Ladies and Gentlemen!
Una noche de tormentas puede ser terrible si le tienes miedo a la oscuridad pero esta se puede convertir en una buena noche cuando se encuentra una persona especial a tu lado.
It's showtime!
Aclaración: Ranma 1/2 no me pertenece. Es propiedad de Rumiko Takahashi. Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias que se podrán leer a continuación.
Aclaración: Con estas historias no estoy cobrando por ninguna ganancia o regalía. Solo escribo para el entretenimiento de todo público pidiendo permisos al autor. Cualquier aclaración, pueden escribir en los comentarios su opinión al respecto.
Aclaración: Recuerden que esta historia es un fanfic, historias ficticias escritas de fans para fans, algunas cosas pueden cambiar y otras más se pueden agregar. No siempre los personajes contienen las mismas personalidades. Por favor, si no les gusta, abstenerse de comentarios ofensivos y/o negativos.
Día 6: Noche a solas
Era totalmente absurdo que las historias de terror fueran reales pero por sí las dudas, Akane no quería estar sola aquella noche de tormenta donde a parte de los escandalosos truenos que se pueden escuchar a lo lejos, la luz se había ido y no estaba para nada tranquila con la poca luz que era capaz de emitir la vela que estaba frente a ella. Ante cualquiera pequeña corriente de aire que hacía mover la llama de la vela, saltaba un poco en su lugar para mirar a sus espaldas y hacerse saber que se encontraba bien.
Estaba en estado de alerta, mirando de un lado y luego mirando del otro lado. No quería que nada la agarrara desprevenida, incluso estaba preparada para atacar a todo aquel que la asuste. La escoba a su lado iba a ser lo suficiente para partir algunas cabezas.
No creía en historias de terror, eran puras fantasías creadas por las personas para vender algo, había visto demasiadas peliculas de terror para decir que no tenia miedo, era imposible que algo como eso existiera, solo era su imaginación que le encantaba asustarla. Si, tenía que ser eso que con solo pensar en aquella posibilidad, no dudo en soltar una risita retadora. Era absurdo que un fantasma viniera por tu alma o que un muerto pudiera regresar a la vida en busca de aquella jurada venganza.
Era totalmente absurdo.
Ridículo.
No había nada en el mundo que la asustara.
Ella podía burlarse de ello como de las personas que les da miedo la oscuridad.
Pero por sí las dudas, prefería mantenerse a donde se encontraba Ranma, de alguna manera, se sentía segura y tranquila al saber que a su lado se encuentra otro humano. Claro, no se lo hubiera pedido a él pero para su mala suerte, toda la familia había salido a recoger algunos pedidos pero ante la fuerte tormenta que se estaba formando, iba a ser completamente difícil regresar a casa esa noche. Eso había sido lo que había escucho de la llamada que los mismos hicieron al preocuparse por ellos dos que se encontraban solos.
Akane soltó un pequeño suspiro mientras miraba a Ranma que se encontraba leyendo algunas cosas. Totalmente tranquilo y despreocupado.
No podía comprender como es que el chico podía leer con aquella poca luz que apenas y se podía percibir. No entendía como es que no le preocupaba que esa noche solo serían ellos dos, claro, sus mejillas no pudieron evitar pintarse un poco de color rojo, solo eran ellos dos, no había estado a solas con él. Estaba molesta con él pero también, estaba agradecida, a pesar de que siempre la molestaba por cualquier cosa, esa noche accedió a quedarse a su lado. No había hecho comentario ofensivo alguno y solo la observaba al escuchar el estruendo de algún trueno.
--¿Qué es eso que lees? --Pregunto Akane con tal de distraerse.
--Una nueva forma de entrenamiento --Respondió Ranma.-- Pero no es nada interesante, solo los tontos van a creer eso
--Ya veo
Y otra vez, silencio.
Akane cerró sus ojos por un momento, estaba cansada de estar alerta que pensó que dormiría en ese momento para poder olvidar aquella tormenta. Quizá, así la noche pase más rápido.
Pero la tranquilidad no podía durar para siempre.
Una fuerte luz se percibió por la ventana, había iluminado la habitación y un fuerte estruendo golpeo la tierra provocando que saltaran sorprendidos.
Akane abrió los ojos y cubrió sus oídos, aquel estruendo había sido bastante fuerte que su corazón no dejaba de golpear desesperado su pecho. Se fijo en Ranma en ese momento, podía jurar que la revista se había partido a la mitad y el chico se encontraba temblando.
¿Acaso...?
--¿Le tienes miedo a las tormentas?
Fue lo primero que se le ocurrió preguntar en voz alta que inmediatamente cubrió su boca. Ranma salto en su lugar y volteo con el rostro morado de miedo. Era imposible que hablara como que dejara de temblar.
Con un poco de cautela, Akane se acercó para saber que se encontraba bien después de aquel gran susto. Tomo con suavidad la mano del chico y efectivamente, se encontraba temblando, con fuerza, tomo aquella mano mientras la otra mano subía para acariciar su mejilla y revolver un poco aquel cabello oscuro. De alguna manera, sentía que era un pequeño niño.
