Ranma 1/ 2 no nos pertenece. Es de su creadora la gran Rumiko Takahashi. Esta historia está escrita con el único fin de entretenerlos y pasar un buen rato.

Mi querida Maya Shapiro y su servidora, Juany Nodoka hemos colaborado para llevarles ésta bonita historia de nuestra total inspiración respondiendo a la convocatoria titulada #RankaneWeek2023 #mily1unpalabrasdeamor #milyuntrazosdeamor de la página Mundo Fanfics Inuyasha y Ranma.

Deseamos infinitamente que la disfruten!!

Tema de Hoy: Noche a Solas

Capítulo VI. El Honor de Japón

La final del torneo se hacía cada vez más inminente y la cuenta regresiva para encontrarse en el encordado comenzó.

Esa mañana, Ranma pasó por Akane muy temprano a su casa y salieron en seguida a la exhibición, vestidos de blanco entraron al gimnasio donde se llevaría a cabo el evento.

El resto de los contendientes estaban ahí y en pareja.

Todos calentaban y hacían ejercicios de estiramientos tratando de lucirse mientras la prensa los entrevistaba.

No miraron a nadie, solo saludaron a los reporteros cuando hicieron su entrada y en seguida se colocaron en un tatami para comenzar a calentar.

Fueron rodeados en un instante por cámaras y micrófonos. La exhibición no tenía un orden de ejecución puesto que no era en vivo. Los campeones decidieron ir primero y no exponerse ya que Ryu y Fei Huan podrían aprovechar cualquier oportunidad para provocarlos.

Iniciaron de espaldas, los brazos derecho e izquierdo de Akane y Ranma estaban estirados hacia el cielo, comenzaron a hacer katas como un espejo, la precisión pese a la diferencia de estaturas era notable e hipnotizante, los presentes guardaban silencio pues los movimientos de ambos peleadores los atraían y embelesaban sacándolos de la realidad, después giraron y se encontraron de frente en una pelea fingida llena de precisión, puesto que un golpe no calculado con la fuerza necesaria y en el tiempo ensayado le auguraba al compañero una lesión segura.

Lo más difícil era para Ranma, la inercia en los lanzamientos de esos golpes los cargaban de fuerza y requería su concentración absoluta para no golpear a su novia realmente, por escasos milímetros no la alcanzaba, sin embargo era notable que Akane nunca se encontró como blanco de puños y piernas de su novio ya que se hacía humo y nunca se encontraba en el mismo lugar, era rápida. Y ágil, algo que Fei notó y de pronto tuvo un ligero escalofrío, tal vez es el aire acondicionado, pensó buscando tranquilizarse.

Finalizaron con una patada encontrada, deteniéndose milímetros antes de tocarse y todos los espectadores comenzaron a aplaudir, agradecieron con reverencias, hablaron un poco y salieron de ahí, hasta mucho después supieron que fueron la única pareja que armó un combate y la afición estalló maravillada.

— ¿Cómo haces para quebrar así la cintura?— le preguntó Ranma.

—Hay un ejercicio en particular con una pelota que mi padre inventó.

—Necesito que me lo enseñe y que lo patente, te haces de humo cuando te atacan.

—Sí, es bastante efectivo pero lleva muchos años perfeccionarlo.

—… Fei te vio.

—Lo sé.

—Bien amor, te dejo descansar, nos vemos mañana Happo y yo pasamos por ustedes a las seis de la tarde.

—Hasta mañana amor, duerme bien y ya nada de chatarra.

—Lo prometo, descansa, mañana seguirás siendo campeona.

—Y tú el campeón.

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Esa noche la ciudad de Saitama, no dormiría. En ese estadio no cabía un alma más de las sesenta y tres mil setecientas que ya se encontraban ahí.

Todo estaba completamente iluminado como si fuera el sol de mediodía y los gritos no se hacían esperar, en ese momento, la sede para la final del campeonato albergaba a los cuatro peleadores que se disputarían tanto el trofeo femenil como el varonil.

La primera en caminar por el pasillo iluminado sería Fei Huan, al grito de sus seguidores y público que en minoría pero la apoyaban, al ser retadora, ella tendría que mostrar respeto ante la campeona y por lo tanto esperarla en el encordado, de ahí que salía en primer lugar.

