-¿En serio esto es necesario Coco?

-¿De qué hablas?

La modista del Team CFYV le preguntó mientras abrazaba fuertemente el brazo derecho del castaño. Ambos se encontraban en Vale debido a que la líder de equipo quiso llevarlo a conseguirle un buen traje para el baile.

-Solo vamos a ir por un traje para el baile. No es una cita.

-Cierto, ¿Pero quién dice que no podemos divertirnos? Ya sabes, ver tiendas, comer algo. Además, ¿Me dirás que te incomoda estar tan cerca de una chica sexy?

Eso lo dijo apretando su agarre en el brazo del castaño sonrojándolo y haciendo que trague fuerte.

-Normalmente no me incomodaría… Si no fuera por el "público". – Dijo mientras sentía 5 pares de ojos asesinos viéndolo directamente desde su espalda.

-Eso es lo que lo hace más divertido jajajajaja.

A una distancia "segura" podemos ver cómo el Team RWBY y la pelirroja espartana del Team HVNL estaban viendo con una inmensa sed de sangre el cómo Coco se atrevía a coquetear con SU Issei y se preguntarán, ¿Por qué están ellas acechandolos como si de una jauría de lobos se tratasen? Simple.

Flashback_

-Bien, ya acordamos que seguiremos siendo amigas pase lo que pase, pero aún tenemos un asunto que resolver… Coco Adel.

Ante las palabras de Blake todas volvieron a ponerse serías. Es cierto, aún no saben cómo actuar al saber que ella y el castaño saldrán a la ciudad de "compras". Si, como no, esa no se la creen.

-Cierto… Justo nos teníamos que fijar en un Casanova inconsciente, pero aún así no lo cambiaría por nada.

-...Oigan, ¿Y si los seguimos? – Fue la sugerencia de Ruby haciendo que todas se le queden viendo – ...Yo solo digo…

-Esa es… Una buena idea. – Weiss se llevó la mano al mentón pensativa. Ciertamente no era una mala opción.

-¡Todas lo escucharon! ¡Weiss dijo que tuve una buena idea! – Grito de emoción la caperucita lanzándose a abrazar a su BBF.

-¡Callate idiota! – La heredera le dio un zape en la cabeza a la caperucita que la vio feo.

-Dejando de lado la comedia, sugiero mantener una distancia prudente. Digo somos cazadoras en entrenamiento ¿Que tan difícil puede ser seguir a dos personas? – Yang estaba de acuerdo con la idea, además confía en sus habilidades para que ni Issei o Coco las noten.

-Pero aún existe la posibilidad de que nos reconozcan a la distancia. ¿Qué haremos entonces? – Pyrrha dio una buena observación. – Digo, a mi por lo menos me reconocerá mucha gente.

-Gracias por complicarnos la misión P-Money…

-Lo siento…

-Hmmm… ¿Disfraces? – Era lo mejor que se le ocurría a Blake.

-...¿Saben que? Al demonio. Estoy lo suficientemente desesperada para aceptar esa idea. – Weiss exclamó mientras se sobaba el puente de la nariz. Más le vale al idiota apreciar todo esto cuando se convierta en su esposo.

-De acuerdo entonces. A trabajar. – Todas siguieron a Ruby con un asentimiento.

¿Sería prudente recordarles los sentidos mejorados de Issei y que este de seguro sería capaz de notar su aroma o escucharlas a la distancia…? Nah, se ven muy motivadas, no les arruinemos la experiencia. Después de todo necesitamos algo con que entretenernos.

Fin Flashback_

Y es por eso que esas 5 están viendo a la distancia la interacción entre la modista del Team CFVY y con el castaño despistado y el aura de muerte que las rodea está espantando a todos los civiles en la redonda… Que miedo.

-Fresca…

-Ya cálmate Yang. Entiendo como te sientes, pero no podemos dejar que nos descubran.

-Tranquila Ice Queen, no lo harán. Recuerda que usamos mi champú especial para que Ise no nos detecte con el olfato. Deberías agradecerme.

-(Ciertamente esa sería una buena idea… Si no fuera por que os estoy oyendo. ¡Además que no estáis siendo nada sutiles!) – Al menos pensaron en lo de su olfato mejorado, eso se lo da. Pero igual no les servirá de nada… Aunque debe reconocer que huelen muy bien… ¡Concéntrate Issei!

-Mami, ¿Por qué esas señoritas están vestidas así y por qué parecen espiar esa pareja? – Fue la pregunta llena de inocencia de un pequeño niño mientras señalaba a nuestras acosad… Digo nuestras heroínas.

-No las mires mi amor, son acosadoras. Siempre debes mantenerte lejos de gente así, ¿Entendido?

-¡Está bien mami!

Ante esas palabras las 5 chicas bajaron la cabeza deprimidas. Pensar que parecerían acosadoras, pero no hay tiempo para deprimirse ya que vieron como Coco se está llevando a Issei a una tienda de ropa.

-¡Deprisa, que los perdemos de vista!

Pyrrha hizo que todas apresuraran el paso, pero fueron detenidas por el guardia de seguridad de la tienda cuando estaban por entrar.

-¿Se les perdió algo por aquí?

-Bueno… Nosotras…

-¡Ve-venimos a comprar algo para el baile de nuestra escuela!

Weiss dio la mejor excusa que se le ocurrió. Pero el guardia no parecía tragarse eso.

-Si eso es cierto, ¿Cómo explican esos lentes oscuros, las gorras, las gabardinas y claro, esas mascarillas?

En retrospectiva, puede que no hayan sido las más creativas a la hora de hacer sus disfraces. La única diferencia era que las mascarillas tenían sus colores favoritos. Rojo para Ruby, Celeste para Weiss, Morado oscuro en el caso de Blake, Amarillo para la rubia y un corinto para la espartana… Si, puede que no hayan pensado bien las cosas.

-Ehm… ¿Un resfriado? – El guardia vio a Yang con una ceja alzada. ¿En serio? – Ay ya que. Nuestro… Amigo está en una… Cita y queremos asegurarnos que no pasa nada malo. No ha tenido buenas experiencias pasadas que digamos.

El tipo no lo noto, pero las palabras "Amigo" y "Cita" salieron de una manera amarga de la rubia.

-En contra de todo mi buen juicio… Adelante. Pero hacen algún desastre y tendrán un viaje directo a la estación de policía, ¿Queda claro?

-¡Es usted un santo! ¡Muchas gracias! – Ruby le dio un abrazo al guardia quien sintió como casi le parten la espalda. Menuda fuerza tiene la pequeña.

