Hola hermosas, al leer las primeras impresiones como lo pensé tendrían muchas dudas al respecto de la historia. Explico brevemente: la historia se desarrolla en tres líneas paralelas de tiempo, mismos personajes, diferentes vidas en cada una de ellas, diferentes consecuencias según lo acontecido y nuestro querido inventor por fin crea algo que funciona, es algo loco y atrevido, pero creo que hasta cierto punto divertido, ojalá puedan comprenderla y si no ¿entretenerse? Les confieso que para mí ha sido un reto hacerlo, tengo cerca de tres años que la comencé y hasta hoy ve la luz, así que espero me disculpen si ven algún errorcillo por ahí que les aseguro intentaré sea mínimo.
Espero que con este capítulo sea más comprensible lo que intenta hacer Alexander y lo que está sucediendo. Espero comentario para cada capítulo, ya lo saben jijijijiji y pronto aparecerá la siguiente línea del tiempo.
LÍNEAS DEL TIEMPO
CAPÍTULO 2
LÍNEA 2
En el laboratorio de la mansión de Lakewood, un joven inventor vestido de manera elegante se paseaba de un lado a otro, lucía ansioso y un tanto desesperado, una actitud que a pesar de que lo definía no estaba siempre presente en él, pero aquel día estaba esperando que todo saliera tal y cómo lo había planeado.
-¡Ya está! – Dijo emocionado cuando vio que la máquina que había inventado había funcionado sin ningún problema una vez más. – Ahora solo espero que Alexander no olvide nada de lo que planeamos hacer. – Dijo con una sonrisa traviesa al recordar a su pequeño cómplice, su pequeño conejillo de Indias que lo ayudaba en aquella misión que había iniciado, aunque tenía que reconocer que todo era más idea del pequeño niño que de él mismo.
-¿Qué haces Stear? – Preguntó de pronto la rubia que había entrado sin que él se diera cuenta a su laboratorio.
-¡Candy! – Dijo sorprendido al ver que su prima lo había pillado cuando menos lo esperaba. - ¿Qué haces aquí? – Preguntó con impaciencia, una impaciencia que Candy rápidamente advirtió.
-Venía a decirte que vino Patty a verte. – Dijo para avisar que había llegado su novia. Stear abrió los ojos sorprendido porque no recordaba que Patty lo alcanzaría en Lakewood. – Y de paso para buscar a Anthony y a Alexander ya que me llegó un mensaje que dice "No te preocupes estamos bien". – Dijo Candy mostrando su teléfono a su primo, quien observó que la hora que había enviado el mensaje era muy cercana a la que estaban, eso le indicó que habían llegado sin problema al lugar donde los había enviado.
-¡Qué alivio! – Dijo el inventor suspirando al leer el mensaje. - ¿Espera te pudo llegar un mensaje? – Preguntó aun más sorprendido sin comprender cómo era que eso podía pasar ya que a la línea del tiempo a la cual había enviado a Alexander y a su primo era una línea del tiempo más antigua a pesar de ser paralela a esa, para ser exactos los había mandado a 1916.
-¿Qué está sucediendo, Stear? – Preguntó Candy con impaciencia al ver que ni su esposo ni su hijo parecían estar en ese lugar que le habían dicho estarían y más porque según ella y Anthony pasarían sus días de vacaciones juntos y en completa tranquilidad.
-¿Por qué lo preguntas? – Preguntó Stear un tanto inquieto, estaba a punto de ser descubierto por Candy y eso lo asustaba.
-¿Dónde está Anthony y Alexander? – Preguntó una vez más la rubia impaciente, creyendo que había algo raro en el comportamiento del primo de su esposo. Stear sonrió preocupado al saberse descubierto.
-Vuelven en un momento. – Dijo de nuevo el inventor sin mirarla a los ojos. – Me están ayudando con un proyecto. – Dijo Stear nuevamente, sin revelar que el que lo estaba ayudando era Alexander y no Anthony, él solamente había ido para cuidar a su hijo y para que pudieran realizar su plan, pero lo habían hecho a escondidas porque sabían que tanto él como Candy se negarían a hacer lo que estaban haciendo.
De pronto la máquina que había desaparecido con los dos rubios dentro llegaba antes de lo que Stear se lo esperaba, observando confundido que eso hubiese sucedido porque no era parte del plan.
-¿¡Volvieron!? – Preguntó más para él mismo. Stear abrió la máquina que había llegado y para su sorpresa estaba vacía. - ¿¡Qué pasó!? ¿¡Por qué regresó!? – Decía impaciente, abriendo y cerrando la puerta de aquel artefacto una y otra vez como si con ello fuesen a aparecer los dos rubios que había enviado a otra línea del tiempo.
Puso sus ojos en la pantalla que indicaba la fecha de estancia en el lugar y se dio cuenta que no había sido programada por el pequeño niño.
- ¡No puede ser! – Dijo Stear comenzando a preocuparse por lo que estaba pasando. Candy lo veía comenzando a preocuparse por la actitud de su primo, sabía que cuando se ponía así había algo que la implicaba a ella o a su familia.
-¿Qué está pasando Stear? – Preguntó Candy con temor. - ¿Por qué Anthony me dice que están bien, que no me preocupe? ¿¡Dónde están!? – Preguntó de nuevo al ver que el inventor se rascaba la cabeza al no saber que responder a su prima.
-Ellos no están aquí… - Dijo Stear con temor, la verdad es que sabía que se había metido en grandes problemas.
-Ya vi que no están aquí. – Dijo Candy intentando controlar su nerviosismo ya que sabía que no era bueno para su salud, pero eran su esposo y su hijo los que estaban implicados en algo que de seguro era obra de Stear. – Lo que quiero saber es dónde están. – Dijo Candy mirando a Stear fijamente. - ¡Stear! – Dijo Candy más nerviosa al ver que el inventor no le daba ninguna respuesta.
-¡Los mandé a una línea del tiempo paralela! – Dijo Stear de pronto, rompiendo el silencio en el que había caído de pronto.
-¿¡Qué hiciste qué!? – Preguntó Candy realmente asustada por las palabras de Stear, a pesar de que no comprendía lo que decía sabía que no era nada bueno lo que había hecho esta vez.
-Dile a Stear que ya nos regrese, que la máquina desapareció. – Decía el mensaje que llegaba de pronto de Anthony. Candy sentía que su corazón se saldría de su pecho, estaba realmente asustada por que no comprendía qué sucedía, solo quería saber en dónde estaba su hijo y su esposo. – Stear… - Dijo Candy a su primo imaginándose que se refería a la máquina que había aparecido como por arte de magia frente a ella y que Stear veía preocupado. Candy enseñó la pantalla de su teléfono a su primo una vez más.
-¿Puedes comunicarte con él? – Preguntó Stear esperanzado de que así fuera.
