CAPÍTULO 11: La cruda verdad
Tiempo después, Ash ganó algunas medallas de gimnasio después de su cuarta medalla. Cada vez estaba más cerca de participar en la liga Unova. Sus Pokémon iban preparándose para las futuras batallas que se avecinaban, y Oshawott se estaba preparando para algo especial.
El Pokémon nutria estaba enamorado del Emolga de Iris por un tiempo. Todavía estaba interesado en ella, aunque se hubiera enamorado de otros Pokémon en el camino. Hace mucho que estaban juntos como compañeros, pero no como pareja, y eso es lo que quería conseguir Oshawott.
Cuando estaba afuera de su Pokébola para merodear por el lugar antes de almorzar. Oshawott se apartaba un poco de los demás para pensar en qué decirle y en qué regalarle. Las palabras poco a poco se armaban en su cabeza, y también la imagen del regalo para ella.
Anteriormente, cuando Emolga se unió como compañera de viaje, Oshawott le dio algunas pequeñas muestras de afecto que, según él, le había encantado. Era raro. Cuando él se acercaba a la ardilla cielo, ella siempre le pedía que le trajera manzanas. Supuso que esas eran sus favoritas de toda la vida. Si quería ganar su corazón, le traería todas las manzanas del mundo solo para ella.
Y así fue como Oshawott fue complaciendo a su futura novia trayéndole manzanas cuando ella tenía hambre. Él no pensaba que Emolga era un mal Pokémon. Le traía todas las manzanas que necesitaba, incluso algunas para la nutria, pero a veces ella quería comerse las que tenía él, porque ella tenía mucha hambre, y que no era suficiente las manzanas que trajo él para la ardilla voladora; por lo que Oshawott iba de nuevo al bosque para buscar más. Lo hacía para hacerla contenta, lo suficiente como para que se encariñe con el tiempo del tipo agua.
Emolga era la chica indicada para Oshawott. Él sabía, después que se unió la tipo eléctrico-volador, que ella estaba peleada con su compañera de viaje, la cual era Snivy. El Pokémon nutria estaba más por el lado de Emolga que de Snivy, al menos la primera era más amable con él y no le daba pavor por lo fría que era, como el caso de la serpiente hierba. Snivy era un buen Pokémon, pero para Oshawott era una chica muy difícil de conquistar, Emolga era más fácil para él.
El tiempo pasó y poco a poco Oshawott tenía las cosas para declararle a su amada. Seguía siéndole fiel a Emolga trayéndole manzanas de forma constante. A veces arriesgaba su vida para traerle la manzana perfecta. Se metía en sitios oscuros y llenos de peligros, donde había Pokémon muy temibles que protegían su fuente de alimento de cualquiera que cruzase su territorio. Algunas veces salía herido al enfrentarse a un Pokémon salvaje, o tenía que huir de ahí lo más rápido posible con las manzanas. Todo por Emolga, pensaba.
La nutria ya tenía su plan de confesarle a la ardilla voladora sus sentimientos, estaba casi listo. Sabía que decirle, pero faltaba el obsequio. El presente tenía que ser algo de le agrade mucho a ella. ¿Una flor bonita podría ser? Umm, sonaba bien; pero, ¿dónde conseguiría la flor perfecta para ella? Estaba viajando con Ash y compañía, por lo que ir a buscar mientras estaban en el mismo sitio para almorzar era lo preferible.
Un día Oshawott estaba alejado de los demás, revisando a su alrededor cuál flor le iba a regalar a Emolga. Tal vez en el bosque podía encontrar la que quería. Estaba muy adentro de sus pensamientos que no se dio cuenta que había alguien hablándole. "¿Oshawott?", preguntaba esa voz que lo sacó de sus pensamientos de manera sorpresiva. Se asustó mucho. "¡Aaaaaaaaahhhh!", gritaba la nutria.
