"My Teen Romantic Comedy SNAFU! (OreGairu)": "Mini-Fic # 1".
Fanfiction escrita por: Marco Antonio Carballo (MARK6_9 ).
Basada en los personajes creados por: Wataru Watari. Todos los personajes son propiedad y Copyright © de éste autor. Agradecimiento, tanto para Otazu Uscamayta Michael Kenyi, como a Alejo Lena, por permitirme usar ideas suyas.
Episodio único.
Un día, Yukino Yukinoshita recibió un paquete, en su apartamento…
-¿La señorita Yukino Yukinoshita? -preguntó un mensajero, llegando con un paquete, primorosamente envuelto. -¡Tengo un paquete, para usted! ¿Me firma aquí, por favor?
-¡Muchas gracias, joven! -dijo Yukino, firmando y tomando el paquete, al tiempo que lo examinaba. -¿Quién lo manda? ¡No tiene remitente!
-¡No puedo decirle, porque la persona que lo manda, pidió anonimato! -contestó el mensajero, sonriendo y guiñando un ojo, con picardía. -¡Sólo me dijo, que le dijera, que era de parte de "una amiga"!
-¿Conque "una amiga"? -masculló Yukino, viendo aquel paquete. -¡No sé por qué, pero creo que la responsable de esto, debe de ser mi hermana mayor, Haruno! ¡En cuanto la vea, le diré que deje sus bromas! ¡No me hace gracia!
Al irse el mensajero, Yukino dejó el paquete, en la mesa. Luego, se terminó de alistar, y se fue a la escuela. El día pasó normal, con el Club de Servicio, ayudando a quien lo necesitara, y recibiendo visitas de Hiratsuka-sensei, a quien informaban de todo.
Al final del día…
-¡Al fin, terminamos, por hoy! -exclamó Hachiman, estirándose. -¡Bueno, chicas, yo me voy a casa! ¡Nos veremos mañana!
-¡No seas aguafiestas, Hachiman! -rogó Yukino, sonriendo amablemente. -¡Vamos a tomar algo, a mi apartamento!
-¡Me apunto, Yukinon! -exclamó Yui, dando un brinco de alegría. -¿No vienes, Hikki?
Antes de proponer ir a su apartamento, Yukino acababa de recibir un mensaje, en su teléfono celular, que sólo decía: "El contenido del paquete, que te envié, son dulces. No digas nada por ahora, y disfrútalos. Ella y yo, llegaremos después". Aquel mensaje, tenía el nombre de quien lo enviaba, pero Yukino no dijo nada. Tan pronto dejó de leer aquel mensaje, apagó su teléfono celular. Una cosa, era cierta: quien mandó, tanto los dulces, como el mensaje telefónico, no era Haruno, la hermana mayor de Yukino.
-¡Está bien, chicas, voy a ir! -dijo Hachiman, tras mirar su reloj. -¡Pero sólo un rato!
Un rato después, Hachiman, Yui y Yukino, llegaban al apartamento de ésta última. Al momento de entrar, Hachiman y Yui se sentaron, en los sillones de la sala, mientras que Yukino alistaba algo de beber, y algunos bocadillos.
En cierto momento, Yui (¡Siempre Yui!), notó el paquete, que estaba en la mesa. Picada por la curiosidad, se acercó a verlo. Hachiman notó eso, y la llamó.
-¿Y esto, qué será? -preguntó Yui, tomando el paquete. -¿Será importante?
-¡Yuigahama, ya deja eso, donde estaba! -ordenó Hachiman, preocupado de que pasara algo malo. -¡Puede ser algo frágil!
En ese momento, Yukino llegaba con refrescos y bocadillos, notando que Yui, tenía el paquete, en las manos, y lo examinaba con notoria curiosidad.
-¿Qué es esto, Yukinon? -preguntó Yui, sonriendo. -¿Acaso, es un regalo, de algún "admirador secreto"? ¡Vamos, cuenta!
-¡Es un paquete, que me llegó ésta mañana, así, sin remitente! -explicó Yukino, sonriéndole a su amiga. -¿Quieres abrirlo, por favor, Yui? ¡Así, sabremos que es!
Mientras Hachiman miraba a otro lado, pensando cosas como "¡Ojalá, y no sea una bomba!", Yui desenvolvió el paquete. Al terminar de hacerlo, sonrió y llegó con él y con Yukino, que estaban empezando a comer y a beber.
-¡Miren, chicos, son dulces! -exclamó Yui, mostrando la caja. -¿Los abro, Yukinon?
-¡Ábrelos, Yui! -pidió Yukino, antes de volverse a Hachiman, y pedirle algo. -¡Hachiman, haznos el honor, y toma el primero!
-¡Está bien, tomaré uno! -contestó Hachiman, no muy animado. -¡Pero sólo uno!