-No lo sé. – Dijo Candy intentando enviar mensajes a su esposo. - ¿Dónde estás? ¿Cómo está Alexander? ¿Qué es lo que está pasando? ¡Stear está conmigo pero no me explica nada!- Decía cada uno de los mensajes que enviaba por el teléfono sin embargo solo aparecían enviados en ningún momento aparecían recibidos. - ¡No le llegan los mensajes Stear! – Dijo Candy desesperada por no saber lo que sucedía.
-Tranquila, tal vez dentro de unas horas le lleguen. – Dijo intentando calmar a Candy, sin embargo la mirada que le dedicó era una que le indicaba que no estaba para nada tranquila. – O unos minutos… - Dijo sonriendo con temor a la rubia. – Lo que sucede es que al lugar al que fueron aún no se inventan los celulares. – Dijo Stear con temor de la reacción de la rubia.
-¿Al lugar que fueron? – Preguntó Candy confundida. - ¿Fueron al pasado? – Preguntó Candy sarcástica, sin embargo al saber que su primo era inventor y que se la llevaba encerrado en su laboratorio intentando recrear quien sabe cuántas cosas no se le hacía imposible que hubiera intentado hacer una máquina del tiempo.
-No precisamente… - Dijo Stear con una sonrisa entre dientes mientras con sus dedos índices comenzaba a golpearlos uno con otro intentando calmar su nerviosismo.
-¡Stear! ¿¡Qué hiciste!? – Preguntó Candy una vez más exasperada por saber la verdad.
-¡Inventé una máquina en la cual podemos viajar por diferentes líneas del tiempo! – Dijo Stear asustado por la reacción de su prima.
-¿¡Qué hiciste qué!? – Preguntó Candy ofuscada por lo que su primo le decía.
-¿Qué sucede? – Preguntó Archie con su típica manera delicada de dirigirse a ellos.
-¡Nada Archie! – Respondió Stear desesperado a su hermano quien lo miró confundido por su manera de responderle.
-¡Huy perdón! – Respondió ofendido por la manera en la que le hablaba su hermano.
-¡Lo siento Archie, pero este no es el momento! – Dijo Stear una vez más, disculpándose con su hermano, sin embargo no podía calmar sus nervios.
-¿Sucede algo? – Preguntó ahora Terry, quien llegaba detrás de Archie.
-No sé qué le pasa a Stear. – Dijo Archie en respuesta a la pregunta que hacía el joven de cabellos castaño oscuro.
-¿Qué te pasa inventor? – Preguntó el actor a Stear quien lo miraba sin mucho ánimo.
-¡Otro! – Dijo Stear al ver que el actor venía junto a su hermano.
-Yo solo vine a ver porque no iban a la estancia, Patty sigue esperándote. – Dijo Archie a su hermano al comprender que no era el momento para molestarlo.
-Y yo viene a acompañarlo. – Dijo Terry señalado a Archie. Stear bufó como si eso no fuera evidente.
-Candy todo estará bien. – Dijo Stear dirigiéndose a la rubia, quien estaba realmente asustada.
-¿¡De verdad Stear!? – Preguntó Candy acercándose a él amenazante.
-¡Te lo juro! – Decía Stear con las manos unidas frente a su pecho a señal de promesa. El actor y el elegante observaban a los dos jóvenes discutiendo, se habían dado cuenta de que algo malo había ocurrido.
-¿Dónde están Anthony y Alexander? – Preguntó Archie delicadamente sin querer desesperar más el ambiente.
-¡Exacto! – Dijo Candy señalando a su primo pero sin dejar de ver a Stear, quien se frotó sus ojos desesperado.
-¡Gracias Archie! – Dijo Stear de manera brusca a su hermano. Archie hizo una mueca al inventor, se notaba que entre ellos había algunos roces.
-No es hora de pelear. – Dijo Terry intentando tranquilizar a todos los presentes, los veía a todos muy nerviosos y a pesar de que él era el más explosivo de todos en esos momentos no era pertinente que se desesperara, y menos cuando al parecer no le concernía el problema. Stear lo miró con molestia y Terry le respondió de la misma manera. - Mira Stear, yo solo sé que Candy está asustada y por lo que entiendo eres el culpable de ello, tu novia te está esperando en el salón y es mejor que te calmes para que nos expliques qué pasó. – Dijo Terry intentando calmar todo el ambiente procurando ampliar el panorama para su comprensión.
-A ti no tengo nada que explicarte. – Le respondió Stear de mala gana.
-Hermano por favor… - Dijo Archie suplicante. – Lo prometiste… - Volvió a decir de una manera triste. Stear suspiró pesadamente.
-Lo siento… - Dijo Stear realmente estresado. – Ven Candy, vamos al salón ahí te explicaré qué sucedió. – Dijo de nuevo para llevarse abrazada a Candy hacia el salón. Archie y Terry lo siguieron de cerca.
-Bien, ya estamos aquí. – Dijo Candy con el estómago hecho nudo por lo que estaba pasando. – Empieza a explicar. – Dijo cruzándose de manos al momento que llegaron al salón.
Stear saludó a su novia con un beso rápido en los labios, mientras Patty se le veía confundida porque tenía buen rato que había llegado y jamás la había hecho esperar tanto por su presencia, y mucho menos cuando había tenido que viajar desde Chicago con tal de verlo.
-Hola linda. – Le dijo con ternura mientras la castaña lo veía preocupada por la expresión de su rostro.
-¿Sucede algo? – Preguntó al ver el rostro apesumbrado de su prometido, así como el de molestia de su amiga. Volteó a ver a Archie quien simplemente subió los hombros como indicando que no sabía lo que pasaba.
-Bien Candy. – Dijo sin responder a su novia. Tomó una hoja de un mueble así como un lápiz para comenzar a explicar lo que había sucedido, tenía que comenzar por el principio si quería que entendieran lo que estaba pasando.
Candy observó al igual que los demás al inventor que además era médico igual que ella y su esposo, lo mismo que Patty, solo que se había especializado en la investigación y por supuesto en la ciencia y los inventos. Stear comenzó a dibujar tres líneas en la hoja y un pequeño cuadro que representaba la máquina que había hecho.
-Esta es la máquina que hice. – Dijo señalando a Candy que era la máquina que había visto en su laboratorio. Candy asintió que comprendía lo que le decía. – Bien. – Dijo al ver que ella sabía de lo que le hablaba. – Cada una de estas líneas son las líneas que representan las líneas de diferentes tiempos que estamos viviendo. – Dijo confundiendo a todos menos a Patty, con la que había discutido más de una vez aquella posibilidad.
-No comprendo. – Dijo Terry cruzándose de brazos.
-No es para que tú entiendas. – Le dijo Stear molesto. Archie lo volvió a ver con súplica y Stear suspiró centrándose en el dibujo una vez más. – Esta es la línea en la que estamos viviendo. – Dijo Stear señalando la línea del centro. - Y las demás son las líneas paralelas que se viven al mismo tiempo que nosotros, solo que la diferencia es que la línea uno y la línea tres… – Explicando que la del centro era la dos la cual representaba la que ellos vivían.