-Solo entren antes de que recupere el sentido común. – Dijo mientras se acomodaba sus vértebras… Tendrá que ver a un quiropráctico.

Tras eso, las 5 chicas entraron rápidamente al local y buscaron a la pareja de castaños.

-¿Alguna los ve?

-Yo no. ¿Blake?

-Tampoco veo nada.

-Ni yo.

-¿Los habremos perdido…? ¡Ahí están! – Ruby gritó mientras señalaba al fondo de la tienda y era cierto, ahí se encontraba la modista… Muy cerca de Issei.

-¡¿Lo está midiendo?!

-¡¿Cómo se atreve?!

-¡¡Yo la mato!!

-Wowowow. Calma, calma. – Weiss detuvo a Pyrrha, Yang y Blake antes de que hicieran una locura. – Se supone que no deben notarnos.

-¡Pero Weiss, los abdominales de Issei…!

-¡A mi también me cabrea! – Ella dijo mientras veía como esa fresca no dudaba en acariciar los músculos del chico cuando tenía oportunidad, en especial los abdominales. ¡Ella vio esos abdominales primero, le pertenecen por derecho!

-...Tratemos de calmarnos, después de todo no tiene que saber que los estamos siguiendo. – Pyrrha tras contar hasta 100 para calmarse llamó a la calma.

Rápidamente todas se acercaron lo suficiente para oírlos, pero siempre manteniéndose ocultas.

-...¿Estás disfrutando esto no? – Issei le preguntó a Coco mientras sentía pena ajena ante la actitud de sus amigas… No son nada sutiles.

-(De esperarse, se nota que todas son unas primerizas y no saben cómo manejar sus celos. Aunque sí están empezando a dar pena ajena.)

-(Al menos hubieran elegido mejores disfraces… Por cierto, ¿Por qué tendrían que estar celosas?)

-(Dioses dragon, les pido paciencia… Averigualo tu mismo.) – Ddraig cortó la comunicación murmurando un idiota denso. Si bien eso lo molestó, hubo una parte que le llamó la atención.

-(¡Oye, espera! ¡¿Los dragones también tienen dioses?!) – Pero no hubo respuesta. Maldita sea.

-No voy a negarlo, también debo decir que me impresionas Issei. Solo necesitaste poco más de dos semanas para aumentar de manera notoria tu masa muscular. – Coco veía con asombro como las medidas se veían muy diferentes a las que le tomó cuando fue de compras con él la primera vez.

-Bueno, considerando al lugar al que fui no es muy sorprendente.

-Eso es cierto. En fin ya puedes ponerte la camisa, te traeré algunos trajes para que te pruebes. No olvides ser agradecido. – Eso se lo dijo mientras se bajaba sus lentes y le lanzaba un guiño, cosa que no le cayó muy en gracia a las chicas ya que terminaron rompiendo un maniquí.

-(Espero que no les llamen la atención por eso…)

-(Obvio que pasará.) – Hombre, miren quien volvió. – (¿Me echaste de menos?)

-(Claro, ¿Quien no extrañaría a una lagartija traicionera con tendencias sádicas?) – Issei destino sarcasmo en cada palabra mientras soltaba una ligera bocanada de humo. Dragón Judas.

-(Yo también te aprecio compañero. Pero hablando en serio, venía a decirte que he estado investigando dentro de la Boosted Gear.)

-(Entonces todas esas veces que te desaparecía, ¿Era por eso?)

-(Meh… 50/50)

-(...Te odio.) – Dijo mientras tenía un tic en el ojo izquierdo. – (En fin, ¿Has encontrado algo?)

-(Eso es lo que más me llama la atención. No veo nada realmente.) – Eso confundió al castaño. ¿Cómo que no ve nada? – (He estado investigando en los sectores en los que podía moverme con libertad y no he encontrado nada. Lo que me parece extraño ya que recordarás que te dije que estamos fuera del sistema de Sacred Gear, ¿No?)

-(Si, ¿Y eso que tiene que ver?) – Issei no entendía por qué volver a mencionar eso.

-(Al estar fuera del sistema, en teoría la Boosted Gear no debería estar operativa y mucho menos tener esas nuevas funciones. Esto es extraño. También mientras buscaba noté algo raro, para ser exactos como si algo faltara.)

-(¿Qué quieres decir con eso? ¿Qué podría faltar?)

Ddraig permaneció en silencio por un momento pensando en sus palabras, no esperaba mencionar esto tan pronto pero viendo que "Eso" parece haber desaparecido puede que no haya problema.

-(Verás, dentro de la Boosted Gear habían zonas a las que ni yo podría entrar dado que en esta se encontraba toda la negatividad de los portadores anteriores junto a una maldición.)

-(Espera… ¿Eso quisiste decir con que casi me pierdo en el poder de la Boosted Gear cuando fue lo de Forever Fall?) – No pudo evitar tensarse ante esa idea. Acaba de decir que tenía una maldición y hasta donde sane esas nunca son buenas noticias.

-(No deberías preocuparte. Como dije al parecer la negatividad como la maldición ya no están presente, pero igual por si acaso mantén tus instintos bajo control. Por mi parte intentaré buscar más profundo dentro del Boosted Gear. Ahora que tengo más libertad, debería ser más fácil encontrar lo que sea que esté alterando el funcionamiento del Sacred Gear y más importante… Lo que te esté afectando. Si bien es normal que ganes rasgos de dragón, lo estás haciendo a una velocidad anormal.)

El castaño solo dejó escapar un suspiro de cansancio, al parecer el mundo le gusta joderlo y quitarle todo rastro de tranquilidad.

-(Te lo encargo Ddraig. No dudes en avisarme de cualquier cosa que encuentres.)

-(Dalo por hecho compañero y atento, la chica amante de la moda está de regreso.)

Y con eso la comunicación se cortó, justo a tiempo ya que…

-Bueno ya volví.

-Bienvenida de… Wow, no bromeabas la última vez. – Issei tenía una gota de sudor en la frente al ver el carro hasta arriba de ropa que traía Coco consigo. La ropa llegaba hasta el techo.

-Te lo dije. Ahora… ¡Que comience el show! ¡Entra ahí y cambiate!

El castaño no pudo decir nada, por lo que simplemente suspiro y fue al cambiador con algunos conjuntos.

Mientras que con las acosad… Digo el grupo de 5 chicas para nada sospechosas, estas veían con sorpresa la enorme pila de ropa.

-Wow, si que está decidida a encontrar un traje para Issei. Mira todo eso.

-Estoy con P-Money. ¿Por qué decidió hacerse Cazadora en lugar de modista? Se nota que es buena.

