Disclaimer

Ranma y ninguno de los personajes de Ranma 1/2 me pertenecen, todos son propiedad y autoría de Rumiko Tahakashi. Este fanfic es realizado sin fines de lucro


Consecuencias de nuestro amor

Abrió los ojos de forma perezosa, parpadeó varias veces para poder acostumbrarse a la luz del sol que se filtraba por la ventana, miró a su alrededor notando las blancas paredes y cortinas que fungían como paredes, junto a ella, se encontraban algunas camas de hospital, todas pulcramente acomodadas, se sentía agotada, y su cuerpo dolía como si le hubiera arroyado un tráiler, tal vez eso había pasado, quiso reírse ante su propia broma, pero el más mínimo esfuerzo hacía que todo su ser le doliera, no era la primera vez que se encontraba adolorida por una dura batalla, sin embargo, esa había sido la más difícil, cansada y reconfortante de todas, sin lugar a dudas, había sido la más importante y satisfactoria, y lo volvería a hacer. Se sentía plena, satisfecha, cada dolor, cada momento de sufrimiento había sido justo para ese momento.

Aún recordaba las palabras dichas por la vieja Cologne, remarcándole lo tonta e incapaz que era, y que nunca sería una guerrera lo suficientemente buena como para Ranma, que la única que de verdad merecía el honor de convertirse en la esposa del azabache era su nieta, la cual le sonreía malignamente junto a la anciana, siempre se habían aprovechado de sus inseguridades y miedos, y esa ocasión no era la excepción.

Obviamente las palabras habían surtido efecto en ella, y pasó varios días en su habitación llorando de forma un tanto desconsolada, sin abrirle a nadie la puerta, cosa que preocupó demasiado a su hermana mayor y su padre, por no decir nada del ojiazul quien, cada vez que intentaba ingresar, era expulsado con más fuerza de la que creía que la chica tenía. Al final, fue Kasumi la que ayudó a que recobrara un poco su ánimo, recordándole que, si dejaba que la pelimorada afectara su salud, habría ganado, y que sólo ella decidía el peso que le daba a las palabras.

Cuando Akane escuchó eso, supo que su hermana mayor tenía razón, no había motivo por el cual estar triste, y sabía de sobra el amor que el chico le profesaba, así que, decidida a no dejarse amedrentar por las amazónicas, dejó de llorar y siguió adelante con su vida, sin embargo, cuando quiso enfrentarse al par de mujeres, descubrió que el Neko Hanten había cerrado, esperó por algún tiempo para ver si el restaurante volvía a abrir, pero el lugar fue reemplazado por otro negocio, se mantuvo a la expectativa de que volvieran, mas ese día nunca llegó, no supo si sentirse feliz o preocupada, pues ahora se mantenía siempre a la expectativa de que la atacaran por sorpresa.

Unos suaves toques en la puerta la sacaron de sus pensamientos, con voz algo ronca permitió el acceso a quien quiera que estuviera del otro lado del a puerta, esperaba no fuera algún contrincante, o peor aún, Kuno, no creía que tuviera la suficiente fuerza como para enfrentarlos, para su suerte, quien se asomó, fue su hermana Kasumi, quien le levantó el ánimo con una simple sonrisa.

- ¿Cómo te encuentras, Akane?

- Me duele todo – respondió al tiempo que intentaba incorporarse.

- No hagas ningún esfuerzo – dijo al tiempo que le ayudaba en su tarea – No debes esforzarte para nada, aún estás convaleciente – le recordó sentándose en una silla junto a ella

- No es para tanto

- No digas eso, ha sido muy difícil por lo que has pasado

Akane se sonrojó por el halago, realmente hasta respirar le dolía, pero, orgullosa como era, probablemente nunca lo admitiría, y que su hermana la felicitara por algo como eso la hacía inmensamente feliz. De pronto, notó cómo el lugar estaba completamente en calma, miró con discreción a su alrededor notando que estaba completamente sola, su mirada se entristeció un poco, aunque fingió manteniendo su sonrisa.

- Ranma se encuentra afuera – contestó a la duda que había acechado a la mente de la chica

- No, yo no…

Sus palabras murieron en la boca, era más que obvio que lo buscaba, pero la fuerza de la costumbre le hacía mentir, pese a que no había necesidad.

