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Advertencias del capítulo: (Ninguna)
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UNEXPECTED LOVE
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CHAPTER 2
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Magic Moments
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Había sido difícil lidiar con lo que había sucedido en todo aquello que rodeaba a su compañero de piso.
Dos semanas después, Akane aún no sabía muy bien que pensar al respecto.
Ranma había sido el chico más amable que conocía, lo cual se sentía extraño. Akane sospechaba que su culpa por engañarla era tan grande, que intentaba compensarla con una actitud diligente. La acompañaba en las mañanas a la universidad y incluso, había empezado a pasar por ella a su trabajo por las tardes, alegando que sus empleos quedaban ambos, en el mismo parque central, lo cual, si bien era cierto, aún se sentía demasiado atento de parte de él.
Incluso se habían empezado a encontrar en la universidad, lo cual sugería que el chico realmente se escondía de ella antes, razón por la que, nunca lo había visto hasta ese momento.
Akari les encontró un par de veces y no dejaba ir la oportunidad para soltar sugerencias subidas de tono. Era obvio que ella sospechara al verla aparecer y irse de la universidad varias veces con el mismo chico, además de compartir algunos almuerzos. Akane les había presentado mutuamente y cuando estuvo a solas con la chica, logró esquivar con éxito, cualquier pregunta personal, pero no sabía cuanto tiempo más podría hacerlo.
En general, la convivencia con Ranma no era mala. Si, no podía olvidar con facilidad la razón por la que estaba ahí, así como el engaño, pero tampoco podía decir que se sentía incomoda o que encontraba desagradable sus intercambios.
Aun así, algo no cuadraba.
Talvez era aquella necesidad de solo sacarlo todo del pecho.
No era que le hubiera contado a alguien que vivía con un chico. Definitivamente no a su padre, tampoco a sus hermanas y mucho menos a sus amigas.
—Estas muy distraída — Akari la miró desde el otro lado de la mesa, ladeando ligeramente el rostro.
Akane frunció el ceño, parpadeó y la observó a los ojos.
—Lo siento… — musitó en voz baja —. ¿Qué decías?
—Te estaba contando… — lo pensó —. Olvídalo ¿Qué te sucede? Llevas días distraída.
—¿Yo? — Akane decidió fingir demencia.
—¿Tiene que ver con ese guapo chico con el que andas siempre? Sabes de que hablo.
—No empieces Akari — la morena rodó los ojos —. Ya te dije que él es…
—Solo un conocido — dijo la otra justo al mismo tiempo —. Ashh, yo no tengo ningún conocido que pueda ir y venir a la universidad conmigo, con el que compartir algunos almuerzos y que me pase dejando también por el trabajo ¿No será que también te recoge en la noche?
—¿Qué dices? — Akane sintió que se sonrojaba, cuando pensó que efectivamente era así. Aunque Akari no debía saberlo jamás.
—Ya dímelo de una vez — insistió —. ¿Te gusta, no?
—Ya te dije que…
—¡Te gusta!… se te nota
—¿Se… nota? — preocupada, Akane frunció el ceño — ¿Cómo que se me nota? Actuó como siempre con él y…
—¡Caíste! — el grito de Akari logró sobresaltarla —. Casi, casi te confiesas aquí mismo.
—¡Akari!
—Ya, ya… — le restó importancia con un gesto de manos —. Yo creo que tu también le gustas, si te interesa saberlo.
—¿Cómo? — parpadeando, Akane la miró fijamente —. ¿Qué te hace decir eso?
—Es obvio ¿Por qué otra razón sería tan atento y gentil contigo?
Akane recordó la razón por la que Ranma era así, claro que Akari no lo sabía y tampoco lo sabría de su parte.
Suspiró y negó con la cabeza, apartando cualquier pensamiento tonto.
—Es cierto que Ranma es más que un conocido mío — aceptó lentamente.
