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Día 5: Pasatiempo para dos
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—Espera un momento, por favor. Iré a comprar los helados —le dijo, mientras acariciaba sutilmente su mejilla.
—Toma. Esta vez yo invitaré los helados —Ranma depositó en la mano de su prometida unos cuantos billetes para que comprara los mantecados.
—Ya vuelvo, no te muevas. —Akane le dio un casto beso en los labios, antes de marcharse a la heladería.
Ranma contempló la esbelta figura de su prometida perderse entre la multitud del centro comercial. Él era un amante de los helados y ella amaba complacerlo. Así que; por ello, habían acordado que su pasatiempo favorito sería ir a comer mantecados.
Sin embargo, a Ranma no le gusta que lo observaran comiéndose el postre, pues pensaba que esa satisfacción era agradable de apreciar únicamente en las chicas. Fue por esto que muchas veces acudió a su maldición para poder degustar en paz de la comida que tanto lo llenaba de alegría.
No obstante, desde que se liberó de esa pesada cruz que por tantos años lo atormentó, ya no volvió a comer un helado en público. Hasta que, Akane le dio la solución. La joven lo amaba sin control; así que, le propuso que cada fin de semana irían al centro comercial a comprar uno de esos deliciosos manjares y después se lo comerían a las afueras del lugar. El sitio era muy concurrido; sin embargo, la parte trasera del edificio nunca tenía visitas. Así que, era el área perfecta para disfrutar del dulce sabor de la vainilla mezclada con el chocolate.
—¡Aquí están! ¿Nos vamos? —inquirió, luego de regresar con dos vasos medianos llenos de helado.
—¿Eh? Sí, vamos. —Ranma tomó los helados, antes de salir con su prometida del centro comercial. Rápidamente llegaron a la parte de atrás y se sentaron en una banca olvidada que solo era visitada cuando ellos llegaban—. Esto es delicioso —musitó, cerrando los ojos. Ranma se comió el primer bocado, el cual le supo a gloria—. Es como estar en el cielo.
—Es tan placentero verte comer. Tanto que me hace muy feliz —expuso, mientras comía el suyo—. Te conviertes en un niño cada vez que comes helado.
—Entonces, soy tu pequeño niño —susurró, dándole un pequeño beso lleno de chocolate a la boca de su novia—. Me alegra poder compartir contigo algo que amo tanto.
—Y a mí me alegra estar a tu lado. —Akane acarició con ternura la mejilla de Saotome. Ella le sonrió, exponiendo ante él lo que había en su corazón—. Te amo.
La pareja siguió degustando tranquilamente de su helado, mientras apreciaban la hermosa puesta de sol que los acompañó. La tranquilidad y la paz los embriagó, haciéndolos amar aún más cada instante que pasaban uno al lado del otro.
Porque en los pequeños detalles se guardaban los más grandes y maravillosos momentos.
Fin.
¡Hola!
¿Cómo están?
Con este escrito cierro mi participación en la RanKane_Week, ya que el fin de semana tengo unos compromisos importantes que no me permitirán escribir. Espero me comprendan.
Sin embargo, estos cinco días fueron maravillosos, pues la experiencia de imaginar a mis queridos Ranma y Akane en diferentes situaciones fue fenomenal. Así que, espero que la oportunidad se vuelva a repetir.
Quiero agradecer de corazón a las chicas que integran la página de MFIYR por siempre pensar en mí para todas sus actividades. De verdad son un amor y siempre les estaré eternamente agradecida por tanto apoyo. Las quiero.
Así como agradecer a cada uno de ustedes que me acompañó durante estos días. ¡Mil gracias, son los mejores!
Los quiero. Los quiero con el alma.
Nos leemos muy pronto.
Con amor.
GabyJA
