—Quiero decir... si al menos fuera una cita doble sería más... sencillo.

—¿¡Qué?! Una... ¿¡qué?! No. ¡No! No podemos... ¡eso carecería de sentido en lo absoluto!

—Eso haría que su presencia no fuera sospechosa —de nuevo cambia el peso de pie, girando la cadera... porque tampoco quiere una cita doble, pero es mejor eso que nada o sea... por lo menos estaría ella distraída en otra cosa.

—No, no, no. ¡Yo solo quiero ver como lo haces ya que no me explicas bien!

—¿Qué es exactamente lo que no le explico bien?

—¡No me has dicho lo qué haces exactamente! ¡Paso a paso! —eso ya lo leerás en el informe de Aziraphale, querida.

—Pues a grandes rasgos es... pedirle una cita, llevarle a donde hayamos acordado, hablar con él. Mucho. Mucho, mucho, mucho. Todo el rato. Hacer que se ría. Molestarle. Luego flirtear hasta que se da la situación y besarle.

—¿Cómo flirteas?

—Pues... normalmente con... ehm... insinuaciones y dobles sentidos.

—Vas a tener que hacer un informe detallado de eso.

—¿Sobre flirtear? Es todo muy... improvisado. Como lo que me decía el otro día del "fucking kill"

Belcebú se revuelve porque Gabriel... es el que flirtea con ella. MUCHO. De hecho gran parte de este problema se debe a ello. Y además siempre lo hace de un modo salvaje, insisto.

¡Sí! Bestia ¿Sutilezas? ¿Qué sutilezas?

¡Ninguna! Probablemente si fuera sutil Belcebú no se habría enterado pero todo va tranquilo y de repente... boom, EL flirteo.

—¿D-Después del flirteo va un beso?

—Pues... depende. A veces sí. A veces hay simplemente que responder algo ingenioso de vuelta.

—Hmmm... ¿a-algo ingenioso?

—Sí, o sea... flirtear de vuelta.

—¿Flirtear de vuelta? ¿Cómo un ángel? ¡Ugh!

—¿Cómo un ángel?

—Pues son los ángeles los que hacen ese tipo de comportamiento ridículo...

—Eh... no. En realidad no. Esto forma parte de tentar y seducir. Más bien ellos juegan a no dejarse tentar y hacerse los difíciles

Belcebú levanta las cejas pensando que... o sea... ¿será que ELLA está... flirteando con él sin notarlo?

No, querida, lo que pasa es que tú estás actuando como un ángel y él... hum... bueno. No tanto. Ejem.

¡Sorprendentemente!

Pues sí, pero...

¡Pues es que es tan bestia el otro!

No es consciente.

—Vamos, es que... tentar a un ángel estaba un poco fuera del área de... —empieza Belcebú, nerviosa.

—¿De...?

—¡No suele ser un negocio rentable!

—¿Por qué?

—¡Porque solo tú estúpido ángel cae!

—Si uno cae, otros pueden hacerlo. Solo hay que encontrar la manera.

—Quizás... esta sea una forma de debilitar al enemigo y prepararlo para la guerra.

—Es... una forma de verlo —Crowley sonríe nerviosamente.

—Necesitas mejorar esta presentación porque no dice nada específico —la necia—. Y voy a pensar si realmente vale la pena hacer esto con todos.

—No entiendo qué quiere más específico.

—¡Pues los detalles! ¿Cómo le besas? ¿Dónde? ¿Qué hace cuando lo haces? ¿Cómo sabes... las cosas que sabes? ¡No seas tonta!

Crowley se humedece los labios un instante con todo eso porque solo hay una forma de responder a eso... y no es con una presentación mejorada.

No va a ir al infierno a que le beses, si acaso es lo que estabas pensando. A menos que estés pensando en besar a Belcebú... y si es el caso, Dios te ampare.

—No hay forma de explicar esto más detallada más que haciéndolo.

—Pues trae a tu ángel.

—Verlo aquí no cambiará nada...

Belcebú se cruza de brazos.

—O sea... le beso en la boca. Junto mis labios con los suyos y... a-abro un poco los dientes. Luego espero que él los abra también y hago que nuestras leguas se toquen un poco.

—Y cómo es que llegas a estar así de cerca... —es que no le cabe en la cabeza, pero sí que se echa hacia adelante cuando empieza a hablar del beso, mirándole con las atención.