-¿Por qué la nuestra no es la línea uno? – Preguntó Terry confundido.
-¡Porque son tres líneas! – Dijo Stear exasperado una vez más. – El dos va en el centro, ¡el uno va antes que el dos! ¡Uno a la izquierda, tres a la derecha! – Dijo molesto intentando no molestarse más de la cuenta, sin embargo la presencia del actor no le ayudaba en mucho que digamos.
-¡Ya! Comprendo el orden de los números. – Dijo Terry intentando calmar al inventor para que prosiguiera hablando. Stear suspiró una vez más deseaba que el actor no estuviera siempre presente en la mansión, pero eso era algo inevitable y menos cuando había descanso entre sus proyectos.
-Bien. – Dijo con molestia el inventor. – La diferencia es que la línea uno y la línea tres corresponden a 1916. – Dijo Stear viendo como todos lo veían sorprendidos. – Cada una va alternándose con ese año y con el nuestro, en cada una de ellas hay casi las mismas personas, todas teniendo un diferente destino dependiendo la manera en la que vivieron o los eventos que les sucedieron o las decisiones que tomaron. – Dijo Stear de nuevo. Candy lo veía comenzando a comprender con temor lo que decía su primo.
-Entonces hay otro inventor como tú en esta línea del tiempo. – Dijo Candy. Stear asintió.
- Y en esta también. – Aseguró el inventor seguro que así era.
-¿Qué tiene que ver con mi hijo y Anthony? – Preguntó Candy preocupada no queriendo imaginar lo que este suponía o intentaba explicar.
-Ellos están en la línea del tiempo 1. – Dijo Stear señalando en el lugar en el que estaban los rubios.
-¿¡Qué!? – Preguntó Candy impactada con lo que decía. - ¿¡Estás diciendo que enviaste a mi hijo y a mi esposo a un lugar en donde hay otro Alexander, otro Anthony y otra Candy? – Preguntó Candy comprendiendo ya más lo que su primo decía.
-Algo así… - Dijo con una sonrisa forzada.
-¡Stear! – Dijo Candy obligándolo a que le contara más.
-Lo que sucede es que la línea del tiempo en la que está Anthony y Alexander, descubrimos que Anthony murió hace seis años atrás, esto es en 1910... – Dijo el inventor con nerviosismo, ignorando que él también había muerto un año atrás.
-¿¡Qué!? – Preguntó Candy sintiendo un dolor intenso en su corazón. Stear asintió. - ¿Murió? ¿Cómo? – Preguntó de nuevo para saber más de aquel hecho, hecho que a pesar que no la atañía directamente por alguna extraña razón la estaba afectando en su interior.
-Es algo que no sabemos, pero también nos dimos cuenta que en la línea del tiempo 3 Anthony perdió a Candy. – Dijo ante la sorpresa de Candy, quien volvió a sentir algo extraño dentro de ella al escuchar lo que decía el inventor.
-Estás diciendo que enviaste a mi hijo y a mi esposo a un lugar en donde él está muerto y mi hijo no existe. – Dijo Candy confundida. - ¿Con qué propósito? – Preguntó Candy decidida a sacar toda la verdad.
-Estuvimos investigando y pensamos que sería bueno unir a Candy de la línea uno con Anthony de la línea 3. – Dijo como si fuese lo más normal del mundo, mientras los demás lo observaban como si hubiera perdido por completo la razón.
-¿Qué dices? – Preguntó Candy sorprendida al escuchar cuál era el loco plan de su primo.
-¡Sería perfecto! – Dijo Archie emocionado por el comentario de su hermano. - ¡Sería muy romántico! – Agregó con el mismo entusiasmo con el que se expresaba siempre que estaba entusiasmado.
-¿¡Están locos!? – Preguntó Candy. – A ver Stear… dijiste "estuvimos" hace rato ¿¡Quién sabe de esto!? – Preguntó viendo a Patty quien negó a su pregunta.
-Yo no sabía nada del plan. – Dijo moviendo su cabeza ya que ella sabía lo que Stear hacía con la máquina más no sus planes.
-¿Anthony? – Preguntó Candy creyendo que era imposible que él estuviera haciendo algo sin compartirlo con ella antes. Stear negó con una sonrisa tonta. - ¿Alexander? – Preguntó una vez más y Stear quería esconderse detrás de su novia al verse descubierto por la rubia.
-Fue más idea de Alexander que mía. – Dijo Stear intentando disculparse por lo acontecido y más porque ahora comprendía que había sido poco prudente seguir el plan de un niño de cinco años cuando él era el adulto en aquella relación de científico-conejillo de indias que llevaban entre sí.
-¿¡Qué estás diciendo!? – Preguntó Candy sin poder creer lo que estaba pasando. – Esto es una locura, no puedes cambiar las líneas del tiempo Stear, por alguna razón pasan así. – Dijo la rubia caminando de un lado a otro inquieta y preocupada por lo que su esposo y su hijo estuviesen padeciendo.
-Lo mismo intenté explicar a Alex, pero al parecer él estuvo jugando con mi máquina cuando yo no me daba cuenta y pudo ir un par de veces a estos lugares, parece que conoce bastante de la vida de Candy y Anthony y dice que no son felices, que le gustaría que ambos lo fueran y por ello quiere ayudarlos, dice que le gustaría ver a su papá y a su mamá felices y por consiguiente quiere asegurarse de que ellos también tengan a un pequeño Alex en sus brazos. – Dijo Stear repitiendo las palabras de su sobrino.
-¡Ellos no son sus padres! – Dijo Candy exasperada al ver como Stear se había dejado manipular por un niño de cinco años.
-Técnicamente si lo son… - Dijo Terry quien estaba realmente emocionado con lo que escuchaba.
-No lo alientes Terry. – Dijo Archie reprochándole con delicadeza su comentario. Sin embargo el elegante joven seguía pensando que sería muy romántico hacer lo que su hermano y su sobrino habían planeado.
-Tienes que traerlos de nuevo. – Dijo Candy con firmeza al inventor.
En ese momento varios mensajes llegaron al teléfono de Candy.
-¡Son de Anthony! – Dijo emocionada. – Dicen que están bien. - Dijo sonriendo sintiéndose un poco aliviada por saberlo.
-¡Dile que busque a Stear! – Dijo Stear confundiendo a los demás. Candy asintió escribiendo los mensajes lo más rápido que podía.
-¿Cómo están? Dice Stear que busquen a Stear. – Decían los mensajes que la rubia enviaba de inmediato aprovechando de una manera aquella brecha que se había abierto para la comunicación entre sus teléfonos. Al mismo tiempo que sonaba el celular que indicaba era Anthony quien le llamaba. Candy recibió la llamada gustosa, sintiendo que su corazón se aceleraba impaciente por escuchar de nuevo a su esposo, eran ya muchas horas sin saber de ellos.
-¡Candy! – Se escuchó del otro lado de la línea.
