¡ATENCIÓN! ¡ADVERTENCIA!
Este capítulo contiene una pequeña parte con contenido clasificado como M.
Avisados estáis.
Akari salió de su casa después de que Kyouko llamara al timbre.
–Buenas días, Kyouko-chan, Chinatsu-chan. – Dijo al salir. Luego miró a Yui. – Buenos días, Yui-chan.
–Buenos días, Akari. – Dijo Yui sonriendo.
Bueno, las cuatro estaban sonriendo, pero Akari y Yui de una forma especial que solo ellas dos notaban. Akari había aceptado salir con Yui para que esta intentara conseguir que se enamorara de ella. Y aunque en ese momento lo único que sentía Akari por Yui era amistad, recordaba que al principio también sentía solo amistad por Ayano, así que estaba un poquito nerviosa por pensar que tal vez podría acabar enamorada de Yui, más que nada porque esto era lo que quería ella, lo dijo claramente, y además Akari no se resistiría. Al contrario, pondría de su parte para intentar enamorarse de Yui. Pensar que su amiga de la infancia podría acabar siendo su novia la hacía estar un poquito nerviosa, pero al mismo tiempo estaba también algo emocionada. Además, hoy sería su primera cita.
Después de clase
–Akari-chan, ¿hoy vendrás al club? – Preguntó Chinatsu.
–Ah, no, lo siento, hoy no puedo.
–¿Hoy tampoco? Ya hace varios días que no vienes.
–Lo siento, he tenido bastantes cosas que hacer. Pero mañana sí que podré venir. – Dijo con una sonrisa.
–Mañana es sábado.
–Ah… Entonces el lunes.
En ese momento, Sakurako abrazó por sorpresa a Akari.
–¡Akari-chan!
–¡Ah! Sakurako-chan… – Exclamó Akari sorprendida. – ¿Qué ocurre?
–Nada. Solo quería abrazarte. – Dijo alegremente.
La chica miró de reojo a Himawari, viendo que esta simplemente se levantó sin mirar a Sakurako y se despidió de Akari y Chinatsu.
–Buen fin de semana, Akaza-san, Yoshikawa-san.
–Buen fin de semana. – Respondieron las mencionadas.
Ni Himawari mencionó a Sakurako ni esta le dijo nada a la peliazul, preocupando un poco a las chicas. Chinatsu habló.
–¿Todavía seguís peleadas?
–Y así seguiremos para siempre. No pienso volver a hablarle en mi vida. – Dijo Sakurako molesta.
–Sakurako-chan, esto es una estupidez. Tenéis que hacer las paces.
–No me hables de ella tú también, Akari-chan. Si te abrazo es precisamente para no pensar en ella. Además, ella me odia, y yo a ella, así que no pienso volver a ser su amiga.
Akari y Chinatsu suspiraron. Sakurako era tan cabezota que no importaba lo que le dijeran, seguiría igual. Y además corrían el riesgo de que se enfadase con ellas también, así que decidieron no insistir más por el momento, aunque seguían pensando en qué podían hacer para que pudieran reconciliarse.
Tras salir de la escuela, Akari se encontró con que Yui la estaba esperando fuera, al lado de la puerta de la entrada.
–Buenas tardes, Yui-chan.
–Bu-Buenas tardes, Akari. – Dijo Yui alegre pero algo nerviosa por tener su primera cita con Akari, aunque no fuera como novias, sino precisamente para intentar hacer que Akari se enamorara de ella.
–¿Dónde vamos a ir, Yui-chan?
–¿Te gustaría ir a algún sitio en especial?
–Vamos donde tú quieras, Yui-chan. Después de todo, eres tú la que debe hacer que me enamore de ti, así que eres tú la que debe decidir qué es lo que crees mejor para eso.
Yui puso una sonrisa nerviosa.
–E-Es un poco raro que salgamos con la intención de te enamores de mí… No sé, es…
–Sí, sé lo que quieres decir. Pero quieres que sea tu pareja, ¿verdad?
Eso hizo que Yui dejara de estar nerviosa, mostrándose decidida, aunque sin perder la sonrisa.
–Sí, de eso no tengo la más mínima duda.
–Entonces tenemos que hacerlo. – Dijo Akari también sonriendo.
Yui asintió.
–¿Sabes? Creo que sé de un sitio que te gustará.
–¿Dónde vamos? – Preguntó Akari.
–¿Y estropearte la sorpresa? Vamos y ya lo verás.