-A saber, pero por ahora veamos cómo se desarrolla esto. – Weiss estaba completamente centrada en el vestidor. Quería ver bien al castaño con un traje.

Ninguna dijo nada en contra, total no pasa nada por mirar un poco. Además no creen que vayan a tardar mucho.

--

-...¿Cuántos trajes lleva ya?

-No lo sé Ruby… Pero no me canso de mirar. – Contestó Blake quién estaba como depredador al acecho que en cualquier momento se lanzaría sobre su presa. – 'Quiero ver más de cerca nya.'

-Si lo que digan, no me dejan concentrarme. – Weiss estaba disfrutando el ver a Issei en diferentes trajes de gala, dejando su imaginación volar viendo una escena con el castaño arrodillado frente ella mientras en su mano dejaba ver una argolla con un diamante. – Acepto… Esposo mío, seré tuya por siempre.

-Genial, perdimos a Ice Queen… Aunque no la puedo culpar, Ise si que sabe cómo lucir un traje. – Yang había sacado su Scroll y comenzó a tomar fotos de Issei para su colección de "Mi futuro esposo". A este paso deberá conseguir un Scroll con más memoria.

-Yang… Más te vale pasarme esas fotos después. – Pyrrha tenía un par de pañuelos tapando sus fosas nasales. Demasiada estimulación para una chica inocente como ella. – Ruby, la baba.

-...Perdón. – Dijo después de secarse la sustancia de su boca. No sabía que Issei se podía llegar a ver tan bien solo con un simple cambio de ropa… Y le encantaba.

-Bueno… ¿Qué tal me queda este?

-Hmmm… Nop, este tampoco me convence.

Esta respuesta hizo que el castaño soltara un suspiro y volviera a entrar al vestidor. Si bien era cierto que el chico se veía bien, lo que ella buscaba era un traje que hiciera gritar de la emoción a las chicas detrás de ella… Creo que la palabra "demonio" se queda corta para definirla.

-Por favor Coco, este es como el 15 traje que me pruebo. Por favor dime qué este es el último. – Issei estaba saliendo de los vestidores mostrándose fastidiando por esto… Ni siquiera quería ir al dichoso baile ese.

-¡¡¡WOW!!!

El Team RWBY junto con Pyrrha gritaron al unísono tras ver el nuevo traje que llevaba Issei.

Este consistia en una camisa de vestir negra junto a una corbata de color carmesí con un adorno en forma de escudo que hacía de clip. Sobre la camisa tenía un saco negro con tres botones dorados y por encima de este tenía una gabardina negra con el dobladillo del cierre y los puños de las mangas adornados con detalles dorados en forma de enredadera. Un par de guantes negros adornaban sus manos, un pantalón de vestir azul marino a juego, abrochado con un cinturón de cuero negro con hebilla dorada y unos mocasines negros terminaban el conjunto. Coco solo sonrió ampliamente. Ese es el indicado.

-¡Adjudicado! Tengo que decirlo Issei, luces asombroso. No tanto como yo, pero bastante cerca. Por los hermanos si que soy buena. – Coco veía al castaño de pieza a cabeza con una sonrisa satisfecha si que es una genio.

-Si ya terminaste de llenar tu ego, paguemos y vayamos de aquí. Mientras más rápido me quite este traje de pingüino mejor. – El castaño se estaba aflojando la corbata. Ugh, como odia estas cosas.

-Si si, quítatelo y salgamos que me muero de hambre. – El castaño solo rodó los ojos, aunque se sobresaltó cuando Coco le dio una nalgada. – Jajaja relájate. Vamos, te invito una buena hamburguesa.

El castaño solo entró al vestido murmurando algo sobre mujeres mandonas, cosa que le saco una risa a Coco quien estaba viendo por el rabillo del ojo como un aura de muerte se manifestaba. Son tan fáciles de molestar y eso es bueno… Para ella.

De regreso con el grupo de chicas, toda la gente evitaba pasar cerca de donde estaban debido al enorme instinto asesino que desprendía. De seguro los Grimms de montaña Glemm eran capaces de sentir esa negatividad.

-Esa resbalosa… Como se atreve… – Yang estaba apretando los dientes mientras arrancaba un pedazo de pared con las manos desnudas.

-Maldita perra… Ese es mi Alfa… – Blake tenía una mirada que exigía sangre mientras dejaba la marca de sus uñas grabadas en una de las estanterías.

-A mí compañero solo lo toco yo… – Pyrrha tenía la cara roja de la rabia mientras deformaba algunos de los percheros de metal con su Semblanza.

-¡¿Pero cómo se atreve a tocar a mi futuro esposo así?! – Weiss le había aplastado la cabeza a uno de los maniquíes cerca suyo.

-Les dije que podía resolver esto con Cresent Rose, pero nooooo. Nada de infringir la ley dijeron. – Ruby estaba haciendo un puchero que la hacía ver tierna y eso era lo inquietante, ya que hablaba de liquidar a alguien.

-¡Ejem!

-¡¿¡QUÉ!?!

Las 5 se voltearon molestas para ver quién las molestaba en un momento como este… Solo para palidecer al ver al guardia de antes. Y este no se veía feliz.

-Creí haber sido claro de que si causaban problemas, las mandaría directamente a la estación de policía más cercana. – Ante esas palabras las chicas comenzaron a sudar. No podían permitirse perder de vista a esos dos, no vaya a ser que esa resbalosa se aproveche de Issei… Ah sí, también está eso de no querer ninguna mancha en sus antecedentes penales. Sí eso sería malo.

-¿Cuanto por los destrozos?

-¿Disculpa?

-Si, la de blanco paga.

-¡¿Qué?! – La heredera vio con furia a su amiga rubia. Maldita traidora. – Tch, ya que. Espero que esto sea más que suficiente para compensar las molestias. – Weiss procedió a sacar una chequera y escribir una cantidad en él.

-¿Acaso me creen idiota para crear que unas adolecente podrán…? – Las palabras del hombre murieron al ver el monto en ese cheque… Es más de lo que gana en 10 años. – ……Es más que suficiente. Solo no regresen nunca.

-Gracias y… Lo sentimos de nuevo. – Ruby nunca se había sentido tan avergonzada como hasta ahora, a la vez que bendecida por tener una amiga rica.

¿Hay algo que el dinero no pueda resolver? Al parecer es así ya que notaron como esos dos salían de la tienda mientras Coco una vez más tenía apresado el brazo del castaño en un férreo agarre.