—¡Lo sabía! ¡Lo sabia! — Akari casi saltó de la silla, en medio de un grito de júbilo que tuvo más de una cabeza volteando en su dirección.
—Shhh ¡Akari! — le riñó rápidamente, sintiendo como el rostro se le enrojecía.
—¿Entonces son novios?... ¿O están conociéndose?
—¡No somos novios, ni nada que se le parezca! — le aclaró al instante.
La sonrisa en el rostro de la chica se borró automáticamente y una mueca de confusión tomó su lugar.
—¿Entonces?
Akane pensó unos segundos en como abordar aquel tema sin revelar demasiado. Quería explicarle a Akari un poco de su relación con Ranma, pero no deseaba exponer nada sobre el secreto de Ranma, era algo muy personal y no quería exhibirlo de ninguna manera.
—Bueno… ¿Te acuerdas de Ranko?
—Aja… tu compañera de piso.
—Pues… — se mordió el labio inferior y luego asintió —. Ranma es… su hermano — casi sintió como la voz le temblaba, carraspeó, eliminando cualquier duda —. Ella al parecer, tuvo que volver a su casa y Ranma necesitaba a su vez… un lugar donde quedarse… entonces…
—Ohhh… — Akari parecía en verdad sorprendida. Se inclinó hacia ella rápidamente y susurró —. ¿Viven juntos?
—Si — sonrojada, Akane asintió.
—Vaya… eres una chica atrevida — Akari se irguió contra el respaldo de la silla.
—No fue intencional… — frunció el ceño —. Creí que viviría con una chica y de pronto lo hago… con su herma-no.
—Pero no es tan malo después de todo — encogió un hombro, meneando la mano con gracia, como una mujer sofisticada —. Vives con un chico muy guapo, piensa en las posibilidades.
—No quiero pensar en las posibilidades — masculló entre dientes.
—Sabes que solo bromeo, pero… vamos Akane, tampoco es tan malo… — Akari rodó los ojos —. Digo, vives con un chico ¿Y que? ¿Es eso en serio lo que te ha tenido tan extraña estos días?
En parte si, pero también, porque no podía olvidar la mentira de Ranma. No sabia si estaba siendo estúpida. Ciertamente se sentía un poco idiota por darle tantas vueltas en la mente a algo que se suponía que había solucionado con Ranma.
—Puede que si — musitó en respuesta a la pregunta de Akari.
—Ohh vamos… los chicos pueden ser un poco estúpidos, pero no todos son tan malos. Mi hermano por ejemplo, es muy idiota, pero Ranma luce como un chico tranquilo.
Y lo era… también atento, cooperador y muy agradable. Tenía un humor chispeante y una personalidad con la que le era muy fácil convivir. Había percibido una vena orgullosa y hasta arrogante en su persona, pero por alguna razón, no le molestaba.
—Si…
—Yo digo que solo abras un poco la mente… se que algunas personas pueden encontrar extraño que una chica y un chico vivan juntos, pero eso es una tontería. No hay nada que impida que una mujer y un hombre puedan tener una amistad y convivencia sana… — meneó la cabeza de un lado a otro —. Pero si sientes que no puedes con ello, talvez lo mejor es que empieces a buscar donde mudarte. Si no viviera con mi prima, te diría que nos fuéramos juntas — sonrió con dulzura.
—Gracias… — Akane forzó una sonrisa.
Por alguna razón, las palabras de Akari, le hicieron recordar las disculpas de Ranma cuando había descubierto su secreto y también su gentil agradecimiento del día siguiente
"Espero que comprendas que lo hice sin ninguna intención, ni mucho menos. Realmente necesitaba un compañero de habitación… y se que esto nos beneficia a ambos económicamente"
"Siempre voy a respetar tu espacio y a ti… y nunca te haré sentir incomoda"
"Gracias por estar ahí hoy"
"Puedes quedarte el tiempo que quieras"
No podía irse, no cuando Ranma contaba con ella también.