Aquello gustó a Akari, que sonrió y asintió. Ni ella misma lo sabía, pero aquello había hecho ganar a Yui algunos puntos para poder ser su pareja.
Tras unas cuantas paradas de metro, cuando bajaron Akari vio que Yui había decidido llevarla al acuario público.
–¿Vamos al acuario? – Preguntó la pelirrosa sonriendo.
–Te gusta, ¿no? – Dijo Yui también sonriendo.
Akari amplió un poco más su sonrisa y asintió.
Y así, ambas chicas pasaron la tarde en el acuario, viendo todo tipo de peces, además de pingüinos y otros animales marinos. Aunque tenía 13 años, Akari disfrutaba como una niña pequeña viendo todos esos tipos diferentes de peces, con formas y colores inusuales, y Yui disfrutaba de ver a Akari así de feliz.
El tiempo se les pasó volando y al final se quedaron hasta que por megafonía avisaron que el acuario estaba a punto de cerrar.
–¿Qué me dices, Akari? ¿Te has divertido?
Akari asintió.
–Sí, me lo he pasado muy bien. – Dijo sonriendo.
–Me alegro. – Yui decidió medio bromear. – Entonces, ¿esto me acerca un poco más a ser tu novia?
Akari decidió seguirle el juego y se puso un dedo en el mentón, fingiendo estar pensativa.
–Mmm… Has ganado algunos puntos, pero aún te falta para eso.
Akari miró a Yui con una sonrisa, quien también estaba sonriendo.
–Entonces me esforzaré aún más para conseguir más puntos y subir de nivel.
Akari soltó unas risitas por esa comparación. De nuevo, sin ella misma saberlo, aquello le había hecho ganar a Yui algunos puntos más.
El sábado lo pasaron las 4 chicas del club juntas, ya que hacía tiempo que no estaban las 4 juntas más que para ir a la escuela, por lo que Kyouko propuso de quedar. Domingo, por su parte, lo pasaron cada una con sus familias, ya fuera para descansar o porque tenían asuntos con ellas.
Y así llegó de nuevo el lunes.
El día transcurrió con normalidad, y como Akari le había dicho a Chinatsu, ese día sí que fue al club, y Yui decidió hacer lo mismo para poder estar con ella, aunque fuera también con Kyouko y Chinatsu. Y aunque Yui quería estar con Akari, también tenía que quedar en el club con Kyouko y Chinatsu, para hacer lo que sea que se les ocurriese. No ir para quedar con Akari, algunos días no pasaría nada, pero hacerlo a menudo sería algo sospechoso. Además de que a Yui tampoco le gustaba mucho dejar a Chinatsu a solas con Kyouko. Pero si no quedaba con Akari para estar en el club con las demás, Akari podría ir perdiendo interés por ella. Para que Akari fuera enamorándose de ella, tendría que estar a solas con ella frecuentemente. Tal vez no era necesario quedar cada día, pero sí cada pocos días y durante varias horas. Hacerlo solo el fin de semana o solo durante un rato después de ir al club no sería suficiente. Yui tenía que buscar alguna forma de pasar rato a solas con Akari frecuentemente. En ese momento se le ocurrió proponerle a Akari que fuera a su apartamento a dormir. Para que Kyouko y Chinatsu no se enteraran, ya que si lo hacían dirían de quedar ellas también, se lo propuso enviándole mensajes por teléfono. Para que las demás no sospecharan, acordaron que Akari pasaría primero por su casa, y al cabo de unos minutos, cuando las demás se marcharan, Akari iría sola hasta el apartamento de Yui. Y al día siguiente, Akari marcharía del apartamento de Yui antes de que llegaran Kyouko y Chinatsu.
Tener que hacer todo esto solo para poder pasar Yui y Akari tiempo juntas sin levantar sospechas hacía sentir un poco mal a las dos chicas, sobre todo a Akari. Aun así, al mismo tiempo también les parecía algo emocionante. Sin embargo, Yui no podía invitar a Akari a su apartamento cada día (es decir, poder sí podría, pero no sería normal) y pasar tiempo juntas de aquella manera no era sostenible durante mucho tiempo. Yui tenía que conseguir que Akari se enamorara de ella pronto. Una vez lo consiguiera todo sería más fácil.
Por el momento, hicieron lo que acordaron. Las tres chicas dejaron a Akari en su casa, y mientras las demás seguían el camino hacia sus casas, Akari les dijo a sus padres y hermana que pasaría la noche en casa de Yui, y que solo pasaba por casa a buscar algunas cosas y a dejar la bolsa de la escuela, y que ya pasaría mañana a buscarla de camino a la escuela.