Después, todo quedó en penumbras, Akane escuchó la música rock que la anunciaba, los estruendosos golpes de la batería y la guitarra eléctrica y fue entonces cuando un espectáculo de fuegos artificiales inundó el estadio de Saitama como una aurora y ella salió elegantemente cubierta por una enorme bata de terciopelo negro que cubría la pantaloneta y el top deportivo.

Salió caminando a las ensordecedoras voces que la vitoreaban y el sonido de los aplausos en su favor, caminó por el pasillo levantando la mano derecha y saludando con una ligera sonrisa y detrás de ella, su padre que llevaba una cubeta y toallas en la mano y Happo y Ranma como parte de su esquina.

Fei Huan la miró burlona pero ella ni siquiera hizo caso, sabía perfectamente el porqué de la actitud de la mujer.

Tenía apenas unos días de haberse emitido la noticia de que Ryu y Fei salieron de un hotel a las afueras de la ciudad, noticia que no impactó en nada porque el noviazgo destapado en la pasarela no dejaba de ser tendencia.

Akane subió con su equipo al ring y comenzó a trotar de lado por las cuatro esquinas levantando la mano derecha a manera de saludo. Cuando terminó hizo una reverencia agradeciendo y fue cuando Ranma le retiró la bata y le puso el protector bucal.

Un micrófono bajó en medio del ring y un hombre americano entrado en años lo tomó hablando de las oponentes y presentándolas.

Más gritos y más vítores en todo el lugar llenaban de adrenalina la lona.

La retadora comenzó a saltar intentando calentar y Akane respiró profundo.

—Tu derecha e izquierda en combinaciones de cuatro golpes son letales amor, no lo olvides.

—No lo haré, gracias—Contestó mirando fijamente a su oponente.

El campeón le dio un beso rápido y ella se acercó a escuchar las últimas indicaciones de la réferi.

No pasaron ni diez segundos y la campana anunció el inicio de la pelea.

Ambas caminaron al centro y enseguida la china lanzó una primera derecha que Akane esquivó sin problema alguno, de repente la retadora atacó con una ráfaga de golpes que solo murieron en el aire porque la cintura de la campeona era rápida.

Fei vió que ninguno de los embates a los costados le había funcionado y entonces de manera frontal la atacó, Akane se agachó y un segundo después, de un derechazo levantó la quijada de la china, el golpe fue brutal y la hizo trastabillar hacia atrás comenzando a golpear a la campeona a modo de ofensiva, la japonesa cerró la guardia para no recibir golpes, era una respuesta natural la de Fei pues de sobra sabía que ese golpe le había dolido y sobre todo, la sacaba de balance, movió los pies alejándose de la furia de la retadora, sin embargo al hacerse hacia atrás recibió uno de lleno en la boca y con la inercia del golpe se dejó ir a la cuerda mientras Huan iba por ella.

Ryu abrió los ojos y comenzó a gritar exasperado, entendió lo que iba a pasar inmediatamente.

— ¡Es una trampa! —Gritó, pero ya era tarde porque Akane la había recibido con los puños y el rostro de la retadora fue el que recibió todos los yunques que tenía por manos la campeona.

Buscó el abrazo desesperadamente sorprendida pero Akane se hacía humo mandándola a golpes a las cuerdas del otro extremo, Fei se cubría e intentaba dar respuesta y en algunos momentos dió pleno en el rostro de la japonesa pero nada pudo mermarla ni detenerla en el ataque. Akane mandaba piedras y Fei caricias.

El round terminó y volvieron a sus esquinas, Soun entró al encordado poniéndole vaselina en el rostro a su hija mientras Happo le ponía hielo en la nuca y Ranma le daba agua helada.

—Eso no lo vió venir.

—Ryu sí, debo tener cuidado porque seguramente ya le está diciendo cómo atacarme ¿Qué me vieron mal?

—Mal nada Akane, pero tienes qué lanzar más golpes en este episodio.

—Bien.

— ¿Te duele la boca?— Preguntó su padre.

