Ranma ½ y sus personajes pertenecen a su creadora, Rumiko Takahashi, solo los estoy tomando prestados un rato.
Esta historia participa en la dinámica #RankaneWeek2023 titulada 1000 y 1 palabras de amor de la página de Facebook #MundoFanficsInuyashayRanma
.
.
Nuestra Historia
Momentos Mágicos
.
.
Akane
La vida puede cambiar en un segundo, hace una semana vivía mi vida como una chica feliz, tenía a mis papás, mis hermanas y mis amigos, todo me iba bien en la escuela y estaba viviendo la ilusión de mi primer amor, un apuesto, joven y gallardo doctor amigo de la familia.
Pero todo eso se vino abajo hace exactamente dos días, cuando mi mamá se desplomó en el suelo de la cocina mientras estaba sirviendo nuestros desayunos, fue la escena más horrible, mi papá comenzó a llorar desesperado, mi hermana Kasumi rápidamente se puso a atender a nuestra madre y mi hermana Nabiki llamó de inmediato a la ambulancia, y yo, yo me quedé viendo como todo se desenvolvía frente a mí, como si estuviera viendo una especie de serie de televisión en cámara lenta, paralizada por completo como una niña inútil.
Después de eso las cosas sucedieron muy rápidamente, la ambulancia llegó y se llevó de emergencia a mi mamá hasta el hospital, con ella se fue mi papá y mi hermana Kasumi, Nabiki me llevó hasta el colegio y me pidió que me quedara tranquila, que no perdiera clases porque faltaban pocas semanas para poder graduarme por fin del colegio, ella me avisaría en cuanto tuviera noticias de mamá.
No pude concentrarme en nada ese día, mis amigas intentaban animarme contándome los mismos chismes tontos de siempre, pero nada tenía ya ningún sentido para mí, cuando terminaron las clases salí corriendo a casa para ver si había noticias, pero no había nadie, así que me quedé sentada esperando junto al teléfono alguna llamada.
* Ring * Ring *
El sonido del teléfono me despertó de mi sueño
"Dojo Tendo" – contesté con la voz ronca
"¿Akane? Tuvieron que trasladar a mamá al hospital general de Tokio" – escucho la atropellada voz de Nabiki
"¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué está sucediendo Nabiki?" – pregunto desesperada apretando entre mis manos el auricular
"Aún no sabemos, el doctor Tofú necesita hacer unos exámenes para poder darnos un diagnóstico adecuado" – me explica
"Nabs…" – no puedo contener mis lágrimas
"Akane, necesito que te tranquilices" – me pide – "voy a ser sincera contigo, las cosas no se ven bien, intenta calmarte, mañana tienes un examen importante, ve y hazlo, luego reúnete con nosotros en Tokio"
"¿Cómo me pides que me calme? ¿Qué vaya a hacer un estúpido examen?" – grito fuera de mí
"Akane" – me habla fuerte – "tú sabes cuál ha sido siempre el sueño de mamá…" – menciona
"Si, lo sé" – contesto con la voz bajita – "vernos a todas en la Universidad"
"Entonces sabes lo que tienes que hacer" – dice tajante
"Si, pero Nabs…" – mi voz se quiebra
"Todo estará bien Akane, te mantendré informada"
Después de pasar la noche más horrible de mi vida, me fui a clases a hacer el dichoso examen, creo que a pesar de las circunstancias me fue muy bien, mi mamá va a estar muy orgullosa de mí, a penas sonó la campana, salí corriendo de ahí para ir a tomar el metro. El trayecto se me hizo interminable, estaba deseosa de llegar y saber en qué estado se encontraba mi mamá.