Una vez dicho esto, Akari salió de su casa hacia el apartamento de Yui. Una vez llegó a la puerta del piso de Yui, Akari llamó. Al encender la cámara exterior, Yui vio a Akari, abriendo la puerta.
–Bienvenida, Akari.
–Gracias. – Dijo esta.
Yui suspiró.
–Ha… Qué montaje tenemos que hacer para poder quedar las dos solas…
–Sí, me siento algo mal por Kyouko-chan y Chinatsu-chan. Es como si las estuviera engañando.
–Pero has aceptado hacerlo. Eso significa que también quieres pasar tiempo conmigo, ¿verdad?
Akari asintió.
–Sí. Ya te lo dije, Yui-chan, quiero enamorarme de ti, y sé que para eso es importante pasar tiempo juntas, así que voy a poner de mi parte para conseguirlo.
–Y te agradezco mucho eso, Akari. – Dijo Yui. – haré todo lo posible para que te enamores de mí y no te arrepientas.
Akari sonrió.
–Además… Hacer eso a escondidas de Kyouko-chan y Chinatsu-chan es algo emocionante, ¿no crees? Como si estuviéramos haciendo algo malo.
–Sí, un poco. – Las dos chicas soltaron algunas risitas. – Bueno, pues no perdamos tiempo, Akari. Juguemos a algo.
Akari asintió y empezaron a jugar a varios juegos que Yui preparó. Principalmente videojuegos, pero también algunos de mesa. Tras un rato, llegó la hora de cenar.
–Akari, ¿quieres cenar ya? – Preguntó Yui tras ver la hora.
Akari asintió.
–Sí. Te ayudo a prepararla.
–Está bien.
Ambas chicas se levantaron y empezaron a preparar la cena. Akari soltó unas risitas, lo que alegró a Yui.
–¿Qué ocurre, Akari?
–Es que esto me recuerda a la última vez que pasé la noche aquí. También te ayudé a preparar la cena, ¿recuerdas?
–Sí, es verdad. – Yui dejó de sonreír y se mostró un poco avergonzada. – De hecho… Creo que fue entonces cuando empecé a enamorarme de ti.
–¿Eh? – Soltó Akari sorprendida. – ¿Desde entonces?
–B-Bueno, entonces empecé a sentir algo por ti, aunque no supe que era amor hasta más tarde. – Dijo Yui rascándose la mejilla y con una pequeña sonrisa para ocultar su vergüenza. – Pero creo que ese día fue clave para que terminara enamorada de ti…
Yui iba apartando la mirada y mirando brevemente a Akari, sin saber exactamente cómo reaccionar. Akari, por su parte, tampoco sabía qué decir.
–Y-Ya veo…
Ninguna de las dos chicas sabía cómo continuar, así que Yui decidió cambiar radicalmente de tema.
–Akari, ¿me pasas la patata?
–Ah, s-sí, claro.
Y así siguieron preparando la cena como si esa conversación no hubiera ocurrido.
Tras cenar, ambas chicas jugaron un poco más, hasta que Akari bostezó.
–Parece que deberíamos a ir a dormir ya. – Dijo Yui con una sonrisa viendo a Akari.
–Sí. Normalmente me voy a dormir a esta hora. ¿Pero puedo tomar un baño antes?
–Claro. – Asintió Yui.
–Yui-chan, ¿nos bañamos juntas?
Yui se sobresaltó.
–¡¿E-Estás de broma?!
Esa reacción extrañó a Akari.
–¿Por qué lo dices? ¿Aún te da vergüenza? – Akari sonrió. – La última vez también nos bañamos juntas, y lo pasamos bien, ¿verdad?
–Pero ahora estoy enamorada de ti, Akari. – Dijo Yui algo ruborizada. – Estar desnudas las dos juntas sería… No dejaría de mirarte… Sería incómodo… Y también para mí, sabiendo que no sientes lo mismo por mí…
Akari bajó un poco la cabeza.
–Creo… Que lo entiendo… – Aún algo avergonzada, Yui miró de reojo a Akari, que se levantó. – B-Bueno, entonces voy yo sola.
–S-Sí… – Asintió Yui. – Yo iré después.
Akari asintió y se fue hacia el baño, mientras Yui se quedó allí, aún avergonzada.
Tras un rato, salió Akari, ya con el pijama puesto.
–El baño está libre. – Dijo Akari sin mucho ánimo.
–M. – Asintió Yui.
