Mientras tanto, en la sala, con el que si funcionan... Crowley se pasa una mano por el pelo, un poco nerviosa.
—Ehm... ¿quieren té o algo? —pregunta Newt nerviosito con ambos también.
—Yo aún tengo.
Asmodeo le mira de arriba a abajo y sonríe, poniéndole tremendamente incómodo
—Ehm... bueno —se pasa una mano por el despeinado pelo, intentando saber si... ¿será algo así? O sea, vale que... Anathema ha subido con perfecta actitud de aquí te pillo aquí te mato, pero... no se notaba ¿no? Sonríe igual pensando en ello.
—¿No nos vas a presentar, Crowley?
—Eh... no.
—Vale, me presento yo. Hello! Soy Asmodeo! —le tiende la mano. Newt vacila un poco y se la toma.
—Yo soy Newt. ¡Mucho gusto! ¿Eres... amigo de ellos dos?
Ojos en blanco de Crowley porque si no les ha presentado es por algo. Aunque la presentación en su caso iba a ser algo así como "Nerd de las gafas, este es un idiota de infierno. Idiota del infierno, el nerd de las gafas"
—In a way... yes —a Asmodeo le brillan un poco los ojos mientras sonríe.
—Uy, sí. Íntimos.
—Oh... ehm... —Newt cambia el peso de pie, mirándole a uno y luego al otro, vacilando antes de... sentarse en una de las sillas de la sala, sin saber qué decir.
—Bueno, más bien soy tu consejero. De hecho ahora que no está el ángel... —comenta Asmodeo.
—Auditor —corrige Crowley.
—No soy tu auditor. Escúchame... puedo dejarte hacer lo que se te dé la gana, si quieres enamorarle y juguetear con él como el gato con su presa, me da lo mismo... necesito poder asegurarle a Belcebú que las cosas van bien.
—O sea que no eres mi auditor pero más vale que haga bien mi trabajo y te muestre cómo porque has venido a ver si lo hago bien para informar a mi jefe. Disculpa, si no te describo así cada una de las veces, me parece que AUDITOR es la palabra que resume el concepto.
Los ojos en blanco.
—Eso es tedioso. Pero vale, lo que quieras.
—¿A mí me lo dices?
—Igualmente no me voy a ir de aquí hasta que sepa que estás haciendo lo que se supone que estás haciendo.
—Que buen rollo... ¿Cómo podría yo no estar encantada con tu presencia aquí?
Asmodeo suspira por paciencia.
—Mira... vale. No tengo ningún motivo para estar pegado a ustedes como etiqueta. Ya he visto bastante de los dos. Creo que... están muy enamorados y eso es muy bonito —ojos en blanco—, pero insisto que no es a lo que he venido.
—No estamos... —ojos en blanco—. Lo está él.
Newt mira a uno y luego al otro sin decir nada.
—Pero eso no sirve para que caiga.
—¿Por qué caíste tú, Asmodeo?
Asmodeo le mira, sin esperarse esa pregunta.
—¿E-Eso que tiene que ver?
Crowley le mira cambiando un poco de postura, por encima de las gafas.
—Pues estamos hablando de hacer caer a un ángel. Me parece una pregunta legítima.
—Lujuria, evidentemente.
—Lujuria... ¿en qué sentido?
—Al cielo le parecía que... pasaba demasiado tiempo disfrutando mi cuerpo de ángel.
Crowley le mira sin creerle del todo, esa parece una... buena historia. Una que alguien con una historia de mierda y seis mil años para pensar una mejor se inventaría.
—¿Y ahora quieres que otro ángel caiga por lujuria? No sabía que necesitabas competencia.
—Ahora Lord Belcebú quiere que tú puedas hacer que caiga. Tú tienes esa historia tan mona de ella con Gabriel, pero no es lo que a mí me han ordenado, Crowley. En serio, tu ángel no me podría importar menos y tú tampoco, pero si Lord Belcebú me envió aquí es por algo y no voy a contradecirla.