—No papá, no me dolió su pegada.

—Ten cuidado, buscará tus zonas blandas.

—Tú busca las suyas amor.

—Lo tengo. Nos vemos en un momento.

La campeona se levantó del banco apenas sonó la campana, la mirada de Fei estaba cargada de odio y a Akane no le importó, la había hecho ver como un títere pero no confiaba en que eso se repitiera.

La china se lanzó contra ella casi corriendo pero ella se movió bailando en las puntas de sus pies, era ligera y hacía que la retadora fallara una y otra vez, era muy arrebatada y entonces la campeona la recibía siempre con los puños, e hizo lo que Ranma le dijo, buscó el estómago, Fei recibió dos golpes de lleno, los asimiló por gracia divina y contraatacó con un derechazo que le dio por completo en la nariz a Akane dejando la marca sobre su tabique.

Se encontraron de nuevo y la contendiente golpeaba el rostro porque Akane se movía y la hacía errar tremendamente al querer encontrar la zona blanda.

Los brazos largos de la china no podían mantenerla a distancia, se le metía por doquier, le pegaba y salía y en una de esas, cuando se sentaron de nuevo en sus esquinas el ojo izquierdo de la retadora ya se veía inflamado y amoratado.

— ¿Cómo está tu nariz?

—Estoy bien.

—Ranma, dame la plancha.

El joven obedeció a su suegro y en seguida le pasó una placa de metal helado que le puso en la nariz a su hija.

—Tu rostro está rojo pero tu cuerpo no.

—No la dejo golpear.

Soun posó su mano en el pecho de su hija

—Controla esa respiración hija— Pidió el padre— Respira, muy bien ¿Estás mareada?

—No.

—Bien, no estás sangrando. Akane… El ojo.

—Sí padre.

Esta vez, la china la encontró primero pero Akane se movía hacia la izquierda evitándola y soltándole la mano en ese ojo que a cada momento estaba más castigado por los golpes.

Lo supo, ya no la veía llegar y era más fácil para la campeona golpear y mermar su cuerpo.

Aun así, la derecha de Huan trataba de hacerle daño a la campeona en el rostro, Akane había recibido varios golpes pero solo su pómulo tenía ligeros arañazos y la naríz que le sangraba por encima, realmente estaba limpia.

La campana sonó de nuevo por el minuto de descanso.

— ¡Te está ganando! Salvo el segundo round que empezaste agresiva y que ella cerró bien no sé si llevas ganado algún asalto Fei.

—Pega como un maldito yunque— Contestó respirando apenas.

—Te lo dije.

—Dime ¿Qué hago? ¡Maldita sea eres mi novio! Alguna debilidad debe tener.

Ryu se quedó mirándola y Akane simplemente le regresó fugaz la mirada tranquila y serena, parecía que solo se había raspado, no encontraba signo en el cuerpo de su ex que evidenciara el castigo de Huan.

—El oído.

— ¿Eso le afecta?

—A cualquiera que le peguen en el oído se va a caer, dale fuerte y cuando se doble la atacas.

—Entendido.

Sonrió para sí. Ya no tenía buena vista de un ojo pero el otro no estaba golpeado, en cuanto los puños de Akane llegaron ella soportó y buscó el abrazo, la campeona quiso soltarse pero Fei apretó el brazo no dejando que se liberara y fue cuando lo hizo, dió un golpazo de lleno en la sien de la aún dueña de los cinturones.

Rápidamente la referí quiso intervenir, pero Akane no se dobló, por el contrario dio medio giro y con la derecha atacó el flanco izquierdo de su oponente, la china trastabilló mientras todos gritaban como locos y se levantaban de sus asientos, el golpe fue devastador, un volado de derecha vino ahora y mientras la retadora soltó los brazos al aire, Tendo se agachó descargando con furia y todo rencor el puño sobre el pobre hígado de la novia de su ex.

Fei se enredaba en sus piernas tratando de huir desesperada o buscar el abrazo pero entonces gritó y uno de sus puños se fue a la lona mientras el otro se dolía el costado.

Akane corrió a la esquina neutra y comenzó el conteo de protección.

