Belcebú, que está harta e impaciente y la verdad les ha alentado a seguir sin parar casi un minuto, bastante animada con el motor del... afecto, pero eso no quita que... hayan habido ya las bastantes explosiones y ejecuciones y gente degradada y descorporizados. Tantos que a momentos piensa que para el tiempo que va a ocupar en hacer trámites para corporizarles quizás fuera mejor perder. Cuando le dicen que han capturado a dos "demonios" que dicen ser ángeles y traerle un mensaje directo del cielo...
Remiel está CAGADO de miedo aun preguntándose porqué, por todos los cielos, no ha bajado Gabriel con Azrael.
Belcebú... es que todo está ligeramente bajo control, ahem. No es que no tenga el control. No es que no tenga TODO bajo control. De hecho esto es como un juego con Gabriel.
Ceja levantada.
Ejem. Igualmente se limpia un poco y trata de parecer medianamente normal. Ejem. Es decir, deja de parecer la cosa añada con fuego y cabeza de ser mitológico, para... verse como suele verse
Vaya, algunos tienen suerte.
Pide que les lleven al salón del trono porque vale, esa zona ya la recuperaron... ejem, y no hay que perder el estilo. Pues... ¡han dicho que son ángeles! Ugh, Gabriel!
Sí, sí... pero no todos gozan de esas... consideraciones.
Ella, está visiblemente nerviosa cuando se arregla un poco la corbata esa que trae en el cuello y la banda, intentando parecer casual y, desde luego, Ehm... el bando ganador. ¿Revuelta? ¿Cuál revuelta? ¿Rebeldes? Nah...
Remiel está debajo de la capa porque ha dicho que si no le dejaban meterse ahí, no bajaba. Así que esto es un poco ridículo con dos ángeles de tamaño adulto compartiendo una capa de tamaño Gabriel.
La verdad, es que de buenas a primeras se paraliza al verles con la capa, pensando en si no... será Gabriel. Quizás alguien le ha salvado. Leve alivio, sinceramente, y... una enorme oleada de afecto.
—What the.. hell?
—Ehm... Hell... o —¿qué os pasa a todos mis bloody personajes con los chistes imbéciles?
—Están aquí, mylord —gracias, Dagón, nadie lo había notado.
La verdad, es que Belcebú hasta corre un poco, acercándose al más alto, que resulta ser Azrael...
Remiel se le esconde un poco detrás, sí, sí, ya ha quedado claro que tú eres Robin. Tranquilo.
—¿Cómo es que... ? —y está a punto, A PUNTO de brincarle encima cuando Azrael le sonríe un poco y... se DETIENE.
—Ohh... oh. Oh —el tono de decepción.
—¡Ah! ¡Belcebú! Hola —saluda Azrael—. ¿Sabes quién soy?
—Somos —corrige Remiel.
—¿Qué quieren? —el tono aburrido irritado de siempre—. What the hell hacen aquí?, es un mal momento.
—Venimos a... ofrecer... ayuda.
Belcebú hace los ojos en blanco.
—¡Desde luego que no necesitamos ayuda!
Remiel mira a Azrael. En plan de "¿Y ahora qué? ¿Nos vamos?"
—Tenemos todo bajo control... —sigue ella—. No es que... no está en peligro ni nada. De hecho... yo sé que está bien. Perfectamente. Está... cómodo y... le gustan sus... aposentos.
—¿Aposentos?
—No les llaman ustedes... Ugh, whatever. ¿Qué ayuda iban a ofrecer?
—Sabemos que... el agua bendita...
—Funciona y te ha hecho casi ganar... ¿no? Podemos darte más —Azrael sonríe y Remiel asiente.
—¿Y por qué ibais a hacer eso? —interviene Dagón desconfiada. Belcebú mira a Dagón asumiendo que SABEN que tienen a Gabriel.
Bueno, ella es un poco tonta, hazla callar si quieres
No, no, está bien.
—Porque nos conviene a todos, obviamente —Azrael vuelve a sonreír porque la verdad se siente que se ve SÚPER GUAPO vestido así
Ojos en blanco.
Pregúntale a Dagón a ver si no.
—Miren... a mí me importa poco lo que le pase a él —se aclara la garganta —. Pero...
—Igualmente... ¿por qué no aceptar nuestra ayuda? —pregunta Remiel
—¿Porque desde cuando el bloody cielo de los cojones considera que necesito ayuda para resolver cualquier cosa relacionada con el bloody infiernos? Ya bastante me parece que tengan los huevos de venir aquí... y entiendo por qué, pero...
—Bueno, porque has... usado agua bendita. Y ha funcionado.
—Me la ha dado él. Sí y si me quieren dar otra vez, quizás si acelere el proceso —se sonroja un poco.
—Exacto, esa es la idea.