-Y aquí vamos de nuevo… – A Blake ya le estaba empezando a incordiar esto de ir detrás de ellos así, como el gato y el ratón de esas caricaturas que veía de pequeña… Solo que sin los golpes.

Mientras eso pasaba, un par de orejas de conejo marrones se asomaron desde detrás de un estante.

Al parecer ellas no eran las únicas que estaban encubiertas.

--

De regreso en Beacon, Ozpin estaba en su oficina pensando en su siguiente movimiento. Habían pasado tanto en tan poco tiempo que su mente era un caos. Primero estaba el hecho de que ahora Ironwood se moverá a sus anchas gracias a esa inmunidad diplomática y conociéndolo no duda que hará una estupidez en contra de Issei.

Por otro lado estaba el hecho de saber que tienen infiltrados en sus narices. Es una buena fortuna que Issei sea muy perceptivo a las malas intenciones de los demás. Con eso le da la oportunidad de mantener vigilado a esos tres, solo necesita que se descuiden y podrá acertar un duro golpe a Salem. Aunque también está el hecho de que una de las chicas del grupo puede tener los poderes de la Fall Maiden y eso lo complicaba aún más.

Y finalmente está el hecho de pensar que Leo sea un traidor, pero pensándolo detenidamente tiene sentido. El tipo era un completo cobarde. Se pregunta, ¿En qué demonios estaba pensando en nombrar alguien así al frente de todos los cazadores de Mistral? La edad ya debe de estar pasando factura…

No pudo evitar soltar una risa amarga ante ese pensamiento. Tantos años en esto y al fin parece ver una luz al final del túnel. La llegada del castaño fue una bendición, si sigue haciéndose más fuerte y llega aunque sea a la mitad de lo que Ddraig dice que puede ser, no duda que ni los Dioses Hermanos puedan pararlo.

-Y aún así… No puedo evitar sentirme mal por dejar que un niño sea el que tenga que cargar con esto…

Su monólogo y pensamientos fueron cortadas cuando vio salir del elevador a cierta maestra rubia quien se miraba algo… Complicada.

-¿Pasa algo Glynda?

-Pues… Se podría decir que si…

Ozpin alzó una ceja al escuchar a su vieja amiga de esa manera, no era común verla así… Aunque desde la llegada de cierto joven…

-...Tiene que ver con Issei, ¿Cierto?

-...¿Demasiado obvio?

Ambos rieron ante eso. Por supuesto, si algo pasa, de seguro Issei estaba involucrado. Ya era el pan de cada día.

-¿Qué hizo ahora?

-Por lo que averigüe, se encuentra en Vale con la Srta. Adel y el problema es que no se encuentran solos.

-¿Quienes van con ellos?

-Más bien quienes les siguen… Y creo que ya se hace una idea.

Por supuesto… Tenían que ser ellas… Odia el día en que se hizo parte del consejo, además de ser el director de esta academia… ¿En qué demonios estaba pensando?

-Iré a prepararme para las quejas del consejo…

-Tienes que admitir que su llegada ha hecho las cosas más interesantes y hasta tengo que decir divertidas.

-Divertidas para ti querrás decir…

-Cierto… Ahora creo que entiendo a mi madre y todas sus bromas a mis espaldas. – Glynda sonrió de una forma cálida que solo una madre podría hacer y no puede evitar estar feliz por su vieja amiga. Enserio lo hace, pero no puede evitar pensar que el castaño solo le traerá más dolores de cabeza.

De repente su Scroll comenzó a vibrar, señal de que le llegó un mensaje. Encendió el aparato, abrió el mensaje y… Sonrió.

-¿Buenas noticias?

-Así es. Al parecer la sorpresa de Issei a sus amigos ya es un hecho. – Paso a ver por la ventana, pensando en todo lo que estaba por pasar. Y estaba seguro que nada de lo que está en su cabeza sería posible si no fuera por la presencia del castaño.

-Issei Hyoudou. Tu llegada a este mundo ha sido sin duda un auténtico evento. Uno que, hasta ahora, sólo ha traído sonrisas a tus aliados… Y miedo a tus enemigos.

Se pregunta, ¿Hasta dónde será capaz de llegar? La sola idea hace que se emocione de una manera en la que no lo ha estado en un largo largo tiempo. Y espera poder estar ahí para ver cómo el mundo cambia gracias al Sekiryuutei.

--

-Fue un día productivo. – Coco comía sus papas fritas, a la vez que Issei solo bebía su refresco. – ¿No crees?

-Aún no puedo creer que haya gente que use eso el día a día. La corbata es incómoda. Y el saco tira de los hombros.

-Te ves bien, eso importa.

-A mí no. – Issei negó con vehemencia. – No es como si el traje hiciera que las chicas me vieran.

Coco lo miró con la mirada entrecerrada y murmuró algo para ella. A la vez que veía como las espías estaban a solo unas mesas de ellos. No estaban siendo sutiles, aunque Ruby era la que si aprovecho en pedir una cajita feliz.

-Bah. Que en tu hogar las chicas no te hayan visto no significa que sea así siempre. – Issei se encogió de hombros. – Ains… A veces siento que eres un caso perdido.

-Eso ofende. – Issei se mostró ligeramente ofendido, a la vez que volvía a beber su refresco.

-¿Puedo hacerte una pregunta? – Él asintió. – En tu pueblo de origen, ¿Te gustaba alguien? – Issei parpadeó a la pregunta, a la vez que 5 chicas prestaban mucha atención. – Y no, no hablo de la zorra esa. Sino de alguien que en verdad te llamaba la atención.

Issei bajó la mirada y pensó… ¿Había alguien así…?

En eso, recordó un cabello rojo como la sangre. Muy largo y bello. Y no pudo evitar sonreír un poco.

-Pues… Admiraba a una de mis Senpais…

-¿Qué…?

-Perdón. En algunos lugares de Anima es una manera de llamar de manera respetuosa a alguien mayor. Tú eres mi Senpai si me baso en ello. Pero sería así solo si te respeto como tal.

-¡Hey! – Ella le dio una patada debajo de la mesa y él rió. – Bueno. ¿Y…?

-¿Qué te puedo decir? Nunca tuve una charla con ella como tal. Era un año mayor que yo y su círculo era muy cerrado. Muy popular también. Y ni que decir que bella. Su cabello rojo era más… Intenso que el de Pyrrha, con eso digo todo. Además que…

-Tenía pechos grandes. – Coco sonrió al ver como Issei tosía para ocultar su vergüenza. – Eres muy obvio.

-Bueno… No me puedes culpar. Todos en la escuela la admiraban, chicos y chicas. No había nadie como ella. – Pensaba en el recuerdo como algo que le alegraba el día.