Estaba serena y tranquila como siempre cuando en el segundo ocho su oponente se levantó, pero solo lo hizo para ser de nuevo castigada, pegaba el codo al costado tratando de cuidar el hígado de un gancho lleno de malas intenciones de la campeona.

Akane golpeaba aún al brazo, con todo y el codo de la china que buscaba proteger el área, los golpes entraban una y otra y otra vez castigando y lacerando, la combinación llegaba tanto arriba como abajo y ese ojo sangraba sin parar, se iba hacia atrás pero ya no respondía y Akane sedienta de su sangre la persiguió, por último, golpeó en el mentón y entonces, la desmadejada Fei Huan se sostuvo en el hombro de Akane y después vió blanco, sintió la lona en su mejilla y después vio nada.

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Abrió los ojos y solo encontraba pies a su alrededor, todo era irreal, parpadeó muchas veces hasta que un hombre se acercó a ella hablándole.

El sonido de su voz sonaba apagado, como si intentara hablar con la boca llena de agua.

Entonces vió una cara conocida, era su entrenador.

— ¡Fei, Fei! ¿Me escuchas?

—… Sssiii… —Contestó apenas arrastrando la palabra.

— ¿Sabes dónde estás?

—Sí… Akane me ganó.

—No pienses en eso ¿Puedes levantarte?

—No, no quiero moverme. Por favor, no me muevan.

—No lo haremos, hasta que te sientas bien.

En seguida y de reojo reconoció la pantaloneta que se acercaba, Akane llevaba su banco acolchado en las manos y a prudente distancia se lo entregó a Ryu, hizo una reverencia, le echó un vistazo rápido para ver cómo estaba y se retiró con su acostumbrada seriedad.

La siguió con la mirada solo para darse cuenta que no celebraba, estaba tranquila y pensante viendo a su novio. Cerró los ojos fuertemente entendiendo que muy a su pesar, Akane era la campeona por muchas razones. Le dieron ganas de llorar pero se contuvo, recurrió a su concentración y le solicitó al médico que le ayudara a levantarse.

—Mira Akane, ya está de pie.

—Qué bueno que está bien papá.

—Bueno, ahora sí a celebrar.

Ranma tomó a su novia del mentón y la besó, acto seguido se agachó y la subió en sus hombros mientras Fei se reponía y se sentaba en el banco que Akane le dio.

Pasado un momento,Ranma la bajó—Perdona preciosa, tengo que ir al camerino a vestirme y hacerme el vendaje.

—Sí cielo, ya Happo se adelantó, gracias por estar conmigo, ahora corre.

Se besaron rápidamente y Ranma salió disparado con rumbo a los vestidores mientras escuchaba como Akane agradecía el apoyo y reconocía en Fei a una gran peleadora, al final solo volteó antes de desaparecer por el pasillo para ver a Fei abrazar a su novia y aplaudiéndole, Akane en serio era extraordinaria.

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— ¿Sentiste su pegada?

—Sí.

— ¿Te dolió?

—Sí, es fuerte, me partió el labio el muy imbécil.

—Tienes que buscar el abrazo.

—En cuanto ve que voy a abrazarlo me empuja y golpea, es muy agresivo no parece mi amigo.

—En el ring son rivales. Escúchame, el retador es quien debe proponer la pelea, el campeón no tiene qué hacer nada, si no le sueltas las manos, él va a retener el título, busca hacerle daño.

— ¡¿Cómo le hago daño a alguien así?!

—Golpea al cuerpo, no tienes otra manera.

—Lo haré.

El tiempo de descanso acabó y se volvieron a encontrar en el centro del cuadrilátero, en apenas dos rounds Ryoga Hibiky parecía haber sido azotado por una tormenta, no solo el labio estaba partido sino también el pómulo que sangraba profusamente, Ranma lo había tratado como saco de boxeo y su cabeza por minutos parecía una pera dando vueltas sobre sí.

Pero el chico era valiente, parecía que se alimentaba de dolor porque en el tercer asalto a pesar de los embates del campeón logró hacer movimientos inteligentes, se agachó haciendo errar a Ranma y entonces con toda la fuerza que tenía arremetió contra el estómago del campeón.