—No es que YO no pueda hacer esto sola, obviamente. De hecho si lo hago más lento es por qué quiero. Pero... —ojos en blanco—, si están impacientes por que se resuelva...
Remiel mira a Azrael porque no pensaba que esto fuera a ser tan fácil. Azrael le sonríe porque esto es... es que son encantadores los dos. Él sobre todo. ¡Claro que iba a ser súper fácil!
—Oh, ¡espera! Tengo algo para ti si es que tenemos un trato.
—S-Sí. Ehm. Sí, eso —Remiel se aparta un poco.
—¿Tienes algo para mí? —Belcebú levanta una ceja y le mira con cierta desconfianza—. Sí, bueno. Agua bendita, desde luego. Pero ni piensen que me la vas a lanzar o algo así, la quiero en pistolas de agua selladas... ¿de dónde sacaron la capa, por cierto?
—Es una capa especial contra el fuego del infierno —Remiel la toca un poco.
—Lo sé —se sonroja un poco, porque la hizo ella, con piel de SUS alas.
—Gabriel me la dio... ¿tenemos un trato o no? Porque tengo otra cosa para ti —cejas cejas, le extiende la mano.
Belcebú vacila aún sin entender en que bloody momento le pudo dar Gabriel la capa.
—Esa capa no es para ustedes, es para Gabriel.
—Él no... ha podido estar aquí, obviamente.
—Obviamente —responde ella sintiéndose culpable por ello—. Ugh. ¿Qué otra cosa tienes?
—¿Tenemos un trato o no?
—Sí voy a usar tu mierda de agua bendita. ¿Qué tienes? —protesta nerviosa y Azrael le da un codacito a Remiel de, ¿somos listos y geniales o qué, chico? Remiel sonríe un poco, tímidamente.
—Te manda esto —Azrael se rebusca en los bolsillos de la chaqueta de cuero y le lanza el paquetito violeta.
Haciendo que Belcebú se sonroje bastante, sinceramente.
—¿Les ha... cómo... ha-han hablado con él?
—De hecho, esto ha sido idea suya.
—¿Pero c-cómo? ¿Está... e-está bien?
—Seh, bueno... nervioso. Yo que sé. ¿Qué te ha mandado?
Belcebú se revuelve un poco sin querer abrir lo que piensa es... un regalo. De Gabriel. Es que la oleadita de a...fecto.
Remiel parpadea un poco con esa, que sí siente.
—Eso... no te importa —asegura ella—. Ahora denme el agua y lárguense antes de que me arrepienta y los meta a una celda.
Remiel asiente tirando un poco de Azrael.
—Espera, espera... ¿No crees que deberíamos... —Azrael le susurra a Remiel—. Sacar más provecho de esto?
—¿Cómo? No quiero acabar en una celda.
—Pues pareciera que... están tomando las cosas muy bien. ¿No?
—Sí, pero...
—Gabriel no va a creerse que la hayamos convencido así —chasquea los dedos... y de una vez aparece unas pistolas con agua bendita en una cesta.
—¿Y qué propones?
—Pues yo qué sé... quizás deberíamos además seducirla o algo...
—¿C-Cómo?
—Somos dos y... bueno, no sé... Gabriel dice que a él no le interesa. ¿No quieres intentarlo tú?
Remiel la mira y es que... ¡Es un DEMONIO!
—No.
Ojos en blanco.
—Son súper cobardícas todos —se gira a mirar a Belcebú, que está intentando ver su regalo así medio dándoles la espalda.
—¡No es cobardía!
—Sí que lo es... imagínate seducir al príncipe del infierno o algo así...
—¿Y caer? No, gracias
Azrael mira a Belcebú y se sonroja un poco.
—Vamos a... averiguar entonces, ¿vale? —le susurra a Remiel—. Sígueme la corriente.
Asiente.
—Ehm... listo. Ahí están las pistolas... listas para la acción. Oye, y... por cierto, teníamos la duda porque ya conoces a Gabriel...
—What? —Otra vez el sonrojito de Belcebú.
—Y no quiere soltar prenda de esto que se traen entre los dos... —Azrael le guiña el ojo. Y Belcebú está segura de que el cielo ha perdido la razón.
—Wh-What?!
Remiel le mira porque... es que... no es nada seguro que realmente haya...
Mientras Gabriel se repite a si mismo dónde quiera que esté que ahora esto va a ser problema de Azrael. Y eso está bien, ya se lo ha dicho a Raguel.
Cielos, se lo ha dicho a Raguel... ¡No podría haber sido más transparente! ¿En qué estaba pensando?
No lo bastante en Belcebú, por lo visto.
Y el problema, Gabriel, es que si te hubieras liado así un poquito nada más con el príncipe del infierno, acostándote con ella una vez sin mucho más, probablemente este lío no sería tan grande, pero no, no te has liado con ella así. Has hecho toda clase de movimientos para que ella te quiera y sepa que la quieres de vuelta.