—La primera vez es difícil, porque se va a ciegas, a no ser que lo pida claramente. Pero si no, en general es una... apuesta, hasta que poco a poco se va acostumbrado a ello. Entonces sabes que puedes hacerlo en cualquier momento y va a tener ganas.

Belcebú arruga la nariz porque ni siquiera... está segura de que ella tuviera ganas de besarle en cualquier momento. Aunque la idea de que Gabriel repentinamente intentara o quisiera besarle le hace revolverse en su sitio.

—Y si no, siempre se puede optar por excitarle hasta que él sea el que no pueda resistirse.

—Oh...—levanta las cejas—. ¿Le has hecho... eso?

—Sí —responde llanamente tras vacilar un poco

—Y funciona —estoy empezando a temer por la integridad de Gabriel.

—Sí —a nadie le importa su integridad.

Vaya. ¿Solo importa su físico?

Nah, tampoco. Que se muera.

Y luego me critican a Aziraphale por querer que Sandalphon se descorporice...

La diferencia es que Aziraphale es un ángel y aquí estáis en el infierno.

Ñañaña.

Belcebú se humedece los labios pensando que seguramente no va a besarle, no, pero el asunto de la excitación SEGURO que lo prueba.

Crowley la mira pensando que... necesita una explicación de cómo se hace un beso como si fueran las instrucciones para montar un mueble de Ikea, pero no parece necesitarlas para como excitarle. Gracias a Satán.

No. Es que me parece que eso sí lo ha hecho.

Mejor.

Pero si quieres te la pide.

¡No! No, no, no... no.

—Con excitarle te refieres a...

Ugh.

—Pues sexualmente.

—Es que no puedo creer que funcione.

—¿El qué? ¿Que se excite? Pues insisto que cuesta un poco al principio.

—No será que el chico se excita contigo solo porque le gustas.

—Bueno... eso seguro ayuda —podrías sonar menos orgullosa.

—Es decir, no estás segura que funcione... bueno, tendré que hacer yo mis investigaciones con alguien que no sea tan idiota como tu ángel —frunce el ceño.

Crowley sonríe un poquito y se detiene a sí misma para no hacerle un cejas cejas. Menos mal.

—¿Algo más?

—¿Puedo saber quién, por curiosidad?

—¿Quién qué?

—Con quien va a hacer esas investigaciones

—C-Con... cualquier ángel que encuentre —se sonroja

—Lo digo porque si tuviéramos un objetivo concreto esto sería mil veces más sencillo—¿Y qué planeas, Crowley? Que te diga que es Gabriel solo para poder gritar "JA! Lo sabía!" ¿Y luego qué? ¿Convertirte en el estúpido consultor personal del príncipe del infierno? No seas idiota, ¡déjala!

—¡No tenemos un objetivo concreto, Crowley! ¡DESDE LUEGO!

—Vale, vale... —levanta las manos.

—El único objetivo real es TU ángel y hoy mismo voy a saber si realmente sirve o no sirve como doble espía.

—¿Qué? ¿Por?

Se encoge de hombros y se levanta con la idea clara en la cabeza de... necesita ver si pueden ir a una "cita" ella y Gabriel. Y va a probar el asunto de... la excitación.

Crowley parpadea súper nerviosa de repente con eso. Piss your pants.

—Ehm... p-Pero...

—¿Qué?

Vacila porque lo ha dicho presa del miedo.

—Te informaré —sentencia Belcebú. Crowley le mira con el corazón súper acelerado—. What?

—N-Nada —baja la mirada. La verdad, no se suele ver así de triste... nunca

—Es la última vez que te pregunto esto... ¿qué pasa?

Niega porque es que no puede decirle que le quiere y está asustada. Belcebú pone los ojos en blanco

—Bien, me largo. Ya hablaremos —y ahí se larga el príncipe del infierno, pensando más en lo que va a hacer que en Crowley, sinceramente.

Ya bueno... Crowley recoge su portátil y el proyector aun pensando en esto...

Aziraphale te quiere (le manda decir).

Ya la tenía un poco harta el juego de los agentes secretos y que de repente alguien pudiera decidir por ella que... no. Ya se acababa los besos, el sexo, el amor y todo lo demás. Sin más explicación que... ya no era rentable. Ojalá pudieran simplemente volver a como estaban antes con misiones... cada uno las suyas y el acuerdo.

