy diciendo la verdad, pero que estoy ocultando algo. Me recorrí a mí misma por todas tus enseñanzas, hice todo lo posible por ocultar mis intenciones, y sé que no lo logré… y, aun así, ¿te atreves a decir que confías en mí? –los ojos de Anabel se humedecieron, y sus lágrimas cayeron sobre la madera, lo que Looker notó.
-Si te hace sentir mejor, tienes razón y Lila no se merece este estilo de vida –comenzó Looker, dándose la vuelta, y mirando a Anabel fijamente, aunque ella estaba ahogada en lágrimas-. Y te estoy diciendo la verdad… confío plenamente en ti… no necesito que me expliques nada. Tendrás tus razones… -admitió él.
-Las tengo… pero el día en que me casé contigo la primera vez, en mi tercera vida… la Anabel de ese entonces lo dejó escrito por todas partes de su diario… -comentó Anabel, acercando su mano a uno de los libros de la mesa, y encontrando el diario al que se refería, con una página marcada en la misma-. "Sin secretos, entre Looker y yo" –abrió el diario Anabel, y se lo mostró a Looker-. "He decidido que Looker sabrá siempre todo de mí, y que yo sabré siempre todo de él. No sé cuánto durará esta vida, ni si volveré a resetearme, ni si podré vivir una vida normal. Pero aquí en estas páginas escribo, antes de dirigirme al altar, que he decidido aceptar mi vida tal cual es. Y que viviré plena, ya sean 8 años, o los que mi mente quiera permitirme. Sin arrepentimientos." –continuó leyendo ella, pero tuvo que limpiarse las lágrimas para seguir leyendo-. "De la Anabel de hoy quien acepta a Looker como el único hombre en su vida, a la Anabel del mañana que seguro no sabe qué pensar de él. Elijo… ser feliz…" –terminó Anabel, y cerró el diario-. Me tomó seis años aceptarlo Looker… el que éramos más que… compañeros de trabajo –admitió ella, y Looker asintió-. Intenté no ser esa persona. Intenté que nuestra relación fuera estrictamente laboral. ¿Y sabes qué conseguí? Ser la Anabel más arrepentida y amargada de las 4 que han existido. Ya no más… no… me niego a esto, me niego a que mi vida, sea una tragedia tras otra, quiero vivir Looker, y me niego a olvidar… esta Anabel evadió la felicidad, por 6 años, se atrevió a volver a amar un año más, y está a menos de un año de desaparecer. ¿Llamas a eso vida? –se quejó ella, Looker solo la dejó desahogarse- Descubrí una forma… de no desaparecer… debo recordar… tengo que recordar… pero para lograrlo, necesito concentrar todos mis esfuerzos en esto, no en el Equipo Rocket… -terminó Anabel, y Looker la abrazó con fuerza-. Perdóname… por mentirte… –lloró ella-. Yo sé que debes estar incluso más agobiado que yo… ya que yo desaparezco, yo olvido… pero tú tienes que hacerte el fuerte… y ver a la siguiente Anabel… como tu discípula… como tu jefa… como tu esposa, tu amante, y la madre de tu hija… todo mientras ese maldito contador avanza… y me vuelve a arrebatar de ti. ¿Cómo has podido vivir esto? –se preguntó ella, sin poder controlar sus lágrimas.
-Es lo que soy… -admitió él-. Es lo que decidí ser… -le comentó, y Anabel lo abrazó con más fuerza-. La verdad, no lo entenderías… lo que soy capaz de hacer por ti. Siempre he estado de acuerdo en que esto debe parar… tan solo… eres la primer Anabel que piensa así… -admitió él, y Anabel asintió, sin querer romper el abrazo-. Haz lo que tengas que hacer, para romper el ciclo… yo te apoyaré en todo lo que sea… inscribiré a Lila a una academia aquí en Caña Dorada, contrataré a una niñera para permitirte libertad de movimiento, y no te molestaré con mis casos. Tú concéntrate en lo que tengas que hacer, yo estaré al pendiente de la fecha… y estaré allí, para bien o para mal… -le aseguró él.
-Voy a necesitar que seas lo más específico posible, con la fecha… -pidió Anabel mientras sorbía por la nariz, lo que no fue del agrado de Looker-. Escucha… todas las Anabel antes de mí, lo han sabido. Comienzas a actuar extraño cuando se acerca la fecha del reseteo –le explicó ella, Looker asintió-. No solo sabes que pasa, sabes la fecha exacta. No has actuado diferente de lo habitual, solo por eso sé que aún hay tiempo. Pero necesito saber la fecha, Morty dice que es el equivalente a conocer la fecha de mi muerte, y puede que tenga razón. Pero te lo pido como tu esposa… dime la fecha… necesito saberla, para poder ver el día después de la fecha, y exclamar: "estoy viva" –suplicó ella, Looker lo pensó, y asintió.
