En fin... Entonces, ahí baja Aziraphale con toda su seguridad habitual a pesar de su cuerpo.

El infierno está... ligeramente más ordenado de lo que estaba en la revuelta, aún hay cosas apiladas en algunos lados, cenizas pro aquí, cosas rotas por allá... nada realmente fuera de lo común.

Crowley se mueve así... entre ellos como siempre con sus zapatos de tacón a pesar del cuerpo del ángel y la melena medio rizada, casi blanca brillante destaca contra cualquier cosa.

Sí... sí. Es DEMASIADO angelical.

Aziraphale le obliga a tragar saliva, algo asustada, pero... al final sintiéndose un poco mejor porque Crowley está con ella.

—Cálmate —pide el demonio.

"Es que nos están... viendo."

"Pues claro que nos están viendo, soy un demonio poseyendo a un ángel! A muchos de los que hay aquí ni se les había ocurrido la posibilidad"

"No debimos bajar así... Va a enterarse de esto el cielo..."

—Claro que sí —le sonríe a unos que murmuran y le manda un beso a otro que parece mirarla demasiado. Aziraphale y su continuo estado de terror—. Me subes la adrenalina si no te calmas, Angel —protesta sonriendo.

"Pues eso intento... pero no todos los días me miran como si quisieran comerme"

—Pues claro que sí —les manda besos a algunos de ellos en plan descarada.

"Dios mío, Crowley... " es que eso la pone aún más nerviosa, los BESOS.

—Calma, calma, solo estoy de coña.

"Van a saberlo todos... que ahora a mí además me poseen los demonios como sea... cuando sea ¿Y si Hastur viene a poseerme?"

"Les diré que solo se puede si te acuestas con el ángel en cuestión primero, que no vale violaros."

"Eso... ya lo intentó una vez."

"Pero no sirve."

"Eso habrás de aclarárselo a todo mundo."

"No te preocupes."

Como decíamos... Belcebú esta... de MAL HUMOR, pero extrañamente, no lo está esta vez necesariamente con el infierno, lo cual es... un milagro. Está en su despacho, de mal humor, recibiendo a los últimos que pretende recibir hoy para devolución y recorporización... y esperando al idiota de Crowley

Aziraphale llega a su despacho pasándose una mano por el pelo, sin golpear la puerta, porque nadie golpea esa puerta

LAPUTAMADREQUELOSPARIO.

—Hola.

Parpadeo... parpadeo... fruncimiento de ceño. Parpadeo.

What the... hell

Aziraphale sonríe un poco más, incomodita.

—Eres... el... ángel de Crowley.

—No. Soy Crowley.

Belcebú levanta las cejas. Ella hace una reverencia un poco complicada... y bastante sarcástica, sonriendo. Ojos en blanco, porque le conoce.

—Ya veo... ¿desde cuándo puedes poseer al ángel?

—Desde que me ama.

Aziraphale requiere de MUCHA fuerza de voluntad para no GRITAR. De hecho, Crowley aprieta los ojos porque le siente.

Belcebú frunce el ceño, conflictuada con esa mierda del amor. Se sonroja.

—Esa mierda.

—S-sí, es imprescindible.

—Ya, ya... y solo sirve para eso.

—¿Eh?

—La mierda del amor... es igual —hace un gesto con la mano—. Tienes que recorporizarte.

—Ehm... sí.

—Pasa con este a la ventanilla... hasta adelante, que te necesito.

—Van a pedirme... un permiso. Escrito.

Belcebú hace los ojos en blanco y pone una firma de fuego en una piedra.

—Ve.

Se humedece los labios vacilando en si preguntarle si dejar ir a Aziraphale o hacerlo así por las buenas.

—¡Anda!

—Sí, sí...

—Y déjame al ángel.

—E-Ehm... ¿y si mejor hablamos primero?

—¿No puedo hablar con él? —pregunta Belcebú frunciendo el ceño—. ¿Qué temes? ¿Qué le descorporice?

—No, no... sí que puede, de hecho... puedo hacer que esté consciente.

—¿Consciente? ¿Te refieres a... ahora que te quites de su cuerpo?

—No, me refiero literalmente a ahora mismo. Puedo despertarlo y dejar que tome el control del cuerpo.

—Eso no se puede en una posesión.

—Sí... con un ángel. No sabría cómo probarlo.

—Quiero verlo —le mira como si le hubiera salido otra cabeza.