Sí, Aziraphale tiene la misma sensación todo el tiempo. TODO el tiempo. Solo que quiere volver a como estaban antes, en su vida tranquila y feliz. Igualmente, no creas que te vas a deshacer tan fácil de los besos y el amor... aunque Belcebú te pida que te deshagas de ello.

Bueno, pues a ella la jode igual. Recoge toda malhumorada y se va a ir al cine o a dormir. A no hacer nada. NO PIENSA HACER NADA DE NADA.

La rebelión. Tan enojados ambos. Pueden hacer un club de los enfadados con el cielo y el infierno. Hastur dice que se incluye y me parece que Sandalphon va a querer incluirse también.

Bueno, sí. Es más bien frustración por la impotencia, pero bueno, mientras no hagan que uno u otro trabaje enclaustrado en el cielo o el infierno.

Por lo pronto, no es la idea de nadie, pero... teme, TEME! Belcebú se ríe por ahí malévolamente, con su risa de Belcebú MUAJAJAJAJJAA

Aun así ha dormido solo como una hora en la librería y además casi no podía ni moverse con el bloody círculo.

Sigh, vale, ve a dormir pequeña. Aziraphale irá a hacer de baby sitter de Sandalphon

Además Aziraphale sigue sin hacerle puto caso al teléfono.

Está intentando aprender a hacerlo.

Whatever. Además siempre le deprimen un montón las presentaciones porque siempre se siente súper genial y al final nadie las entiende.

Aun así... no lo has hecho mal, la verdad. Belcebú quedó bastante conforme.

Pues ella siente que ha sido un fracaso.

Venga, no ha estado mal... Se ha visto muy guapa con sus movimientos de cadera mientras la daba y menos mal no ha tenido que besar a Belcebú

A nadie le importan sus movimientos de cadera y eso casi lo hace, la verdad. Se lo ha planteado por un segundo

Y ha dicho cosas muy muy monas como que finge estar enamorada, como si eso fuera posible. Aziraphale estaba encantado con su sonrisita de... pfff.

Pues Belcebú se lo ha creído.

Sí. Completamente. Es que lo ha hecho bien, Belcebú se ha creído todo, lo único en donde sí... ha dudado y le ha atrapado fue en lo del... ángel cuyo nombre no sé. Esta vez Belcebú fue como... a ver espera, me estás diciendo esto y... lo estás haciendo a propósito.

La otra vez estaba como... ¿cuál? Es que no sé diferenciarlos. Lo cual tampoco es mentira del todo.

A todos menos al suyo y a Gabriel, al que odia casi con la misma intensidad con la que ama a Aziraphale.

ESO HA SIDO MONISIMOOOO. Aziraphale le llena de besos a la distancia.

Belcebú llega tarde... pero no tan TARDE con su tradicional cara de asco, mirando alrededor y arrugando la nariz.

Gabriel está en su despacho leyéndose los reportes, aunque los vaya a leer ahora con ella.

Belcebú hace los ojos en blanco pidiéndole a uno de esos ángeles que están por ahí... que le anuncie. Aunque... se humedece los labios antes de que se vaya y le roza la espalda haciéndole EL asunto de la excitación. Lo más suave que puede. Sí, quiere ver únicamente si tiene algún... resultado.

Sí, pero no creo que el resultado que busca. El ángel da un salto como si le hubiera crujido la columna.

En realidad, busca... cualquier reacción. Dado que pensó que eran inmunes. Así que sonríe un poco con ese salto.

—L-Lord Belcebú, teníamos una distante pero respetuosa relación usted y yo — protesta el ángel porque... es que tiene que haber sido ella.

—La tenemos, la tenemos —le sonríe un poco más.

—No hay necesidad de agresiones...

—Solo... me tropecé.

El ángel mira de reojo y no añade nada más, guiándola al despacho donde esta Gabriel

Asiente un poco ella, entrando al despacho sonriendo con cara de pilla.

Gabriel está sentado en su butaca enorme de cuero blanco con una pierna sobre la rodilla y medio girado cara la pared, completamente echado atrás en la butaca, mirando los papeles que tiene en las manos... un poco acalorado.

—Ehh... hello?

Levanta la vista de las hojas y cuando la ve, sonríe.

—Ah, ya estás aquí. Pasa, pasa... Gracias, Daniel, Dios te bendiga —despide al ángel.

Daniel hace un ligero asentimiento de cabeza como saludo, marchándose... y luego mueve otra vez los hombros adelante y atrás por el toque de Belcebú.

