Harry se encontraba durmiendo plácidamente en su cuarto en casa de sus tíos, los Dursley. Su cuarto era un desastre, había un montón de basura esparcida, plumas de su lechuza Hedwig, libros e incluso envoltorios de caramelos, pero sobre el escritorio se encontraba un ejemplar del profeta que yacía con el el titulo "Harry Potter ¿El elegido?", junto a este ejemplar había otro con el titulo "Scrimgeour sustituye a Fudge" y a la izquierda de este último se encontraba otro titulado "El ministerio garantiza la seguridad de los alumnos".
Se encontraba esperando a su director, Albus Dumbledore que le había enviado una carta diciendo que iría a recogerlo a las 11 en punto de la noche para acompañarlo a la madriguera con sus amigos donde ya lo estarían esperando, también menciono que quería ayuda con un asunto importante y que esperaba su respuesta.
Eran las 10:30 de la noche cuando Harry se despertó a causa de un ruido en su habitación, gracias a sus reflejos de buscador fue corriendo a agarrar su varita (incluso cuando sabía que no podía utilizarla) y escaneo con sus ojos la habitación.
Después de examinar detenidamente que fue lo que había escuchado se encontró con un cepillo de plata que se veía un poco viejo y descuidado en el piso, sabía que no debería de agarrarlo, podía escuchar la voz de ojoloco en su cabeza diciendo "ALERTA PERMANENTE POTTER" pero si había algo que heredó de sus padres era su curiosidad.
Y es así como sin pensarlo 2 veces lo tomó para examinarlo y en cuanto lo hizo, deseo no haberlo hecho.
Sintió esa rara sensación donde algo tiraba de su estomago, esa sensación donde tus pies se levantan del suelo y de mareo. Esa misma sensación que tuvo cuando agarró la copa del torneo de los 3 magos y luego... Nada, oscuridad.
Sentía que ya había aterrizado en algún lugar, no podía ver nada pero sabía que algo andaba mal. el espejo había sido un maldito traslador y en estos momentos no sabía en donde demonios estaba. Todavía tenía su varita en mano y decidió que está podría ser una situación de vida o muerte por lo cual musitó:
-¡Lumos!
Después de unos segundos se acopló a la luz de su varita y vio que se encontraba en una habitación que conocía bastante bien, era la sala de los menesteres pero había sido cambiada para que solo hubieran un par de sillones, unas mesas juntas con varias sillas.
Se encendieron unas luces en la sala por lo cual apagó su varita sin dejar de estar en guardia. "¿Qué hago yo aquí? ¿Por qué habría un traslador en mi cuarto que me traería a esta sala? ¿Sería una trampa?" Muchas preguntas rondaban por su cabeza y no podía responderlas.
Escuchó un ruido detrás de el y se encontró con sus mejores amigos Ron y Hermione.
-¿Qué hacen aquí?- preguntó Harry confundido.
-¿Qué demonios es esa pregunta Harry?- preguntó Ron enojado y exasperado.
Hermione se quedó examinando la habitación en la que estaban y se percató de que encima de la mesa había una caja.
-Chicos, miren esto
Los 2 se acercaron a donde se encontraba Hermione y vieron la caja pero se dieron cuenta de que estaba sellada.
-Genial, ¿Y como la abrimos?- Dijo Ron sarcasticamente
-Si lo supiera lo haría, ¿no lo crees Ron?- Dijo Hermione exasperada
Ron se sonrojo y no dijo nada más.
Después de unos minutos empezaron a llegar más personas. (El señor y la señora Weasly, Fred, George, Ginny, Bill, Charlie, Percy, Draco, Severus Snape, Albus Dumbledore, Tonks, Remus Fleur y la profesora McGonagall)
-¿Qué hacemos aquí? - Fue la pregunta que hicieron todos y cada uno después de llegar a la sala.
-Calma, por favor- Dijo Dumbledore con su voz tan imponente como siempre - Estoy seguro que hemos sido traídos aquí todos por una razón y la averiguaremos pronto.
Justo termino de hablar el director cuando una carta cayó en sus manos y le empezó a leer:
"Buenas noches a todos ustedes,
Sabemos que se están preguntando que hacen ahí y bueno la respuesta es sencilla, les trajimos 2 libros sobre su futuro para que puedan analizarlo y decidir si desean cambiar las cosas o si así lo desean que se queden, la decisión es de ustedes"
La nota no venía firmada por lo que se les hizo raro pero no hicieron ningún comentario al respecto.
Dumbledore se acerco a la caja que se encontraba en la mesa y logro sacar uno de los dos libros y leyó:
-"Harry Potter y el misterio del príncipe"...