—Bueno, tú sabes... ser así como la... pareja del año. Estas cosas que ponen los humanos en las portadas de sus revistas, ¿verdad? —pregunta a Remiel.
—No que Aziraphale... —empieza Remiel.
Belcebú bufa un poco, sonrojándose un poco y... sintiendo. Porque les ha llamado "pareja".
—Whoa... —Azrael lo siente lo bastante para llevarse una mano al pecho.
—What the actual FUCK are you saying?! —Belcebú protesta.
Remiel levanta las cejas sintiéndolo también. Es que además esta niña tiene CERO habilidad para detenerse. Si con trabajos tiene habilidad para reconocer lo que está sintiendo.
—Entonces es verdad —responde Remiel mirando a Azrael de reojo.
—What? ¡No! Yo no dije eso.
—G-Gabriel nos... dijo.
Belcebú abre los ojos como platos y otra vez, OTRA vez ahí va el estúpido afecto. ¡Es que solo con la mención del nombre!
Azrael también levanta las cejas sorprendido de notarlo. Vamos, pensando repentinamente que pareciera que la mejor forma de... destruir a Belcebú sea a través de Gabriel.
Un poco... tal vez.
No, DECIDIDAMENTE, mira cómo es que esta niña SIENTE solo con oír su nombre.
—¿¡Q-Qué les dijo?!
—Pues que... que tú...
—¿Q-Que yo qué? —es que el corazón que todos pensamos que no tenía y sí tiene, se le acelera un montón.
—Que tú estás...—empieza a decir Azrael.
O sea ¿sí ven, par de imbéciles, qué hay una puta REVUELTA en el infierno? Porque alguien pensó que ella no era lo bastante fuerte como para comandar al infierno y ahora vienen los dos idiotas a hablarle de Gabriel, a quien lleva horas intentando sacar de ahí, a decir que "Gabriel les dijo que"...
—Ehm... —Remiel se humedece los labios otra vez y no sabe si es buena idea decirlo aquí con los otros demonios y todo eso pero...— E-Enamorada.
Les salta a los dos encima, tomándoles del cuello y levantándoles un buen metro del suelo.
Remiel se ha hecho caca. Lo que no le había pasado en seis mil años...
Azrael ha pegado el grito ahogado más agudo y ultrasónico que ha escuchado el infierno, lo bastante como para callarles a todos a la vez por un segundo.
Encantadores los dos. Un poder de seducción...
Van a subir LOS DOS... pero descorporizados.
Ugh...
Y sin capa. Y sin cuerpo.
Sigh...
O sea descorporizados y sin recuperación de cuerpo.
Ya, ya...
Puede que si les mande la caca de Remiel al suelo de alguno de los despachos a ver quién la pisa.
No, gracias, no seas guarra... Y ni siquiera ha visto los gemelos.
Vale, la va a pisar Gabriel.
¡Joder!
Esos no los devuelve porque aún cree que son un regalo. Y aún cree que Gabriel... no está ahí arriba
Ni la capa, ni los gemelos. Pues vaya. Solo caca.
Y dos idiotas con suerte.
¿Qué pasa con el acuerdo de no agresión mutuo? Whatever...
En su defensa, Gabriel sigue de mal humor y dice que él no dijo que estuviera enamorada, solo que si lo estaba, no era su problema.
Esta es una agresión. Ir a media revuelta a decirle que... está enamorada de él ES UNA AGRESION.
A Belcebú se le acaba de ocurrir una buena idea para resolver esto de Gabriel
Pues venga.
Aziraphale PROTESTA y creo que Crowley se va a cagar de miedo, pero... me parece además que van a ser las moscas las que... de golpe, van a... sí, asesinar a Crowley para descorporizarle.
WHAT THE FUCK?!
Vamos, que es mucha papelería y burocracia, en efecto... ya lo sabemos, pero ahora piensa que es la forma más rápida de mandar a Gabriel al cielo, que se ponga un cuerpo nuevo, seguro a él le dan resultados express... y se acaba el problema. Boom.
UUUGH. Y a Crowley no le van a dar express NADA y con la de demonios que hay descorporizados. Joder, va a estar haciendo cola hasta el infinito. Ugh ugh ugh ugh.
Aziraphale está absolutamente incrédulo con esta situación.
Los chicos de Lucifer opinan que Belcebú es una SALVAJE y mas vale tenerla de buenas y sinceramente Gabriel de verdad teme por su vida ahora.
Pero... Gabriel no sabe mucho de este tema... especialmente lo de Crowley. Así que... si quiera bajar mientras ella abre la bolsita para ver su regalo. Yay.
Nah, que no baje.
Veo que ahora tienen miedo. MIEDOOOO. Parpadea cuando nota lo que es su regalo, confundida.