Sin embargo, lo sorprendente fue descubrir luego de ver un poco en su interior, que tampoco deseaba hacerlo.
Mientras contestaba un mensaje de una de sus compañeras de clases, Akane se dirigió a la salida de las instalaciones de la universidad.
Luego de una mañana un poco activa, finalmente, las clases habían terminado. Ahora, poseía dos horas de ocio, las cuales aprovecharía para ir a su apartamento y talvez, avanzar en algunos trabajos.
No, descartó la idea con rapidez. No se sentía de muy buen humor para eso, considero en su defecto que algunas horas de descanso le vendrían bien.
Ese día, solo debía ir a cubrir cuatro horas al trabajo, por lo que no saldría tan tarde. Podía concentrarse en avanzar en los estudios después de volver al apartamento.
La rutina diaria que había tomado, requería una actividad y movilidad a la que lentamente se estaba acostumbrando. Era agotador, pero se sentía bien tener la mente siempre ocupada.
—Akane — un llamado logró sobresaltarla y cuando levantó el rostro, se dio cuenta que se trataba de Ranma.
El moreno se encontraba en las afueras del establecimiento, junto a otro chico, sin embargo, en cuanto la observó, se despidió de su amigo con un choque de puños y se acercó a ella.
Akane sintió como se sonrojaba, mientras le observaba acercarse. Aun seguía sin acostumbrarse a que Ranma la esperara todos los días. Se preguntó si sus amigos se sentirían curiosos sobre ella o si Ranma les había dicho que vivían juntos.
No le importaba mucho en ese momento, luego de poner en orden sus pensamientos tras su conversación con Akari, consideraba que era obvio que su convivencia suscitara preguntas. Las conclusiones que sacarían tampoco le preocupaba, podía superarlo o ignorarlo sin facilidad.
No así, la manera en la que le aceleraba el pulso ver a Ranma ahí, esperando por ella.
—Hola — musitó en cuanto él se detuvo.
—Hola… ¿Nos vamos?
—No debiste esperarme — susurró siguiéndole. El chico caminó a su lado.
—No tengo problema, así podemos irnos juntos — le miró por sobre el hombro —. ¿O te molesta?
—No, no me molesta.
—Menos mal — sonrió, Akane también lo hizo.
El camino hacia el apartamento no era muy largo, pero el sol en esos días se sentía demasiado fuerte sobre la piel. Akane desplegó su sombrilla de sol y no tuvo que decir nada para que Ranma se colocara bajo ella. No era lo suficientemente grande para cubrirlos a ambos por completo, pero al menos, no llegarían al edificio con la cabeza caliente.
El resto del camino intercambiaron una conversación sencilla sobre las clases. Ranma tenía una facilidad de palabra envidiable y hablar con él era agradable.
En cuanto llegaron al complejo de apartamentos, Akane guardó la sombrilla y ambos subieron, en esa ocasión, por el elevador.
En pocos minutos, ya se encontraban en el apartamento. Akane pasó primero, cuando Ranma se hizo a un lado para permitirle la entrada.
—¿Qué quieres para almorzar? — la pregunta de Ranma la detuvo.
Aunque le había insistido que no era necesario que continuará cocinando, el chico parecía decidido.
—Cualquier cosa esta bien.
—Muy bien, ponte cómoda.
Ella asintió y siguió de paso a su habitación. Sólo dejó su mochila en la cama, buscó algo para tomar su cabello y se cambió la camisa por algo mas cómodo.
Cuando volvió, Ranma ya se encontraba moviéndose de un lado a otro en la cocina.
Ella sintió como el pulso se le aceleraba, pero lo ignoró, poniéndose al alcance de su vista.
—¿Puedo ayudar?
—Claro.
Su rutina diaria se había moldeado de esa manera. Ellos iban a la universidad y volvían juntos al apartamentos. Almorzaban ahí, donde Ranma cocinaba y ella se encargaba de ayudarle en cualquier cosa que necesitara y realizar el aseo posterior. Era un buen trato para ella considerando que era un desastre en las artes culinarias.