—Pues es que solo... parecerá que sigo hablando yo.

—Actuando como el ángel... entiendo. Quizás... pueda hacerlo yo —sí, se ha olvidado de lo del amor

Aziraphale da físicamente un pasito atrás con esa idea solo por si acaso.

—C-Con otro ángel.

—Con él —ella se levanta

—Tiene que ser uno que l-la ame.

Se sonroja con eso y gira la cara. Maldita sea. Quiero decirte que eso, Crowley, va a complicar la vida un montón.

—Bien. Ve a... ve a hacer tu trámite.

—Es que prefiero... soltar al ángel antes de eso.

—Suéltale.

—A-Angel?

"Va a poseerme"

"NO voy a salir de aquí, solo tienes que actuar tú como tú."

—Ya es consciente.

"Va a poseerme"

—H-Hello... Belcebú. Buenas tardes —se baja un poco la falda

—Pero yo sigo aquí —añade Crowley.

—¿Están los... dos a la vez?

—Sí.

—¿Y eso es por el asunto de la ridiculez del amor?

—Sí...

—¿Y qué pasa si no hay amor?

—Que no... no funciona. Y además es muy doloroso. Para nosotros. No sé si para los ángeles también ¿Lo es también? No me ha poseído nunca un demonio que no seas tú. Bueno, supongo que lo es.

—Pero no es mortal —asegura Belcebú—. Ehm... no...

—P-Puede ser... para ambos —dice Aziraphale un instante después—. No es... muy seguro.

—Que coordinados. Ve a por tu cuerpo, Crowley

Aziraphale se da la vuelta para irse.

—Sin el ángel.

—N-No puedo ir... con el permiso si no tengo con qué sostenerlo

—Ve con él y que vuelva, entonces.

Es que el PÁNICO de Aziraphale

—¿Y si... Y si hablamos ahora y luego ya le dejo fuera y voy por el cuerpo?

—No, es más complicado y justamente... creo que le necesito aquí

—Y si... ¿traigo cualquier otro ángel? Uno de más rango.

—No. Este es el que me es útil.

—Ehm... ¿Útil para qué?

—Para lo que quiero hacer, para la misión que estoy planeando

—¿De qué se trata?

—No voy a matarle si es lo que te preocupa. De hecho no voy a lastimarle ni a hacerle ningún daño especial. Quiero su ayuda —hace los ojos en blanco—. No te lo voy a repetir, ve y haz que vuelva.

—¿Y si nos viéramos los tres en la tierra? E-En un terreno neutral, sería más fácil para todos y él no tendría que explicar luego porque está aquí.

—Por Satanás... ¡como son quejicas los malditos Ángeles! —Belcebú hace los ojos en blanco.

—Bueno, no es nada nuevo.

—Subiré con ella mientras te dan un cuerpo.

—Ehm...

"¿Tú qué dices?"

"Ugh... al menos afuera puedo hacer milagros. Cuanto se tardan en lo del cuerpo?"

"Depende... voy a tener que pelear para pasar delante de la fila."

"Pero traerás esa... firma"

—No voy a poseerle mientras no estés —agrega según Belcebú de muy buena voluntad.

"Voy a ir contigo aquí y cuando estéis arriba bajaré. Igual me tendré que pelear. Dile que ya me he ido"

"Pero la firma... deberían hacerte espacio. No puedo por la firma"

"¿No puedes por la firma?"

"¿No la tienes que llevar y necesitas un cuerpo?"

Ojos en blanco de Belcebú que de verdad está de malas, y estos dos no le hacen casoooooo.

"Poseeré a alguien arriba"

—Son siempre tan... ¿complicados? Crowley, sal del Ángel. Yo lo mandaré arriba e iré contigo por tu estúpido cuerpo.

Crowley traga saliva y... sale. Aziraphale la mira asustadillo y antes de que pueda pensar en hacer algo más, Belcebú chasquea los dedos haciendo que Aziraphale desaparezca. Le ha mandado a la tierra. A su librería para ser precisos.

Come the fuck on...

Crowley traga saliva... espiritualmente

Ya, ya... yo también tragaría saliva. Deseando que no le haya... DESAPARECIDO. Igualmente Belcebú sale, frunciendo el ceño e impaciente.

Pues es que le descorporizo a él pensando que era SU NOVIO DEL QUE ESTA ENAMORADA imagina de este que le da igual.

Ay, otra vez con eso...

¡Pues!