La verdad por un momento piensa que... son otros gemelos iguales o algo así. Pero... luego se piensa un poco mejor el asunto. Quizás son los que traía o algo. Son un regalo un poco... no son un regalo, en realidad.
Se humedece los labios y las guarda pensando que... ahora que Gabriel tenga un cuerpo, seguro le escribirá y se las dará de nuevo. Pero por más rápido que eso sea, al menos tardará una semana.
O sea Belcebú no se ha enterado de que hay un problema. Fuck yeah.
xoxo
Crowley. ¿Va Aziraphale a bajar del cielo?
Pues... la verdad, me pregunto si... o sea... cómo carambas va a enterarse Aziraphale. Supongo que... después de unos días, se correrá la voz de que Belcebú descorporizó a Gabriel y Aziraphale va a tener un emotional breakdown absoluto.
O no se hará ese rumor per se en realidad... No tengo idea de qué se va a enterar, que se acabó la revuelta, que se rindió Lucifer y que... Crowley no sube. En realidad es eso.
No tiene idea de dónde demonios está Crowley, no sabe NADA de él, nadie le dice NADA de NADA.
No, no. Espera ¿va a bajar o no?
La verdad... va a bajar en cuanto pueda, que no sé cuándo será eso... cuando Gabriel le deje ir.
Pues... si no se escapa...
La llegada de los arcángeles DESCORPORIZADOS causa tal conmoción en el cielo que Aziraphale... presa del terror por Crowley. Es que va a querer ir al bloody infierno. ¿No querías antes y ahora sí? ¡Dejen de meterse en líos!
Vale, vale, pensemos organizadamente. Al cuerno el cielo y Gabriel que va a estar ahora tres veces de peor humor con los trámites para arreglar a los otros dos. Lo siento, pero... Crowley va primero que tu mal humor.
Solo unas horas más tarde, en cuanto ve la primera oportunidad, baja, prometiéndose a si mismo volver a subir a terminar de ayudarles a todos cuando sepa ALGO, LO QUE SEA de Crowley.
Vale, entonces... Es que Crowley está buscando a alguien para poseer.
Solo... tenía que disfrazarse y bajar al infierno. Y preguntar un poco qué había pasado. Porfavordetennloantesdequebajeabuscarte.
Si le encuentra, lo va a poseer a él, por supuesto.
Sinceramente, posee a quien sea, pero aparece. Aziraphale dice que nonosriamosporqueellaestáhistéricayestonoesgracioso!
Veeeeenga hombre que ya lo mandamos contigo.
Ni siquiera puede abrazarle apropiadamente.
Bueno... no.
Aziraphale está muerta de miedo, en la entrada del infierno, tratando de no pensar que Crowley se ha... le ha... ¿qué tal que se ha muerto? ¿Qué tal que le han matado? Qué tal que no se ha muerto ni le han matado pero tampoco puede sacarle.
Da unas cuantas vueltas sobre sí misma y se muere de un orgasmo.
What the... Vale. Vale. Es que más inesperado esto, imposible. Anticlimático incluso. Vas a tirarla al suelo y a que suelte un buen gemido que van a oír hasta en el infierno.
Pero ahora no está ahí Gabriel para verlo como la otra vez.
Gracias a Dios.
Bueno, técnicamente gracias a Belcebú, pero sí, más o menos.
¿Alguien le puede explicar qué es lo que está pasando? GRACIAS
—Hey... —dice con su voz pero sin ser consciente.
—¿Q-Que e-está... ? —ni siquiera tiene la respiración en orden aún. Y está en el SUELO. La ropa ya no digas que se le va a arrugar, se le va a empolvar! Pero sinceramente no le preocupaeso tanto como lo que acaba de pasar. Y lo que está... qué es lo que está... maldita sea.
—Yo, estoy pasando. Qué va a ser si no, esto es una bloody mierda, Angel. Y mi jefa está LOCA. Nada que no supiéramos, pero... ¿Qué haces aquí? —las palabras siguen saliendo de su boca incontrolablemente.
—C-Crowley... —susurra, parte aliviada, parte no tanto—. ¿E-estás bien? Estoy... voy a bajar por ti. Ha descorporizado a Remiel y a Azrael y el cielo... están todos asustados e histéricos y nadie sabe nada de ti.
—Me ha descorporizado a mí también. Ni se te ocurra bajar. Vámonos de aquí.
—¿¡Te ha... qué?! ¡No! Pero como te ha... ¿¡por qué?! ¿Supo que eras tú? ¡Pero tú cuerpo!
—¡Qué sé yo! De repente las moscas empezaron a... la verdad, no ha sido bonito, mejor no lo imagines.
—¡Ugh! ¿Y qué sigue? Oh, por Dios santísima... Tienes que hacer todo el trámite del cuerpo y a saber si va a quererte dar otro.