Crowley aprieta los ojos porque ¡Joder con las contradicciones de Lord Belcebú! ¿No habíamos dicho que no le queríamos caído para poder espiar a blablablá whatever? ¿Qué coño quiere ahora? ¿Saber hasta dónde puede hacer antes que el gilipollas de Gabriel caiga y se vuelva en un grano en el culo aun peor?
—Así que si quieres enamorarle está muy bien, pero... necesitas encontrar la forma en la que pierda la cabeza de LUJURIA. No hablo de besitos y de hacer el amor lentamente entre sus alas, hablo de... encontrar la manera en que deje de pensar, deje de controlar y SOLO le importe el placer sexual. Hay un montón de métodos.
La verdad, la verdad... LA VERDAD. Para ser completamente honestos al respecto... se sonroja con eso. Pero ella dice que no se nota porque lleva mucho maquillaje y es buena ocultándolo. Yo no me lo creería demasiado.
Asmodeo sonríe.
—Ni siquiera entiendo por qué te resistes tanto... yo querría probar todas las formas y los fetiches con la persona que además me quiere. ¿No crees? —pregunta a Newt.
—No me estoy resistiendo —replica nerviosa, porque piensa que es que... no va a funcionar, pero tiene que demostrar que esto no le afecta emocionalmente—. Solo me da asco.
—Ehh... —Newt vacila... y mira a Crowley —. ¿Asco?
—Eh... —Crowley vacila porque... todo esto es joder, demasiado complicado—. ¿Podemos hablar en privado donde no estén todos los amigos del ángel presentes?
Newt se revuelve un poco con eso.
—P-Perdona... Puedo ir a la cocina si quieren. S-Solo es que... —mira a Crowley... y es que no les conoce tan bien, pero... ¿asco?
—Olvídalo. —pide y luego mira a Asmodeo de reojo porque... mierda, que cuando hay otros demonios tiene que hacer esta clase de mierdas para demostrarse tan frío y poco interesado en los humanos, así que chasquea los dedos y le hace olvidar a Newt que ha dicho eso.
—Vale, vale... Ehm... les dejo so...—le deja un poco en el limbo por unos instantes a mitad de la frase. Crowley mira a Asmodeo de nuevo.
—Asco... claro —repite el demonio en ese tono molesto de... no te creo nada.
—¿Vamos a estar analizando obviedades o vas a hablar?
—Vale, en tu sufrida y asquerosa búsqueda de lo que le gusta o no al ángel y de lo que hará que caiga o no... Si quieres que me vaya al infierno y le reporte a Belcebú que todo va bien vas a probar un fetiche diario hasta que encuentres los correctos ¿Con cuál vas a empezar hoy? Conoces las opciones o... te las doy, mejor, que pareces estar un poco perdido en lujuria que la confundes con romanticismo. A ver... sadomasoquismo, bondage, cualquier cosa con comida, sexo en público, vouyerismo, dominación, juegos de rol...
Es que para arrugar más la nariz tendría que hacer un agujero de gusano en el espacio.
—¿Qué vas a hacer hoy?
—No hay un plan.
—Haz uno o voy ahora mismo al infierno.
Crowley aprieta los ojos.
—Dime en donde les veo.
—¿Qué? ¡Claro que no vas a vernos! Eso está completamente fuera de discusión.
—¿Y cómo esperas que sepa que estás haciendo lo que te he ordenado?
—Tendrás que... hablar con él.
—¿Yo? Olvídalo. Pero vale... si la respuesta es no... pues es no —se levanta y camina hacia la puerta
—No... no. Espera. Es que estar ahí... viéndolo...
—Pues dame alguna opción, Crowley. No me dices nada. No me das nada. Todo es que no. Pues vale... voy a ir a decirle a Lord Belcebú que no cooperas
—Lo haré, pero... es que tienes que entender que la privacidad.
Ojos en blanco.
