All Your V…`Ͼ( )Ͽ´ɭɭs Belong to Me - Parte 1

NOTA: Antes de iniciar el relato, me veo en la necesidad de hacer algunas aclaraciones.
Siendo la primera de éstas el hecho de informarles que será necesario; o al menos sugerido; que se hayan visto TODO Centaurworld antes de comenzar a leer, ya que existen ciertos detalles, personajes, habilidades y sucesos de la trama que requerirán de al menos una vista a la serie para ser entendidos.
Luego estaría lo referente al título, el cual tiene la intención de ofrecerles lo más cercano a un retrato del rostro de Glendale que me fue capaz de replicar por medio de caracteres especiales, todo con el fin de ocultar una cierta frase que aparecerá más adelante y, al mismo tiempo, dar a entender que nuestra querida Gerenuk-Tauro Cleptómana favorita pasó por aquí y se robó dichas letras.
Y finalmente, antes de librarlos de tanta cháchara aburrida y continuar con otra más extensa pero divertida, está el hecho de especificar que ésta primer parte será lo que abra las puertas, presente a los personajes y dé un contexto de cómo fue que se daría la parte sexual y jugosa propia de la segunda mitad.
Así que, sí desean adelantar hasta el siguiente capítulo, siéntanse libres de hacerlo, por que planeo dejarles al inicio un resumen conciso de las partes más importantes aquí.
Ahora sí, sin más preámbulo, los dejó para que se pierdan en ésta humilde historia que decidí elaborar para ustedes.

-Erase una vez…en un reino devastado por una guerra…en un pequeño campamento…en donde estaría teniendo lugar una fiesta en donde tanto hombres como Centauros celebrarían el final de lo que había parecido una tragedia interminable…- Relató una profunda y tranquilizadora voz en off, con el fin de ponernos en contexto y situarnos en un momento cronológico preciso.

-Tras la caída del Rey de la Nada, los agradecimientos pertinentes a los responsables de su caída y la aparente confirmación en la recuperación de la más grande amiga de la heroína conocida únicamente como Horse…no pasaría mucho para que ambas partes del ejército que se enfrentó a la tiránica criatura y sus despiadados Minotauros diesen pie a la bulliciosa y descontrolada celebración que tendríamos aquí en frente.- Continuó la narración, al mismo tiempo que nuestra visión del sitio se iba aclarando y nos mostraba fragmentos en los que se veía a humanos y Centauros de todas las razas y colores haciendo buenas migas, entablando nuevas amistades, o compartiendo penas, memorias y canciones acerca de sus amigos y familia caída durante el combate.

-Pero dejando a todos ellos, junto con sus alegrías y tristezas a un lado, lo que haremos será enfocarnos en lo que viviría ese día una de las tantas responsables de acompañar y asistir a Horse durante su difícil y extraña travesía…una de las tres Centauro mujeres en su grupo…una líder espiritual…una cantante que tenía una voz angelical cuando se lo proponía…y, en resumidas cuentas, una bella Gerenuk-Tauro que, luego de separarse de su grupo e ir a divertirse por su propia cuenta…- Anunció la voz, mientras nuestra línea visual se iba alejando de la algarabía y el bullicio del festejo, adentrándose poco a poco en un oscuro callejón en donde convergían varias tiendas de campaña en el campamento, antes de brindarnos una imagen clara y precisa del trasero y parte inferior del cuerpo de Glendale.

-¡Oh, cielos! ¡Esto de aquí es tan brillante! ¡Y ESTO! ¡Es tan lindo y suave! ¡Oh! ¡Y ESTO DE AQUÍ! ¡Wow! ¿¡Por qué será que nadie me dijo antes todas las cosas interesantes y divertidas que una podía robarles a los humanos!?- Preguntaría con sorpresa la hembra, sin ofrecernos una visión clara de su rostro, pero si sacudiendo de manera enérgica su trasero y cola de lado a lado, mientras se ensimismaba en su labor, hacía gala de su ya conocida cleptomanía y falta de respeto por la propiedad ajena, para así tomarse la libertad de explorar y hurtar todo lo que podía de una de las tiendas antes mencionadas.

-Se encontraría escudriñando y tomando todo aquello que le resultase llamativo y digno de incluir a su colección…sin percatarse o siquiera imaginar que pronto sería descubierta y atrapada por…- Acotaría por su parte la voz que nos servía de narrador, pocos segundos antes de que un par de lanzas afiladas apareciesen en ambos extremos del cuadro enfocado en las posaderas de Glendale.

-¡Oye, tú! ¡Sal de ahí ahora mismo y pon las manos donde las podamos ver!-

-Fue lo que ordenaría la voz aguda de uno de los dos gallardos e imponentes guardias que parecían haber descubierto a nuestra querida Gerenuk, quién prontamente notaría su presencia y reaccionaría con elegancia y decoro ante tal inesperado giro de los…- Continuaría diciendo la voz misteriosa, al mismo tiempo que éramos testigos de cómo, tras alzar su cola en el aire, sufrir un escalofrío y erizar una buena parte de su pelaje en señal de alerta, Glendale se daría media vuelta para decir…

-¡J-JURO POR EL GANSO QUE TODO LO QUE TENGO ENCIMA ES MÍO Y…! ¡EN REALIDAD TENGO UN PROBLEMA QUE ME OBLIGA A…! ¡Y-Y…!- Fueron algunas de las cosas que la Gerenuk diría, mientras traía encima las pertenencias de los soldados a los que robaba; destacando entre ellas un par de yelmos ostentosos que ella llevaría colocados en cada uno de sus ojos, los cuales le bloqueaban la vista y eran responsables de acrecentar sus nervios exaltados, al menos hasta haber sido capaz de encontrar la abertura del visor y abrirla para así soltar un reclamo luego de su desfile de excusas poco creíbles. -¡HOJA! ¡SE SUPONÍA QUE TÚ IBAS A HACER MIS OJOS EN LA ESPALDA, AMIGO! ¿¡QUÉ TIENES QUE DECIR EN TU DEFENSA!?- Vocifero la Centauro, dirigiéndose a una pequeña hoja parada encima de su espalda; misma que tendría una diminuta pero indudablemente pesada bola con cadena amarrada a uno de sus pies.

-¡L-lo siento mucho, señora! ¡P-pero es que, como esta es una de las pocas veces en la que me dejó salir de ese…! ¡H-HERMOSO! ¡Portal-Pancita, al cual amo tanto como usted, y no parecía que nadie se acercaba, p-pensé que podría narrar un poco y así grabar este bello momento en el exterior antes de ser devuelto a…!- Alegó en su defensa la hoja, quién resultó ser una de las tantas Hojas-Tauro que la Gerenuk había "Coleccionado" a lo largo de los años, y que, debido a su particular tono de voz, resultaría ser el responsable de la narración que habríamos oído hasta este momento.

-¿¡"A…", qué exactamente!? ¿¡A esa dimensión dentro del Portal que tanto dices amar!? ¿¡HMPH!? ¿Pues qué crees? ¡Pues mejor vete olvidando de eso, ya que yo no "Robo" decepciones!- Acusó Glendale, punzando con su dedo en el pecho de la hoja, y sin fijar todavía su atención en los guardias detrás suyo.

-¿¡L-lo dice en serio!? ¡Oh, por el Ganso! ¡POR FIN! ¡Luego de años de cautiverio, finalmente…!- Alcanzaría a decir Hoja, segundos antes de ser interrumpido y apretado por la palma de la Gerenuk.

-Meh, solo bromeo. No puedo enfadarme contigo. Quizás te dé otra oportunidad de brillar en otro par de años, pero por ahora…- Musitó en tono amigable la hembra, poco antes frotar de forma amistosa la barbilla de Hoja, todo mientras este forcejeaba y veía con horror como ella activaba el Portal mágico de su vientre. –Ve despidiéndote del Sol y vuelve adentro y organiza mis nuevas adquisiciones mientras trato con… ¡LOS CERDOS!-

Y con esa última frase, dicha por la Centauro en un tono peculiar, es que veríamos como Hoja sería devuelto nuevamente a su prisión, arremolinándose, poco antes de desaparecer junto con todo el botín reunido por la Gerenuk, mientras se despedía del exterior con una última narración de corte clásico.

-¡Y así es como la inexpugnable ira de mi carcelera se vertió sobre mí! ¡Privándome nuevamente de mi libertad, mientras era arrastrado por las turbulentas y mágicas mareas azules producidas por su…! ¡S-SOLO QUIERO SALIR! ¡Ya ni siquiera me importa tener que dejar atrás a mi familiaaaaaaa…!-

-Ja…es buen sujeto. Algo dramático a veces, pero eso es algo por lo que me gusta tenerlo cerca.- Acotaría Glendale, con la mirada puesta en el sitio donde otrora habría estado su Portal, mientras alzaba ligeramente la parte baja de su parpado y movía su mano abierta de lado a lado para dar énfasis a lo que decía, sin exhibir ninguna clase de remordimiento o culpa luego de la partida del Hoja-Tauro. -En fin…como podrán ver, no hay evidencia que pruebe que algo haya sido robado por alguien aquí, así que, ¿Qué dicen si hacen la vista gorda por hoy y fingimos que nada pasó aquí, chi…?- Afirmó ella, tras finalmente levantar sus dos manos y dirigirle la mirada al dúo de hombres frente a ella; los cuales, si bien procedieron a amenazarla nuevamente con sus lanzas, su apariencia hacía difícil que la Centauro se sintiese amenazada o fuese capaz de describirlos con otra palabra que no fuese… -¿Chicos…?-

-¡T-te dijimos que pusieras las manos arriba!- Reiteró el más delgado y desalineado de ellos.

-¡Y-y quédate donde estás! ¡Que ni se te ocurra acercarte y hacernos lo que a ese chico-hoja de ahí!- Advirtió el más robusto y regordete de ambos, exhibiendo en su rostro un miedo similar al de su colega.

-Meh. Él estará bien. Solo le gusta ser una reina del drama.- Comentó Glendale, al mismo tiempo que alzaba una de sus manos y usaba la otra para juguetear y tocar la punta de una de las lanzas que la amenazaban, meditando acerca de si realmente debía intimidarse por ella o si sentía la necesidad de robarla debido a su brillo. -Además, yo solo "Tomó prestadas" las cosas que me gustan. Y para ser sincera, ninguno de ustedes es exactamente…- Trataría de afirmar la hembra, poco antes de que la punta de la lanza con la que tonteaba avanzase en su dirección y la forzase a esquivar una estocada moviendo su cuello hacia un lado.

-¡A-ahórrate las explicaciones y tomate esto en serio, ladrona! ¡Ya veremos cuál será la sentencia que nuestro capitán decide impartirte una vez que…!- Fue lo que alcanzaría a decir el esquelético joven que acababa de increparla con el arma, antes de que su colega le golpease el hombro para así hacerle notar algo.

-Y hablando de él, justo viene de camino.- Mencionaría el gordito, haciendo que tanto él como su compañero hiciesen la cabeza hacía y comenzasen a gritarle a una figura que marchaba a pocos metros de su actual posición. -¡Oiga! ¡Capitán! ¡Venga! ¡Tenemos una situación por…!- Dijeron entre ademanes y señas ambos, todo con el fin de atraer al sujeto, momentos antes de finalmente volver su vista en la dirección de la Gerenuk.

Al hacer eso, el dúo de jóvenes notaría como la punta de sus dos lanzas acababan de desaparecer, el cómo el Portal-Pancita de Glendale se encontraba brillando, y como esta última deliberadamente miraba hacia otro lado, silbaba y básicamente se hacía la tonta mientras los chicos continuaban apuntando la parte rota de sus armas en su dirección.