—Claro que sí, le soy útil. Pero ahora hay muchos MUCHOS demonios descorporizados.
—He... Estaba tan preocupado. Querría... deberías tener... ¿ya has llenado los papeles?
—No los lleno yo, vámonos, en serio —empieza a andar con la cadera.
—Vale, vale... vamos... C-Crowley...
Vais a caeros por estar los dos haciendo el mismo movimiento a la vez.
—Ugh, ¡deja de caminar! O... ¡camina tú! —protesta Aziraphale haciendo lo que puede por conservar la vertical—. ¡Que además no soy tan flexible!
—Vale, vale, pues es que si estaba andando yo no puedes...
—Pues anda tú, pero no tan fuerte.
—¡No estoy andando fuerte!
—¿Crees que no sé cómo mueves la cadera?
Pone los ojos en blanco.
—¡No me hagas caras con mi propia cara! —protesta un poco aunque sonríe—. Cielos...
—Que... —sonríe más—. Caca culo pedo pis. Joder, joder, hostia puta me cago en tus muerto, cabrón, GILIPOLLAS.
Aziraphale se tapa la boca con las manos.
—CROWLEY!
—Jaja! Fuck FUCK! ME CAGO EN EL IMBÉCIL DE GABRIEL! LE ODIO! LE ODIO! OJALÁ SE MURIERAN TODOS LOS IDIOTAS DEL CIELO! —muere de risa.
Se cubre más la boca con las manos, porque... ella no diría eso nunca así, AUNQUE LO PIENSE. Además es que seguramente más de una persona le mira por la calle.
—No, ¡no! ¡No lo pienso! De verdad... ¡no lo pienso! Es... una broma... —suelta nerviosa
De hecho, más de un transeúnte cree que tiene síndrome de Tourette. A nadie nos extraña.
—¡No es ninguna broma, es un cabrón, mentiroso, desalmado cínico e insoportable!
—¡No lo es! ¡SHHH! ¡Crowley!
—No, ¡es PEOR!
"Anthony J Crowley!" le riñe en su cabeza.
"Pincipality Aziraphale" le hace sonreír.
"¡Deja de hacerme gritar groserías!" la sonrisa le cambia un poco, porque además frunce el ceño.
"Pero así es como funciona una posesión demoníaca."
"Yo sé exactamente cómo funciona una POSESION demoniaca y no... es así"
"Estás pensando cosas sucias?"
Creo que es mejor que no le vea sonrojarse, pero quizás puede sentirle.
—No —"Sí"
—Oh, sí, Crowley... y más como antes casi me muero del orgasmo.
—¿Eso le pasa a todo mundo al que posees? —agrega... los ceeeeeeeelos
—Yo qué sé, nunca les dejo conscientes después de hacerlo.
—Pero si sabes si terminas con la entrepierna... empapada.
—Nah...
—¿No sabes? O no terminas... así
—Ni me importa ni lo hago.
—Te... echaba de menos.
Pues a lo mejor no te ves sonrojarte pero... Debes sentirlo.
Manos a las mejillas. Aziraphale se ríe un poquito sin poder evitarlo.
—Ugh...
—¿Ugh?
—Pues tú.
—¿Yo qué? ¡Deja de caminar así!
—Dices... cosas
—¿Cosas feas?
—No... —susurrito
—¿Cosas que no te gustan?
—Shut up —"No"
Risita porque es muy mono "Eres tan mono y te quiero taaaaanto"
"Ugh, voy a buscar a alguien más a quien poseer."
—Nooo!
—No puedo pasar aquí tres semanas, ¡te mataré!
—¿¡Tres semanas?! Ohhh... yo también voy a matarte. Pero... Ugh.
—Exacto.
—Tampoco te quiero como un desconocido.
—No voy a poseer a un conocido.
—¿Pero a quien le vas a robar la vida tres semanas?
—A ti, querida, a ti.
—¿A mi? Pues... ¿no que a mi no?
—Ya, bueno...
—Hablo de a quién vas a poseer.
—Pues a ti, no seas tonta.
—Has dicho que no, que querías con alguien más.
Ojos en blanco.
—¡No me hagas esas caras!
—¿Te sentirás mejor si te dejo elegir a quién?
Hace una mueca
—A ver...
—¿Aja?
—¿Qué vas a querer? Alguien súper guapo y bien vestido que se parezca a ti...
—T-Te he dicho que eliges tú— igual se sonroja.
—Ya, ya, pero no es algo simple. De una vez de digo que te olvides de... cualquier... actividad corporal en esas tres semanas.
—¿Qué?
—De por sí... ya se ha reído de mí todo el cielo y en la enfermería me han regañado —tardaste exactamente cinco minutos en empezar a quejarte.
—¿Por?
—Tengo... que contarte un poco mejor lo que ha pasado. Tuve que decirle a todos los Arcángeles, querubines y serafines...
