Salutaciónes a todo aquel que lea este fic. Otro sabado otro capítulo y pues me alegra ver que poco a poco mas personas llegan a esta pequeña historia pero sin mas dilación
Todo esto era realmente confuso. Desde su "nacimiento", Penny ha llevado las cosas con lógica la mayor parte del tiempo. Y aún así no podía entender por qué Ruby Rose, su primera amiga, defendería a una… Existencia como lo era Issei Hyoudou de incluso el ejército Atlesiano. Lo formulará como lo formulará, él era una potencial amenaza. No sólo para Vale, sino para todo el mundo en general.
Aún recuerda el cómo la miró, ese fue el momento en el que sintió más miedo en su vida. Su presencia era algo que nunca había sentido y la forma en la que destruyó a los Atlesian Knight en cuestión de segundos la hizo temblar aún más, ya que por un momento se imaginó a ella en su lugar.
Y a pesar de eso, Ruby estaba molesta con ella, pudo verlo en su mirada cuando se fue a bordo del Bullhead. Sencillamente… No podía entenderlo. ¿Qué es en lo que estaba equivocada? ¿Qué podía significar ese tal Issei para la chica de caperuza roja? ¿Qué era lo que ella pudo ver en el que el General Ironwood no y lo que la llevó a lanzarse a aquel mar de llamas en la que se envolvió el castaño?
Hablando del mencionado general, no ha estado de buen humor. No solo tiene un lío de relaciones públicas, si no que el mismo concejo de Atlas se comunicó con él exigiendo saber sus motivos para, en sus no tan sutiles palabras, "Mandar al demonio" las relaciones entre Vale y ellos ya que fue un duro golpe que el consejo de Vale. Descartaran el sistema que ellos habían proporcionado para el Mayor festival en Remnant junto a exigir que retiraran todas sus unidades autómatas del reino y para mejorar el asunto le dijeron que una vez regrese a Atlas tendrán una charla muy seria sobre su eficiencia como comandante en jefe del ejército ya que permitió el escape de uno de los criminales más buscados en Atlas todo por atacar a un estudiante de primer año.
Las cosas no pintaban bien para el general pero lo que a ella más le preocupa en este momento es una cosa.
-¿Qué debería hacer? No quiero que Ruby me odie, pero de seguro no quiere verme…
Penny proceso y proceso todas las acciones a tomar posibles. Y así una bombilla se prendió encima de la cabeza de la chica, metafóricamente hablando.
-¡Cierto! Dentro de poco habrá un baile en Beacon y como participante en el torneo estoy invitada. Puedo aprovechar para poder hablar con mi amiga Ruby. ¡Esto será sensacional!
Con esto el ánimo de Penny regresó a su estado habitual, no esperando el momento para poder hablar con ella y que vuelvan a estar en… ¿Cómo era la palabra? Ah sí, en buenos términos.
-¿Por qué estás tan contenta? – Una voz femenina le preguntó a la chica de cabello naranja.
Cuando Penny dirigió su mirada a la puerta, pudo ver cómo una chica de su edad estaba ahí parada. Era de piel oscura, cabello corto, azul marino y ojos azules. También tiene una marca dorada que consiste en una forma ovalada rodeada por cuatro círculos más pequeños en el centro de su frente. Llevaba una boina azul, una camisa lisa de color blanco roto con botones dorados con cuello asimétrico, una falda de combate azul con cinturilla negra y guantes negros sin dedos hasta el codo con un reloj de pulsera en la mano izquierda y zapatos negros junto con botones dorados y blancos.
-Oh, no es nada Ciel, solo estoy emocionada por el baile que habrá en Beacon. Como "estudiante" de la academia Atlas tengo que estar presente, en especial ahora ya que las cosas están… Tensas.
-¿Lo dices por lo que pasó en el muelle? – Ella vio cómo la chica se tensó. Que fácil es de leer a veces. – No veo porque debas de estar tensa. Fuiste superada, lo cual es impresionante, pero tampoco es el fin del mundo.
-No dirías eso si hubieras estado presente… Si no hubiera sido por mi amiga Ruby y sus amigos, ni el general ni yo estaríamos presentes. – La nombrada Ciel vio con algo de asombro como Penny comenzó temblar. – Su presencia es algo que ningún humano o faunus en mi base de datos debería ser capaz de generar con su sola presencia te hace sentir que si te metes en su camino… Sufrirás de la peor manera posible.
-Si… Yo estuve en el gimnasio cuando el general nos mandó a espiarlo. Si bien admito que es… Algo guapo. No dudo en que también da bastante miedo. Y gracias a él nuestro tiempo en Vale se acortó increíblemente. – Esto último lo dijo mientras veía un reloj.
-Puede ser, pero aún podemos intentar cumplir con las órdenes del general. Podríamos aprovechar el baile para ver si hace algo raro. – Penny dijo eso pensando que esto serviría como una excusa para que la dejen ir y pueda hablar con su amiga Ruby. Si bien no le emociona la idea de encontrarse de nuevo con el castaño, realmente quiere resolver las cosas con su amiga.
-Puede ser… Pero si me lo preguntas, creo que tu presencia allí será lo que provoque una reacción negativa de él.
Esa declaración hizo que Penny se pusiera rígida. Cierto, cuando se interpuso entre él y el general fue cuando empezó a verla así… Demonios.
-¿Qué podemos hacer entonces Ciel?
-Ni idea. Honestamente no me gustaría tener que involucrarme más con ese chico, dado que ya declaró a todo Atlas como su enemigo.
-Pero… – Penny trató de pensar en alguna excusa para poder ver a Ruby de alguna forma, pero no había ni una sola donde no estuviera Issei involucrado… ¡Eso es! – ¿¡Y si tratamos de hacer las paces con él!?
-¿Enserio esa es tu mejor idea? – Ciel la vio con incredulidad. Se supone que ella debería ser una genio debido a su procesador, pero escuchar esa idea le hace replantearse ese pensamiento.
-¡Claro! Piénsalo, la razón por la que se molestó es por qué cree que somos una amenaza para él, y el general lo quería apresar en primer lugar porque piensa que es incontrolable. Por ende, lo más lógico es tratar de tener una relación de cordialidad con el. Yo estoy en buenos términos con él y él conmigo.
Ciel comenzó a pensar en el plan de la pelinaranja y podía ver que tenía sentido. Si le mostraban que no eran una amenaza para él, podría ser la solución para este lío de relaciones públicas y políticas, ya que por lo que ha podido ver y escuchar el parece ser cercano al director de Beacon y este era miembro del consejo. Tal vez de esa manera el director Ozpin pueda interceder por Altas si ve que se limaron las asperezas.
-Bien, me convenciste.