-¿Qué es lo que ocurre aquí, soldados?- Preguntaría de forma inmediata el recién llegado capitán, provocando así que tanto la hembra como los otros dos chicos dejasen a un lado lo que hacían para así prestarle su atención.

-¡S-señor! ¡Nosotros capturamos a esta Centauro invadiendo y asaltando las tiendas de los oficiales! ¡Y nos aseguramos de mantenerla retenida aquí hasta recibir órdenes de cómo proceder, señor!- Explicó el muchacho de figura más esbelta, tras darse media vuelta y presentar con firmeza lo que todavía quedaba de su lanza.

-¿Es eso cierto, soldado?- Preguntaría el capitán, en tono calmado y con las manos ubicadas tras su espalda, mientras le dirigía la mirada al humano que todavía no había hablado.

-¡S-si, señor! ¡Lo es!- Confirmaría el gordito, a la vez que imitaba el semblante y la muestra de respeto exhibida por su colega, provocando así que la figura del oficial en cuestión fuese cubierta por ambos y no llegase a ser vista por la hembra.

-Ya veo…eso es un problema…- Musitó el capitán, tocándose la barbilla con interés luego de haber oído la confirmación.

-Oh, oh. La cosa parece estarse poniendo demasiado fea para mi gusto. Ahora son tres cerdos los que tengo en frente. Creo que es tiempo de que mami saque su "Varita Mágica" y ponga a dormir a este trío de la forma más gentil y rápida que…- Fue lo que diría en su mente la Gerenuk, mientras de manera discreta agachaba la parte superior de su cabeza y sacaba de su Portal lo que parecía ser el mango de un bate de madera.

No obstante, cuando la mitad del arma hubo estado en el exterior, la Centauro vería como la figura del oficial comenzaba a avanzar hacia ella, cosa que la forzaría a poner de lado una parte de su cuerpo y fingir inocencia mientras se preparaba y veía como avanzaba la situación.

-Un verdadero problema, en realidad…- Musitó el capitán, tras hacer a un lado a sus subordinados y revelar así que el mismo se trataba de nada más y nada menos que de otro chico que, si bien llevaba un uniforme diferente y un par de botas con plataforma, no parecía aparentar una edad superior a la de los otros dos; y que de hecho parecería incluso más joven debido a la baja estatura con la que contaba en comparación con ellos. -Porque sabes, viendo y considerando que la guerra apenas acaba de terminar y que todavía no existe alguna clase de tratado de paz entre los Centauros y los Humanos, pues…solo digamos que un incidente como este no sería la mejor manera de empezar a entablar una buena relación diplomática.- Explicaría el muchacho, tratando de sonar amenazante o condescendiente con la Gerenuk, sin caer en cuenta de que su edad, rango militar y verosimilitud iba cayendo cada vez más conforme más se acercaba a ésta.

-¿Y este cachorro de humano a quién se supone que trata de convencer? ¿Acaso es una broma elaborada que él y sus amigos planearon por la fiesta? Ya que de ser así, no acabo de entender del todo el chiste.- Se debatió internamente Glendale, luego de arquear una de sus imaginarias cejas ante el escenario frente a sus ojos, y ver como el supuesto "Capitán" del grupo continuaba su discurso luego de ponerse justo al lado de ella.

-¡PERO BUENO! Viendo y considerando que ustedes, los Centauros, tuvieron tanto que ver en el final de la guerra, creo que estaría dispuesto a dejar pasar por alto esta clase de indiscreción…- Mencionaría él, conforme caminaba alrededor del cuerpo de una confundida Glendale; la cual oía como los dos colegas del chico susurraban algo entre sí.

Finalmente, cuando el muchacho en cuestión hubo llegado a la parte trasera de la Centauro, el mismo decidiría posar su mano sobre el lomo de ésta, causando así que un escalofrió de sorpresa la recorriese. Pero lejos de detenerse ahí, el humano se tomó la libertad y el atrevimiento de comenzar a deslizar su mano hasta finalmente hacer que la misma se posase y ejerciera algo de presión sobre uno de los muslos de Glendale.

-Claro que…sí una belleza como tú decidiese "Responsabilizarse" y ser algo "Cariñosa" con nosotros, bien podríamos hacer la vista gorda y fingir que no tuviste nada que ver con esos crímenes tan feos de los que se te acusa. Así que, ¿Qué dices~?- Acabaría diciendo él, poco antes de entrecruzar su mirada con la de Glendale, mover las cejas, exhibir un ligero bulto en la zona de su ingle y dejar más que esclarecidas las indecorosas y lascivas intenciones que tanto él como sus dos colegas parecían tener con ella.

-Ohhhh… ¿Que "Qué digo"…?- Fue lo que pronunció en respuesta la hembra, mientras procedía a devolver el arma que habría tratado de coger con anterioridad y escudriñaba ligeramente entre las cosas de su Portal-Pancita con una idea más que clara. -¡"Digo" que tú y los otros dos acaban de perder su derecho a recibir "Gentileza" y "Amabilidad" de mi parte! ¡Así que en cuanto encuentre mi Morningstar o una de mis Mazas de Acero, les voy a…!-

-¡Así se habla! ¡Dígaselo, señor!-

-¡Si! ¡Y trate de no olvidarse de nosotros y de acaparar toda la diversión!- Vitorearon por su parte el dúo que bloqueaba la única salida aparente del sitio, dándole la espalda al bullicio propio de la fiesta, así como también a la fornida y aparentemente iracunda figura envuelta en armadura que yacía justo detrás de ellos.

-¿¡PERO QUÉ CARAJOS MIERDA ES LO QUE SUCEDE AQUÍ!?- Gritó de forma imponente y atronadora el cuarto hombre presente en el sitio, provocando así que los tres chicos se sobresaltasen y temblaran al oír su voz, y que Glendale detuviese momentáneamente la búsqueda del arma con la que pretendía defenderse. -¡SOLDADO ARCHIVALD!- Dijo a continuación, consiguiendo de esa forma que el chico más cercano a Glendale en ese momento dejase todo lo que estaba haciendo y se presentará de la manera más firme y respetuosa ante alguien que realmente exhibiese una edad y méritos como para ser llamado oficial de un ejército.

-¿¡S-si, señor!?-

-¡SOLDADO SAMSON, SIEGBERT!- Continuó nombrando, esta vez mientras se dirigía y veía primero al soldado más gordo y luego al más flaco.

-¡Comandante Marshall, s-señor!- Saludaría el dúo nombrado al último, luego de dar un paso hacia atrás y reunirse junto con su otro amigo en una fila; siendo esta una costumbre que los tres tenían cada vez que su oficial a cargo comenzaba a reprenderlos por sus actos.

-¡Quiero que ya mismo me den una explicación clara y precisa de "¿Por qué creyeron que sería divertido robar el uniforme del Capitán Shortman?", "¿Qué hace el Soldado Archivald con él?" y…!- Interrogó en tono iracundo Marshall, poco antes de dirigirle la mirada a Glendale, sufrir un tic en el ojo por el enfado y luego desquitar toda la ira que le era posible producir soltando la pregunta… -¿¡Y QUÉ CARAJOS ES LO QUE EL PUTO "ASS SQUAD" TRATABA DE HACERLE A UNA DE LAS PRINCIPALES Y MÁS DESTACADAS HEROÍNAS QUE HUBO EN LA BATALLA FINAL!?-

-Yo…e-es que solo…- Balbuceo Sig, haciendo la mirada a un lado y masajeando su cuello en búsqueda de una excusa creíble.

-N-nosotros nunca…s-solo tratábamos de divertirnos en la fiesta y…- Replicó Sam, moviendo las manos de lado a lado y sudando de forma nerviosa.

-…E… ¿Eh…? ¿C-cuando dice…"Heroína"…? ¿Se refiere acaso a…una "Heroína de Guerra"?- Dijo por su parte Archie, conforme sentía como el color abandonaba rápidamente su rostro y se encogía de hombros hasta quedar prácticamente a su altura regular. -J-juro que no sabía que…y que no intentamos…-

-¿¡O SI!? ¡Pues eso tendré que confirmarlo para así decidir si solo hace falta ejecutarlos o sentenciarlos a limpiar los establos por lo que les queda de vida!- Interrumpió Marshall, cortando en seco y de forma tajante la explicación dada por Archivald, momentos antes de dirigir su mirada y comenzar a marchar en la dirección de Glendale.

Viendo eso y considerando que ya estaba fuera de peligro inmediato, la Gerenuk atinó a guardar parcialmente la mortífera arma contundente, conforme veía como el hombre recortaba la distancia que los separaba, hasta finalmente detenerse a escasos centímetros de ella y ofrecerle una reverencia con el fin de disculparse y hacerle saber que no pretendía hacerle daño.

-Quiero presentarme formalmente, si no le importa, madame. Mi nombre es Marshall, soy Comandante del ejército y el Oficial a cargo de los tres parias que se encuentran detrás de mí…- Declaró el hombre, en un tono tranquilo y respetuoso que únicamente sería perturbado por un ruido que lo obligaría a girar la cabeza hacía atrás y retomar fugazmente la actitud rabiosa mostrada con anterioridad. -…los cuales… ¡POR SU PROPIO BIEN…! ¡Espero que sigan ahí una vez que terminemos de hablar! ¡Ya que de otra forma se merecerían una pena incluso PEOR que la que ya tienen!- Advirtió, luego de intuir y acertar las intenciones del trío, quienes debieron de abortar su intento de escape y limitarse a esperar con aires de derrota y actitud cabizbaja a que la conversación entre ambos acabase. -(Toser) Como decía, le pido disculpas por ello y por cualquier otro tipo de inconveniente que ellos pudieran causarle. Le aseguro que CUALQUIER cosa que ellos le hicieran y que pudiese molestarle será reprendida con la MÁXIMA severidad, así que…hágame saber si ese fue el caso.-

Tras ello, veríamos como Glendale parecería haber quedado conforme con la disculpa ofrecida por el superior, al menos lo suficiente como para acabar de convencerla de guardar su Morningstardel todo y tomarse unos segundos para analizar y decidir lo que haría. Por una parte, ella deseaba ver al trío ser reprendido por sus acciones, pero luego de ofrecerles un vistazo por un rato no fue capaz de hacer otra más que empatizar con ellos lo suficiente como para concluir que no merecían correr un riesgo de muerte por algo que en ningún momento representó un peligro real para ella.

-Nah… En lo que a mí respecta al menos, no hicieron nada que pudiese molestarme o algo así.-

-¿De veras?- Preguntaría con sorpresa Marshall, segundos antes de que una reacción similar pero aún más efusiva por parte del trío de jóvenes a sus espaldas reforzaran y confirmaran sus sospechas de que aquello era una mentira. -B-bueno…siendo así…- Diría a continuación él, conforme se ponía de pie y procuraba cerrar los ojos para así hacer introspección. -Éstos inútiles tienen mucha suerte de haberse topado con alguien tan amable. Sin embargo…- Musitó dentro de su mente, antes de darse media vuelta, abrir los ojos y proceder a impartir su sentencia ante otra de las infracciones del grupo. -¡Pero eso no quita que le robarán y tratarán de suplantar a un Oficial superior! ¡Así que será mejor que devuelvan ese uniforme de donde lo sacaron! ¡AHORA, SOLDADOS!-

-¡S-SEÑOR! ¡SI, SEÑOR!- Dijeron al unísono los tres, poco antes de correr en grupo hacia una dirección, a sabiendas de que su Comandante no tardaría en ir detrás suyo para asegurarse de que siguiesen su orden.