Después de calmarse, él vio quién le habló: era Snivy, quien no estaba muy sorprendida por la súbita reacción de su compañero de equipo. Antes de eso, la serpiente hierba estaba descansando en un lugar relativamente apartado, cuando vio a Oshawott yendo al bosque solo. Ella quedó intrigada y fue a seguirlo. A una distancia considerable, vio a la nutria buscar en el suelo, Al parecer él estaba buscando una flor en específico. Era mejor preguntarle lo que buscaba.
Snivy se acercó para hacerle una pregunta. Ella de todas formas sabía cuál sería su reacción, por lo que no se sorprendió tanto. Una vez la nutria estaba calmada, dijo de manera nerviosa: "H-hola, S-snivy". La serpiente le preguntó: "Oshawott, ¿qué estás haciendo en el bosque?" Eso hizo sobresaltarlo. El regalo de Emolga tenía que ser un secreto para darle una agradable sorpresa, esperaba.
Trató de mentir. "¿Yo? Emm… bueno… yo… yo… estaba… estaba tomando aire fresco del bosque. Sí… eso…" Snivy no estaba convencida por lo que dijo su compañero. "Oshawott, te he estado siguiendo hasta aquí. He visto que estás viendo cualquier flor que te cruzas en el camino, ¿tú estabas buscando flores?" Eso hizo poner más nervioso al tipo agua. Él dijo de manera titubeante: "Emm… n-no. Yo-yo-yo solo estaba vi-viendo las flores porque son muy bonitas, ¿no crees, Snivy?" "¿Oshawott, qué te ocurre? Te has comportado de manera inusual estos días, ¿sucede algo? ¡No me mientas!".
El Pokémon nutria no quería decírselo, pero no tuvo alternativa. "¡Arg, está bien! Te lo contaré, si prometes guardar el secreto, ¿sí?". "Sí, puedo hacer eso", respondió Snivy con honestidad. Oshawott contó lo que quería hacer. "Bueno, sí, yo estaba buscando flores". "¿Por qué lo hacías?", preguntó ella. "Bueno… es que… yo… eh…" "¿Es para alguien?" "Mmm… sí…" "¿Para quién?" "Eh… Emm… es para Emolga". Snivy quedó sorprendida por lo que dijo su compañero. "¡¿Para Emolga tú dices?! ¡¿Enserio?!" "Emm… sí…" "Pero… ¡¿por qué?!" "Yo qui-quiero regalarle algo a ella, ¿me entiendes?"
Snivy no podía creer lo que estaba diciendo Oshawott, dijo: "¡¿Quieres regalar una flor a Emolga?! ¡¿Estás bromeando?!" Oshawott tenía que decir la verdad, no podía esconder sus sentimientos por la ardilla voladora por mucho tiempo. Dijo muy convencido de sí mismo: "No, no estoy bromeando. Yo estoy realmente enamorado de Emolga y quiero declararle para que sea mi novia". "¡¿Hablas enserio?!" dijo muy enojada. "Estoy hablando muy enserio, voy a conseguirle una flor para que ella sepa que la amo".
El Pokémon de tipo planta todavía no podía creerlo. Le preguntó seriamente: "¿Cómo puedes estar enamorado de ella, Oshawott? ¡Ella ni siquiera te ama!" "¿No?, me gusta Emolga porque es linda y amable conmigo, y le devuelvo el afecto dándole manzanas que le gustan". "¿Acaso no ves, Oshawott? ¡Ella te está utilizando para su propio beneficio!" "¿Utilizándome?" Ese concepto era nuevo para Oshawott. ¿Cómo que el tipo agua era utilizado por su querida Emolga si era cariñosa con él? No comprendía.
Snivy continuó el diálogo, intentando que Oshawott entrara en razón: "Sí, ella te ha estado utilizando solo para que le traigas manzanas, ni siquiera ella te ha dado las gracias por eso. ¡Se está aprovechando de ti! Tú has arriesgado tu vida muchas veces en zonas peligrosas del bosque por ella, ¿y qué recibes a cambio? ¡Nada! ¡Ella no te ama en realidad!" Después del discurso que dijo su compañera, él se dio cuenta de algo. "Creo que tú tienes envidia de que me relacione con el Pokémon que más odias". "¡Eso no es cierto!" "¿Entonces?".
