Recuerdos fragmentados parte 3.

Capitulo 6. Un turbulento retorno.

Era de madrugada a las afueras de Canterlot High, al ser época de vacaciones las labores estaban clausuradas por lo que el patio de las instalaciones estaba desértico y casi abandonado, salvo por unas figuras que estaban cerca de la estatua.

Una de ellas postra su mano sobre la base de la estatua sintiendo el flujo de energía en ella.

-sigue activa, pero empieza a debilitarse.- menciona la silueta.

-entonces tenemos que ser rápidos.- dice uno de ellos dirigiéndose con 2 de sus compañeras a un auto aparcado.

Ellos 3 entran al auto, el cual estaba siendo conducido por un joven de azulado cabello cuyos ojos seguían brillando, pero la mirada del chico hacia parecer que el mismo se encontraba en un trance.

-Feli..- artículo un chico en el asiento tracero con notable fastidio.

-oye, tú dijiste rápido y aquí lo tienes necesitábamos un auto.- mencionó la chica en el asiento del frente.

-ya dejen de pelear, las discusiones para luego, tenemos que ir por esas 2.- mencionó la otra chica.

El chico de azulado cabello enciende el auto, dando una vuelta en U por la avenida dirigiéndose a toda velocidad rumbo a la ciudad.

Su compañero que se había quedado en el patio de la escuela contemplaba el vehículo alejándose hasta que esté ya no le fue visible. El sujeto usa sus manos para dibujar unos extraños símbolos en el suelo al rededor del espejo, los símbolos parecían no tener sentido más allá de ser figuras en círculos, cuando estos estaban listos su artista sacudió sus manos y contempló su trabajo.

-normalmente no se nos permite usar nuestra magia en otros universos, mucho menos siendo tan débil.. pero si ella retrocedió tanto quiere decir que a conseguido datos invaluables.- pensó la silueta para sí misma.

Mientras eso ocurría.

En una habitación sellada de un cuarto en un hospital.

Se encontraba Rainbow Dash presionando insistentemente un botón, este botón servía para llamar a los médicos en caso de necesitar algo, sin embargo a pesar de que llevaba horas apretándolo nadie venía.

Por su parte, Sunset Shimmer sostenía su libro abierto con una mirada cansada, ella veía su reciente mensaje en el que le informaba a Spike sobre su situación actual, al mismo tiempo que él insistía en que Twilight debía regresar. Sunset le explicó lo que había pasado sobre que ella también parecía estar infectada y la habían separado de las demás. La chica no supo cómo reaccionó Spike ante la noticia, pues luego de eso no hubo más respuestas, ella solo esperaba que no fuera a cometer una tontería, venir hasta allí sería inútil tomando en cuenta la forma que el joven dragón adoptaba al cruzar el portal, aun si este lo quería no podría hacer nada para sacar a Twilight.

-Rainbow.. llevas presionando el timbre por horas ¿podrías parar?- pregunto Sunset un poco irritada.

La chica de azulada piel ladea una mirada cual depredador asechando a su presa, ella simplemente deja de lado el timbre y le da un fuerte pisotón antes de sentarse en el suelo dejando salir un gruñido.

Desde hace unas horas Sunset había podido notar como su amiga se volvía más y más irritable, en un principio pensó que se debía a la semana de confinamiento que estaban pasando, no era una idea rara.. después de todo su amiga odiaba estar encerrada, pero al intentar animarla ella se comportaba hostil e insistiendo que no cruzara a su lado del cuarto, era como un perro defendiendo su territorio.

En los pocos momentos que ella a estado tranquila Sunset le a preguntado a que se debe ese comportamiento hostil, y en las 2 ocasiones en las que a hecho esa pregunta su amiga rascaba los vendajes de su mano mencionando que había algo que no la dejaba estar tranquila, era una extraña sensación de incomodidad.. que ni ella podía explicar, pero sentía que ambas estaban en peligro, que algo las asechaba desde las sombras y en cualquier momento las atacaría. Mencionando que los médicos eran parte de ese plan, pues ella juraba haberlos escuchado mencionar que pese a haber presentado los síntomas que Twilight presentó hace casi una semana, ella no estaba infectada.