—No pretendía quedarme a ver todo el proceso. ¿Qué es lo que quieres? ¿Sacarle una foto con la cara en éxtasis? Vale
—Vale —Se humedece los labios. Va a MATARTE como todo el cielo y el infierno termine con esa foto. MA TAR TE.
—Bien. ¿Dónde vas a hacerlo?
Pues mejor eso que estar ahí VIÉNDOLES. ¡No si todo el cielo y todo el infierno van a acabar con la foto!
—No lo sé...
—Pretendo estar ahí para verles —Asmodeo suspira—. Confirmar que no sea solo que le has pedido a tu bomboncito con voz de amor que ponga una carita compungida solo para quitárteme de encima.
—¡Si vas a estar viéndonos no le voy a hacer una foto! Fuck!
—Lo que quiero es confirmar que no me estés viendo la cara de idiota, ¿crees que confío en tí?
—¡Pues entonces porque lo has propuesto!
—No estoy diciendo que me invites al acto en sí, lo que quiero es ver las generalidades, que sí estés haciendo algo de lo que te digo. ¡Ni siquiera me has dicho qué vas a hacer! Crowlely, ¡no me dices nada! Dime... ¿te tengo que poner tareas CONCRETAS? Hoy, a las nueve, en tu casa, quiero que compres este látigo y este atuendo de cuero, y que le azotes hasta que no pueda más. ¿Eso quieres?
—¡No le voy a azotar!
—Bueno, pues que te azote él. ¿O quieres otra distinta?
—Es que... esto es exagerado.
—Sexo en un lugar público, entonces.
—Really? ¿Y qué pasa si se niega? —aprieta los ojos.
—Si se niega es que DEFINITIVAMENTE no estás haciendo bien tu trabajo. Y lo haré yo.
—¡No van a gustarle todas esas cosas que has dicho!
—¿Entonces qué va a gustarle?
—No... No lo sé.
—Si no lo sabes, es que no necesariamente las cosas que crees que no van a gustarle no van a gustarle —le baja considerablemente a la agresividad de sus palabras—. El placer de la carne y la lujuria es algo... extraño. Y cuesta a veces descubrir los gustos de cada quien. Prueba algo sencillo y vas escalando.
—Eso es lo que te he dicho yo y tú estás aquí solo presionándome con ir al infierno y joderme la vida.
—¡Pues porque tampoco quiero estar aquí siempre de niñera!
—Pues no necesito yo que lo estés, pero tú te has puesto en plan "Crowley, tengo que hacer mi trabajo sí o sí porque me va la vida en ello."
—¿Vas o no vas a hacer esto?
—¡Lo dices como si acaso tuviera yo más opción!
—¡Porque estás chilloneando todo el tiempo!
—Porque me parece increíble que vayas a meterte en esto cuando tú ni siquiera sabes cómo hacerlo con un ÁNGEL.
—Por todos los infiernos, no puede ser tan complejo.
—Eso lo dices tú. ¿Pero entonces porque no lo ha hecho nadie más?
—A quién le interesa seducir un ángel, con lo aburridos que son.
—Por lo visto, ahora mismo a todo el puñetero infierno.
—Crowley, de verdad... prueba cualquier cosa. ¿Sabes? Prueba la mierda de seducirle en público, que seguro le gusta. Tiene cara de pervertido.
Es que LA mirada de fuego hablando así. Asmodeo le sostiene la mirada, aunque traga saliva, él diría que... sutilmente. Igualmente se encoge de hombros.
—Mira, ¿sabes? Vale. Pero no voy a echar esto a perder por un experimento ni voy a violarlo —sentencia Crowley.
—Dudo muchísimo que PUEDAS violarlo, Crowley. El tipo está encantado, solo digo que le lleves del amor a la lujuria.
—Puedo si le hago algo que no le gusta o no quiere. Si me obligas a hacérselo.
—Bueno, pues... si es el caso y si él no te importa tanto, tampoco será tan grave. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Que no caiga?
—No me importa él, pero me importa esto y mi trabajo, he dedicado mucho tiempo y esfuerzo en lograrlo.