La compañera de Oshawott habló de forma muy sincera, dijo: "Oshawott, el romance que tú crees que hay entre tú y Emolga no existe en realidad. Ella solo te está utilizando. No quiero que corras más riesgos por ella. Eres parte importante de nuestro equipo; además, no creo que este romance termine bien". El Pokémon nutria se puso compasivo por sus palabras, pero todavía estaba seguro que Emolga lo amaba. "Descuida, Snivy, estoy seguro que todo va a resultar bien. Estoy seguro que ella me ama también".
Snivy todavía quería abrirle los ojos a Oshawott, pero no quiso indagar más sobre el tema. Dijo de manera firme: "Bien, como tú quieras. Vete a conseguir lo que necesitas. Estaré con los demás. Adiós". Y sin más dilación, ella se fue del lugar. Oshawott todavía no sabía que le estaba pasando a ella. La nutria pensó que estaba celosa o algo así. No importa. Él siguió merodeando por el bosque en busca de la flor perfecta para Emolga.
Había pasado varios minutos desde que entró al bosque por un regalo para su futura pareja. Siguió buscando hasta que encontró una flor muy bonita, tan hermosa como Emolga. Era el regalo perfecto. La tomó y siguió recorriendo por el bosque. Regalarle una flor no era suficiente para ganar su corazón, por lo que fue por una manzana para complementar su propuesta de noviazgo.
Fue a un manzano y cortó la rama de una manzana para que caiga. Lo bueno era que recogió una, lo malo fue que otra que estaba en la misma rama cayó en la cabeza de un Galvantula salvaje que estaba durmiendo. No se dio cuenta que ese Pokémon estaba ahí durmiendo. El Pokémon tarántula se despertó muy enojado de su sueño, y quería atacar a Oshawott. La nutria no sabía qué hacer, él era muy pequeño comparado con Galvantula, batallar sería una mala idea, por lo que no tuvo otra opción que correr por su vida con la flor y manzana en sus brazos.
Corrió lo más rápido posible mientras el Pokémon electroaraña lo perseguía para darles choques eléctricos. Fue electrocutado varias veces, pero intentó salir de ahí lo antes posible. Después de una intensa persecución que lo terminó muy cansado, pudo librarse de ese Galvantula escondiéndose en un hueco de un árbol. Fue muy complicado para él, pero lo logró. El Pokémon nutria estaba muy agotado, pero no quiso detenerse ahí. Tenía que declararle a Emolga todavía. Su amor valdría completamente la pena todo el esfuerzo que hizo.
A paso lento y tambaleante, Oshawott caminó adolorido después del incidente con un Galvantula, pero no se detuvo. Después de muchos minutos, pudo llegar a donde estaba Emolga, ella descansaba tranquilamente sobre una gran rama de un árbol. Pensó que le iba a gustar la sorpresa que tenía preparado.
Se acercó al árbol y dijo en voz alta a su futura novia, mirando hacia arriba: "¡Emolga! ¡Emolga!" La ardilla voladora se despertó y miró dónde provenía el sonido, venía de Oshawott que estaba en el suelo. Él dijo: "¡Emolga, baja, por favor! ¡Tengo algo importante que decirte!" Emolga todavía estaba somnolienta, pero como era su mayordomo personal, bajó para ver qué quería.
Gracias a sus membranas tipo-capa, pudo descender sin problemas. Vio a su compañero, se veía… agotado, herido y… tostado. Pensó que había tenido un conflicto con Pignite por haber robado su comida. Ella le habló como si nada hubiera pasado. "Hola, Oshawott, que oportuno, estaba con mucha hambre, ¿puedes traerme algunas manzanas para mí, porfa?". Oshawott respondió: "Bueno, que oportuno también, porque traje esto solo para ti".