- Él quería estar junto a ti cuando despertaras, pero el doctor Tofu le dijo que lo mejor sería que esperara afuera, para que así pudieras descansar bien – soltó una risa discreta – Debiste haber visto su cara, creo que jamás se esperó ver algo así en su vida – rio

- Sí, me imagino – la acompañó en las risas, aunque de forma más suave, cada carcajada hacía que le doliera el abdomen

- Justo ahora fue un momento con el doctor para pedirle algunos datos, de lo contrario, créeme que él ya estaría aquí contigo

Las mejillas de la peliazul se volvieron a teñir de un ligero carmín, se sentía feliz al ser el centro de atención del azabache, sin embargo, la sonrisa se le borró de pronto y su expresión cambió por una de preocupación.

- Si estás preocupada por que Shampoo pudiera presentarse en este momento, no debes estarlo – le consoló

- Pero Kasumi – replicó – ellas simplemente desaparecieron de un día para otro, estuvieron en Nerima por mucho tiempo, me cuesta creer que simplemente se fueron, probablemente sólo estén esperando el momento oportuno para atacar y causar más problemas

- Ranma nunca te lo dijo ¿verdad?

- ¿Decirme qué?

- ¿Recuerdas esa ocasión en la que regresaste llorando después de que ellas se presentaron frente a ti? – Akane desvió la mirada llena de vergüenza, no le gustaba mostrarse débil ante nadie, sin embargo, Kasumi siempre tenía ese tono maternal que no la hacía sentir tan mal – Cuando ninguno de nosotros pudo sacarte de tu habitación, él se molestó mucho, y fue a hablar directamente con ellas – los ojos de la peliazul se abrieron como platos y el miedo la embargó nuevamente – No estoy segura de lo que habrá pasado, por más que le preguntamos no nos dijo nada, pero regresó algo lastimado, después de eso fue que el Neko Hanten cerró. Nabiki intentó que Ranma le dijera lo que había pasado, y estuvo insistiendo por un largo rato, pero Ranma le dijo que lo que hubiera pasado entre él y ellas no era su asunto. Quise decirle a Ranma que esa no era una forma de cortés de contestarle a una dama, sin embargo, por esa ocasión estuve de acuerdo con él, Nabiki ya había causado suficientes problemas y, aunque me duele porque es mi hermana, necesitaba una lección.

- ¿Fue por eso que Nabiki y Ranma se empezaron a llevar tan mal?

- Debes entender, querida Akane, que para Ranma tu eres lo más importante, y si para que tu estés bien implica mantener controlada a Nabiki, lo hará. Me apena decirlo, pero la avaricia de Nabiki, pese que nos ayudó en los momentos más difíciles, se ha ido descontrolando, a tal punto que ya no piensa en el daño que hace a los demás – Su mirada se tornó triste

Ambas sabían lo ambiciosa que la castaña podía ser, y el temperamento que tenía cuando las cosas no salían a su favor, y ese carácter había ido empeorando con el tiempo. Por suerte para ellos, después de que la chica se había mudado y conseguido un empleo, sus extorciones habían disminuido para con ellos, lo cual agradecía infinitamente, pero sentía lástima por quien fuera su nueva víctima. Se preguntó si estaría ella ahí afuera también, sin embargo, descubrió que, el sólo hecho de imaginar que sí se encontraba detrás de la puerta, le causaba cierto temor. Nuevamente se escuchó unos leves golpes en la puerta, llamando la atención de ambas, sin notarlo, las mejillas de la ojicastaña se sonrojaron

- Adelante – dijo suavemente la castaña

Con la cara roja y mirada avergonzada, el azabache ingresó al lugar, era obvio que se sentía incómodo al ver que la mayor de las Tendo se encontraba ahí, así que, entendiendo lo que el chico callaba, Kasumi se disculpó y salió de la habitación, dejándolos solos, el silencio reinó entre ellos.

- ¿Cómo te sientes? – preguntó después de un rato

- Solamente estoy un poco cansada – dijo restándole importancia a su verdadero estado

- Mentirosa – masculló

La peliazul le hubiera contestado, de no ser que, debido a un mal movimiento que hizo al intentarlo, el abdomen le dolió haciéndole emitir un quejido, ante lo cual, el ojiazul se asustó y acudió a su auxilio, le ayudó a volver a recostarse, y cuando estuvo seguro de que ya estaba mejor, se sentó en el lugar que había dejado Kasumi.