—Bueno, pues convénceme de que no solo es amor... sino lujuria y te dejaré en paz.
—Es que el asunto aquí era sacarle información, no hacerle caer.
—Vamos con Lord Belcebú y le preguntamos, a mí me dijo que lo que debía garantizar era que, en caso necesario pudiéramos hacerle caer.
—En caso NECESARIO.
—No digo que le hagas caer hoy, lo que digo es que busques cómo vas a hacerle caer.
—¡Ya te he dicho que vale a esto! —aprieta los ojos.
—Bueno, está bien. Lo único que quiero entonces es ponerme de acuerdo.
—Esta... ¿noche? —traga saliva.
—Sí.
—A las... on... doce. En Londres.
—Bien. ¿En dónde? ¿En tu casa?
—Sí, claro, sexo en público en mi casa. Invitaré a unas cuantas personas al evento. No será raro ni nada.
—En donde nos vemos, idiota.
—Pues yo qué sé dónde va a querer ir...
Asmodeo levanta una ceja y le mira porque...
—¿Qué? —Crowley le mira de reojo.
—¿Bueno y qué? ¿Dónde los veo?
—Mira, cuando venga le... en el Ritz.
—¿En el Ritz? —levanta las cejas y sonríe de lado—. Muy buena elección. Nos vemos ahí entonces...
—A las doce, entonces.
Asmodeo le mira entrecerrando los ojos porque le parece que las doce es bastante tarde, ella se encoge de hombros.
—Vale, estaré ahí en la noche. ¿Reserva a tu nombre? ¿O al del angelito?
—El suyo, él es el cliente habitual —como si fuera mucho sin ti, darling.
—Vale. Nos vemos a la noche...
Crowley asiente y... Asmodeo chasquea los dedos, desapareciendo.
Ella suelta el aire dejándose caer por ahí como si llevara dos horas sin respirar y haciendo que Newt pegue un gran salto porque se había quedado aún un poco congelado.
La demonio se quita las gafas de sol y se lleva las manos a los ojos haciendo drama.
—¡O-Oh! ¿Que... qué pasa?!
—I'm fucked.
—Ohh... y el otro... espera —parpadeo parpadeo. Cara de confusión —. Ehm...
—Sigh...
—¿Qué pasa? —pregunta Newt de nuevo... la verdad, en general.
—Angel! —llama Crowley y solo porque esta es una bonita y divertida historia, es que JUSTO en ese momento es que Aziraphale sale detrás de Anathema—. Angel, esto es un desastre!
—¿Qué pasa? —Aziraphale parpadea sin entender.
—Asmodeo se ha ido
—Oh... ¡Oh! Eso... definitivamente no es un desastre. ¿Estás bien? —le mira preocupado
—Sí, pero...
—¿Qué? —Se sonroja un poquito pero... se le acerca y se sienta a su lado.
Crowley le mira de reojo y sonríe un poquito, Aziraphale le sonríe un poco también y le toca levemente la pierna con la suya.
—Tengo que... va a volver.
—Oh... Bueno. ¿Y a dónde ha ido?
—Ni idea.
—Pero por qué se ha ido.
—Ha dicho que se aburría —saca la lengua haciendo gesto de asco.
—Bueno, menos mal...
Crowley se humedece los labios, nerviosa, sin saber si decirle o no.
—Dice que... las parejas enamoradas son aburridas —no le mira.
—O-Oh... bueno, no somos... él cree que solo soy yo —levanta las cejas.
Mira que interesantes son ahora mismo sus manos. Súper interesantes. Tiene unas cuantas pecas en ellas también. Nunca las ha contado. A ver cuantas... unadostrescuatrocincoseissiete... eh, mira, estas de aquí parecen la constelación de Orion. Bueno, esta está un poco desviada, pero mira, lo parecen casi. Eh, angel, mira...
—Ejem... ¿Qué? Ah, sí, claro...