-¡Bien! – Penny alzó los brazos al cielo en señal de victoria.
-Pero si eso es así, entonces esperar al baile no es la mejor opción. Debemos hacerlo cuanto antes.
Al parecer no esperaba que su idea fuese tan buena, ella realmente no quería toparse de nuevo con él tan pronto. Pensó que tendría más tiempo, pero al final no será así para ella. Necesita hablar con su amiga Ruby y si esto es lo que tiene que hacer para lograrlo bien, que así sea.
-De acuerdo… ¿Pero cómo le haremos para llegar a Beacon? Seguramente tendremos el paso restringido.
-Hmmm… Déjame comprobar algo. – Ciel tomó una tablet que tenía en la parte trasera de su cinturón y comenzó a teclear algo de forma rápida. Tras unos segundos, ella abrió los ojos con algo de sorpresa. – Parece que tenemos la suerte de nuestra parte. Detecto la señal del Scroll de Issei Hyoudou aquí en Vale.
Penny vio a la chica con sorpresa. Vaya, pues sí que tienen suerte.
-¿Dónde está?
-Por lo que veo, se encuentra en una tienda de armas y Dust cerca de aquí. Perfecto, vamos ahora mismo.
-¿Deberíamos avisar al general?
-No creo que esa sea la mejor idea… – Ciel aún recuerda cómo de camino aquí escuchó al general maldecir todo mientras lanzaba algunas cosas. – Cómo sea, vámonos ya.
-¡Sí señora!
La pelinaranja siguió a la otra chica con entusiasmo, pero en el fondo estaba que se moría de los nervios. En verdad que no quería volver a ver al castaño, pero era su única opción de hacer las paces con su única amiga.
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En Vale, podemos ver cómo Ruby estaba aferrada al brazo de Issei. Por fortuna para él había convencido a Ddraig de permitirle salir sin las partes de armadura, ya que así no llamaría demasiado la atención en su… Cita con Ruby. Aunque no tiene claro si ir a por recambios para el arreglo de su arma se podría considerar una cita. Pero bueno, es Ruby, no debería sorprenderle que quiera ir a un lugar que tenga que ver con armas, pero bueno así es como es ella y así es por qué le gusta… Aún tiene que hacerse a la idea de sentir esto por sus 5 amigas.
Solo él se mete en estos líos. Aún no puede creer que Ddraig lo esté aconsejando en su vida romántica, puede ver que el muy bastardo ve su vida como si fuese una novela.
-Gracias de nuevo por acompañarme Issei.
-No hay problema Ruby. Hacía tiempo que quería ir a algún sitio contigo, además que se el cariño que le tienes a Cresent Rose.
La pequeña caperucita no ocultó la sonrisa y el sonrojo que le dio saber que él quería pasar tiempo a solas con ella. Desde que salió del hospital hace 3 días han podido notar como él parece ser más consciente de ellas cada vez que alguna de ellas hace algún intento de llamar su atención, él se sonroja y no sabe cómo decirlo, pero se le ve algo más… ¿Atento? No lo sabe, pero eso le alegra. Al parecer poco a poco Issei está sanando y esto solo le da esperanza para que él realmente llegue a verla como ella lo ve.
-Bueno ya llegamos. – Ruby señaló la tienda con un enorme cartel de neón, el cual vio Issei con incredulidad.
-¿"Devil May Cry"? Es una maldita broma o algo así, ¿Verdad? – Muy bien, se rinde. ¿Qué sigue? ¿Que también existan los genios de la lámpara? El multiverso es un lugar muy extraño.
-Nop. Es una de las mejores tiendas de armas aquí en Vale, además aquí podré encontrar las piezas necesarias para reparar a mi bebé. – Dijo mientras tomaba su arma desde su cintura y la acariciaba contra su mejilla. – También quiero hacerle un par de mejoras.
-De acuerdo entonces… Entremos de una vez.
Nada más entrar al local, Issei pudo notar varias armas de aspecto antiguo en exhibición. Como seguidor de la saga, pudo reconocer varias de esas armas como lo eran Alastor, Ifrit, Agni Rudra, entre otras armas icónicas.
-Es un lugar… Pintoresco – Solo espera no toparse con cierto albino adicto a las pizzas y al helado de fresa, eso ya sería demasiado.
-Lo sé, por eso me gusta venir aquí. Es tan retro. – Issei pudo ver estrellitas en los ojos de la chica y simplemente sonrió.
-Buenas tardes. ¿En qué puedo ayudaros?
Issei vio a quien les habló y… Bueno, no era quien imagino, pero no estaba muy lejos. Vaya, nunca espero ver una Red Queen real.
-Buenas, nos gustaría conseguir estas piezas por favor. – Ruby le entregó una lista… Algo larga al tendero, quien soltó una risa y fue a la parte de atrás a buscar las piezas.
-Debo decir que parece un buen tipo. – Issei vio cómo la chica parecía algo distraída mientras sostenía una de las armas. – ¿Ruby?
-Hey Issei… ¿Realmente quieres ir al baile con todas nosotras? – Preguntó mientras jugaba con uno de sus menciones y su rostro estaba adornado de un tenue sonrojo y sus ojos brillaban… Ruby, tu ternura será causa de su muerte.
-Si Ruby. Si bien no me emociona la idea de parecer un pingüino durante unas horas. – Ella solo río un poco por la pequeña broma. – Creo que es una buena forma de compensarlas a todas ustedes por las molestias que les doy. Además, ¿A qué chico no le gustaría bailar con 5 hermosas chicas?
La caperucita se sonrojo completamente ante esas palabras. ¿Así que Issei la considera hermosa? Demonios, no podría estar más feliz ahora mismo.
-Lo único malo de esto es que tendré que usar tacones… ¿Cómo es que Weiss puede luchar con esas cosas? – La vio hacer un puchero. Cuando termine el día necesitará insulina. ¡Mucha!
-Meh, lo que importa es que pasemos un buen momento los 6. Solo espero que ninguna me mate cuando les pise los pies, después de todo soy pésimo bailarín.
-Dudo que seas peor que yo.
-Vamos, nadie es peor bailarín que yo. Apuesto que comparado conmigo eres toda una profesional.
-Na ha. Te aseguro que si puedo ser mala. Solo iba a esos eventos cuando Yang me obligaba y nunca bailaba.
Ambos, por alguna razón que ni ellos mismos podían discernir, se vieron a los ojos algo molestos con el otro. Solo para segundos después ponerse a reír.
-Jajaja. Bien entonces, ¿Por qué no practicamos cuando volvamos a Beacon?
-Me parece bien. Qué mejor forma de practicar que con una pésima bailarina como yo, ¿Verdad?
