Nota: Las últimas tres temáticas de la dinámica se han unificado en un mismo universo y relato que se dividirá en tres capítulos con extensión de viñeta. Recordatorio de que los drabbles son de 100 a 500 palabras y las viñetas se extienden hasta las 1.000 palabras.

Universo: Alterno.

Palabras: 1.000.


VÍCTIMAS DEL AMOR: RANKANE WEEK DÍA 5
[Pasatiempo para dos]


Dōryō I » El Colega I

—Si estás tan irritada con ello, es porque te gusta en serio —escuchó decir a Nabiki y su ira se encendió más—. No creo que puedas asistir así a dar clases.

—¡Claro que no me gusta! —Regresó a verla con los ojos ardiendo en odio puro—. Y te voy a demostrar que estoy perfectamente para ir a dar mis clases, ya verás.

Nabiki la observó divertida mientras la veía marcharse al dōjō con paso furioso. Desde que el reconocido entrenador de combate libre, Ranma Saotome, se había unido a la academia de Artes Marciales Tendō, Akane y él habían tenido una extraña química que fluctuaba entre atracción e irritación y hacía que, a pesar de disfrutar de las artes marciales y ser la pareja perfecta de entrenadores, tuvieran constantes discusiones por cualquier tontería. Para las hermanas era obvio que en ese año de compañerismo había surgido entre ellos algunos sentimientos que, obviamente, se negaban a aceptar, pero aquello se había vuelto ya muy obvio cuando, unas dos tardes atrás, una hermosa chica de cabello negro y ojos marrones había ido por él al final de clases y ambos habían tomado el mismo rumbo, caminando cercanos, riendo y hablando muy íntimamente como si se conocieran de mucho tiempo.

Los celos en Akane eran evidentes, desde ese momento no había parado de ser hostil con él.

—Empecemos el calentamiento de una vez antes de que lleguen los estudiantes —le dijo a modo de saludo con el tono más antipático que pudo, asiéndose el nudo de su cinta roja.

—Sí, buenas tardes también para ti, Tendō —le devolvió con una mala cara. No entendía qué le pasaba que estaba más irritable de lo normal. Ella rodó los ojos y adoptó su posición de ataque sin esperar más—. Antes de que empecemos, necesito que me digas qué es lo que tanto te ha molestado, porque no puedo trabajar así.

—¡Deja de hablar y ponte a pelear! —Apenas soltó aquello, movió su cuerpo de forma ágil para alcanzarlo con la primera patada que iba directo a su cuello, pero fue detenida por el brazo masculino. Nuevos movimientos bruscos y sin técnica empezaron a salir genuinamente de ella.

Se estaba desquitando. Odiaba haber aceptado para sí misma que estaba enamorada de ese estúpido hombre con quien siempre discutía, pero que en secreto deseaba tener cerca, aceptar que le encantaba su voz, sus manos, su mirada, hasta su forma de enseñar. Ranma era el primer hombre que le había gustado tanto y por un momento había creído que él tal vez estaba sintiendo algo parecido por ella por cómo la miraba a veces o la vez que parecía haberla celado con Ryōga, su mejor amigo. Tonta de ella, la muchacha que había ido por él de seguro era su novia y ella viendo señales donde no había.

¿Que era culpa de ella? Sí, pero quería desquitarse de todos modos.

—¡Ya basta, Akane! —La trajo de nuevo a la realidad tomándola por la muñeca sorpresivamente y mirándola con preocupación.

Su pecho subía y bajaba por el esfuerzo imparable de esos últimos minutos y tenía la mirada llena de ira, pero también de tristeza. Ranma, por su parte, confundido por esa actitud, también estaba cansado y ahora necesitaba respuestas urgentes. Conocía a Akane, conocía sus rabietas y sus berrinches, pero ese no era el caso, algo la estaba hiriendo en serio y tal vez él era el culpable.

Y no quería que así fuera porque le dolía… quería que ella lo mirara con dulzura, no con ese resentimiento ardiendo en sus bonitos ojos marrones.

—Déjame ya, Saotome, no me distraigas —trató de soltar la mano, pero él la apretó más y sin previo aviso la atrajo hacia él de un tirón, pegándola a su cuerpo con brusquedad y cierto desespero. Después de todo, la adrenalina del entrenamiento les alteraba la percepción de la realidad—. ¿Q-qué haces? Suéltame —por supuesto que su cara se encendió con la rapidez de la dinamita y el corazón ahora se le quería salir por la boca. No podía siquiera mirarlo a los ojos. Jamás habían estado tan cerca y admitía que por dentro estaba derritiéndose.

—Algo está pasando contigo, Tendō, y necesito saber —le habló con un tono más bajo y la tomó de la quijada con la mano libre para que lo mire de una buena vez—. ¿Cuál es tu problema?

—No seas atrevido, no te incumben mis asuntos —aunque la cabeza iba a explotarle por la adrenalina que estaba sintiendo, se dio el lujo de seguir comportándose como si no deseara lanzarse a su boca ahí mismo.

—Sé que se trata de mí, si no, no fueras tan torpe con tus movimientos —sonrió de lado, sabía que eso la haría enfadar como siempre y tal vez lograra descubrirlo.

—¡¿Qué dices?! —Indignada, movió la cabeza con fuerza para zafarse del agarre—. No creas que todo gira a tu alrededor, Saotome, no eres más que un idiota, mujeriego, mentiroso, un...

Ni siquiera había notado la ira con la que hablaba que se dejó en evidencia.

—Ah, así que es eso… —el rostro pareció iluminarse y por fin la soltó de un solo movimiento. Dejó ir una ligera carcajada y negó con la cabeza. No lo podía creer.

—¿De qué te ríes? ¿Qué es tan gracioso? —Akane sentía que cada vez lo odiaba más. Se sobó la muñeca como una forma de evitar confrontarlo.

—Así que estás celosa, Akane Tendō…

—Ah, por favor, no seas egocéntrico —arrastró las palabras, pero ya era muy tarde, ya había sido expuesta.

—Buenas tardes, Saotome-sensei, Tendō-sensei —el joven hizo una reverencia marcada para ambos, quienes de inmediato le respondieron igual.

La clase debía empezar pronto.

—Dejaremos esta conversación pendiente —le dijo entre dientes antes de dirigirse al recién llegado.

Akane solo se tragó su odio y siguió adelante con lo suyo, de todos modos, el dōjō se respetaba.

Claro que se moría por seguir con esa conversación, pero no podía demostrarlo, simplemente no.

»


Bueno, amigos, finalmente decidí que iba a unificar las tres últimas temáticas en una misma historia para dividirla y hacer un AU finalmente. Es gracioso porque es obvio que el pasatiempo que ellos comparten es entrenar, pero sería muy obvio y aburrido (más de lo que ya es) si lo hacía OU, así que decidí hacer un AU en el que Ranma llega a trabajar al gran dōjō Tendō para dar clases junto a Akane, básicamente comparten una pasión hahaha, pero le metí historia para poder armar la "noche a solas" y "consecuencias de nuestro amor" y así terminar con el reto habiendo experimentado en universos, temas, extensiones y continuidad de los relatos.

Espero que me haya explicado, de todos modos, podrá apreciarse mejor al terminar el reto.

Un enorme saludo y besos a: MegoKa, gatopicaro831 y Karii Taishō.

Nos leemos mañana.