En el lado de las espías…

-¡Hmp! Al parecer Pyrrha tiene una ligera ventaja. – Weiss se quejó al escuchar como Issei parecía tener una inclinación por las pelirrojas. No importa, ella se encargará de que el blanco se vuelva su nuevo color favorito.

Por su parte la espartana estaba sonriendo con un sonrojo marcado en su rostro. Si bien le molestó que hablara de esa otra pelirroja con tanta admiración, el ver que parece que tiene preferencias por las pelirrojas la alegra.

Ruby tomó uno de sus mechones y vio que era algo rojo, se pregunta si eso también cuenta.

-Parece que debía de ser alguien especial, ¿No? – Preguntó Coco con interés.

-No lo sé. Éramos de círculos muy diferentes. Dudo que ella se haya acercado a alguien como yo. Me conformaba con verla a lo lejos. Creo que esa era una razón inconsciente del porque también espiaba en un vestidor de chicas. Dado que la ruta de escape era al club donde ella estaba.

-Vaya… Hablando de masoquismo. – Issei rodó los ojos. – Te debió gustar de verdad.

-Si… Ahora que lo pienso, creo que sí. Pero era un imposible. – Y él lo sabía mejor que nadie, que eso era algo que nadie podía negarse.

-Puede que sí la oportunidad se hubiera dado…

-Ya no importa… Ella ya no está. – Issei sabe que ella con todo su mundo se fue. No tenía sentido pensar en eso. – Aunque a veces es lindo pensar en el pasado.

-Hmmm. ¿No has pensado en darte una oportunidad de nuevo? – Coco lo miró con entendimiento. Pero esta era una pregunta que se debía hacer y solo así él podría avanzar.

Eso llamó la atención de las espías, quienes afinaron sus oídos para oír la respuesta de Issei. Tal vez así se puedan hacer una idea de quién es la tiene mayor oportunidad.

Issei cerró los ojos y recordó el dolor en el pecho por esa lanza de luz. Abrió los ojos con miedo. Y Coco lo notó. Parece que no lo puede olvidar.

-...No. – Esa respuesta fue como un puñal en el corazón de las chicas. – Porque al final sé que no soy digno de nada.

-¿En qué sentido? Si hablas de tu perversión…

-No hablo de eso. – Issei dio una sonrisa triste. – Hablo de que… ¿Qué es lo que puedo darle yo a alguien?

Miró sus manos y pudo jurar que las vio por un segundo como dos garras escamosas. Era como si su mente le dijera que ese era su destino, que no lo olvide. Que un día, lo único que lo hacía humano se iría tras ser más poderoso.

-Soy solo alguien que da problemas. Sé que me dicen que no lo vea así, pero al final… Sé que lo soy. Y no quiero darle a nadie el dolor de tener que velar por mí.

Coco no supo qué decirle, se notaba que él de verdad creía eso.

-...¿Ni siquiera crees que a tus amigos les daría igual? Digo, el Team RWBY y Pyrrha parecen preocuparse por ti. Y mucho…

-En especial para ellas… Ya tienen sus propios problemas como para darles otro más. Me conformo con estar ahí para ellas. – Termino con una sonrisa triste, pero aceptando su destino.

Mientras sus amigas estén bien él estará feliz.

-Eres raro… Te importa el resto, pero tú… Sabes que todos merecen ser felices. ¿No?

¿Tenía ese derecho? ¿Podía ser feliz cuando todo su mundo fue destruido? De seguro en su mundo había gente que era mejor que él y no lograron su felicidad. Él no merece eso, no cuando a otros se les fue negado.

Su meta era una. Solo una… Proteger este mundo. Aun a costa de lo que le quede de humanidad. Por eso decidió venir, para expiar la falla que tuvo al no ser más fuerte…

-Yo no…

Coco notó la tristeza en los ojos de Issei y no supo qué decirle. Parecía estar bien metido en esa creencia.

-Gracias por la salida Coco. Pero quiero poder ir por ahí a estar solo. ¿Puedes llevar la ropa a mi habitación? – Issei se puso de pie, a la vez que ella trataba de decirle algo.

Pero se fue, no miró a nadie. Solo quería estar solo…

Coco bajó la mirada y soltó un suspiro. Eso no salió como esperó… Alzó la mirada y…

-Ya vengan acá. No son sutiles. Ninguna.

Habló con seriedad, lo que llevó a que las 5 se pongan de pie y vayan con ella. Mostrándose muy afectadas por lo que oyeron. Es más…

-Vel, ya deja el escondite. – Habló a la que estaba detrás suyo.

La Faunus salió para ser vista, y la sorpresa que debió de haber no se mostró. Dado que se veía algo claro en lo que estaba pasando.

Vio dolor en las 6 y solo pudo decir algo…

-...Quizás deban de pensar en que… Tal vez no pase algo con él. Apenas está cuerdo. El daño es peor de lo que parece. – Coco se mostró seria. – Por ello, no se hagan esperanzas. Ninguna… Ya ven que ni él no las tiene.

No saben si era eso lo que les dolió… O el saber que Issei no se veía feliz con nadie en el futuro. Y eso lo hacía todo peor.

--

En el edificio más alto de Vale, Issei miraba la gente pasar y también los autos. Era como ver su ciudad, pero algo más… Tecnológica.

Cerró los ojos y pensó en la gente que conoció y la que ya no estaba. A su vez, pensó en lo que debieron de pensar al saber de su muerte. Ja, apuesta que celebraron como nunca.

-'Bueno, eso es lo que siempre supiste.' – Abrió los ojos con sorpresa al oír un susurro. – 'Ya sabía que eres un ser sin valor. No valías nada. Para nadie. Ni a tus padres, a pesar de que fuiste el tercero de sus intentos. Al final eras un fracaso…'

-No… – Puso sus manos en su cabeza, tratando de que la voz se vaya. – No es verdad.

-¿No? Pues deja de mentirte. Eres una plaga Issei. En tu mundo lo eras. Aquí, solo les estás dando más problemas.

-Eso no… – Empezó a temblar, sentía que se estaba encerrando en un cuarto invisible.

Alzó la mirada para ver algo, solo para verse a él mismo, solo que este era totalmente oscuro.

-¡Debiste quedarte muerto!

-¡¡¡NO!!!

Lanzó un golpe al aire, pero no le dio a nada. Solo tropezó y cayó de frente… Su respiración estaba agitándose. ¿Qué fue eso…?