- ¿¡Cómo estás!? – Decía la rubia aliviada por escuchar la voz de su alma gemela. El volumen estaba tan alto que los demás también podían escuchar la voz del joven que había llamado para comunicarse con su esposa.
-Tranquila princesa, estamos bien. – Respondió el rubio intentando explicar rápidamente lo sucedido, no sabía cuánto tiempo podrían tener de nuevo comunicación ya que llevaba toda la tarde intentando y no lo había conseguido. – Alex duerme… estamos con… Candy… - Candy guardó silencio al escuchar lo que le decía su esposo, por alguna extraña razón sintió celos de saberlo con ella y más cuando se acababa de enterar que ella había perdido a su Anthony, era tonto lo sabía pero a pesar de ser Candy con la que estaba no era ella.
-¿Están con ella…? – Preguntó la rubia un tanto confundida. Stear y los demás escuchaban como Candy se ponía seria por lo que Anthony le decía, no alcanzaban a comprender qué estaba pasando.
-Dile a Stear que Anthony de esta línea murió… lo mismo que Stear. – Dijo con pesar en su voz, a pesar de que no era él y su primo sentía un extraño dolor en su pecho como si fuese él el muerto y su verdadero primo.
-¿¡Cómo!? – Preguntó Candy nuevamente, mirando con miedo a Stear quien le acababa de decir que buscara al Stear de esa línea del tiempo para que los ayudara. - ¿Qué vamos a hacer Anthony? – Preguntaba con miedo la rubia, angustiada al creer que ya no vería a su esposo y a su hijo.
-Habla con Stear y dile que… - Dijo Anthony desde la otra línea sin embargo la comunicación se cortaba y no había escuchado que quería que le dijera a Stear.
-¡Anthony! ¡Anthony! – Decía la pecosa impaciente porque ya no pudo escuchar que más tenía que decir su esposo, intentando volver a llamarlo pero solo la mandaba a buzón de voz. - ¡Se cortó! – Le dijo a Stear con impotencia.
-¿Qué te dijo? – Preguntó Stear al ver el rostro de su prima, sabía que no eran buenas noticias.
-Me dijo que Anthony de esa época está muerto… - Dijo Candy con pesar.
-Eso ya lo sabía… - Dijo Stear con tranquilidad y tristeza.
-Pero también me dijo que Stear de esa línea del tiempo también murió. – Dijo sorprendiendo al inventor cuando termino de hablar.
-¿Murió? ¿¡Cómo!? – Preguntó Stear sintiendo que su corazón le dolía al saber esa noticia. Archie sintió que su corazón se estrujaba al pensar que aquel Archie había perdido a su hermano y a su primo también y por consiguiente se había quedado solo.
-¡No lo sé Stear! – Gritó Candy comenzando a llorar por todo lo sucedido.
-Archie debe de haber sufrido mucho. – Dijo Archie al imaginarse ser él que hubiera perdido a su hermano. – Stear lo miró conmovido y con una sonrisa triste.
-Lo mismo que deben de haber sufrido ellos cuando murió Anthony. – Dijo Stear en respuesta. Archie asintió, ya que ellos tenían la dicha de estar los tres juntos.
-¡Esto es una locura! – Dijo Archie impaciente. - ¡Hermano tienes que hacer algo! – Dijo de nuevo el elegante viendo a su hermano que era el único que podía ayudarlos.
-Archie tiene razón cuñado. – Dijo Terry a Stear.
-¡Ya te dije que no me llames así! – Dijo Stear a Terry. Terry asintió. – Lo siento… - Dijo Stear con una sonrisa, estaba realmente desesperado y no podía con las bromas de Terry en ese momento.
-No te preocupes, te entiendo… no debí bromear en este momento. – Dijo Terry, entendiendo el estrés que debía de estar sufriendo Stear.
-Bien, vamos a hacer esto. – Dijo Stear más tranquilo, suspirando para volver a tomar el control de la situación, después de todo él era el inventor de la máquina y sabía que era el único que podría operarla. – No comprendo por qué la máquina regresó antes del tiempo que debía regresar, ya que se suponía que los esperaría cuando terminaran de hacer contacto con Candy. – Dijo Stear. – Pero por alguna razón Alex borró la hora de regreso… - Dijo pensando el motivo por el cual Alex había hecho eso. – Yo iré por ellos… - Dijo Stear decidido después de meditarlo por unos segundos.
-Es la única manera para que regresen. – Dijo Candy estando de acuerdo.
-¿Es seguro? – Preguntó Patty con temor, sabía que los inventos de su novio no siempre funcionaban.
-Créeme linda. – Le dijo Stear. – Este sí funciona. – Dijo con una sonrisa llena de orgullo.
-¡Gracias a Dios! – Dijo Archie con un gesto exagerado, mientras Stear le sacaba la lengua en señal de desagrado a su comentario.
-Yo iré contigo. – Dijo Candy de inmediato.
-Candy no creo que… - Dijo Stear dispuesto a negarse. - … haya inconveniente… - Dijo ante la mirada de molestia de Candy, para después sonreír tranquilamente.
-Yo también voy. – Dijo Terry de inmediato. Archie lo miró confundido.
-¡Tú no tienes nada que hacer ahí! – Dijo Archie en respuesta, reflejando que no estaba de acuerdo con ello.
-¿Bromeas? Será todo un espectáculo hacerte enojar en esa línea del tiempo así como un día lo hice aquí… - Dijo con un tono de broma, mientras Archie lo veía molesto pero a la vez divertido al recordar la manera en la que lo había conocido.
-No le veo la gracia… - Dijo Archie cruzándose de brazos mientras movía su pie de manera repetida.
-La verdad es que extraño cuando te enojabas conmigo. – Le dijo sin dejar de reír. El actor lo veía con una sonrisa de lado divertido mientras Archie lo veía no muy convencido de que lo fuera.
-Bien, será mejor que Patty se quede por si la máquina falla y se regresa una vez más. – Dijo ante la posibilidad de que no hubiera sido olvido de Alex y hubiese sido una falla. Candy lo miró confundida.
-¿Crees que fallará? – Preguntó con miedo, sabía que no era raro que un invento de su primo fallara.
-Es una posibilidad Candy. – Dijo Stear seriamente. – Por eso es mejor que vaya yo solo. – Agregó de nueva cuenta, tomando más en serio su papel como inventor, no quería que nadie más saliera dañado, ahora se daba cuenta que no había sido buena idea seguir las ideas de su sobrino a pesar de que el niño le había confesado que había usado su máquina en más de una ocasión. Lo que no había aclarado Alexander a su tío que la había usado mucho más de lo que se podía imaginar.
-De todas formas voy. – Dijo Candy decidida, era su familia la que estaba en juego y estaba dispuesta a correr el riesgo para estar juntos nuevamente. – Patty ¿Sabes usar la máquina? – Preguntó la rubia con desconfianza a la castaña.
-No te preocupes Candy, sé cómo usarla. – Dijo Patty con una sonrisa segura, ella también era científica y sabía bien cómo usar la máquina que ella misma había ayudado a Stear a diseñar.