Esto le era extraño a Sunset, pues las palabras de su amiga no tenían sentido, los síntomas eran los mismos, pero la única diferencia es que ella en ningún momento postró sus manos sobre su garganta, lo que le hacía dudar a Sunset si lo que decía era verdad o no. Jamás la había visto tan desesperada en su vida y tal parecía que la propia Rainbow no era del todo consciente sobre ese gran cambio en si misma.. o si lo era, esto no parecía importarle en lo más mínimo, lo único en lo que ella podía pensar es que debía ser libre a toda costa y, sentía una gran frustración e impotencia al no poder hacer nada.

La chica se levanta de su lugar empezando a caminar de un lado a otro, a estas alturas ya no se tomaba la molestia en disimular su disgusto, y sin saberlo su gran y creciente frustración empezaba a irritar a su amiga.

-Rainbow.. por favor detente.- dice Sunset por lo bajo en un tono que parecía una súplica.

-Si.. y..- Rainbow no sabía que decir, ella seguía de pie mirando sus manos las cuales aprieta con fuerza.

-intenta descansar un poco.- menciona Sunset en voz baja.

-n..no puedo.- dice Rainbow a la defensiva, su mirada parecía indicar que en cualquier momento soltaría un golpe contra algo.

-si acaso te preocupa lo qué pasó con Twilight hace unos días, no hay por que seguir así, estará bien.- dice Sunset.

-no me preocupa eso.- responde Rainbow de manera cortante.

-bueno.. al menos descansa un poco.- menciona Sunset preocupada.

Rainbow suelta un golpe contra la pared de la habitación. Ella deja salir un gruñido de frustración mientras dirige la vista a Sunset.

-bien.. me iré a dormir.- menciona Rainbow entre dientes.

En un inicio Sunset siente un gran alivio, pero esa sensación cambia cuando su amiga dirige su vista a ella con ese semblante frío y casi asesino.

-lo are.. si prometes que cuando despierte estaré en mi casa a la espera de un día completamente nuevo.. ¡y que toda esta mierda no fue más que una maldita pesadilla!-

Sunset se queda helada ante el tono de su amiga, pese a su temperamento ella nunca había amenazado a nadie de esa manera.

Ante el silencio, Rainbow se da media vuelta refunfuñando.

-sabia que no podías..- menciona ella por lo bajo sentándose en una esquina dándole la espalda a Sunset.

-mejor no digo nada.. se ve que está muy enojada.- pensó Sunset suspirando antes de dirigirse a su cama y recostarse en ella.

-si vas a decir algo sobre mi, dilo en mi cara..- dice Rainbow irritada.

Sunset la mira un poco extrañada, pues no había dicho nada. Por lo que decide ignorar a su amiga, desde su posición y dado a lo cerca que estaba del pasillo que daba a unos ventanales podía ver como entraba una brillante y hermosa luz blanca característica inconfundibles de una luna llena.

Ladeando levemente la mirada vio que Rainbow pese a su posición estaba contemplando aquel brillo, en un principio Sunset se asustó creyendo que la veía a ella, más aún por que la chica no apartaba la vista de aquella esquina, parecía haber estado en un trance ante el hipnótico brillo blanco, se veía tan serena y calmada, perdida en sus pensamientos sin nadie que la moleste.. solo ella y la hermosa Luna.

Incluso podía sentir como el ritmo de su corazón era más a pasivo.

-es hermoso..- musito la chica en voz baja.

Ella se queda recostada en el piso perdiendo su mirada en el techo, y sin darse cuenta sus párpados comenzaron a cerrarse lentamente, ayudando así a Sunset a conciliar un poco de sueño.

Mientras esto ocurría.

Había alguien más en cautiverio que tampoco podía consolidar bien el sueño.

Una joven princesa que se veía a sí misma en una especie de espacio infinito rodeada de cientos de cristales blancos rodeada de 12 siluetas irreconocibles, estas siluetas le hablaban y susurraban cosas, mismas que ella por mas que quería, no podía entenderlas.

Pues era imágenes muy rápidas, y cuando no era aquel espacio en negro siempre era en un bosque o en su castillo, rodeada de una serie de bestias o criaturas cuya forma no era descifrable ante sus ojos.

De repente se ve estando en el patio del viejo castillo abandonado de Celestia y Luna, ella no entendía que pasaba, hasta que frente a ella vio un pequeño cuerpo, era de un pony que estaba muy frío, su pelaje era negro como la oscuridad y su cabello blanco como la nieve.

Sus rojizos ojos no tenían el característico brillo de la vida y el pequeño ser tenía un par de heridas en su pecho las cuales aun soltaban algo de sangre.