Ella le sonríe también hasta la bendición. Arruga la nariz. La bendición era para Daniel. Lo sabe, lo sabe. Pero siempre deja un olorcito raro en el ambiente.

—¿Qué haces? —pregunta acercándosele.

—Por favor, siéntate —le señala las sillas frente a su mesa—. Estoy leyendo los informes de mis hombres en la tierra... y en el infierno.

—Ah, ese asunto. Que dice el informe —estira la mano para que se lo dé, sin sentarse en donde dice, de hecho, recargándose en el escritorio. Le tiende la versión... "censurada".

—A lo mejor me lo podrías leer en voz alta

¿Ha censurado la versión? ¿Cómo?

Pues han quitado cosas que quizás el cielo no quiere que el infierno sepa

No, o sea ¿físicamente la ha quitado? ¿Lo notara ella?

No. Una fotocopia, un par de milagritos y... niquelao.

—¿Leerte en voz alta? Hmm ¿te has vuelto medio ciego ahora? —sonríe de lado.

—Tu belleza me ciega... —responde sarcástico.

—A mi tu fealdad me... asquea —ahí la respuesta brillante, pero igual se sonroja un poquito.

—Limítate a leer, anda.

Or what? —sonríe de lado y le mira de reojo.

—O tendré que hacerlo yo.

"Todazzz las fechazzz ezzztán escritazzz en calendario terrezzztre. Fitzzzrovia, Londrezz. Juevezzz 26 de Octubre del año 2019. Media tarde."

Gabriel vuelve a echarse para atrás en la silla con las manos detrás de la cabeza para escucharla. Quiero decir que... Belcebú no lee tan bien, la verdad.

"El princi-principado Aziraphale camina al sur por Ogle street, cuando siente en la cabeza un golpe seco" —Sí, Aziraphale narró esto en tercera persona... porque era más fácil

—Si hay alguna palabra que no entiendas... ignórala. Suele ser... insoportable.

—Oh... vaya. ¿Ni tú las entiendes? —sonríe de lado y se sube al escritorio.

—La mayoría ni me molesto —arruga la nariz porque los pies en su mesa blanca

Belcebú cruza las piernas sin hacerle caso Y Gabriel no le dice nada porque basta que lo haga para que empiece a restregarlos.

"Después de sentir un penetrante y agudo dolor, perdió el sentido, abriendo los ojos nuevamente, después de un inde-indeterminado tiempo."

—¿Este es el plan ahora? ¿Asediarnos unos a otros por la calle?

—No. de hecho... eso es algo que no esperábamos. Ya lo he arreglado. Aunque igualmente, es casi lo mismo que le pasó al mío, eh, como para que dejes de quejarte peeero, si quieres, puedo asediarte a ti por la calle sin problema —agrega volviéndose al informe.

—Eso tal vez no me molestaría.

Belcebú levanta las cejas. ¡Salvaje!

—L-Lo tomaré en cuenta —se aclara la garganta. Gabriel sonríe esperando que siga leyendo—. El principado despertó en un horrendo, despiadado, húmedo, maloliente y descuidado calabozo.

—Y todavía te preguntas porque te hago subir yo a ti siempre.

—No me dirás que ustedes no tienen un calabozo feo —le sonríe—. Calla.

Gabriel sonríe simplemente sin contestar.

—"Dentro de su custodia, había un demonio. Alto, maloliente y mal encarado. Le recibe a golpes por un largo rato, hasta dejarle inconsciente otra vez. Esto se prolonga por, de nuevo, un tiempo indefinido. Yendo y viniendo. Se cura cada vez que deja de golpearle." Tu ángel es un dramático.

—Por supuesto, tu demonio solo estaba ofreciéndole un poco de hospitalidad infernal, a quien se le ocurre

—Pues que esperaba, estaba en el infierno... y Crowley tiene la orden expresa de matarle.

—Bueno, ya sabes cómo son, intentará hacer que todo esto suene mucho peor, como si acaso necesitarais ayuda.

—"Después de un buen tiempo y tras rezar lo que cree son infinitas horas esperando que el suplicio termine, el demonio decidió intentar arrancar sus alas."

—¡Esto es un rollo! Hay como... varios párrafos de los métodos ocupados, incluyendo fuego infernal. Blablablá.

—La verdad, quisiera poner de manifiesto la inutilidad general de tus demonios.