-Bien. – Dijo Candy nerviosa. - ¿Cuándo nos vamos? – Preguntó decidida, quería encontrar a su hijo y a su esposo lo antes posible.
-Creo que nos iremos mañana después de medio día. - Dijo Stear seguro porque ya era bastante tarde para hacerlo. Candy lo miró desesperada por que las horas pasaran pronto.
-¿Por que no nos vamos por la mañana? - Preguntó Candy impaciente por ir a primera hora del día.
-Porque necesito preparar la máquina, asegurarme que la batería esté completamente cargada y eso solo lo puedo lograr con la luz del sol, además tienes que alistar una pequeña maleta donde lleves lo indispensable. - Dijo el inventor explicando a su prima los motivos por no hacerlo de una vez.
La noche terminó de pasar lenta para los jóvenes sobre todo para Candy, quien era la más impaciente por volver a ver a su familia. Cuando la hora señalada llegó Stear ya estaba listo para comenzar su aventura.
-Vamos de una vez, entre más pronto mejor. – Dijo Stear a su prima quien asintió nerviosa.
-Yo me quedaré para cubrirlos con la tía abuela. – Dijo el elegante Archie, quien sonreía con miedo al imaginarse que todo saldría mal. – Terry cuídalos mucho. – Le dijo al actor quien le sonrió asintiendo a su pedido.
Candy, Stear y Terry se dirigieron a la máquina que los llevaría hasta Anthony y Alex y una vez ahí decidirían qué era lo que harían, si seguirían con el plan inicial o definitivamente dejarían las cosas como estaban.
-¿Listos? – Preguntó Stear al actor y a Candy, ambos asintieron sin poder evitar los nervios que sentían.
-Listos. – Dijeron al mismo tiempo los dos jóvenes, quienes tomaron de la mano a Stear como si con ello estarían más seguros. Stear los tomó de la misma manera para darles confianza ya que él había viajado varias veces junto a Alex a escondidas de Candy y Anthony.
La máquina comenzó a funcionar y pronto vieron como Stear ponía fecha en el teclado para que los llevara a la línea del tiempo en la cual estaban Anthony y Alex.
-09 de abril de 1916. – Fue la fecha que eligió, era el mismo día al cual irían pero diferente año. Candy observó a Stear quien le guiñó un ojo. – Tiene que ser el mismo día, recuerda que no es una máquina del tiempo, es una máquina cuántica que salta entre las líneas paralelas del tiempo. – Dijo explicando lo que estaba haciendo. – Así que el tiempo sigue transcurriendo aquí y allá. – Dijo de nuevo. Candy asintió para que Stear viera que comprendía lo que sucedía.
El movimiento de la máquina era algo brusco y eso puso más nerviosos a los nuevos viajeros, quienes veían un poco nerviosos como Stear estaba como si nada.
-Es normal. – Dijo para tranquilizarlos. Una luz iluminó tan fuerte el espacio que los obligó a cerrar los ojos. – Llegamos. – Dijo Stear dispuesto a abrir la puerta de la máquina no sin antes de borrar las horas de espera, rogando que no se regresara antes a su línea de tiempo.
-¿Eso es todo? – Preguntó Terry sin poder creer que habían hecho un salto cuántico en el tiempo.
-Eso es todo. – Dijo Stear viéndolo con burla, se sentía muy bien de demostrarle a aquel rebelde de lo que era capaz con su ingenio e inteligencia, ya que más de una vez se había burlado de sus inventos y ese día le demostraría que no era para nada un fracasado como alguna vez lo llamó a sus espaldas, motivo por el cual no lo toleraba mucho que digamos, además de otros asuntos que tenían que ver con su ingenuo hermano.
-Creo que estamos en el mismo lugar. – Dijo Terry sin creerle al inventor.
-¿Entonces dime dónde están Patty y Archie? – Preguntó Stear abriendo la puerta por fin, descubriendo ante los ojos de sus acompañantes que no estaban en el lugar que los habían dejado.
Candy fue la primera en salir de aquella especie de cápsula, lo hacía de una manera indecisa, buscando a su alrededor si realmente estaba o no en otro lugar o en el mismo laboratorio de Stear, ya que a momentos rogaba que todo esto se tratra de una broma.
-Les presento mi laboratorio de Lakewood... – Dijo Stear con una sonrisa de lado, sintió nostalgia al recordar que le habían dicho que él ya no vivía en ese tiempo. Ahora se explicaba por qué todo estaba tan abandonado cuando llegaron por primera vez. – Solo que no consideré que mi auto se lo llevaría Anthony a Chicago. – Dijo rascándose la cabeza en señal de que estaba pensando cómo se irían ellos hasta Chicago.
-Bueno creo que ya no me pareces tan genio. – Dijo Terry con sarcasmo, mientras Stear lo veía con desagrado.
-Terry por favor, no es el momento de molestar. – Le dijo Candy a su amigo, quien sonrió de lado por el comentario de la rubia. – Tenemos que pensar cómo nos iremos hasta Chicago. – Dijo Candy una vez más para ayudar a su primo a pensar en una solución.
Como Stear lo había dicho se encontraban a la misma hora que habían estado en Lakewood de su línea del tiempo, era aún temprano, pero sabían bien que si se trasladaban hasta Chicago tal vez sería de noche ya que por las condiciones de viaje de ese tiempo tardarían mucho más de una hora en llegar.
-Creo que tendremos que viajar en carreta. – Dijo Stear siendo más conocedor de lo que sucedía en ese tiempo. Terry de inmediato lo vio con desagrado.
-¿¡Estás loco!? – Preguntó totalmente en desacuerdo. - ¿¡No podemos ir en auto!? Sería mucho más rápido. – Dijo Terry frustrado por la opción que había dado el inventor.
-¿No quieres viajar en avión? – Preguntó Stear con sarcasmo al actor.
-No sería mala idea. – Dijo de nueva cuenta el rebelde.
-¡Basta, por favor! – Dijo Candy cansada de comenzar de nuevo con los problemas de aquellos dos. – Lo mejor es hacer lo que dice Stear, él ha estado aquí antes. – Dijo Candy regañando a Terry, quien guardó silencio al ver que su amiga se había molestado, sabía que era indicio para que guardara silencio. Terry rodó los ojos, sin embargo guardó silencio.
Stear abrió la puerta del laboratorio con mucho cuidado de no ser visto por nadie, sabía que la mansión no estaba habitada por la familia pero también sabía que había guardias que la cuidaban constantemente, además de alguno que otro empleado que se encargaba de mantenerla limpia y en buen estado.
-Vamos, no hay nadie a la vista. – Dijo para que sus dos acompañantes lo siguieran. Tanto Candy como Terry lo siguieron de cerca.
-Que distinto se ve todo. – Dijo Candy, observando que aquellos paisajes se veían más despejados, contrario a cómo se veía en el Lakewood de su línea del tiempo, que si bien no estaba muy poblado si se podían ver más casas a los alrededores.