- No deberías esforzarte – sugirió

- No deberías hacerme enojar – contra atacó

- Eso te pasa por ser una debilucha – se burló

- Quisiera verte estar en mi lugar

- Para mi sería pan comido – respondió con orgullo

- Entonces, a la próxima, serás tú quien lo haga

La cara de Ranma fue digna de ver, sus ojos se abrieron como platos y el calor inundó su cara, la reacción provocada causó que la peliazul se riera, y aunque le dolía mucho cada carcajada, no podía evitarlo, se arrepentía no tener una cámara en ese momento para guardar esa expresión. El azabache desvió su mirada para ocultar su cara de vergüenza ante lo dicho. Cuando el ataque de risa pasó, el silencio los volvió a invadir.

- Kasumi me contó que fuiste con Shampoo y la abuela Cologne – habló de pronto

- Y qué con ello

- ¿Qué les dijiste?

- La verdad

- Muchas veces habías dicho la verdad y nunca te habían escuchado ¿Qué cambió esta vez? – Notó cómo el chico estaba renuente a contestar – Ranma… - amenazó

- No importa, el punto es que se fueron y es lo que cuenta

- Me cuesta creer que las hayas convencido, así simplemente, y que la abuela haya accedido a que dejaras de ser el prometido de Shampoo

- Tengo mis métodos – Notó cómo la peliazul le miraba de forma sospechosa – De acuerdo – accedió – Fui a hablar con la vieja que, si volvía a causarte algún daño se las verían conmigo, obviamente se burló y me dijo que no le importaba, que yo era el prometido de Shampoo y que debía de casarme con ella, le dije que no me casaría con ella ni en un millón de años, que yo te amaba a ti y que nada cambiaría eso, ella se burló de mi diciendo que alguien de mi estirpe sólo podía estar con una guerrera del calibre de Shampoo para producir una descendencia de alta calidad, le contesté que eso no me importaba, ya que yo no amaba a Shampoo, y que ya había hecho mi decisión, estuvimos un largo tiempo discutiendo, ninguno de los dos quería ceder, así que le hice un trato, si yo la derrotaba en una pelea, ellas se irían, disolverían el compromiso, y no podrían volver nunca más a molestarnos.

- ¿Te enfrentaste a ella? ¿Cómo? ¿Es muy fuerte?

- Yo también lo soy – se defendió

- Pero ella tiene cientos años de experiencia sin contar que nunca juegan limpio

- Deberías tenerme un poco más de confianza – sonrió con superioridad – Además, tuve un poco de ayuda, Tenía algunos meses hablando con Mousse acerca de la forma en que las amazonas pelean y cuales eran sus puntos débiles, eso y el hecho de que, si ellas no peleaban limpio, yo tampoco lo haría

- Ranma, ¿Qué hiciste?

El azabache desvió la mirada, no quería decirle lo que había tenido que hacer para deshacerse, de una vez por todas, de ellas, se llevaría con él a la tumba el hecho de que tuvo que usar armas y trucos que no eran muy éticos, pero que surtieron el efecto deseado

- Lo que fuera necesario – contestó al fin – Si ni siquiera el hecho de habernos casado le había hecho entender a ese par de arpías que no tenían ninguna oportunidad ¿Qué te hace creer que algún día se darían por vencidas?

Esta vez fue el turno de la peliazul de desviar la mirada avergonzada, aún recordaba el día de su boda, había sido bastante similar al día de la boda fallida, a excepción de una cosa, ellos no se encontraban presentes, con ayuda de su hermana Kasumi, ellos se habían escapado horas antes de la ceremonia y habían celebrado su matrimonio a solas, mientras todas las locas prometidas y los enemigos de ambos destruían, de nueva cuenta, el dojo, ya verían después cómo repararlo, pero ese día no se los arruinaría nadie, no en esa ocasión.

Como era de esperarse, todos les reclamaron, en distintas formas, pero a fin de cuentas les reclamaron, sus padres el no haber podido presenciar el enlace, los Tatewaki clamaban que habían sido hechizados y que no sabían lo que hacían, Shampoo y Cologne alegaban una alta traición a la leyes de su tribu, Ukyo le reclamaba a Ranma el hecho de que había traicionado su confianza, amistad y amor hacia ella, que era poco hombre, entre otras cosas, por su parte, Nabiki estaba enojada por el hecho de que le habían hecho perder un buen negocio y que probablemente nunca volvería a tener una oportunidad de ganar tanto dinero como esa.