-(No pensé que pasarías por eso tan pronto.) – Vio como Yuuma estaba parada frente a él y para su sorpresa, mostraba tristeza en su cara. – (Al parecer tu propia psiquis ya está siendo afectada.)

-¿De qué…? Es sobre lo que Ddraig dijo, ¿No?

-(Casi… Yo soy solo una cara de la moneda de tu prueba. Pero la otra parte, eres tú…) – Yuuma se arrodilló frente a él. – (Dios te puso la peor de las pruebas Issei-kun. Enfrentar tu oscuridad para poder saber tu lugar. Muy cruel para alguien que lo perdió todo y quedó traumado por eso. Empiezas a ver una luz, solo para que más sombra te quiera consumir.)

-¡¡Sé clara!! ¿¡Qué es lo que Dios me hizo!? ¿¡Qué es lo que eres!? ¡¡Estoy harta de tanto secreto!! – Issei se puso de pie y miró al espectro con rabia.

-(Esto es algo que tú tienes que resolver solo. Esta es tu prueba, aún si quisiera decirte no puedo. Lo único que te puedo decir es no te rindas. Me has mostrado que eres diferente al resto solo te queda seguir caminando hacia adelante.) – Le dio una sonrisa comprensiva mezclada con un toque de tristeza.

-¡Espera! – Yuuma desapareció e Issei se quedó viendo el lugar donde estuvo unos segundos antes de dar un grito de frustración. – ¿¡Es todo!? ¿¡Nada más!? ¿¡Qué más desean de mí!? – Miró el cielo y lo miró con rabia. – ¿¡Qué más deseas de mí!? ¡¡Estoy dispuesto a quedarme solo para cumplir mi misión!! ¿¡Qué ganas con darme más pruebas!? ¿¡¿QUÉ MÁS DESEAS QUE DÉ?!? ¡¡¡NO ME QUEDA NADA!!! – La lluvia empezó a caer e Issei apretó los dientes con frustración. – ¡¡¡JODETE!!! ¡¡¡TÚ Y LOS DIOSES DE ESE MUNDO!!! ¡¡¡Y LOS DE ESTE TAMBIÉN!!! ¡¡¡NO SIRVEN DE NADA!!! ¡¡¡SOLO DAN CUANDO LES CONVIENE!!! ¡¡¡Y QUITAN TODO!!! ¡¡¡SON UNOS EGOÍSTAS!!!

El grito que dio solo fue opacado por la lluvia. Bajó la mirada y sintió sus lágrimas caer, solo que el agua de la lluvia se las llevaba. Solo así, es que era capaz de ocultar su dolor. ¿Qué más desean de él…? Lo perderá todo tarde o temprano, lo sabe. No puede ni decirles la verdad, dado que sabe la reacción que habrá.

Aun cuando siente que halló gente importante para él… A ellas… Los debe dejar ir. ¿Qué tan cruel puede ser eso para con él que lo perdió todo?

¿Y ahora su propia psiquis lo está acechando…? ¿Es su culpa o la verdad que jamás quiso afrontar? ¿Es eso…? Porque si era así… Mejor quitenle su humanidad de una vez. Es más sencillo.

Se sentó de nuevo, esta vez sin mirar nada y dejó que la lluvia se llevara sus lágrimas. Vaya consuelo…

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De nuevo con las 7 chicas, todas se habían ocultado de la lluvia en una tienda cercana. Pero nadie decía nada.

-Vaya manera de que el cielo imite nuestro humor. – Yang habló sin su típico humor.

-Pues si. Nadie dijo nada de que llovería. – Coco miró su Scroll, el reporte del clima se equivocó.

-...¿No deberíamos ir por Issei? – Ruby preguntó, pero su humor estaba en el suelo.

-No creo que desee ver a nadie. – Weiss soltó un suspiro. – Creo que es lo mejor… No se le veía muy bien.

-Maldita sea la hora en que esa mujer se cruzó en su camino. – Pyrrha maldijo a la mujer llamada Yuuma desde el fondo de su alma. – ¿Cómo pudo lastimarlo tanto que al final él no se puede ver feliz?

-Ojalá se esté pudriendo en el infierno. – Blake estaba apretando sus puños. Pensar que alguien tan amable está tan roto, comparado con él sus problemas no son nada.

-Creo que no conté con eso. A veces olvido lo mal que está tras todas esas expresiones que él… – Coco negó con la cabeza. – Lamento si les di una mala idea a todas ustedes, pero sepan que no veo a Issei de esa manera. No es mi tipo.

-¿En qué sentido? – Ruby alzó una ceja, algo molesta que diga eso.

-...No pateo por el lado de Issei o ningún otro chico.

Pasaron segundos hasta que lo entendieron…

-...Eso explica porque siempre mirabas el trasero de las chicas… – Velvet parpadeó al entenderlo y las chicas dieron un salto al entenderlo también. Hasta Ruby lo hizo, gracias Profesora Goodwitch.

-Tranquilas… No tengo interés en ninguna. Aunque aprecio ciertas vistas. – Yang se tapó en algo el pecho al oír eso. – E Issei lo sabe, ¿No se los dijo?

-...No. – Fue la respuesta unísona.

-Se le debió pasar. Es olvidadizo… – Coco se encogió de hombros. – Pero creo que hay cosas más importantes de las que pensar. Como… ¿Qué haremos con Issei? Puede que ya lo hayan notado, pero para él… El baile le da igual.

Y eso las deprimió. Pensaban invitarlo, pero era más que obvio que Issei no le interesa esto. Ni de lejos.

-Ya perdí las ganas de ir… – Blake sentía que el sentido del baile se fue.

Y todas pensaban lo mismo. Solo les quedó seguir viendo la lluvia… No les quedaba nada más.

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De regreso con Issei, él estaba caminando por las calles de Vale, le daba igual la lluvia que caía. Ni la sentía… Qué cansado era esto.

En eso, vio como alguien con sombrilla se le cruzaba. Pero la persona chocó con él.

-Perdón… – Se giró para pedirle perdón, solo para ver a una chica que se notaba parecía tener una afición por los colores dobles.

Ella viste una chaqueta blanca recortada ancha de cola ancha con un interior rosa, cuello, un solo botón rosa y puños grandes de color rosa. Lleva pantalones marrones con un cinturón oscuro que tiene una hebilla gris y un cinturón estrecho adicional debajo. Debajo de su chaqueta hay un corsé marrón, curvo en el medio y en la parte inferior, dejando al descubierto sus caderas. Ella también usa una multitud de collares de cuentas negras, que cuelgan al azar alrededor de su cuello.

