Despertó feliz, hoy cumplia 11 años, lo que significaba que pronto recibiría su carta para ir a la escuela.
Buenos días pequeña ama - dijo un ser pequeño apareciendo a su lado - el amo la está esperando para desayunar
Buenos días - dijo saludando - muchas gracias, puedes decirle que enseguida bajo
La criatura desapareció, asi que ella se levantó casi de un salto, miró hacia su mesita al lado de su cama y le brindo una sonrisa. Ahí reposaba una imagen de una mujer sonriendo a una bebé
Buenos días mamá
Annelis bajo rápido las escaleras, para ver al hombre que la había recibido de pequeña, pues ella al igual que muchos otros niños había quedado huérfana en aquella guerra mágica.
Querida feliz cumpleaños - dijo el hombre de unos 28 años, el abrió sus brazos para recibirla - ya eres toda una jovencita, pronto tendré que comenzar a hechizar a unos cuantos que se atrevan a mirarte
Tio que cosas dices - le dijo la niña
Serás una señorita muy bella igual que tú madre
Annelis vivia con su tío Edward Fawley, era una hombre apuesto, aún soltero, pero muy cotizado por las señoritas de su círculo, pero él no tenía aún a quien brindarle su corazón; Annelis se preguntaba si ella era la causante.
Su tío sé había hecho responsable de ella desde la muerte de su hermana, su mamá, a pesar de tener tan solo 17 años. No quería permitir que la hija de su hermana fuera a casa de sus padres que tenían ideales extremistas; a pesar de eso, a sus abuelos los había podido conocer antes de que fallecieran.
El después de la guerra y sin el apoyo de sus padres emprendió su negocio y ahora era uno de los hombres más influyentes en el mundo mágico y muggle ya que su trabajo involucraba las piedras preciosas; por eso la mayoría de veces el estaba en el extranjero y quedaba bajo el cuidado de los elfos o de su padrino, no conocia a ningún otro familiar y eso no lo veia extraño ya que su tío le dijo eso desde muy pequeña y no preguntó más.
Después del desayuno con su tío sé fue a arreglar, ya que había bajado tal cual había despertado.
Luego del baño se comenzó a cepillar su cabellera, la cual le llegaba la cintura, color negro como la noche.
Sus ojos de color gris era muy distinta a la de su tío y madre que eran azules, siempre pensó que tal vez sacó el color de ojos de su padre.
Tocaron a su puerta, un hombre desaliñado, con cara siempre de cansancio entro por ella, llevaba una cajita, seguramente chocolate ya que le encantaba
¿Como está la cumpleañera?
Muy bien padrino - le dijo regalándole una sonrisa, su tío apareció junto a él con una carta y con una maleta
¿Que es eso?
La carta de Hogwarts - le dijo su tío
Y por qué tienes una maleta en mano?
Bueno querida, saldré de viaje, Remus te cuidará hasta que vayas a la escuela
Ahh - no sabía que más decir, no podía decirle que no vaya, que era su cumpleaños, su tío le dio un beso en su frente y se marchó.
Recuerdo cuando conocí a tu madre - le dijo su padrino - era como verte a ti, siempre discutía con Sirius, todos pensamos que terminarían juntos
Tu amigo de askaban?
Si, el espantaba a los pretendientes de tu mamá, era muy bella, parecía veela
El es mi papá?
Pudo ver cómo sus cejas se fruncian - ¿Que? No el no es
Tu¿conociste a mi papá? - su padrino se levantó del lugar donde estaba sentado, su cama
Debemos ir a comprar tus útiles, vamos - dijo saliendo
Padrino - lo detuvo - ¿lo conociste?
Sabía quién era, si... Y no, no tengo foto suya