¡Era lo más conveniente y seguro!

xoOXOox

Belcebú se abre paso entre los demonios, porque si alguien supone que a ella la van a dejar pasar sin pelear está asumiendo que esto es el cielo... pero sus propias amenazas, chasquidos y milagros bestias consiguen llegar al frente bastante... bueno, vamos a decir que eficientemente, sin el bastante.

Eso era exactamente a lo que se refería Crowley.

Porque además, las quejas... ¡había quien llevaba días así esperando cuerpo!

Pues claro. Y así seguirían.

Sí, eso no indicaba que no fueran a protestar, aunque ciertamente... los eventos de últimamente aún surtían efecto y nadie se atrevía a meterse realmente con Belcebú por ahora.

Pues claro. Así que... un buen rato más tarde, alguien termina de llevar los papeles, y unas cuantas firmas después, le piden a Crowley que vaya a la ventanilla por el cuerpo.

Entonces... ahí van.

Ooootro rato largo más tarde al fin Crowley sale... siendo Crowley.

O al menos eso parece. Él nos dirá si así se siente o si a este cuerpo le rechina la cadera.

La verdad, creo que lo PRIMERO que hace es desencajársela.

Cielos. Ahora ya puedes moverla libremente.

—Luego juegas con tus piernas. Vamos —protesta un poco Belcebú, impaciente.

—Sí, sí... —la sigue.

—Necesitas hablar con tu ángel.

—¿De qué?

—Lo que planeo es complicado y necesita trabajar para nosotros.

—No creo que quiera trabajar para nosotros.

—Yo creería, Crowley, que sería mucho más útil que cooperara por las buenas —le mira.

—Ya, pero... igualmente ellos tienen muchos problemas para hacer eso.

—Tu ángel parece tener menos problemas que el resto con que tú seas un demonio... podrá ayudarnos.

—Eh, pero ellos...

—No debe ser muy difícil obligarle a hacerlo entonces. Le traeremos de vuelta —Belcebú bufa, porque TODO es no.

—Vamos a... hum... buscarle y hablamos, en realidad están bastante predispuestos a ayudar si lo planteamos como algo... altruista y benevolente.

Le mira de reojo y le toma del brazo, para subir en modo zombie.

UGH.

Shut up, ¡Deja de quejarte de todo, Crowley!

Pues es queeeee…

Sí, sí, tú vida es terrible. Belcebú se sacude la ropa.

Crowley chasquea los dedos quitándose la tierra, moviéndose el pelo y luego la mira. Belcebú también se limpia un poco con un chasquido, suspirando... porque de verdad que está teniendo un día de mierda.

—Hum... ¿T-Todo bien?

Ella se humedece los labios. Sinceramente su sensación era que las cosas estaban todo menos... bien. No. Sentía como si alguien le hubiera arrancado un trozo.

—Hum... yes, of course. Solo... el cielo... hmmm requiere un cambio de estrategia. Han cambiado su organización.

—Ah, ¿sí? ¿Cómo se organizan ahora?

—Hay un contacto nuevo para el... infierno. Quiero saber a quién voy a asignar como contacto del infierno entonces y...

—Oh... y ¿quién es el nuevo... contacto?

Belcebú bufa porque no tiene muchas ganas de contarle pero...

—Decidió dejar de hablarme porque soy un demonio

—Ah... ya.

—Parece bastante definitivo —frunce el ceño—. No que me importe, claramente. Quizás sea mejor. Pero...

—Nah, no lo es.

—Sí lo es. Ha puesto a alguien más.

—Bueno, quizás sí lo es. Son muy drásticos cuando se asustan... pero eso no... borra lo que los atrajo en primer lugar. Especialmente cuando se calman y vuelven a aburrirse —se encoge de hombros.

—¿Qué me estás queriendo decir? ¿Te ha hecho eso tu ángel?

—Sí... o sea... No ha puesto nunca a otro porque no es él quien elige pero... si me ha echado y ha dicho que no me hablaría más.

Really?!

—Infinidad de veces.

—¿Y qué haces?

—Esperar un poco y... llamar su atención de nuevo.

Belcebú se muerde el labio... pero le has quitado un poco del mal humor.

—Bien, por... Ehm... eso es que vamos a ir a la cena de navidad al cielo.

—Ah, es un buen... wait, what?

—¿Cuál es la parte que no has entendido?

—¿Al cielo en... navidad?

—Sí. Él vino a Halloween, yo voy a subir en Navidad contigo. Encubiertos, claro.

