Aziraphale le saca la lengua y ella detiene el coche en mitad de la vacía carretera secundaria a ningún lado y le da un beso, porque sí.

¿U-Un beso? Aziraphale levanta las cejas tomado por sorpresa.

Se separa antes de que reaccione y él se le va detrás de manera súper obvia pero ya está el coche en marcha otra vez

—C-Crowley! —protesta un poco, sonrojado.

Yes? —tan orgullosita.

—Eso NO se vale.

—¿Por?

—Hmmm... —refunfuña con una súper sonrisa porque el beso... EEEEEEEEL beso... LE gusta que haga esas cosas.

Asmodeo sigue levantando las cejas con TODO esto y Crowley también sonríe conduciendo sin necesidad de mirarle.

Aziraphale se le eeeecha encima solo esta vez.

—Bueno ¿y esto es en el culo del mundo? —protesta Asmodeo.

—Creo que ya llegamos, ¿no? —mira a Aziraphale moviéndose un poco para que se apoye mejor.

—Sí, es... por aquí es donde fue el incidente de la bicicleta, ¿no?

—No, era más adelante.

—Vale... más adelante. Ehm... es que era de noche la vez pasada —Nótese que Aziraphale solo sabe dónde está el este y el oeste, no es que tenga idea de nada más.

—¿Vienen aquí con frecuencia? —pregunta Asmodeo.

—Últimamente sí —responde Crowley.

—¿Y a quién vamos a ver?

—A unos amigos... —Aziraphale se gira a él—. Y por favor, querido, compórtate. Nada de meterles ideas raras en la cabeza.

—¿Yo? —Asmodeo pone cara de inocente —. Yo no soy aquí el seductor...

—¡Crowley tampoco lo es! —protesta Aziraphale por si acaso y Asmodeo sonríe de lado—. N-No vas a empezar a jugar con NUESTRA mente tampoco!

Crowley mira a Aziraphale porque... por lo visto ahora es UNA SOLA.

Como tu casa que ahora sería nuestra casa, como podemos ver.

Por lo visto...

—Yo no estoy jugando con nada suyo... ustedes dos están haciendo eso solitos.

—E-Ella... E-Es ella la que... bueno... Ahm... yo también. No es seducción, es... —Aziraphale hace una pausa y es que esto es difícil que no veas—. A-Amor. ¿Vale?

Crowley aprieta los ojos pero no dice nada.

Y es que por alguna razón, Aziraphale sentía que cada vez que quería hablar sobre ello de manera convincente hacia Asmodeo por alguna razón sonaba... forzado. Asmodeo suelta una risita.

—Ya, ya, ya lo sé. Todo mundo sabe que tú quieres a Crowley... y que Crowley te quiere a ti.

Ella traga saliva sin protestar.

—Ahm... sí, sí...

—Yes...

—Mucho —insiste Aziraphale y es que le sigue pareciendo que este comentario es poco sincero, lo cual es completamente absurdo, porque no lo es. Pondría la mano en fuego demoníaco a que Crowley le quiere. Y mucho. Pero confesarlo así... suena como si alguien le estuviera extrayendo la información obligadamente.

—Ehm... well —carraspea Crowley nerviosa.

—Y sé que todos creen que soy un ángel tonto porque un demonio no se puede enamorar de un ángel, pero... sí se puede. Digan lo que digan —sigue. Por favor, cállalo.

—Ugh ¿En serio?

Aziraphale le mira de reojo porque todo esto lo está diciendo para convencer al adorable demonio de que ella hace bien su trabajo.

Ya, ya... pero la pone nerviosa igual.

Aziraphale vacila un poquito, porque esto de verdad es complejo y mira a Asmodeo de reojo.

—Eso lo sé, justo me lo estaba diciendo cuando te has bajado a la farmacia —asegura sonriendo y pensando que es bastante mono, la verdad, a pesar de lo forzado.

Crowley parpadea con eso, otra vez el asunto de uno cree que el otro cree que sabe pero en realidad...

—Ha sido muy dulce con sus palabras hacia tí.

—¿Dulce? —Aziraphale vacila un instante.

—Bueno, todo lo dulce que puede ser un demonio enamorado... tratando de ocultarlo hacia mí. Pero no temas, su secreto está seguro conmigo.

Aziraphale paaaaarpadea con eso, mirando a Crowley, un poco mareado con esto. El... demonio pensaba entonces que... él creía que Crowley le quería, pero a la vez creía que no quería que Asmodeo supiera que le quería, ¿entonces había intentado ocultarlo?

De eso hablábamos con lo de uno cree que el otro sabe.

Sí, sí, le está resonando a él en la cabeza así en plan... esto es complejo.

Well... —Crowley carraspea incómoda igual—. En serio ¿puede alguien mirar por donde se va ahora?

—¡Pues mirando estoy pero no sé!

—Pues yo solo te oigo parlotear como de costumbre.

—¿Desde cuándo no puedo hacer las dos cosas a la vez?

—Desde que una de ellas se queda siempre sin hacer.