—¿Perdóname? No hay ninguna inutilidad. Estaban intentando matarle.

—Estaban inútilmente torturándole, ni siquiera lograron cortarle las alas como es debido.

—¿Vas a decirme que tú sabes cortar las alas de un ángel?

—Desde luego que no, habrase visto actividad menos celestial.

—De un demonio, ¿entonces? —pregunta buscando donde terminan las mierdas estas de las alas.

—Desde luego. Los demonios tardan más en curarse y en general no se les da muy bien hacerlo, así que no es necesario un corte muy quirúrgico. Lo mejor es cortar en el sentido de las plumas, en paralelo al lado largo, es la manera de lograr que salga más sangre y cortar más veces los nervios. Es algo clásico de amateurs intentar cortar de raíz y en perpendicular a los músculos. Y en realidad ese es el modo más holgazán y a la vez compasivo que hay —hace una sonrisa de tiburón

—¿Cuántas alas de demonio has cortado? Fuck, Gabriel!

—Las que han sido necesarias.

—¿Y te quejas de esto? —se sonroja igual porque ESA sonrisa le gusta

—Insisto en la inutilidad...

Shut up, Gabriel. Mira. "El demonio Crowley le ofrece dejarle ir a cambio de algo que en el momento le suena mucho más mortificante y peor que la puerta."

—¿A... já? —la verdad, me parece que no ha llegado del todo a esa parte

—"Le piden su dignidad, su integridad..."

—¿Se lo pidió? Creía que había abusado de él a la fuerza...

—Esto es lo que dice aquí, Gabriel... ¿qué puedo decirte? Parece haber accedido. ¡Por todos los infiernos con Crowley!

—¡Lee en voz alta o lo leeré yo!

Bloody hell! "No quiere. Se resiste, trata de pelear, pero antes de lo que espera le ha quitado de un chasquido sus ropas, y con ellas, su espíritu... y un poco su fe." ¿Este no es tu ángel enamorado de Crowley?

—Lo es... lo que me hace pensar que estaba menos en contra de lo que intenta reflejar el relato.

—¿Estas queriéndome decir que ustedes pueden disfrutar algo así? — Belcebú le mira de reojo. Ajem. Ajem.

—Por lo visto. Aunque el caso de Aziraphale es muy concreto.

—Eso que te lo crea otro. Si lo puede hacer ese ángel lo puede hacer cualquiera. Hasta tu.

—Bueno, Aziraphale puede soportar el fuego infernal. No estamos seguros que no esté... cayendo.

—Victoria para el infierno.

—Uy, sí. Te lo vas a pasar súper bien lidiando con los dos ahí abajo.

Shut up! ¿Quieres oír que dice o no?

—Continua pues —hace un gesto.

—"El horror, la intimidad, la inseguridad..." ¡Está haciendo un drama!

—Ni siquiera estoy seguro que sea sincero.

—Seguramente no... pero mira... hay detalles. "Se le acerca, en un revuelo y le sonríe... se ha quitado la ropa también. Intenta tentarle a asquerosos besos" —Aziraphale intentando agregar adjetivos horribles a las frases.

—Le sonríe... ¿estás segura que los demonios no pueden...?

—¿Poder qué? —pregunta mirándole de reojo.

—Pues... corresponder o como sea.

—Pff... ¡Claro que no! ¡Desde luego que no! —se ríe un poco, nerviosita—. Como vamos a... o sea... pff. Lo sentirían, ¿no?

—No, si se tratara únicamente de apetito sexual. Pero él insiste en que... el demonio le quiere de vuelta. Aunque dijo que era obvio que no, si le hacía todo eso.

—No se le ocurre un solo demonio que quisiera hacer algo así... a un ángel. Guácala —se inclina sobre el escritorio, mirándole y pensando que... debería tocarle, pero es complejo pensar en tocarle... AHÍ. Vamos, que casi que es imposible. Ahora mismo tienes una mesa incluso en medio así que ese casi sobra... Se vuelve a las hojas—. Creo que él se está imaginando que Crowley le quiere porque es lo que quisiera que pasara. No que fuera deseo sexual, no que estuviera tentándole, no que pensara en... seducirle. Lo que quisiera tu ángel es que le quisiera.

—Eso se lo hemos dicho todas las veces, que confunde sus propios sentimientos con los del demonio.

—Bueno, eso es bastante incompetente de su parte... —sonríe un poco y baja las piernas del escritorio hacia donde está él.