—A-Aunque creo que... bueno,... n-nos... —vacila un poquito—, tu también... lo pareces un poquito, ¿no? Ojalá...
Anathema se acerca a Newton, por cierto a ver si... sigue con vida o qué, ya que parece un poco traspuesto desde que se lo ha tirado completamente de improvisto hace cinco minutos cuando ha ido a buscarle.
—Oh... eh... —Newt le sonríe un poco a ella cuando la ve, porque de eso si se acuerda. Sí hombre, sí, subnormal no lo ha dejado (creo).
—El caso es que va a ir al infierno si no... Hago lo que dice.
—Ohh... ¿y qué dice? —pregunta y le pone un dedo encima a su pierna y luego la mano sobre la rodilla cubierta por los leggins.
—Que... nos veamos hoy en el Ritz.
Ehm... vale, es que puesto así, quisiera... poner cara de horror, pero le cuesta mucho. Hasta sonríe.
—Oh, ¿¡en el Ritz!? Oh, venga Crowley, ¡podría ser peor!
Se humedece los labios y es que ya se imagina como se pondrá si le dice lo que tiene que hacer. Si mira cómo se pone cuando son los codos en la mesa, cómo se va a poner si lo que sube a la mesa es su culo desnudo.
—No pasa nada... ¿solo es ir al Ritz a cenar? ¡Ojalá el cielo me castigara a mí de esa forma! —se ríe un poquito, haciéndole cariñitos en la rodilla.
—Es posible que... pida que te haga cosas lujuriosas —demonios, ese cuadro de la pared. Nunca lo había visto. Es precioso, ¿qué flores son esas? ¿Unos anacardos o como se llamen?
Vale, Aziraphale quita la mano de golpe.
—Cosas... ¿lujuriosas? ¿Cuándo? —baja el tono de voz.
—Ehm... mejor lo hablamos luego. ¿Qué tal los libros?
Aziraphale vacila porque... o sea se refería a ahora en el coche o... ¿en la noche? No le parecería tan mal.
—E-Están aquí. Gracias por traerlos. ¿C-Crees que pueda llevarlos a tu casa?
—Sí, claro. Creo que aun algunas partículas de aire campando anchamente como si fueran las reinas del mambo en las que caben más libros.
—Ugh... —Aziraphale suspira con eso mirándose las manos porque... créeme que le encantaría tener una librería en donde ponerlas. Preferentemente una que fuera en Soho. Vamos, no estaría mal que no estuviera en ruinas, destruida, quemada y santificada. Créeme, por algo había dicho inicialmente que no los quería poner en tu casa.
—No, no, sí que nos los podemos llevar —ojos en blanco.
—P-Pues no pareces muy conforme.
—Era una broma.
—Era una broma —le imita en tonito agudo.
Crowley le da un codacito.
—Porque soy minimalista y no me gusta ver una sola cosa fuera de sitio —sigue en ese mismo tonito—. Como si ocupara yo todo el espacio de arriba de los muebles para acostarme.
—Pues me gusta dormir ahí a veces, sí.
—Como si no pudiera dormir igual de bien arriba de libros —sigue, agudito agudito.
—No, porque los toco y se caen y se desparraman y entonces ahí viene el propietario a chillarme sobre páginas arrugadas, malos hábitos de sueño y desordenarlo todo. ¡Como si acaso se pudiera desordenar algo que cambia de orden a uno más complicado semanalmente!
—Claro que puedes cambiarlo de orden a uno más desordenado... —se ríe un poquito, mirándole a los ojos —. Igualmente, a veces creo que necesitas un poco de caos en tu vida.
—Hay caos en mi vida, ¡soy un demonio!
—¿Ese argumento vale? Maravilloso. Mi biblioteca es perfectamente ordenada, soy un ángel —es que hasta le brillan los ojos, sonriendo.
—Lo que pasa es que el caos lo pongo yo como yo quiero, ¡no tú!
—¿Y cómo lo quieres?