—Te quejas de vicio. Pregúntale al coche.

—¿Que le pregunte qué?

—Como llegar, seguro de acuerda.

—No es así como funciona.

—Pues a veces hablas en voz alta y hace lo que quieres, ¿no?

—Sí, pero no le puedo decir "llévanos a la casita de la bruja de la otra vez, cuando estábamos intentando detener el apocalipsis"

—Venga... es para recoger mis libros, my darling —Aziraphale le da un par de palmadas al Bentley en el asiento.

—Te he dicho que no funciona así, que no sabe a cuando me refiero. Ni sabe qué hacíamos

—Bueno entonces en el teléfono lo buscamos —hace morritos.

—De eso justo estoy hablando... ¿cómo alguien a quien la tecnología se le da tan mal ser tan dependiente de teléfonos y todo?

—¿Dependiente de teléfonos? ¿Yo? ¡Qué va!

—Pues... ¡todo lo solucionas diciéndome que se lo pida al teléfono!

—Ugh! Vale, detente.

—¿Vas a intentar preguntarle a alguien? Ugh, vale, vale, intentaré encontrarlo dando vueltas por ahí —no se detiene.

—Que tiene de malo preguntar. Mira, ahí hay gente —ojos en blanco.

—Es como el último recurso si no hay tiempo, pero tenemos tiempo.

—¡Solo es preguntar! No lo tienes que hacer tú... detente, me bajo, hablo y tú te quedas aquí haciendo muecas.

—No vamos a esperar dos horas a que te bajes y además te digan dónde está la tiendecita de té más encantadora del pueblo o cualquier otra tontería similar que se te ocurra.

—Eso sería útil. Podríamos ir —ojos en blanco.

—¡No hemos venido aquí a comprar té! Nunca vamos a comprar té. Cómprate el té malo del supermercado y luego quéjate amargamente de cómo quieres ya que se te acabe la caja porque lo odias e invita a todas las visitas para que se acabe antes como un londinense normal.

—Eso no lo hace un anticuario como yo con una librería bonita. Jo... mi librería.

Crowley se acuerda de la librería, aprieta los ojos y se paaaaaara para que se baaaaje a preguntaaaaar

—Mi juego de té aún estaba entero en la mañana de ayer...

—¿Qué ha pasado con la librería? —pregunta de nuevo Asmodeo.

—Fíjate qué bien... De todo lo que podría haber sobrevivido...

—Hoy seguro ni eso. La han destruido... Gracias por detenerte —abre la puerta suspirando un poco. Crowley se gira con Asmodeo.

—No estamos teniendo una vida muy fácil últimamente aquí arriba

—Ah ¿No? ¿Lo del Armagedón y eso?

—Bueno, eso no fue tampoco un camino de rosas, desde luego.

—Me imagino.

—El caso es que por diversas razones su librería está... un poco descompuesta —mira de reojo a Aziraphale que se ha bajado y está por ahí hablando con una mujer que está cortando las hojas de unas begonias

—Oh, descompuesta. Viendo lo que vi en tu casa debe estar vacía.

—Bastante... en mi casa hay solo una pequeña parte.

—Mmm es amable de tu parte guardarle sus preciadas posesiones.

—Ehm... Bueno, hay que hacer algunas concesiones

—A cambio de... —le mira, genuinamente interesado en saber cómo acaba esa frase.

—P-Pues que crea que... ehm... bueno, ya sabes. Reciprocidad.

—¿Y qué ganas con eso? ¿Placer por acostarte con él?

—¡No!

—¿Entonces?

—Pues... esto es parte de un plan de espionaje.

—Pero claramente es un plan a muy largo plazo.

—Bueno, nunca prometí resultados inmediatos.

—No, pero no sé qué obtienes.

—Pues confía en mí.

—Ya, ya, eso lo entiendo. Pero... ¿te gusta que lo haga?

—¿Que confíe? Bueno es la forma en la que consigo que me cuente cosas del cielo y todo eso.

—Todo esto y lo que obtienes es que... ¿te cuente cosas? ¿Y ya? Eso te...

—¿Te parece poco?

—Sí. No digo que lo tenga mérito, o que no sea útil, pero se perfectamente bien que todos, TODOS, buscamos de todo un beneficio personal. Una satisfacción...

—Es... trabajo.

—Es uno excesivamente dedicado. Por lo que veo toda tu vida gira alrededor de... esto.

—¿Qué? Claro que... o sea... bueno, tal vez soy un poco workaholic.

—Te gusta tu trabajo —Asmodeo se ríe.

—Ehm... N-No esta parte.

Le mira levantando una ceja.

—Pero si estas DEDICADO a esto. Hace cuanto que... —señala a Aziraphale que está teniendo toooooda una conversación con la mujer. Ya hasta tiene un té en la mano. Y pastas—. Tienes este rollo con el ángel.

—Eh... p-poco —le mira y es que sonríe un poco.

—Pfff... Eso que te lo crea otro.

—¿Eh? —se vuelve a Asmodeo otra vez.