—Solo está confundido —ojos en blanco y se echa un poco a un lado cuando hace eso.

—¿Qué pasaría en el hipotético caso de que tuviera razón...?

—¿Crees que sería posible? —levanta una ceja.

—Solo estoy preguntando si hipotéticamente pasara...

—Bueno... bastante asqueroso es en sí que tu demonio tenga deseo sexual por un ángel... que además le quiera... desde luego significaría que los dos han pasado demasiado tiempo en la tierra y se están desviando completamente de lo que deben

—¡Desde luego que no le quiere, no seas ridículo!

—Pues Aziraphale está bastante seguro.

—¿Crees que Crowley le hubiera hecho esto?

—No, creo que le hubiera hecho algo parecido y luego él lo hubiera redactado en otro tono.

—¿Eso es lo que tú harías?

—Probablemente.

Belcebú le mira con una cara...

—¿Qué harías tú?

—Pfff... si yo tuviera algo con un ángel tendría que ser... a hell of an angel, para empezar. No cualquiera —desvía la mirada al texto, sonrojándose.

—Fíjate, pero existe la posibilidad... —sonríe de lado y se balancea un poco en su silla.

Belcebú abre y cierra la boca sin saber que contestar.

—N-No!

—Es toda una revelación. Prosigue...

Shut the fuck up! —se queja histérica. Gabriel sigue sonriendo de lado, pero no dice nada—. "El demonio Crowley tienta al prin-principado Aziraphale ocupando primeramente besos en los labios. Profundos. Por desgracia, el principado Aziraphale descubre con prontitud que los besos producen inevitable deseo carnal. El principado Aziraphale se resiste mentalmente y reza a Dios durante todo el proceso."

Gabriel se humedece los labios con eso sin notarlo. Belcebú se los humedece también.

—¿Has besado a alguien alguna vez? —se atreve a preguntar ella.

—No. Esa es una actividad enteramente humana, me extraña que Crowley la haya usado y le haya funcionado.

—Es comúnmente usada por algunos demonios para tentar a los humanos... entre otras cosas.

—Aunque funcione con los humanos, que no entiendo como puede ser... debe ser una de esas cosas como comer. Tienen una especie de fijación oral.

—"Su boca es menos caliente de lo que habría esperado y húmeda. Su lengua se mueve y acaricia. Sabe un poco a sal. Y un poco a alcohol. Es mucho más sutil y a la vez sexual de lo que el principado hubiera esperado." No es una fijación oral, es que... puede resultar agradable.

Gabriel se ríe de ese comentario. ¡Ugh! Ella trata de no sonrojarse ni nada, solo sigue leyendo.

—"Después de un tiempo indeterminado, el demonio se mueve a besarle otras partes de su fisio-fis-fisonomía humana, buscando con absoluto propósito de hacerle daño y llevarle a la caer en las garras de la oscura tentación, encontrar los puntos de su anatomía en los que los besos puedan ser más tentadores. Hace un estudio completo del cuerpo del ángel. Se sugiere considerar esto en futuros casos ya que tiene información valiosa" —Belcebú frunce el ceño... porque esto no se lo ha explicado Crowley ¡y dice aquí que es información valiosa!

Gabriel mete el dedo en el cuello de cisne de su jersey porque ¿hace cada vez más calor aquí?

Belcebú le mira. Y... se distrae por completo de pensar en Crowley. Porque es que uno no es El señor de las tinieblas, El innombrable, El mismísimo demonio, El príncipe del Infierno y demás Elses diabólicos sin al menos darse cuenta de cuando un arcángel está siendo ligeramente tentado hacia lo sexual y perverso. Se baja del escritorio lo más cerca que puede de él y se vuelve al escrito.

Gabriel la mira de arriba abajo cuando hace eso.

—"Después de invocar a Dios nuevamente en incontables ocasiones, la noción de que esta es una prueba más para el que debe sobrellevar y que no podrá evitar es cada vez más clara. Se encomienda en espíritu y suplica perdón porque el cuerpo le está fallando. Se siente intoxicado, excesivamente sensible, ansioso y excitado. Y el demonio parece olerlo, sentirlo, percibirlo. Le mira con sus amarillos ojos y el ángel puede ver la absoluta lujuria, deseo y a-amor" Pffff.

Gabriel la mira, porque ha parado de leer.

—¿Qué?