-(Suspiro)…estos chicos. Hay que ser idiota para creer que nadie se daría cuenta o que no habría consecuencia alguna por robarle a un Oficial.- Comentaría Marshall, mientras cuidaba de manera atenta el avance del trío y calculaba qué tanta ventaja les daría antes de seguirlo, sin caer en cuenta de lo que ocurría a sus espaldas.

Y es que, siendo fiel a su característica personalidad, en cuanto todos le hubieron quitado la vista de encima a Glendale, esta última no perdió el tiempo y de inmediato pasó a fijar su atención en la elegante capa que Marshall traía. Misma a la que no tardaría en tomar entre sus manos y cortar una buena extensión de tela con un par de tijeras que guardaba dentro de su Portal y cabía fácilmente entre sus pezuñas para ser usada en ésta clase de situaciones.

-Si…robar es…algo terrible…- Mencionaría ella, tras acabar de recortar y guardar el trozo de tela en su Portal, momentos antes de que Marshall le diese unas palabras de despedida.

-En fin, cuídese mucho, madame, y en lo posible, procure evitar a esos tres.-

Tras ello, el hombre comenzaría a marchar y no tardaría en alcanzar y continuar su reclamo ante el grupo de jóvenes que tomaría brevemente un papel protagónico en la historia mientras nuestra adorable Gerenuk-Tauro favorita decidía continuar su ola de robos en otro sitio.

Luego de haber devuelto el uniforme perteneciente al oficial de baja estatura, veríamos como nuestro trío protagónico y el Comandante a cargo de ellos se hallarían reunidos alrededor de una fogata. Pero lejos de que alguno de los cuatro exhibiese signos de compañerismo por la reunión, o algo de la algarabía presente en casi todas las áreas circundantes a ellos, se nos mostraría a los tres chicos sentados encima de un árbol caído en una actitud sumisa y cabizbaja, mientras continuaban oyendo y siendo sermoneados por las insipientes y reiteradas quejas de su superior.

-Sé que ya estarán cansados de oírme y Dios sabe que yo estoy cansado de repetírselos también, pero… ¡ES QUE SIMPLEMENTE TODAVÍA SIGO SIN ENTENDER EL TIPO DE MIERDA QUE TIENEN EN LA CABEZA COMO PARA QUE SE LES OCURRIESE UNA IDIOTEZ SEMEJANTE!- Comentaría Marshall, luego de haberse llevado dos dedos a la cara, masajearse ligeramente los ojos y retomar sus quejas hacia la compañía mientras caminaba y rodeaba la fogata junto a ellos.

-Y-yo…e-este… ¡S-solo soy una víctima inocente de la presión grupal!- Justificó con nerviosismo y una imperecedera capa de sudor Sig.

-A-a mí me pareció que la idea era buena. Y ya que…e-estábamos festejando creí que…- Explicó Sam, con una voz notoriamente más tranquila que la de su colega, pero siendo incapaz de ver directamente al adulto a los ojos o dejar de juguetear con la punta de sus dedos, como sí de un niño siendo reprendido por sus padres se tratase.

-No sé qué quiere que le diga…- Afirmó Archie, con un tono y expresión que resaltaba su molestia y hastío con toda la situación.

-¿¡AH, SI!? ¡Dígame entonces el "Porque" de eso, Soldado Archivald! ¿¡Es que el gato le comió la lengua acaso!?- Preguntaría con enfado Marshall, quién no tardaría en colocarse enfrente y verter toda su ira encima del muchacho que acababa de ofenderlo con tal despliegue de falta de respeto e insubordinación.

-Tch… Esa es una mala elección de palabras, viniendo de parte de alguien al que vimos siendo "Especialmente Amistoso" no con una, sino DOS Gatas-Tauro luego de que nos reuniésemos con el resto de grupos de infantería y los Centauros, tras haber finalizado el combate final.- Esgrimió a modo de respuesta y con molestia Archivald, consiguiendo así que sus dos amigos arrugasen la cara debido a la osadía mostrada, y que inclusive el Comandante abriese los ojos con sorpresa y fuese forzado a darse media vuelta antes de continuar la charla.

-Yo…emm… Q-quizás me haya sentido deslumbrado ante la llamativa aura que rodeaba a esas curiosas y mágicas criaturas.- Contestó Marshall, con un leve sonrojo de vergüenza adornando su rostro y haciendo gala de una voz que resultaba tímida y prácticamente opuesta a la que el trío acostumbraba oír de parte suya. -¡P-pero puedo asegurarle, Soldado, que toda interacción que yo haya tenido con ese par fue pura y exclusivamente con el fin de instaurar una amigable y sólida relación con aquellos que vinieron a asistirnos y dar un fin a nuestro conflicto aparentemente interminable!- Agregó, levantando un brazo y el dedo índice al final de este último, mientras continuaba evitando el contacto visual con su subordinado.

-¡AY, POR FAVOR! ¡Disculpe que lo diga de esta forma, pero…! ¿¡Porque no hace a un lado la hipocresía y admite que, de la misma forma que nosotros, usted simplemente quería aprovecharse de la ocasión y conseguir una aventura de una noche con alguien que no supiese nada de usted, su puesto o "Sus Méritos" a lo largo de la guerra!? ¿¡EH!?- Acusó Archie, ya sin ser capaz de ocultar el evidente resentimiento hacia el oficial, enfatizando una de las palabras que pronunció al agregar unas comillas con sus dedos.

-¡AMIGO…!- Gritaría Sam.

-¡N-no le puedes hablar así al Comandante! ¿¡Acaso quieres que…!?- Alcanzaría a pronunciar Sig, poco antes de que Archie se decidiese a rematar todo con otra desafiante declaración.

-¿¡"QUÉ"!? ¿¡"Qué me lleve a Corte Marcial con el General"!? ¡Por favor! ¡Si él ya ni siquiera está entre nosotros! ¡Y además, aún si lo estuviese! ¿¡Creen acaso que respetaría la opinión de un Oficial que, aun estando en la fiesta de la victoria, se pondría a inventar reglas de la nada solo para amargarles la existencia a sus hombres, mientras él permite DELIBERADAMENTE que las Gatas-Tauro le comieran la lengua!?-

De más está decir que, ante tal exhibición de insubordinación y carencia absoluta de respeto, Marshall no tardaría en hacer frente a las acusaciones del chico. Razón por la cual se daría vuelta de forma casi inmediata, haciendo notar al trío su rostro enrojecido y encolerizado, y provocando así que los dos jóvenes a ambos extremos de Archie abandonasen por completo a este último, antes de finalmente abalanzarse sobre él y tomarlo de los hombros.

-Escúchame bien… ¡MOCOSO! Lo que hayas visto o creas de mí es indiferente y no borra el hecho de que tú y tus tarados compinches intentaron abusar de una audaz guerrera que bien pudo partirles la cara o…- Trataría de explicar Marshall, al mismo tiempo que procuraba mantener la calma y ejercer una presión cada vez mayor alrededor de las hombreras de Archie; las cuales poco a poco comenzarían a ceder y deformarse ante el agarre.

No obstante, mientras dicha escena tenía lugar y pretendía presentar al cuarteto dentro de un ambiente serio, justo enfrente de ellos tendría lugar una escena que rompería dicha intención.

Una en la cual se vería a la Gerenuk en cuestión huyendo despavorida y sin rumbo aparente, llevando sobre su parte animal la armadura de un caballo y con la armadura de un humano a cuestas en su lomo, mientras el casco de esta última yacía al revés encima de su rostro sin terminar de encajar bien en su cabeza e impidiéndole ver hacía donde se dirigía, provocando así que ella se llevase por delante una tienda de campaña ocupada por una pareja de soldados semi-desnudos, quienes simplemente atinaron a cubrirse cómo podían y desaparecer del sitio corriendo en la dirección contraria a la que Glendale avanzaba al mismo tiempo que sacudía sus brazos y cuello de forma errática, poco antes de ser seguida por una inexplicable estela de fuego que marchaba justo tras de sí.

Siendo testigos de ello y oyendo luego una explosión y un subsecuente grito que decía "¡Estoy bien! ¡Yo y mis cosas roba…! ¡D-digo, mis cosas completamente legítimas y personales están bien!", lo siguiente que el grupo de hombres ahí reunido habría atinado a hacer fue intercambiar una mirada que expresaba una compartida mezcla de confusión y miedo, poco antes de que Marshall fijase su atención en una figura misteriosa a lo lejos y volviese a retomar lo que decía.

-…o eso. A-algo como eso también les pudo ocurrir por tratar de pasarse de listos con ella, ¿Entienden?- Señaló el hombre, mientras apuntaba al escenario tras de sí por medio de uno de sus pulgares.

-S-si…creo que ahora…entiendo lo que trata de decir.- Se limitó a decir Archie, al mismo tiempo que veía como un grupo ajeno al suyo intentaba apagar el fuego próximo a ellos a base de baldes de agua y pisadas con sus botas.

-(Suspiro) En fin. Viendo que al menos ESO les quedó claro y que sería verdaderamente sádico de mi parte castigarlos en medio de los festejos, me limitaré a dejarlos ir ¡SI! es que prometen no repetir esa mierda de plan, y se aseguran de que cualquier cosa que ocurra con alguna chica o Centauro con la que se topen hoy sea consensuado, ¿De acuerdo?- Preguntaría Marshall, momentos antes de liberar finalmente los hombros de Archie.

-D…de acuerdo, pero… Dígame, ¿A qué se debe ese repentino despliegue de comprensión hacia nosotros?- Cuestionó Archie, quién, al igual que sus otros dos amigos, se mostraría escéptico y confundido por la actitud aparentemente indulgente propia de su Oficial.

-Escucha, chico. Ustedes no son los únicos que no desean pasarse el resto de la noche aquí. Así que, en lugar de quedarme aquí para gritarles hasta quedarme sin voz, confiaré en que hasta un grupo tan desastroso como el suyo será capaz de comportarse y no volverla a cagar de esa forma, ¿OK?- Explicaría Marshall, poco antes de darse la vuelta y comenzar a marchar hacia un rumbo desconocido.

Extrañados todavía por ello, el trío de jóvenes se limitaría a observar el avance de su superior, mientras discutían sobre posibles teorías que justificasen su cambio de actitud repentino, segundos antes de que la marcha del Comandante fuese parada en seco por la aparición de una figura calva y sudorosa; que por sus facciones, anatomía y el hecho de haber salido de debajo de un agujero en la tierra, dedujeron que se trataría de un Centauro. Uno que llevaba puesto una especie de traje de cuero y una mordaza doble con pelotas rojas que cubrían sus dos ojos; o al menos los orificios donde éstos deberían de estar. Y si ya eso en sí no hubiese sido lo suficientemente raro de por sí, el trío de chicos vería llenarse y rebasado su medidor de extrañez luego de ser testigos de como, tras una charla aparentemente incomoda entre ambas partes y la inesperada aparición de las dos Gatas-Tauros con la que Marshall había hablado con anterioridad, su superior y supuesto oficial al mando les dedicaría una fugaz mirada llena de vergüenza, poco antes de gritarles…

-¡Hagan lo que digo y no lo que hago! ¡Pero sobre todo…! ¡Dejen de mirarme así! ¿¡ES QUE ACASO NO RECONOCEN A ALGUIEN CON DEBILIDAD HACÍA LOS GATOS CUANDO LO VEN!?-

Y con eso último dicho, Marshall acabó siendo tomado por los brazos por el dúo de hembras Centauro rosadas, las cuales lo guiarían hacia el agujero hecho por el Topo-Tauro que los hubo reunido en primer lugar, momentos antes de que tanto él como sus otros tres acompañantes desapareciesen de escena y dejasen al trío de Soldados con una verdad más que clara.

-¿E-eso realmente pasó?- Preguntaría Sam.