Esta fue al baño, mientras Akari se sentó en el futón del suelo, ya que mientras Akari se estaba bañando, Yui ya había preparado los futones.
Al cabo de un rato más, salió Yui, también con el pijama puesto, y también sin mucho ánimo, como Akari, la cual estaba estirada en el futón. Yui se sentó en el futón del lado, y Akari se incorporó, sentándose también, al lado de Yui, aunque ninguna de las dos se miraba a la cara. Tras unos cuantos segundos de silencio, Akari fue la primera en hablar.
–¿Tan incómodo sería bañarnos juntas ahora?
–La verdad es que sí. – Dijo Yui. – Debes entenderlo, Akari. Te quiero. Quiero estar contigo. Besarte, tocarte, acariciarte… Estando las dos desnudas juntas, pudiendo hacer eso que quiero pero no deber hacerlo… Es frustrante. Entiéndelo, Akari.
–Sí, lo entiendo… – Dijo esta algo triste. – Pero entonces… ¿No podremos volver a bañarnos juntas?
Tras unos segundos, Yui suspiró, y con una mirada de determinación decidió tomar la iniciativa. La chica agarró a Akari por los hombros y la tumbó contra el futón, quedando Yui encima de ella.
–¡¿Yu-Yui-chan?!
–Dejará de ser incómodo cuando seamos novias, así que podremos volver a bañarnos juntas pronto. – Dijo sonriendo con confianza.
Akari, que primero se sorprendió por la actitud de Yui, se calmó un poco y puso una pequeña sonrisa.
–Estás muy segura de que va a pasar, ¿eh?
–Totalmente. Te quiero, Akari, y haré que tú me quieras también.
Con su mano derecha, Yui le apartó el pelo de la frente a Akari y le besó en la frente, provocando que esta se sonrojara ligeramente.
–Y-Yui-chan… Te estás tomando demasiadas libertades, aún no somos novias.
–Perdón, perdón… – Dijo esta rascándose la nuca y sentándose en el futón, dejando libre a Akari para que se pudiera sentar si quería. – Si hago algo que te molesta no dudes en decírmelo. Lo último que querría es molestarte.
Akari, mirando a otro lado, asintió ligeramente.
–Aunque… Esto no es que me haya molestado, solo sorprendido…
Yui sonrió.
–Akari, ¿quieres que te dé un masaje?
Eso extrañó a Akari.
–¿Un masaje?
–Sí. ¿Qué me dices? Si no te molesta, claro.
–No, tranquila, me encantaría.
–Bien, entonces gírate.
Akari asintió y se giró, poniéndose boca abajo. Entonces fingió ponerse seria.
–Eso sí, te advierto que si haces eso solo para ganar puntos para que me enamore de ti… – Entonces sonrió. – Pues si lo haces bien, podría ser.
Yui soltó unas risitas.
–Entonces procuraré hacerlo muy bien.
Akari también sonrió y Yui se puso encima de ella para empezar a hacerle el masaje. Empezó pasando sus manos por el cuello y los hombros de Akari, pasando mayoritariamente los cuatro dedos largos por su cuello y con el pulgar presionando los hombros.
–Dime si hago demasiada presión.
–Tranquila, lo haces perfecto.
Yui sonrió feliz de ver que lo estaba haciendo bien y siguió con el masaje, pasando luego a centrarse mayoritariamente en los hombros. Tras un rato, sabiendo que Akari no estaba rígida ni tensa, prefirió centrarse más en un masaje para provocar placer que en uno para destensar.
Yui volvió a dirigir sus manos al cuello de Akari, frotando la punta de sus dedos por los lados del cuello, de delante a atrás, moviéndolos suavemente. Lentamente Yui fue subiendo, haciendo lo mismo justo por debajo de las orejas de Akari.
–Ah…
Akari empezaba a soltar suaves suspiros, y su respiración se hacía más audible, prueba de que lo estaba disfrutando, satisfaciendo a Yui, la cual siguió moviendo los dedos de la misma forma en el cabello de Akari, acariciándolo suavemente, haciendo sentir muy bien a la pelirrosa.
–Ah… Ah…
Akari estaba empezando a gemir, haciendo que Yui fuera perdiendo la sonrisa, ya que aquellos sonidos estaban empezando a excitarla. La mayor siguió acariciando el pelo de Akari con la punta de sus dedos, pasándolos por diferentes partes de su cabeza, haciendo sentir cada vez más placer a Akari.