"Papá" – grito en cuanto veo a mi padre y mis hermanas sentadas en una sala de espera
"Akane hija" – se levanta y me abraza contra su pecho con fuerza
"¿Cómo está mamá?" – pregunto angustiada
"Aún no sabemos nada, el doctor Tofú está haciendo los últimos exámenes" – contesta acariciando mi espalda, puedo sentir como sus manos tiemblan de nervios
"¿Cómo te fue en el examen?" – pregunta Nabiki
"Bien, creo que será una de mis mejores calificaciones" – contesto
"Que buena noticia Akane" – dice mi hermana Kasumi con su dulce voz y una apacible sonrisa en el rostro – "Mamá va a sentirse muy contenta cuando se entere"
"Familia, aquí tengo los resultados" – la llegada del doctor nos interrumpe y todos nos ponemos de pie
"Doctor, dígame" – mi papá lo toma de las solapas – "¿Qué tiene mi Naoko?"
"Señor Tendo, voy a ser sincero, su esposa tiene un grave fallo renal, va a necesitar tratamiento urgente, si las cosas no mejoran tendremos que hacer un trasplante"
"¿Qué?" – gritó mi papá – "Dígame la verdad, ¿va a morirse?"
"Si no actuamos de inmediato" – hace un silencio y nos mira seriamente a cada uno de nosotros – "es una posibilidad"
"Nooooooo, mi Naoko" – comienza a gritar mi papá como loco
"Cálmese Soun" – lo toma de los brazos el doctor – "enfermera" – grita y de rápidamente aparecen un par de ellas – "prepáreme un sedante para el señor por favor"
"Si doctor, en seguida"
"Nooooooo, Naoko noooooo, ¿qué voy a hacer sin ti? Nooooooo" – sigue gritando mi papá desesperado
"Sosténganlo" – dice el doctor, toma una jeringa y lo inyecta haciendo que mi papá caiga desplomado en los brazos de las dos enfermeras – "llévenlo a la sala 3 para que descanse"
"Si, doctor" – se lo llevan
"Gracias" – Kasumi coloca su mano sobre su brazo – "doctor Tofú"
"¿Qué es lo que hay que hacer?" – pregunta Nabiki en modo serio
"Voy a hacer los trámites para internarla formalmente al hospital, va a necesitar terapia constante, mientras buscamos un donante" – nos explica
"¿Alguna de nosotras puede ser donante?" – cuestiona
"Si tenemos suerte si, tendremos que hacerles las pruebas" – nos mira a todas a los ojos
"¿Cuándo podemos hacernos esas pruebas?" – interroga Kasumi con decisión
"Voy a preparar todo, mañana mismo podemos hacerlo, si están de acuerdo" – nos mira seriamente a cada una de nosotras y todas asentimos – "Perfecto" – se dirige a Kasumi – "si puedes acompañarme, ya que tu padre no puede hacerlo, necesito tu ayuda para llenar unos formularios"
"Claro que sí doctor"
Observamos a los dos salir de la sala y Nabiki se voltea a mirarme
"Akane, solo faltan un par de semanas para que termines la escuela, lo mejor será que regreses a casa"
"¿Qué? De ninguna manera, yo quiero quedarme aquí con ustedes" – reclamo enojada
"Akane, ayer hablamos sobre esto, mamá estará muy bien cuidada aquí" – se cruza de brazos – "no podemos estar todos aquí todo el tiempo, solo estaríamos estorbando"
"Querrás decir que YO estaría estorbando" – digo con rencor
"No seas niña y compórtate como una adulta" – me regaña enojada – "este no es momento para tus caprichitos, la situación es grave, todos debemos poner de nuestra parte, Kasumi y papá se quedarán cuidando de mamá, yo mientras tanto me encargaré de las finanzas, alguien tiene que pensar en cómo vamos a pagar por todo esto"
"Lo siento" – murmuro con los ojos humedecidos
"Ven acá" – me abraza fuerte contra ella – "Yo también tengo miedo" – confiesa en mi oído – "pero debemos ser fuertes por papá y mamá"
"Nabs" – la abrazo y hundo mi cabeza en su cuello – "¿qué pasará si ninguna de nosotras es compatible?" – mi voz se quiebra
"No pensemos en eso pequeña, estoy segura de que una de nosotras lo será y todo estará bien"
Después de varios minutos abrazadas, nos separamos, yo decidí ir a buscar a Kasumi para despedirme y preguntarle al doctor si podía pasar a ver a mamá un momento, la escena que me encontré al entrar en la habitación donde se encontraba mi papá dormido, volteó completamente mi mundo por segunda vez en dos días, Kasumi estaba en los brazos del doctor Tofú y ambos estaban fundidos en un profundo beso.