—No llevas poco tiempo en eso —sonríe de lado pero porque le ha visto sonreír y se echa atrás en su asiento—. En lo absoluto.

—El tiempo es relativo —ojos en blanco.

—Más aún para nosotros. Solo me sorprende que estés tan dedicado a esto y digas que no obtienes ningún placer de ello.

—Pues el placer del trabajo bien hecho.

Es que las risas de Asmodeo.

—¿Qué?

—Oh, venga ya... ni un ángel piensa en una vida tan recta en la que odias lo qué haces todo el tiempo pero lo sigues haciendo solo por perfeccionista.

Ojos en blanco.

—Pareciera que lo disfrutas.

—Ya te he dicho que no hace tanto tiempo.

—¿Crees que nunca he visto a una pareja nueva? Yo trabajo en esto, Crowley. Y a mí también me gusta mi trabajo... y se perfecto cómo funcionan las parejas nuevas, las que llevan un tiempo, las que están pasando tiempos difíciles, las inestables, las estables... y las parejas antiguas y sólidas como una roca. Créeme. Mi trabajo es, en parte, disolver parejas.

—Pues... soy una buena actriz —Se humedece los labios—. No te creas que es fácil engañarle a él.

—Bueno, es que si es el caso te advierto que llevas MUCHÍSIMO tiempo ahogado en el personaje.

—¿A qué te refieres?

—A que me parece que el papel se ha convertido en tu vida hasta el punto en que tienes un matrimonio viejo con él —le señala.

—¿M-Matrimonio? ¡Que va! —esconde la mano con su anillo, quitándoselo y se ríe un poco como si fuera ridículo.

—No he dicho que SEA un matrimonio, solo... es ese tipo de relación. Vieja y decadente... y sólida como una roca. Odio a las parejas como ustedes.

—¿P-Por?

—Porque requiere muchísimo trabajo romperlas y nunca suele funcionar del todo y... Ugh.

—Supongo que se puede considerar que estoy haciendo un trabajo excelente —Traga saliva y sonríe un poco.

—Hmmm... Más bien, creo que estás liado con el muchísimo más de lo que crees... —responde y Aziraphale abre la portezuela del coche y Crowley hace callar a Asmodeo.

—Oh, perdonen. Pero Mrs. Paddington me estaba explicando cómo llegar. Ehm... entre otras cosas.

—Ya... ya —enciende el motor.

—Me ha dicho que es por allá.

—¿Rumbo sur-sur oeste? —se burla moviendo el volante.

—Exactamente —ojos en blanco —. Me ha contado que su marido tiene caballos.

—Mhm...

—Y a ella le gusta, no lo creerás... Coleccionar teteras.

—Vaya, algo que aún no se te había ocurrido coleccionar...

—En realidad tengo varias... no había pensado en ellas como una colección.

—Si no tenemos cien de algo no es una colección, solo son reemplazos.

—No, si no tenemos la intención de coleccionarlos.

—Ah, claro, el pequeño detalle de la intención.

—Detalle importante. Pero ahora... Ugh, bueno, si sobreviven quizás las empiece a coleccionar.

Ojos en blanco de Crowley.

—Bien que te gustaría tomar el té en una tetera diferente cada vez cuando vas a casa.

—Seguramente moriría del exceso de clase y buen gusto.

—No sé cómo no estás muriendo ahora mismo del drama.

—Años de entrenamiento —le sonríe. Aziraphale se ríe un poco, aun relamiéndose las pastas que se ha comido.

—Me ha dicho que no debemos tardar mucho en llegar.

—De hecho creo que conozco ese camino.

—Años de entrenamiento —repite Asmodeo atrás, sonriendo de lado y Crowley carraspea.

—Hablo de... en el drama y... eso.

—Yo solo digo... —se ríe un poco con voz grave.

Aziraphale mira a Crowley de reojo sin entender y ella hace un gesto negando con la cabeza para quitarle importancia haciendo que Aziraphale frunza el ceño.

—Pero no es así —sigue Crowley.

—¿Le pregunto a él?

—¿Preguntarme qué? —pregunta Aziraphale mirando a Asmodeo un instante... pero más a Crowley.

—A-Asmodeo tiene una... teoría.

—¿Cuál teoría?

—Sobre el... tiempo que llevamos haciendo esto.

—¿Ha-Haciendo... e-esto? Hum... —mira a Crowley, porque... ¡a saber cuál es la respuesta correcta! Crowley niega un poquito—. N-no diría yo que... b-Bueno... d-después de...

—Sin inventar.

Crowley aprieta los ojos y Aziraphale suspira.

—Hace solo unos días, ¿vale?

—Todo se puede medir en días, ángel —responde Asmodeo. Aziraphale toma aire, impaciente.

—Empiezo a estar cansado de tratar de averiguar cuál será la respuesta correcta para complacer a todo mundo —murmura entre dientes—. Y es Aziraphale para ti. Y hace años que Crowley está seduciéndome, hace años que le a-a... aprecio y hace días que nos... que... estamos así como ahora. Punto.

—¿Lo ves?