Todo el tiempo, la nutria estaba con los brazos en la espalda para no mostrar la sorpresa de frente. El tipo agua mostró lo que tenía en su brazo izquierdo: la manzana que tanto esfuerzo hizo por conseguirla, pero… había algo raro. La manzana… estaba chamuscada, estaba tostada, con un color negruzco que opacaba todo el brillo color rojo de la fruta. Ella quedó confundida por lo que tenía ahí, preguntó: "Eh… ¿qué es eso, Oshawott?" El Pokémon tipo agua quedó sorprendido, ¿qué le pasó a la manzana que recogió?
Oshawott pensó que la fruta fue alcanzada por un ataque eléctrico mientras escapaba de ese Galvantula. Tenía que decir algo al respecto y ser positivo para que Emolga no pensara mal de él. "Eh… bueno… es que… quise darte esta manzana desde el inicio, pero hubo un pequeño inconveniente que me tocó vivir mientras venía para acá". "Hmm… ya veo…" "Y bueno, ¿quieres comerte esta manzana que te traje con tanto cariño?", preguntó Oshawott con cortesía.
Emolga no sabía que decir, que su mayordomo personal le trajera una manzana antes de pedirle que trajera una del bosque era un buen gesto, pero… no le gustaba las manzanas que se veían muy malas por fuera. "Emm… no gracias, no me gustan las manzanas chamuscadas", respondió incómoda. 'Rayos', pensó la nutria. Al parecer todo se estaba desmoronando, no importa, quiso mantener la sonrisa. Si el primer regalo no funcionó, el segundo funcionaría bien.
Era raro que Oshawott le trajera manzanas sin que ella le pida a él, parece la nutria que tiene algo más que contarle. "¿Y… por qué me trajiste una manzana sin que yo lo pidiera, eh?". Era la oportunidad perfecta para decirle a ella lo que sentía. "Bueno, aparte de la manzana, vine a darte una sorpresa por el tiempo que estuvimos viajando juntos". "¿Una sorpresa? ¿Qué es?".
Después de que Emolga preguntara, el tipo agua le mostró que tenía en el brazo derecho: la flor que de aseguro le iba a encantar. Pero, cuando la tipo eléctrico-volador vio la flor, Oshawott vio que su cara mostraba mucha extrañeza. ¿Por qué su cara se veía así? Él miró la flor y vio que estaba toda tostada, marchita y con pétalos cayendo.'¡¿Cielos, qué pasó a la flor?!', pensó Oshawott. Emolga seguía con cara de no saber qué estaba haciendo su compañero. "Emm… Oshawott, ¿por qué tienes esa flor fea?", le preguntó confundida. ¿Flor fea? Eso le hizo herir los sentimientos del Pokémon macho. ¿Cómo puede decir eso al regalo que tanto esfuerzo tuvo que hacer para conseguirla? Lo malo era que era verdad, después de ese incidente con Galvantula, la flor bella que recogió terminó mal. "¿Por qué me trajiste esto?", dijo el Pokémon hembra con un tono de disgusto.
A pasar que todo se estaba desmoronando, Oshawott quiso ser todavía más optimista, si los dos regalos no funcionaron, talvez sus palabras la harían cambiar de opinión. "Emolga, me gustaría decirte que, desde el primer día que te vi, me he enamorado perdidamente de ti". "Emm… ¿qué?", eso la hizo poner más confundida a ella. "Estoy hablando enserio, fue un amor a primera vista. Al verte, me haces sentir muy feliz de tenerte en el grupo. Eso hace mi corazón latir con alegría. Quisiera que tú… y yo… seamos pareja, porque yo te amo, Emolga. ¿Qué me dices, sientes lo mismo que yo?".