-Jajaja, pues seamos pésimos juntos. Total, ¿Qué podemos perder? Tal y como lo veo yo, solo importa que nos divirtamos.
-Oh ten por seguro que voy a divertirme. Después de todo bailaré contigo… – Ruby sintió cómo la vergüenza la golpeó al momento que esas palabras salieron de su boca. – ¡Q-quiero decir que…!
-Yo me siento igual… – La chica lo vio con asombro. – Sabes que eres alguien muy especial para mí Ruby fuiste mi primera amiga después de que me quede solo, realmente agradezco que nos hayamos encontrado en Beacon aquel día.
-Issei… – Se sintió conmovida por aquellas palabras.
De repente sintió como la mano del castaño se posaba delicadamente en su mejilla y la hacía verlo. Sus ojos plata se encontraron con los ojos ámbar del chico, el cual le estaba sonriendo dulcemente.
Poco a poco ambos empezaron a acercar sus rostros mientras tenían un sonrojo y cerraban poco a poco los ojos. Sus labios estaban solo a escasos centímetros cuando…
-Ejem.
-¡¡AH!! – Ambos se separaron de un salto, con la cara completamente roja vieron como el tendero los veía con una expresión divertida.
-Normalmente no soy de los que cortan el momento, pero ya traje las piezas que encargó, señorita. – Dijo mientras mostraba el carrito con las mencionadas piezas.
-C-claro… Gracias…
Ella respondió como pudo antes de ir a la caja a pagar. Issei por su parte solo pudo maldecir por lo bajo el haberse dejado llevar. No niega que le gustaría besar a la chica, sus labios se veían muy suaves y… Ok, céntrate Issei.
Fue entonces cuando le pareció ver una conocida cabellera naranja por el rabillo del ojo. Chasqueo con la lengua, mostrando su fastidio. ¿Qué no les quedó claro la advertencia del muelle o acaso tienen tendencias suicidas? Con lo bien que estaba yendo la cita.
-Bien, ya lo tenemos todo.
-Perfecto. Entonces… ¿Quieres ir a algún otro lado?
-Pues… – Ruby medito por un momento el lugar a donde podían ir ahora. – ¿Qué tal la cafetería que hay un poco más arriba de la calle? Oí que hacen un pastel de fresa riquísimo.
-Eso suena bien. Vamos entonces.
La caperucita rodeo el brazo izquierdo del castaño y se fueron de la tienda tras agradecerle al tendero, el cual los vio irse con una pequeña sonrisa. Que bueno es ser joven.
Cuando ambos adolescentes salieron de la tienda, tanto Penny como Ciel salieron de detrás del callejón donde se escondieron. La pelinaranja seguía un poco asustada al ver al castaño de nuevo, pero se podía ver un pequeño sonrojo en sus mejillas. Parece que llegaron en medio de una cita.
-Tenías razón Ciel, si que estaba aquí. (Y además Ruby también, que suerte.) – Pensó con alegría. Parece que podrá arreglar las cosas con Ruby también.
-Si… Aunque parece que llegamos en un mal momento…
-¿A qué te refieres?
-¿Cómo que…? ¡¿Que no viste lo que estuvieron a punto de hacer hace un momento?!
-...¿Te refieres a cómo trato de quitarle algo del ojo?
La chica la vio como si le hubiera crecido una segunda cabeza. ¿En serio eso es lo primero que se le viene a la cabeza al ver a esos dos en esa situación?
-Definitivamente tu base de datos necesita una actualización. Al parecer están a mitad de una cita y estaban apunto de besarse.
-¿Besarse? Voy a buscar, dame un momento.
-¡Espera, ahora no! – Tarde. La chica pareció haber entrado en un trance que, obviamente, se trataba de ella buscando información de esa palabra. – ¡Maldita sea! Menos mal que aún puedes moverte en ese estado. – Refunfuño mientras la tomaba de la mano y la hacía moverse. No pueden perderlos de vista ahora.
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En Beacon, se puede ver como el resto de los equipos RWBY y HVNL estaban en la biblioteca pasando el tiempo. Con Weiss revisando sus apuntes, Blake leyendo uno de sus libros y Yang jugando con Nora con sus Scrolls y Pyrrha estaba vigilando a su amiga para que no hiciera una locura. Por su lado el único chico en el grupo también estaba leyendo un libro, pero al ver como 4 de las 5 chicas presentes tenían una gran sonrisa en su rostro decidió ir en contra de su buen juicio y…
-¿Puedo saber por qué todas están así de felices?
Todas pasaron su vista sobre él y continuaban con esa sonrisa… Ok, ya le están dando miedo.
-Eso es obvio Renny, eso se debe a que nuestro líder intrépido les dijo que sí asistirá al baile y que bailara al menos una canción con todas. – Nora fue la que decidió responder a su amigo de toda la vida mientras les mandaba una mirada coqueta a las demás.
Esa declaración sonrojo de sobremanera a las 4 que pasaron a ver feo a Nora, la cual solo soltó una carcajada.
-Bueno eso es cierto, pero también porque desde lo de los muelles Issei se nota más tranquilo consigo mismo.
-Eso es cierto, aunque no me quejo de verlo así. Me pregunto, ¿Qué fue lo que lo ayudó? – Yang puso una pose pensativa al decir ello.
-Creo que eso tiene que ver con su pelea con Adam. – Todos se tensaron ante eso, ese tipo realmente estaba a otro nivel. Tuvieron suerte que Issei llegará justo a tiempo. – Durante esta Issei menciono algo de no volverse alguien como él, que vive atrapado en su dolor del pasado. Creo que pudo ver en qué si seguía así podía terminar como Adam.
Todos tuvieron que darle la razón a Blake, pudieron notar como el castaño intentó dialogar con ese sujeto, pero parecía que esas palabras estaban más dedicadas a él mismo. Como si se estuviera diciendo que era hora de seguir adelante.
-En fin, no importa, lo que importa es que podré bailar con mi futuro esposo. – Weiss parecía que estaba atrapada en su imaginación con la imagen del castaño usando ese traje que le quedaba tan bien, ambos danzando al son del vals y al finalizar la música sellarían su amor en un beso puro y casto.
-¡¡Que no se te olvidé que también bailará con nosotras Ice Queen!! – El grito de Yang sacó de su ensoñación a la peliblanca que pasó a verla con fastidio. – Aún no me creo que básicamente nos invitara a todas a salir, no es que me queje pero fue algo repentino.
-Puede ser cierto Yang, pero bueno es un inició. Al parecer todas tenemos aunque sea una pequeña esperanza. – Pyrrha comentó feliz mientras recordaba el beso que le dio por accidente al castaño. Puede que no imagino que así sería, pero no se queja.