—Igualmente estaré aquí hasta descubrirlo —levanta una ceja sin estar muy convencido aún, pero se encoge de hombros.

—Pero si te lo ha dicho, ¡no podríamos haberlo hablado!

—Ya, pero... ¡es que les estoy viendo!

—¿¡Qué nos estás viendo?! —pregunta Aziraphale

—Dice que... —Crowley mira a Aziraphale de reojo y se sonroja un poquito. Asmodeo es que sigue mirándoles interactuar y es que... pff

—¿Ajá?

—Bueno, qué sé yo, algo que claramente se ha inventado.

—¿¡Qué cosa?! —protesta porque ¡no vale que no le diga!

—Digo que parecen una pareja con decenas de años de casados... Bueno en su caso serían miles de años de casados.

Aziraphale... sonríe, sonrojándose un poco.

—Lo cual es mentira, desde luego —Crowley se sonroja más con la sonrisa de Aziraphale.

Es que el ángel hasta se ríe un poquito, sonrojadillo.

—Bueno, eso es un poco relativo pero no del todo... bueno, equivocado.

What the fuck!?

—JA! —suelta Asmodeo atrás.

—En qué bloody... you know? Vale. Centurias. MILENIOS —responde aparcando frente a casa de la bruja.

—Pues... No así, claramente. Pero hay cierta convivencia que...

—No, no... Lo que tú digas.

—No te enfades.

Sonríe un poco forzadamente porque si tiene que darle la razón en todo y ser paciente y todo eso para fingir que... pues... está haciendo que esto pase.

—No me enfado

Aziraphale sonríe un poco, sabiendo que sí que se enfada pero no puede decirlo. Se acerca a él... y le da un besito en los labios.

Ella se lo devuelve por el que antes ha sido un poco torpe, él levanta una mano y le acaricia un poquito la mejilla aunque se separa un poco solo unos segundos más tarde.

Se separa también y carraspea.

Cute... —Asmodeo hace los ojos en blanco porque... dan un poco de asco con tanta miel.

Aziraphale se sonroja bastante con eso porque... es que ¡ni siquiera le cae tan bien Crowley! No ¡son casi ni conocidos! Aprieta los ojos y se baja del coche.

¿Ahora vas a decirnos eso? ¿AHORA?

Ejem... ¿Sí?

De todos los momento en la vida...

¿Qué tiene de malo este?

Nada, nada... nada.

Después de confesar que llevan siendo un viejo matrimonio por como cinco mil años ¿Cuál es el problema? Ha dicho hace rato que te a... precia hace años.

¡Pues que va de un extremo a otro! Igual Crowley también se baja del coche.

Bueno, un poco sí. Ejem. ¡Le ha dado vergüencita! Y espérate porque creo que con Anathema... va a darle un poco más.

Asmodeo se baja también del coche, pasándose una mano por el pelo y mirando la micro casita, que seguro es de una ancianita venerable. Demonios.

Crowley deja que sea Aziraphale quien se encargue de tocar y todo eso.

Ahí se va Aziraphale adelante de ellos dos a tocar, mientras Asmodeo se acerca a Crowley.

Ella se arregla un poco la ropa y el maquillaje con un milagrito rápido.

Presumida. Aziraphale toca la puerta.

Pues si alguien no se lo hubiera arruinado todo a base de besos... A pesar de ser solo conocidos lejanos.

De HORRIBLES BESOS ESPANTOSOS.

Asquerosos. Ese es el adjetivo.

Es verdad ¡ha dicho que son asquerosos! Gracias por recordarlo.

"Fat bottomed girls you make the rockin' world go rooound" —sisea Crowley sonriendo un poquito porque estaba sonando en el coche y siempre se le pega mientras anda hasta Aziraphale. Además debo decir que siempre hace un movimientito de cadera dibujando un círculo cuando canta el "round".

Yes? —contesta Anathema a través del interfono.

—Ahm... hello, dear. Somos Aziraphale y Crowley

A Asmodeo se le van un poco los ojos hacia sus caderas. Puede que se lleve una palmadita en el culo. Ella da un saltito sin esperárselo en lo absoluto. Asmodeo le sonríe.

—Eh? ¡Ah! Espera, te abro —y se oye el sonido característico y Aziraphale empuja, sonriendo un poco... no solo emocionado por ver a Anathema... sino por los libros.

Crowley le echa una mirada un poco interrogante antes de seguir a Aziraphale y nada más pone un pie en el porche se detiene quitándolo. La herradura de la puerta.

Aziraphale le mira. Ella se la señala con los ojos.

—Oh... Ugh. ¿Por atrás?

—Protege toda la casa.

—Ehh... —Aziraphale chasquea los dedos y la desaparece.

—Gracias —susurra.

—¿Qué pasa? —pregunta Anatema en la puerta al ver que vacilan.

—Ahh... Crowley estaba teniendo problemas para entrar.

—Espera... ¡ya sé quién eres! —cae en la cuenta ella.