—Además no sé qué hablas, como si fuera yo el del sushi los miércoles y pizza los viernes y... Y whatever, yo qué sé que más, no es como qué me sepa tus horarios —no, claro.
Aziraphale se ríe.
—Bueno, el orden de mis libros lo pongo yo. Y no había problema hasta la invasión.
—Como se nota que no te escuchas cuando protestas.
—Por lo visto tú escuchas por los dos.
—Pues más que tú, aunque no creas que de eso no te quejas igual.
—¿Ah, no? ¿También me quejo?
—Te quejas de todo lo que uno puede quejarse, de hecho no sé cómo aún me hablas.
—No te hablo, me quejo hacia ti. Solo pareces haberte habituado ya y lo escuchas como conversación —sonríe.
—Será que me da vergüenza ajena parezcas loco hablando solo —ojos en blanco.
—Todo te la da —Aziraphale es quien hace los ojos en blanco ahora.
—De lo que tú haces, sí.
—Es el plan —asegura, aunque gira un poco la cara, sonrojándose levemente.
—¿Entonces de qué te sorprendes?
—No parezco avergonzarte lo bastante... pero puedo intentarlo.
—¿Disculpa? ¿Cuánto más pretendes avergonzarme?
—Obviamente más de lo que lo hago ahora, my lovely demon.
—No —da un salto separándose porque ya sabe lo que pretende, le señala con el dedo y hasta sonrojada está—. ¡No te atrevas!
—¿Tienes miedo, my sweetest? —Aziraphale la mira, y sonríe de lado
—Stop!
—Puede que lo haga, sweetheart... si haces exactamente lo que quiero que hagas.
—What the fuck?
—¿Con esa b-boca me besas, cutie-pie? —le riñe por la mala palabra, sonrojándose.
—Ugh, ¡y tú con esa a mí! ¡Para! What in the hell do you want?
—My darling... —sonríe y se le acerca un poco. Crowley da un pasito atrás y mira a Anathema y Newt en pánico que deben mirarles como a raros especímenes en un zoo. Al menos Newt.
Anathema sonríe un poco porque no deja de tener gracia que sea Crowley la que parece asustada de Aziraphale.
—Oh, no... no busques ayuda. Tú te metiste en esto sola, my soft princess... Tienes que salir sola.
—¿Podemos seguir en un marco de cordialidad diplomática sin esas agresiones?
—Cordialidad diplomática dices, my smooshy mooshy moo
—Ugh! —¡es que además no le dice cómo hacer que pare! Aziraphale se humedece los labios.
—Pensé, cuddle cakes, que habíamos pasado a algo un poquito más cercano —otro pasito hacia ella. La mirada. LA mirada—. Pudding pop.
—Ok. I'm done. No puedo con esto. No puedo lidiar con esto —se da la vuelta.
Aziraphale parpadea sin haber esperado que se gire, la verdad.
—Love muffin.
Crowley niega con la cabeza yéndose a la puerta y el ángel le mira un poco desconsolado.
—Podrías... llevar mis libros. Please?
Se detiene, de espaldas porque ya habíamos quedado que sí iba a hacer eso. Sinceramente Aziraphale se refiere a... ahora mismo, porque va a seguirle, desde luego.
—Ehm... fue un gusto verles, chicos —Aziraphale se despide de Anathema y Newt. Los... Bueno. La cena. Ehm... necesitaría saber tu teléfono.
—Por qué iba a hacer eso después de todo lo que has dicho —pregunta Crowley.
Él se sonroja un poco hacia los chicos, sonriendo nervioso, antes de aclararse la garganta.
—No, no busques ayuda, my prince, tú te metiste en esto tú solo. Tienes que salir solo —se cruza de brazos imitándole (y sonrojándose un poco con el apelativo) y sonríe un poco de lado.
—Yo al menos no estoy... huyendo.
—Aun.
—¿Cuándo he huido? —yo no sé cómo es que tienes los HUEVOS para decir eso, Aziraphale. La verdad.