Ella retrocede unos pasos, pero al darse la vuelta se topa con aquel cuerpo inerte flotando en el aire por si solo.

-¿por que quieres matarme?- pregunta aquel pequeño poni con una voz infantil.

-yo..n..no no lo sé.- responde Twilight temerosa y retrocediendo un par de pasos.

-acaso..¿yo te obligue?- el ser desaparece y aparece de nuevo Justo detrás de Twilight.

En ese instante una extraña sensación recorre el vientre de la misma.

-yo no te obligue.. a entregar tu descendencia.. ¿por que matarme?- pregunta la criatura con su dulce pero aterradora voz resonando por el subconsciente de Twilight.

-¡no tengo idea de que me estás diciendo!- grita Twilight quitándose de encima a esa criatura.

Al tocar el suelo la misma se desvanece convirtiéndose en cenizas.

-el perrito a salido de su jaula..- se escucha otra vez la voz.

Twilight no entiende que está pasando, ella solo puede escuchar una serie de campanas a la distancia, el eco y la frecuencia sonora de las mismas resonaba a con fuerza pese a la enorme distancia que parecía separarlos.

Mientras el sueño era llevado acabo.

Tamara y sus compañeros se adentraban en el piso del hospital, viendo que los relojes del piso marcaban las 2:58 de la mañana.

-hay no..- menciona Tamara por lo bajo.

Sus compañeras iban a cuestionarle algo, pero en ese instante escuchan un fuerte grito a la distancia.

-ya es tarde..- piensa Tamara apretando los dientes.

En su habitación Sunset había sido despertada por el Fuerte gritó de su amiga, pese a estar en el suelo ella por un momento se pudo poner de pie antes de dejarse caer, hincándose sobre sus rodillas, ella podía sentir como un inmenso ardor recorría todo su cuerpo y la sensación le era insoportable.

-Rainbow..- dice Sunset desde su sitio un tanto somnolienta.

Su amiga le dirige la mirada, la misma estaba inundada de lágrimas y sus ojos no hacían otra cosa más que reflejar el inmenso sufrimiento que corroía su ser.

-Lo..s..siento..- artículo ella por lo bajo.

Rainbow intenta estirar la mano hasta su amiga, pero en ese momento siente un dolor aun más intenso emergiendo desde su pecho. Ella se deja caer al suelo retorciéndose del dolor.

-¡Dash!- exclamó Sunset alarmada saltando de la cama y yendo con su amiga.

-¿¡qué pasa?! ¿Donde te duele?- pregunta Sunset muy preocupada.

Sin embargo no obtenía respuesta, Rainbow seguía en el suelo retorciéndose del dolor, siendo incapaz de articular palabras.

Ante esto Sunset se pone de pie yendo hasta la puerta, misma que empieza a golpear la puerta de la habitación con desesperación.

-¡ayuda! ¡Por favor! ¡Necesitamos un médico!- grita Sunset con desesperación.

De repente Sunset cae al suelo, ella levanta la vista un poco adolorida pues frente a ella estaba aquella enfermera de cabello rosado.

-por favor..- dice Sunset incorporándose lentamente.

Pero para su sorpresa la enfermera la toma del brazo y cierra la puerta del cuarto donde tenían cautiva Sunset, antes de salir corriendo llevándosela de allí.

-¿¡que hace?! Mi amiga..- dice Sunset indignada.

-ella ya no es tu amiga.- responde la enfermera con inexpresividad.

Tirada en el suelo y desde su espalda empezaba a emerger una gruesa capa de pelaje grisáceo en aquella chica, esta capa de pelo se iba expandiendo por todo su cuerpo, mientras la chica de melena arcoíris no hacía más que retorcerse y gritar de dolor en el suelo, sus vertebras empezaban a contorsionarse y a tronar con fuerza, señal de que sus huesos se estaban re acomodando y este hecho era lo que le estaba causando esa lenta y agonizante tortura a la chica.

-¡Rainbow!- grita Sunset desde su posición tratando de zafarse del agarre de la enfermera, pero le era imposible.

En el cuarto la estatura de Rainbow así como la masa muscular de la misma comenzaba a aumentar de tamaño, su boca empezaba a deformarse a la par que le salían enormes colmillos y sus manos así como sus pies se alargaban y aplanaban convirtiéndose en lo que parecían ser garras de can.

La enfermera se detiene de golpe.