El de cabello negro lo asimiló y se fue para atrás, no lo atacó en seguida porque sería una señal de que le hizo daño.

La pelea se ponía interesante. Este chico era muy valiente y ganara quien ganara Japón retendría el trofeo, pegaba duro, Ranma lo había tratado con respeto, eran amigos, pero el error de Ryoga era ser tan frontal, no le importaba ser lastimado con tal de conectar un golpe, sin embargo, el campeón había sentido su pegada y decidió pelear aún más en serio.

— ¿Te lastimó el golpe amor?

—Sí pero no me toquen el estómago, no quiero que se dé cuenta, estúpido P-Chan.

—Necesitas hielo en el área.

—Dale agua y que la saque Happo, así se le mojará el abdomen.

—Ranma, este chico tiene corazón, pero es muy impreciso, no sabe quebrar la cintura para que los golpes no le lleguen, solo tienes que lanzar y ser certero.

—Bien, gracias señor Tendo.

—Ranma…

—Sí Happo.

—Protégete en todo momento.

No contestó, el retador ya estaba listo y el campeón soltó una primera derecha, instintivamente levantó la guardia para protegerse, entonces Ranma se agachó y conectó un izquierdazo al riñón que fue completamente destructor.

Se dobló sobre sí mismo y trató de huir del campeón que ahora lo acorralaba en las cuerdas mientras lo hacía sangrar.

— ¡Salte de ahí! —Le gritaba su entrenador desgañitándose la garganta por completo— ¡Sal de ahí!

Ryoga quería, por supuesto que quería hacerlo, necesitaba poner distancia pero sus piernas no respondían al castigo de su rival, su mente no funcionaba, no sabía qué hacer y como pudo se movió buscando aire y espacio de ese hombre que lo seguía, no parecía su amigo, no lo era más, ahora era un cazador.

Buscó descansar cuando la campana sonó.

—Va a matarme—Contestó jadeando.

—No lo hará si no se lo permites, tienes qué moverte.

—Trato de hacerlo pero me golpeó mucho al cuerpo y casi no puedo respirar.

—Ryoga escucha, sé que Ranma es mucho más fuerte que tú, pero tienes que dar batalla.

—Eso es cierto o te voy a parar la pelea niño.

Toda la esquina en ese momento volteó, el réferi estaba parado detrás de ellos.

—Si no me muestras algo de competitividad, se acabó.

Hibiky sintió cómo la desolación se apoderó de él, había trabajado mucho para estar ahí contendiendo y con el mejor. No hay nada de malo en perder con el mejor. — Se dijo a sí mismo—Pero no puedes perder sin honor.

Se levantó de nuevo cuando su oponente ya lo miraba.

Ya nada le importaba, era matar o morir y finalmente de algo debía perder.

Penetró la guardia de Ranma y le dio una efectiva rasurada en la mejilla. El campeón no se hizo esperar y lo levantó con un oper de quijada que le proyectó estrellas en los ojos, se abrazó pero Saotome se movió en el momento y de nuevo le conectó al cuerpo.

El golpe no fue tan devastador como el anterior y pudo resistirlo.

Le dolía, sí claro, era un suplicio pelear contra él pero recordó las palabras del referí. Se irguió entonces y se quedó en el centro del ring.

—Vamos campeón ven aquí ¿O qué me tienes miedo?

Ranma sonrió y accedió a su petición, se acercaron al centro del encordado y ahí comenzaron a intercambiar de manera efectiva, un estilo por completo desconocido en el campeón pero que le gustaba, los dos estaban disfrutando de una pelea sangrienta, el primero en conectar fue Ryoga en el estómago de su rival, entonces le respondieron con una cachetada que le volteó la cabeza y una combinación de cuatro golpes en el estómago y pómulo no se hizo esperar.

Hibiky se hizo para atrás e intentó fintar pero el otro ya sabía lo que haría, anunció el golpe y su ojo izquierdo pagó el precio, un corte profundo en la ceja le dificultó la visión, pero fue lo suficiente para romperle también el pómulo a Ranma y hacerle sangrar de la boca.

