Durante los siguientes días, aunque Akari se sentía incómoda al ver a Chinatsu y estar cerca de ella (y esta igual) se animaba rápidamente cuando veía a Sakurako, pues esta la abrazaba alegremente nada más entrar a clase, y también en más momentos. Lo hacía expresamente delante de Himawari para molestarla, con la cual no se dirigía la palabra desde que esta le pegó. No solo eso, sino que en el descanso, la peliazul se marchaba del aula para comer en la sala del consejo estudiantil, para no estar cerca de Sakurako. A veces se encontraba también allí con Rise, que al menos le hacía compañía, aunque no pudiera escuchar lo que le decía.


Los últimos días Akari había estado pensando en lo que pasó con Chinatsu. Aún se sentía mal por haberse excitado por besarse con ella y haberse masturbado pensando en eso.

Si Chinatsu-chan supiera lo que he hecho seguramente me odiaría… – Evidentemente la chica no sabía que Chinatsu también se había masturbado precisamente pensando en eso mismo. – Ella estaba pensando en Yui-chan… – Eso llamó la atención de Akari. – Un momento, entonces puede ser… ¿Que ella lo haga pensando en Yui-chan?

Akari le veía sentido a aquello. Chinatsu estaba enamorada de Yui, lo había dejado claro varias veces, por lo que no había duda de que era así, y vino a casa de Akari a besarse con ella para "practicar" para saber cómo hacerlo con Yui. Sin embargo, cuando la cosa se les fue de las manos, Chinatsu estuvo a punto de masturbar a Akari, pero ella estaba pensando en Yui, así que en realidad quería hacérselo a Yui. Y si quería masturbar a Yui, era lógico pensar que ella se masturbase pensando en Yui.

Aunque Akari estaba un poco nerviosa por pensar tanto en sexo, ya que ella era bastante inocente para estas cosas, al mismo tiempo se sentía algo mejor, ya que había llegado a la conclusión que masturbarse pensando en una amiga suya no era algo malo. Sin embargo, aquello provocó en ello una nueva duda.

Pero espera… Puede que Chinatsu-chan se masturbe pensando en Yui-chan porque está enamorada de ella. Pero… Si yo lo hice pensando en Chinatsu-chan… ¿Eso significa que estoy enamorada de Chinatsu-chan? – Pensar en aquella posibilidad hizo que el corazón de Akari empezara a latir con fuerza. – ¿Esto… ¿Podría ser que fuera amor?

Akari no se había enamorado nunca, por lo que no sabía si eso que sentía realmente era amor o simplemente estaba nerviosa por la posibilidad de que lo fuera. Aunque estar con Sakurako animaba a Akari, pensar en eso la seguía inquietando y preocupando, y sabía que no podía seguir aplazando ese tema eternamente, que algún día iba a tener que hablar con Chinatsu para aclararlo, y esta pensaba lo mismo. Así que un día, volviendo de la escuela, Chinatsu decidió hablar de eso con Akari. En la puerta de la casa de Akari, Yui y Kyouko se despidieron de esta. Chinatsu habló.

–Senpais, ¿podéis ir hoy vosotras solas a casa? Quiero hablar con Akari-chan sobre algo que no he entendido en clase.

Akari se puso algo nerviosa. Sabía claramente que en realidad Chinatsu no quería hablar de eso. Yui y Kyouko por su parte, no vieron ningún problema.

–Claro, entonces nos vemos mañana, Chinatsu-chan. – Dijo Yui.

–Hasta mañana, senpais.

–Hasta mañana. – Respondió Kyouko.

Una vez Yui y Kyouko se hubieron alejado lo suficiente, Chinatsu miró a Akari. Las dos estaban algo nerviosas y avergonzadas.

–En realidad no quieres hablar de eso, sino sobre lo que pasó el domingo, ¿verdad, Chinatsu-chan? – Preguntó Akari.

Chinatsu asintió.

–Sí. – Chinatsu tardó unos segundos en decir algo más, pues no sabía muy bien cómo continuar. – Akari-chan… Sobre aquello… En realidad…

–E-En realidad solo estabas practicando para Yui-chan, ¿verdad? – Dijo rápidamente Akari con una sonrisa claramente forzada, sorprendiendo a Chinatsu. – Cuando nos besamos y todo eso… En realidad estabas pensando en Yui-chan, ¿verdad?