--No les tengo miedo --Trato de sonar seguro Ranma.-- Simplemente odio el fuerte ruido que pueden llegar a ocasionar --Soltó todo el aire que se encontraba en sus pulmones.-- Estoy seguro que ese cayó demasiado cerca
Akane soltó una suave risita, provoco que Ranma le mirara de mala manera y antes de que fuera malinterpretado, volvió acariciar aquel cabello oscuro, se dio cuenta que así era la manera más fácil de calmarlo, ni siquiera el chico delante de ella quería alejarla de él.
--A mi también me parece molesto el ruido que pueden ocasionar --Hablo Akane.-- Aunque para ser sincera, tengo un poco de miedo --Se volteo avergonzada.-- No me agrada la oscuridad y ¡No creo en las películas de terror! Es absurdo que un fantasma venga aquí en busca de venganza, es imposible que algo como eso exista
--¿En serio? --Ranma señaló por el hombro femenino.-- ¿Entonces que es esa mano que se encuentra en tu hombro?
Ante aquellas palabras, Akane no dudo en gritar y saltar a los brazos de Ranma. Aunque, poco después comprendió que se trataba de una broma al escuchar aquellas fuertes carcajadas que el chico lanzaba por haberla asustado de esa manera. Quería alzar la mano y alcanzar la escoba que había dejado, se había ganado un merecido golpe cuando otro estruendo habían escuchado que no dudaron que abrazarse con un poco más de fuerza. Aquel trueno había caído muy cerca del patio que solo se quedaron en silencio mientras intentaban calmar el acelerado golpeteo de su pecho.
Aquella llama que mantenían la iluminación en la habitación, se había apagado. Solo eran ellos dos con el brillo de los truenos de fondo. Akane podía sentir a Ranma temblar, aquellos brazos que la rodeaban, se sentían un tanto débiles que volvió alzar el rostro para ver al chico que apretaba los dientes.
Ambos tenían miedo.
Y siendo sinceros, en un momento tan desesperado como ese, realmente se necesitaban.
La chica pensó por un momento en una solución o en algo para poder distraerse hasta que sonrío al recordar algo que le sucedió cuando era una niña pequeña, algo que le ayudaba a relajarse y dormir con tranquilidad. Fue en ese momento que empezó a tararear una suave nana. Ranma bajo el rostro para mirarla un tanto sorprendido.
--¿Qué haces?
--Mamá me cantaba en las noches de tormenta para calmarme --Hablo Akane con los ojos cerrados.-- He olvidado la letra de la canción pero de lo que estoy segura --Subió su mano a su pecho.-- Era una suave nana que me tranquilizaba y me hacía dormir mientras me daba suaves palmadas ¿Quieres que pare?
Silencio se escucho en ese momento, Akane iba a volver hablar cuando escucho al chico que la abrazaba, soltar una gran bocanada de aire mientras tomaba una frazada del piso para cobijar a ambos. Quería evitar que aquella calidez se alejara de ellos.
--No lo hagas --Hablo Ranma derrotado.-- Continúa
Fueron unos cuantos minutos en los que Akane seguía tarareando.
Pudieron sentir en ese momento como aquella tormenta había entrado en segundo plano, por mas fuerte que se escuchaban aquellos estruendos, era aquella dulce melodia la que inundaba sus oídos, los relajaba, los hacia sentir cómodos. Aquel pequeño calor que empezó a formarse entre ellos, Ranma no pudo evitar bostezar y cerrar sus ojos mientras recargaba su mejilla en la cabeza de Akane.
La suave nana había inundado la habitación, sus corazones se encontraban tranquilos, aquel miedo poco a poco empezaba a desaparecer como el cansancio de ese día, empezaba a caer sobre sus ojos. Sin querer separarse y con la comodidad de estar juntos de esa manera, es que cerraron sus ojos mientras se dejaban vencer por el sueño. Una vez que se encontraban más tranquilos, solo soltaron un sonoro suspiro para al final, abrazarse con fuerza y dormir profundamente.
Cuando los demás miembros de la familia llegaron a casa después de que se aventuraron a regresar para evitar que tanto Ranma o Akane se pelearan como perros y gatos como evitar encontrar su casa hecho un desastre. Se sorprendieron al ver la casa intacta. Al llegar a la sala, Kasumi no pudo evitar sonreír con ternura mientras les acercaba otra manta para mantenerlos calientes.
Nabiki no pudo evitar burlarse y tomarles una foto, quizá será una buena forma de sobornarlos para el siguiente día o quizá, podría hacer una declaración de guerra a todos aquellos que están detrás de su hermana menor y el "prometido" de la misma.
Mientras que los padres de ambos, no pudieron evitar llorar orgullosos al ver a sus hijos de esa manera.
Sin duda, había sido una noche donde sus corazones no dejaron de brincar por el miedo que sentían en ese momento. Pero al estar al lado del otro mientras se dejaban llevar por la situación en la que se encontraban.
Quizá no fue una mala noche.
¡Muchas gracias por leer!
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Atte.: AnZuZu Dragneel
Fecha: Sábado 29 de Julio de 2023