-T-todo parece indicar que…luego de cansarse de gritarnos y darnos el sermón moralista que su puesto de mando le demanda…- Empezaría a responder Sig, poco antes de ser interrumpido y dejar que el último de ellos terminase por concluir la frase.

-¡EL TIPO DECIDIÓ VOLVER A COGER CON ESE PAR DE GATAS Y CON…! ¿¡Qué rayos era el otro!? ¿¡UN TEJÓN!? ¡UGHHHHHH! ¿¡POR QUÉ MIERDA SOMOS LOS ÚNICOS QUE PARECEN NO TENER NADA DE SUERTE ÉSTA NOCHE!?-

Tras ello, veríamos como el trío de jóvenes dejaría salir un suspiro profundo de resignación y enfado, al mismo tiempo que se dejaban caer sobre el tronco que les servía a modo de asiento y le daban uno que otro sorbo a la petaca de acero, la licorera de vidrio o la bota de cuero rellena de vino que deliberadamente habían robado y ocultado entre sus armaduras durante su primera visita a la tienda del Capitán conocido entre las tropas por su alcoholismo prominente.

-¡Ugh! ¡Mierda! La vida es…tan jodidamente injusta con nosotros, amigos.- Fue lo primero que dijo Archie, tras haberse llenado la boca de vino y tragar todo de un solo sorbo que lo hizo arrugar el rostro debido a su falta de costumbre. -Es decir, ¡Solo miren a nuestro alrededor! ¿¡Cómo es posible que seamos los únicos que no hayan tenido suerte ésta noche!?- Preguntó, esta vez mientras hacía movimientos exagerados con la mano y apuntaba sin una dirección en particular.

-Bueno…no necesariamente podríamos decir que nos fue mal. Digo, llegamos al final de la guerra vivos y sin lesiones, así que…- Trataría de argumentar Sig, solo para ser interrumpido de forma descortés tras otro sorbo de miseria por parte de Archie.

-¡A la mierda con eso de "Hay que dar gracias por el MARAVILLOSO don de la vida"! ¿¡Cual es el puto punto de ella, si ni siquiera en medio de un festejo como este, somos capaces de lograr algo con una chica de cualquiera de las dos razas aquí reunidas!? ¿¡EH!?- Cuestionó con enfado el ahora embriagado y molesto muchacho.

-Sí, amigo. Eso solo prueba lo patéticos e intrascendentes que somos.- Mencionaría Sam, al cual parecía habérsele aflojado la lengua y abierto la cabeza mientras degustaba de su bebida con una calma y tolerancia mayor que la de sus otros compañeros. -Es decir, creo que todos aquí pensamos que, cuando ese par de Cosas-Árbol que cantaban acerca de lo que nuestro mundo necesitaba, y empezaron a soltar esas extrañas… ¿Emm…? ¿Q-qué dijiste que eran, Siggy?-

-Esporas…o a lo mejor feromonas. Las cuales, luego de observar brevemente sus efectos y… (J-joder…ésta cosa es fuerte)…analizar la letra de la canción de ese par, deduje que contribuyeron a disminuir las inhibiciones tanto de humanos como Centauros y "Facilitar" la tarea de comenzar a repoblar a todos los caídos en batalla o una mierda así.- Explicó el chico de cuerpo esbelto, conforme trataba de hacer descender el alcohol por su garganta y comenzaba a sentir como el calor se extendía por todo su cuerpo y lo envalentonaba ligeramente. -Y por cierto…no me llames Siggy.-

-Entonces sí entienden lo que les digo, ¿No? ¡Se supone que justo ahora hay un centenar de mujeres predispuestas a tener un encuentro casual con casi cualquiera que les hable bonito! ¿¡PUEDE ALGUNO DE LOS DOS EXPLICARME POR QUÉ CARAJOS ES QUE TANTAS DE ELLAS NOS RECHAZARON ANTES DE SIQUIERA DECIDIRNOS A CAMBIAR DE ENFOQUE E INTENTÁSEMOS ENGAÑAR A ESA HEMBRA DE ANTES!?- Preguntaría con rabia y frustración Archie, sin imaginarse o considerar que su dúo de acompañantes le comenzaría a enumerar una variopinta lista de razones.

-Pues bueno, por el lado de las humanas está nuestra mala fama por ser parte de una unidad que solo cuida la parte más alejada de la retaguardia, donde no pasa absolutamente NADA y en donde solo el Comandante ha peleado y matado a UN minotauro una vez. Así que no tenemos logros de Guerra o reconocimiento de algo que resulte atractivo.- Explicó Sig.

-Luego está nuestra infamia, ganada a pulso propio por nuestra mala manía de siempre estar observando los traseros de las chicas, discutir cuales eran nuestros favoritos y no ser capaces de ocultar nuestro encanto cada que vemos a una de ellas montar a caballo, mientras no deleitamos por la manera en que sus posaderas saltan. No por nada llaman extraoficialmente a nuestro grupo el "Ass Squad". El cual para colmo coincide con las siglas de nuestros nombres y encaja más que bien con nuestra posición en la retaguardia.- Continúo Sam.

-¡Ja! Y yo que pensé que era porque el Comandante nos dice que "Siempre pensamos con el Culo".- Agregó Sig, poco antes de llevar su discusión hacía otro horizonte problemático. -Pero en fin, pasando ahora con las Centauro, si bien parecen ser más abiertas y alocadas que las chicas humanas, intuyo que instintivamente nos perciben como los fracasados que somos. Y sí bien CUALQUIERA de nosotros estaría más que dispuesto a estar con una de ellas; ya sea por la magia o el hecho de que incluso hemos llegado a discutir acerca de qué yegua de los establos tenía mejor…porte; eso no quita el hecho de que preferirían elegir a alguien más…a su gusto, supongo.-

-En resumen, hasta ellas notan que no somos una buena forma de experimentar con nuestra especie.- Acotaría Sam, logrando así que Archie alcanzara el límite de su paciencia y se decidiese a tomar nuevamente el mando de la discusión, antes de que el trío acabase volviéndose un grupo de alcohólicos depresivos.

-¡OK! ¡Bien! ¡YA BASTA! ¡Lo que verdaderamente importa aquí y ahora es conseguir convencer a por lo menos UNA chica, hembra; o qué se yo; para que así pase la noche con nosotros! ¡Ya que, hay algo muy dentro de mí que me dice que me…que ¡NOS! arrepentiremos toda la vida si ese no es el caso!- Afirmó el chico, todavía con su bota de vino en mano, al momento de ponerse de pie y justo en frente de la fogata, dándole la oportunidad de alzar su puño en el aire y soltar la pregunta de… -¡Díganme…! ¿¡QUIÉN ESTÁ CONMIGO!?-

Sin embargo, y sin importar lo emocional o "Inspirador" que el chico hubo tratado de sonar al momento de dar su supuesto discurso emotivo, lo único que conseguiría por parte de sus dos amigos serían un par de respuestas llenas de amargura.

-Amigo…creo que ya estás ebrio.- Contestaría Sam, sin darle mucha importancia, segundos antes de darle otro sorbo a su bebida.

-Si. Y además, ¿Qué eso no sería ir en contra de las órdenes del Comandante?- Preguntaría Sig, en una actitud muy similar a la de su amigo.

-¡Me importa un carajo lo que él opine! ¡Y MÁS AUN SABIENDO QUE AHORA MISMO O LE ESTÁ DANDO DURO AL COÑO ROSADO DE ESE PAR DE GATAS, O ES A ÉL AL QUE ESE RARITO LAMPIÑO Y SIN OJOS LE ESTÁ DANDO DURO CON LO QUE SEA QUE TENGA ENTRE LAS PIERNAS!- Vocifero Archie, haciendo que una imagen mental desagradable entrase en la cabeza de sus dos colegas, los cuales arrugarían la mueca con desagrado ante lo plausible de esa segunda posibilidad. -Yo les propongo que, en cuanto tengamos en frente a otra de esas Centauros Hembra que entraría dentro de nuestra flexible y abarcativa categoría de "Follable", hagamos todo lo que esté en nuestras manos para…- Intentaría sugerir el chico, poco antes de que la repentina aparición de una segunda silueta alumbrada por el fuego detrás suyo comenzase a distinguirse y hacerle saber que había alguien a su lado tratando de despojarlo de la bota que tenía en mano.

No obstante, aun dicha sorpresa inicial palidecería, luego de ver como la figura en cuestión no sería otra que la de la Gerenuk-Tauro con la que se hubieron encontrado anteriormente. Misma que hace poco habría provocado una explosión cercana a ellos y provocado un pequeño incendio, pero que de todas maneras no parecía haber aprendido nada y simplemente decidió continuar con su aparente ola de hurtos.

-¡Mmm-hmm~! Ésta cosita de aquí es de un color que todavía no había…- Musitó en su mente Glendale, quién para este punto de la fiesta había conseguido robar tanta cantidad de cosas de manera tan sencilla e impune, que prácticamente se encontraba ebria por los despojos, haciendo que ya ni siquiera fuese capaz de distinguir si estaba hurtando algo a espaldas o en frente de los ojos de alguna de sus víctimas. -¿Hmm? Parece estar atorada con…- Denotó internamente ella, luego de notar resistencia por parte del objeto que deseaba sumar a su colección, causando así que fuese obligada a analizar el resto de "Cosas" que la rodeaban y se percatase finalmente de la presencia de los tres chicos que la miraban con ojos sorprendidos. –Oh…hola.-

-¿Tú…? ¿Qué es lo que…?- Atinaría a decir en un inicio Archie; evidentemente confundido por la presencia de la hembra; pero no perdiendo demasiado tiempo en comprender todo y pasar a adaptarse a la situación. -E-es decir, ¡"Eres tú"! R-realmente eres tú… ¡Hola otra vez! Sí que es una verdadera coincidencia el volver a encontrarnos, ya que…- Trataría de decir el chico, haciendo gala de un tono de voz amistoso y gentil, todo con el fin de plantar las bases de lo que sería una disculpa tras lo ocurrido en su primer encuentro con la Gerenuk.

-Umm…si…mucho tiempo, eso.- Contestaría Glendale, a la vez que sus pupilas se achicaban y movían de lado a lado debido al inesperado intercambio de palabras con el joven. -¿Te importaría mirar para allá un momento mientras me recuerdas de qué se supone que nos conocemos?- Preguntaría, poco antes de apuntar a una dirección al azar y conseguir así que el trío completo fijase la vista hacia una cierta dirección.

-¿Hacia allá? Claro, pero…- Respondería por su parte y de manera casi automática Archie, poco antes de que su mente hiciese "Clic" y fuese capaz de procesar el significado y las implicancias que tenía la segunda mitad del pedido de la hembra. -Espera un momento… ¿Acaso dijo, "Que le diga quienes éramos"? ¿S-será acaso que ella no se acuerda de…?- Fue el pensamiento que cruzó rápidamente por la mente del chico, momentos antes de que tanto él como los otros dos integrantes de su grupo volviesen a girar su cabeza en dirección a la Gerenuk.

Al hacer esto, el trío vería como luego de haberlos distraído, ella aparentemente decidió pararse sobre sus patas traseras, elevar la parte superior de su cuerpo de Centauro y usar la magia de su pancita para así activar su Portal, sacar de él un par de tijeras y hacer uso de las mismas para tratar de cortar la correa que sujetaba la bota de vino de Archivald. Dando como resultado que, a la hora de volver a dirigirle la mirada, el grupo de jóvenes la atrapase nuevamente con las manos en la masa en su intento de robar el objeto en cuestión.