-Y fue justo a tiempo, después de todo el baile es mañana y ya me estaba hartando el tener que rechazar invitaciones. – Claro, te creerían si no pareciera que pareces inflar tu ego rubia.
-Las que deben de estar más felices son Blake y Weiss. Digo, con solo decir que irían con nuestro líder intrépido, ciertas molestias no se les han acercado. – Nora mencionó recordando la cara de espanto que pusieron los dos intentos de casanovas al saber que ellas irán con el castaño. Hubiera querido tomar una foto para no olvidar el momento… Oh esperen, ¡Si lo hizo! La cara de pánico de esos dos es su nuevo fondo de pantalla.
-Tch, espero que con eso entiendan que no estamos interesadas en ninguno de ellos. Solo tengo ojos para mi Alfa y futuro padre de mis gatitos.
-Dejando de lado eso último, es verdad. Ya es tiempo que ese mujeriego entienda que solo existe un hombre al que le daré todo de mí y ese es mi futuro esposo. – Weiss declaró decidida y con un pequeño sonrojo volviendo a imaginar al castaño en traje. – Si esposo mío, acepto ser tu esposa. ¡Ahhh~!
Todos vieron con una gota de sudor él como la heredera parecía perderse de nuevo en su mundo de fantasías… ¿Eso es sangre saliendo de su nariz?
-Al parecer Weiss es una pervertida de clóset, ¿No crees Renny?
-Por todos los cielos Nora, no hagas comentarios como ese. – El chico ninja solo se llevó ambas manos a la cara mientras su amiga soltaba una gran carcajada. – Por cierto, ¿Creen que haya sido una buena idea que Issei haya ido a Vale? Digo, sé que va con Ruby, pero no me fio nada de ese general.
-Meh, Ruby es la más inexperta entre todas nosotras. Apuesto que lo está llevando a ver armas y cosas así. Y en cuanto a ese general de juguete, según escuche el consejo lo tiene vigilado para evitar que cometa otra estupidez. El tipo sí que se las arregló para meter la pata. Tch, se lo merece por querer arrestar a Ise y dejar escapar a ese maldito.
Yang habló con veneno en su voz. Ese general idiota se había ganado un lugar privilegiado en su lista negra personal, así como en la de los demás.
-Recuerdenme usar mis contactos para disminuir el cargamento de Dust a la milicia. Hmph, a ver si así aprende a no meterse con mi futuro esposo.
-Una vez que tus padres se enteren que deseas casarte con un faunus no creo que tus contactos sirvan de algo. – Pyrrha dijo algo bastante cierto. Pará nadie es un secreto como los faunus ven a la familia de Weiss.
-¿Tengo cara de que eso me importe? Issei es el único hombre que me ve por quien soy y no por mi apellido. Aun si llegara a perder mi lugar como heredera de la compañía, lo tendré a él y además… Creo que Weiss Hyoudou suena mejor. – Si bien estaban muy sorprendidas por esta declaración de Weiss, no les cayó muy en gracia esa última afirmación.
-Tonterías. Yang Hyoudou si suena bien.
-Blake Hyoudou es mucho mejor.
-No. Pyrrha Hyoudou se escucha más apropiado.
Las 4 chicas se vieron desafiantes mientras Ren y Nora hacían más que observar en silencio. El primero soltando un suspiro de cansancio y la segunda mientras comía unas palomitas… ¿De dónde saca todas esas cosas?
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En medio de un páramo desértico de una coloración púrpura y cubierto por un manto oscuro con grandes cristales de Dust que se alzaban hasta el cielo, se encontraba un castillo que parecía surgir desde la misma tierra. Esta era Grimms Land, un lugar donde los Grimms proliferan en abundancia y ese castillo le pertenecía a la regente de estas tierras.
Y esa persona actualmente se encontraba caminando con total tranquilidad por los pasillos de aquel lúgubre castillo, viendo de vez en cuando algún que otro Nevermore pasar por las grandes ventanas. Así siguió su camino hasta llegar a una enorme puerta, la cual abrió sin mucho esfuerzo. Pudo ver dentro de la sala a 3 hombres, cada uno muy diferente del otro.
-¿Nos llamó mi Lady?
Quien le habló era un hombre alto, de mediana edad, de complexión delgada y piel ligeramente bronceada. Tenía el pelo corto, negro y gris, así como un bigote y cejas espesas, y ojos verdes. Sus pantalones eran del mismo color que su abrigo. Su abrigo de botones amarillos y sus guantes sin dedos hacían juego con sus zapatos cordobeses, debajo de los cuales calzaba medias amarillas.
-¿Cuáles son sus deseos mi Diosa?
El que hablo era un hombre pálido con ojos dorados y una cola de caballo marrón trenzada para parecerse a la cola de un escorpión. Viste una chaqueta blanca sin mangas con cinturones de cuero atados a ella, junto con pantalones blancos. Su chaqueta se deja abierta, dejando al descubierto su pecho desnudo, que está atravesado por cicatrices prominentes. Sus brazos están cubiertos con vendas color crema y brazaletes de cuero. También usa botas de cuero que cubren toda su espinilla con rodilleras.
En cada lóbulo de la oreja hay un arete plateado en forma de anillo, y cerca de la parte superior de su oreja izquierda hay otro arete a juego.
Se veía que era un Faunus cuya característica era la de un escorpión. Además que su mirada denotaba que no estaba bien de la cabeza.
-¿Ha sucedido algo señora?
El último era un hombre alto y musculoso de mediana edad. También era inusualmente grande y ancho. Tenía cabello castaño corto, barba y ojos color avellana. Sus brazos peludos tenían grandes cicatrices corriendo por ellos, vestía un abrigo verde oliva de dos tonos sobre una camisa negra de manga 3/4 y un cinturón grande. Sus pantalones eran negros, con una bolsa atada a cada pernera, y sus botas eran marrones con frentes blancos. Algunas de sus cicatrices cerca de los bordes de las mangas son visibles.
- Los he llamado para decir que nuestros planes actuales ya no son posibles. – Salem habló sin rodeos.
Ante esas palabras los tres abrieron los ojos en sorpresa, aunque era el Faunus escorpión quien parecía que deseaba despedazar algo ante estas noticias.
-¿Cómo es eso posible mi lady? La información que conseguimos era infalible, incluso alguien como esos mocosos deberían ser incapaces de arruinar todo.
El hombre de mediana edad habló, no ocultando el descontento en su voz, después de todo él había sido el que consiguió los diseños y especificaciones del sistema de Atlas.
- Simple Watts, Ironwood es el culpable más claro. Dado que sus acciones hicieron que Ozpin pierda su confianza en él, a la vez que decía que no deseaba nada de Atlas regulando el torneo.