Con rapidez de centella, Hachiman tomó un dulce, se lo metió a la boca, y empezó a comérselo. Sin embargo, al comérselo, notó algo, y empezó a hacer "caras". Esos dulces, no eran dulces comunes y corrientes, ya que su relleno, no era ni de crema de avellanas, ni de jalea de frutas, como la mayoría de los dulces, sino que era…
-¿Te pasa algo? -preguntó Yukino, preocupada, al ver las "caras", que Hachiman estaba haciendo. -¡Luces extraño!
-¡Chicas, los dulces! -tartajeó Hachiman, sintiéndose arder. -¡Son rellenos de…!
Muy tarde. Para ese momento, Yui ya había tomado uno, y se lo estaba comiendo. Cerrando los ojos, Yui sintió, que se estaba comiendo lo más delicioso del mundo. Antes de que Hachiman, pudiera decir algo, ya Yui le tendió la caja, a Yukino.
-¡Toma, Yukinon! -dijo Yui, ofreciéndole dulces, a Yukino. -¡Toma algunos, o Hikki y yo, nos los terminaremos!
Yukino, enarcando una ceja, ante aquella bizarra advertencia, tomó un dulce, y se lo metió a la boca. Al comérselo, un rictus de decisión, apareció en su cara. Dando una mirada, Yukino pudo ver, que el mismo rictus se veía, en las caras de Hachiman y de Yui.
-¡Bueno, chicos, vayan dejando los dulces! -pidió Yukino, sonriendo, tras carraspear un poco. -¡De por sí, me los mandaron a mí!
-¡Seguro, que te los vamos a dejar! -respondió Hachiman, tomando la iniciativa, y metiendo mano, en la caja. -¡Creo, que tomaré algunos más!
-¡No me dejen sin nada, Hikki y Yukinon! -chilló Yui, sin dudarlo. -¡No sean egoístas, y déjenme algunos!
Aquí, todo se puso a mil. Por un buen rato, como si compitieran, en un concurso de comer perros calientes, los 3 estuvieron dando cuenta de aquellos dulces.
Licor. El relleno de los dulces, era un licor sumamente fuerte. Conforme los iban consumiendo, las caras de los 3, iban tomando un color rojo subido, además de que la temperatura corporal, también les iba subiendo, a niveles estratosféricos. Al acabar con los dulces, Hachiman hizo la cabeza hacia atrás, apoyándola en la parte superior del sofá. Se puso la mano derecha sobre los ojos, y los cerró. Sin embargo, al escuchar una voz, Hachiman se vio obligado, a abrirlos de golpe.
-¡Oye, Hachiman! -se escuchó decir a Yukino, hablando con una voz "como quebrada", mientras se subía sobre Hachiman. -¿Quieres jugar conmigo?
-¡¿Qué haces, Yukino…?! -trató de protestar Hachiman, antes de que Yukino, lo hiciera callar. -¡MMMMMPPPPPHHHHH!
Hachiman hizo "¡MMMMMPPPPPHHHHH!", porque Yukino, sin darle tiempo a nada, se inclinó sobre él, y se puso a besarlo, con una pasión tan, pero tan pura, que parecía sacada de una película romántica. Al mismo tiempo, Yukino se quitaba la chaqueta del uniforme, el chaleco, y la corbata de lacito. Yui, que se había quedado en el sillón pequeño, con los ojos cerrados, los abrió. Al ver a Yukino, Yui se puso de pie, y dando traspiés, llegó con la pareja. Entonces, Yui empujó a Yukino, quitándola de encima de Hachiman. Tras eso, Yui llegó con Hachiman, ocupando el lugar que ocupaba Yukino.
-¡Hikki! -exclamó Yui, viendo a los ojos, a Hachiman. -¡No te olvides de mí!
-¿Qué? ¿Yui…? -preguntó Hachiman, tratando de respirar, antes de que la chica del moñito, lo callara. -¡MMMMMPPPPPHHHHH!
Ahora fue Yui, la que se puso a besar a Hachiman. Yukino, tratando de rehacerse, se acercó, y llamando a Yui, tocándola en un hombro, la miró con cara de pocos amigos. De verdad, Yukino sentía, que Yui le estaba quitando algo valioso, y se lo dejó ver.
-¡Déjalo en paz! -ordenó Yukino, bastante molesta. -¡Hachiman, es mío!
-¡No es tuyo! -respondió Yui, sacándole la lengua, a Yukino. -¡Hikki, es todo mío!
-¡Chicas, por favor! -se metió Hachiman, tratando de conciliar. -¡Yo creo que…!
-¡CÁLLATE! -exclamaron Yukino y Yui, al unísono.