-Yo…emm… ¿N-no quieren seguir viendo para allá por un par de segundos más, chicos?- Preguntaría con vergüenza la cleptómana, poco antes de forzar una sonrisa, bajar las orejas y sentir como un tic nervioso se hacía presente en su ojo tras ver como su racha de hurtos acababa de ser completamente destruida.

-Oye, ya estuvo, ¿No crees?- Comentaría Sam, alzando una ceja para denotar su falta de empatía hacia la Gerenuk.

-¿No esperarás realmente que vayamos a…?- Trataría de decir Sig, en una actitud similar a la de su amigo, momentos antes de ser interrumpido por una inesperada y forzada risa por parte de Archie.

-Jajaja. Tú…en realidad no tienes remedio, ¿O sí?- Preguntó de manera retorica el muchacho, segundos antes de posar su mano encima del hombro de la hembra y continuar con su carcajada aun cuando sus amigos lo veían con extrañez y la propia Glendale se apresuró a retirarle la mano y posar sus cuatro patas nuevamente en el suelo. -¿Verdad que es increíble, chicos?-

-Emm… ¿Si?-

-S-supongo que es una manera de decirlo.-

Fue lo que responderían Sam y Sig ante la pregunta, momentos antes de intercambiar una mirada entre sí y tratar de comprender hacia donde era que su amigo trataba de llegar con ello.

-Pero ya en serio, sí lo que querías era probar un poco de nuestro vino, bien pudiste simplemente pedírmelo. Te puedo asegurar que tanto yo, como los chicos estaríamos más que felices de que nos acompañases por un…- Intentaría sugerir Archie, dando a conocer finalmente sus intenciones, al mismo tiempo que se quitaba la correa de la bota de vino para así hacérsela entrega a una Glendale que no perdería el tiempo a la hora de arrebatársela.

-Gracias, pero no gracias. Eso de la bebida no se me da muy bien que digamos. Me conformo con roba… ¡D-DIGO! "Tomar prestadas" las cosas donde dichas bebidas son guardadas.- Afirmó la hembra, quién, tras tener finalmente el objeto que quería entre sus manos, no perdería el tiempo y rápidamente se apresuró en almacenarlo dentro de su Portal junto con las tijeras que hubo sacado anteriormente; causando así que la sonrisa de Archie no tardase en desaparecer. -No es por nada, pero el beber esas cosas hace que mi pancita se revuelva y sienta este incomodo calor dentro de mí, el cual se va expandiendo de a poco y me da esa idea de que me estoy quemando por dentro o algo así.- Explicó la Centauro de tés anaranjada, arrugando su cara, llevando sus manos y dibujando círculos con ella alrededor del vientre que correspondía a su parte humanoide, segundos antes de fijar su mirada en los troncos que ardían a su lado en la hoguera y hacer un comentario que no hizo más que extrañar al grupo de chicos a su alrededor debido a lo irónico del asunto. -¡Uhhh! ¡Linda fogata la que tienen aquí! Espero que no les importe que les quite una o dos ramitas.-

Luego de ese comentario, el trío vería como la Gerenuk procedió a agacharse, tomar un par de troncos envueltos en llamas en los extremos pero que todavía no ardían del todo, y acto seguido, hacer desaparecer los mismos dentro del Portal de su pancita, demostrar como aquello le causaba un ligero escalofrío y luego frotarse el estómago con una satisfacción y una frase propia de alguien que acababa de degustar algo que le fascinaba.

-¡OHOHOHO! ¡De eso estaba hablando! ¡Este sí que es un calor del bueno!- Mencionó ella, mientras fruncía la parte baja de sus imaginarios parpados y se daba uno que otro golpecito de gusto en el estómago. -En fin…creo que yo seguiré con lo mío y ustedes…emm…deberían seguir con eso que hacían antes de que llegase. "ADIÓS".- Dijo a modo de despedida la hembra, haciendo gala de su aparente manejo del español en su saludo final, poco antes de darle la espalda al trío y darles a entender que seguiría explorando y robando cosas por los alrededores.

-¡O-oye! ¡Espera un momento! ¡Nos la estábamos pasando bien contigo, así que…!- Trataría de alegar a modo de protesta Archie, al mismo tiempo que se giraba de improviso y atinaba a estirar su mano para así aferrarse y refrenar la salida de la hembra.

Más sin embargo, lo que el chico no imaginó es que, al momento de posar su mano sobre el lomo de la Gerenuk, este acabaría frotando por accidente una buena extensión de ésta mientras se alejaba, causando así que unos leves escalosfríos de recorriesen la espalda luego de que su cuerpo instintivamente recordase una desagradable situación similar que le tocó vivir antes aquel día. Siendo aquello algo que; en sumatorio con el hecho de que el muchacho termino aferrándose y jalando la pequeña cola de la Gerenuk; hizo que Glendale soltase un gemido de disgusto, e inmediatamente despegase su par de piernas traseras del suelo, las echase para adelante para tomar carrera y acabase por hundir sus dos pezuñas contra el pecho de Archie, propiciándole una fuerte patada doble que no solo conseguiría alejarlo de ella, sino también dejarlo sin aire y mandarlo a volar un par de metros hasta chocarse contra una enorme superficie rígida cercana a ellos.

-¡AMIGO!-

-¡ARCHIE!-

Gritarían al unísono los dos chicos, poco antes de levantarse de sobresalto de su asiento con el fin de socorrer a su amigo.

-¡Amigo! ¡Responde! ¿¡ESTÁS BIEN!?- Preguntaría Sig, mientras sujetaba y trataba de acomodar la cabeza de Archie para que reposase.

-¡Joder! ¿¡Viste lo lejos que lo mando!? ¡Creo que incluso le abollo parte de la armadura con esa patada!- Acotó Sam, luego de notar parte del daño estructural en la vestimenta mientras ayudaba a su amigo a levantarse y posar la espalda contra la pared.

-Mmm…bueno… C-creo que alguien me llama así que…- Diría con algo de pena e incomodidad Glendale, la cual, lejos de sentir verdadera culpa por lo ocurrido, percibió que aquel exabrupto causado por ella era otro indicativo de que debía alejarse del sitio y el grupo lo antes posible. Razón por la que, luego de ver cómo el joven había sido capaz de recuperarse levemente, ella no tardó en levantar sus dos brazos en el aire, adoptar una pose en forma de "T" y activar la magia que le permitía inflar sus ojos y alzarse por los aires; haciendo que literalmente se elevase y desapareciese de escena mientras ofrecía una disculpa poco convincente. -Lo sientoooo~-

Tras la partida de la hembra, pasarían unos segundos antes de que Archie se recompusiese y fuese nuevamente capaz de hablar. No obstante, en cuanto el chico hubo exhibido signos de estar fuera de peligro, lo primero que hizo; aun en contra de los pedidos de sus amigos; fue ponerse de pie lo más rápido que pudo, tambalearse debido a su falta de equilibrio momentánea y alzar la vista al cielo con el fin de encontrarse con la silueta de la Gerenuk, a la cual le dedicaría unas palabras antes de ver cómo desaparecía dentro de una nube.

-¡Está bien! ¡Vete si quieres, LUNÁTICA! ¿¡Crees que acaso eso me va a desanimar!? ¡NI QUE FUESES LA ÚNICA MUJER QUE QUEDA EN ESTA MUGRE DE FIESTA!- Vociferó con enfado y frustración, poco antes de arrojar un golpe al aire, perder finalmente el poco equilibrio que tenía y ser atrapado antes de volver a caer de bruces al suelo por los otros dos jóvenes; quienes lo miraron con una incredulidad evidente.

-Amigo…tienes que estar bromeando.- Empezó a decir Sam, mientras sujetaba el brazo derecho de Archie.

-Esa chica por poco y te vuela la cabeza de una patada. Y aun así, ¿Tú piensas insistir con tu idea de "Cogerte a alguien sin importar qué"?- Preguntaría Sig, a la vez que se encargaba del brazo izquierdo.

-¿¡Y por qué NO iba a hacerlo!?- Cuestionaría con molestia Archie, poco antes de librarse del agarre ejercido por el dúo, recobrar el equilibrio, dar un par de pasos hacia adelante y darse media vuelta para así mirarlos de frente y dedicarles una mirada y un dedo acusatorio, antes de retomar su discurso. -¡Si de ustedes dos dependiese, nos quedaríamos aquí sentados, mirándonos las caras y bebiendo toda la noche! ¡Pero YO…! Yo tengo…convicción, ¿Entienden? Una que quizás no haya sido capaz de brillar en el campo de batalla, pero que sin duda me servirá y alentará hasta finalmente ser capaz de conseguir lo que busco.- Explicó él, todavía temblando ligeramente, pero siendo capaz de proyectar una imagen que mínimamente había sido capaz de captar la atención e interés de sus dos oyentes. -Así que con eso ya aclarado, si ustedes al igual que yo, están cansados de ser la burla de todos y desean mostrar de lo que son capaces, les sugiero que me acompañen. Ya que dudo mucho que una oportunidad se nos presente en bandeja de plata y así como a…- Acabaría por decir el muchacho, momentos antes de darse media vuelta y ser sorprendido por una imagen extraña que tenía lugar a un par de metros de donde se encontraban.

Ahí a lo lejos, se podía apreciar como el Topo-Tauro que habría invitado a su Comandante hace poco, no solo había regresado sino que además se encontraba intercambiando unas palabras y asistiendo a un grupo conformado tanto por chicas como de chicos, los cuales hacían fila para arrojarse en las profundidades de un misterioso hoyo en la tierra.

-¿Qué cara-? ¿Y eso? ¿Acaso veo cosas o quedé idiota luego del golpe? ¿Para qué rayos se supone que es esa fila?- Fueron algunas de las preguntas que aparecieron en la mente de Archie, segundos antes de que sus dos compañeros se colocasen a cada lado de su cuerpo y pasasen a comentar y compartir la misma clase de dudas respecto a lo que veían.

No obstante, poco les duraría la incógnita al trío, ya que para su buena suerte o pesar, el mismo Centauro que habrían estado observando hasta ese momento sería aquel que develase la naturaleza de lo que hacía y hacia donde se dirigían todos los que desaparecieron dentro de su hoyo, por medio de un fuerte grito propio de alguien habituado a dar anuncios o entregar mensajes.

-¡Muy bien! ¡Esta es la última llamada que Cómodo Doug va a hacer! ¡Si alguien más desea unirse a la candente, fogosa y sexy orgía intra-especie que está teniendo lugar bajo tierra, será mejor que traiga su trasero aquí lo antes posible! ¡Ya que "Traseros" es lo que justamente nos viene faltando justo ahora!- Vociferó el Topo-Tauro, aun cuando era obvio a simple vista que todos a excepción del trío de chicos habían decidido responder y asistir a su primer llamado, ya que prácticamente todo el campamento o el área donde se encontraban había quedado completamente desierta.

-¿¡A-ACASO DIJO "ORGÍA"!?- Fue lo que gritaron de manera simultánea los tres chicos, sin ser capaz de dar fe de la clase de oportunidad que literalmente se les acababa de entregar en bandeja de plata.

-¡Si hay alguien aquí todavía, le sugiero venir y arrojarse al hoyo lo antes posible! ¡Cómodo Doug no es conocido por su buena vista! ¡Y estas cosas que llevo tampoco es que ayuden!- Acotó Doug, segundos antes de girar su cabeza en dirección al trío, permitiendo que ellos apreciasen el hecho de que él todavía tenía puesta la mordaza doble con pelotas en los ojos, haciendo que la idea de verlos quedase más que descartada. -En fin, ¡El hoyo que conduce a la fiesta se cerrará en unos segundos así que…buena suerte si es que todavía queda alguien aquí!- Diría ya para finalizar él, poco antes de desenterrar la parte inferior de su cuerpo del suelo, realizando un exagerado salto de nadador olímpico; en el cual se revelaría el complicado y restrictivo traje hecho de correas de cuero y cadenas que traía; y dejándose caer finalmente en el hoyo, desapareciendo así de la vista del grupo de chicos que no tardaría en reaccionar y marchar en una dirección más que clara.