Ante la mención del director de Beacon el hombre de mayor tamaño apretó los puños, mientras su rostro adquirió una expresión de odio puro.
- Baja tus deseos de venganza Hazel. Ahora no es el momento, Ozpin ha recuperado la chispa de lucha que pensé había perdido. – Salem miró al hombre más grande, para que no haga una estupidez.
-¿Qué quiere decir mi lady?
-Al parecer, hay un factor que no conté. – Salem caminó para verse ante el vidrio del lugar. – Un mocoso parece ser el responsable. Y no lo preví.
-¡Imposible! ¡Su magnificencia es incapaz de cometer un solo error y es impensable que un simple mocoso pueda meterse en el camino de su grandeza mi Diosa!
El Faunos escorpión se paró violentamente mientras preparaba sus armas y parecía listo para saltar por la ventana e ir directamente por aquel que osaba meterse en el camino de su Diosa.
-Dejemos que hable Tyrian. – Watts alzó la mano, para que el faunus no haga una estupidez.
-¿De quién habla? ¿Que tiene que ver ese chico con que Ozpin haya recuperado su deseo de lucha? – Hazel sonaba molesto, dado que pensó que estaría más cerca de matar a ese sujeto.
-Su nombre es Issei Hypudou, y en palabras de la misma Cinder, lo llaman el "Demonio Rojo". – Salem se giró para verlo. – Y parece ser que no es exageración.
-Por favor, seguro Cinder exagera para ocultar su incompetencia. Un solo chico no puede generar tanto caos.
- Watts… Cierra el pico. – Los ojos de Salem brillaron, no estaba para estupideces. – Ese chico derrotó a Adam Taurus, solo…
Muy bien, eso sí llamó la atención de todos en la sala, incluso en la del llamado Tyrian. Pasaron a ver a Salem con los ojos abiertos. Esa era una noticia que no esperaban.
-Eso no puede ser. – Hazel trató de entender lo que había oído. – ¿Me dice que un niño derrotó al que es uno de los mejores guerreros de la actualidad? Eso es…
- Una locura. Lo sé. Pero no… Cinder lo ha estado investigando todo lo que ha podido. Y hay algo que me llama la atención de él. Y es que no se sabe nada de su existencia hasta su llegada a Beacon.
-¿Nada? Pero eso no es posible, incluso los que nacen fuera de los reinos dejan algún rastro.
- Ozpin está metido. Lo sé… Y sabe que ese chico es vital, por eso lo ha protegido hasta del mismo Ironwood. El muy idiota trató de arrestar al muchacho cuando derrotó a Adam, haciendo que el faunus huya. – Salem se llevó las manos hacia la espalda, pensando en lo que había oído.
-Está diciendo que realmente todos nuestros planes y meses de meticulosa preparación, se fueron al diablo… ¿Por un adolecente? – Watts se sobó los ojos, eso no era posible.
-Uno que al parecer, sobrevivió una semana en el Bosque Infernal.
-...¿Está completamente segura de eso mi lady? Ni Tyrian se atreve a entrar ahí y es Tyrian del que hablamos.
- ¿Deseas que te lance al vacío…? – La mujer afiló la mirada, como osando que la contradiga.
-N-No… Solo… Usted misma sabe que nadie se mete en un lugar así. Es lo más cercano a lo que está en este reino y… – Watts trató de excusarse, pero Salem lo interrumpió.
- No solo eso. Si no que he sentido que la población de Grimms fue diezmada y los que quedaron se han escondido, como esperando ganar fuerzas para ir de nuevo por ese mocoso. ¿O acaso quieres ir tú mismo e inspeccionar a detalle el área?
-Le creo… – Y eso era lo que Watts piense que esto es serio.
-Pero eso solo llega a ver que ese chico es algo que no es normal. ¿Sabe algo más? – La pregunta de Hazel la hizo pensar… Solo una cosa.
- Solo una cosa, que al parecer tiene los instintos de una bestia. Que buscará destruir a quien se atreva a meterse en su camino y eso es algo que podemos usar para nuestro beneficio.
-¿Qué tiene en mente mi Diosa? – Tyrian sonreía emocionada a la idea que puede tener la mujer.
- ¿Qué mejor forma de crear miedo que con el enfrentamiento de dos bestias salvajes?
-¿Desea que despertemos a esa cosa sin el miedo de la gente? Pero sabe que… – Watts se quedó mudo. – No lo podremos controlar.
- Lo único que nos debe importar es que la gente sepa su lugar en este mundo y ese es estar debajo de mi y de mis Grimms, ya después podremos controlar a esa cosa. La prioridad es eliminar a ese chico antes que sea una verdadera amenaza.
Salem tenía su meta clara. Y le importaba poco lo que deba de hacer, tiene que asegurarse de hacerse con el poder de la Fall Maiden y también de hacerse con lo que Ozpin había protegido en Beacon.
Los tres hombres se miraron y…
-...¿Qué desea que hagamos?
- Tyrian y Hazzel. Ustedes partirán a Vale cuando inicie el festival y se encargarán de ese chico. Y de paso Tyrian, diviértete todo lo que gustes en la ciudad.
-Eso es lo que deseaba oír mi Diosa. – El faunus sonaba muy feliz de oír eso.
-¿Que puedo hacer yo mi Diosa? – Watts preguntó con algo de intriga.
- Dices ser el mayor genio del mundo, ¿No? Pues deseo que averigües todo sobre Issei Hyoudou. Si Ozpin está ocultando su pasado, tiene que ser por algo, no aceptare fallos Watts.
-Delo por hecho. Usaré todos mis recursos. – El hombre dio una reverencia, a la vez que pensaba en que métodos podría usar para hacerse de esa información.
-¿Y qué desea que haga yo? – Hazel se cruzó de brazos.
- Tú evalúaras la fuerza del chico. Quiero que lo enfrentes y me digas de lo que es capaz, eres el músculo de este grupo por una razón.
-Veré la oportunidad. No se preocupe. Es el festival, muchas zonas de Vale quedarán libres para que yo pueda hacer algo.
-No me falles Hazzel y recuerda, irás solo para evaluar a Issei Hyoudou y a nada más. ¿Queda claro?
Sin más que decir, Salem se giró dando la espalda, demostrando que la reunión había acabado. Y los tres hombres lo sabían, se retiraron del lugar, dejando a Salem pensativa.
Parece que el festival será más divertido de lo que pensó.
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De regreso a Vale, se ve como Ruby estaba comiendo con mucha alegría el pastel de fresas que había pedido. A la vez que Issei le daba un mordisco al pastel.
-No bromeabas cuando dijiste que estaba bueno...