En ese momento, fue Yui, quien se quitó, con indecible rapidez, la chaqueta y la corbata de lacito, al tiempo que Yukino, tratando de no quedarse atrás, soltaba el cinturón, y desabrochaba el pantalón de Hachiman, procediendo a bajárselo.
Hachiman, sintiendo que de nada valdría protestar, recordó aquella vieja frase, que dice "¡Cuando no puedas vencerlos, úneteles!", y empezó a desabotonar la camisa de Yui, primero, y la de Yukino, después. Para ese momento, las manos de los 3, ya no paraban.
Poniéndose de pie, Yukino jaló a Hachiman, botando al piso a Yui. Ésta última, poniéndose de pie, llegó con Hachiman y Yukino, y los besó a ambos, primero a él y luego a ella. Lentamente, los 3, mientras la chaqueta y la camisa de Hachiman, y las faldas y las medias de ambas chicas, caían al suelo, se dirigían a la habitación de Yukino.
Hachiman, cayó "boca arriba" sobre la cama, mientras Yukino y Yui, vestidas sólo con sostén y bragas, se acercaban a él, como si fueran famélicos, llegando ante un rico maná.
A partir de aquí, el control brilló por su ausencia. Durante varias horas, las caricias, los toques y los jadeos, así como el calor corporal y el olor a sudor, llenaron la habitación. Aquello, era una verdadera batalla en 3 frentes, en donde nadie le ganaba a nadie.
Yukino y Yui, a veces cada una por su lado, y a veces ambas al unísono, atacaban a Hachiman, tocándolo en cada centímetro de su cuerpo, sin dejar nada al azar.
Por su parte, Hachiman contraatacaba, a veces a una, a veces a la otra, a veces a ambas.
Finalmente, el cansancio fue haciendo mella en los 3, y gracias al licor de los dulces, cayeron K.O., como si fueran boxeadores, en una pelea de Campeonato Mundial.
A la mañana siguiente…
-¡¿Qué ha pasado?! ¡¿Dónde rayos estoy?! -se preguntó Hachiman despertando, después de la tremenda noche, que pasó, junto con Yukino y Yui, debido a los efectos de aquellos dichosos dulces, rellenos de licor. -¡¿Y qué es esto?! ¡Estoy desnudo!
-¡Buenos días, Hachiman, y vaya noche, la que pasamos! -saludó Yukino, despertando, y abrazando y besando a Hachiman, antes de volver a caer, en la cama, completamente desnuda. -¡Hay que repetirla, algún otro día!
-¡UGH! ¡Tu aliento, huele a licor, Yukinoshita! -gruñó Hachiman, apenas Yukino, dejó de besarlo, antes de oler su propio aliento. -¡AGH! ¡Y mi aliento, huele igual!
-¡Hikki, estuviste grandioso! -chilló Yui, llegando con Hachiman, también desnuda, y también, pasando a abrazarlo y besarlo. -¡La próxima vez, lo haremos en mi casa, y voy a ver, si mi madre se nos une! ¡Creo, que podría hacerlo!
-¡¿Tú también, Yuigahama?! -insistió Hachiman, terminando de despertarse. -¡Es en serio, chicas! ¿Qué pasó, con nosotros 3, anoche?
Detrás de la puerta, alguien se reía bajito. Y ese "alguien", eran las 2 personas, que compraron y enviaron los dulces. Ellas, eran Iroha Isshiki y Komachi Hikigaya (la hermana menor de Hachiman), que sólo esperaban el momento, para entrar.
-¡Iroha, Komachi, sé que están ahí! -gritó Yukino, toda sonriente. -¡Entren ya, y se unen a nuestro grupo!
-¡Iroha y…! ¡¿Quién más?! -chilló Hachiman, ya 100% despierto. -¡¿Acaso, mencionaste a Komachi, mi hermana?!
-¡Hola, hermano! -saludó Komachi a Hachiman, apenas entró, y mientras empezaba a desvestirse. -¡Voy a practicar contigo, para cuando pueda estar, con mi compañero, Taishi Kawasaki, el hermano menor de tu compañera, Saki Kawasaki! ¡Sé gentil conmigo!
-¡Hola, Senpai, ahora sí, que no te me escapas! -advirtió Iroha, entrando después de Komachi, y como ésta última, procediendo a desvestirse. -¡Finalmente, vamos a poder estar juntos, como ya lo había deseado! ¡Abran campo, chicas!
Nadie había desayunado, pero nadie tenía hambre. La comida, podía esperar, hasta la hora del almuerzo. Por ahora, nadie iba a pensar en comer, nada de eso…
Hachiman, ya con la cabeza más despejada, sonrió… No es cualquiera, el que puede pasar un muy buen rato, en una cama, con 4 chicas lindas… Pero él, sí podía hacerlo…
Fin.