Literalmente pude sentir mi corazón quebrarse en mil pedazos, sentí que me sacaban el aire de un solo golpe, mi mente se puso en blanco y mis ojos se llenaron de lágrimas, salí corriendo a toda velocidad de ahí. No sé cuánto tiempo corrí sin rumbo por las calles de Tokio, hasta que llegué a un parque desierto, me senté en una banca y lloré amargamente, por mi mamá y por mi roto corazón.
Después de un rato me levanté y empecé a caminar hacia la estación del metro, era momento de dejar de ser una niña, en el camino pasé por una peluquería y vi el reflejo de mi largo cabello en la vitrina, cabello que había dejado crecer en mi afán de parecer femenina y elegante como mi hermana mayor, en un impulso entré y pedí que cortaran mi cabello a la altura de mis mejillas
"¿Estás segura? Tienes un cabello hermoso" – preguntó la muchacha acariciando mi larga cabellera
"Si, estoy segura, córtelo" – contesté segura
.
.
Veo pasar los edificios de la ciudad de Tokio desde mi ventana del metro mientras reflexiono sobre los acontecimientos de los últimos días, paso mis manos nerviosamente sobre las puntas de mi ahora corto cabello, ¿qué pensará cuando me vea el doctor Tofú?, una dolorosa punzada se clava en mi pecho y una lágrima traicionera se desliza por mi mejilla al recordarlo besando a mi hermana.
"Basta Akane" – me reprendo a mí misma mientras me limpio bruscamente la gota
Nabiki tiene razón, me estoy comportando como una niña caprichosa y estúpida, en este momento hay cosas mucho más importantes que un tonto enamoramiento de secundaria, ahora lo importante es mi familia, llegaré a casa y prepararé lo necesario para que papá y Kasumi puedan quedarse cómodamente a cuidar a mamá.
El metro se detiene en la parada de Nerima y me bajo a toda velocidad, no tengo tiempo que perder en tonterías, a partir de hoy soy una nueva Akane Tendo.
.
.
Unos meses después
.
.
Camino por los pasillos de la biblioteca, puedo notar como todos los chicos me miran, algunos son discretos y otros bastante descarados, nada nuevo, ya estoy acostumbrada a eso, es la misma reacción que han tenido todos desde que me crecieron los pechos y se ensancharon mis caderas.
Recuerdo que hace no mucho tiempo solía creer que eso era suficiente para conquistar al amor de mi vida, que ironía y que golpe tan fuerte a mí ego al notar que nada de eso importó, la ganadora sin siquiera competir fue mi dulce hermana mayor, una pequeña punzada en el corazón me recuerdan mis rotas ilusiones mientras acaricio inconscientemente las puntas de mi corta cabellera.
"Deja de pensar en tonterías Akane" – me reprendo a mí misma mientras me siento en el cubículo que reservé por el semestre – "Concéntrate en lo importante"
Rápidamente organizo todo el material, saco mis audífonos de mi mochila y me los coloco, sinceramente los tengo apagados porque si pongo música me distraigo y no puedo concentrarme, los utilizo principalmente para que nadie se me acerque.
Intento poner atención al libro que tengo frente a mí, pero no puedo, los recuerdos de todo lo que ha sucedido en el último tiempo pesan en mi mente, han sido unos meses bastante duros, me gradué del instituto en medio de exámenes médicos, menos mal que Kasumi resultó ser compatible con mi mamá y la operación pudo realizarse sin problemas, la cirugía fue todo un éxito, sin embargo, debido a los múltiples cuidados y la necesidad de estar cerca del hospital para poder realizar los diversos exámenes y terapias que mamá requiere para poder recuperarse completamente, nos mudamos temporalmente todos a Tokio.