Akari sabía que Chinatsu estaba enamorada de Yui, ya que ella misma lo había dejado claro, por eso no quería decirle que tal vez se había enamorado de ella a no ser que Chinatsu lo dijera primero. Solo si esta decía que había sentido algo cuando se besaron, Akari diría lo mismo. Sin embargo, aquello no fue una buena estrategia, ya que al decir Akari eso, Chinatsu creyó que Akari no sentía nada por ella, así que con una sonrisa igual de forzada, contestó.

–Cl… ¡C-Claro! ¡Todo el rato estaba pensando en Yui-senpai y solo era para practicar con ella!

–¿Verdad? ¡Jajajajaja!

–¡Por supuesto! ¿En serio pensabas que podría haber estado pensando en ti? ¡No seas estúpida, Akari-chan!

Aquello le dolió mucho a Akari, pero se las arregló por mantener esa forzada sonrisa.

–¡Claro que no! ¡Era obvio! ¡Jajajajaja!

–¡Sí, eso mismo! ¡Jajajajaja!

Después de eso hubo un corto silencio, con las dos chicas mirándose con esas sonrisas tan forzadas. Chinatsu fue la que habló primero.

–¡B-Bueno, entonces ya está todo aclarado!

Akari asintió.

–¡Sí! ¡Me alegro de haberlo aclarado!

–¡Bien, entonces nos vemos mañana, Akari-chan! – Dijo Chinatsu despidiéndose con la mano y empezando a irse.

–¡Hasta mañana!

Cuando Chinatsu se alejó lo suficiente, Akari entró en el jardín de su casa y se apoyó de espaldas en el muro que separa el jardín de la calle. Allí la chica bajó la cabeza y no pudo evitar que de sus ojos cayeran algunas lágrimas. Eso de "¿En serio pensabas que podría haber estado pensando en ti? ¡No seas estúpida!" le dolió mucho, como diciendo que era imposible que Chinatsu pudiera llegar a sentir nada por ella. Akari se secó las lágrimas y respiró hondo un par de veces.

Es cierto, Chinatsu-chan está enamorada de Yui-chan, era evidente. No sé en qué estaba pensando para pensar que a lo mejor sentía algo por mí. – Akari respiró hondo una vez más, y luego mostró una pequeña sonrisa. – Bueno, al menos ya está todo aclarado. Chinatsu-chan no siente nada por mí, así que no vale la pena pensar en si yo siento algo por ella. – Akari aumentó su sonrisa. – Sí, es cierto. No tiene sentido pensar en eso si Chinatsu-chan no me correspondería. Mejor olvidarlo y ser feliz. – Akari sonrió con determinación y asintió. – ¡Sí, es cierto! ¡Tengo que ser feliz! No puedo dejar que algo como esto me afecte. Debo vivir mi vida al máximo y disfrutar todo lo posible de los momentos felices. ¡Fuera las malas sensaciones!

Akari sonrió aún más y finalmente entró a su casa. Pensar en ello había conseguido animarla. Aún no estaba segura de si sentía algo por Chinatsu o no, pero como creía que no la correspondía, Akari decidió olvidarlo y no pensar en Chinatsu como su posible pareja. Ya encontraría alguien más adelante. Solo tenía 13 años, no había ninguna prisa.


Por su parte, Chinatsu estaba caminando a su casa con semblante triste. Le había pasado lo mismo que a Akari. Sentía algo por ella, pero por lo que dijo Akari pensaba que esta no sentía nada por ella, lo cual la entristeció. Más que nada, porque la atracción que sentía Chinatsu por Akari era mucho mayor que la que sentía Akari por Chinatsu, estando prácticamente al mismo nivel de lo que sentía por Yui. Chinatsu se sentía mal por tres motivos, por querer a dos personas y no poder escoger solo a una, porque creía que Akari no sentía nada por ella, y por haberse enamorado de Akari aun cuando ya estaba enamorada de Yui, sintiéndose como si la hubiera engañado y no la mereciese.

Chinatsu quería pensar que, ya que Akari no sentía nada por ella (eso creía) podría volver a fijarse solo en Yui. Sin embargo, aquello no era tan fácil como solo desearlo. Seguía sintiendo lo mismo por Akari, y aunque creía que esta no sentía nada por ella, no podía hacer nada para borrar ese sentimiento.


Los días fueron pasando, y aunque Chinatsu ya no se sentía tan nerviosa al estar con Akari, seguía sin sentirse del todo cómoda, pues seguía queriéndola tanto a ella como a Yui, aunque al menos ya podía hablar con ella de forma normal. Además de eso, Chitose se mostraba nerviosa cuando veía a Akari, e intentaba no cruzarse con ella, Yui sonreía frecuentemente cuando estaba cerca de ella, y Sakurako, que seguía sin hablarse con Himawari, la abrazaba constantemente.