Había pensado que compartir piso con alguien implicaba que cada quien se encargará de sus asuntos e incluso, que no tenia que verse con frecuencia. Fue así las dos primeras semanas, pero Ranma le aclaró en múltiples ocasiones que había actuado de esa manera para esconder su secreto.
Como sea, no podía negar, que poco a poco, estaba empezando a sentirse cómoda.
En cuanto termino de cocinar, Ranma llevó los platillos a la mesa, mientras Akane terminaba de lavar unos pocos utensilios. Cuando le alcanzo, con dos vasos con refresco, Ranma ya había encendido la televisión y se encontraba buscando una película en una aplicación.
Ella le dejo escoger, Ranma había dejado de preguntarle los últimos días, luego que le indicara que vería lo que él escogiera.
—Esta bueno — se atrevió a comentar tras dar un primer bocado
Ranma sonrió y se apresuró a asentir.
—Menos mal.
—No parezcas tan preocupado — él le miró de reojo y sonrió ligeramente —. Debes saber que cocinas muy bien. Seguramente no soy la única que te lo dice.
—Pues de parte de mi madre no cuenta mucho — le confió él —. Digamos que ve mis peores defectos como si fueran virtudes celestiales.
—¿Que madre no hace eso?
—¡Touche!
Ambos siguieron comiendo, hasta que Ranma carraspeó.
—¿Sabes?… Tengo un gran problema con esta materia… ¡Principios de la Economía! ¡Odio todo lo que implique pura teoría!
—¿En serio?
—Si, prefiero la práctica, ya sabes… todo lo que tenga números y problemas, soy muy bueno en ello.
—¿Y que es lo que se te dificulta con lo otro?
—Pues básicamente, me abruma tanta teoría.
—En pocas palabras, te aburre — ella la miró divertida.
—Bueno, no quería decirlo de esa manera — ladeó el rostro de un lado a otro, con una sonrisa divertida —. Es que, que pereza… y tengo pendiente un trabajo.
—Si quieres puedo ayudarte — se ofreció la Tendo.
—¿En serio? — Ranma le miró sorprendido — ¿No te molesta?
—No, claro que no… soy muy buena en el estudio.
—Había olvidado que eres becada.
—Vaya, gracias — llevo una mano a su pecho.
—Vamos, no lo digo de mala manera… — sonrió de soslayo —. De hecho, estoy muy feliz de que seas mi compañera de piso.
—Cobro por las tutorías ¿sabes? — alzó una ceja
—Cocino toda la otra semana sin protestar — ofreció él rápidamente.
—Ya cocinas sin protestar — ella rió por lo bajo.
—Entonces es toda una ganga — le dirigió una mirada baja y fatal.
—Ya, termina de comer y ve por tus libros. Ya te dije que te iba a ayudar.
—Eres la mejor compañera de piso que he tenido — soltó, retomando su comida
—Me dijiste que era la única compañera de piso que habías tenido — le recordó ella, rodando los ojos.
—Lo eres…
—Ay Ranma.
Continuaron conversando sobre muchas cosas, Ranma admitió que regularmente tenía problemas con aquellas materias de mucha teoría, aunque era muy bueno con todo lo práctico, y Akane le comentó que ella había estudiado demasiado toda su vida para llegar a donde estaban.
Mientras conversaban, Akane se dio cuenta de la facilidad con la que podían desenvolverse con Ranma y lo sencillo que era mantener una platica con él. Ambos hablaron sobre la razón por la que escogieron sus carreras, sobre cómo terminaron en la universidad de Tokio y como había resultado mudarse desde su hogar y dejar todo atrás.
—Vaya… que casualidad que seas de Nerima y yo de Meguro … ni siquiera vivíamos tan lejos antes.
—Así es — también para ella había supuesto una sorpresa, considerando que ahora vivían juntos. Sus barrios quedaban a un poco mas de media hora. Habían vivido bastante cerca.