Tras aquello, seríamos testigos de una escena en la cual, luego de intercambiar una mirada entre ellos, Archie, Sam y Sig comenzarían a correr a toda velocidad hacia el hoyo, levantando polvo con sus botas, jalándose de la ropa con tal de sacarse algo de ventaja entre sí, y; en el caso particular de Archie; dando tumbos, apoyándose y aferrándose a lo que podía mientras trataba de que su falta de equilibrio y mareo no le impidiesen llegar al sitio en cuestión.

No obstante, en cuanto el trío hubo estado a escasos metros de su destino; al punto en que la frase "¡LO VAMOS A LOGRAR!" se hizo presente y sonante en sus cabezas; tanto sus avances como posibilidades de llegar al mismo acabarían siendo frustradas y destruidas por completo a causa de la inesperada e inoportuna caída de una cierta hembra Gerenuk. Misma que habría decidido desinflar sus ojos poco después del anuncio, haciendo que todo el peso de su cuerpo cayese de lleno contra las espaldas de los chicos, que su vientre chocase contra éstos y los forzase a echar el cuerpo a tierra, mientras sus piernas los refrenaban y detenían lo suficiente como para que el hoyo acabase de contraerse contra sí mismo, cerrándose y despidiéndose de todos con la dolorosa frase de "Tan cerca…"; pronunciada por la voz del propio Doug, haciendo denotar un cierto deje de conciencia artificial.

-N-no puede ser…- Musitó Archie.

-Estuvimos…- Continuó Sam.

-Tan…cerca…- Finalizó Sig, complementando y completando de esa manera la frase desgarradora y llena de resignación echa por el grupo, quienes, luego de ver cómo el destino volvía a jugarles una broma de lo más pesada, solo pudieron levantar y estirar sus brazos con incredulidad en la dirección donde otrora habría estado el sitio al que aspiraban llegar.

Sin embargo, poco fue lo que duraría dicho momento de auto-comparecencia, ya que luego de analizar el motivo por el cual ellos habrían sido incapaces de alcanzar su meta establecida, no pasaría mucho para que el trío de jóvenes dirigiesen sus frustraciones, animosidad y pensamientos hacia la despreocupada hembra que todavía permanecía encima de ellos.

-¡Y todo es a causa…! ¡SUYA!- Fue la frase que se coordinó y apareció en la mente de ellos tres, segundos antes de voltear sus cabezas y dirigir su mirada al rostro inocente y aparentemente emocionado de la Centauro.

-¡Oh, cielos! ¡Oh, cielos! ¡OH, GANSO! ¡DULCE GANSO, PATRONO, DE LOS LADRONES! ¿¡Habré oído bien estando allá arriba!? ¿¡Será verdad que todos los que estaban aquí decidieron irse, dejándome a solas y al cuidado de todas sus valiosas y brillantes cositas!? ¡Ya que si ese fuese el caso…! ¡Ejejejejeje!- Comentaría por su parte Glendale, con las pupilas completamente dilatadas de la emoción y sacudiendo ligeramente sus manos, poco antes de que la exaltación que sentía la llevase a dar una serie de brincos en el sitio, morderse las uñas con deleite y finalmente frotar sus palmas entre sí mientras visualizaba el tipo de botín que sería capaz de reunir al tener tal grado de libertad delictiva.

-¡OYE, TÚ! ¿¡TE DAS CUENTA SIQUIERA DE LO QUE NOS ACABAS DE…!?- Trataría de reprochar un más que desolado y enfurecido Archie, poco antes de ser forzado a guardar silencio a causa de la pezuña que la hembra presionó contra sus labios con el fin de interrumpirlo.

-¡Shhhhh! Guarda silencio, ¿Quieres, chico? Las manos de mami están que arden y no tienen ganas de perder su tiempo contigo.- Comentaría Glendale, luego de separar sus manos y comenzar a hacer bailar sus dedos con el fin de "Calentar". Acto seguido, la Gerenuk comenzaría a flexionar y realizar una serie de saltos estacionarios con sus otras tres piernas restantes, ganando un mayor ritmo y velocidad con éstas, al mismo tiempo que levantaba algo de polvo del suelo y dejaba levemente cegados a los chicos. -¡Así que…! ¡Con su permiso o no…! ¡LLEGO EL MOMENTO DE QUE GLENDALE SEA GLENDALE!- Declararía ella, tras haber acabado con sus calentamientos, hundir sus pezuñas en el suelo por última vez y salir disparada del sitio con un trote veloz en el cual, si bien sus partes inferiores se coordinaban y le permitían alcanzar una asombrosa velocidad, la parte superior de su cuerpo la refrenaba debido al exagerado despliegue de emoción y ansía mostrado por la hembra; quién comenzaría a sacudir sus brazos de arriba abajo y su cabeza de lado a lado mientras se alejaba de la vista de los tres chicos.

Al ver eso, de más está decir que todo atisbo de esperanzas y sueños por parte de Archie desaparecieron. Cosa que causó que tanto el chico; que permanecía de rodillas y con un puño presionado con rabia contra el suelo; al igual que sus dos acompañantes; que no tardaron en posar una mano sobre su espalda en señal de compasión; rompieran en llanto, maldijesen y se lamentasen por su mala suerte conjunta. Todo mientras eran arrastrados por un espiral de auto-compasión y desdicha grupal.

-Esto es… ¡UNA MIERDA! ¡La peor y más grande mierda que hay!- Comentaría Samson, con el rostro arrugado por la frustración.

-Ja. Es…hasta algo cómico si lo piensas. Casi como si la suerte nos tuviese en su lista negra. Negándonos la posibilidad de tener algo aunque sea por una vez…- Mencionaría Sigbert, con el rostro cabizbajo y una expresión desesperanzada y carente de ánimo alguno.

Y finalmente estaba Archivald, el cual, oyendo las palabras y empatizando con los sentimientos que sus dos colegas le transmitían a través del toque con su espalda, comenzaría a temblar mientras regurgitaba y procesaba su propia miseria. Cosa que lo llevaría a soltar un grito desgarrador que sería oído y haría eco por varios kilómetros a la redonda.

-¡JODER! ¡Todo…! ¡Todo lo que yo…! ¡Lo que NOSOTROS queríamos…! ¡Era pasarla bien y volvernos los HOMBRES que no fuimos capaces de volvernos durante ésta jodida guerra! ¿¡Acaso es mucho!? ¿¡ES ESO ACASO MUCHO PEDIR!?-

Tras dicho sollozo desdichado y furibundo, lo siguiente que los amigos del chico hicieron fue reforzar la fuerza de agarre de sus manos, y tratar de animar a su amigo diciéndole que existía la posibilidad de que alguien de la fiesta subterránea acabase por irlos a buscar sí tenían algo de paciencia. Sin embargo, ninguna de esas palabras sonaba como algo plausible y ni ellos mismos ni el propio Archie se mostrarían optimistas o esperanzados por dicha posibilidad.

A su vez no muy cerca ni muy lejos de donde este hecho tenía lugar, veríamos a Glendale, quién, luego de irrumpir en una de las tiendas del campamento, se aprovecharía de la falta de sonido del sitio para así alzar sus orejas en el aire y oír con una relativa claridad todo lo que el grupo decía.

-Cielos. Vaya grupo más melancólico resultó ser ese. Es hasta algo triste saber que los humanos sean tan serios en todo y aun así parezcan ser incapaces de hacer frente a sus problemas de una forma madura y constructiva. Aferrándose y/o dejándose llevar por cuestiones y deseos de lo más mundanos. Tch, tch…- Mencionó la hembra, chasqueando su lengua y con un par de manos detrás de la espalda, al mismo tiempo que hacía uso de una de sus patas traseras para ejercer peso, inclinar una mesa de madera frente a ella y sentir como cada una de las cosas encima de ésta se deslizaba y acababa ingresando por su Portal, produciéndole esa sensación agradable de llenar "El Vacío" o saciar "El Hambre" que usualmente la asediaba. -Oírlos gimotear de esa forma casi hace que me sienta mal e inclusive algo responsable de su desdicha. Aunque no acabo de entender, ¿Exactamente cómo pretendían "Hacerse Hombres" al asistir a esa fiesta pervertida de Doug? ¿Acaso pensaban apuñalarlo a él en lugar de a un Minotauro o…?- Comenzó a debatirse la Gerenuk, poco antes de que uno de los objetos de la larga mesa que desvalijaba se atorase debido al tamaño y requiriese de su atención para así ser acomodado y caber dentro de su insaciable Portal mágico.

Dicho objeto se trataría de una jaula para aves cubierta por una sábana de tela, la cual curiosamente parecía estar siendo ocupada por una pareja de Aves-Tauros que, al caer en cuenta de lo que ocurría a su alrededor y del peligro en el que estaban, finalmente se decidirían a salir y dedicarle un par de palabras a Glendale.

-¡Oye! ¿¡Qué carajos, mujer!? ¿Acaso no viste el calcetín de Oso-Tauro colgado en la jaula? Ya sabes, ¿Ese que indicaba que la misma estaba ocupada?- Reclamaría el Ave-Tauro de torso desplumado, poco antes de que su acompañante se acomodase detrás suyo, sin dejarse ver del todo todavía.

-Mmm…yo… ¿N-no?- Acotó la Gerenuk, sin saber con exactitud que responder ante eso o lo siguiente que vería a continuación.

-C-creo que lo mejor sería buscar un sitio más tranquilo donde seguir. No por nada acordamos hacer esto a solas, lejos de las burlas y de los impresionables ojos del público, ¿Verdad?- Comentó con ligera vergüenza una Abeja-Tauro, la cual se arreglaba parte del ajustado vestido/exoesqueleto de líneas negras y amarillas que cubría su busto, al mismo tiempo que le acercaba al pájaro las plumas que le servían a modo de ropa, para así enfatizar su deseo de abandonar la jaula.

-¡Tch! ¡BIEN! Buscaremos otro sitio. Pero asegúrate de traer el resto de las cosas, ¿De acuerdo, preciosa?- Respondió el Ave-Tauro, luego de tomar sus plumas y hacerle una indicación a la abeja para que reuniese todo lo que tenían adentro.

-Esperen… Pfft… ¿A-acaso insinúan que ustedes dos estaban…?- Acotó por su parte Glendale, conteniendo su risa mientras se divertía por la ironía del asunto.

-¿"Jugando a las Aves y Abejas-Tauro"? Pues…¡"DAH"! ¡Así es! ¿¡Y sabes, qué!? ¡LA ESTABAMOS PASANDO MÁS QUE BIEN! ¡Así que, con tu permiso, tomaremos nuestras velas aromáticas hechas de cera de panal y nos iremos a un sitio más privado! ¡Gracias!- Afirmó con algo de enfado el pájaro, poco antes de que su compañera le hiciese entrega de una de las velas antes mencionadas y ambos finalmente emprendiesen su vuelo de ida; mismo en el cual pasarían por encima de la cabeza de Glendale y harían que ésta última sufriese un momento de "Iluminación Mental".

-Oh… ¡OoooooOOOOH! ¡Ya entendí!- Exclamó con asombro la hembra, mientras sus pupilas se dilataban a más no poder y su pie finalmente liberaba a la mesa para que así volviese a su posición inicial. -¡Lo que esos chicos querían en realidad era…! ¡Lo que significa que ninguno de ellos ha…! ¡Y-YA QUE SI DIRERON QUE QUERÍAN "HACERSE HOMBRES", ENTONCES…!- Fueron algunas de las frases incompletas y a medio hacer por parte de ella, a la vez que sujetaba y jalaba de sus orejas o soltaba uno que otro jadeo de aparente emoción y entusiasmo ante lo que dicha noticia significaba.