Todos se levantaron aplaudiendo que ninguno huyó y mostraban ser fajadores.

Ranma escupió líquido rojo al darle agua.

— ¿Qué demonios estás haciendo eh? Ryoga te conectó varios golpes innecesarios.

—Yo sé lo que hago Happo. Tranquilo.

—No digas estupideces.

—Esta es la pelea que la gente quiere ver y voy a darle a mi amigo un combate con toda dignidad.

—Te abrió el pómulo idiota. Acábalo ya.

—No me dolió. Solo dos rounds más.

—Solo dos más entonces.

Ryoga lanzó dos golpes a la cara del campeón y este los recibió justo en el rostro, la guardia de su amigo estaba abajo y conectó en el costado, se separaron de nuevo y sin tardanza ambos penetraron en la guardia del otro tatuándose los puños como recuerdo.

El campeón se abalanzó contra su rival y lo llevó a la cuerda a empellones y golpes que Hibiky respondía también, ahí siguieron descargando las manos como si comieran puñetazos.

—¡Arg! — Gritó Ranma cuando su amigo lo abrazó buscando no recibir más.

El referí intervino y los separó, Hibiky caminó alrededor del cuadrilátero y Ranma le hizo la seña de acercarse.

—Ven acá P-Chan ¡Vamos!

El joven del colmillo lo miró y solo movió la cabeza negándose.

Ranma comprendió que esto tenía qué acabar.

Se acercó de nuevo soltando golpes pero el chico se abrazó a él dejando ir todo su peso haciendo que los dos cayeran en la lona, las piernas del campeón volaron sobre su cabeza.

El referí intervino haciendo alusión que no había caída para nadie y solo fue un tropiezo accidental.

Ambos se levantaron para continuar, entonces, vio una abertura perfecta en la guardia de su rival y la quijada no aguantó más.

Hibiky estaba en la lona y el público vuelto loco, gritando y saltando.

El campeón corrió a la esquina neutra y lo miró.

Escuchó gritar de nuevo a todos cuando el referí agitó las manos anunciando el final de la pelea y la victoria de Ranma.

El ring se llenó de gente que estaba festejando, pero antes de que llegaran a él Ranma corrió a ayudarlo a levantarse y lo abrazó fuertemente.

— ¡Ay idiota me duele!

—¡Jajajaja! Estuviste estupendo Ryoga.

—Gracias, aunque no pude vencerte.

—Pero no me dejaste barata la victoria, también me duele todo.

—¡Jajaja me alegra! Ya en serio, muchas gracias por la oportunidad.

—Te la ganaste a pulso.

—El próximo año te voy a arrebatar el título así que prepárate.

—Lo haré.

—Muchas felicidades campeón y muchas gracias.

El joven tomó la mano de su amigo y ambos la levantaron en señal de triunfo y respeto.

Esa noche todo sería felicidad.

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Después de pasar los exámenes de rutina para asegurarse de que estaban en perfectas condiciones en lo único en lo que podían pensar era en estar juntos y a solas. Lograron con esfuerzo librarse del resto de las entrevistas y salieron del lugar.

Una bandita descansaba en la nariz de Akane como signo del combate y el recuerdo de Ranma en el pómulo, estaban doloridos pero bien, a pesar de todo, salvo un golpe en el estómago que la chica recibió por parte de la retadora y le había dejado frágil, por lo demás, nada los detendría para celebrar.

Acordaron dirigirse al apartamento de Ranma que al ser una zona totalmente privada era de difícil acceso tanto para la prensa como para los fans.

Llegaron ahí en tiempo récord y sin dificultades. Ranma había llamado a su asistente personal y le había pedido algunas cosas, por lo que cuando llegaron a su destino, ya tenía enfriando una botella de champagne y también había pedido comida china, ya que ambos estaban hambrientos y recordó con una sonrisa que tenían gustos similares por los alimentos.

Aún estaban totalmente eufóricos por la retención de sus campeonatos que nada más entrar al apartamento se lanzaron a los brazos del otro besándose apasionadamente.