Esas palabras fueron muy bonitas, pero para Emolga no fue tanto. Aún recordaba la primera vez que lo conoció, ella estaba en una batalla contra el Minccino de Bianca y la nutria se puso en medio para recibir el movimiento Atracción de la ardilla voladora. Ella siempre usaba Atracción para robar la comida de los demás, los que estaban afectados por el movimiento estaban ahí parados sin hacer nada, pero Oshawott era diferente. En vez de eso, Oshawott de manera bien bruta fue acercándose a ella diciendo cosas amorosas. Eso la puso muy incómoda. No solo eso, las demás muestras de afecto que él le hacía no le gustaban para nada. Sabía que le gustaba aprovecharse de los demás para conseguir manzanas, pero que Oshawott le proponga que sea su novia era el colmo. No pudo más soportar las boberías de su compañero.
Emolga dijo: "Oh, Oshawott, por favor, ¿cuándo vas a madurar?" "¿A-a qué te refieres con eso?", él no entendió la pregunta. "Oshawott, estoy cansada que me hagas este tipo de cosas. Por favor, detente. Eso me hace poner muy incómoda". "¿Qué-que-que-que dices, Emolga? Yo…" "Oshawott, ¿acaso no te has dado cuenta todavía?, yo solo estaba utilizándote. Sé que eres torpe, pero nunca me imaginé que fuera tanto. Yo realmente no siento nada por ti". Esa última oración quedó resonando en la cabeza de Oshawott, no lo podía creer todavía. "Pe-pe-pero…" "Oshawott, hay algo que tienes que saber, aunque seamos buenos compañeros, los compañeros de grupo no se enamoran de sí mismos. No he visto algún caso así, por lo que eso es completamente cierto, ¿entendiste?". La nutria quedó en silencio mientras Emolga continuaba hablando. "Es mejor que seamos compañeros, hasta amigos a lo mucho, por lo que no quiero más hagas más tonterías amorosas a mí, Así que no más 'te amo', no más 'mi amor', no más de tus fantasías conmigo y no más muestras de afecto. ¿Está claro?"
Después, el estómago de Emolga empezó a crujir, tenía hambre, quería comer manzanas. "¡Oh! Estoy muy hambrienta, voy a buscar manzanas para mí, mejores que la que has traído para mí. Adiós". Y Emolga emprendió el vuelo en busca de un árbol de manzanas, dejando solo a Oshawott, con la manzana chamuscada y la flor con los pétalos completamente caídos. Oshawott no podía creer, su compañera que viajó bastante tiempo, lo había rechazado. Se sentó y dejó los objetos tirados en el suelo. Se puso muy triste. Le dieron ganas de llorar.
En eso, aparece Snivy bajando de un árbol. Ella estaba viendo toda la conversación desde arriba. Vio todo, incluido el rechazo que hizo Emolga a él. La serpiente hierba fue a poner una mano en la espalda de su compañero para consolarlo. A él no le importó, quería desahogarse emocionalmente. Ambos estuvieron solos en el bosque hasta que Snivy le dijo que tenían que regresar a donde estaban los demás, pensaba que estaban muy preocupados por su ausencia. Oshawott siempre estuvo acompañado de Snivy durante el trayecto. Fue un rechazo muy duro para el Pokémon nutria.
Oshawott siguió afectado por el rechazo tras hacerle una propuesta de noviazgo a Emolga. Estuvo triste por un par de días. Como dijo Snivy, la ardilla cielo todo el tiempo no estaba enamorada del Pokémon nutria, solo lo estaba aprovechándose de él. Después de llegar a un acuerdo con la tipo eléctrico-volador, ella se disculpó con Oshawott por lo que hizo, pero eso no cambiaba de opinión a ella. Pronto el corazón del tipo agua pudo sanar y aceptó que Emolga no era la chica indicada para él. Volvió a estar contento. Su compañera Snivy dijo que no debería sentirse triste, el viaje faltaba mucho para terminar y que se encontraría pronto con más Pokémon hembras para relacionarse. Eso le hizo sentir más alegre. Esperaba conseguir a alguien que lo quisiera.