-ya no hay marcha atrás..- menciona ella en voz baja dirigiéndose a una salida de emergencia, ella usa una silla cercana para romper la campana de cristal que mantenía cautiva la alarma de incendios, ella activa la alarma logrando poner alerta a todo el personal del hospital.

La enfermera aprovecha la distracción para sacar a Sunset por la puerta de emergencia.

El personal del hospital empieza a evacuar a todos sus pacientes, con Excepción del segundo piso, pues en ese piso estaban la mayoría de los casos del nuevo virus, limitándose a llevar a los enfermos a una zona segura y a revisar las habitaciones.

Cuando les tocó llegar al cuarto en el que anteriormente se encontraban Sunset y Rainbow, el personal se quedó paralizado al ver como una bestia canina y bípeda estaba embistiendo con fuerza la pared, buscando derribarla a toda costa.

Parte del personal salió corriendo y se tomó un teléfono para llamar a control de animales, sin embargo en medio de la llamada aquella criatura lo consigue.. logra derribar la pared e inmediatamente arremete contra uno de los médicos, despedazándolo con sus inmensas garras.

Al ver la ferocidad del ataque todos los que podían se tiran al suelo, mientras la criatura salía corriendo del lugar.

La criatura merodeaba los desolados pasillos de aquel sitio sin rumbo aparente, sus sentidos le podían indicar quienes estaban cerca y quienes no, pero esta no parecía tener interés en los enfermos que se escondían, dado al irritante sonido de la alarma de incendios.

-vuelve a casa..- escucha la criatura en su cabeza una extraña voz.

La criatura detiene su andar cuando siente algo, ella se da la vuelta encontrándose con Tamara quien la veía fijamente con una expresión facial muy seria.

-se que tú no eres un monstruo.- dice Tamara con un tono comprensivo.

La criatura se acerca a Tamara dibujando una siniestra sonrisa en su rostro, mostrando sus afilados colmillos siendo relamidos por su lengua, la criatura alza una de sus enormes patas delanteras dispuesta a soltar un zarpazo.

Cuando en eso una fuerza invisible le golpea.

La fuerza es tal que la manda a estrellarse contra otra pared antes de dejar caer sobre de sí varios escombros, por suerte para Tamara las garras de la criatura rozaron tan leve su rostro que apenas le provocaron unos pequeños rasguños.

-Tamara ¿qué haces? Debemos irnos.- se escucha una voz.

Ella voltea detrás de sí viendo a un chico alto de cabello blanco casi en su totalidad, a excepción de un mechón de cabello rojo, los ojos el chico eran de color morado pero lo más llamativo era que sobre su espalda el cargaba consigo a una inconsciente Twilight Sparkle.

-tenemos que sacar a esta cosa de este mundo.- dice Tamara con severidad refiriéndose a la transformada Rainbow Dash.

-intenta sacarla de aquí, tenemos solo 2 horas antes del amanecer.- dice su compañero antes de usar su propia vestimenta para teletransportarse así mismo y a Twilight aun sitio desconocido.

-eso no será un problema.- pensó Tamara.

Mientras eso ocurría, Sunset y aquella enfermera terminaban de bajar unas escaleras. En todo el camino Sunset no dejaba de renegar y alegar que debía volver con su amiga, debía ayudarla.. ella sentía que su amiga seguía allí, muy en el fondo de esa bestia sedienta de sangre.

-no lo creo niña.- habla finalmente la enfermera.

-¿qué dice?- pregunta Sunset indignada.

-cuando un hijo de la Luna se transforma por primera vez ya no hay marcha atrás.- responde la enfermera con inexpresividad.

-¿hijo de la luna?.. acaso.- Sunset hace una pausa pensando en Twilight y su comportamiento agresivo de hacía días.

-lo que tú amiga de lentes tenía era algo diferente..- menciona la chica de rosado cabello con seriedad.

-pero.. debe haber alguna forma de ayudarla.- dice Sunset insistente.

-si..tal vez aun no sea demasiado tarde.. hasta ahora no a matado a nadie.- piensa la chica de cabello rosa abriendo una puerta.

Al hacerlo ambas se encontraban en un callejón por donde se sacaba la basura y algunos desechos médicos del hospital. Sunset estaba confundida, no sabía si la estaban ayudando o la estaban secuestrando.

-eso es..- pensó Sunset reaccionando.

La enfermera saca a Sunset del callejón, ellas caminan un par de calles más hasta toparse con un auto negro decorado con unas franjas azules que simulaban ser un relámpago.