—Claro que sabes quién soy. Perdona, estábamos al teléfono... y había más gente ahí y no pude explicarte. ¿Cómo supiste llamarme?

—Algunos de los libros tenían exlibris y encontré tarjetas de visita dentro de otros. Pero pasad, por favor... ¿queréis un té?

Thank you, darling. Thank you so much. Sí, sí queremos un té. Ha venido Crowley conmigo. Y... Ehm... Él es Asmodeo.

—Ah... ehm... Buenos días. Mi nombre es Anathema —se presenta ante los otros dos mirándoles a uno y otro—. ¿No está hoy tu amigo el peligro al volante?

—Es... ehm... Crowley.

Parpadea porque está segura que era un hombre.

—Por lo menos hoy no hay nadie yendo por el bosque en bicicleta a oscuras —responde la demonio.

—Eh, venga, venga... sin reclamos —intenta mediar el ángel. Asmodeo se le acerca a Anathema sonriendo ampliamente.

—Oh, ¡pero que preciosidad hay aquí! ¡Hola!

Ojos en blanco de Crowley.

—H-Hola —levanta las cejas ella y se sonroja un poco con Asmodeo antes de volverse a Aziraphale—. He intentado ordenar lo más que he podido y poner los libros en cajas, pero aún hay algunos por aquí en todos lados. La verdad es que aparecieron un montón.

Aziraphale sonríe y mira a Crowley y Asmodeo no se quita de cerca de ella tan pronto.

—Oh, gracias. De verdad... es... mi librería está teniendo problemas SERIOS y creo que de no estar aquí hubieran quedado destruidos.

—Ehm... —Anathema vacila un poco porque Asmodeo está como muy... sobre ella—. Sentaos, por favor.

No ha dicho eso aun que Crowley ya se ha dejado caer sobre el sofá. Aziraphale se sienta junto a Crowley, muy derechito.

—¿Y Newton?

—Ah, estaba arriba haciendo no sé qué del correo, supongo que bajará cuando acabe.

—¿Y todo bien? Gracias por recibir mis libros, Crowley los mandó...

Crowley se sonroja un poco mientras Anathema prepara la tetera.

—Fue un poco inesperado...

—Fue... algo un poco urgente —se defiende Crowley.

—¿Va todo bien?

—No demasiado... —Aziraphale suspira.

—Oh... es que eso de la librería suena un poco mal, no sabía que tenías una.

—A. . Desde mil ochocientos.

—No tuvimos mucho tiempo para hablar la última vez —explica la bruja.

—Lo sé, lo sé. Todo ha sido muy... porque no vienen a la casa a cenar la próxima semana.

—Ah, eso estaría bien...

Aziraphale mira a Crowley y le busca la mano porque "La casa" es... Ehm su casa. Asmodeo se le acerca a Anathema mientras tanto.

—Yo también voy a estar —le sopla un poco al oído.

Crowley le hace una sonrisita un poco de asco como "No voy a decir ahora yo que no" y Anathema da otro saltito porque Asmodeo parece estar muy cerca todo el tiempo.

—T-Tengo novio —tiene la necesidad de decir.

—Mejor.

—Es un trato entonces —Aziraphale le sonríe pese a la cara.

—S-Sí, gracias —asiente Anathema cada vez más nerviosa con Asmodeo.

—Perfecto. Ehm... ¿y cómo han estado ustedes?

—Bastante tranquilo —resume ella.

—¿Nada de profecías ni nada? He... No te hemos agradecido.

—Las quemamos —empieza a servir el té para los cuatro.

—Las... ¿QUEMARON!?

—Llegó un baúl, con más profecías... y las quemamos, sí.

—Nooo —Aziraphale abre la boca como si le hubieran dicho que han quemado... su librería.

La bruja parpadea un poco.

—Pero... ¿¡por qué?! —protesta tan angustiado

—Disculpa, por lo visto aun no superamos el trauma de Farenheit 451 aunque prometimos no volver a llorar por eso —interviene Crowley un poco en riña.

—Pero Crowley...

—Lo que pasa es que yo viví toda la vida siguiendo las profecías de Agnes y sin poder tomar una sola decisión por mí misma... Y Newt y yo decidimos que no era forma de vivir

De hecho, cuando la demonio prueba el té y nota que no tiene alcohol, recuerda otra vez las pruebas de embarazo.

—Pero podrías habérmelo dado... solo por el valor histórico.

—¿Qué profecías de quién? —pregunta Asmodeo.

—Esa hubiera sido demasiada tentación de ir por ellas y volver a lo de siempre. Las profecías de mi tatara tatara... una antepasada mía. Agnes la Chalada, bruja.

—¡Unas profecías excelentes! —asegura Aziraphale—. Un libro... invaluable, Anathema —es que casi que llora.

—Lo entiendo, pero es que no había otra forma en que yo...

—Lo entiendo, lo... lo entiendo —es que se acaricia las piernas tan desconsolado. Crowley le hace pat pat a la espalda—. ¿Y-Y qué tal ha sido la vida sin... profecías?

—Bien... Bien. Es un poco atemorizante pero...