Crowley le echa una mirada y él aprieta los labios y se sonroja un poco con esa cara de... culpable atrapado
—So?
—A-Aún a-así he dicho puras... c-cosas lindas y... ciertas.
—"Cuddle cake"? Cuddle. Cake. Voy a tener bloody pesadillas.
Newt no ayuda riéndose un poquito, casi en silencio.
—Bueno... E-eres... Acurrucable.
—No lo estás arreglando.
—Ehm... —interviene Anathema en realidad sin saber qué decir.
—Yes, dear? ¿Necesitan que nos vayamos? Vale, lo entiendo, lo entiendo.
—No. No, pero... —vacila Anathema otra vez. Aziraphale se sonroja un poco, mirando a Crowley de reojo porque como sea, esto es un poco huír.
—Madame Cuddle cake... parece tener prisa —la sonrisita malévola. Aziraphaleeeeee. Otra mirada de advertencia de Crowley pero luego cambia de expresión y sonríe de lado.
—Es Madame Fell, para ti, idiota.
Aziraphale se sonroja un montón con eso. Vale. Vale. Esa ha sido buena. Se queda un poco con la boca abierta, mirándola.
—¡Ja!
—Vale... vale. Vale. Honor a quien honor merece —levanta las manos en rendición. Igual Crowley se sonroja un poquito, sonriendo—. Aunque, he de decir, que eso es infinitamente más bonito que lo otro —asegura.
—Shut up.
Sonrisa del ángel, mira a Anathema.
—¿Crees que... nos puedan prestar su baño unos minutos?
—¡No va a volver a pasar eso, angel! ¡Estoy harta de decirlo!
Paaaaaaarpadeo de Aziraphale, sonrojándose y girándose a Crowley.
—Vas a mear en el palo —le especifica, la demonio se paraliza.
—Ah... eso.
—E-ESO —aunque no estoy segura de que no vaya a pasar también lo otro, porque cada vez que dices que no, lo invocas, Crowley. Anathema mira a Newt de reojo porque no sabe si...
—Ehh... ¡seguro que he bajado la tapa! —asegura Newt sonrojándose un poco.
—No hablo de eso...
Newt le mira a los ojos sin entender, sonrojándose un poquito más.
—Venid por aquí —pide a los otros dos.
—¡Gracias! —Aziraphale toma a Crowley de la muñeca, tirando de ella, que se deja tirar.
—¿Has meado alguna vez? Seguro, borracho.
—Ehm... no lo sé.
—Bueno, ahora aprenderás...
—No estoy muy segura de esto.
—No tenemos nada que perder, ¿o sí?
—No... no.
—Entonces venga... vamos a intentar a ver qué. Traje varias.
—¿Varias?
—Pues... no sé, por si una no sirve.
—Vale... —traga saliva
—Venga vamos a... Gracias, darling —le sonríe un poquito a Anathema. Ella le sonríe de vuelta—. Ya les... contaremos —Aziraphale se mete al baño con Crowley y cierra la puerta a sus espaldas, nerviosito—. L-Le dije a Anathema —mira a Crowley a los lentes.
—¿Qué?
—Shh... —manos a los hombros—. No pasa nada.
—¡No! ¡Sí que pasa!
—¿Por?
—¿Qué pasa si es... si es verdad? ¡Cuanta más gente sepa esto más peligroso es!
—Nadie más lo sabe... y ella puede ayudarnos.
—¡No! ¿Es que no lo entiendes? ¿Cómo va a ayudarnos? ¡Solo es una humana! Tú y yo somos seres... ocultos o lo que sea ¡Y NO TENEMOS NI BLOODY IDEA de lo que hacer! ¿Qué va a saber ella?
—Crowley, ya nos ayudó su tatara tatara tatara abuela a salvar la vida... Son brujas, seguro Anathema puede ayudarnos más de lo que crees. Le he dicho además que nos hemos casado.
La demonio abre y cierra la boca varias veces mirándole y moviendo los brazos y la cabeza en señal de lloriqueo/protesta. Aziraphale se sonroja.