-Entonces… te diré la fecha exacta de tu próximo reseteo… -le comentó él, y Anabel asintió, y ambos compartieron un abrazo más, un abrazo de confianza, y de apoyo mutuo. Sus caminos estarían separados de ahora en adelante, pero, con un poco de suerte, habría un día después, de la fecha maldita, esperando con esperanzas renovadas para el futuro.
Centro Pokémon de Ciudad Violeta.
-¿Patada de Salto Alto, y Plancha? –era de noche ya, y Zawako era de las pocas personas que esperaban en la recepción del Centro Pokémon, ya a oscuras, y con la aburrida Enfermera Joy del turno nocturno tomando lo que seguramente era su tercera taza de café y haciendo crucigramas en la recepción, mientras Zawako, en un sillón cercano a la entrada, con Ayane dormida y usando sus piernas de almohada mientras se tapaba con su bata de laboratorio, charlaba con Espeon, ya en su color natural- Entonces es como me temía, los Stantler de Sinnoh utilizan Patada de Salto Alto para defenderse de los Geodude y Graveler, y Plancha para defenderse de los Meditite –admitió Zawako, preocupada, y acariciando la cabellera de Ayane, quien se hacía bolita bajo la bata de Zawako-. Realmente son Stantler de Sinnoh –suspiró Zawako, preocupada-. Esto es demasiado preocupante… aunque Stantler sea un Pokémon que existe en Johto en mayores números incluso que en Sinnoh, el cambio conductual podría tener repercusiones muy peligrosas en Johto… -admitió ella, distrayéndose entonces, mientras las puertas de cristal se abrían.
-El Pokéatlon es demasiado complicado… ¿por qué me ofrecí a esto? –preguntaba Yuuji a Torchic, mientras caminaba leyendo el libro recién comprado con las reglas del Pokéatlon. Tan concentrado en su lectura estaba Yuuji, que pasó por enfrente de Zawako sin darse cuenta, por lo que Torchic, quien sí se dio cuenta, le picoteó la cabeza- ¡Óyeme! –se quejó Yuuji.
-¡Shh! –pidió Zawako, solo entonces Yuuji se dio cuenta de la presencia de la chica, de su Espeon, y de Ayane durmiendo sobre sus piernas- Bienvenido –le sonrió Zawako en un tono bajo de voz para no despertar a Ayane-. ¿Cómo estuvo el trabajo? –preguntó ella dulcemente.
-Digamos que no tendré que preocuparme por fondos en un buen rato –le sonrió Yuuji, mientras Torchic bajaba de su hombro, saludaba a Espeon, y esta le respondía de forma monótona y cansada-. ¿Cómo te fue a ti? –preguntó Yuuji, sentándose al lado de Zawako.
-Estresada… -comentó ella, preocupando a Yuuji-. No estresada a nivel Mewtwo… pero sí estresada a nivel Marowak dentro de la Torre de Radio… nuevamente me veo obligada a descubrir el por qué hay Pokémon que no deberían de estar presentes donde se están presentando. Pero supongo que sobreviviré… -admitió ella, Yuuji solo la miró, preocupado-. ¿Tendrás tu batalla de gimnasio mañana? Me daré el tiempo de estar libre para poder verla –agregó ella.
-Supongo… no he llamado a Kaze para agendarla… -le comentó Yuuji, Zawako asintió, aunque se veía bastante cansada-. Oye… ¿de verdad estás bien? Quiero decir… lo que se puede llamar bien mientras consideramos que eres una Bióloga Pokémon en entrenamiento, a quien explotan como su tuviera un doctorado en Ciencias Biológicas… -se quejó Yuuji.
-Me salió graciosito el novio –se quejó Zawako, con una vena saltada en su frente-. Si Yuuji… estoy bien al nivel de no me pagan lo suficiente para el esfuerzo que hago… -declaró ella, lo que preocupó a Yuuji-. Pero es lo que hay, y tengo que aceptarlo. Soy una Bióloga Pokémon en entrenamiento, y aunque Gary Oak me explote laboralmente, me gusta lo que hago. Me gustaría que algunas cosas fueran más sencillas de explicar, pero hago lo que puedo, con las herramientas que tengo… al menos con las que puedo utilizar –le recordó ella, pero Yuuji continuaba mirándola preocupado-. ¿A qué viene esa mirada? Estoy bien, no te preocupes –admitió ella nerviosamente.