Belcebú le mira de reojo porque no parece haberse dado cuenta de que ahí dice amor... y eso lo hace un poco mono. Le sonríe un poquito.

—"Lo único que le queda al ángel es suponer que algo de este abuso puede tener algún fin ¿lo-loable? Loable. O al menos rescatable, es que no debe caer por este acto impuro. Debido a sus años en la tierra, ha conocido al demonio Crowley por largo tiempo y debido a los actos del mismo, ha aprendido a tener cierto, leve afecto por él. De colegas de una profesión opuesta. Pareciera ser esta la única posible oportunidad de no caer. Así que reza una vez más a Dios, para suplicarle que le permita no caer si este acto perverso, al menos él, lo hace con amor"

Belcebú piensa... que el CABRÓN de Crowley DE VERDAD lo ha conseguido. No es una exageración lo que le cuenta, el ángel ha sometido un informe al cielo en el que declara abiertamente su amor hacia él.

—Mmmm...—vacila Gabriel, pensando.

—What?

—Azirapahle no sabe mentir.

—¿A qué te refieres?

—En el otro párrafo asegura haber visto amor y lujuria en los ojos de Crowley y ahora en este explica que él pretende hacer esto con amor. No sé si Crowley realmente le quiere, pero esto no fue un abuso sexual forzado. Está claro que le está seduciendo.

—Bueno, querías que le matara, ¿no? —Belcebú se humedece los labios.

—Lo que no entiendo es porque está haciendo eso en vez de... bueno, matarle.

—Hombre, yo al menos puedo entender que esté haciendo esto para jactarse con los demás demonios de haber seducido a un ángel... el tuyo es quien no tiene explicación alguna.

—¿Qué es lo que te parece que no tiene explicación?

—Pues no veo que lo vaya a matar en lo absoluto.

—Tiene asignado ya un compañero.

—Ese asunto... —ojos en blanco, se vuelve a las hojas, leyéndolas por encima—. ¿El compañero va a matarle?

—Espero que lo hagan entre los dos.

—Mmm... Pues yo podría ponerle a Crowley dos compañeros —y a ver quién la tiene más grande.

—¿Para que los asedien sexualmente ahora entre tres?

—No voy a impedirles que se diviertan un poco.

—Así que ahora resulta que esto es divertido para los demonios...

—P-Pues... —vacila—. Es asqueroso. Pero... hay que intentar divertirse dentro de lo asqueroso.

—No parece para nada que les parezca asqueroso. Podrían limitarse a matarlo y en cambio...

—¡Que va!

—¿No podrían limitarse a matarle?

—¿No podría el tuyo no enamorarse?

—Está claro que no. Lo que no sabía es que esto era una necesidad en vuestro caso.

—¿Necesidad? ¡No es una necesidad!

—Es lo que parece. Aziraphale empieza a quererle y tu demonio no solo no puede matarle como se le ha encomendado, si no que no puede quitarle las manos de encima.

—Insisto, mientras le mate, me da igual si lo violan o no. Quizás es parte del plan, Gabriel. ¿Qué te quita a ti que haga lo que sea?

—No me quita nada, solo estoy aprendiendo sobre cómo funcionan los demonios y esto no lo sabía.

—Estás haciéndote ideas, nadie tiene tanto interés en los ángeles. Crowley puede dejar de tocarle si esto es lo que se le manda

—Se le ha mandado matarle y... esta es su reacción. ¿Es algo solo suyo o a los demás también es tan fácil inspiraros deseo?

—Oh, come on. El tuyo es el ángel más endeble del mundo. No solo ha caído en la tentación, sino que se ha enamorado. Si crees que tú estás aprendiendo cosas que no sabías, permíteme te digo que esta es una gran sorpresa para mí y no dudes que vamos a empezar a usarla.

—¿Empezar a usarla? —levanta una ceja.

—Pues dadas las circunstancias —se agacha hasta él—. No creas que no podemos sacarle provecho

—¿Planeas enamorar a mis ángeles? —levanta la barbilla con ese movimiento.

—Quizás —se sonroja.

—Tú, nada menos —se ríe.

—¿Qué insinúas? —frunce el ceño tan indignada. Gabriel te lo estás buscando

—Tendría más suerte un humano —sonríe y mata una mosca de un manotazo.

De un solo movimiento rápido se hace adelante, esquiva las piernas, le pone la mano directamente en las regiones vitales y suelta una oleada INTENSA de excitación.