-Te sorprendería saber que todos estos terrenos que alcanzas a ver son propiedad de los Andrew. – Dijo Stear orgulloso de ello.
-¿De verdad? – Preguntó Candy sorprendida. Stear asintió.
-Al parecer conforme fue pasando el tiempo nuestros antepasados comenzaron a vender poco a poco hasta llegar solo hasta los límites que tenemos en nuestro Lakewood. – Dijo Stear quien se había documentado un poco en esa línea del tiempo.
-Vaya. – Dijo Candy sorprendida porque al parecer en esa línea los Andrew eran mucho más ricos.
Comenzaron a caminar hacia la salida de la mansión sin ser vistos por nadie, llegando pronto al camino que los llevaría hacia Chicago, lo único que faltaba era esperar por algún buen samaritano que los llevara hasta allá.
-Creo que esto tardará… - Dijo Stear sintiendo como el sudor comenzaba a recorrer su frente por el calor que generó al caminar por el sendero.
-No lo creo. – Dijo Terry quien señaló que a lo lejos llegaba una carreta a paso lento. Stear sonrió por su buena suerte, sin embargo Terry pronto pensó que no era una buena idea por la velocidad que llevaba aquel anciano que la conducía.
-Creo que no tenemos opción Terry… - Dijo Candy igual de asoleada que Stear. Terry negó creyendo que era una mala idea haber ido a acompañarlos.
-Buenas tardes caballero. – Dijo Stear formalmente al hombre que llegaba hasta ellos con una amable sonrisa.
-Muy buenas tardes joven. – Dijo el anciano que se paró ante la señal que había hecho Stear. -¿Qué se le ofrece? – Preguntó de manera amable.
-Disculpe usted, pero quisiera saber si de casualidad va usted hacia Chicago. – Dijo con una sonrisa amable. El anciano vio a los tres con curiosidad.
-¿No son de por aquí verdad? – Preguntó viendo la manera en la que venían vestidos.
-¿Tan obvios somos? – Preguntó Terry sarcástico como siempre. Candy lo miró retándolo fríamente y Terry solo rodó los ojos.
-Tiene razón… - Dijo Stear amable, ignorando los comentarios de Terry. – No somos de por aquí, pero necesitamos llegar cuanto antes a Chicago. – Dijo de nuevo para recibir su ayuda.
-Lamentablemente yo no los puedo llevar cuanto antes, está muy lejos. – Dijo suspirando el buen hombre suspirando. – Mi caballo ya no es tan joven al igual que yo. – Dijo con una sonrisa amable. – Pero puedo llevarlos con los Leagan, ahí tal vez si puedan ayudarles, su casa es la más cercana. – Dijo como solución a su problema. Tanto Candy como los otros dos jóvenes pusieron cara de preocupación al escuchar el nombre de aquellos que les mencionaban.
-Creo que mejor esperamos a que alguien más pase. – Dijo Stear con una sonrisa incómoda. El anciano comenzó a reír por la manera en la que había hablado.
-Eso podría tardar días. – Dijo el anciano con una sonrisa. – Puedo llevarlos yo mismo, si tienen paciencia. – Dijo de nuevo el anciano, dispuesto a ayudarlos. Stear y Candy sonrieron agradecidos.
-¿No sería problema para usted? – Preguntó Stear con una gran sonrisa.
-Creo que sería mejor ir con los Leagan. – Dijo Terry por tal de no viajar tan incómodo. Candy lo miró molesta. - ¡Está bien! - Dijo Terry subiéndose a la carreta para buscar un lugar donde acomodarse. Stear ayudó a Candy a subir y pronto la carreta comenzaba a moverse.
Después de unas horas llegaron hasta Chicago, ya era de noche cuando lo hicieron, agradecieron al buen hombre su disposición y Stear pagó su ayuda asegurándose de que tuviera en donde quedarse.
-¿Ahora hacia dónde? – Dijo Candy admirando la ciudad, se veía todo tan antiguo pero al mismo tiempo tan encantador.
-Yo pienso que si estaban con Candy deben de estar en su departamento. – Dijo Stear seguro de que así sería.
-¿Pero hacia dónde? – Preguntó Candy suspirando al no reconocer nada de lo que ahí había.
-Vamos. – Dijo Stear seguro de que él sabía el camino. Poco a poco Candy comenzó a reconocer los lugares que si bien eran bastante diferentes había algunos que estaban casi igual.
-¡Ya recuerdo! – Dijo la rubia al ver el parque que aún permanecía en el mismo lugar que en el Chicago que ella había vivido. - ¡No ha cambiado mucho! – Dijo observando el lugar que tantas veces había recorrido de la mano de Anthony.
-¿Falta mucho? – Preguntó Terry fastidiado.
-No te quejes Terry, tú solo te invitaste. – Dijo Stear en respuesta despreocupado por el cansancio del actor.
-¡Viajé todo molido en una carreta que venía más despacio que un burro! ¿¡Y todavía tenemos que caminar más!? – Dijo quejándose por el viaje que habían hecho. Candy sonrió por las quejas de su amigo.
-Tú te lo buscaste. – Dijo la rubia con una risita. Terry suspiró fastidiado porque Candy tenía razón.
-Ya estuvo bueno Terry, ya estás aquí y te aguantas, te dije que estaríamos en 1916 y aun así insististe en venir. – Terry se mantuvo en silencio porque el inventor tenía razón.
Llegaron por fin a la fachada de la pensión que habitaba la joven enfermera de esa línea del tiempo y Candy se detuvo por unos instantes a observar las diferencias que tenía a la que ella había habitado en sus días de estudiante.
-¡Qué bonito se ve! – Dijo entusiasmada por la manera en la que estaba alumbrada la pensión, los faroles de afuera le daban un aire romántico y antiguo.
-¿Estás seguro que es aquí? – Preguntó Terry no muy convencido.
-Aquí es. – Dijo Stear seguro de lo que decía.
-Bien… quien tocará… - Dijo Terry con una sonrisa de lado, sabía bien que a esas horas nadie les abriría la puerta.
-Lo más seguro es que estén despiertos. – Dijo Stear pensativo, ya que si conocía bien Anthony seguía buscando la manera de regresar a su línea del tiempo.
-Si mal no recuerdo esta es la ventana de mi habitación. – Dijo Candy con una sonrisa, tomó una piedra pequeña dispuesta a lanzarla hacia la ventana para llamar la atención de la joven rubia.
-¿Qué harás Candy? – Dijo Stear deteniendo las intenciones de la rubia mayor.
-Debo llamar la atención para que nos abran la puerta. – Dijo Candy a su primo.
-Y causarás un colapso nervioso en la pequeña Candy de esta línea. – Dijo Stear con seguridad.
-¿Y crees que se sentirá más tranquila si ve a su primo fallecido? – Preguntó la rubia con sarcasmo.
-Tienes razón. – Dijo Stear desesperado.
-Déjenmelo a mí. – Dijo Terry tomando la piedra que tenía Candy en las manos y la arrojó hacía la ventana sin pensarlo mucho.