-No, no estás bien, y es en parte mi culpa… -admitió Yuuji, lo que incomodó un poco a Zawako-. Sé que vas a enojarte conmigo, pero hay algo que tengo que decirte –comenzó Yuuji, cuando Zawako lo detuvo.
-Si sabes que vas a decir algo que me va a hacer enojar, mejor no me lo digas –sonrió ella, confundiendo a Yuuji-. Yo confío plenamente en ti, Yuuji. No necesito explicaciones –admitió ella, pero Yuuji hizo una mueca.
-Los Stantler vienen de Sinnoh –admitió Yuuji, deprimiendo a Zawako-. Y no solo los Stantler, también al menos 100 Growlithe, 100 Scyther, 99 Electrode porque uno lo capturó Looker, 100 Voltorb, 4 Teddiursa, uno el mío, y un Ursaluna –resumió Yuuji, Zawako suspiró incomodada.
-No tenías que decírmelo… -admitió Zawako preocupada-. ¿Un Ursaluna? ¿Enserio? Me sorprende que sepas lo que es un Ursaluna. Y seguro violaste algún tratado de confidencialidad que Looker te hizo firmar. No quiero que te metas en problemas por mi culpa –admitió ella preocupada.
-Bueno, no es justo que tú te metas en problemas por mi culpa –admitió Yuuji, lo que estresaba a Zawako aún más-. Quería decírtelo… la razón por la que llegué a Johto, y no a Hoenn, es porque Looker me pidió apoyo para una misión de prevención de trata de Pokémon… la misión salió mal… y ahora hay un desastre biológico en potencia ocurriendo en Johto, y estresándote demasiado… lo lamento… -se disculpó él.
-¿Por qué lo lamentas? Tú no trajiste a esos Pokémon a Johto… -sudó frio Zawako, pero mantenía una sonrisa genuina en dirección a Yuuji-. En realidad, intentabas prevenir que esto ocurriera, así que gracias. Seguro hiciste todo lo posible por convencer a Looker de reubicar a los Pokémon de forma segura, no había forma de que supieras que eso era imposible por la variabilidad conductual de las especies –le explicó ella, Yuuji la miró confundido-. Cosas de biólogos… -resumió ella, Yuuji asintió-. De todas formas, por más involucrado que Gary esté con su conocimiento sobre el Equipo Rocket, ninguna ponencia científica que se respete aceptará un: "las especies fueron introducidas por una organización criminal", a lo mucho podré decir que fueron introducidas como mascotas, pero para demostrarlo tendré que recopilar demasiada información… y hacer varios muestreos… realizar capturas en video, fotografías, comprobar la variabilidad conductual, medir el aumento poblacional… ¿puedo pedirle a tu Profesor Regional que Groudon me trague? –lloró Zawako.
-No por favor, es demasiado posible… -admitió Yuuji, notando el estrés en Zawako tras enterarse no solo de los Stantler, sino de todos los demás-. Zawako… sé que no es mi culpa, pero de verdad, no debí habértelo ocultado… -admitió Yuuji.
-Eso no importa, es tu trabajo, no puedes ir divulgando secretos policiacos –admitió Zawako, aún estresada y pensando en todo el trabajo que tendría de ahora en adelante-. No quiero que te metas en problemas con Looker por irme con el chisme, solo dime: "es confidencial", y yo entenderé… -admitió ella.
-Me niego –respondió Yuuji, preocupando a Zawako aún más-. No me gusta guardarte secretos, puedo guardárselos a todo el mundo, pero no a ti. Tienes derecho a saberlo si necesito meterme en algo peligroso, y tengo el presentimiento de que voy a seguirme metiendo en cosas peligrosas, y que la de Ciudad Violeta, no es la última Estación de Policías en la que voy a terminar encerrado –admitió Yuuji, Zawako asintió, sabiendo que aquello era más que probable-. Sé que te estreso, y no quiero estresarte. Es solo que me importas mucho. Si aún quieres soportar todo esto… prometo hacer lo posible por evitarte preocupaciones innecesarias, pero tendré que enterarte de todo lo que haga –admitió él.
