Disclaimer: Twilight le pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de LozzofLondon, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.
Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from LozzofLondon, I'm just translating with the permission of the author.
Capítulo beteado por Yanina Barboza
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Todo en él es agresivo esta noche, más agresivo.
No puedo tragar este sentimiento de temor y aunque está claro que no soy nada para Edward ahora, aún mantengo a Mike a distancia, por su propio bien.
Mantengo mi distancia de Edward, saliendo de la habitación cuando él entra, manteniendo a tantas personas como sea posible entre nosotros. De vez en cuando, cuando levanto la mirada, sus ojos están sobre mí, negros y siniestros.
―Estás callada esta noche.
Me giro, sonriendo suavemente a Tyler mientras me entrega una cerveza.
―Sí, recuperándome de un dolor de cabeza ―miento. Él no me cuestiona, sino que elige aceptar mi explicación, asintiendo mientras apoya su cadera contra la encimera en la que me estoy apoyando.
―No estarás obsesionada con Cullen, ¿verdad? ―pregunta, levantando una ceja.
Me río, sacudiendo la cabeza.
―Nada de lo que obsesionarse.
―¿No es gay de todos modos? ―resopla, temblando, como si la idea le disgustara.
Quiero poner los ojos en blanco e irme. Pero no lo hago.
―Creo que es bisexual.
Ladra una carcajada, con la cabeza echada hacia atrás.
―Así que solo es jodidamente codicioso. Imagínate.
Estrecho los ojos. Hay tantas cosas que quiero decirle en este momento, regañarlo, pero no lo hago, porque estoy segura de que Edward es perfectamente capaz de defenderse. Además, Edward claramente es codicioso, simplemente no tiene nada que ver con su sexualidad.
»Eres demasiado buena para él de todos modos ―agrega Tyler, tomando un trago de su cerveza, mirándome cuidadosamente mientras se desliza más cerca.
Mierda.
Una parte de mí quiere sentir los labios de otro contra los míos; para desterrar la sensación de los suyos. Otra parte —y no sé qué tan grande es esa parte— disfruta la idea de que los últimos labios en tocar los míos fueron los de Edward. Es todo lo que tengo de él, de lo que fue. De lo que nunca será.
El rostro de Tyler se acerca más y más al mío. Todo el tiempo, lo observo con curiosidad. No sé lo que quiero.
Justo cuando abro la boca para detener sus avances, su cabeza es jalada bruscamente hacia atrás y abre los ojos como platos. Grito cuando es empujado lejos de mí con fuerza. Con un crujido enfermizo, su cara es golpeada contra la pared de la cocina.
Escupe sangre mientras brota de su nariz, su cuerpo cae al suelo.
Con los ojos muy abiertos por el miedo, miro hacia arriba. Edward está de pie junto a Tyler, respirando pesadamente, con los puños apretados a los costados.
―Te lo dije ―escupe, señalándome, furioso―. ¡Te lo advertí, Bella! ―Sus ojos son negros, enfocados, una violenta tormenta de furia―. Si dejas que alguien más te toque, lo mataré.
―Detente ―gimo, mi respiración se ahoga―. No.
Él no se mueve, mirando hacia abajo a Tyler, su hermoso rostro contorsionado en un gruñido. Todo el mundo a nuestro alrededor observando, nadie mueve un músculo.
―¿Detenerme? ―se ríe, su voz amenazante―. Tú detente. ―Agachándose, agarra a Tyler por la parte de atrás de su cabeza, un puñado de su cabello, forzando su rostro más cerca. Tyler se estremece, la sangre continúa manando de su nariz a su boca―. Tócala de nuevo ―advierte―, y te romperé las piernas.
―Tú no eres su dueño ―gruñe Tyler con los dientes apretados y me estremezco, deseando que haya mantenido la boca cerrada.
La sonrisa de respuesta de Edward es cruel y me siento inútil. Mirando alrededor, le ruego a alguien en silencio que intervenga.
Nadie se mueve.
―Edward, detente. ―Es todo lo que puedo hacer. No puedo dominarlo físicamente. Necesito andar con cuidado. Me ignora, poniéndose de pie en toda su altura, tirando la cabeza de Tyler hacia atrás mientras afloja su agarre.
Doy un paso tentativo hacia adelante, extendiendo mi brazo, con la palma hacia él, tratando de empujarlo hacia atrás sin tocarlo. Mira mi mano, sus pupilas dilatadas reflejan la habitación y su furia. Sea cual sea el trance en el que parece estar, no dura mucho. Sacudiéndose del mismo con un movimiento de cabeza, se vuelve hacia Tyler y con un poderoso golpe, su pie lo golpea de lleno en la mandíbula, dejándolo inconsciente.
»¡Detente! ―grito cuando la cabeza de Tyler golpea el suelo, su cuerpo inerte.
El silencio desciende. Un silencio mortal y espeluznante. El pecho de Edward se agita, sus manos tiemblan, anhelando una pelea. Rose y Alice están al otro lado de la habitación, con los ojos muy abiertos, ambas aterrorizadas de moverse. Sacudo la cabeza subrepticiamente en su dirección, rogándoles que se queden donde están.
A su alrededor, la gente observa, parándose muy atrás mientras se desarrolla la escena.
»¿Edward? ―Mi voz es tranquila, sumisa. Necesito alejarlo de Tyler―. Vamos.
Su cabeza gira en mi dirección, sus ojos entrecerrados.
―No he terminado con él.
―Sí, lo hiciste ―suplico desesperadamente―. Dejaste claro tu punto, vámonos.
―¿Lo hice? ―Me mira incrédulo. Asiento con la cabeza, indicándole que se aleje―. Porque nunca escuchas.
―Estoy escuchando ahora.
Se ríe, sacudiendo la cabeza.
―Un poco tarde, ¿no crees?
Suspiro, dejando caer mi mano, quedándome sin ideas. Realmente nunca me ha dicho nada; solo lanza demandas, pero ese no es el punto...
Al darme cuenta de que ahora no es el momento de decírselo, respiro profundamente y me acerco a él lentamente, con la esperanza de que Tyler no comience a despertarse antes de que saque a Edward de aquí.
―Por favor, ven conmigo. ―Mantengo mi voz baja y tranquila, tan firme como puedo. Se siente como tratar de disuadir a un león hambriento de matar a una cebra.
Sorprendentemente, echa una larga mirada final a Tyler antes de volverse hacia mí y asentir. Todo mi cuerpo se relaja visiblemente cuando tomo su mano suavemente y lo alejo de la escena.
Rose lo sigue, todo su cuerpo irradiando rabia. Trato de mantener a Edward conmigo, enfocado únicamente en mí, necesito sacarlo aquí.
La gente se separa mientras caminamos por la casa, ni un sonido ahora que la música ha sido silenciada.
No sé lo que estoy haciendo, pero Rose decide sacudir el barco de todos modos, malgastando mis intentos de mantener calmado a Edward.