—Ya me lo imagino —le sonríe un poco falsamente porque es que quemo el libro. ¡¿Qué les pasa a todos?!

Crowley vuelve a acariciarle la espalda a Aziraphale porque... "Babe. Babe, no. Se te está notando aun el sarcasmo."

—D-Debe haberte costado trabajo... ¿l-lo leíste al menos? ¿Sabes si había copias?

—No, no las leímos... y no creo que las hubiera, teniendo en cuenta el primer éxito editorial, de esto ni siquiera hizo libro, era un manuscrito.

—Uuuugh.

—Era lo mejor que pudiste hacer —responde Crowley. Aziraphale se gira a mirarle... a fulminarle también.

Asmodeo toma un mechoncito de pelo de Anathema entre los dedos.

—Ah, gracias —responde ella a la demonio intentando quedarse muy quieta para que Asmodeo la suelte, súper incómoda.

Aziraphale es que sigue con la boca abierta mirando a Crowley con cara de "why?!"

—Eh... no me des las gracias —se vuelve a Aziraphale—. Es lo que yo hubiera hecho. Si tuviera una fuente de conocimiento indiscutible que interfiriera con mi libre albedrío diciéndome qué hacer a cada segundo de mi vida para cumplir un plan inefable también me hubiera rebelado.

—¡Ya quisiéramos saber qué hacer o NO hacer para cumplirlo!

—Ya quisieras saberlo TÚ. Aunque seguramente no incluía desprenderse de nada —ejem ejem. Sí, el asunto de la espada. Sí, otra vez—. Así que para el caso que le haces... tal vez solo lo quisieras para llevar la contraria.

¡Oh, por Dios con ese asunto! ¡Que ya lo ha resuelto! Abre aún más la boca si eso es posible, indignación evidente.

Crowley toma una galletita de las que Anathema ha sacado con el té y se la mete dentro. Sonriendo.

—Whfff!

Crowley se ríe y Aziraphale la mastica aun protestando cosas inentendibles. Al fin, traga.

Anathema les mira y si el asunto de llamarle angel le pareció raro ya la primera vez...

—¡Por supuesto que no es como dices! ¡No rompo las reglas y de todos tú deberías saberlo!

Of course not. Y ahora, si me disculpas, tengo que ir a mear en un palo.

—Oh... espera. Espera que voy contigo, ¡por supuesto!

Vacila porque era más una prueba evidente de que... sí que rompe las reglas, no tanto algo de... ir... AHORA.

—¿Mear en un palo? —pregunta Anathema.

Aziraphale se lo ha tomado muy en serio de repente. ¡Eso no es una regla rota! ¡Están casados!

—Ehh... es algo... que hacen los demonios.

Crowley le mira porque eso sería más creíble si no estuviera Asmodeo ahí también. Aziraphale lo piensa demasiado tarde.

—C-Cuando son chicas. Pregunta a Belcebú. Ehm... bueno...

Está de verdad DE VERDAD muy tentada a añadir "y han tenido sexo" pero solo le mira vacilar. Asmodeo levanta una ceja porque venga, que tampoco es idiota.

—Oh... ¿Algo que quieran contarnos?

—Mmmm... Nah, es solo... Ya sabes. El clásico ritual de... Mear en un palo para... Ah... Maldecirlo y luego poder... Hum... Hacer una serie de conjuros que... Ehm...

—Sirve para matarla —agrega Aziraphale, complementando.

—Eh... Eso. Esa soy yo, una suicida voluntariosa como sacada de una peli de Monty Python —sonríe forzadamente.

—Ehh... Me han pedido matarle —agrega Aziraphale como explicación a todo, mirando a Anathema con cara de circunstancias.

—Y desde luego yo le ayudo porque aparte del nihilismo, somos aquí más dramáticos que Los Miserables —añade Crowley.

—Una trágica historia —Asegura Asmodeo soltando el mechón de Anathema, ella se nota que vuelve a respirar porque estaba tensa como una piedra.

—Como Anne Hathaway cantando I dreamed a dream.

—Oh, ¡me encanta esa versión! —asegura Asmodeo dando una palmada.

—O Vivien Leigh clamando al cielo que nunca volverá a pasar hambre en Gone with the wind —No sé por qué de repente si se sabe los nombres de las actrices. Porque es cine. Ojos en blanco.

—Mira tú... no te acuerdas del nombre de nadie jamás pero de estas chicas lo tienes clarísimo...

—O Roberto Benigni hablando por el altavoz del campo de concentración en La vida es bella...

—O la novicia de The sound of music cuando ve al capitán con otra mujer —sonríe el ángel.

What the fuck? —protesta con eso—. ¡No metas a Julia Andrews en esto!

—¿¡Que le pasa a Julie Andrews!?

—Ehm... bueno y aparte de lo cuestionables gustos en cine, todo esto nos lleva a... —intenta interrumpir Anathema.

—A que eso es un SPOILER y es MALIGNO —entonces no le mires con ojos de adoración ahora que acabas de notarlo.