—Lo siento, solo... quería que alguien se alegrara con nosotros —aprieta los ojos.
—Es que... no es ese el problema, ¡es el... huevo!
—Ni siquiera sabemos si hay huevo o no. No te enfades.
—Ya, pero... ¿y si sí? ?Qué pasa si viene Asmodeo y la interroga, o la obliga a decirlo? ¿Si se entera el infierno?
La mira porque el inocente ángel no ha pensado en nada de todo eso.
—P-Pero por que... ¿por qué harían algo así? Asmodeo no podrá entrar otra vez. Pondré la herradura cuando nos vayamos.
Ella toma aire profundamente y lo suelta suspirando.
—Puedo proteger el huevo si nadie sabe que es nuestro. Puedo decir que es un experimento, un secuestro, una excentricidad mía, incluso una mascota. Nadie va a hacer preguntas, solo se limitaran a achacarme locura... hasta podría convencerles que tú has querido probar esto porque los humanos lo hacen pero no puedo si todos saben que es nuestro... NUESTRO.
—S-Solo pensé que podría ayudarnos... ella es una chica —susurra y baja la cabeza, regañado—. B-Bórrale la memoria.
—Y seguro se lo está contando a Einstein o como se llame.
—Newton —agrega en el mismo susurrito y luego levanta la cara para mirarle a los lentes—. Vamos a averiguar si hay un huevo, ¿vale?
—Whatever —se deja caer sobre la taza del váter con la mano en la frente haciendo un poco de drama.
Aziraphale da un paso hacia ella y... la abraza. Ella le abraza de vuelta casi automático sin haber notado cuanto necesitaba un abrazo hasta ahora.
Le besa la cabeza, acariciándole un poco el pelo y ella le hunde la cara en el pecho apretándole de la cintura.
Y la verdad, es que él tampoco había notado lo mucho que quería abrazarla así, un poquito a solas. Y el huevo. Le preocupa el huevo también.
—Perdóname. Olvido lo... peligroso que es todo últimamente.
Crowley susurra algo inteligible con la cara ahí metida, Aziraphale le pone las manos en la nuca y ahora vas a tener que ser un ángel muuuuy fuerte y comprensivo y listo y comportarte a la altura.
—Venga... tienes que mear en el palo, my darling —le da un besito en la cabeza otra vez—. Solo es una pequeña pipí.
Ella se separa un poco apartando la cara. Lo más disimuladamente que puede mete un dedo dentro de las gafas de sol sin quitárselas para limpiarse un ojo.
Awwww... Nooo.
¡COMPORTATE A LA ALTURA!
Aziraphale traga saliva.
—Crowley.
—Voy, voy... ¿dónde está ese palo? —carraspea fingiendo que no pasa nada. Aziraphale le pone una mano en la barbilla, ella sigue mirando el suelo pero él le gira la cara para que le mire—. What?
—I love you.
Es que le caaaae una lágrima del otro ojo que aun no se ha limpiado por la mejilla. Aziraphale le limpia él la mejilla con el pulgar
Ugh. Aprieta los ojos.
—No. Crowley, please —casi suplica pero ella se levanta dándole la espalda, así que la abraza por la espalda.
—Angel! —protesta.
—Soy un desastre, ya lo sé. Todo es mi culpa.
—Ve a por... el palo. O lo que sea. Y dame un poco de intimidad para mear —protesta.
—Por favor, Crowley. No me... no me... alejes.
—Solo voy a mear, te dejaré entrar en treinta segundos —protesta otra vez intentando que le suelte
Aziraphale traga saliva y la suelta, sin mirarla, dándole la espalda. Ella se pasa una mano por el pelo intentando calmarse.
—Avísame si quieres que vuelva —murmura Aziraphale y es que se le quiebra un poquito la voz porque él también está histérico y tremendamente asustado y que le eche le... ha caído encima como balde de agua fría.
—Yes.
Abre la puerta y sale, cerrándola atrás de él.