—Talvez pude haberte conocido antes — susurró Ranma fijando la mirada en ella.
Akane también lo observó y por un segundo, algo extraño sucedió.
No podría encontrar la manera de darle un nombre, porque era demasiado novedoso para ella, pero sintió como el corazón se le aceleraba.
Ranma poseía una mirada azulada encantadora, sin embargo, en esa ocasión, una oscuridad intensa cubrió sus ojos e hizo estremecer cada parte del cuerpo de Akane.
Ella fue sintiéndose cada vez mas acalorada. Sentía que sus mejillas poco a poco se ponían cada vez mas calientes, a un punto en el que, ella temió que él fuera capaz de notarlo.
—Entonces… — bajó el rostro y miró los platos, empezando a recogerlos —. Los libros.
Ranma negó con la cabeza, parpadeó y se apresuró a asentir.
—Si, voy por ellos… solo voy a… — hizo un ademán de ayudarle a recoger la basura.
— No te preocupes, yo me encargo, ve — Ranma pareció vacilar, pero siguió su mandato.
En cuanto él se alejó, Akane suspiró temblorosamente y llevo una mano a su pecho, percibiendo el acelerado latido de su corazón.
Cinco meses después…
"Voy a salir tarde"
En cuanto terminó de teclear el mensaje, Akane no dudo un segundo en enviarlo.
Suspiró agotadoramente y se levantó del banco en el que se había permitido cinco minutos de descanso.
El restaurante estaba a rebosar, pero no era algo extraño un viernes por la tarde. Aunque ese día, su horario se limita a cuatro horas de trabajo, al parecer uno de sus compañeros faltaría debido a una emergencia y no había nadie más que lo cubriera.
Esperaba que Ranma tuviera un poco de tiempo para leer el mensaje, no quería que llegara hasta ahí para encontrarse con la sorpresa de que ella no podría irse a la hora usual, ese día.
Ellos habían creado una rutina en la que, pasaban mucho tiempo juntos. Akari no paraba de bromear al respecto, diciendo que ya actuaban como novios.
Aunque Akane lo negaba y simplemente le decía que eran solo amigos, ella misma empezaba a dudar de su relación. Y es que, ellos estaban juntos todos los días. Desde la mañana cuando iban a la universidad, hasta los recesos y tiempos libres, la salida de clases y su vuelta al apartamento, además de las horas siguientes, antes de ir al trabajo y volver de nuevo a casa, ambos juntos.
No era que no pudieran hacer ninguna actividad por separado, porque cada uno respetaba la vida social del otro, pero aquella familiaridad, su estrecha amistad —porque podía decir sin temor a equivocarse, que ambos eran muy buenos amigos— y también, su tiempo juntos, le había hecho hacerse preguntas.
Y ella había intentado ignorarlo, por Dios que lo había hecho. Desde el primer momento en el que Akari lo insinuó, antes incluso de que sintiera como el pulso se le aceleraba y que una mirada de Ranma, le provocará un vuelco en el pecho, pero ya no podía evitarlo. Y no quería equivocarse, porque le gustaba Ranma como amigo, como compañero e incluso como roommate.
—¡Akane!
Saliendo bruscamente sus pensamientos. La morena se irguió con rapidez y siguió el sonido de la voz femenina que la llamaba
Finalmente, luego de un día agotador, Akane por fin era libre.
Había sido un día lleno de actividad, desde que llegó al trabajo. Apenas logró algo de descanso y solo porque alguien se había equivocado con un pedido y le toco esperar que fuera atendido
Por el momento, lo único que ansiaba era llegar a su apartamento, tomar una ducha y dormir a pierna suelta. Su día favorito era el viernes, única y exclusivamente, porque era su último día de clases y trabajo simultáneamente, por lo que podía darse el lujo de dormir hasta tarde el día siguiente.
Con la mochila colgada en su hombro, Akane cruzó los vestidores y decidió salir por la cocina. Varios de sus compañeros estaban ahí y se despidieron de ella.