La chica alzó una ceja y le dijo con las manos que vea a donde va. Hasta que vio su sombrilla y que estaba en el suelo. Ella dio un gruñido de frustración y lo miró con rabia.

-¿Ah…? – Ella le hizo señas con las manos de que mire lo que tiró. – Solo es un paraguas… – Ella abrió la boca con horror y negó con la cabeza. – Bueno, perdón…

Ella dio pistones. Parecía más molesta de lo que él cree. Lo raro es que no dice nada. Y eso solo lo hizo pensar…

-No… Puedes hablar, ¿Cierto?

La chica afiló la mirada, se cruzó de brazos y eso bastaba para confirmar que no podía hablar. Genial, ahora se siente mal.

-Lo siento, sé que es sentir que no puedes hacer algo. – La chica alzó una ceja. – Mira, solo dime cuanto es por el paraguas y te lo pago, así podemos seguir nuestro camino y…

Ella se cruzó de brazos, como pensando. Pareció tener una idea y lo tomó de la mano para que lo siga. Él se dejó llevar, a la vez que estaba haciendo algo que él no esperó… Llevarlo a una zona de helados.

-...¿Helados? ¿Con esta lluvia? ¿Es buena idea?

Ella lo miró como si estuviera diciendo un sacrilegio. Y él alzó las manos porque veía que se estaba molestando.

-Ok, ok, te compraré todo el helado que quieras. Solo deja de verme así. – ¿Acaso dejará de toparse un día con chicas con carácter…? Si claro, con su suerte eso jamás pasará.

Los ojos de la chica brillaron al oír eso. No debió de decir eso… Lo jaló al interior del local y ella empezó a señalar un helado.

-¿Neopolitan? – La miró y ella se señaló también. – ¿Te llamas Neopolitan? – Ella asintió varias veces. – Demasiado largo… – Ella hizo un puchero al oír eso. – Te diré Neo para simplificar. ¿Qué afición tiene la gente de dar nombres raros en este lugar? – Ella lo miró como diciendo que no puede hablar en serio. – Hey, mi nombre no es raro. Es Issei y significa honestidad en mi tierra natal.

Ella pareció pensar y movió la mano como diciendo que más o menos no está mal. Y él se mostró molesto. Solo que ella le siguió diciendo con la mano que le compre ese helado.

Issei soltó un suspiro y pidió el helado, a la vez que pedía uno para él.

Neo sonrió al recibir el helado y le dio una sonrisa agradecida a Issei, quien sonrió un poco. Ambos salieron del local, a la vez que se quedaban viendo la lluvia caer.

-...Eres una chica rara. – Ella se encogió de hombros. – Pero al menos es un cambio de aires.

La chica comía su helado en silencio, hasta que… Lo tocó con su dedo y le mostró un cuaderno que decía algo que él no esperó…

-"Sé quién eres. Eres el que asustó a Roman en el muelle. Yo soy la que te atacó ese día y me esquivaste con facilidad."

Issei afiló la mirada y se puso en guardia. Genial, ahora se topa con una de las secuaces del tipejo ese. Vaya día de mierda.

-"No vine a pelear. Sé la diferencia de poderes. No soy suicida, no como esa loca que lanza fuego." – Neo le pidió que se calmara. – "En serio, no deseo pelear. Ya estoy harta de eso en estos momentos." – Fue lo que escribió.

-Si no estás para pelear, ¿Qué deseas?

Neo pensó un rato las cosas y decidió ser sincera…

-"Ayúdame a evitar que maten a Roman." – Fue lo que ella escribió e Issei alzó una ceja.

-¿Y por qué debería hacerlo? Hasta donde sé, él es un criminal buscado y es más, si hubiera podido hubiera matado a mi amiga en esos muelles.

-"Sé que no te agrada. Pero él es todo lo que me queda. Mi única familia. ¿Sabes lo que es eso? No tener nada más que una persona en el mundo… Hace que olvides un poco sus defectos y te centres solo en lo que te importa como persona."

Lo sabe mejor que nadie, apretó los dientes y los puños tratando de alejar ese sentimiento de haberles fallado a todos los que conoció, dejó escapar todo el aire que estaba conteniendo y pasó a ver a la chica que esperaba su respuesta.

-Dime… ¿Te da igual lo que Roman haga, que aun así deseas que lo salve?

-"Jamás dije que era una buena persona. No lo soy. Pero debes de ver que aun ahora, solo deseo tener a mi lado la única familia que me queda."

-...Es egoísta. Pero lo entiendo… Yo haría lo mismo. – Issei apretó los puños. – ¿Qué deseas que haga?

-"¿Me ayudarás…?"

-Si lo veo conveniente. Roman es un criminal para mí. No importa lo que digas. Pero no lo deseo muerto tampoco. Y si dices que está en peligro, ayudaré. Pero pagará sus crímenes. Eso no lo dudes.

La chica lo miró unos segundos. Y sonrió un poco, como aceptando la respuesta.

-"Eres un amor de persona. ¿Te lo han dicho?"

-Si, varias veces… Pero bueno descuida, si vuelvo a ver a Roman lo atraparé nada más. ¿Eso te basta?

-"Con tal de que esté a salvo eso me basta. Ya después puedo liberarlo yo misma de la cárcel."

-...Omitiré el hecho de que estés planeando una fuga de la cárcel en este momento.

La chica pareció esconder su risa tras su mano y él sonrió. Pero a su vez, ella le dijo algo más. Parecía querer aprovechar que la lluvia estaba de su lado.

-"La que tiene a Roman aterrado y por el que obedece sus órdenes, está en Beacon." – Fue lo que se leyó en el cuaderno e Issei abrió los ojos. – "Puede que creas que es una traición, pero hay una razón por la que hemos hecho todo. Y es miedo… De ella y su poder."

-Es de esperarse. Parece que ella no es algo que puedas tratar así nomás.

-"Pues Roman le aterra, tras todo… Es un gran cobarde. Tú le aterras más, pero a la vez sigue bajo el yugo de esa mujer. Yo solo lo sigo para poder evitar que muera, pero pude ver que tú eres más terrorífico."

Issei alzó una ceja a esas palabras. No sabe cómo sentirse a eso.

-¿Gracias?

-"No es un halago tonto. Vi tu poder y me aterre. Pero debía salvar a Roman, por eso me moví. Y me largue bien tuve la oportunidad. Pero haciendo balance, tú eres mejor opción que esa loca. Y de lejos. Pensaba maneras de buscarte y hablar contigo, pero veo que la suerte estuvo de mi lado hoy."

-Ok… Eso suena bastante bien.