-¡Terry! – Gritó Candy reprendiéndolo por su osadía, sin embargo el pequeño proyectil que había lanzado ya se había estrellado en el vidrio al que fue dirigido.
-¡No sabemos la situación en la que está Terry con Candy en esta línea del tiempo! – Dijo Stear, pero ya era demasiado tarde, una silueta de rizos se asomaba a la ventana para ver quién se atrevía a llamar a su ventana a esa hora.
-¡Candy! – Dijo Terry ignorando los comentarios de Stear.
-¿¡Terry!? – Preguntó la pequeña Candy sorprendida por la imagen que veía abajo en la acera.
-Candy, abre a puerta. – Dijo Terry sin ver desde su posición el rostro sorprendido de la rubia.
-¿¡Qué estás haciendo aquí!? – Preguntó Candy confundida.
-Abre la puerta para explicarte. – Le dijo sin ningún problema. Candy sintió que las piernas le temblaban, no sabía si abrir la puerta al rebelde y que este se encontrara con Anthony y Alex, ¿Qué explicación le daría? Se preguntaba la rubia confundida. -¡Vamos Candy, no hay tiempo! – Dijo una vez más Terry para convencerla. Candy pronto vio que cerca de él había otra dos personas, no podía reconocerlas sin embargo pudo ver que eran un hombre y una mujer.
Candy salió de su habitación hacia la pequeña sala de su departamento y enfocó su vista en Anthony quien seguía despierto en la pequeña sala del lugar.
-¿Sucede algo? – Preguntó Anthony al ver que la rubia salía de su habitación, siendo que ya la hacía dormida ya que había resultado muy cansada por todas las sorpresas y los acontecimientos de esos días y se veía que no la habían dejado dormir como es debido.
-Terry está afuera. – Dijo Candy nerviosa por lo que había dicho al rubio.
-¿Terry? – Preguntó Anthony al ver los nervios de Candy. - ¿Será Terry de aquí? – Preguntó deseando que fuese Terry de su línea del tiempo. Candy lo miró sin comprender su pregunta ya que no le había pasado por su cabeza la posibilidad que Anthony le daba.
-No sé… parece que viene con dos personas más. – Dijo Candy recordando las otras dos siluetas. Anthony sonrió esperanzado de que fuera Stear y Archie los que habían ido por ellos.
-Tal vez son mis primos Candy. – Dijo Anthony emocionado. Candy lo miró sorprendida sin aclarar que una de esas figuras era mujer. – Abre la puerta para ver qué sucede. – Dijo Anthony con impaciencia, sintiendo que su corazón se aceleraba alegre por volver a su línea del tiempo. Candy lo miró con una sonrisa al ver lo emocionado que estaba, pero en el fondo de su corazón había algo que la entristecía. – Candy… - Dijo Anthony una vez más antes de que la rubia abriera la puerta. Candy se detuvo antes de abrir la chapa. – Recuerda que Stear… - Dijo sin completar la frase. Candy asintió.
La rubia bajó con las piernas temblorosas, no se imaginaba volver a ver a Terry y mucho menos a Stear con vida, no sabía cómo reaccionar a lo que Anthony le había dicho, aún creía que todo era una locura o un sueño del que pronto despertaría.
Cuando Candy abrió la puerta principal de la pensión sus ojos se abrieron de golpe al ver a los tres personajes que estaban frente a ella.
-¡Tranquila! – Le dijo Candy al momento que la vio con la boca abierta dispuesta a gritar. Candy asintió sin cerrar la boca y comenzó a caminar para que la siguieran a su departamento.
-Definitivamente me estoy volviendo loca. – Pensó la rubia menor, mientras era seguida por los otros tres individuos recién llegados.
-Hola tarzán pecoso. – Dijo Terry como en los viejos tiempos. Candy no respondió al saludo que ese Terry mayor le hacía, sentía que su cabeza le explotaría en cualquier momento y no sabía qué decir.
-¡Candy! – Dijo Anthony sorprendido al ver a la rubia con la que se había casado y tenían un hijo en común. Jamás se imaginó que Stear le permitiera ir con él.
-¡Anthony! – Dijo la rubia mayor al ver a su esposo caminando inquieto en la pequeña sala de estar.
Anthony corrió hasta los brazos de su esposa con verdadero gusto, abrazándola con fuerza, sintiéndose seguro una vez más en sus brazos. La rubia lo abrazó con el mismo gusto y la misma fuerza, feliz y emocionada por volver a estar a su lado, se sentía completa y dichosa por estar en sus brazos.
La pequeña pecosa los veía con los ojos llenos de lágrimas, suspirando por el amor que ambos se profesaban, añorando en ese momento el amor que un día había compartido con Anthony y que por aquel accidente no había podido trascender.
-Hola Candy. – Dijo Stear con una sonrisa tímida, no quería causar más confusión en su mente, comprendía que para ella todo esto era más difícil de comprender que para ellos.
-¡Stear! – Dijo Candy comenzando a llorar de una manera intensa, sin poder contener sus sollozos. Stear se atrevió a abrazarla de manera tierna y hasta paternal para consolarla.
-Tranquila Candy… - Decía Stear acariciando su cabello. Anthony se preocupó por la manera en la que Candy había reaccionado al ver a su primo, era algo que no podía evitar, para él la joven rubia le causaba la necesidad de protegerla, la sentía aún más frágil que a su esposa.
-Estará bien. – Dijo la rubia mayor al ver que su esposo se sentía tenso de pronto. Anthony sonrió agradecido por la comprensión que su esposa le mostraba.
-Estoy bien. – Dijo Candy intentando sonreír, como siempre mostrando su fortaleza, la mayor le sonrió comprendiendo lo que estaba tratando de hacer.
-Tranquila Candy. – Le dijo mirándola con un poco de sorpresa, era extraño verse a ella misma más joven y a pesar de no haber mucha diferencia entre ellas, la manera de vestir de ambas era muy diferente. La más joven la miró detenidamente.
-Esto es una locura. – Dijo la menor sin perder de vista a su contraparte.
-Te entiendo. – Dijo Terry haciéndose una vez más presente. – Se me hace extraño ver a dos pecosas, una joven y la otra no. – Dijo molestando a su amiga, quien lo miró con desaprobación.
-Sabemos que todo esto es muy extraño. – Dijo Anthony a Candy. – Pero ya te expliqué qué es lo que está sucediendo. – Dijo de nuevo Anthony a la más joven quien al verlo a los ojos se sintió más tranquila, aun así se sentó en una silla para controlar lo que estaba sintiendo en su interior.
-¿Dónde está Alex? – Preguntó Candy a su esposo, necesitaba verlo con sus propios ojos, lo había extrañado todas esas horas sin verlo.
-Está dormido en la habitación de Candy. – Dijo sintiéndose extraño al referirse de esa manera a la rubia.