Al cabo de unos días, Kyouko reunió a las chicas del club en la sala del consejo estudiantil, como si la sala le perteneciera a ella, para acordar con las chicas del consejo dónde irían de excursión, ya que recordemos que Kyouko quería hacer una nueva excursión con el consejo estudiantil porque se lo pasaron muy bien en la última.

Daba la casualidad que el lunes de la semana siguiente era festivo, por lo que si salían ese sábado, podrían estar tres días fuera, por lo que decidieron salir ese fin de semana largo. Decidieron que irían a una montaña donde en la cima había una mansión con aguas termales. Pero como Kyouko creía que solo ir allí sería demasiado fácil y poco emocionante, no irían directamente hasta allí, aunque se pudiera llegar en autobús, sino que llegarían solo hasta la base de la montaña y harían el resto del trayecto hasta la mansión caminando, para hacer una excursión por la montaña.


Y así finalmente llegó el día de la excursión. Para entonces, Kaede, aunque aún seguía ingresada en el hospital, ya se encontraba bastante mejor, así que Himawari pudo ir a la excursión. Más que nada, porque la propia Kaede le había dicho a Himawari que se enfadaría con ella si no iba solo para estar cerca de ella, ya que ya se encontraba mejor. Himawari, feliz de ver que su imouto ya estaba bastante mejor, aceptó y fue a la excursión.

Sábado por la mañana, las chicas se reunieron en la estación del tren que les llevaría a la base de la montaña. Una vez allí, en vez de coger el bus para subir hasta la cima, empezaron a subir la montaña por un camino que había allí.

Sakurako no se separaba de Akari, y de vez en cuando la abrazaba sin venir a cuento de nada, haciendo reír a las dos chicas. Chinatsu, que estaba cerca de ellas, quería que Akari la abrazara a ella también, pero pensaba que quedaría raro pedírselo, y más en frente de todas. Himawari, por su parte, ignoraba a Sakurako y estaba cerca de Chitose y Ayano, que no se mantenía muy alejada de Kyouko, para poder entablar una conversación con ella rápidamente utilizando cualquier cosa como excusa, o sumarse a una que empezasen ella o Yui.


Tras un rato, las chicas llegaron a una zona preparada para hacer picnics y barbacoas, y a pocos metros de allí había una fuente, de forma similar a la última vez que fueron de acampada. Kyouko habló.

–Muy bien, vamos a comer aquí.

–¿Sabías que había esta zona de picnic, aquí, Kyouko-senpai? – Preguntó Chinatsu.

La rubia asintió.

–Por supuesto. Vi por internet que había esta zona más o menos a mitad del camino, así que pensé que paráramos aquí para descansar y recuperar fuerzas para después hacer la segunda mitad.

–De vez en cuando haces cosas inteligentes, senpai. – Dijo Chinatsu con una sonrisa.

–¡¿Cómo que de vez en cuando?!

Yui sonrió.

–Bueno, pues entonces preparemos la comida.

Kyouko, intentando ignorar el comentario de Chinatsu, puso la mochila que traía en el suelo y empezó a sacar la comida, que todas ayudarían a preparar.

Tras casi una hora finalmente la comida estuvo lista y pudieron empezar a comer.


Después de comer

–Aaah… Estoy completamente llena. – Dijo Kyouko estirándose de espaldas en la hierba.

–Yo también. – Dijo Sakurako.

Aunque todas habían comido mucho, Kyouko y Saku eran las dos que más habían comido. En circunstancias normales Himawari le habría dicho algo a Sakurako, pero desde que se discutieron y la peliazul le pegó que no se habían vuelto a dirigir la palabra.

–Bueno… – Empezó Yui. – Mejor empecemos a recoger esto y pongámonos en marcha ya.

–¿Eeeeeh? – Se quejó Kyouko. – Estoy llena, descansemos un poco.

–Si nos quedamos aquí mucho rato después se nos hará tarde.

–Ju ju ju… No es así, Yui. – Dijo Kyouko. – He planeado esto con todo lujo de detalles. Nos da tiempo incluso de echar una siesta.

–Pero si aún nos queda la mitad del camino. – Dijo Yui incrédula.

–Nos queda menos, Yui. Esta zona está un poco más arriba de la mitad. – Dijo Kyouko tranquilamente. – No te preocupes, que lo he planeado todo al detalle. Además, dormir un rato nos ayudará a reponer fuerzas para después.

Chinatsu habló.

–La verdad es que yo también estoy algo cansada, y descansar después de comer hará que después estemos con más energía.