Para mí fue la mejor opción ya que casualmente fui aceptada en esta Universidad, y eso me permite estar presente en todo momento para apoyar a mi familia.
"Te hicimos caso y nos presentamos con las chicas, ellas aceptaron salir a comer con nosotros siempre y cuando tú también vayas"
Una voces interrumpen mis pensamientos, cuando volteo mi vista, me doy cuenta de que esas voces pertenecen a tres chicos que están discutiendo en voz alta, hay uno en particular que no para de mirarme, fijo mi vista en él y me sorprendo al encontrarme con un rostro atractivo de rasgos perfilados y varoniles, pero lo que me hace estremecer de pies a cabeza por unos instantes son sus intensos ojos azules que me miran de forma tan profunda, al notar mi atención me sonríe de manera fanfarrona y no puedo evitar voltear el rostro con fastidio, es otro típico chulito idiota que solo piensa en chicas y que como es guapo se cree la última coca cola del desierto, paso.
Siento mi pierna vibrando y me doy cuenta de que me está entrando un mensaje al celular, lo saco de la bolsa de mi falda y veo que es Kasumi pidiéndome que pase por una medicinas al hospital, rápidamente recojo mis cosas, lanzo una última mirada hacia los tres chicos que siguen discutiendo, niego con la cabeza y me voy sin mirar atrás.
.
.
"Oye Sayaka, ¿puedo preguntarte algo?" – la encargada de la biblioteca es la señora más amable del mundo
"Claro que sí cariño, ¿qué necesitas?" – me dice con una sonrisa
"¿Conoces a un chico de cabello negro atado en una trenza y con ojos azules que siempre anda por aquí?" – pregunto nerviosa
"Ummm…" – comienza a mirar a todos lados y luego se acerca para murmurarme – "¿te refieres a aquel chico guapo que está allá al fondo con su mirada clavada en ti?" – mueve su cabeza en una dirección detrás de mí
"Si, ese" – contesto agitada
"Sí, lo conozco, su nombre es Ranma Saotome"
"Siempre que vengo él está aquí y…" –
"Claro que siempre está aquí, el primer día unos amigos de él lo metieron en problemas y lo obligué a ser mi asistente por un par de semanas" – me interrumpe
"Oh, es que…" - me acerco y añado bajando la voz – "Siento que siempre está observándome, ¿debería preocuparme?"
"Ja ja ja ja claro que no cariño, el pobre chico está loco por ti"- al escuchar eso no puedo evitar que mis mejillas se tiñan de rojo – "te aseguro que es inofensivo"
"Eso me deja más tranquila" – confieso aliviada
"Solo te pido que, no se lo tomes a mal" – me mira seria – "realmente es un buen chico, un poco egocéntrico y medio tonto, pero noble como pocos"
"Así lo haré" – le aseguro
.
.
Una vez más me encuentro en este pequeño cubículo ubicado al fondo de la biblioteca de la universidad, que poco a poco se ha ido convirtiendo en mi sitio seguro, un pequeño lugar donde puedo venir a esconderme del mundo y estar a solas.
Dentro de una semana tengo que entregar un trabajo muy importante, pero no puedo concentrarme en nada más que en la salud de mi madre, por alguna razón los últimos exámenes de sangre le salieron alterados y no puedo dejar de preocuparme por ello, ¿será que su cuerpo está rechazando el riñón de Kasumi?, no por favor, eso no puede ser.
Levanto mi vista y mis ojos se encuentran con unos profundos ojos azules que me miran con preocupación, en mi mente resuenan las palabras de Sayaka "el pobre chico está loco por ti", él comienza a levantar su mano con toda intención de saludarme, pero yo desvío la mirada inmediatamente, no es momento de pensar en tonterías, tengo cosas más importantes en que ocuparme.
