CAPÍTULO 16: Nos volveremos a ver otra vez

Los días pasaron y cosas interesantes ocurrieron. Un día un chico estaba buscando a su Cubchoo y Ash y compañía fueron a buscarlo. El Oshawott de Ash y el Piplup de Dawn ayudaron también en la búsqueda, pero aún estaban en conflicto entre los dos. Como no aparecía por las cercanías, se reunieron para saber más del caso. El Pokémon perdido vivía en una casa Pokémon en un terreno junto a la mansión del joven. Cilan inició una investigación. Pensaron que el Pokémon oso polar había escapado, pero la puerta se abre por fuera. Luego, tuvieron la idea de que alguien saltó los muros del terreno y secuestró a Cubchoo, no obstante, los muros tenían una alarma de seguridad arriba de los muros que no sonó aquella noche. Si no fue por arriba, fue por abajo. Talvez el ladrón entró cavando un túnel por debajo de los muros. Fueron a los confines y buscaron pistas, hasta que encontraron huellas que se dirigían a un agujero en la tierra. Fueron afuera y trataron de buscar al Cubchoo perdido. Pudieron encontrarlo jugando con un Larvitar. El caso estaba resuelto.

Otro día fue cuando, de repente, no había luz en la casa de Cynthia. La oficial Jenny informó que había un Dragonite causando problemas en una planta de electricidad. Los chicos fueron a ver y tratar de calmar al Pokémon dragón. Al entrar y verlo más de cerca, se dieron cuenta que estaba herido. El Oshawott de Ash y el Piplup de Dawn ayudaron a que Iris no fuera alcanzada por el Lanzallamas del Pokémon herido, y trataron de abrir la puerta que estaba bloqueada, sin éxito. Iris sabía, por una visión que tuvo al tocar al dragón, que él fue atacado por un Hydreigon cuando estaba protegiendo a una parvada de Pidove. La oficial Jenny, con otros entrenadores, tuvo que entrar a la fuerza mientras que los chicos buscaban pruebas de inocencia de Dragonite. Iris estuvo resguardando y defendiendo al Pokémon dragón hasta que los compañeros de Iris mostraron una prueba en video de una cámara de seguridad en el bosque, en el que se mostró que Dranonite había salido herido por el ataque de Hydreigon y cayó adolorido hacia la planta de luz. Trasladaron al Pokémon dragón de Kanto hacia el Centro Pokémon, donde la enfermera Joy sanó sus heridas. Después de ser curado, el dragón tenía dos opciones, irse del lugar, o quedarse con Iris, y él eligió la segunda. La chica que aspiraba a ser maestra dragón capturó a Dragonite. Todo volvió a la normalidad.

Llegó el día donde empezó el Pokémon World Tournament Copa Junior, en donde los chicos participarían y harían lo mejor para ganar. El ganador tendría el honor de enfrentarse a Alder, el campeón de la región Unova. Después de unos incidentes con el Dragonite de Iris, el cual no quería escuchar a su entrenadora. Los finalistas eran Ash y Trip, su rival. El ganador fue Trip y tuvo la oportunidad de enfrentarse a Alder. Tristemente, el joven perdió ante la increíble fuerza del Pokémon del campeón. Así terminó el torneo.

Los héroes fueron a la casa de Cynthia. Dawn dijo que tenía que partir hacia Johto por un concurso que se iba a realizar ahí, por lo que Ash y Dawn tuvieron una batalla amistosa, pero fue interrumpida por la campeona de Sinnoh. Se declaró empate. A la mañana siguiente se fueron al puerto para despedirse de Dawn, posiblemente se volverían a ver de nuevo. El que quedó más triste fue el Piplup de Dawn, era una pena tener que decir adiós a la chica que más ama. En eso, el Oshawott de Ash salió de su Pokébola por lo que estaba haciendo el pingüino. Ambos, con mucho enojo, se miraron entre ellos, había una tensión enorme en el aire. Oshawott pensó que Piplup podría ser un Pokémon vanidoso, muy orgulloso, petulante, insoportable, engreído, que trató de robas a su chica varias veces; a pesar de eso, él sabía una cosa… lo iba a extrañar mucho. Con ojos húmedos de lágrimas, se dieron un abrazo para despedirse, y dijeron al final que en algún futuro se iban a volver a ver. Meloetta estaba feliz de que ellos se volvieron amigos, después de tanta disputa y pelea.

Después de decir el último adiós, Piplup y Dawn abordaron el avión hacia Johto. Todos ellos iban a extrañar a los dos. Oshawott estaba un poco triste por despedirse del rival que pasó un montón de momentos memorables, un poco. Ahora que Piplup ya no estaba, la nutria estaba feliz porque tenía de nuevo a Meloetta para él solo, y nadie más se lo iba a arrebatar de nuevo. Todavía seguía enamorado de ella, pronto podrá ganar su corazón si ningún inconveniente ocurra de la nada. Estaba contento de nuevo.