Al parecer, nadie además de Kasumi, se alegraba por ellos, ese día, fue un poco agridulce y, en ocasiones, deseaba haber tenido la boda de sus sueños, rodeada de personas que la amaban y que estuvieran felices por ellos, por el contrario, lo único que había recibido fueron pérdidas, Ukyo, al poco tiempo, se marchó, lo último que le dijo fue que los odiaba y que esperaba que su matrimonio les brindara únicamente tristeza y dolor, Kuno y Kodachi aún aparecían de vez en cuando en su hogar argumentando que les liberarían del cruel hechizo que los mantenía atados, y Shampoo y su abuela… su mirada fue opacada por el sentimiento de culpa y tristeza, al notarlo, Ranma quiso decirle algo para alegrarla, pero sus intenciones fueron interrumpidas por unos golpes en la puerta, imaginó que sería Kasumi, queriendo saber el estado de la chica, pero se sorprendió al ver que, quien se colaba por ella, no era más que el amable doctor y prometido de la mayor de las Tendo.

- Hola – los saludó alegremente – Perdonen la interrupción, pero aquí hay alguien que quiere conocerte, Akane.

En sus brazos cargaba suavemente una pequeña bola de mantas, a Akane le brillaron los ojos dejando atrás todo pensamiento sombrío que le había albergado hacía apenas unos momentos y transformándolo en alegría, su corazón latía rápidamente y sus labios mostraron una gran sonrisa, Ranma, contagiado por su esposa, sonrió de igual manera. De forma inconsciente, la peliazul extendió sus brazos esperando que el doctor le pasara aquellas mantas, y en cuanto lo hizo, fue la mujer más feliz del planeta.

Entre las mantas, había una pequeña criatura que se mantenía bastante quieta con cabellos alborotados de color negro azulado, sus mejillas, regordetas, estaban ligeramente sonrojadas. Akane retiró algunos de esos cabellos del redondo rostro, lo que hizo que mostrara sus ojos, las cuales habían estado protegidas por sus párpados, mostrando unos orbes de un color azul aún más brillantes que las de Ranma, los ojos de Akane se llenaron de lágrimas y gruesas gotas comenzaron a caer por sus mejillas, estaba feliz, era dichosa, y justo ahora entendía lo que su esposo le había dicho, por protegerlos, por protegerlo, haría lo que fuera necesario. Daría su vida por él, daría su vida por su familia, y la defendería a capa y espada, no importando a quién tuviera que enfrentarse, si alguien amenazaba su tranquilidad, ella lo protegería.

Ranma se sentó junto a ella, para poder así ver mejor al nuevo integrante de la familia y su heredero, quien, a su parecer, era una viva réplica de su madre, sólo esperaba que no hubiera sacado su carácter o estaría en problemas, aún no podía únicamente con el de Akane, imaginar que ahora había la posibilidad de tener que lidiar con dos le dio calosfríos. Acercó un dedo al pequeño, el cual lo agarró con firmeza, el azabache se hinchó de orgullo al sentir la fuerza, seguramente, en un futuro, sería un excelente guerrero, pero se aseguraría de no cometer los errores de su padre, él no separaría a su familia.

Ambos padres miraban con amor a su nuevo retoño, embelesados por lo angelical de su rostro, haciéndole promesas en silencio de protegerlo y amarlo siempre, pues aquel nuevo ser había sido una hermosa consecuencia de su amor, y como tal, se encargarían de cuidarlo.


Notas del autor

Este fanfic fue realizado como parte de la dinámica de la página de facebook #MundoFanficsInuyashayRanma para su #Rankaneweek2023 en sus 1000_y_1_palabras_de_amor.

Para el séptimo y último día, tenemos Consecuencias de nuestro amor. Agradezco nuevamente la invitación por parte de #MFFIYR para participar en esta divertida dinámica, me divertí mucho con ella, aunque admito que fue bastante desafiante escribir un fanfic por día.

Como siempre, agradezco a todos los que leen mis fanfics, porque sin ustedes, estos no tendrían vida, y también agradezco a todos los que pueden y quieren dejarme un review, siempre son bienvenidos. Espero que se hayan divertido junto conmigo en esta #Rankane_week y que este último fanfic haya sido un cierre para la misma.

Hasta el próximo fanfiction.