-A esa chica le faltan un par de tornillos, ¿No crees?- Preguntaría con una mezcla de sorpresa y curiosidad el Ave-Tauro, a la vez que dirigía su vista hacia Glendale y esperaba a que su compañera insectoide; que también veía a la Centauro con interés; le abriese la puerta de la tienda con el fin de no quemar todo con la vela que transportaba.

-Mmm…no estoy tan segura, querido. Más bien diría que ella acaba de caer en cuenta de algo que se le había pasado por alto hasta ahora.- Argumentó por su parte la Abeja, llevándose un dedo a la barbilla, mientras se mordisqueaba los labios y fruncía los ojos al reconocer los signos mostrados por una hembra que acababa de toparse con "Algo" que le generase interés; cosa que al mismo tiempo la motivó echar la vista a un lado y agregar algo más. -¡Así como yo había estado pasando por alto esos lindos glúteos que se te marcan al levantar cosas pesadas, primor!- Comentaría ella, a la vez que le propiciaba una nalgada al pájaro.

Siendo esto último algo que hizo que el macho se sobresaltase levemente, le ofreciese un "Oh~ Ya vas a ver lo que te espera, traviesilla~" seductor a modo de respuesta, poco antes de que ambos desapareciesen del sitio dejando tras de sí una estela de luz y un silencio que sería roto luego de que Glendale saliese de la tienda e hiciese una fugaz declaración.

-Es tiempo de que mami salga de cacería y empiece a robar otra clase de "Cosas" que llevarán sus robos y hurtos hacia el siguiente nivel~-

Volviendo con el trío de chicos, seríamos testigos de cómo tras haber pasado por la parte más fea y vocal de su espiral de auto-comparecencia, los tres jóvenes habrían decidido situarse en una zona relativamente cercana al último sitio donde los vimos. Misma en donde sus espaldas estarían reposadas tras una enorme pared de roca, mientras el fuego de la fogata frente a ellos los mantenía cálidos e iluminaban a la perfección el área donde otrora hubo estado el agujero abierto por el Cómodo Doug. Siendo aquel sitio entonces uno donde todos ellos podrían mantenerse protegidos del frío y atentos al regreso de lo que pensaron, sería el único Centauro capaz de alegrar la miserable noche que les había tocado vivir.

No obstante, lejos de toda suposición o pronóstico que el grupo tuviese, los mismos verían como su mala racha acabaría por dar un giro total que comenzó justo con la llegada de una misteriosa figura semi-humana. La cual uno de ellos no tardaría en notar y resaltar ante sus otros dos colegas.

-Oigan, chicos. Díganme… ¿No…? ¿No ven algo raro moviéndose por ahí?- Preguntó Sam, a la vez que entrecerraba los ojos y forzaba la vista en una dirección en particular.

-No, realmente.- Contestaría Sig, con ligero desinterés.

-Esas han de ser mis esperanzas y sueños alejándose mientras se ríen de mí, hombre. O, con algo de suerte, un Minotauro vagabundo que vino a ponerle fin a…- Afirmaría con un desanimó absoluto Archie, con la cabeza metida entre las rodillas, sin mostrar intención alguna de comprobar lo que su colega decía.

O al menos así era, hasta que la posterior aparición del crujido de una rama al romperse; la cual parecía provenir de la dirección antes mencionada; hizo despertar y poner en alerta al trío, quienes no tardarían en enfocar sus tres pares de ojos hacia el origen del ruido, con la esperanza de vislumbrar de qué o quién se trataba.

-Bueno, bueno, bueno~ ¿Qué tenemos aquí?- Comenzaría a decir de forma seductora, con una voz delicada, femenil y por demás suave, la silueta oscura que cada vez iba reduciendo la distancia entre ella y los chicos. -Veo mucha soledad y un buen número de caras largas aquí reunidas. ¿No se suponía que ustedes deberían de estar pasándola bien junto al resto justo ahora, muchachos~?- Continuaría diciendo la voz, en un tono aún más endulzado y sexy que el anterior, consiguiendo de esa forma que más de uno de los del grupo comenzase a tragar saliva y bajase su guardia.

-J-joder…sea quien sea. N-no diría que suena como un Minotauro asesino.- Comentaría en su mente Archie, poco antes de oír como la dueña voz de dicha soltaba una carcajada y decidía cambiar su curso para así avanzar mientras se perdía entre la oscuridad y la niebla.

-Pero bueno…eso quizás haya sido lo mejor, ¿Saben? Ya que un cierto pajarito vino a mí y me hizo ver la "Enorme" oportunidad que tanto ustedes como yo podríamos estar aprovechando si decidiésemos "Enterrar el Hacha" junto con el pasado. Y comenzásemos a…no lo sé…tratar de entendernos mejor mutuamente~- Afirmó la voz, consiguiendo así que todos los integrantes del trío saliesen brevemente de su trance e intercambiasen una fugaz mirada entre ellos al pensar "¿A qué se refería con ello?".

-¿"Enterrar el hacha", dice?-

-Como si… ¿Ya nos hubiésemos visto antes, o algo así?-

-Pero… ¿Cuándo…?-

Fue la frase que aparecería en conjunto en la mente del trío, segundos antes de que el sonido de un galope repentino los obligase a volver a voltearse en la dirección de la aquella que les hablaba.

Tras unos segundos, el grupo de jóvenes sería capaz de distinguir la silueta de la hembra en cuestión, haciendo que la reconociesen de forma casi inmediata y que sus rostros se tiñesen de miedo al ver cómo la Gerenuk con la que habían convivido anteriormente se acercaba rápidamente en su dirección, con el rostro cubierto de pintura de guerra y lo que distinguieron como una enorme hacha posada encima de sus hombros.

-¡OH, MIERDA! E… ¡ES ELLA! ¡Y parece que se decidió a matarnos ahora que no hay testigos que…!- Fue lo que alcanzaría pronunciar un más que aterrado Archie, mientras era abrazado con temor por sus compañeros, quienes parecían tener presente y compartir la misma clase de escenario que el chico acababa de describir.

Más sin embargo, cuando Glendale hubo reducido la mayor distancia que pudo, lo que hizo con el arma fue clavarla y hundirla profundamente a un par de escasos metros del suelo donde el temeroso y confundido grupo yacía; los cuales por su parte solo atinaron a soltar un grito y levantar sus piernas al unísono con el fin de no correr el riesgo de perder un pie.

-¡Uff! ¡En fin! Con eso en mente, dejen que me presente como se debe. ¡Hola! ¡Me llamó Glendale y estaría MÁS que encantada de pasar un rato agradable con un par de valientes y apuestos soldados como ustedes!- Afirmó de manera repentina y sumamente anticlimática la hembra; estirando su cuello y dibujando un recorrido en arco con su cabeza mientras hablaba; yendo no solamente en contra de todo lo que había dicho con anterioridad, sino que además presentándose ante ellos de una manera tan aterradoramente extraña y "Amistosa" que debió de ser procesada por un par de segundos antes de que finalmente alguien del grupo fuese capaz de articular una respuesta vocal.

-Haa… ¿Ahh? ¿T-tú…? ¿C-cómo…? ¿Q-qué…?- Balbuceo Sig, todavía desorientado por todo.

-C-carajo… el Comandante no jodía cuando dijo que era peligrosa…el solo ver esa cosa y la facilidad con la que la empuñaba es…- Acotó Sam, mientras fijaba sus ojos en el arma y se debatía acerca de sí él sería capaz de levantarla siquiera.

-¡O-oye! ¿¡Q-qué carajos te pasa a ti!? ¿¡EH!? ¿¡Es que acaso piensas seguir fastidiándonos o…!?- Vociferó Archie, al no tener una idea clara sobre qué debía hacer en medio de ésta atípica situación. -¡Primero nos rechazas y haces la vida miserable de todas las formas posibles! ¿¡Y-y ahora vienes aquí con…lo qué sea que tengas en la cara…para decirnos que somos "Apuestos" y que te gustaría pasar tiempo con nosotros!? ¡Si vas a mentirnos, al menos invéntate algo creíble! ¡Joder!- Se quejó el muchacho, al mismo tiempo que veía con desconcierto y en mayor detalle la forma extraña en que la Gerenuk parecía haberse arreglado y maquillado antes de irlos a ver; mismo que podría describirse como una morisqueta echa a las prisas y que le daba a la Centauro una apariencia similar a la de un payaso.

-¿Oooooh? Así que tú eres de esos que no se guardan las cosas y dicen lo que piensas de frente, ¿Eh? Eso está bien…muy bien, y de hecho…- Dijo en actitud imperturbablemente amistosa la hembra, a la vez que se hacía un espacio entremedio del trío y se tomaba la libertad de sentarse justo al lado de Archie antes de acercar su cabeza al oído de éste último, abrazarse de su hombro y susurrarle algo en un tono notoriamente seductor. -A mami le gustan los chicos así~-

Tras ello, veríamos como una buena parte de la desconfianza y enfado de Archie se desvanecería. Esto debido en mayor medida a la poca costumbre e ingenuidad del muchacho a la hora de recibir afecto femenino. Cosa que a su vez dio lugar a que él mismo no tardase en enrojecerse y adoptar una actitud mucho más cordial con respecto a la Gerenuk sentada a su lado.

-Yo…e-este… ¿D-de veras?- Preguntó él, mientras se rascaba ligeramente la mejilla con el dedo y era observado con cierto recelo por sus dos colegas.

-¡Oh, sí!- Respondería de manera inmediata Glendale, mientras posaba su mano encima de la pierna del joven y estiraba su cuello para así rodear su cabeza por atrás. -Pero sabes, viendo que además de lindo eres lo suficientemente precavido o inteligente como para notar que algo pasa aquí, creo que lo mejor para ambos sería seguir tu ejemplo y ser lo más directa y clara posible.- Afirmó la hembra, ya con el cuello envuelto alrededor del chico y la cabeza apostada encima de la de éste último.

-B-bueno, yo no diría que soy "Lindo" pero…p-puedo aceptar eso de ser alguien…- Se encontraría diciendo Archie, mientras el corazón le latía con fuerza y sentía la mirada de sus dos amigos acribillándolo debido a una mezcla de enojo por su hipocresía y algo de envidia también. En eso, él comenzaría a sentir como, luego de haber posado su rostro contra su cabello y cerrado sus enormes ojos sin parpados, Glendale le comenzó a dar una profunda y sonora olfateada, la cual no hizo más que acrecentar su inquietud y redoblar su desconcierto antes de volver a pronunciar palabras tanto audibles como mentales. -I-inteligente…- -¡Haaa! ¡Ella me está olfateando! ¿¡A-acaso esa es su forma de denotar su interés en mí!? ¿¡S-será acaso ésta su manera de decirme que tiene pensado…!?-

-Mmm… ¡HMM~! Tal y cómo sospechaba~ Este aroma sin duda confirma mis suposiciones~- Musitó en su mente Glendale, luego de acabar de analizar la esencia, adoptar una expresión risueña ante su descubrimiento y abrir sus ojos para así encontrarse con la mirada de enfado que los otros dos chicos a su lado parecían estar dedicándole al muchacho en el cual estaba enfocando toda su atención. -Oh, tranquilos, muchachos. No crean que me he olvidado de ustedes~- Mencionaría la hembra, con el fin de llamarles la atención y conseguir que los dos juegos de miradas se centrasen en ella y en lo que haría a continuación.