En cuanto salió, por la parte trasera, decidió dar media vuelta, para caminar por el lado frontal de las tiendas. La actividad nocturna era muy concurrida incluso a esa hora de la noche, las personas iban y venían sin parar.
Mientras se encaminaba por el pavimento, logró vislumbrar una figura indudablemente masculina, sentada en una banca de madera. Apenas a dos metros de su restaurante de trabajo, justo en la misma banca en la que Ranma solía esperarle.
Y era sospechosamente parecido a él.
Pero no podría serlo, se convenció. Porque habían transcurrido más de tres horas desde que le envió el mensaje.
Sin embargo, perdió toda duda cuando el chico levantó todo el rostro y sus miradas se encontraron. La reacción instantánea de Ranma, fue erguirse de un salto y observarla, mientras se acercaba a él.
—¡Hola! — saludó Akane aún sorprendida.
—Hola — él sonrió —. ¿Nos vamos?
Ella asintió y le siguió de cerca. Ranma permanecía callado, pero seguía su paso como siempre.
—Te dije que no vinieras — susurró Akane suavemente.
—No podía dejarte ir sola — declaró él.
La morena sintió como el rostro se le pintaba al instante de carmín y agradeció que fuera de noche y que el movimiento de su andar impidiera vislumbrar de cualquier manera, cuan avergonzada se sentía.
Y es que, Ranma continuaba actuando así, de esa manera que lograba confundirla.
Al inicio había sido extraño, luego cómodo, hasta que todos sus conocidos en común y los que no también, empezaron a especular sobre su relación. En ese punto, ya no le importaba el que dirían e incluso empezaba a considerar contarle a su padre que su compañero de piso era un hombre. Sin embargo, que todo le preguntaran si ellos eran novios y lucieran cada vez más convencidos de que tenían sentimientos mutuos, había empezado a confundirla.
La actitud de Ranma avivaba esa llama lentamente en su interior y ella no podía evitar reaccionar, por más que intentara que no fuera así. No quería crearse ilusiones, en realidad, evitaba pensar en ello tanto como fuera posible, pero luego simplemente se hallaba preguntándose que pasaba por la mente de Ranma con respecto a ella.
Aun así, ese no sería el día en el que conseguiría una respuesta.
—¿Cómo fue tu día? — indagó el chico de la nada, logrando sorprenderla.
Akane parpadeó y tragó saliva.
—Bastante normal, como siempre, aunque agotador… me duelen los pies.
—Ya te dije que debes comprar zapatillas nuevas, esas no te dan nada de soporte.
—Si, lo se — rodó los ojos.
—Voy a terminar botando esas zapatillas tuyas para ver si así te compras otras.
—No se te ocurra, Saotome.
—No prometo nada — levantó las manos al aire.
Mientras caminaba y conversaban con la familiaridad de dos personas que se conocían desde siempre, Akane pensó, una vez mas, en cuan compatibles eran Ranma y ella, y no se refería a un sentido romántico. Simplemente era la facilidad con la que ellos hablaban, los diferentes temas en los que podían desenvolverse, la conexión.
No dudó ni por un segundo al pensar y afirmar, que Ranma era la persona con la que más había conectado en su vida.
Sintió un vuelco al corazón y levantó la mirada, observando como el chico gesticulaba con las manos, mientras le contaba una anécdota sobre ese día.
La luz de la luna confería tonos azulados al cabello azabaches del chico, y los ojos le brillaban de emoción.
Ella no comprendía bien que era aquello y como era que, agotados y derrotados como se encontraban, aún existiera esa tensión entre ambos, esa conexión tan perfecta. Ellos se compenetraban tan bien que ella solo podía desear alargar ese momento.
Se rió y Ranma la miró curioso, y también se hecho reír.
Y fue cuando Akane lo supo, mientras ambos caminaban con los pies arrastrados por el cansancio, el uniforme de trabajo sucio y aquella sensación de magia flotando entre ambos.