-¿Puedo pasar a verlo? – Preguntó la rubia mayor a su otro yo. Candy sonrió para levantarse de su lugar y permitir que su doble pasara a su habitación y se encontrara con su hijo.
Una vez que desaparecieron las rubias, los tres caballeros se quedaron discutiendo lo que debían hacer para regresar hacia su línea de tiempo.
-Necesito arreglar un poco las cosas. – Decía Stear decidido a arreglar el hueco que había dejado su primo y él mismo en esa línea del tiempo, les contó que sabía que en otra línea del tiempo Anthony y Stear habían perdido a Candy y Archie respectivamente y que habían visto el sufrimiento de ambos.
-¿Quieres decir que tus intenciones eran reunir dos líneas de tiempo? – Preguntó Terry con ironía al inventor.
-La verdad fue idea de Alex. – Dijo descubriendo al pequeño que había estudiado más aquellas dos líneas del tiempo. – Dice que no le parece justo que sus papás no se conozcan. – Dijo de nuevo el inventor. Anthony lo veía no muy convencido de ello, él se había involucrado cuando vio que su hijo se había adentrado a la máquina de Stear y decidió cuidarlo sin saber qué pretendían hacer.
-¿Qué consecuencias traería alterar estas líneas del tiempo? – Preguntó Anthony a sabiendas que eso podría pasar.
-Tendremos que averiguarlo. – Dijo Stear de nueva cuenta con una sonrisa de lado, decidido a hacerlo, lo único que le parecía insoportable era volver de nuevo a Lakewood para usar la máquina y viajar a la otra línea del tiempo. Anthony lo miró fijamente sabía que su primo estaba decidido a hacerlo, sin embargo él también estaba dispuesto a convencerlo de no hacerlo.
Continuará…
Ojalá que con este capítulo haya quedado un poco más claro lo que sucede en esta historia y espero no se confundan mucho con lo que escribo en esta ocasión, las comprendo si lo hacen (incluso a veces me enredo) jajajaja pero de verdad espero les guste mucho. Cuídense y gracias por comenzar a seguirla!
LÍNEA 1: Es la línea original de la historia, es la que todos conocemos y que obviamente no me pertenece.
LÍNEA 2: Es la línea que se vive en la época moderna, en la que los tres Andrew viven y Candy y Anthony están casados y con un hijo.
LÍNEA 3: Es la línea contraria a la original, donde Candy y Archie han muerto y la que Stear y Alexander pretende unir. ¿Lo lograrán?
Ahora como siempre lo hago quiero agradecer a cada una de ustedes por estar al pendiente de una nueva publicación, espero estar a la altura de sus expectativas. Les mando un fuerte abrazo a cada una de ustedes y mi más grande agradecimiento a las que ya han comenzado a seguirla y agregarla entre sus favoritas: Julie-Andley-00, FlorMares, Usagi de Andromeda, letifern1998, lemh2001 y Silandrew. Gracias por seguirla.
Julie-Andley-00: Hola hermosa, un gusto saber de ti. Muchas gracias por ser la primera en comentar esta nueva aventura, espero te guste y que estés al pendiente de cada actualización. Muchas gracias por agregarla a tus favoritos y por seguirla. Te mando un fuerte abrazo hermosa.
Cla1969: Ciao bella, come sempre un piacere leggere il tuo commento. Sono contento che tu abbia letto il primo capitolo e che con questo le intenzioni di Alexander e Stear siano diventate un po' più chiare, perché hai intuito che questa coppia ha un piano tra le mani e non sarà disposta ad abbandonarlo hahahaha. Grazie mille per aver letto, ti mando un grande abbraccio, saluti e benedizioni.
TeamColombia: Hola hermosas, como siempre en primera fila, me alegra saber de todas ustedes. En el primer capítulo solo fue el encuentro de Candy con Anthony y Alexander los cuales vienen de una línea alterna (línea 2) y por un mágico invento de Stear que al fin funciona llegan a la línea 1 que es la original. En este capítulo aparecen todos en la línea dos, la cual es la línea moderna y en la cual todos tienen más edad. Conforme vayan pasando los capítulos iré explicando si continúan perdidas, solo les digo que tendrán que lidiar con 2 dos personajes en algún punto de la historia y eso podría confundirlas más, pero espero logren captar lo que intento escribir. Gracias por leer hermosas, les mando un fuerte abrazo a cada una de ustedes.
Silandrew: Hola hermosa! que gusto saber de ti! Me alegra que te hayas unido a esta nueva aventura que espero sea de tú agrado. Si vieras como navego entre tanto guapo duplicado jajaja solo Alexander es único y bien travieso que anda haciendo planes que hace creer a su tío Stear que a él se le ocurrió jajaja. Espero te diviertas mucho con esta historia amiga, que ese es el objetivo distraernos un poco ¿Qué no? Muchas gracias por leer y comentar y bienvenida a la lectura ;).
Mayely León: Hola amiga, cómo estás? Si te soy sincera no pensé que leyeras los comentarios y no revisé hasta el lunes por la mañana y zas! que por habladora tuve que publicar jajaja, espero no me agarren las carreras. Muchas gracias por estar al pendiente de mis historias amiga, sé que siempre puedo contar contigo para que leas. Te mando un fuerte abrazo hermosa, saludos y bendiciones.
Rose1404: Hola hermosa! que lindo leer tú comentario, la verdad que me diste un gusto y me alegra saber que están muy bien. ¿Cómo va el pequeño Anthony? Debe de estar enorme! le das un beso de mi parte ya que aunque no lo conozco me lo imagino muy bello. Leo que te tocó madrugar espero que no haya sido por nada en particular solo un cambio de pañal jajaja. Ojalá que con este capítulo tus dudas se hayan disipado un poco aunque intenté explicar en en pocas palabras el desarrollo de la misma para no descubrir lo que sucederá, Línea 1 es la línea de la historia original; línea 2 es la época "moderna" donde todos viven; línea 3 es donde Anthony y Stear están con vida. Espero que te guste, te mando un fuerte abrazo amiga, saludos y bendiciones para ti y tu bebito hermoso.
lemh2001: Hola hermosa! Muchas gracias por estar presente en esta nueva historia, muchas gracias por las felicitaciones, dile a tu mami que las recibo con mucho gusto. Vamos a ver que tal sale esta historia ya que es algo meramente hipotético pero que creo alguna vez hemos pensado si no todos la mayoría de las personas, así que ya no hay marcha atrás y tengo que continuar adelante jijiji. Efectivamente Alexander es un niño pillín que tiene un plan entre manos y por supuesto que el guapo inventor lo ayudará a llevarlo a cabo, aunque se lleve una que otra regañada por parte de los demás jajaja. Veo que algo notaste jijiiji. Te mando un fuerte abrazo hermosa, saludos y bendiciones.
Muchas gracias a todas y cada una de las lectoras que leen en silencio, espero que para ustedes tampoco les sea complicado comprender los capítulos, les reitero mi disponibilidad en cualquier duda por PM si así lo prefieren.
GeoMtzR
26/07/2023.