—¿C-Conmigo?

—Sí. Y el ángel tiene que ayudarnos.

—Pero es que... ¡es una mala idea! Se pasan el tiempo bendiciéndolo todo y ..

—Rezando, ya lo sé.

—Sí.

—Pensé que podríamos... poseer a dos de ellos.

—¿P-Poseer a... D-Dos?

—Sí.

—Pero...

Whaaat?

—Eh... que... no se puede poseer un ángel así cualquiera por las buenas.

—Eso vamos a tener que averiguarlo.

—Pero es... obvio.

—No lo es tanto.

—Bueno... bastante, tal vez si logramos que otros ángeles nos quieran.

—¿Por qué es tan importante el amor?

—Porque si no, no aceptan al... huésped.

—¿Lo has intentado?

—Pues... hum... S-Sí. Aunque si lo intenta con Gabriel sabrá si...

—NO voy a intentarlo con Gabriel —sí que va a hacerlo—. No es lo que... pretendo.

—Es... complicado, entonces. Tal vez podría hacer eso y olvidar lo de navidad.

—No, no. No va a venir él aquí a meterse a todos lados en Halloween y yo no hacer lo mismo con su bloody navidad.

—Pero él se... hum... ¿S-Se metió en Halloween? —podrías sonar más convincente con esa fingida sorpresa. Ojos en blanco.

—Sabes que estaba ahí, disfrazado de... nazi y luego de ti.

—¿D-De mí?

—Síguete haciendo el imbécil. Anda... vamos dentro —le fulmina.

Él traga saliva y se calla. A lo mejor sí sabía que le estaba descorporizando a él. No, Crowley, pero le besaste, recuerda esa parte.

—¿Crees que le parezca altruista?

—Pues... ¿cómo se lo va a plantear?

—Tú se lo vas a plantear.

—¿Y-Yo?

—Sí. Tú vas a convencerle y explicarle lo que necesitamos. Y luego voy a intentar poseerla —chasquea los dedos para abrir la librería.

—¡No!

—Sí —pasa adelante, encontrando a Aziraphale sentada agobiadamente, vestida otra vez como siempre... Y pegándole un BUEN susto.

—M-Mylord...

—What?

—No quisiera poner en... peligro esto. El... El ángel trabaja para Gabriel, probablemente le diga de los planes. Tal vez sería mejor conseguir un par de ángeles distintos y dejar que ella...

—No he dicho que la poseamos a ella para subir, pero el bloody cielo es organizado. Necesitamos que alguien nos explique.

—Ella ni siquiera trabaja mucho en el cielo, tal vez necesitaríamos a alguien más... acostumbrado a estar ahí.

—¿No va a navidad?

—Eh... exacto. N-Normalmente no.

—Igualmente, debe saber cómo funciona.

Aziraphale les mira nerviosa porque... Ehm... parece como si no estuviera aquí.

—Sí, pero yo no me arriesgaría.

—¿Cómo lo sabes?

—Pues porque es fiel al cielo en muchas cosas y no es el ángel que ha ido más veces a esto, creo que es mejor dejarla al margen.

—Yo creo que... ella es quien nos puede ayudar. Pero preguntémosle a ella.

—Ella... ella va a querer inmiscuirse porque tiene miedo que... Probablemente tiene miedo que hagamos algo y así pensará que tiene algún control sobre todo esto o que... podrá incluso pararnos si hacemos algo que no le gusta.

—Lo que quiero que haga ella es... darnos información. Puedo chantajearlo si es necesario.

Aziraphale es que está físicamente... deteniéndose a sí misma de ir y besar a Crowley que ¡ES CROWLEY OTRA VEZ!

—No me fiaría mucho de la información que ella tenga.

Aziraphale mira a Crowley, luego mira a Belcebú... mira a Crowley de nuevo, se humedece los labios.

Crowley la mira al notar que lo hace. Aziraphale le sonríe y da dos pasos hacia él, abrazándole del cuello y besándole. Ya está, me da lo mismo si a Belcebú no le parece.

Crowley levanta las cejas y tras los primeros instantes de sorpresa... le besa de vuelta.

Belcebú hace la MADRE de los ojos en blanco. Sí, ya, bueno, si tienes suerte no se la tirará aquí mismo. Se sonroja y se mira los pies, y sinceramente rememora a Leviatán ahora mismo y el sentimiento de asquerosa envidia que evocaría.