Que Ranma en verdad le gustaba.
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FIN DEL CAPITULO
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NOTAS DEL CAPITULO:
Buenas noches mis bellas.
Tuve una noche desastrosa, tanto así, que no pensé tener el suficiente tiempo para subir el capítulo, pero aquí estamos.
¿Qué les puedo decir? ¿Qué les pareció la confusión de Akane? Este capítulo se centra en ella y sus sentimientos, pero no se preocupen, porque el siguiente viene de parte de nuestro trenzudo favorito.
Ya es tarde aquí y posiblemente allá de donde lean, pero vamos fingir que aún estamos en la fecha correspondiente ¿si?
A mis personas favoritas:
Juany Nodoka: Me alegra que te lo pareciera y gracias por darle una oportunidad. Besos
AnyaShezar: Hola mi bella, me encanta leerte tus comentarios y creo, corrígeme si me equivoco, que es el primero que respondo. Gracias por tu apoyo, de verdad lo aprecio desde el fondo de mi corazón, me alegra que estés emocionada con este pequeño fic tanto como yo lo estoy al escribirlo. Y vaya, que no te dejaste engañar como Akane, aunque deje pistas suficientes para que se supiera de qué iba. Este es uno de los Ranmas mas gentiles que he escrito, gracias por notarlo jajaja. Te mando un fuerte abrazo y mucho cariño.
Roxbonita: Hola mi bonita, gracias por tu apoyo y me alegra que te guste como empezó la historia. Estaba pensando en hacer capítulos relativamente cortos, en mis cálculos, los únicos largos con el primero y el último. Y pues, no podía quedarme sin que Akane supiera la verdad como dices. Tu tampoco te dejaste engañar por la treta de Ranma jajaja, es que ustedes se fijan en todo. Así es, traté de dejar pistas y las captaron al instante. Ranma puede transformarse en Ranko y aun así, puede ser todo lo varonil que quiera. Espero que el nuevo capitulo te agrade. Te mando un enorme abrazo. Nos leemos.
Guest1: AYYYY, que bella. Que bonito que te gusten todas mis historias [lloro]. Me alegra saber que la introducción fue de tu agrado, espero que el nuevo capitulo también lo sea. Nos leemos luego, besos y abrazos.
Benani0125: Hola mi Beni ¡Lo hice! ¡Lo logre! Creí por un momento que me quedaría fuera como en el RanKane, pero aquí estoy, como siempre, con una lista de irresponsabilidades a cuestas y un nuevo fic jajaja. Me alegra que te gustará la historia y que no te dejaras engañar como la pobre Akane. Espero que el capítulo nuevo también sea de tu agrado y te mando un enorme saludo. Besos.
Mividaerestu: Hola mi bella, que lindo es saber de ti y que contenta me siento al saber que te gusta como va la cosa. Tu no me hablas de capítulos largos que sabes que me emociono jaja, esta vez solo serán el primero y último. Me alegra que te gustaran los diálogos y personalidades, siempre tengo ese pensamiento de que no logro que calcen bien dentro del canon, pero con tu comentario, me siento más tranquila. Espero que te guste el nuevo capitulo y te mando un enorme abrazo. Nos leemos.
Karii Taisho: Hola mi hermosa, es raro verte en este fandom, pero que alegría que te unas también. Compartimos otro ship. Que alegría saber que disfrutaste el capítulo, me encanta poner a mis parejas favoritas en diferentes universos alternos, por lo que, esta historia no sería la excepción. Espero que te guste el nuevo capitulo y nos leemos pronto.
A todas las demás personas, gracias por tomarse el tiempo de leer esta historia, espero que se animen en algún momento y me escriban, cualquier consejo, crítica y opinión subjetiva es bienvenida .
Espero que el nuevo capitulo sea de su agrado. Les mando un caluroso abrazo y los amo de corazón. Besos.
25/07/2023
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