—¡No lo es!

—Oh, sí que lo es.

—¡No! ¡Que tiene de maligno!

—Pues es estropearle la película a la gente.

—¡Todos la han visto! —manotea un poco y mira a los demás.

—Yo no —asegura Asmodeo.

—Ni tú tampoco —asegura Crowley.

—Yo... ¡vi una parte! —se defiende Aziraphale.

—No lo suficiente.

—¡Eso no fue ni culpa! —se SONROJA.

—No... Bueno, vale, fue mía —tan orgullosa.

Aziraphale se humedece los labios sin pensar. Anathema mira a uno y otro porque todo esto es bastante...

—S-Suenas demasiado orgullosa —como no va a estarlo, con lo que costó llegar hasta ahí.

—Aunque insisto que deberías verla.

—Quizás ahora la veríamos de mejor forma —le sonríe.

—Tienen un millón de chistes locales y comentarios personales que uno no entiende —comenta Asmodeo a Anathema —. ¿Estás segura de que ese novio tuyo pretende bajar?

—Creo que voy a ir a buscarle —decide levabtándose.

—Oh, muy bien —Asmodeo se levanta también.

—Ehm... te importaría no... —se tensa un montón.

—No...

—Me refiero a... quedarte aquí. No está muy ordenado ahí arriba.

—Ah... sí, sin problema —le guiña un ojo—. Quizás debas...

—¿Q-Qué?

—Sabes. Subir. Creo que tu novio tiene necesidades... importantes.

Ella parpadea y frunce un poco el ceño sin acabar de entender, pero se le acelera el corazón notando que quizás no es solo Newt el de las necesidades, de repente...

Aziraphale mira a Crowley de reojo.

—¿Podrías pedirle a tu amigo que no acose a Anathema?

—Pregúntale... veras como tengo razón —susurra Asmodeo volviendo a sentarse.

—No es mi amigo... —Crowley se encoge de hombros

—Como Sandalphon y mira que has dado lata con ello. Se lo puedo pedir yo...

—Ya, ya te oí, ángel —Asmodeo levanta las manos.

—Aziraphale.

—Lo que pasa es que... ya has visto bastante. ¿No es eso? Llevas quejándote desde que hemos bajado del coche —comenta Crowley a Asmodeo. Anathema sale de la habitación discretamente y corre en las escaleras cuando ya no pueden verla.

—Yo solo estoy haciendo mi trabajo. A diferencia de otros...

—¿Qué en todo esto te parece que no es trabajar? —pone los brazos en el respaldo por detrás de Aziraphale.

—Ehm... pensé que estaban disfrutando uno del otro hedonísticamente, contrario a sus órdenes.

—Para empezar, no ahora mismo y no sé de qué orde... —le toma un segundo acordarse de lo que Asmodeo cree que Aziraohale se supone que cree aunque Aziraphale sabe que no es eso.

—No puede intentar matarme todo el tiempo —responde Aziraphale.

—Casi lo consigo en la autopista

—Eso es cada bendita vez...

—A final de cuentas. Claramente no estás trabajando, Crowley. Y tampoco me dejas trabajar a mí en lo que he venido a hacer... tengo que buscarme un pasatiempo. Quizás pueda robarte el trabajo... —hace un cejas cejas para Aziraphale y le manda un beso y por primera vez, Aziraphale se sonroja un poquito con él, notando que... es guapo y tiene una bonita sonrisa, no vamos a decir que no.

Crowley frunce el ceño con todo eso.

—N-No digas tonterías, Asmodeo —le riñe Aziraphale.

—A lo que has venido ya lo has hecho, así que si te aburres, puedes volverte al infierno —replica Crowley.

—Lord Belcebú no considera que lo que estés haciendo es suficiente y no voy a volverme al infierno a decirle que lo qué haces es suficiente, no soy idiota.

—Pero... —Aziraphale hace cara de falsa confusión, solo paran seguir el juego de que no tiene idea de qué pasa más allá de Crowley intentando matarle.

—Lord Belcebú no tiene ni idea de lo que hago, por eso estás aquí. Por eso y porque tenemos que demostrarle a Gabriel que la tenemos más grande que la suya.

—Quizás no, yo lo que veo es que estás aquí en la tierra haciendo una bonita vida con un ángel.

—A lo mejor deberías decirme qué tendría que estar haciendo según tú.

—No creo que quieras que te diga eso con ÉL aquí.

Crowley le mira de reojo, pone los ojos en blanco y se levanta. Aunque la idea era quedarse a solas con Aziraphale, no con Asmodeo.

—Ehh! ¡Esto es de lo menos agradable! ¡Decir que... van a hablar mal de mí en otro cuarto! —protesta Aziraphale—. ¡Hablen de esto después!

—No vamos a hablar mal, vamos a hablar bien. Si fuéramos a hablar mal lo haríamos aquí —responde Crowley como un chiste.

—¡Peor aún! —protesta un poco más

—No te pongas celoso, prometo no hacerle nada —Asmodeo le sonríe y se vuelve a Crowley que pone los ojos en blanco—. En realidad me preocupas más tú... que por lo visto no sabes con quien te metes.

