Disclaimer: Twilight le pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de LozzofLondon, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.
Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from LozzofLondon, I'm just translating with the permission of the author.
Capítulo beteado por Yanina Barboza
Grupo en Facebook: Tradúceme un Fic
Entro a biología, sintiendo sus ojos en mí tan pronto como atravieso la puerta. Sentada, no lo miro, sino que me ocupo con mis libros.
―¿Necesito romper algún dedo hoy? ―pregunta tan pronto como Banner termina su habitual discurso de inicio de clases.
Finjo pensar en ello, golpeando mi pluma contra mi barbilla.
―No lo creo, pero aún es temprano.
―Hmm ―es su única respuesta, y no puedo evitar girar la cabeza para verlo, encontrando sus ojos ya en mí. Estamos en silencio mientras nos miramos, ninguno de nosotros tiene prisa por mirar hacia otro lado, apreciándonos el uno al otro sin vergüenza.
Más cerca del final de la clase, no puedo soportar más el silencio.
―¿Cómo está Jessica Stanley? —pregunto, mis palabras son mordaces, los celos que siento se muestran, para mi consternación. Su sonrisa de respuesta es conocedora, engreída; quiero golpearlo y luego golpearla a ella.
―Ella es buena. Realmente buena ―se ríe sombríamente.
―Sí ―me burlo―, eso escuché.
La insinuación no le pasa desapercibida, sus ojos se estrechan minuciosamente, pero su rostro permanece pasivo.
―¿Sabes lo que no he oído? ―Se inclina hacia adelante, su cara peligrosamente cerca de la mía, su aliento mentolado abanicándome la cara. Levanto una ceja, esperando que continúe―. Algo sobre ti. ―Sus ojos recorren lentamente mi cuerpo, antes de levantarlos para encontrarse con mis ojos de nuevo. Ladeando la cabeza, se lame los labios―. Creo que alguien es mucho más inocente de lo que está haciendo creer a la gente…
Pongo los ojos en blanco, volviendo a mi cuaderno.
―O… ―ofrezco, sin mirarlo, consciente de que sus ojos no se han apartado de mi rostro, aunque me he dado la vuelta―, no siento la necesidad de validación teniendo que chupar la polla de cada hombre que respira en mi dirección. ¿Pero tal vez eso es lo que prefieres? ―Me vuelvo hacia él, ofreciéndole una sonrisa juguetona―. Mujeres fáciles… y hombres.
Inclinándose de nuevo en mi espacio personal, susurra seductoramente, sus labios rozan mi oreja, su mano roza el interior de mi muslo debajo de la mesa, trabajando hacia arriba. Mi ritmo cardíaco aumenta exponencialmente, mi respiración se vuelve superficial.
―Mis preferencias sexuales no son de tu incumbencia. ―La campana me hace saltar, el sonido estridente rompe mi burbuja de lujuria, y luego se ha ido, levantándose de su asiento antes de que yo pueda parpadear.
Maldición.