Casi de inmediato una de las puertas traseras se abre y tanto Sunset como aquella chica entran al vehículo, mismo que arranca a toda velocidad.

-Day ¿donde está Tamara?- pregunta una voz femenina en el asiento de frente.

-quiere sacar a esa criatura del edificio.- responde el chico de blanco cabello.

Sunset dirige su vista a ese chico notando que entre sus brazos tenía sujeta a Twilight.

-hey ¿que cree que hace?- pregunta Sunset indignada.

-relájate, tu amiga estará bien.. pero no esperes que despierte pronto.- responde el chico.

-¿como puedo saber que no me mienten?- pregunta Sunset a la defensiva.

-¿hubieras preferido que te dejara morir a manos de tu amiga enloquecidas?- pregunta la enfermera de cabello rosa.

Sunset no responde.

-supongo que es difícil confiar en unos desconocidos, yo soy Felicity.- menciona la chica del asiento delantero.

-Dayro.- menciona el chico que sostenía a Twilight.

-Ayano.- dice la enfermera de cabello rosa.

-y no se si ya se conocían pero él es Flash.- menciona Felicity señalando al conductor.

-¿Flash?- se preguntó Sunset, el ver a Flash con estas personas no le aclaraba sus preguntas, solo la confundía aun más de lo que ya estaba.

-3:35 de la mañana, aun hay tiempo.- dice Feli a la par que Flash acelera más la velocidad del vehículo.

-¿pero qué hay de su amiga?- pregunta Sunset confundida.

-no hay mucho que podamos hacer por Tamara, sin una portadora reina, no hay manera de detener a los hijos de la luna.- le responde Ayano con inexpresividad.

-em creo que yo tengo una idea.- menciona Sunset.

-lo que estes pensando olvídalo, tú lo dijiste una vez, no te metas con fuerzas que no entiendes.- dice Dayro con severidad, recordándole unas palabras algo duras pero ciertas que el había dicho a Sci Twilight hace un par de años.

-por favor solo déjenme intentarlo..- pide Sunset en voz baja y con un tono de voz suplicante.

Los 3 se quedan en silencio, sin duda esa noche había muchas cosas que no estaban saliendo de acuerdo a ningún plan.

-al menos podemos dejar que lo intente, no es como que nos sobren ideas.- menciona Feli.

-bueno..si podría pero.- dice Dayro.

-las probabilidades de que fracase son del 90% comparado con un 10% de éxito.- completa Ayano.

-pero aun así las probabilidades no son 0.- le menciona Feli.

Ayano no dice nada, ella acerca su mano al teléfono de Flash y se lo entrega a Sunset.

-si algo sale mal será tu culpa.. ¿lo sabes, verdad?- pregunta Ayano con severidad a Sunset.

-Cargare con esa responsabilidad.- responde Sunset con firmeza antes de desbloquear el dispositivo.

Mientras Sunset marcaba las teclas del dispositivo Twilight movía ligeramente los ojos, ella parecía querer despertar, pero por otro lado la constante negativa parecía indicar una especie de lucha interna. Ella se veía así misma en aquel espacio negro, con cientos de los cristales blancos a su alrededor.

Ella camina un poco entre los fragmentos, topándose con uno el cual la reflejaba a ella misma con su cuerpo de pony, pero esta no tenía la misma apariencia de siempre.. su cabello era completamente negro y sus ojos eran de un color rojo carmesí.

-¿quien eres?- pregunta Twilight al reflejo.

-yo soy tu.- le responde el reflejo.

-¿y quien soy yo?- pregunta Twilight.

Aquel reflejo se desvanece entre los blancos cristales, esto deja a Twilight muy confundida.

-tu eres una looper.- se escucha a modo de eco en aquel vacío.

-¿y eso que se supone que significa?- pregunta Twilight a la nada misma.

-para que puedas perfeccionar tu poder, debes restablecer tu conexión con el origen de todo.- se escucha.

-si no lo haces, siempre te faltará una pieza en el rompecabezas de este infinito laberinto, en el que has sido condenada.. y toda tu existencia se basará en vivir un mismo ciclo sin un comienzo ni un fin.-

-yo.. creo que por eso estoy aquí..- menciona Twilight confundida contemplando los cristales blancos, viendo como uno de posaba sobre su mano.

-Sigue.. así estás en el comienzo de todo, encuentra tu semilla de looper.-