Y es que, haciendo gala de la capacidad de estirar y controlar a voluntad su cuello, la Gerenuk no tardó en aumentar el largo de éste y moverlo de una manera que le permitiese aumentar el radio de su agarre, ubicarse detrás de los cuellos tanto de Sig como de Sam y luego ceñirse para que de esa forma las cabezas de ellos dos y Archie quedasen reunidas en fila una junto a la otra. Siendo esto algo que si bien privaría ligeramente de aire al muchacho de baja estatura, sin duda supuso una agradable experiencia para un Sig que parecía sentir placer ante dicha sensación, o un Sam que casualmente habría quedado con una mano posada encima de uno de los pechos de la hembra.

-Solo pórtense bien y dejen que compruebe la "Calidad del producto" con el que trato, antes de decidirme finalmente sí "Comprarlo" o no.- Añadiría Glendale, poco antes de repetir el proceso puesto anteriormente en práctica con el dúo de jóvenes recién apresados; quienes dudaba acerca de si querían forcejear para liberarse o no.

Luego de una serie de olfateadas intensas, suspiros y risitas de emoción por parte de la Centauro, ésta última habría quedado lo suficientemente a gusto y convencida como para liberar al trío y hacerles mención de sus recientes hallazgos.

-Tal y cómo supuse…todos ustedes son…un grupo de virgencitos sin la menor clase de suerte en el amor. Que nunca en sus vidas han sido capaces de estar junto a una mujer sin acabar arruinando todo de una forma u otra. Y que, para colmo de todo, poseen una lujuria irrefrenable y la idea de que, si no logran anotar con alguien del sexo opuesto hoy, pasarán el resto de sus vidas lamentándose y viviendo bajo un celibato involuntario. ¿Verdad?- Afirmó, sin ninguna clase de filtro, vergüenza o tapujo, justo después de aplaudir una única vez con sus manos, a la vez que hacía que el largo de su cuello se redujese hasta su tamaño normal.

-¡O-OYE! ¡NOSOTROS NO…! ¡T-TÚ NO PUEDES DECIR ESA CLASE DE…!- Fue lo que dirían al unísono o de forma conjunta los chicos, al mismo tiempo que sus rostros se tenían de rojo ante el grado de exactitud conseguido en la afirmación de la hembra luego de haberlos analizado; cosa que los hizo debatirse sí aquello era una habilidad propia de ella, de su raza o de todo el género femenil.

-Carajo. Yo… ¡L-LO SABÍA! ¿¡Así que tú solo viniste hasta aquí para burlarte de nosotros!? ¡Q-que sepas que es principalmente culpa tuya el que no hayamos llegado a entrar al agujero y…!- Se apresuró en denotar y reclamar Archie, luego de ponerse de pie, creando algo de distancia entre él y la Centauro, y luego ser respaldado por los vitoreos y quejas de sus dos amigos; quienes no tardaron en posicionarse a sus espaldas luego de haberse sentido igualmente humillados y furiosos que él.

-Juju~ Tranquilos, chicos. Si bien ustedes y yo sabemos lo cierto que es eso, puedo asegurarles que no fue algo que dije con ánimos de ofenderlos de alguna manera.- Afirmó en actitud risueña Glendale, llevándose una mano a la boca y ahogando una ligera risa. -Así que, permitan que les explique el por qué eso es algo "Bueno" a su favor, contándoles un poco acerca de mí.- Continuó diciendo la Gerenuk, cerrando sus peculiares ojos y dirigiendo una mano a su pecho, poco antes de ponerse de pie y ubicarse en frente del trío de chicos. -Lo que a mí más me gusta y da goce en esta vida es…robar.- Empezó a relatar ella, luego de haber ubicado sus dos manos detrás de la espalda y ofrecerle al trío una mirada coqueta mientras hablaba. -Y eso es algo que aplica para todo tipo de cosas. Desde los objetos sencillos como pueden ser hojas, plantas, animales o cuanto bien personal valioso o brillante que se tenga al alcance de la mano.- Prosiguió, conforme sacudía de lado a lado su cabeza, dirigía la vista al cielo, hacía un recuento con sus dedos y daba pequeños pasos hacia al frente con los cuales conseguía que el grupo de jóvenes se replegase y diese marcha atrás. -El hecho de apropiarme de ese tipo de cosas hace que se llene un agujero ubicado en lo más profundo de mi Portal-Pancita…el cual siempre está hambriento, deseoso y a la espera de más. Haciendo que, al momento de ser saciado con la adquisición o "El Robo" de algo genuinamente valioso, yo me llene de una euforia y sensación de placer que es… Haaa…francamente difícil de describir.- Afirmaría la Gerenuk, mientras que la sola mención de dicho aspecto de su personalidad la hacía elevar su tono de voz, sacudir sus manos de lado a lado, inflar sus ojos y ofrecer toda clase de expresiones y muecas atemorizantes y alocadas; las cuales acabarían por infundir cada vez más miedo en el trío de jóvenes.

Paralelamente, mientras eran informados de éste hecho y forzados a retroceder dada la naturaleza atípica y volátil de la situación, el grupo de chicos terminaría por replegarse y acabar con la espalda presionada contra una pared de roca, dando como resultado que se quedasen sin camino de huida posible y solo fuesen capaces de ver como Glendale seguía reduciendo la distancia entre ellos.

-¿Y saben qué? Luego de meditarlo un poco a solas y recibir algo de ayuda, me di cuenta de algo.- Afirmó la hembra, la cual, luego de haber eliminado por completo el espacio que la separaba del grupo y ofrecerle un fugaz piquete de nariz al muchacho al centro del mismo, súbitamente decidiría elevar y posar su par de patas delanteras contra la roca; separando las mismas lo más que podía y manteniéndolas suspendidas en el espacio encima de los hombros de los jóvenes, y firmemente presionadas contra la piedra tras ellos para así denotar no solo la forma en que los tenía acorralados, sino también la intimidante aura que ella podía ejercer cuando hacía denotar su altura.

-D… ¿D-de qué…?- Cuestionó Archie, al mismo tiempo que la actitud dominante y asertiva de la Centauro; así como el hecho de tener frente a él el vientre peludo y potencialmente peligroso de ésta; lo llevaba de una sensación de impotencia, temor y sumisión que no hizo más que acrecentarse luego de ver como la magia del Portal de la hembra comenzaba a actuar justo enfrente de él.

Tras ello, veríamos como Glendale estiraría e internaría su mano dentro del sitio, buscando y sacando de él una rosa recién cortada y de belleza notoria, la cual no tardaría en llevar hasta su rostro, darle una olfateada y un ligero beso en los pétalos. Para acto seguido, hacerle entrega de la misma a uno de los chicos, cubrir parte de su rostro con su fleco de cabello azul y finalmente responder a la pregunta hecha por él de una forma sumamente llamativa.

Ya que justamente luego de volver a dejar su rostro a plena vista, la Gerenuk revelaría una cara que difícilmente se parecería a la que tenía usualmente. Siendo ésta una con facciones que adquirieron rasgos más humanizados, estilizados y femeninos, los cuales se complementaron a la perfección con el desastre de maquillaje que ella parecía haberse embarrado en la cara y que; en sumatoria con el uso de la voz angelical que ella había usado al volver a reunirse con el grupo; le brindaron una imagen semi-divina.

-Me di cuenta…de que nada de lo que había robado hasta ahora, podría compararse con la oportunidad de robar aquello que uno solo tiene una vez en la vida~ Así que…- Habría declarado de forma seductora, poco antes de que la magia que le dio aquella imagen embellecida se desvaneciese, provocando de paso que se ahogase, tragándose parte de la flor y que se viese obligada a toser, recuperando de esa forma su voz regular y destruyendo aquella escena romántica que se había formado. -(Toser) (Toser) (Toser) Ay, perdonen. Pero en fin, como les decía, lo que me trajo aquí es la idea de robarles la virginidad a los tres, y con algo de suerte y esfuerzo, "Robar" toda idea, concepción o deseo que pudiesen tener por una aburrida chica humana, al ofrecerles una noche que les volará la cabeza y destruirá toda lógica sexual que pudiesen tener antes de haberse encontrado con Mami Glendale~.- Afirmó ella, libre de cualquier clase de discreción o delicadeza mostrada con anterioridad, haciendo uso de un tono más chabacano y propio de su personalidad, dando a conocer de manera directa y precisa sus intenciones y lo que deseaba con el trío, poco antes de coronar y finalizar su propuesta diciendo… -Entonces… ¿Quién se presta para dejar que ésta belleza de otro mundo sea la encargada de poner el suyo de cabeza y que luego le den las gracias eternas por ello? ¿Mmm? ¿"Tú"? ¿"Tú"? ¿O acaso "Tú", bomboncito?-

De más está decir que, ante tal propuesta repentina y aquellas declaraciones fuertes por parte de la Centauro, lo que más predominó en el grupo de jóvenes fue el silencio. Un silencio incómodo y profuso, que únicamente se vería perturbado luego de que la hembra; al no haber obtenido una respuesta directa; se viese obligada a reiterarse nuevamente. Consiguiendo de esa manera que el trío intercambiase una mirada entre sí, formase una ronda y le diese la espalda brevemente con el fin de discutir el asunto en cuestión y darles finalmente una respuesta por parte de su representante designado.

-A-aceptamos la oferta, OBVIAMENTE…pero…umm…antes de eso ir a otro sitio y pasar a la acción nos estábamos preguntando sí…- Comenzaría a decir entre tartamudeos nerviosos Archie, a quién la timidez propia del imprevisto e inverosímil desarrollo de los acontecimientos parecía estarle jugando una mala pasada e impidiéndole hacer contacto visual directo con el rostro de la hembra parada de forma imponente sobre sí. Más sin embargo, luego de tragar saliva y reforzar su convicción, él sería capaz de elevar su mentón, enfocar sus palabras y dar a conocer finalmente la única condición que su grupo tenía para hacerle. -¿P-puedes volver a pedírnoslo…? De un modo un poco más… ¿S-sexy? O-o cuanto menos, que nos sirva para confiar que lo que dices es cierto y no otra cruel broma que…-

Al oír eso y caer en cuenta no solo de los movimientos de cabeza, sino también los tres pares de erecciones que adornaban las entrepiernas del muchacho y sus dos colegas, lo siguiente que una risueña y ligeramente enrojecida Glendale hizo tras dar forma a una pervertida sonrisa en forma de ondas, fue hacer descender sus patas delanteras; volviendo a estar a una altura más cercana a la de los chicos; dar un paso hacia el frente y tomarse la libertad y atrevimiento de colocar y presionar sus dos manos y parte de una de sus piernas, en los dos chicos apostados a los lados y al frente de ella; respectivamente hablando.

-Lo diré de ésta forma entonces… Quiero que ustedes y sus "Soldaditos" sean los que se encarguen de "Custodiar" mis "Trincheras" ésta noche~ Que se entreguen por completo a mí, y que yo y solo yo sea la única que les "Robe" eso que tanto han guardado y de lo que tanto han deseado deshacerse~- Declaró la Gerenuk, haciendo nuevamente uso de aquella voz cantora y suave que usaba cada tanto, mientras les susurraba al oído y rodeaba la cabeza de Archie poco a poco; todo con tal de hacer llegar su mensaje a los otros dos muchachos y coronar todo soplando una bocanada de aire en el orificio auditivo de ésta y diciendo algo que causase una reacción de emoción más que notoria en las masculinidades de todos los ahí presentes. -Entréguense y denme todas sus pollas virgen…Juju~ Quiero decir, todas sus "Cosas Valiosas", grandes y calientes a mí y solo a…MÍ~ ¿De acuerdo~?-

Continuará…