—En realidad... eres tú quien no lo sabe.

—Eh, eh... no peleen —pide Aziraphale—. Claramente ambos son terriblemente peligrosos y no hay necesidad alguna de que intenten matarse.

—No estaba hablando de mí, angel —Crowley mira a Aziraphale, él levanta las cejas y le mira

—¿Eh?

Hace un gesto con la cabeza porque se refería a él, por supuesto.

—¿El ángel?! Pfff, por todos los infiernos, ¿¡qué me va a hacer un ángel?! —se burla un poco Asmodeo.

—Absolutamente nada. Ese es el asunto.

—¿Insinúas que no podría seducirle? JA.

Aziraphale parpadea y vuelve a parpadear y... se sonroja un poco otra vez sin poder evitarlo.

—Pero qué... p-por qué... yo estoy fuera de los límites.

—No me lo pareces, sinceramente —asegura Asmodeo ahora un poco picado, acercándosele. Aziraphale parpadea y mira a Crowley.

—Asmodeo, de verdad... no es un problema tuyo —sigue la demonio.

—Yo no vine aquí así por las buenas, Lord Belcebú me envió y me dio permiso de hacer lo necesario —se sienta junto a Aziraphale.

—Ehm... —Aziraphale se levanta un poco acojonado.

—No te digo que no, pero estás haciendo el ridículo porque él... él es imposible —explica Crowley.

—No es imposible. Casi nadie lo es —Asmodeo les mira y Aziraphale se esconde un poco detrás de Crowley—. Aunque costara, no creas que no podría desviar a un ángel ya desviado.

—Esto es infantil e innecesario. Y ni siquiera vale la pena.

—Entonces hazlo tú correctamente y ahórrame el trabajo.

—No sé qué es lo que te parece que no estoy haciendo correctamente.

—¡Estás confundiendo amor con seducción y lujuria!

—No. Tú estás confundiendo un trabajo con un fin concreto con seducción y lujuria.

—¿Que insinúa Asmodeo? —pregunta Aziraphale haciéndose el tonto a propósito—. C-Crowley... tú me quieres, ¿no?

Crowley se sonroja un poco porque como te aprovechas, angel, bloody hell. Se baja las gafas y le echa a Asmodeo una MIRADA.

—C-Crowley? —Aziraphale da un pasito hacia él. Es que hasta tartamudea, con esa absoluta cara de drama que pone. Tú le querías demostrando su habilidad en artes escénicas, pues ahí le tienes. Le pone una mano en el hombro—. ¿Está todo bien? ¿D-De que habla él? Mírame a mí... ¿están planeando algo en contra mía?

Asmodeo hace los ojos en blanco porque esto le impacienta.

—Y... ngk... Ah... Hum... —toda otra clase se soniditos en húngaro. Mirándole.

—S-Si me quieres, ¿verdad? Amor verdadero... ¿no?

"You bastard" solo mueve los labios pronunciando eso hacia Aziraphale, de espaldas a Asmodeo. Aziraphale sonríe un poquito, de lado, con su sonrisita angelical y sus ojitos de cachorro de ABSOLUTO bastard.

—C-Crowley? —insiste. Hasta le tiembla la voz.

Yes... yes. O-Of course.

—¿Cuánto es que me quieres, my love?

—No lo bastante, por lo visto —sisea apretando los ojos.

—Ohh... —la desilusióooon aparente.

Oh, shut up!

—Pero, my love... él... ¿están tramando algo? —sigue haciendo voz de falso estrés—. N-No me dirás que todo es mentira.

—Eres un ángel, tú puedes sentir el amor... ya te lo he dicho y si no entiendes una mirada, no vas a entender una larga explicación.

—Aun así es bonito cuando me lo dices —Aziraphale le sonríe un poco, sinceramente.

—Ehm... —es que Crowley mira a Asmodeo de reojo, ¿seguro no están compinchados?—. I-I...

Asmodeo les mira un poco asqueado, pero esperando escucharlo.

Yes, my dear? —Aziraphale hace ojitos hacia ella, un poco pícaros, la verdad. Suspira porque vale vale... si igual nunca tuvo ninguna posibilidad. El drama.

I love you —responde llanamente. Aziraphale se sonroja y le abraza.

Awwww... —suelta Asmodeo. Haciendo entre los dos que Crowley pierda toda su postura de "a mí me da igual, solo son tres palabras, desde que sé hablar que sé decirlas, porque no significan nada. Soy demasiado guay para dejarme llevar por sentimentalismos"

Y la verdad es que Aziraphale querría matar a Asmodeo. De hecho puede que chasquee los dedos y le calle del todo, yendo a besar a Crowley.

Ella le besa de vuelta sintiéndose mejor y este sería un bonito momento para que Anathema y Newt bajaran.

Pues venga, ¿por qué no? Que no pare la fiesta. Al final, Anathema subió a por... uno rapidito por culpa de Asmodeo. Seguro que ya están.