WTF. Va a meter un GRITO. Del... susto, sobre todo. Y de lo que cree que es dolor.

Belcebú se separa, subiéndose al escritorio. ¿Dolor?

—¿Qué te pasa? —protesta Belcebú, que se ha asustado también.

Gabriel respira aun un poco con dificultad y le mira frunciendo el ceño.

—¿Qué pasa con el pacto de no agresión?

—¡No te he agredido más de lo que me agrediste tú!

—Yo no te he hecho absolutamente nada y tú acabas de... ¡ni siquiera sé lo que has hecho! —protesta medio a gritos, bastante descompuesto y completamente fuera de lo que es habitual en él.

—¡Me he defendido! ¡Y cálmate que no te ha pasado nada grave! —chilla ella sumamente nerviosa.

—¿Qué intentabas? —pregunta intentando calmarse.

—¡Demostrarte que no es tan complicado!

—¿El qué?

—¡Ugh! ¡No te pasó nada tan serio! ¡No seas llorón! —sigue protestando ella súper nerviosa mirándole de arriba a abajo—. ¿Te dolió algo?

—Sí, ¡claro que me dolió! —protesta porque no le dolió, pero no sabe cómo describirlo de otro modo. Belcebú le mira bastante sorprendida.

—¡No! No te hice... ¡No! ¡No debía dolerte!

—¿¡Y qué esperabas que hiciera!? —protesta

—Pues... debía gustarte, ¡idiota!

Hay unos instantes de silencio en los que el arcángel procesa eso.

—¿Qué?

Shut up! —protesta histérica esta vez.

—No, no... cuéntame eso otra vez. Estabas intentando... ¿qué?

Shut it! Porque no tienes... no me... ¡sólo estaba probando un punto!

—¿Qué punto?

—El punto de que eres idiota, ¡ese punto!

Ojos en blanco de Gabriel.

—Ni siquiera sabes... no... pero ¡si llevas años en ese cuerpo! Cómo puedes... no te pudo haber dolido. ¡A NADIE le duele! Y si te duele estás enfermo.

—Espera, ¡estás sacando ideas!

—¡Porque tú estás diciendo que te ha dolido!

—No, del reporte.

—What?!

—Del reporte. Dios mío, Crowley debe haberte explicado a saber qué y estás intentando... —se persigna.

—¡No! Bloody hell! —protesta HIS TE RI CA

—A saber qué ideas te estás haciendo.

—No me estoy haciendo ninguna idea. ¡De hecho tengo que irme! —va a salir corriendo... y se va a llevar el reporte.

—¡Que vas a tener que irte! —protesta y de un chasquido de dedos le cierra las puertas EN LA CARA. Ella se gira a mirarle bastante en pánico, abriendo los ojos como platos.

—¡Eh! ¡Déjame ir!

—Explícame de qué va esto —se echa para atrás calmándose un poco. Ella levanta la nariz, intentando controlarse un poco.

—Tú te estás haciendo ideas. De eso va.

—No me des motivos si no quieres que me las haga.

—Estabas aquí asegurando que yo no podría conseguir nada. Solo quería demostrarte que sí que podía.

—Y aun así no has podido.

—¡Claro que sí he podido! Que tú estés enfermo y te duela es otro asunto.

—No estoy enfermo. Tendrás que esforzarte más la próxima vez —sonríe de lado y chasquea los dedos para abrirle las puertas de nuevo.

¡Cielos! ¡Joder, Gabriel! Belcebú le FULMINA.

—Fuck you! —le grita frustradísima, yéndose.

¿Al final se ha llevado el reporte?

Seguro que sí. No la vas a volver a ver en un mes.

¡Pero si ha sido ella la que le ha metido mano!

Pues claro, va a morirse de la vergüenza de ello.

Por suerte, era una copia, aunque así no vamos a acabar de leerlo nunca. Para una cosa que Crowley sí que se iba a querer leer...

Quizás Belcebú se lo lance en la cara o se los reparta a todos, TODOS para absoluta vergüenza de Aziraphale

¿En serio? ¿No podemos bajarle un poco a la pasivo-agresividad general? Mejor que lo comente con Crowley.

Sí, sí va a comentar esto con Crowley.

Aunque ahora está durmiendo y luego está ocupada. Y mañana también ¿Qué tal la semana que viene?

Deja primero que se calme y deje de morirse de la vergüenza. Puede que tarde unos días, en efecto.

GRACIAS.