–Ah… Ah… Yui-chan… Ah…
Yui, que estaba cada vez más excitada, tragó saliva
–¿S-Sí?
–Lo haces… Muy bien… ¡Ah!
–¿T-Te gusta?
–Sí, mucho… Sigue…
Yui siguió acariciando el pelo de Akari, pasando también de vez en cuando la punta de sus dedos por las orejas de la chica, tanto por la parte trasera como la delantera. Y al ya estar bastante estimulada, eso le provocaba bastante placer.
–¡Ah! ¡Ah, Yui-chan! ¡Ah!
La pobre Akari seguía gimiendo inocentemente, sin ser consciente que con sus gemidos estaba haciendo excitar cada vez más a Yui, la cual, al estar sentada sobre Akari, sentía como su clítoris se presionaba sobre la espalda de la chica, esforzándose mucho para no empezar a frotarse con ella allí mismo.
Yui bajó de nuevo sus dedos hacia el cuello de Akari, pasando antes por sus mejillas y la barbilla.
–¡Ah! ¡Y-Yui-chan! Ah… ¡Aaah!
Yui tenía la cara bastante roja, y respiraba por la boca por lo excitada que estaba. Viendo que Akari también empezaba a estar igual, Yui decidió dejarlo allí. Akari siguió respirando por la boca unos segundos más.
–¿Qu-Qué te ha parecido, Akari? ¿Te ha gustado?
Tras recuperar su ritmo normal de respiración, Akari respondió.
–Sí… Me ha gustado mucho… Lo haces muy bien, Yui-chan…
Yui forzó una sonrisa.
–Ya veo. Me alegro. – La chica se levantó. – Voy un momento al baño y ahora vengo.
–M. – Asintió Akari, tan relajada que solo dijo eso.
Yui fue hacia el baño esforzándose por caminar a un ritmo normal. Pero una vez llegó allí, cerró con pestillo y rápidamente se sentó en la taza del váter y empezó a masturbarse, frotándose la entrepierna con su mano derecha y el pezón izquierdo con su mano izquierda. La chica respiraba rápidamente por la boca, esforzándose por hacer el mínimo ruido posible. Se podía oír su respiración, pero al estar la puerta cerrada Akari no la oiría, ya que no era suficientemente fuerte. Yui siguió moviendo su mano cada vez más rápido, mientras empezaba a soltar leves gemidos que se esforzaba en contener a medida que se acercaba al orgasmo, imaginándose a Akari haciendo esos sonidos por tener sexo con ella, no solo por masajearla. Finalmente, Yui se corrió, no pudiendo evitar que se le escaparan algunos leves gemidos, pero consiguió que el orgasmo fuera bastante silencioso. Con la puerta cerrada Akari no oiría esos sonidos.
A medida que el orgasmo fue desvaneciéndose, Yui empezó a relajar sus músculos, quedando sentada en la taza normalmente, como si solo hubiese ido a orinar. Aun así, su respiración seguía bastante acelerada, recuperando poco a poco su ritmo normal.
Mientras Yui se limpiaba, se sentía algo mal. Simplemente le había hecho un masaje a Akari, y esta había hecho sonidos sexuales inocentemente, sin ninguna intención sexual, y Yui se había masturbado con aquello, imaginándose que Akari hacía esos mismos sonidos por tener sexo con ella. Y además, con Akari a pocos metros. Tener a Akari tan cerca la había excitado aún más, y eso mismo también le hacía sentir algo mal.
Sin embargo, mientras se levantaba y volvía con Akari, intentaba quitar esos pensamientos de su cabeza.
–No, no. No debo pensar así. Quiero a Akari, querer tener sexo con ella es normal, no es algo pervertido. Los adultos lo hacen todo el tiempo. Y el propio nombre lo dice: "Hacer el amor". No hay nada de malo.
Yui llegó a la sala y se tumbó en su futón, al lado de Akari, que estaba con los ojos cerrados.
–Akari, ¿estás dormida? – Preguntó en voz baja.
Akari no respondió. Yui sonrió, recordando la última vez que Akari se quedó a dormir en su apartamento. Fue en ese momento que Yui empezó a sentir algo por ella, y ahora volvía a tener a Akari en la misma situación, esta vez ya estando enamorada de ella. Yui le acarició suavemente el pelo y la mejilla, haciendo que Akari soltara un suave sonido. Yui aumentó un poco su sonrisa.
–Akari… Voy a hacer que te enamores de mí, te lo aseguro. Y voy a asegurarme de que seas increíblemente feliz conmigo.