-Te lo dije, Yang y yo solíamos venir aquí antes de que entremos a Beacon. Ya sabes antes de tener tanta tarea. A veces pienso que los maestros disfrutan vernos sufrir por todas esas tareas aburridas. – Ruby hizo un pequeño suspiro en queja de que extraña su tiempo libre.
Issei rio ligeramente, aún recuerda sus días de su escuela media y admite que era menos tedioso que la secundaria. Pero ahora lo extraña un poco.
-...Issei. – Él la miró con duda. – Dime, ¿Cómo era tu familia? – Se sorprendió al oír esa pregunta. – Perdón… Es que deseo saber más de ti y… Puedes negarte a responder si…
-No te preocupes, solo me tomaste con la guardia baja. Bueno, ¿Por dónde podría comenzar? – Meditó la pregunta y… – Creo que es justo decir que mis padres eran… Normales por así decirlo. Nada especiales… Era de una familia común. El tercer hijo de la familia, pero el único que nació…
-¿Qué? – Ruby parecía algo impactada. No esperaba eso.
-Cuando crecí, de casualidad vi entre las cosas de mis padres registros de que mi madre había tenido embarazos previos, dos. Pero en ambos, perdió a los bebés. Mis hermanos mayores. – Issei miró a la ventana y se mostró algo triste.
-Issei… – Nunca le gustaba verlo con esa expresión, le hacía doler el corazón.
-Les pregunté sobre eso y me dijeron que mi madre tenía dificultad para tener hijos. Ellos pensaron en rendirse tras el segundo fallo, pero por cosas de la vida quedó embarazada una tercera vez. Y dieron todo de sí para que esta vez sea un éxito. Y nací yo… Jejeje. Me llamaron Issei porque deseaban que viviera siendo honesto. A veces siento que exageraron…
-Ese nombre te queda a la perfección. Esa honestidad tuya es lo que más me gusta de ti, ya que sé que si me dices un cumplido, este viene del fondo de tu corazón.
Ruby lo vio con cariño mientras un pequeño sonrojo adornaba sus mejillas, era una vista peligrosa para el corazón del castaño.
Issei se sonrojo un poco por lo que ella dijo y él se rascó la nuca.
-...Sabes, a veces siento que… Les dí demasiados problemas. No sacaba buenas notas, era malo en los deportes. Y mis tendencias pervertidas daban problemas. Aunque por lo que sé eso es de familia… No me podían culpar…
-¿Cómo es eso de familia? – Ruby ladeo la cabeza al no entender eso.
-...Mi abuelo era tan pervertido que mi padre temía que tuviera un hijo ilegal por ahí. – Ruby parpadeó al oír ello. – Mi padre siempre soñó con estar rodeado de bellas mujeres… – Ahora ella estaba roja. – Y mi madre, por lo que oí… Parecía gustarle vestirse de manera seductora ante mi padre… Que horrible es pensar eso… – Issei tembló al ver a esos dos una vez en algo íntimo, el trauma…
-Honestamente… No se que decir. – Ruby se miraba confundida y algo perturbada al imaginarse que su padre tuviera un pasado que no conociera… Es mejor dejar el pasado sin mover.
-No digas nada… Es mejor. Solo puedo decir que todo miembro en la familia Hyoudou… Somos unos pervertidos sin remedio. Y creo que eso también será con quien me case… Ya es tradición según lo que mi abuela me decía. – Issei recordó a su abuela, quien sabe era una mujer que seducía hombres por dinero hasta que se casó con su abuelo…
Ante la mención del matrimonio, la imaginación de Ruby comenzó a volar. Con ella en un vestido de novia que había visto en varias revistas que Weiss tenía guardadas bajo su cama, al lado de su diario, y a su lado estaba el castaño en un traje negro. Ambos estaban frente al altar donde esté le prometía estar a su lado para siempre…
La cosa es que esa tierna imagen comenzó a subir de tono cuando recordó la plática que tuvo con la señorita Goodwitch… Al parecer ya no es tan inocente.
Issei vio como Rby parecía estar en un sueño muy maravilloso por la expresión, parece que dijo algo que despertó algo. Se encogió de hombros y miró hacia un lado. Volvió a ver ese cabello naranja y tuvo un tic en el ojo… ¿No se van?
-Ruby…
-¡Acepto! – Dijo ella tras estar en la mejor escena.
-...¿Qué…?
¡N-nada! ¿Qué pasa Issei? – Ruby estaba que quería que se la tragara la tierra por su pequeño desliz.
-Dime una cosa. ¿Conoces a la chica que nos está siguiendo y que está usando un mal disfraz de lentes raros con bigote y a la de uniforme azul?
Ruby parpadeó y miró en la dirección que él estaba señalando de manera discreta. Vio que era…
-...Penny… – Endureció la mirada y se mostraba molesta.
-...¿No es ella la que me quiso apresar hace unos días? ¿De dónde la conoces? – Issei alzó una ceja, mientras bebía de su refresco.
-...Si es ella y la conocí el día en que pasó lo de Blake. Ella nos ayudó a buscarlos al día siguiente.
-Ya… Pues parece que no es muy sutil. Es peor que ustedes en espiar.
-...No éramos tan malas.
-Ruby, olvidaron que las podía oír. Y los disfraces eran muy obvios. – Issei alzó una ceja al decir ello.
La pobre chica solo escondió su rostro con su caperuza y soltó un grito de vergüenza, ya acaben con su suplicio.
Dejando eso de lado, Issei miró a la chica que parecía tratar de ver que pasaba. Y de alguna manera, sentía que le tenía miedo. Y eso solo lo hizo sentirse mal. Al final, ella solo seguía órdenes de ese general. Quizás exageró al tratar de despedazarla.
-Dime… ¿Es tu amiga?
-Eso pensé… Pero ella te lastimó aún cuando le dije que no eras peligroso. – Si bien parecía molesta, también se le notaba triste por la situación.
-No olvides que está bajo órdenes de ese general de cuarta. Y admitamoslo, estaba fuera de mí cuando todo pasó. Y de seguro no di la mejor impresión en el muelle. – Ruby bajó la mirada y… – Vamos.
Issei la tomó de la mano y la llevó hacia la dirección donde estaban Penny y esa chica.
-¿Eh? ¿Estás seguro Issei? No tienes que ayudarme con Penny.
-Se ve que quieres arreglar las cosas con ella. Y a su vez, deseo pedir perdón por lo que hice. Esto es en parte mi culpa. Confía en mí.
Y ahí está de nuevo esa amabilidad tan característica. No importa si no es su problema, si puede ayudar a alguien lo hará con una sonrisa. Y eso es lo que la hizo enamorarse de él.