Ranma fue desabrochando los botones de la blusa de Akane de manera desesperada sin dejar de besarse por lo que la tarea se dificultaba un poco. La prenda cayó al suelo y Ranma posó los labios directo a su terso cuello, lo que provocó un jadeo involuntario en Akane y esto fue la mecha que encendió el fuego, ya no había vuelta atrás.

Ranma tomó en brazos a esa hermosa mujer y la llevó hasta su recámara donde la depositó suavemente sobre la amplia cama con todo cuidado, ambos estaban golpeados pero el deseo era más fuerte que el dolor.

Había en Ranma un intenso brillo anhelante en la mirada al recorrer el cuerpo de Akane. Ella lo entendió perfectamente y le devolvió el gesto, mordiendo su labio inferior incitante, esperando el siguiente movimiento de su amado.

Ranma se fue quitando la camisa sin dejar de observarla, ansioso por estar piel con piel sobre ella. Se inclinó sobre ella y le apartó el resto de la ropa mientras hacía lo mismo con la suya. Volvió a besarla, primero con suavidad y luego con fuerza, mientras las respuestas jadeantes le indicaban el placer que producían. No pudo resistir bajar su cabeza, dispuesto a saborear sus exquisitos senos lo que inició un febril movimiento de caderas en Akane.

Ella disfrutaba cada beso, el aroma de la piel de Ranma, cada caricia, cada roce de sus manos, que dejaba tras de sí un fuego abrasador que amenazaba con consumirla si no encontraba salida.

—Eres tan hermosa, no sabes cuánto te deseo, Akane mía…— Le susurró mientras su mano descendió por el cuerpo de la joven hasta llegar a su centro abriéndose camino entre sus pliegues por lo que la chica no pudo evitar dar un respingo de sorpresa. Ranma comenzó a mover sus dedos por el húmedo y tibio interior suavemente lo que provocó en la joven nuevas sensaciones de placer por lo que instintivamente empujó sus caderas hacía la mano de Ranma para sentirlo aún más profundo.

— ¡Te necesito, Ranma! ¡Ahora! En mí… — Susurró exigente y desesperada.

Entonces Ranma se dispuso a complacerla acomodándose en la entrada íntima de su amada hundiéndose en ella lenta y suavemente con pasmosa delicia torturante permitiendo que se amoldara a su tamaño.

Respiró tratando de controlarse, estar en ella era una oleada de plenitud y deleite, tan fácil para él era perderse en su mujer, se entregaba por completo a ella, podía abandonarse en sus brazos sin reparo porque la amaba y tenerla con él, significaba renunciar a todo y rendirse a su deseo.

La miró solícito y cuando notó que Akane estaba cómoda con él, inició un ritmo suave y pausado donde sus respiraciones se iban entremezclando con jadeos de puro placer.

Ranma aumentó el ritmo de sus embestidas, fascinado con el cadencioso vaivén de los senos de Akane rebotando en su pecho y arqueando su cuerpo para darle fácil acceso a sus senos mientras su novio saboreaba gustoso intercambiando su boca entre uno y otro, al mismo tiempo sus embestidas estaban ya fuera de control, anunciando a ambos que estaban a punto del orgasmo.

Estallaron al mismo tiempo entre suspiros, exhaustos y completamente relajados.

Ranma se dejó caer a un lado arrastrando a su mujer con él para que se recostara en su pecho caliente que palpitaba como un tambor.

Después de unos minutos, la respiración de la joven se normalizó por lo que Ranma se dió cuenta de que se había quedado dormida. Acariciando su mejilla luego deslizó su mano por la tersa espalda. Ella es maravillosa, pensó, por dentro y por supuesto, por fuera, su cuerpo es tan delicioso… Pero mejor no retener eso en su mente por el momento ya que su amada necesitaba recuperar fuerzas.

Sin duda alguna podía imaginar su vida junto a Akane, cada noche durmiendo a su lado y poder ver su bello rostro cada mañana. Era tiempo de tomar decisiones importantes para ambos.

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Continuará…

¿Qué les pareció éste episodio?

Momento cumbre de la historia!!!

Retuvieron sus campeonatos y la adrenalina los obligó a estar juntos…

Gracias por su apoyo!! Nos vemos en el siguiente!!!