.
.
Esta tarde le repitieron los exámenes a mi mamá, quise quedarme con ella en el hospital, pero me regañó y me insistió en que ya que había perdido un par de clases, que al menos viniera a la biblioteca a terminar el trabajo que debo entregar la otra semana.
Me instalo en mi cubículo y cuando voy a organizar mis libros, noto un papel que dice Akane y sobre este se encuentra una pequeña píldora transparente, dentro tiene una especie de papelito doblado, la inspecciono por unos instantes y la abro con curiosidad, cuando desenrollo el papel encuentro un mensaje que dice simplemente
La noche siempre es más oscura justo antes del amanecer
Justo en ese instante suena un mensaje en el celular, son los resultados de los exámenes del laboratorio, todo está bien, solo fue un susto, no puedo evitar sonreír aliviada.
Mi atención se desvía al papelito que tengo en las manos, nunca una frase se sintió tan verdadera como esta.
"Quién quiera que seas…Gracias" – murmuro guardando el mensaje como un tesoro.
.
.
"Akane, que alegría verte sonreír así de nuevo" – comenta mi mamá complacida
"La verdad es que hace mucho que no me sentía tan contenta" – confieso sentándome a su lado en la cama
"¿Ah sí? ¿A qué se debe esa felicidad?" – pregunta con interés
"Es porque estás recuperándote muy bien" – contesto inmediatamente
"Eso ya lo sé, pero te conozco" – toma mi mano – "sé que hay otra razón"
"Bueno es que…" – mis mejillas se colorean – "creo que me gusta un chico de la universidad" – confieso tapándome la cara con las manos.
"Eso es maravilloso hija" – me abraza emocionada – "Sé que el compromiso de Kasumi con el doctor Tofú te pegó muy fuerte" – dice acariciando amorosamente mi espalda
"Si, Tofú fue mi primer amor, pero ya lo superé" – le sonrío con seguridad
Mi mamá era la única que sabía de mis sentimientos y cuando por fin pudimos sentarnos a hablar después de su operación, lamentó mucho no haber estado para mí cuando me enteré de la relación del doctor con mi hermana, dicha relación que también fue una sorpresa para ella.
"Entonces" – dice apartándose y mirándome intensamente – "Vas a contarme quién es este chico ¿o no?"
"Ja ja ja ja claro que sí…"
.
.
"Después de una semana de estar recibiendo las píldoras, me aseguré de llegar una hora antes a la biblioteca y me escondí detrás de unos estantes para descubrir a mi amigo anónimo"
"¿Y descubriste que todo ese tiempo se trataba del chico de ojos azules?" – pregunta mi mamá emocionada con mi relato
"Sí, mi amigo anónimo se trata nada más y nada menos que de Ranma Saotome" – digo sin poder evitar la gran sonrisa en mi rostro – "mamá, deberías verlo, es muy guapo, es alto, fornido, pero aparte de eso es…"
"¿Saotome?" – murmura pensativa – "Ese apellido me suena de algo"
"¿Mamá?" – le toco el brazo
"Perdona, me distraje por un momento" – se ríe – "tienes que enseñarme los mensajes de esas píldoras" – exclama
"Claro, espera un momento"
Corro hasta mi cuarto y saco la pequeña cajita donde estoy guardando todas las píldoras que he recibido.