-Esta bien Issei, siempre confiaré en ti sin importar que. – Le dedicó una sonrisa porque para ella, él era la persona más confiable en el mundo.
Issei sonrió y la llevó a esa mesa. Espera que esto no lo meta en problemas…
Por su lado, Ciel estaba tratando de que Penny se quite ese estupido disfraz.
-No es necesario que uses eso.
-Pero en la data que adquirí decían que esto es lo que debo de usar al estar de espionaje.
-¿¡De donde sacaste esa información!?
-¡De una caricatura!
Cuenta a 100 Ciel, no puedes dañar a Penny. Ella es un activo valioso de Atlas, respira y exhala. Paz interior… Eso es, todo está bien en el mundo.
-...Saben, si esto es lo mejor que Atlas puede dar en el espionaje, me preocupa mucho su sistema de seguridad.
Ambas se tensaron al oír esa voz. Se giraron lentamente para verse con Issei, quien estaba cruzado de brazos. Ruby estaba a su lado, mirando a Penny con rareza por el disfraz que llevaba.
-Ah… Ah… – Ciel trató de decir algo, pero su mente solo le mandaba la imagen de él siendo… Ese ser que destruyó a ese chico.
-Miren, no vengo a pelear, solo quiero charlar. – Issei levantó los brazos en son de paz para mostrar su punto. – ¿Podemos sentarnos?
-¿De verdad? – Penny preguntó sin creerlo. - Ahm… Ciel… ¿¡Ciel!?
La chica vio como la chica se desmayó con los ojos abiertos en medio de tratar de decir algo.
-...Eso no era lo que esperaba… – Issei sentía que era mejor ser llamado pervertido que dar miedo a la gente…
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Tras unos segundos…
-Lamento eso. – Ciel estaba despierta, con un vaso de agua tras recuperar la consciencia. – Es que… La primera impresión que dejó en mí, no es muy agradable.
-Ammm. ¿Segura que estas bien? ¿No necesitas que te llevemos a un médico? Y descuida, lo entiendo… No fui para nada sutil, en especial al final de la exhibición.
Issei se rascó la nuca con algo de pena. Y Ciel pudo notar que no se veía tan terrorífico. Hasta admite que… Es su tipo, dado que le gustan los chicos salvajes. Su sonrojo era notorio.
Ruby frunció el ceño al ver ello… ¡Él es suyo!
-Amiga Ruby. – Penny habló antes que la pequeña pudiera decir algo. – Yo…
-¿Qué haces aquí Penny? – Ruby preguntó sonando sería y con su vista fija en la pelinaranja.
La chica se mostró algo dolida por el tono que Ruby usó. Bajó la mirada sin saber qué decir. Hasta que…
-A ver, Ruby. – Issei puso su mano en la cabeza de la chica para que se calmara. – Vinimos a hablar, no a que te pongas a la defensiva.
Ruby lo miró y soltó un suspiro. Debe de calmarse…
-Tienes razón, perdón Issei. – Volvió a poner su vista en la pelinaranja, que aún se miraba triste. – Penny, ¿Hay algo que quieras decirme?
-...Yo… Lo siento. – La chica bajó la mirada más. – Lo que pasó hace unos días. Yo… Solo seguía órdenes. No sabía lo importante que él era para ti Ruby. – La chica se sonrojo e Issei dio una tos. – Pero… No quiero que estés molesta conmigo… Eres mi primera amiga y… No deseo que me odies.
A esas palabras, Ruby suavizó la mirada. Tomó aire y solo pudo decir lo que sentía era lo mejor.
-Sé que no es tu culpa, es de ese general… No negaré que si me dolió el ver cómo fuiste contra Issei pero… Lo entiendo Penny. No es algo que tu hubieras querido hacer.
-¿Me perdonas? – La mirada de Penny se iluminó al preguntar ello.
-Si Penny, te perdono. – Le dedicó una sonrisa sincera que alegró a la pelinaranja, que saltó de su asiento y procedió a abrazar a Ruby con todas sus fuerzas…
-¡Gracias amiga Ruby! – Se oía el como los huesos de la chica crujían, eso debía doler…
-¡También te quiero Penny, pero mi espalda! – Es peor que los abrazos de Nora, cosa que pensó que no era posible.
-¡Oh perdón! – Soltó a la chica, quien trataba de recuperar el aire. A su vez que pasaba a ver a Issei, quien parpadeó. – Ahm…
-...No tienes que pedir perdón.
-Pero…
-No es necesario. – El castaño movió la mano. – Es el general que está en mi lista negra. Lo que dije esa vez, estaba molesto. Pero no pienso atacar a Atlas… Olviden lo que dije. Solo no hagan que ese Iron Pingüino se acerque a mí. – Se encogió de hombros, dado que le daba igual el resto.
Ninguna de las tres chicas pudo evitar soltar una pequeña risa ante el insulto del castaño. Se notaba que no tenía en buena estima al general.
-Por cierto Penny, ¿Porque hueles tanto a metal…?
A esa pregunta, la chica se tensó y Ciel se quedó muda. Ruby alzó una ceja. ¿Qué quiere decir?
-No… No sé de qué hablas… *Hic* – Fue la respuesta de Penny, pero Issei no le creyó. ¿Qué oculta?
-Me enorgullezco de mi olfato y puedo estar totalmente seguro que hueles a metal, que casi pareciera que estuvieras hecha de él.
-Yo… Yo…
Penny estaba nerviosa y estaba por huir para no responder, solo para que un grito los saque de su trance. Una de las camareras tropezó e hizo que varios platos salieran volando hacia ellos.
Issei estaba por alzar las alas para protegerlos, pero Penny atrapó todos los que pudo, aunque uno le dio en la cara, haciendo un corte…
-¡Perdón! ¡Lo lamento mucho! – La chica pedía perdón por su error.
-¡No importa! ¡Penny estás…!
Issei tomó a la chica de la mano y le entregó a la camarera dinero, que cubría mucho y la sacó del local.
-¡Issei, espera! – Ruby salió tras ellos, con Ciel yendo también. ¡No puede dejar que ellos sepan la verdad!
Ya lejos del restaurante Issei entró a un callejón y ahí soltó a la pelinaranja. Donde pudo ver que en su rostro, justo en la zona del corte no había sangre si no que se podía ver algo gris debajo de su piel… Era metal.
-Eso es… – Issei se sorprendió al ver que era eso… ¿Qué es lo que…?
-Yo…Yo… – La pelinaranja parecía incapaz de hablar, nunca espero ser descubierta tan fácilmente.
En eso momento, las dos chicas llegaron. Ciel maldijo todo y Ruby dio un jadeo… ¿Qué es lo que…?