-No te atrevas siquiera, a pensar en cortarme, Yuuji Maximoff… -declaró Zawako molesta, Yuuji se preocupó, más al escucharla utilizar su apellido-. No voy a negarte que, muy probablemente, eres el causante de los mayores estreses de mi vida… eso no es mentira, sí me estresas mucho… -admitió Zawako, preocupando a Yuuji-. Pero también… me haces muy feliz… solo trata de que el porcentaje de felicidad sea al menos un poquito superior al porcentaje de estrés, ¿está bien? –pidió Zawako, Yuuji sonrió, y asintió- Ahora… dame un porcentaje de felicidad, antes de que me dé algo por pensar en todo el trabajo que el Equipo Rocket y Looker me están causando –pidió Zawako, Yuuji sonrió, y se aceró a ella, dándole un gentil beso, y apenándola-. Porcentaje de estrés bajando… -susurró ella.
-Puedo bajarlo aún más… -le susurró él, Zawako sonrió, pero Yuuji sintió una punzante sensación en su pierna en la forma de un pellizco, y se retrajo de golpe, frotándose la adolorida pierna, y confundiendo a Zawako.
-Oigan… no se anden besuqueando conmigo intentando dormir… -se quejó Ayane, un aura oscura rodeándola, mientras se incorporaba, y se estiraba, aunque con cara de pocos amigos, y mientras miraba a Zawako y a Yuuji con desprecio.
-Hola… Ayane… buenas noches. ¿Cuánto tiempo llevas despierta? –se preocupó Zawako. Después de todo, ella y Yuuji habían estado hablando sobre cosas que Ayane no tenía por qué saber.
-Voy despertando… pero ya sospecho que me ocultan cosas… -admitió Ayane, preocupando a Zawako y a Yuuji, quienes comenzaron a sudar frio-. Da igual… -comentó ella despreocupadamente, llamando la atención de ambos-. Yo también sé guardar secretos, si yo les dijera las cosas que sé sobre mis padres, tal vez algún día se las comparta, pero no lo creo, es tan confidencial que no podría… -se burló ella, realzando la curiosidad de Zawako, y molestando a Yuuji-. Pero ustedes se lo pierden, no les diré nada –se burló ella.
-Buen intento, pero no caeré –apuntó Yuuji, aunque Zawako ya estaba demasiado curiosa, y quería preguntar-. No… está blofeando… solo quiere que intercambies secretos con ella para decirte algo parecido a: "mi color favorito es el azul marino" –arremedó Yuuji.
-¿Estás seguro? –sonrió Ayane, mirando a Yuuji fijamente. Su mirada de seguridad, comenzó a incomodar a Yuuji- Jujuju, tal vez algún día te cuenta algo, Yuuji guapo. De momento, me deleitaré en saber que todos nosotros guardamos secretos. Y eso al menos, ante mis ojos, los hace a ambos inmensamente divertidos de atormentar. Ya que me fascina descubrir secretos –admitió ella, y miró a Espeon, quien sudó frio-. Buenas noches… Eevoli… -lo miró fijamente Ayane, incomodando a Espeon-. Buenas noches a ti también, hermano Torchic –se dirigió Ayane de forma más amigable a Torchic, quien posó orgulloso con su trajecito de monje-. Descansen, Yuuji, Zawako… mañana hay mucho que hacer… -bostezó ella, retirándose a la zona de habitaciones, mientras Zawako y Yuuji intercambiaban miradas.
-Creo que sabe que puedo hablar Pokémon… -susurró Zawako, Yuuji sudó frio al respecto, e intentó hablar, pero ella lo interrumpió-. Ya sé, ya sé… no estoy haciendo un esfuerzo suficiente para guardar el secreto, es totalmente mi culpa… entré en mi zona de confort, y ahora estoy pagando los platos rotos… -admitió ella.
-Tal vez… solo blofea para convencerte de contarle un secreto… -comentó Yuuji, pero Zawako lo negó con la cabeza, estaba enteramente convencida de que Amaya lo sabía-. Esto de viajar con una compañera nueva… es más complicado de lo que pensé… -Zawako asintió un buen número de veces-. Aunque… siento que podemos confiar en ella. Pero todo a su debido tiempo, mejor vamos a dormir, mañana tendremos mucho trabajo –aseguró él.
-No tienes ni la menor idea –se levantó Zawako, doblando su bata, y siguiendo a Yuuji a la zona de habitaciones-. Pero sabes… yo también creo que podemos confiar en Ayane… tal vez ella pueda entender nuestros secretos algún día –terminó Zawako, y el par volvió a sus respectivas habitaciones.
Esta historia continuará…