—¿Aja?
—Sobre la, ehm... relación que tengo contigo.
—Oh... ¿y qué dijiste?
—P-Pues... No podía mentir. Así que he tenido que contar que eres mi peor enemigo y que, ehm... alguna vez hemos confraternizado
—Ya... ¿Y?
—Se han reído —suspira—. Así reído a carcajadas, todos. Hasta Gabriel.
—No sé de qué se ríe ese imbécil como si no estuviera metido en un problema peor.
—¿Peor?
—Joder, ¡Belcebú pensaba que yo era él y me ha descuartizado con moscas!
—Oh... Ugh... pero... ¿está enfadada con él?
—¡Yo qué voy a saber!
—Pero no te... ¿te ha dicho algo? Quizás se enteró de que eras tú...
—No, de repente empezaron a atacarme.
—Ya me... en efecto, creo que prefiero no imaginarlo. En fin... como sea, nadie en el cielo se ríe de él.
—No creo que debas tomar en serio las risas de los demás.
—Es toda la gente importante en el cielo.
—¿Y? Ninguno de ellos sabe una mierda.
—Pues saben muchísimas cosas del cielo y del mundo... y de Dios. Pensé que quizás se escandalizarían, no que se reirían.
—¿Qué era lo que les parecía tan gracioso?
—Que yo creyera que me quieres... lo mismo de siempre.
—P-Pues ahí... está.
—Ya bastante difícil fue pararme ahí y decir que... somos lo que somos. Me han llamado pecador por seguro que si lo somos es porque quiero... no debí decirles eso.
—Ya te dije que esto pasaría... oh, joder.
—¿Qué me dijiste que pasaría?
—Pues que estabas doblando las normas y que te iban a decir que no... fue real. Aunque lo fuera.
—No Les dije que estamos casados, solo les dije que dios sabía lo que estaba haciendo y lo aceptaba.
—¿Y no creyeron eso?
—Creyeron que lo inventaba. Ahora todos lo saben, y... soy el hazmerreír del cielo. Y siguen suponiendo que soy tonto por creer que me quieres y quererte, y además querían curarme y me dio miedo
—No lo saben si creen que lo inventaste.
—Creo que sí creen que me lo invente es aún peor, porque implica que en su totalidad he caído a la tentación del puro placer físico con un ser horrible que ni me quiere y ni siquiera creen que tengo un poquito de culpa o de remordimiento para ir y mentirles cínicamente en el cielo, a todos ellos que son importantes, y por los que, según ellos, no tengo ningún respeto. Lo que creen, entonces, es que estoy... desahuciado.
—Desahuciado...
—Que no hay manera alguna de que me recupere —le explica y traga saliva—. Para todos ellos soy ya un ángel caído.
—Pero no lo eres, eso es obvio.
Aziraphale suspira porque si bien es verdad, quizás está en mayor riesgo de caer del que cree... o quizás no, pero... toda su vida ha intentado hacerlo bien y evitar justamente esto.
—Es como si el infierno entero dejara de pensar que eres cool... Como si todos se enteraran repentinamente que eres suavecito y bueno y que te gustan las películas románticas y los ángeles gorditos y cursis. Y no te quedara de otra más que ir ahí a declarar que es cierto, que no eres un buen demonio y que lo único que te gusta es que yo te abrace y apapache mientras TODOS se ríen de ti porque además piensan que eres un pobre idiota.
Los nervios.
—Y no puedes mentir, porque... no está bien y mentir para protegerte de las risas no es una buena razón para mentirles a ellos, así que solo puedes hacerte pequeñito y seguir ahí repitiendo lo mismo. Que sí, que es verdad, que eres suavecito y lindo y que todo lo haces mal, sin matices, sin explicaciones... porque Belcebú te ha prohibido defenderte.
—P-Pero...
—Y además te cuestionan... ¿por qué lo haces? ¿Es que no puedes pararlo?
Crowley hace a Aziraphale apretar los ojos.
—Y no tienes más remedio que decirles... que no, no es que no puedas pararlo. Si lo has parado antes cada vez que has tenido que hacerlo... pero esta vez has decidido que es suficiente. Que es algo que... quieres. Esto ocurre porque quieres.
—Estamos subiendo ahí demasiado a menudo... pero no durará para siempre. Gabriel no podrá esconderlo para siempre...
—También tuve que mentir por él... ahí. Es decir... es que... ya sé que no es el peor jefe qué hay. Belcebú acaba de descoroporizarte. Pero a veces pienso que... al menos ella es horrible, sí, pero todos sabemos a qué atenernos con ella. Ellos son los dirigentes máximos del CIELO.
—Ya te he dicho siempre que no son mucho mejores.
—Ughhh... no me gustan. Luego han querido hacerme una revisión médica.
—Oh... ¿por? ¿Creen que te drogas o qué?