Akari asintió.

–Sí, yo pienso igual.

Viendo que las demás chicas también pensaban más o menos igual, Yui decidió aceptar.

–Está bien, tenéis razón. Supongo que descansar un rato no hará ningún mal.

Así pues, después de recoger, las chicas decidieron descansar un rato, ya fuera estirándose en la hierba o en los bancos que había allí.

Aunque la intención de Yui era solo descansar, hacía un tiempo tan agradable que la chica no puso evitar quedarse dormida, al igual que todas las demás.

Cuando Yui se despertó, el sol ya estaba tan bajo que el cielo ya estaba anaranjado en vez de azul. Al darse cuenta de esto, rápidamente se levantó y gritó.

–¡Kyouko, despierta!

Eso las despertó a todas, la mayoría asustadas por el grito de Yui. Kyouko sin embargo, se despertó tranquilamente, estirando los brazos y bostezando. Al ver el sol poniéndose, simplemente sonrió.

–Vaya, ¿ya se está poniendo el sol?

–¡¿Y lo dices con esta tranquilidad?! ¡Dijiste que teníamos tiempo de sobras para echar una siesta!

–Y lo tenemos. – Dijo Kyouko tranquilamente.

–¡Claro que no! ¡¿No ves que ya se está haciendo de noche?! ¡¿Cómo quieres que recorramos casi la mitad del camino antes de que se haga de noche?!

–Ju ju ju… Tranquila, Yui, que lo tengo todo pensado. – Yui se veía bastante molesta ante la tranquilidad de Kyouko, pero decidió esperar a la explicación de esta. – Hay dos cosas que no os he contado. – Dijo la rubia, extrañando a las demás. – La primera es que en realidad no estamos un poco más arriba de la mitad, estamos a muchísimo más.

Eso las sorprendió a todas.

–¡¿Cómo?!

–En realidad esta zona de picnic está a poco más de 2 quilómetros de la mansión.

–¿Sólo dos quilómetros? – Exclamó Ayano.

Kyouko asintió. Chinatsu fue la siguiente en hablar.

–¿Pero por qué no nos lo habías dicho, senpai?

–Fu fu fu… Esta es la segunda cosa. ¡Eso es para poder hacer la prueba de valentía de camino a la mansión!

–¡¿Qué?! – Exclamaron todas.

–La mansión está en la cima de esta montaña. Para hacer la prueba de valentía tendríamos que bajar bastantes metros y luego volver a subir. Para evitar esto, he decidido hacer la prueba de valentía antes de llegar a la mansión, así solo tendremos que subir. – Las demás chicas no sabían qué decir. – Ya que tenemos que hacer el camino hasta la mansión sí o sí, aprovechemos el camino y hagámoslo al mismo tiempo que la prueba de valentía.

Yui habló.

–¿Quieres hacer una prueba de valentía?

–Sí. ¿No fue divertido la última vez?

Todas menos Chitose miraron a Kyouko con recelo.

–No creo que divertido sea la palabra… – Dijo Himawari.

Ayano siguió.

–Chitose casi nos da un infarto.

La mencionada solo sonrió. Kyouko siguió.

–Pero esta vez será solo de subida, no nos cruzaremos con nadie, así que no habrá problema.

Yui suspiró.

–Bueno, por lo menos has traído linternas, ¿verdad? – Kyouko de pronto palideció. – ¡¿Te las has olvidado?!

–No, están aquí. – Dijo sacando una.

–¡¿Entonces por qué has puesto esa cara?!

Kyouko solo guiñó un ojo y sacó la lengua. Realmente Yui no entendía qué pasaba por la cabeza de esa chica. Chitose vio entonces que su botella de agua estaba casi vacía.

–Ah, antes de decidir con quién vamos voy a llenar mi botella de agua, ¿vale?

Kyouko asintió.

–Sí, sin problema.

Akari se fijó en que la suya también estaba casi vacía.

–Yo también voy.

En la fuente, se encontró con Chitose, sobresaltándose esta un poco.

–A-Akaza-san…

–Ikeda-senpai…

Chitose, aunque quería decir algo, no sabía qué decir, así que Akari se le adelantó.

–Ikeda-senpai, sobre lo de contarme por qué te sangra la nariz…

Chitose se puso aún más nerviosa.

–¡Ah! Eh… Ah… Eh, eh… A-Akaza-san, lo-lo sien…

–¡Lo siento! – Dijo Akari haciendo una leve reverencia, sorprendiendo a Chitose.

–¿Eh?