-"Ahora, hay algo que debes de saber… No…"

Ella se detuvo de escribir, dado que sintió algo e Issei también.

Al fondo de la calle vio cómo alguien se acercaba y la chica se puso en guardia. Mostrando molestia…

-¿Cómo puede haber tanto odio…? – Issei se sentía enfermo, tanto odio en una persona era mucho…

Los pasos eran sonoros por la lluvia, hasta que pudo ver a la persona que llegó.

Era un hombre de cabello rojo y parecía tener en su cabeza unos cuernos, lo más raro era la máscara que portaba que le hacía pensar en White Fang. Llevaba un blazer negro asimétrico, de manga larga, con doble botonadura y cuello alto, con aberturas en las mangas junto con sigilos de espinas rojas adornados con una cresta blanca que se alineaba en su hombro izquierdo. La chaqueta de su traje tenía un forro carmesí sobre su camisa roja, con sigilos de espinas rojas sobre una solapa negra adherida a la parte inferior del dobladillo izquierdo y su emblema de rosa marchita en la espalda sobre un sigilo blanco estampado que se asemejaba a los tallos curvos y la flor de la belladona. Su chaqueta estaba medio abotonada, dejando al descubierto una camisa roja con una línea negra paralela a su cuello debajo de ella.

Su vestimenta era de rojo y negro, como Ruby… Pero él daba una vibra de odio centrado.

-...Pensar que aquí estabas. Roman me pidió que venga por ti, pero no esperé verte con… Él. Además de planeando como traicionarnos, por lo que veo. Para poder salvar el cuello de ese cobarde.

Neo se tensó. Sabe que con sus habilidades este sujeto la supera. Esto no es bueno…

-¿Quién eres y qué deseas con nosotros? Tu instinto asesino está empezando a darme náuseas. – Issei se puso entre ese tipo y Neo, si bien puede ver que este tipo no es normal, no iba mostrar debilidad ante él.

-Veo que eres valiente niño. Pero mi asunto es con ella. Así que… Quítate. O mueres.

-¿Así sin más? ¿Que no hay una opción menos cruel para mí? – Trató de responder con humor. Pero no pudo negar el miedo en su voz.

-No la hay para ti.

Issei reaccionó cuando el tipo fue a él a una velocidad que no esperó…. ¡Era veloz!

[¡Boost!]

Empujando a Neo a un lado, Issei bloqueó el corte con el Boosted Gear de la katana roja. El faunus se mostró sorprendido al ver ello. Y Neo se puso de pie.

-Es como Roman dijo… Eres ese sujeto que se metió en nuestros planes.

-Agh… ¿Quién eres…? – Issei hacía fuerza, este sujeto no era normal… Y su sed de sangre parecía alimentar su fuerza.

Pero en eso, vio como él sacó lo que era la funda de su espada, para luego dispararle a la cara. Apenas lo pudo esquivar, pero a la vez sintió el pitido en la oreja derecha. Mierda.

Se lanzó a un lado para ganar distancia. A la vez que recibía una segunda repotenciación.

-Nada mal. Otros habrían muerto. Pensar que Blake me reemplazaría por un mocoso como tú.

-...Así que eres tú el maldito que la utilizaba en tu estúpida cruzada. Adam Taurus. – Afilo la mirada mientras se ponía en guardia. Este tipo pagará por haber lastimado a Blake.

-¿Estúpida? Se ve que no entiendes nada. Y veo que no sabes nada de Blake. – Adam alzó la espada.

-Lo único que entiendo y me importa es que Blake pudo ver la clase de basura que eres. Dime, ¿Qué se siente que te dejen plantado?

Adam no dijo nada, pero pudo ver rabia en su expresión por cómo apretaba la mandíbula. Pero su sonrisa se volvió cruel. Issei no lo vio, dado que siguió en lo suyo.

-Además el que no sabe nada de Blake eres tú. Ya que si lo hicieras, sabrías que lo que ella quiere es igualdad y respeto, no armar un genocidio por un odio estúpido.

-Un ideal imposible. Y ella lo sabe. No hay cambio, sin sacrificios. Esa es la realidad. Y ella es muy crédula de creer que podemos vivir con los humanos.

-Palabras fáciles de decir cuando eres tú el que sostiene el arma y quién manda a otros a hacer el trabajo sucio. No podría esperar menos de un toro salvaje como tú.

-...Se nota que no sabes que es estar al otro lado del arma.

-¿Eso crees…?

-Pero sabes una cosa… Roman me dijo algo que me llamó la atención de tu actitud… – Apuntó a Neo con su rifle, quien se sorprendió por ello. ¿¡Que estaba haciendo!?

-¿¡Qué haces!?

-Vine porque Roman me pidió que la recogiera. Pero ver que está confabulado con el enemigo… Solo hace que sea una vil traidora. – Su dedo en el gatillo parecía listo para poder apretarlo. – Así que solo me desharé de ella… A menos que actúes. Roman dijo que eras… ¿Cómo era la palabra? Oh sí, protector con la gente. Hasta tus enemigos.

-¡Bastardo! ¡Ella no…! – Issei miró a Neo, le decía con la mirada que se vaya. Pero ella no lo iba a hacer. Se quería quedar a pelear. – ¡No lo hagas!

-¡Probemos su teoría!

El disparo se oyó, a la vez que Adam sonrió y Neo no creía lo que veía. Issei se había interpuesto en el disparo por mero reflejo y este le dio de lleno en el hombro derecho, haciendo que él caiga en los brazos de la chica, quien lo atrapó, no creyendo lo que vio… ¿Por qué?

-Si, un idiota amable como él me dijo. – Adam cargó otro disparo. – Pero no importa, eliminaré a los dos y diré que se mataron entre ustedes.

Neo lo miró con odio y usando su Semblanza, ella creó una ilusión de que la zona se rompía, confundiendo a Adam. Que ya no los veía. Miró a los alrededores. Nada…

-...Parece que tienen suerte. – Bajó la mirada y vio algo que llamó su atención. Un Scroll.

Lo tomó y vio que era de ese muchacho… Vio su lista de contactos y sonrió al ver quien estaba entre ellos.

-Parece que podremos resolver las cosas antes de lo esperado, Blake. Y hacerte pagar la traición…

La suerte parece estar de su lado.

--

En un callejón, Neo llevaba con ella a un Issei que se estaba desangrando por el hombro derecho.

No sabe que la hizo actuar, quizás el que la salvó tenía que ver. No lo sabe. Pero solo puede pensar que le debe devolver el favor. Sea como sea…

Siguió avanzando, yendo a donde nadie los podrá encontrar para poder tratarlo como se debe.