—Oh, ¡venga ya! —se queja tan escandalizada—. ¡Ni lo digas!
—Pues es como... lo que falta que piensen.
—Ahora mismo piensan que me has contagiado de un millón de enfermedades de transmisión sexual.
—Oh, que bonito.
—Pensé... preguntarles si podían saber si estoy embarazada.
—¡Ni se te ocurra! —entra a su piso porque ahí han ido #hedicho y se lleva las manos al abdomen—. ¡Lo van a matar como se enteren!
—No les he dicho nada... ni les he dejado hacerme una revisión médica. Aún no se les ha ocurrido pero en cualquier momento...
—No, no, no. Ni hablar —empieza a dar vueltas en círculos.
—De hecho en teoría tengo cita la próxima semana. Ni siquiera sé si realmente... No sé. No sé siquiera si puedan verlo, si lo imaginen o si sepan que es absolutamente imposible.
—No vamos a arriesgarnos.
—No, por eso. No pretendo ir a la cita ni nada. ¿Puedes pedir comida?
Se palpa un poco buscando el teléfono. Vas a encontrar antes el de Gabriel.
Pues el de Gabriel, ¿a quién le importa? Chasquea los dedos para abrirlo con un milagro... sin pensar.
—E-Espera...
—What?
—Ese es el teléfono de Gabriel... Ugh.
—Oh... Oh! Shit!
—Te dije que lo robe... ¡pero no lo había abierto!
—Shit shit shit shit ¿Cuenta cómo milagro mío o tuyo?
—Pues mío, desde luego. Aunque espero que... piense que el milagro no sea abrir SU teléfono sino UN teléfono —aprieta los ojos.
—Pues... ehm... ugh. Vale. Vamos a aprovechar.
—Ahora hay que aprovechar —tan coordinados—. Haz lo que... hazlo tu, yo no sé usar esto.
—Vale, vale... primero comida —va a bajarle la aplicación, luego ya la borrara.
—¡Más te vale que la borres o sí sabrá quien ha sido!
—Que siiiiií
Aziaphale se relame igualmente porque tiene un montón de hambre y no se había dado cuenta. Crowley lo nota también
—Nos apetece... —va a mirar las fotos a ver con qué siente que reacciona más. Le gruñe la tripa después de ver tres cosas—. No puede apetecernos todo. Voy a pedir Sushi.
—Nunca pensé oírte decir eso.
—¿El qué? ¿Quieres que lo pida todo? Se va a quedar aquí...
—Que quieres sushi con esa convicción.
—¡Tú lo quieres! —puedes sentirte sonrojarte otra vez.
—También lo quiero yo... No digo que no—se ríe un poco esperando que lo pida.
Ahí va, moviendo los dedos por la pantalla con rapidez. Aziraphale en su vida ha manejado así el teléfono. Le deja hacer sin poner la más mínima resistencia.
—Yyyy... ya está —se va a candy crush a mandarse vidas—. ¿Qué más quieres ver?
—¿Que le escribe a Belcebú?
—Veamos... —pone pantalla partida, una con whatsapp y otra en lo que termina de mandarse vidas, luego va por fin al contacto de ella.
Tiene varios mensajes de ella sin leer de cuando le estaba buscando en orden de más nuevo a más viejo:
"Era la forma más rápida"
"Ya lo sé qué... vale, hablamos... solo..."
"Llámame cuando ya estés otra vez disponible"
"RESPONDEME EL PUTO TELEFONO!"
"Gabriel, venga, es urgente"
"Volviste al cielo?"
"Estás bien?"
Aziraphale va echando atrás los mensaje con el dedo más lentamente de lo que normalmente lee los libros. You are going too slow reading, Crowley.
Hay un periodo de unos días sin mensajes... después de pelearse y más atrás puede que haya algunas cositas más ridículas... de los días que no estaban peleados.
Ah, de hecho, tarde o temprano, están las fotos de los latigazos.
Cuando le pidió que se vieran en donde siempre y le dijo que no le haría nada... antes de eso, sí, las fotos de los latigazos.
Aziraphale... pelea un poco con Crowley para pasar más rápido los mensajes porque... venga
—Joder, espera, ¡que no he acabado!
—Vale, vale... vale —le deeeja leer a su riiiiiiiitmo—. Dios mío... con estas fotos.
—Esto es como... ugh, hasta incómodo.
—Pero...
—¿Pero?
—Cielos... es un poco feo que además le mande a ella las fotos.
—¿Por?
—Pues va a hacerla sentir culpable por tentarle... ¿no?
—A mí me parece que esto es con intención erótica.
—Ugh... ¿en serio? ¿E-Erótica?
—¿No?
—¿Querrías que yo te hiciera algo así? —pregunta, mira que rápido se ha puesto ella en el papel apropiado.