–Lo siento, Ikeda-senpai. Veo que no te sientes cómoda hablando de esto. Quiero saber por qué te sangra la nariz, pero parece que te da miedo o vergüenza contármelo, así que no puedo obligarte a hacerlo. Perdón por insistir en ello. Ya me lo contarás cuando quieras si es que quieres hacerlo.

Chitose, sorprendida, tardó unos segundos en reaccionar, bastante nerviosa.

–¡N-No, no tienes que disculparte, Akaza-san! ¡Soy yo quien debería hacerlo, por no querer contártelo! Es solo… Es solo que… – Chitose pensaba que si le contaba a Akari, esta perdería su inocencia y se convertiría en una pervertida. – ¡Noooooooooo! ¡Tengo que proteger esa sonrisa!

–¿Ikeda-senpai?

–¡Ah! L-Lo siento, Akaza-san, de verdad…

–Tranquila, no pasa nada. – Dijo Akari. – Tus motivos tendrás para no querer contármelo. – Akari llenó su botella de agua y después se dispuso a volver con el grupo, pero tras unos pocos pasos se giró para ver a Chitose. – Pero sigo teniendo curiosidad, así que si algún día cambias de opinión y te sientes cómoda contándomelo, no dudes en decírmelo.

Akari dijo aquello con una radiante sonrisa. Sonrisa que hizo poner aún más roja y nerviosa a Chitose, haciendo que su corazón latiera con fuerza. Akari volvió con las demás chicas, mientras la cabeza de Chitose daba vueltas.

Dios… ¡Es tan adorable! Esa linda sonrisa suya… ¡No puedo permitir que se corrompa! Pero… Se ve con tantas ganas de saberlo… Qué inocente es… ¡Eso la hace más linda! Ah… ¿Qué debo hacer? Tiene muchas ganas de saberlo… Pero no puedo contárselo… – De pronto Chitose cayó en algo. – A lo mejor no tengo que contarle toda la verdad… Puedo maquillarlo un poco, diciendo que eso es porque me imagino a dos personas queriéndose o algo, porque eso me hace sentir bien… O algo así. – Chitose entonces se imaginó a Akari sonriendo satisfecha con un hilo de sangre saliéndole de la nariz. – ¡Dios, incluso así se ve linda! Si puedo conseguir mantener esa sonrisa… Podría explicárselo… Debo encontrar una forma de explicárselo sin perder esa sonrisa.

–¡Chitose! – La voz de Ayano, la sobresaltó, sacándola de sus pensamientos. – ¿Has terminado ya? – Gritó desde lejos.

–¡S-Sí! ¡Ya voy!

Chitose regresó con las demás, donde Kyouko sacó de vete tú a saber dónde la ya famosa caja.

–¿Otra vez esa caja? – Dijo Yui más para sí misma que esperando obtener una respuesta.

–Bueno, he metido en esa caja dos veces los números del 1 al 4. Cada una de nosotras sacará un número e iremos con la persona que tenga el mismo número que nosotras. El número marca el orden en el que saldremos. Como el camino es solo de ida no tenemos que esperar a que nadie vuelva para salir nosotras, por lo que saldremos cada ciertos minutos. ¿Qué os parece cada 5? – Las demás asintieron. – Muy bien. ¡A sacar papeles!

Cada una de las chicas sacó un papel de la caja. Ya con todas teniendo un papel en la mano se podía notar la tensión en el ambiente.

Kyouko deseaba que le tocara con Chinatsu. Esta no sabía si prefería ir con Yui o con Akari, aunque también pensaba que a lo mejor sería mejor si le tocara con alguna otra, ya que con ellas se sentiría incómoda. Sakurako deseaba que le tocara con Akari, mientras que a Himawari le daba igual quién le tocara mientras no fuese Sakurako. Aunque Ayano quisiera negarlo, la verdad es que quería que le tocara con Kyouko, y eso mismo quería también Chitose, que le daba igual quién le tocara a ella, ya que si bien quería hablar con Akari sobre por qué le sangraba su nariz, pensaba que todavía era demasiado pronto para contárselo, y quería tener unos días más de margen para planificar bien cómo lo haría. Por su parte, a Yui y Akari les daba bastante igual con quién les tocara. Sin embargo, sí que Yui pensaba que si le tocaba con Akari, si esta tenía miedo podría hacerla sentir mejor si la abrazaba, y de paso podría acariciarle el cabello, como cuando durmieron juntas. Pensar en eso hizo que Yui sonriera un poco.

Todas esas dudas y esperanzas durarían bien poco, ya que enseguida sabrían con quién les tocaría cada una.