"Mira, hay de todo tipo" – le extiendo una
Cuanto más violenta es una tormenta, más rápido pasa
"Bonito mensaje" – dice guardando el mensaje en la píldora delicadamente y devolviéndolo a la caja, toma otra y lee
Solo existen dos días en los que no se pueden hacer nada, uno se llama ayer y el otro mañana. Así que hoy es el día de amar, crecer, superarte, ser feliz, pero por sobre todas las cosas, VIVIR
"Wow, que poderoso mensaje" – me mira de reojo – "creo que me gusta este chico"
"No todos son tan profundos como ese" – tomo uno que tengo marcado – "mira, este es uno de mis favoritos"
Lo siento, hoy no me dio tiempo de buscar una frase * carita feliz *
"Ja ja ja definitivamente me gusta este chico" – ríe mi mamá
"A veces es profundo, otras veces es tierno y otras es un verdadero tonto" – exclamo pasando mi mano por encima de cada una de las píldoras
"Lo que es verdad, es que ese chico se tomó muchas molestias para intentar alegrarte el ánimo, creo que eso es lo más importante" – dice tomando mi mano emocionada
"Lo sé, debió pasar mucho tiempo buscando frases para dejarme todos los días" – murmuro – "a pesar de mi actitud desconfiada y fría con él"
"Sí, no sabes lo mucho que agradezco que, en medio de tanta oscuridad, encontraras a alguien que con su dedicación ha transformado cada momento triste en algo mágico para ti" – dice con la voz cargada de emoción y acariciando amorosamente mi rostro.
"Si, yo también, esas pequeñas notas son exactamente lo que necesitaba para seguir adelante y creo que es momento de que haga algo al respecto" – exclamo decidida
"¿Qué piensas hacer?" – pregunta mi mamá enjugándose una traviesa lágrima
"Voy a invitarlo a un café"
.
.
No puede ser, ayer me quedé hasta tarde conversando con mi mamá y me quedé dormida, llegué tarde a clases y el profesor me hizo quedarme media hora más, espero que Ranma todavía esté ahí cuando llegue, la verdad es que me siento muy nerviosa por lo que voy a hacer, pero él ha hecho tanto por mí que es momento de que haga mi parte.
Llego a la biblioteca corriendo y Sayaka me mira levantando una ceja
"Tranquila cariño, no tienes porque correr, me aseguré de que nadie más ocupara tu cubículo" – me cierra el ojo con complicidad
"Y…" – me acerco y le pregunto bajito – "¿Él todavía está aquí?"
"Si, el pobre chico está tan nervioso como un gato con cola larga en una habitación llena de mecedoras" – se ríe de su propio chiste
"Está bien" – respiro profundamente mientras me acomodo el cabello y estiro mi ropa
"Valor Akane" – levanta sus puños al aire en señal de ánimo y yo asiento con la cabeza.
Camino con la frente en alto y me dirijo como siempre hacia mi cubículo al fondo de la biblioteca, por el rabillo del ojo capto la presencia de Ranma que levanta su cabeza y me observa detenidamente, yo me hago la disimulada y sigo con mi rutina habitual, pongo mi mochila en el suelo, acomodo mis libros, tomo la píldora del día, la abro y leo el contenido
Eres linda cuando sonríes. ¿Quieres ser mi amiga? Soy Ranma Saotome. Cubículo de enfrente.
Alzo la vista y me encuentro con esos preciosos y profundos ojos azules que me miran con esperanza y no puedo evitar sonreír, me levanto de mi asiento y me dirijo con paso firme hacia él, que me mira nervioso, yo extiendo mi mano hacia él y le digo
"Hola, soy Akane Tendo. ¿Quieres ir a tomar un café conmigo?"
.
.
Notas:
No tenía planeado que el punto de vista de Akane fuera tan triste, pero ya saben que cuando uno se sienta a escribir, muchas cosas de la vida real se cuelan entre las palabras y al final no puedes evitar mezclar ambos mundos. Sin embargo, a pesar de eso, puedo asegurarles que esta será la única parte triste de esta historia. De ahora en adelante solo hay miel, flores y muchos colores y quizá algún limoncillo llegando al final, uno nunca sabe.
Como siempre, pido disculpas por cualquier falta, hoyo en la trama u horrores ortográficos.
Nuevamente gracias a la gran Shojoranko que me inspiró con su hermoso mini comic.
Dedicada con todo mi cariño para todos los que me leen, me marcan como favorito, le dan seguir a mis historias, me dejan review y me dejan todo su cariño en mis redes. ¡Muchas Gracias!
Kaysachan