—¡No! P-Pero aquí... o sea, es que hasta la postura.
—Ugh... ugh. ¡Deja de verle con mirada erótica!
—No estoy... oh, ¡vamos! Esto no es... ¡es OBVIO!
—¡No me lo parece!
—Que ni venga Gabriel como la blanca palomita tan inocente...
—No creo que... no sé si... ¡Ugh! ¡Crowley!
—Lo digo en serio, anda ya, que no le creo... y seguro Lord Belcebú está de acuerdo.
—Me parece a mí que Belcebú conoce un aspecto de Gabriel que nadie más conoce...
—¿En qué sentido?
—En todos. ¿Quién podría pensar que Gabriel tiene esa... cosa sexual en general? O que puede ser más suave con alguien. No sé.
—Ugh, no pienses tú en eso que bastante tenemos ya de apreciación.
—¿Apreciación? ¿A qué te refieres?
—Tuya, para lo cabrón que es.
—No entiendo, ¿dices que no debería... pensar que el tiene esa faceta que no conozco?
—Exacto.
—Quiero pensar que con ella es la mitad de lo... no vuelvas a decir esa palabra en mi cuerpo, my darling, pero digamos... desagradable de lo que es conmigo.
¿Desagradable?
Sí, desagradable.
—¿Sabes qué deberíamos hacer? —Empieza a escribirle en la pantalla sin mandárselo solo para que Aziraphale lo lea .
"Eres una SALVAJE y estás LOCA. Esto ha sido la gota que colma el vaso. Deberías ver como se ha puesto todo el mundo con el pobre Aziraphale solo por estar haciendo algo medio parecido y a él nunca lo han descorporizado. Estoy oficialmente cortando contigo porque me voy a ir con otra."
—No le... ¡no se lo vayas a mandar! Noooo... diceminombeeeeee
—Para, ¡para de tocarlo todo que lo vas a mandar sin querer! —chilla intentando que deje quietos los dedos.
Eso mismo intentaaaaaaaa, hasta que levanta los pulgares del teléfono, histérica
—Vale... voy a borrarlo, no te muevas —ahí va a intentarlo, pero ella no le deja
—¡No lo vayas a enviar!
—¡Si no me dejas no puedo borrarlo!
—¡No quiero que vayas a enviarlo ni por accidente!
Es que no veo como no le pique y Crowley trata de calmarla para poder eliminar el mensaje.
—¡Crowley! ¡CROWLEY!
—¡Cálmate! ¡Cálmate! —intenta gritar a la vez
—¡Lo has mandado! ¡No es gracioso!
—¡No me estoy riendo!
Creo que es ella la que se ríe de los nervios y la histeria total. Crowley insiste en tratar de ir a borrar el mensaje.
—¿¡Qué haces?! —protesta Aziraphale, his-te-ri-ca.
—Déjame, puedo eliminarlo, pero tienes que dejarme acercar los dedos.
Aziraphale traga saliva... y trata de relajarse un poco. Ahí va Crowley a eliminarlo.
—Eso... ¿eso qué hace?
—Pues solo va a aparecer _Este mensaje se ha eliminado_ en el teléfono de ella igual que aquí.
—¡Van a saber que yo mande algo!
—¡No tienen por qué saber que lo hiciste tú!
—¿¡Seguro?!
—Pues... ¿por qué iba a saberlo?
—No lo sé... ¿¡porque yo tengo su teléfono en la mano?!
—Pero no sabe que lo tienes y vas a devolverlo.
—Iba a subir al cielo... ahora definitivamente no voy a hacerlo
—¿Por?
—¿Contigo aquí?
—No van a saberlo... pero igual. No vamos a subir ahora. Vamos a esperar a que nos traigan el sushi, a darnos un baño, a relajarnos y a dormir un rato.
Aziraphale... sonríe un poco y levanta una mano para tocarse la mejilla, ni siquiera te va a protestar por lo de dormir. Y gira un poquito la cara con el cariñito, pero no mucho.
—No sabes lo que me alivia que estés aquí y estés... bien. Ojalá pudiera darte un beso y abrazarte.
—Dentro de todo lo... bien que es estar así.
—Estás vivo, eres tú y... es mejor que estés aquí a que estés preso en el infierno. Además, no podrías estar más cerca de mi que así.
—Pensé en hacer esto... mientras estaba ahí. Pero la verdad, temía por mi cuerpo. Viendo como ha acabado ojalá lo hubiera hecho antes.
—Sinceramente, de haber sabido que podía... matar a Gabriel, quizás hubiera sido bueno que te descorporizaran de una mejor forma.
—Anda ya, lo mejor hubiera sido que no me descorporizara y ya.
—Mejor aún hubiera sido que él... que Gabriel no se portara TAN mal y tuviéramos que haber bajado por el otra vez. Todo esto es culpa de Gabriel.