-¿Penny? ¿Qué es lo que…?
La pelinaranja desvió la mirada, sentía que quería hacer algo. Pero a la vez, era como si sus ojos no pudieran emular eso que su sistema deseaba mostrar.
Hasta que sintió como alguien ponía una mano en su cabeza y ella alzaba la mirada.
-¿Te encuentras bien? – Pudo ver qué era el castaño quien le hizo la pregunto y parecía preocupado por ella.
-¿No me tienes miedo?
-Nah. Creeme, dudo que des miedo. Es más, creo que deberías decir que eres. Ruby y yo no diremos nada. Estás entre amigos. – Issei no le veía lo malo a lo que estaba pasando.
-¿Amigos? ¿Quieres ser mi amigo? – Penny lo vio con asombro y confusión. Nunca se esperó que él dijera eso.
-Bueno… Ruby te ve como amiga, así que… Es por algo. Si algo sé, es que ella ve lo mejor de la gente.
Ruby sonrió al oír eso. Pero Penny no supo que la poseyó para abrazarlo, no con esa fuerza que siempre usa, sino con suavidad. Era raro…
-...Ejem… – Ruby aclaró la garganta. No sabe porque siente que debía de hacer eso. – ¿Puedes decirnos lo que pasa Penny?
Penny procedió a separarse del castaño, sin saber por qué sentía que su sistema de refrigeración estaba fallando, ya que sentía como aumentaba la temperatura en su rostro.
-O-ok… Es… Ahm…
-¿Segura de querer decirlo? – Ciel se le acercó y se le notaba algo complicada de querer decir esto.
-Si… Ellos… Son amigos. – Penny sonó firme. – Soy… Soy un robot creado para usar el Aura y para luchar con Grimms.
Issei y Ruby se vieron las caras, luego a Penny y…
-( Dime que Skynet no existe y estaremos bien…)
-(No exageres Ddraig y ya deja de ver mis recuerdos como si se tratara de un cine o de Netflix.)
-( ¡Jamás!)
Dragón bastardo. Pero siguió oyendo el relato de Penny. Veamos que se entera.
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-...Osea, que el general te mandó a construir para que seas un arma contra los Grimms. – Issei terminó de oír el relato.
-Afirmativo. – Penny contestó sin dudarlo ya que esa era la verdad.
-...Alguien que me diga donde está Atlas, volaré y haré arder ese lugar a cenizas. – Y parecía que no bromeaba.
-¡Issei! – Ruby resondró al castaño, quien se cruzó de brazos.
-¡No me puedes culpar, eso es cruel! ¡Hacer que Penny viva con la única función de ser un arma! ¡Ninguna persona se merece eso! – El castaño defendió sus deseos de ver a ese reino arder, cada cosa que oye de ese lugar hace que le agrade menos… Ok, exagera. Pero solo un poquito.
Penny se sintió conmovida que él dijera eso, además que estaba viendo que no era como pensó al inicio. El miedo que sentía al pensar en eso, se fue… Ahora sentía… Calma, así como en que…
Sacudió la cabeza y miró a los dos estudiantes de Beacon, el cómo seguían discutiendo. Hasta Ciel parecía no saber cómo reaccionar al verlos.
-¡Ni se te ocurra hacer eso Issei, te lo prohibo! – Ruby seguía con regaño al castaño que seguía de brazos cruzados.
-¡No hay nada que puedas hacer que me detenga! – Issei retó a la caperucita, quien sonrió al oír ese reto.
-...Por favor Issei, no hagas eso. Prométeme que serás bueno.
¡NO! ¡Los ojos de cachorro triste no! ¡No debe de verla a los ojos! ¡Resiste Issei Hyoudou!
-Hazlo por mí, ¿Si? – Parecía que iba a llorar en cualquier momento si ese brillo en sus ojos indicaba algo, junto a ese labio temblante.
-( ¡Ya dile que no harás nada! ¡Es demasiado!) – Hasta Ddraig no era capaz de seguir así. Puede ser uno de los seres más poderosos del mundo de donde vino… ¡Pero hasta él es incapaz de resistir esa mirada!
-¡Lo entiendo, no destruiré a Atlas! ¡Es una promesa! ¡Pero por lo que más quieras deja de verme así, es demasiada lindura para mi corazón!
Ruby dio un grito de alegría y abrazó a Issei, quien soltó un suspiro. Esta chica lo va a matar un día…
-...¿Están saliendo…? – La pregunta de Ciel salió al ver esa interacción.
Y ver el sonrojo de los dos solo la hizo creer que… Es posible. Vaya.
-...¿Que es salir…?
-Luego te cuento. ¡Y no internet!
Penny hizo un puchero al oír ello. Issei soltó un suspiro y…
-Vale… Habrá que tener esto en secreto. Si deseamos que Penny no tenga problemas con ese general…. Ngh, todo se me junta de nuevo. Encima el baile es mañana…
-Cierto y yo que aún no práctico con esas cosas del mal llamadas tacones. – Ruby ya estaba imaginando el suplicio que sería usar esas cosas.
-Oh, nosotras también vamos al baile. – Penny mencionó emocionada al oír ello.
-¿De verdad? – Issei pensó que el general ese no quería que nadie fuera tras el fiasco en el que está.
-Somos participantes del torneo y representantes de Atlas, sería mal visto si no asistimos. – Ciel contestó viéndose un poco desanimada al ver lo cercano que eran esos dos.
-Bueno, será un gusto verlas en el baile. Si quieres te podemos presentar al resto de nuestros amigos.
Issei le dedicó una de sus típicas sonrisas a Ciel, quien sentía como su rostro se calentaba a gran velocidad. Realmente verlo sonreír de esa manera tan sincera era una buena vista.
Por su lado Ruby miraba todo esto con un puchero marcado, sabe que Issei no lo hace a propósito. Solo está tratando de ser amable pero… ¿Por qué tiene que ser amable con todas las chicas? ¡Eso no se quedará así!
Lo pellizco en el brazo, con un claro puchero en su rostro haciendo que él se queje.
Penny y Ciel no pudieron evitar reír al ver que… Ese chico no era lo que creyeron. Y mucho menos, lo que Ironwood les dijo.
-Nos gustaría hablar con ustedes en el baile y también conocer al resto de sus amigos sería un placer. – La voz de Ciel interrumpió el castigo del castaño que solo se sobaba el área afectada.
-¡Será divertido!
Y aunque Issei no compartía el entusiasmo de Penny, de verdad espera que sea así… Y que Ruby le deje de pisar el pie… ¿¡Qué hizo!?
Ddraig solo dio un bufido, a la vez que sentía que las cosas solo serán… Caóticas mañana. ¡Será divertido para él!
